SECCION DOCTRINA. 29
CONTRABANDO DE AUTOMOTORES
PARA DISCAPACITADOS
Tendencias en el ambito delictual *
or MARIANO HeRwan BORINSKY
SUMARIO
Introduccién.
La adecuacién legal.
TLL. 7s la conducta descripta por el art. 864 inc. b) del Cédigo Aduanero el tipo
penal adecuado en el cual se deben subsumir los hechos en cuestién?
ILI. Anélisis de esta clase de hechos a la luz de algunos principios bisicos
del derecho penal: ley penal en blanco, prohibicién de analogia,
irrretroactividad de 1a ley penal.
El extremo sustancial de la cuesti6n: determinar quién era el que
efectivamente utilizaba el rodado importado.
HLL Elementos que revelan el uso del rodado.
ILI. Orden de reparacisn del rodado a nombre de un tercero,
TILIM. Adaptacién del rodado para discapacitados.
ILIV. Infracciones de trénsito.
IILV. {Quién soporté los gastos de adquisicién det rodado?
ILVL El beneficiario como avalista de un crédito.
IIL-VI. Péliza det seguro a favor del tercero no franquiciado.
I1L.VULL ;Quién intervino en la adquisicién del rodado?
IILIX. Finalidad del uso del rodado.
IV. La responsabilidad del franquiciado.
IVI. — Capacidad econémica del franquiciado.
V. Poderes.
VI. La tentativa de contrabando en este tipo de casos.
VIL La responsabilidad de los escribanos que otorgaron los poderes.
VII. La condueta del adquirente en plaza. El encubrimiento de contrabando,
IX, Los hechos en cuestiGn, ;son slo delitos, o también pueden ser infracciones?
X. — Conclusiones.
* Trabajo presentado en el Seminario de postgrado “Delitos Aduaneros”, a cargo de profesor, Vidal Alberacin, pertene-
iente ala Carrera de Especializacién en Derecho Aduanero, de a Facultad de Derecho y Clencias Sociales de la Univer.
sidad de Buenos Aires, marzo de 2000. El estudio se sustent6 en diversas resoluciones (defintivas interlocutorios) en
su mayoria, de fa Camara Nacional de Apelaciones en lo Penel Econémico.30 REVISTA DE ESTUDIOS ADUANEROS
I. INTRODUCCION.
Por medio del dictado de ta Ley 19.279" se
estableci6 un régimen preferencial de importa-
cidn de automotores para discapacitados. El
beneficio era dual: por un lado, se les permitta
la importacién de automéviles de origen ex-
tranjero, que estaba prohibida.
Por el otro, se les otorgaba la exencién del
pago de gravamenes (impuestos intemos, al
valor agregado, derechos de importacién, entre
otros)",
Tales beneficios, como contrapartida, esta-
‘ban condicionados a que la unidad tuviera cier-
‘as caracteristicas y que fuera destinada al uso
exclusivo del discapacitado* por un lapso no
‘menor a cuatro afios* para lo cual, resultaba ne-
cesario que el beneficiatio, antes de efectuar la
importacién, solicitara una autorizaci6n a la
Direccién Nacional de Rehabilitacisn’.
Asimismo, el beneficiario debia demostrar,
a requerimicnto de la autoridad de aplicacién,
Ja correcta tenencia y uso del vehiculo, pudien-
do ésta levar a cabo toda verificacién o ins
eccién que considere necesaria, incluso en el
domicilio de los beneficiarios sin previo aviso
de ninguna naturaleza*.
En el afio 1991, se sucedieron un sinntime-
ro de secuestros de automéviles importados
que eran conducidos por personas que no eran
discapacitados 0 no eran los beneficiarios o se
hallaban “guardados” en los lugares mas ins6-
litos; allanamientos de concesionarias y escri-
bbanfas, con secuestro de poderes irrevocables y
promesas de venta y la revisi6n de todas las au-
torizaciones otorgadas por el organismo com-
petente’,
Este fenémeno, que ha sido denominado
“la industria del discapacitado” , y que geners
tun caudal de procesos, de los cuales, algunos
ocos se encuentran en pleno trémite de ins-
truccién, fue objeto de diversos trabajos por
los cuales se analizé, como tema central, cual
era la jurisprudencia existente en aquel enton-
ces y si la misma se adecuaba a los tipos pena-
les y/o infraccionales de la legislacién aduane-
rat
Por el presente trabajo se pretende determi-
1. Cft. Ley 19.279 (ED, 40-1122) y su modificatoria, fa Ley 22.499 (EDLA, 1831-304) y reglamentacién del Decro-
01382/88 (EDLA, 1988-445),
2. Cfr. Vidal Albarracin, Héctor Guillermo: “Aprovectamiento indebido det régimen de importacién de automotores pa-
ra discapactiados. Es undelito 0 wna infraccién aduanera?”
