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Contraataque de Sender, Sierra de Teruel de Malraux y el cine revolucionario de los aiios 30: Relaciones transtextuales y contextuales Victor FUENTES Universidad de California, Santa Barbara Like many writers who began their careers inthe Twenties, André Malraux land Ramén J. Sender were commited cinephiles. Both authors realized the ‘documental importance of film as an arm of political porsuasion and ideological debate Literature ke film, is charged with wedding ethical principles to aesthe- tic matters The present study compaces two works executed during the early days ofthe Spanish Civil War by two committed authors whose early works eloquently define livrature engagée: Sende’s cinematic and fetional «documentary» CConuraataque and Malrau’sflscript for Sierra de Teruel based on Liespoir, his elegiac and epie novel of Spain's struggle. The ideological affinities ef Contraataque and Sierra de Teruel are sik ingly consonant in purpose and tone: the works fight fascism in a similar manner with like mythosymbolic imagery and structures. In the defense of culture, Sender and Malraux strike out forthe collectivity, fully supporting the heroism and fraternal spirit ofthe anti-ascsts Thie struggle is an international one,and ‘isnot acsidenal that Coniraatague shares many ofthe narrative strategies and politcal sympsthies that can be gleaned from the great Russian films such as October and Fotemkim, often shown to eager audiences in the Republican zone, ‘Como gran parte de los escritores que se inician en los aftos 20, Sender y Malraux son escritores cinéfilos. En sus obras hay una gran impromta cinematogrética, en cuanto @ la riqueza de imagenes de la cal- tura y de la vida visual,el dinamismo y la capacidad para la elaborac’6n de héroes en la estela de la pantalla cinematografica. En el caso del escritor francés esta vocacién cinéfila, muy documentada, culmina con la creacién de una pelicula, Sierra de Teruel, basada en la novela que escribié sobre su experiencia personal en la guerta civil espzfiola, $4 CONTRAATAQUE, SIERRA DE TERULY EL CINE REVOLUCIONARIO DE LOS ANOS 30 Leespoir.! Por el contrario, en la extensa bibliografia senderiana no hallamos apenas estudios sobre la relacién del escritor aragonés o de su ‘obra con el cine El mismo nos ha dicho: «no hay que involacrar el cine yee periodismo con el arte narrativo» (Pefiuelas, 74-75). Sin embargo, y dada su habitual ironfa aragonesa, también podrfa estar diciendo lo con- trario, ya que es muy evidente que en su obra (y de modo muy especial cen la de los aftos 20 y 30) periodismo y cine sf estan «involucrados» con st arte narrativo, como en toda una gran vertiente de la novelfstica del siglo XX: pensemos en Hemingway 0 en Garcia Marquez, para s6lo citar dos cimeros ejemplos de una tradicién narrativa de nuestro siglo, dentro de la cual también destacan Malraux y Sender. Sender alcanza notoriedad con fin, cronica novelesca de su parti- cipacién en la guerra de Marruecos. Este género, que el novelista repetiraé en Viaje a la aldea del crimen. Documental de Casas Viejas y en Contraataque, esta muy relacionado con el cine. Como nos dice el cineasta uso Tarkovsky: «El cine ideal para mf es la crénica, que no considero un género cinematografico, sino un modo de reconstruir la vida» (85). Y en esta finalidad de «reconstruir la vida», en el momento histérico del «, También L’espoir tenia lugar en dicha montafia; sin embargo, aunque dicha parte desaparece de Ja pelicula, en ésta se lleva la montafa hasta al titalo, Sierra de Teruel, y la pelicula culmina con el epiféico descenso ds la montafia, Se puede leer en el tema de la montafia en los dos autores la dimensién mitico- simbélica que apunta a la montaila sagrada, identificada en tantas mito- logfas con el simbolismo de la ascensién. Esto resplandece en la secuen- cia final de Sierra de Teruel, con la bajada —hacia arriba— del aviador herido seguido de la multitud de campesinos, como saliendo del seno sagrado de la montafia: descenso-ascensién por lo que tiene de fe en la ‘,en Rewriting the Good Fight Critical Essays ‘on the Literature ofthe Spanish Civil War, FS. BROWN, M.A, COMPITELLO eal. (ed) East Lansing, Michigan State University Pres. 1989, pp. IL1-124 «Ramin Sender and Wartime Defenses: Contraaiaque as Fictice Autobiography, en Critical Essays on the literature of Spain and Spanish America, L. T. GowzAtEZ DEL VALLE y J. BarxAa (eds), Boulder (Colorado), Society of Spanish and Spanish-American Studies 1992,pp.225-23%;«Estrategias se puerta y texto en Contraarague de Ramin J Sender», Alazt, 4 (1992) pp. 215-230. 