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gRenacerA Arrica EN EL SIGLO XXI? NormaA. Segura Landa Lourdes Gonzalez Prieto Ex Africa semper aliquid novi." Hasta que los leones hayan hablado, Ja Unica historia seré la de los cazadores.? Introduccién Desde mediados del siglo XIX y a lo largo del siglo XX, las visiones sobre Africa han pasado por el tamiz de las interpretaciones colonialistas de las metropolis europeas. Si bien en las siglos previos a la colonizacion la imagen del continente habia asumido tintes idilicos, mas adelante en la fase imperialista del capitalismo los intereses despertados por esta extensa region de! mundo produjeron un cambio ideolégico que iba desde una actitud despectiva hasta la franca hostilidad hacia todo lo “africano”. Asi, pese a las expectativas generadas por las independencias africanas en la década de los sesenta, al cabo de 10 a 15 afios dichas expectativas se desmoronaron como un castillo de naipes, dando paso a una vision generalizada de fracaso, conocida a fines de los afios ochenta como “afropesimismo”. Pareciera simplemente un acto de elemental justicia que, con la llegada del nuevo siglo y milenio, se intente ver a Africa bajo una perspectiva diferente. Pero cabria preguntarse, hay espacio para esta nueva mirada *“Siempre hay algo nuevo en Africa”, Leén el africano (c. 1485-1554) citando a Plinio el viejo (23-794.C.). 2 Proverbio igbo de Nigeria. 194 Norma A. Secura Lanpa y Lourdes GonzALez PRIETO teniendo en cuenta los multiples conflictos politicos, econémicos y sociales que desgarran al continente? Aunque en principio creemos que si, pretendemos con el desarrollo de este trabajo contribuir a la respuesta de dicha interrogante, que ya se han planteado numerosos estudiosos africanos de nuestro tiempo: Es comprensible que los especialistas, expertos e investigadores Propios y extrafios, vean a Africa de manera tan diferente y divergente. Para unos, incluyendo a los organismos de Bretton Woods, Africa es un continente que se muere, una catdstrofe permanente, el continente de todas las calamidades, a la deriva; en suma, un Apocalipsis en camara lenta. Pero otros ven en este mismo continente a otra Africa: alegre, trabajadora, que vive o sobrevive, como queramos verla; una Africa que escapa a los criterios racionales o cartesianos del desarrollo; una Africa donde las relaciones interpersonales, parentales y las solidaridades étnicas estan mas alla de la dificil o facil democratizacion de los sistemas politicos, de la fragilidad 0 solidez de las instituciones del Estado negroafricano, de la agonia sin fin de la QUA; de la creacién, vida, muerte y sucesi6n de organizaciones regionales o subregionales de integracién o cooperacién econémica: una Africa, en fin, a salvo de las promesas nunca cumplidas de gobiernos que van y vienen® La tendencia globalizadora que domina los escenarios mundiales en la actualidad —de la que no se sustrae América Latina-, ha traido como consecuencia la marginalizacion de muchas areas geogréficas, pero también de zonas 0 palses dentro de los polos exitosos. El continente africano no escapa a tal marginalizacién, a excepcién de algunas regiones de alto potencial como son Sudafrica y Africa Austral en general, o bien Nigeria como polo dominante en la evolucién de Africa Occidental. Como es bien sabido, la mayoria de los paises africanos se suman a las filas de los Paises Pobres Fuertemente endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés). Apartir de un acercamiento analitico a la compleja realidad del continente, este trabajo tiene como propésito destacar algunos de los factores que determinan la situacién de Africa a comienzos del siglo XI, pero sobre todo ? Fabien Adonon Djogbénou, “Actualidad de los palses africancs en el contexto internacional”, Ponencia de mesa redonda en el Instituto Matlas Romero de Estudios Diplomaticos, Secretariade Relaciones Exteriores, 1994, en Estudios africanos volumen tres. ; Africa hoy? (antologia), UNAM, México, 2003, pp. 191-192. GRENACERA AFRICA EN EL SiGLo XXI? 195 algunas de las perspectivas que se abren para el continente a mediano y largo plazo en los planos politico, econdmico y social. Primero referiremos los elementos que caracterizaban la vida de los africanos en la pasada década, a continuacién trazaremos las lineas prospectivas para este siglo, con base en un anilisis critico de aciertos y limitaciones. Nuestra hipdtesis de trabajo es la siguiente: el despegue de Africa tendra lugar en el siglo XXI si se adopta una forma de desarrollo institucional y econémico basada en la experiencia propia del continente y no en la imposicién de modelos externos. Esto ya se ha dicho también de manera repetida desde ta propia Africa: Let us [...] intensify our commitment to our people, to reduce conflicts and poverty and thereby improve their quality of life. Let us embrace democratic governance, protect human rights and protect our environment. | am confident we shall rise to the occasion. | have always believed that solutions to most of our problems must come from us.