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EL INICIO DE LA MAGIA La noche pasada fue tremenda. Todos los peregrinos que haciamos el camino de Santiago 2011 por la ruta portuguesa desde Tui estabamos sentados a la misma mesa en el comedor-cocina del magnifico albergue de Padrén, un edificio junto al monasterio restaurado donde el pabelldn de las camas esté en la planta alta con suelo de madera y techo a dos aguas con sus cerchas de madera a la vista. Compartiamos el pan y el vino en una mesa comun, y los Padres Carlos y Bemardo, orondo y con gatas, estaban contentos de vernos asi. Yo también. Todos lo estabamos. Nos faltaba una sola etapa para llegar y se notaba Carlos, el canario solitario, con su pelo, bigote y tez morena, se habia convertido en la ‘mascota’ del grupo, y con gran entusiasmo, se dispuso a cocinar para las 40 personas que estabamos alli, una fideua de pollo en una gran cacerola. La cuadrilla de Chinchilla abrié, entre otras cosas, una lata de attin de kilo, que segtin ellos la traian cargando en la mochila desde su pueblo. Nadie se lo creys. A la fiesta se afiadieron Timén (venia desde Lorca por la ruta de la Plata por una promesa a un sobrino que fallecié en el tremendo terremoto) y Pumba (desde Salamanca © Madrid, no me enteré bien), como los habia yo bautizado, y las gallegas chiquininas. Se trajeron a los compajieros de piso, ya que no consiguieron sitio en el albergue regentada por una sefiora con un humor de perros que acabé conocida por Dofia Urraca y vitoreada con “shhh shhh que viene que viene” cuando los efluvios del alcohol desataron las vergiienzas y los cantos regionales. El “Comandante” de Chinchilla, un tiarrén de metro ochenta y cinco con pelo y barba torda que se ahogaba por las noches de las panzas de cenar que se pegaba, y una de las seis ‘nifias" ponian la coreografia con un palo de escoba. La catalana karateca y la cordobesa se subian a los bancos del comedor para bailar. El buen rollo y las buenas vibraciones estaban en el ambiente y se notaba. En un momento de la cena el Padre Carlos me llev6 aparte y nos invit6, a Angela y a mi, a la misa que celebraria el dia siguiente en la capilla de la cripta donde estan los restos del Apdstol Santiago. Me pidid discrecidn ya que el espacio en dicha capilla era muy reducido. Nos sentiamos privilegiados al ser “los elegidos". No obstante, le dije a Angela que no seriamos los unicos y ambos pensamos que la pareja de Canarias, siempre con la ropa conjuntada (hasta las mochilas las llevaban idénticas) y Carlos “el solitario” podrian ser también seleccionados No dudo que la decision de invitamnos surgié después de que yo hiciera publica la experiencia que describo en "Las Casualidades" en la espera de la apertura del alberque junto con la valenciana menuda con media melena morena y la otra grande, rubia y pelo corto. Tras un sondeo previo durante la cerveza del mediodia en el bar de debajo del monasterio de Padrén, no le quedé dudas al Padre Carlos, un tipo espigado silencioso con pintas de ejecutivo que viajaba con un retablo de una virgen peregrina bajo el brazo, de que nuestro peregrinar no se quedaba en lo turistico sino que formaba parte de un camino interior. La ra do Franco de Santiago, que estd previa a la entrada de la plaza del Obradoiro por esta ruta, no se diferencia mucho de un zoco 4rabe. Gente hacia arriba y hacia abajo, por todos lados, vendiéndote su meni del peregrino, sus souvenirs 0 su alma. La entrada en la plaza del Obradoiro con los vitores de los compaferos de camino que ya llegaron disipa de inmediato esa nube negra. Las lagrimas caen por los pémulos con el abrazo de mi compajiera de camino. Objetivo cumplido. ;Que sufrimiento con las seis ampollas de los pies; Sin dolor no hay gloria. Eso dicen y creo que es verdad. Pero las emociones fuertes de verdad quedan atin por llegar. Miguel Angel, el analitico, habia dejado solamente sin programar la estancia en Santiago. Las demas etapas estaban perfectamente planificadas. Lejos de agobiarme, como hubiera sido lo habitual en mi, intenté alojarnos en una pensidn cercana, pero no contestaron al telefonillo, Que hacemos? Hay que procurarse un lugar para descansar y asearse. Siquen llegando peregrinos y parece que va a rebosar Santiago. De pronto pienso en voz alta: “Nila, los curas no suelen dormir en sitios malos, y estando en una ciudad donde hay tantos por metro cuadrado alguno nos puede orientar.” “Padre Carlos, zya has llegado @ Santiago? :Conoces algtin sitio donde podamos alojarnas Angela y yo? El seminario? 2Y nos podemos alojar ahi sin ser curas o seminaristas? Gracias nos vemos a las cuatro junto a la cripta.” iSabanas de color blanco nuclear jAseo incluido; Habitacién pequeiia con dos camas vestidas a la perfeccion e impoluta. No cambiamos eso por una suite del mejor hotel en estos momentos. Pero no nos da tiempo para ducharnos, comer e ir a la Catedral, asi que bajamos al comedor del seminario, que es como el de Harry Potter con los techos alltisimos a dos aguas, y comemos el ment, con prisas por no llegar tarde a esa cita tinica a la que hemos sido invitados. Sentados en un banco en la Catedral, en un lateral del crucero, vemos aparecer a los tres canarios. No nos habiamos equivocado y la intuicion de la noche anterior se hace realidad. La pareja se sorprenden de vernos; el “solitario" no tanto. Todos en fila india tras el Padre Carlos y escoltados por el Padre Bernardo, nos agachamos para no chocarnos la cabeza por el pasadizo de piedra de granito gris que pasa por debajo de la escalera por la que se accede a la imagen del Santo Apéstol para darle el conocido abrazo, accedemos a la cripta , y entonces es cuando comienza de verdad la magia

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