» Buenos Aires, Fl Derecho, 155-523, pig. 523,
3. Cir, art 3, segtn redaceién de la Ley 22.499, prevé en su inciso c) entre los beneficios, la posibilidad de importar un
‘utomotor de origen extranjero modelo standard, sin accesorios opcionales, con los mecanismos de adaptaciGn necesarios,
‘con exencidn de pagos de derechos ¢ impuestos.
‘4. Cf. art. 5*, segtn redacci6n original modificada por la Ley 22.499, estblece que por un plazo de cuatro aff coatado
« partir de su habilitacion final, los automotores beneficiados no pueden ser embargados;tammpoco pueden ser vendidos,
dlonados, permutados, cedidos ni transferidos a titulo gramito u oneroso, En conseciencia, nada impedia que, una vez
\ranseurrido el plazo que estableea la normativa, la persona que obtuvo la franquicia enajene el bien y obtenga con ello
Aladin beneficio ecouémico pues. a partir de ese momento, puede disponer libremente de aque y realizar todo aquellos que
‘encuentre conveniente (cfr. Cémara Nacional de Apelaciones en lo Penal Econémico de la Capital Federal, Sala “A”, Reg.
nf 671/98, rt, el 377/98),
5. Lamisma dependia del Ministerio de Salud Publica y Medio Ambiente. Pot medio de una Junta Médica designada por
el organismo se debia proceder al examen del lisiado a fin de determina si se encontraba dentro de los casos peevisios en
lar 1° del Dec. 1382/88, en cuyo caso, una vez obtenida la autorizacin médica, se efectuaban los trimites bancarioy, la
‘compra del automévil en el exterior, la contrataciGn del flete y seguro, y se soliciteha la importaciéa para consumo ante la
‘Aduana. También se requeria qu el beneficiario constituya una prends con registro de la tnidad a favor de la Aduana pot
el tétmino de 5 afios para garantizar los derechos y gravaimenes eximios (eft. Resolucién n° 5107/80, Arnexo I.
6. Cfr. art. 10, ine. 2 del Decreto 1382/88.
7. Cf. Vidal Albaracin, ob. cit, pig. 523,
8, Cit. Vidal Albaracin obra citada precedentemente; y del mismo autor: “Lo que se debe probar para que el aprove-
chamiento del régimen de imporiacién de autos para discapacitados constiuya delito de contrabando”. Buenos Aires, EL
Derecho, 164-610, 1995, pig. 610; asimismo, ver Bonzon Rafat, Juan Carlos: “Pranquicia aduanera en benefcio de
discapacitados consistenes en importar vehfculos automotores libres de derecho de impuestos”, Buenos Aires, Fl Deve.
cho, T.142, 978; 1991,SECCION DOCTRINA aL
nar, en atenci6n @ la jurisprudencia que surgié
con posterioridad a las citadas exposiciones
doctrinarias, que es lo que hoy en dia se debe
probar para que el aprovechamiento del régi-
men de importacién de autos para discapacita-
dos constituya el delito de contrabando, mas
especificamente, para que aquella conducta se
subsuma, objetiva y subjetivamente, en en el
tipo penal previsto por el art. 864, inc. b) del
Cédigo Aduanero’, por lo que esta exposicién
comenzari por el analisis de la citada previsién
legal.
IL LA ADECUACION LEGAL.
ILL. Es la conducta descripta por el art.
864 inc. b) del Cédigo Aduanero el ti-
Po penal adecuado en el cual se deben
subsumir los hechos en cuestién?