* Africa en el ocaso del siglo XX La década de los noventa trajo nuevos aires de optimismo para el continente africano, como consecuencia de las primeras manifestaciones populares que condujeron al inicio de las llamadas transiciones democraticas en el continente. Aunque las opiniones sobre los factores que favorecieron este fenémeno estuvieron divididas en su momento,° lo cierto es que muchos especialistas consideraron que dentro de las causas internas ocupaban un + “intensifiquemos nuestro compromiso con nuestro pueblo para reducir los conflictos y la pobreza, y porende mejorar su calidad de vida. Asumamosia gobemabilidad democratica, protejamos los derechos humanos y a nuestro embiente. Confio en que estaremos ala alturs; siempre he crefdo que las soluciones a la mayorla de nuestros problemas deben provenir de nosotras mismos", fragmento del discurso de ‘a keniana Wangari Maathal al aceptar el premio Nobel de la paz en diciembre de 2004, (ht'p:/Ammw.wangari-rraathal.org/NobelGeremonySpeech.doc). La traduccion al espafiol es nuestra ® Ver, entre otros, Mamadou Diuf, Political Liberalisation or Democratic Transition. African Perspectives, New Path Series No. 1, CODESRIA, Dakar, 1998; Bamidele A. Ojo ed., Conternporary ‘African Politics. A Comparative Study of Political Transition to Democratic Legitimacy, University Pressof America, Lanham- Nueva York-Oxford, 1898; Claude Ake, Democracy and Developmentin ‘Africa, The Brookings Institution, Washington, 1996; Goran Hyden y Michael Bratton, eds., Governance and Politics in Africa, Lynne Rienner Publishers, Boulder, Colorado, 1992; Eyon Dickson, “AVtican Perspectives on Democracy and the Dilemmas of Postcolonial Intellectuals’, Africa Today, no. 3/4, julio-diciembre de 1998. 196 Norma A, Secura Lanoa v Lourdes GonzALez PRIETO lugar destacado los programas de ajuste estructural aplicados en el continente a partir de 1981. En lineas generales, dichos programas pretendieron sanear las economias africanas a partir de una serie de medidas similares aplicadas a todos los paises de la regi6n. Entre los elementos mas importantes de los programas de ajuste se pueden citar la devaluacién de las monedas locales sobrevaluadas a niveles marcados por el mercado cambiario externo; el traspaso a empresas privadas de las actividades econémicas que estaban bajo la administracién del Estado, a través del desmantelamiento de los monopolios y las corporaciones estatales; el cambio de las estructuras de precios impuestas por el Estado y con ello ia redistribucion de los beneficios hacia algunos grupos sociales y la exclusion de otros; y, por tiltimo, el mantenimiento de la estabilidad macroeconémica mediante el balance de sus presupuestos, que buscaba en el proceso recortar drasticamente los gastos gubernamentales para asi reducir el tamafio de la burocracia.* Pese a la supuesta intencién de los ajustes de solucionar la crisis econémica africana, los resultados fueron contradictorios y, en su mayor parte, negativos. El promedio per capita del producto nacional bruto en paises africanos solo alcanz6 un rango de 0.8% al afio entre 1980 y 1992, lo cual significé que las medidas de liberalizacion econémica no se tradujeran en el crecimiento econdmico esperado y, peor atin, que Africa entrara en una espiral de endeudamiento publico que embargo el desarrollo continental durante medio siglo mas, Si para 1970 la deuda del continente era de 5,244 millones de délares, ésta se elevé a 151,176 millones de délares en 1991. Las cifras son mAs que elocuentes. ‘Sin duda la consecuencia mas tragica de las politicas de ajuste estructural fue la adopcién de esquemas econémicos importados, con poco o ningun asidero en la realidad africana. La rectificacion de esta politica llegd muy tardiamente; al programa inicial del Banco Mundial llamado Accelerated Development in Sub-Saharan Africa de 1981 le siguieron el Africa’s Adjustment and Growth in the 1980s y el Sub-Saharan Africa: From Crisis to Sustainable Growth en 1989, en el que se rectificaba la posicién antiestatista y se reconocia la necesidad de una relacién mas equilibrada entre el Estado y el mercado.