1 Gran parte del ensayo de Resor esté desicado a dluciar la diferencia de valor ats tico entre las dos obras CCONTRASTAQUE, SIERRA DE TERULY EL.CINE REVOLICIONARIODE LOS ANOS 30 93 En su transtextualidad cinematogréfica Contraataque, por su aliento de gesta popular, se relaciona con la «coralidad» del gran cine épico soviético, como trato a continuacién; sin embargo, por estar escrita en las fechas del cine hablado (y por Ia importancia de sus dilogos y de sus intrigas politicas), también tiende a un cine posterior, no al neorrealismo italiano, como en el caso de Malraux, sino a otras peticulas posteriores ‘sobre la guerra de Espafia: partes de Morir en Madrid, con sus cadencias liticas, y La guerra ha terminado (1966), en cuyo guiGn, realizado por Jorge Sempriin, se adivinan una frustracién y desencanto como activista revolucionario no muy distintos de los que debié de sentir Sender cuando, también en Paris, terminaba su Contraataque, Para cerrar este ensayo destacaré las concomitancias de esta crénica senderiana del pueblo en armas con las tres peliculas soviéticas que, como ya he mencionado, se proyectaban por las mismas fechas en la zona republicana, logrando gran admiracién e impacto entre el pueblo, La primera concomitancia es con Octubre. La resistencia de Petrogrado, ‘con el entusiasmo de las masas populares desplegando sus banderas y la consigna de «No pasardn», encuentra eco ea la resistencia de Madrid, quiza las paginas mds intensamente persorales de la cr6nica senderiana. Como ya he dicho, Madrid hasta se personifica para encararse con los, aviones enemigos y en muchos pasajes del libro se nos describe la lucha heroica en las afueras de la ciudad, en la Casa de Campo y en la Ciudad Universitaria y el Parque del Oeste, 0 escenas de destruccién y muerte de los bombardeos sobre la ciudad. Vemos al narrador-autor totalmente identificado con la ciudad, a fa que canta con emotividad lirica: Cielo incierto, de nubes, con halo nupcia, cielo con tuna de idlio, {qué serenidad en la noche indiferente! Estallaban los obuses y me herian ‘a men Jas entrafias. No soy madrileio, pero Madrid es mi ciudad, mi casa [...] Quiero a Madrid, la nica ciudad europea donde he visto perspectivas abiertas sobre lo sublime, la Unica ciudad donde los refinamientos de la civilizaci6n no han genevalizado la perfeccién vulgar, sino que han dejado diferenciados los suefios y las ambiciones y en su aire delgado y en su cielo 94 CONTRAATAQUE, SERRA DE TERUELY EL CINE REVOLUCIONARIO DELOS ANOS 30 ligero tiene el afento de lo imposible y de lo estupendo siempre a flor de ventana. (271) También hallamos en Contraataque huellas intertextuales de Tehapaief. El guerrillero rojo, donde vemos al ejército del pueblo en acci6n. Los milicianos en la cr6nica senderiana se lanzan al ataque con el arrojo de los guerrilleros de la pelicula. Sentimos esto sobre todo en el capitulo titulado «Primera de acero», en que «los de acero» suben al Alto del Leén, Asimismo se exalta,a través de la erénica, a esos lideres militares surgidos del pueblo, como era el caso de Tchapaief: los Durruti, Lister, Migja, el Campesino u otros menos conocidos, como el comandante Garcia, «un muchacho de treinta aitos, obrero metaltirgico», de quien el narrador nos dice haber visto «resolver situaciones que abrumaban al Estado Mayor profesional» (164) ‘Aun en la descripeiGn de estos «guerrilleros rojos» se recurre al simil que los relaciona con los rusos Del pintoresco capote del Campesino nos dice que ya lo debieron de usar los Iugartenientes de Gengis-Khan (250). Pero, como en la pelicula soviética, junto al arrojado guerrillero aparece, en la crénica de Sender, la figura idealizada del comisario poli- tico, en relacién de fratemnidad, pero también dando direccién ideol6gica al impetu militar del guerrillero: «Era el espiritu civil, presente entre los guerreros. En sus palabras estaba la cordura del hermano mayor, la agu- deza y prudencia del Buré del partido politico [...] El comisario era el amor fraternal, en esa fraternidad de la guerra, y la revolucién superior a la de la sangre» (284). Asi nos lo describe Sender y asi aparece en la