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Declaracion
Declaracion
1.- Lamentamos profundamente los hechos en los que se han visto involucrados nuestros
hermanos Raúl Campos Vega (asesor) y Maria Paz González, y comprendemos que estos
corresponden a dificultades de índole familiar, y que no guardan relación directa con
nuestra actividad pastoral, acompañamos en estos momentos a nuestra hermana Maria Paz
González entregándole todo nuestro apoyo y oraciones.
2.- La relación sentimental que nuestros hermanos han mantenido siempre ha estado en
conocimiento de nuestra comunidad, y nunca ha sido negada, en estas cirscuntancias, esta
relación nunca ha interferido en nuestra pastoral, ni ha creado conflictos de intereses,
siempre se han mantenido en los márgenes de la decencia y la moral.
Consideramos también la necesidad de separar lo personal y privado, del trabajo pastoral,
ya que no se puede juzgar un buen trabajo por rumores externos que terceras personas con
un ánimo evidentemente malicioso emiten sobre nosotros y en este caso particular sobre
nuestros hermanos mencionados.
7.- Hemos esperado un tiempo prudente y suficiente como para que la provincia y el equipo
de coordinación se comunicara con nosotros o con el padre Leonardo Escobar,
Administrador parroquial y sacerdote asesor nuestro, para clarificar esta situación y nuestra
participación en el encuentro de jóvenes Mercedarios, hasta la fecha (30 de Agosto) no
hemos recibido contacto alguno, por parte de ningún miembro del equipo ni del padre
Ricardo Morales, hubiéramos esperado la misma celeridad con la que se solicito la renuncia
de nuestro asesor para ayudarnos en arreglar nuestra situación, lamentablemente
descubrimos y constatamos el nulo interés que se tiene por contar con nuestra participación.
9.- Nuestra pastoral seguirá funcionando y trabajando con el mismo entusiasmo y orgullo
de sentirnos mercedarios con el que ha venido trabajando desde el primer día de su
conformación, participando unidos todos los que nos hemos juramentado mantener vivo
este carisma en esta Ciudad, sin exclusiones, sin permitir renuncias, cada día más pero ni
uno menos. Rogamos a nuestra Madre Maria de la Merced para que estas dificultades sean
resueltas y que de la experiencia vivida saquemos nuevas fuerzas para glorificar a Cristo
Redentor con nuestras vidas.