® ° CF. Christopher Clapham, Africa and the international System. The Politics of State Survival. ‘Cambridge University Press, Cambridge, 1996, pp. 171-172. Ihidem, p. 164-167. ° Ibidem, p. 189. &RENACERA AFRICA EN EL SIGLO XXI? 197 Estas mal denominadas reformas colocaron a los Estados africanos bajo una tension insoportable que condujo irremediablemente al debilitamiento de las redes clientelares que los caracterizaban, debido a fa falta de recursos para sostenerlas. Por ello, los ciudadanos dejaron de buscar al Estado para la proteccién basica de la vida y las propiedades, y més que eso buscaron escapar de los funcionarios estatales predadores; el Estado se convirtié en un instrumento de dominacién de uno u otro grupo étnico o clan.® Es precisamente ese empobrecimiento de las funciones del Estado, aunado a los efectos negativos sobre los niveles de vida de las poblaciones urbanas como consecuencia de los programas de ajuste, lo que condujo a las primeras manifestaciones de protesta en Africa en 1990. De hecho, los movimientos comenzaron con demandas de tipo econémico por parte de los estudiantes universitarios, profesionales y sindicatos, a jos que se sumaron luego las mujeres y los jovenes. Seguin explica Richard Sandbrook, este descontento de base fundamentalmente econdmica fue adquiriendo matices politicos cuando los integrantes de dichos movimientos “comenzaron a culpar de la crisis econdmica a la corrupcién e incompetencia del autoritarismo personalista’.'° A partir de entonces, el vacio dejado por los Estados centralizados en crisis fue asumido por la clase media, que tenia el potencial organizat ideolégico para dar contenido politico a las demandas econdmicas iniciales de los manifestantes. En esta coyuntura florecen en el continente las protestas populares que se tradujeron posteriormente en demandas de transformaciones politicas; entre 1990 y 1991, 15 Estados africanos se habian visto sacudidos por los vientos de la reforma, en particular entre los paises de Africa Occidental." Sin embargo, los paises donantes se encargaron de acelerar este proceso a partir del condicionamiento de la ayuda al cumplimiento de ciertos requisitos por parte de los paises receptores. Esta poderosa arma hizo que finalmente la mayoria de los Estados se rindieran a la transici6n democratica y que el ciclo de endeudamiento se hiciera cada vez mas grande. El resultado final ® Richard Joseph, “Beyond Crisis and Disorder: Accelerating Reform and Restructuring in Africa”. U.S. Institute of Peace, Washington D.C. abril 42002 (http://allatrica.com/stories/printable/ 200204040733.htmi). © Richard Sandbrook, “Economic Liberalization versus Political Democratization: A Social- Democratic Resolution?", Canadian Journal of African Studies, Canadian Association of African Studies, University of Toronto, vol. 31, no. 3, 1997, p. 492. *' Cf. Michael Bratton y Nicolas Van de Walle, Toward Governance in Africa, Lynne Rienner Publishers, Boulder y Londres, 1992, p, 32. 198 Norma A. Secura Lanpa ¥ Lourpes GonzALez PRIETO de los experimentos econémicos en Africa quedé reflejado en la Iniclati- va de los. Palses Pobres Fuertemente Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés) lanzada en 1996. Dicha iniciativa, sin partir de una critica a Profundidad de los errores cometidos a lo largo de casi dos décadas, pretendia reducir la deuda de 41 palses (34 de ellos africanos) a niveles “sostenibles” -definidos como no mayores a 150% del valor de las exportaciones anuales-.'? Pese al alcance limitado de las reformas politicas, Achille Mbembe considera que la llegada del multipartidismo permitié la eclosién de nuevos espacios de libertad, que “rara vez condujeron a transformaciones cualitativas e irreversibles tanto desde el punto de vista de la vida civica como del bienestar material de las poblaciones”.