pelicula de Sergei y Georgi Vasiliev. La otra pelicula que también se pro- yeeta sobre Coniractaque es Los marinos de Cronstandt (con su simbo- Jo del puito cerrado, como vemos en el cartel de Renau)* por lo que aquellos marinos representaban del modelo de eficacia y de disciplina, {8 Carmen Griwav en sulibro sobre el cartel republicano reproduce y analiza los carteles de Josep Renau para est filme y el de Tohapeief (136-141), CCONTRASTAQUE, SIERRA DE TERUEL FL_CINE REVOLUCIONARIO DE LOS ANOS30 98 acatando un mando tnico, como aboga Sender a través de su libro. Continuamente, en las paiginas de Contraaraque, se exaltan ta eficacia y Aisciplina comunistas y se hace un llamado a la unidad necesaria para la victoria, dandose especial realce al 5? Regimiento. Por otro lado, ésta es la parte mis ambigua del libro, pues son cono- cidas las divergencias de Sender con los comunistas, los anarquistas y otros intelectuales revolucionarios? Actitudes y disputas que minan el libro con un escepticismo, y aun pesimismo soterrado, en contraste con cl canto al heroismo y la fratemidad de su superficie textual. Esta dimensién soterrada aflora a la superficie al final, cuando el narrador- autor nos cuenta el asesinato de su mujer por los franquistas y su deci- sin de abandonar el frente e irse a Francia en busca de sus hijos, ermi- nando con un pasaje —el pentiltimo del libro— enigmético: «Aunque quisiera no podria escribir més de esto. Entre mis sentimientos intimos y la pasién politica de las masas, de las cuales yo soy una parte, hay cami- nos que todavia no se pueden andar. Para mf, y en este momento, es imposible» (305), Parece ser que el propio horror de la guerra le ha atenazado a él mismo, Sin proponérselo, con esta imagen final nos ha dejado una de las ‘més patéticas imagenes de «los desastres de la guerra», en el hondén de su psique, a tono con la vets goyesca del repudio del «horror de la gue- rra»,que es lo que hoy da plena actualidad a Contraataque. 9 Por ejemplo, el nombre de Sender no figura entre Ios frmantes del Manifiesio de tt Allanza de Iniclectales de diciembre de 1987, exaltando al pueblo de Madrid a una nueva Sefensa de la ciudad. En el capitulo «Aa retaguardia» de su libro zahiere a Tos sobs de la organizacion de escritores en lo que podrian ser alusiones veladas a los Bergami Abort, En la introduccidn a la segunda edicion del bro eseribe: «Ah, una acaraciin todavia. Et utslo Contruataque no referia tanto a una operacién militar como a sna reaccion personal coven ataques personales también (18). El més duro de estos atagues seria el de Enrique LISTER, aguienelogi, pero tambicn critica, ene libro y quien desnués fen su obra Nuesra guerra vertié duras acusaciones conta la actuacién de Sender en ef frente ($283) y contra el modo como éste se vali de Contraatague para colocarse a st mismo en la posicién mas ventajosa (8283). 96 CONTRAATAQUE, SERRA DE TERUELY EL CINE REVOLUCIONARIO DE LOS ANOS 30 Obras citadas Citorna, Eusebio, «El periodismo en Madrid durante la guerra», Periodismo y periodisas en la guerra civil, Jess Manuel Manstxez (ed.), Madrid, Fundacién Banoo Exterior, 1984, pp. 135-143, Espapas, Elizabeth, «De la literatura la pantalla: Ramén J. Sender y el cine (Bibliogratia), Letras Peninsulares, 7.1 (1994), pp. 221-238, GroMau, Carmen, Ei cartel republicano en la guerra civil Madsid, Catedra, 1979 Gunens, Romin, 1936-1939: La guerra espanola en la pantalla, Madrid, Filmoteca espatiola, 1986. Lisrer, Enrique, Nuestra guerra, Paris, Ebro, 1966 Matraux, André, L'spoir, Paris, Gallimard, 1937. Sierra de Teruel, México, Era, 1968. MicuaczvK, John J. André Malraux's Espoir: The Propaganda/Art Film and The Spanish Civil War, Mississippi, University of Mississippi Press, 1977. ‘Oms, Marcel, La guerce d’Espagne au cinéma, Paris, Les Editions du Cert, 1986, PEXUELAS, Marcelino C., Conversaciones con Ramén J. Sender, Madrid Magisterio Espa, 1970 [Ressor, Jean-Pierte, De Sender a Malraux», Ramdn J. Sender. In memoriam, José-Carlos MAINER (ed.), Zaragoza, Diputacién General de Aragén, 1984, pp. 333-341 SeNDER, Ramén. Contraatague, Madrid-Barcelona, Nuestro Pueblo, 1938. ‘Contraatague, Salamanca, Amar, 1978. TaRica, Ralph, Imagery in the Novels of André Malraux, London, Associated University Presses, 1980. Tarkovsky, Andrei, Esculpir en el tiempo, Madrid, Rialp, 191

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