EI primer paso es precisamente determinar
sila mencionada calificacién juridica ¢s la co-
‘recta para subsumir esta clase de hechos. Pa-
reciera que si.
En este sentido, Ia Camara Nacional de
Apelaciones en lo Penal Econémico —en ade-
ante, C.N.APE.— establecié que la aplica-
cién concreta de una prohibicion de importa-
cién por parte de la Administraci6n Nacional
de Aduanas, al momento en que aquélla se in
tentaba, se vinculaba directamente con el efec-
tivo ejercicio de las funciones de control que
aquel organismo tenia expresamente asignado
por la ley
En consecuencia, quedaba claro que la apli-
cacién de aquella prohibicién era, en el sub li-
ze, el tratamiento aduanero que hubiera corres-
pondido, Este tratamiento aduanero habia sido
evitado precisamente como consecuencia de
Jas conductas investigadas, por las que se so-
‘metié la importaci6n en cuesti6n a un trata-
miento aduanero distinto de aquél, impidién-
dose de este modo el control del servicio adua-
nero.
Por el citado precedente, se descart6 que la
calificacién legal del hecho pueda adecuarse al
tipo penal del art. 864 inc. c) del Cédigo Adua-
nero! debido a que, en el caso de esta norma se
establecia que el propdsito del sujeto activo
debia ser obtener un “tratamiento aduanero 0
fiscal mas favorable” al que correspondiere; en
‘cambio, en el caso de los hechos en cuestién,
cl tratamiento aduanero que se logré obtener
no era “més favorable” que la aplicacién de los
prohibicién de importacién, sino que sencilla-
‘mente aquél fue favorable y el que hubiera co-
rrespondiddo no lo era.
En consecuencia, la simulacién de una im-
ortacién bajo el régimen de franquicia para
discapacitados cuando, en realidad, el verdade-
ro importador y destinatario del vehiculo no
era quien se presentaba en aquella calidad ante
el servicio aduanero, constitufa una accién por
Ja que se impedia el control de Ia aduana, con
cl propésito de someter a la mercaderia a un
tratamiento distinto del que hubiera correspon
dido (art. 864, inc. “b” del Cédigo Aduane-
10)".
ILIL Anilisis de esta clase de hechos a
la luz de algunos principios basi-
9. Cit. Cédigo Aduanero, “Art. 864. Serd reprimido con prisién de seis meses a acho afios el que: ..b) vealizare cual-
‘quier acctén w omision que impidiere o aifcultare el control del servicio aduanero con el propésito dle someter a la mer.
caderta a un tratamiento aduanero 0 fiscal dstinto al que correspondiere, alos fines de su importacién o de su exporta
ibn,
10, Ct. Cémara Nacional de Apelaciones en lo Penal Beonémico de la Capit
cia del 14 de abil de 1997,
Federal, Sala “B", Reg, ni 286997, senten-
M1, Cir. Codigo Aduanero: “Art. 864. Serd reprimide con prisién de seis meses a ocho afas el que: ..c) Presentare ane
te el servicio aduanero una autorizacién especial, una licencia arancelaria o una certficaciSn expedida contraviniendo
{as disposiviones legates espectficas que regularen su otorgamiento,destinada a obtener, respecto de mercaderia que se
Jimportare o exportare, un tratamiento adtuanero o fiscal mds favorable al que correspondiere™
412, En Ia misma linea de pensamiento que en el Reg. 9° 286)97 de la Sala “B" de la C.N.A.PLE.,cabe destacar el prece-
dente de ctado Tribunal, Reg. N° 576/96, rt, ef 23/10/1096,32 REVISTA DE ESTUDIOS ADUANEROS
cos del derecho penal: ley penal en
blanco, prohibicién de analogia,
irretroactividad de la ley penal.
Asimismo, en el precedente citado en el
acépite anterior se concluyé que el sélo hecho
de que en las normas complementarias de un
tipo penal en blanco no se haya advertido una
remisin expresa o técita a algunos de los inci-
sos del art. 864 del Cédigo Aduanero, no im-
pedia comprobar la coincidencia de la conduc-
ta examinada con la descripta por aquel tipo
penal; comprobacién ésta que no requeria ser
‘guiada por alguna remisién establecida por el
legislador en la norma complementaria de que
se trataba, sin perjuicio de que en algunos ca-
0s asi se haya efectuado.