> No obstante, dentro de los capitulos mds destacados de la democratizacién continental se encuentran la independencia de Namibia (penultimo bastién del colonialismo en Africa) y la transicién politica en Sudéfrica, las cuales contribuyeron a dar un nuevo rostro al sur del continente e impulsaron asimismo los aires de reforma en la subregi6n. Quiz4 sean estos dos casos la excepcidn de la regia en cuanto a lo afirmado por Mpembe, Otro de los factores que caracteriz6 la historia de los afios noventa en Africa fue la agudizacion de conflictos inter e intra estatales, asi como un intervencionismo de conveniencia por parte de Estados Unidos en los primeros afios de la década. Dicha presencia estuvo impulsada sobre todo por una postura ideolégica que hacia énfasis en la necesidad de preservar los espacios geopoliticos frente al avance de los movimientos fundamentalistas de filiacion islamica —que por entonces eran considerados como el enemigo ntimero uno de Occidente- y habia reemplazado en el discurso oficial el vacio dejado por el fin de la confrontacién este-oeste. Este factor no sdlo afecté la crisis somali, sino que también desempefié un papel determinante en la inestabilidad de Egipto y Argelia, en donde las presiones externas y de las élites locales por mantener el poder impidieron la consolidacin de fuertes movimientos populares en plena democratizacién. El oeste de Africa también fue testigo de fuertes conflictos que todavia hoy se mantienen vigentes; las guerras civiles en Liberia y Sierra Leona no sdlo significaron el desmembramiento de estos paises, sino que también * Gumisai Mutume. ‘New Urgency for Cancelling Africa's Debt’, Africa Renewal, Vol. 19, 0.1, abril de 2005, op. 2-3. (hitp:/ww. Un.orglecosocdev/geninfo/afrec/volt9no1/191debt.htm). ' Achille Mbembe, “Les chantiers de la démocratie”, Maniére de voir No. 79, Le Monde Diplomatique, Parls, febrero-marzo de 2005, p. 17. LRENACERA Arnica EN et SiGto XXI? 199 constituyeron el pretexto esperado por Nigeria para erigirse como Estado dominante de la subregién, al imponerse como 4rbitro parcial y negociador en los conflictos. El controvertido papel de Nigeria ha sido considerado por algunos estudiosos incluso como un factor para la prolongaci6én de los conflictos en vez de promotor de soluciones reales. Otro conflicto no menos sangriento sacudié los cimientos del continente: fas guerras civiles en Ruanda y Burundi, cuyo alcance traspas6 las fronteras de ambos Estados y constituyé un elemento desestabilizador en Africa Central y Oriental, que seria testigo posteriormente de la crisis de Zaire, hoy Reptblica Democratica del Congo. Aunque fue uno de los Estados pioneros de las movilizaciones populares, vio frustrada su evoluci6n por la intervencién de mecanismos represivos desatados por el gobierno de partido Unico de Mobutu. A este contexto de guerras fratricidas inter e intraestatales se sumé la complejidad de otras iniciativas surgidas fuera del continente. Si en el caso somali escuchabamos el término de intervencién humanitaria para proteger a la poblacion de los embates y masacres desatadas por los sefiores de la guerra, este concepto luego fue sustituido por el de intervencién preventiva, que en la practica pretendia evitar el desborde de los conflictos regionales y civiles en Africa. Ni uno ni otro tema lograron evitar que Estados Unidos y sus aliados impusieran la presencia de sus fuerzas en terreno afticano para controlar las crisis. Pero, sobre todo, la fatidica experiencia de las tropas estadounidenses en Somalia sirvié de argumento para la adopcién en 1996, de la llamada African Crisis Response Initiative (ACRI, por sus siglas en inglés). Bajo el patrocinio de Estados Unidos, esta iniciativa tenia como propésito “trabajar con las fuerzas armadas africanas para reforzar sus capacidades de conducir efectivamente operaciones de asistencia humanitaria y mantenimiento de paz”."* La justificacién real detras de esta cortina de humo era encontrar la forma de frenar los conflictos en el continente sin comprometer hombres por parte de Estados Unidos. La iniciativa rindié sus frutos y, para fines de la década, unidades africanas entrenadas bajo este concepto habian participado en operaciones de mantenimiento de paz en Sierra Leona, Guinea Bissau y la Republica Centroafricana.