T tambin puedes

Algunas veces me preguntan, personas afligidas, sobre qu hacer cuando el problema que
estn atravesando es a causa de sus propios errores; dicen: yo estoy padeciendo por mi
propia culpa, puedo igual recurrir a Dios?....
Querido hermano, si algo de esto te est pasando, permteme compartirte lo que hizo un
hombre que estuvo al borde de la muerte por causa de su desobediencia a Dios, y de cmo el
Seor lo perdon y lo libr de todo mal.
Me refiero a Jons. Este profeta tom la decisin de desobedecer a Dios y se fue a Tarsis,
siendo que el Seor le haba enviado a Nnive a llevar Su Palabra.
A raz de esto, Dios hizo que una tormenta se desencadenara y afectara el barco en el que
viajaba. Por su parte, el profeta, sabiendo que su error era el causante de esa tempestad, dijo a
los marineros que lo echaran al mar. Y as lo hicieron...
Te das cuenta del estado de nimo en el que haba cado Jons? l no saba que terminara
en el interior de un gran pez, seguramente pens que iba a morir en el agua, pero Dios, que es
Bueno y Misericordioso, s que lo saba.
La terrible situacin de Jons era su culpa, entonces qu hacer Pues, ORAR y CLAMAR a
Dios. Desde el vientre del pez, el profeta exclam: En mi angustia CLAM a Yahv y L ME
RESPONDI; desde el seno del abismo grit y t me escuchaste Las aguas me asfixiaban el
aliento, el abismo me envolva, las algas enredaban mi cabeza. Baj hasta los cimientos de los
montes, la tierra se cerr para siempre sobre m. Pero t sacaste mi vida de la tumba, Yahv,
Dios mo. Cuando mi aliento desfalleca me acord de Yahv y MI ORACIN LLEG HASTA
TI (Ver Jons 2).
Jons or con fe y declar antes de que ocurriera que ya estaba LIBRE. Entonces el Seor
orden al pez que lo expulsara en tierra firme.
La respuesta para esos hermanos a la pregunta del comienzo es: S!, PUEDES Y DEBES
RECURRIR A DIOS PARA SER PERDONADO Y LIBERADO DE ESA SITUACIN. El Seor es
EL MISMO, AYER, HOY Y SIEMPRE; y si lo hizo con Jons, tambin lo har contigo.
Es tiempo ya de que te decidas a cambiar ese padecimiento, clames a Dios con fe y recibas Su
perdn, porque la Sangre de Jesucristo te limpia de todo pecado. Su misericordia se renueva
con cada amanecer y l es quien restaura y hace nuevas todas las cosas.