Ademds se sefial6 que ante la existencia de
tun tipo penal en blanco, la remisién expresa 0
ticita del legislador deberia ser buscada, en
principio, en aquel tipo y con respecto a la nor-
‘ma complementaria, y no a la inversa,
Asimismo, en el recordado precedente, se
expresé que la dolosa burla del contro! aduane-
0 con el propésito de someter a la mercaderia
un tratamiento distinto del que hubiera co-
rrespondide, no estaba prevista por Ia Ley
19.279 sino por el inc. b) del art. 864 del Cédi
go Aduanero por lo que, la aplicacién del tipo
penal al caso, no implicaba analogia, que slo
se daba cuando se extendia la voluntad de la
ley para abarcar un caso que en realidad aqué-
Ila no comprendia.
Por otro lado, con relacién a si por el De-
creto 2677/91 (por el que se implements un ré-
‘gimen de importaci6n de automotores) se ha-
bia eliminado, o no, la prohibicién de importa-
cin antes examinada y, de esta forma, si ha-
brfa desaparecido el fundamento de punicién
de aquellas conductas que se desarrollaron en
la Srbita del sistema anterior, cabe sefialar
que en la instancia de apelacién del recordado
precedente se expres6 que Ia aplicacién re-
troactiva no se configuraba cuando Ia ley pos-
terior sea mas benigna que la anterior en lo
‘que se vincula con un elemento ocasional 0 co-
‘yuntural (que generalmente presentan los tipos
penales de orden econémico), pues de lo con-
trario se desvirtuarfa el fundamento de la ex-
‘eepcién.
La Jey mas benigna se aplicaba retroactiva-
‘mente siempre en el entendimiento de que se
ttataba de casos similares, es decir, con igual-
dad de presupuesto. En consecuencia, no pro-
cedia en los casos en que faltara esa igualdad o
paridad.
Por tiltimo, se concluy6 que si tanto la pro-
hibicién de importacién anterior como el pos-
terior régimen de importacién de automotores
(ecreto 2677/91), obedecieron a diferentes
circunstancias econémicas, quedaba claro que
por la implementacién del nuevo tégimen no
se revelaba una variacion de la voluntad del le-
gislador con respecto al desvalor juridico de
las elusiones a las prohibiciones anteriormente
vvigentes, sino sencillamente la inconveniencia
econsmica de mantenerla.
I, EL EXTREMO SUSTANCIAL DE LA.
CUESTION: DETERMINAR QUIEN ERA
EL QUE EFECTIVAMENTE UTILIZABA.
EL RODADO IMPORTADO.
En diversos precedentes se establecié que
no se habia comprobado que el suupuesto bene-
ficiario haya utilizado el vehiculo en cuestién
ni, fundamentalmente, que el lisiado no fuera
el verdadero destinatario de aquél, extremos
que, ante la imputacién que pesaba sobre los
imputados, resultaba de suma importancia®.
En efecto, resultaba relevante a los fines de
la estimacién de la responsabilidad que se pue-
da efectuar con relacién al supuesto beneficia-
tio no lisiado como al lisiado mismo, determi-
nar quién era el que efectivamente utilizaba el
rodado en cuestién, y el control aduanero ha-
bria resultado afectado, solamente en el caso
{que se hubiera podido comprobar que el lisia~
do no haya sido el verdadero destinatario del
13, Cit, CNAPE,, Sala “B”, Reg. n° 378/99, ra. el 17/5/99, Reg. n° 365/98, na, el 5/6/98 y Sala “A” en Reg. n? 712/09,
a. el 128/99,SECCION DOCTRINA 3
rodado sino un tercero™,
TELL. Elementos que revelan el uso
del rodado.