** Esta iniciativa desde entonces constituy6 un elemento * Edwin S, Cochran, “The Pivotal State: Post-Apartheid South Africa”, Parameters, vol. 30, no, 4, US Army War College, 2000. p. 4 (wwu.questia.com). Idem. 200 Norma A. Secura Lanna y Louroes GonzALez PRIETO crucial en el esquema de seguridad de Africa, por lo que dos Estados clave del continente pasaron a encabezar esta variante: Sudafrica y Nigeria. Pese a los resultados positivos obtenidos por la ACRI, se escucharon otras voces cuestionando a esta institucion como extensién de los intereses estadounidenses en la region. De hecho, varios paises lo siguen considerando como intervencién. Con esta iniciativa se comenzo a reforzar el papel de Sudafrica a escala continental como el Unico pais africano que contaba con una “base técnica militar bien desarrollada, cuyas capacidades excedian con mucho las de cualquier otro Estado africano”.** Esta iniciativa contribuy6 igualmente a librarse de un fantasma que algunos paises del sur de Africa temian: el posible uso del poderio militar sudafricano en tiempos de paz. Los afios noventa fueron también testigos de cambios singulares en los postulados de unidad africana mantenidos por la Organizacién para la Unidad Africana desde las independencias, y con ello un cambio en la concepcién misma de los Estados. La independencia de Eritrea marcé un hito en la concepcidn de las fronteras coloniales; sin embargo, el modesto impacto de esta conquista puso de manifiesto el alcance limitado de la democratizaci6n, reduciendo ésta a un simple ejercicio de competencia partidista y elecciones, sin llegar al centro mismo de las contradicciones: la crisis de las estructuras estatales en el continente. El sida se erigié en los noventa como otro de los factores que agudizaban la crisis continental, no sdlo por el alto indice de personas infectadas y su rapida propagacién, sino también por el impacto causado en el sector de poblacién econémicamente activa y su relacién directa con la disminucién de la capacidad productiva, sobre todo en la agricultura. La crisis de los Estados y, con ella, la de los sistemas de salud que debian responder a la emergencia sanitaria estaban provocando un colapso: la demanda de cuidados sanitarios crecia, mientras que la capacidad para suministrar los servicios decrecia debido a que el personal médico asi como el de apoyo enfermaba y moria.'’ En términos concretos, para 1998 se consideraba que los conflictos habian matado a 200 mil personas, mientras que las muertes por el sida se calculaban en 10 veces mas.'® * Ibidem, p. 15. Oxfam International, “Africa at the Crossroads", Boston, mayo 15 de 2002, p. 3 (hitp:// allafica. Cornstories/printable/200205150444.himl). * Ibidem, p. 13. GRenacerA AFRica en EL SiGL0 XI? 201 Africa en el nuevo milenio: el renacimiento La llegada del siglo XX! significé para Africa una suerte de despertar, a partir de la proliferacin de iniciativas dirigidas a sacar al continente de la crisis en la que se habia sumergido por mas de 15 afios. Se multiplicaron las iniciativas tendentes a movilizar los recursos continentales en funcién de sus propias expectativas. La aparicién de la Unién Africana (UA) en julio de 2001, en reemplazo de la vieja y maltrecha Organizacion para la Unidad Africana (QUA) fundada en 1963, constituyé un punto de partida ambicioso para los Estados africanos. El ascenso del nuevo foro continental respondié ala necesidad de instaurar un organismo que escapara de las viejas trabas heredadas por la QUA y que permitiera abordar nuevas formas de solucién no sélo a los problemas asociados con la crisis de los Estados, sino también responder efectivamente a los desafios impuestos por fos conflictos regionales. Pierre Franklin Tavares considera que uno de los factores que hicieron irrelevante a la vieja OUA fue el relativo a las fronteras coloniales consagradas por la Organizacién, que se habian vuelto porosas y ficticias.'* La segunda iniciativa, que practicamente siguié los pasos a la de la UA, fue el lanzamiento en octubre de 2001 de la Nueva Asociacion para el Desarrollo de Africa (NEPAD, por sus siglas en inglés), auspiciada por los gobiernos de Sudafrica, Nigeria, Senegal y Argelia.*° Esta venia a ser un complemento de las iniciativas politicas de la UA y sus objetivos a largo plazo incluian la erradicacién de la pobreza, el desarrollo sustentable, la desmarginalizacion de Africa en el proceso de globalizacién y la promocién del papel de las mujeres en todas las actividades, asi como el objetivo de una tasa de crecimiento real del PIB con un promedio superior a 7% anual para los siguientes15 afios.?