Las medidas probatorias deben apuntar a
demostrar que, ya sea por su instrumentacién o
circunstancias de hecho, la finalidad de la im-
portacién era el empleo o uso de la unidad por
tun tercero, distinto del beneficiario del régi-
men",
En consecuencia, corresponde considerar
cuales fueron los distintos elementos probato-
ios que, en el Ambito jurisprudencial, resulta-
ron determinantes para demostrar el extremo
sustancial de la cuestién en este tipo de casos,
estos es, el uso del rodado importado por parte
de un tercero y no por el franquiciado,
En este sentido, resultaba de suma impor-
tancia obtener la declaracién de vecinos del su-
puesto beneficiario no franquiciado que hayan
visto a aquél conduciendo el automotor en
cuestiOn'S asi como la del encargado del gara-
ge 0 cochera donde se encontraba guardado el
automotor en cuestién y que hubiera visto al
supuesto beneficiario no franquiciado utilizén-
dolo”.
En este linea de pensamiento, constituye un
indicio significativo que conduce a sospechar
Ja simulaci6n, la indicacién del domicilio del
beneficiatio no franquiciado como lugar de
‘guarda del vehiculo importado siendo que el li-
siado se domniciliaba en un lugar completamen-
te alejado de aquél"
TIM. Orden de reparaci6n del rodado
14. Cf. CN.APLE., Sala “BY, Reg. n? 28697, a, el 14/4/1997; Sala
3/8/99,
a nombre de un tercero.
Cabe preguntarse si la orden de reparacién
del rodado a nombre de un tercero es por sf
misma, indicio suficiente de que aquél era
quien utilizaba el rodado, desviando al verda-
dero titular.
Si bien es cierto que el mencionado cle-
mento probatorio como los que ya se sefialaron
y algunos de los que se pasarén a enunciar, no
constituyen por sf mismos un indicio suficien-
te por el que se demuestre que el tercero no li-
siado era el real propietario del rodado, lo cier-
to es que la totalidad de aquellos, valorados en
su conjunto, sf parecieran demostrarlo.
Con relacién a este punto, cabe destacar
que en una oportunidad la C.N.A.PE. determi-
‘n6 que el beneficiario no franquiciado results
vinculado al uso del rodado, entre otros facto-
res, porque una orden de reparacién interna del
mismo se facturé a su nombre, y se relaciona-
bba con el lavado de Ia carrocerfa del automévil
‘que se trataba”,
En el mismo sentido, los empleados de una
concesionaria de autos estimaron que el auto-
mévil de figuraci6n de Ia causa era de propie~
dad del tercero no franquiciado, debido a que
aquél habia concurrido en diversas oportunida-
des ala agencia, Hevando el rodado para repa-
raciones, mantenimiento, service de diez mil y
veinte mil kilémetros, todo ello sumado al he-
cho que en Ia aludida concesionaria, ef mismo
tenfa un ntimero de cuenta corriente para el au-
tomotor de figuracién en autos”,
‘Sin embargo, en una oportunidad se le res
16 valor probatorio al mencionado indicio”
voto mayoritario en Reg. n® 651/99, sa, et
35, Cfr. Vidal Albarracn: "Lo que se debe probar para que el aprovechamiento del régimen de importa de autos pa
+a discapacitados constituya delito de contrabando” , Buenos Aires, El Derecho, T. 164-610, 1995, pig. 615,
16. Cte,
APE, Sala “B", Reg. n° 365/98, rt, 15/698; Sala “A", en Reg. n° 671/98, sa. el 37798,
17. Chr, CN.APE. Sala “B”, Reg. n° 22/2000, sentencia del 3 de febvero del 2000; Reg. n® 802/99, ra, el 239/99, Res.
1° 378/99, rta el 17/599 y Reg, n° 365/98, a, el 5/678.
18, Cfe. CN.A.PE,, Sala “A”, Rog n® 1078/97, rt. el 30/12/97.
19. Ci. CNAP
‘to mayoritario en Reg n? 1078/97, ra. el 30/12/07.
Sala “B™, Reg. n? 22/2000, sentencia del 3 de febrero del 2000, Fn el mismo sentido, Sala “A, vo-
20, Cit. CN.A.PE. Sala “B", Reg. n° 286/97, senteacia del 14 de abil de 1997.
2. Cf. CNAPE, §
ala “B", Reg. n® 365/98, ra, el 5/6/98,34
Las reparaciones efectuadas sobre el automd-
vil en cuestién, en un taller mecénico figura-
‘ban a nombre de una empresa cuyos maximos