* Muchas han sido las criticas generadas por la NEPAD tanto en el continente como fuera de él. Algunos no han visto en esta iniciativa mas que una respuesta inadecuada al subdesarrollo del continente, por lo que debe ser reemplazada por un plan de accién econdmico con un centro mas. africano.? Otros, con un enfoque mas ponderado, consideran como un buen *® Pierre Franklin Tavares, “Pourquoi tous ces coups d'Elat?", Maniére de voir, no. 79, Le Monde Diplomatique, Paris, febrero-marzo de 2005, p. 76. ® Cf, Kunle Amuwo, “Globalisation, NEPAD and the Governance Question in Africa’, African ‘Studies Quarterly, 6, no. 3, p. 6. (http:/iweb aftica.ufl.edulasqiv6/vGida4. htm). = Cf. John Loxley, “Imperialism and Economic Reform in Africa: What's New About the New Partnership for Africa's Development (NEPAD)?", Review of African Political Economy, no. 95, ROAPE Publications Ltd, 2003, p. 119. ® Ibid, p.2 202 Norma A. Secura Lanpa y Lourves GonzAtez Prieto. comienzo el compromiso de los Iideres de NEPAD con la paz, la democracia y el buen gobierno, el objetivo de trabajar pUblicamente para tratar de cambiar la direcci6n futura del desarrollo econémico de Africa y el énfasis en la integracién y cooperacién regional y continental.” No abstante, al mismo tiempo expresan sus preocupaciones respecto al silencio de NEPAD en relacién con el papel del Estado en la propiedad de empresas y en la planificacién del desarrollo industrial, es decir, al pape! prominente si no es que dominante otorgado por NEPAD a las empresas conjuntas en la promocién de Ia inversion privada en infraestructura, transporte, desarrollo urbano, servicios sociales e industria, asi como el apoyo poco critico de NEPAD a la integraci6n de los mercados financieros, tanto dentro de Africa como de manera global, y su impulso incondicional al flujo de capital privado.* Pero tales criticas, aunque saludables, deben tener en cuenta también el caracter de la relacién entre los paises que impulsaron el proyecto y sus vinculos con los centros de poder econémico y politico de Europa y América del Norte. Quiz4 éste sea pese a todo un punto a favor de Ia iniciativa, pues de cierta forma implica el compromiso con los lideres del G-8 para apoyar semejante empresa para el continente africano. Otros problemas reclaman atencién urgente en ef continente. Mbembe considera que la ausencia de soluciones de cambio creibles al modelo neoliberal ha provocado el repliegue en un discurso moral o religioso (cruzada anticorrupci6n), ya sea de retorno a las identidades primarias, o bien de la agravacién de las luchas por el poder “en un contexto en el que la nacién nunca existié verdaderamente y donde el Estado que se supone la construiria No lo pudo lograr’.** La preocupacién de Mbembe nos conduce a otro de los desaflos que enfrenta Africa en los comienzos del siglo XXI: la crisis de los Estados y la forma de solucionarla, que no es una tarea facil. Las construcciones estatales en Africa han sido el resultado de la adaptacién de los esquemas estatales europeos con practicamente ninguna referencia a las realidades y caracteristicas de las sociedades africanas. A cuatro décadas de distancia, el experimento no ha rendido los frutos esperados, como lo demuestran los conflictos presentes en paises tan diversos como Sud&n, la Republica Democratica del Congo, Sierra Leona, Liberia, Guinea o Costa de Marfil. Otra evidencia palpable de tales fracasos |a constituye el dificil camino a la democracia en el continente. ay 421, 123. 25 Achille Mbembe, “Les chantiers de la démocratie", p. 18. &Renacerd Arrica En Et SiGLo XXI? 203 Luego de la euforia desatada en la década de los noventa por las transiciones democraticas en el continente, ahora “el énfasis esta en la consolidacién de la democracia —al realizar elecciones seguras que sean abiertas y transparentes y profundizar las reformas en instituciones tales como el Poder Judicial, el parlamento y los gobiernos locales-”.* Pero sobre todo, garantizar que los conceptos reflejados en las nuevas constituciones africanas sean algo mas que letra muerta y que la participaci6n de la ciudadanta vaya més alla de la asistencia a las votaciones y se convierta en parte activa del mecanismo de toma de decisiones a partir de su participaci6n en didlogos publicos y debates antes de que las leyes sean aprobadas, y que los representantes del pueblo busquen y consulten regularmente sus puntos de vista. Los africanos estén demandando lo que es conocido por los “practicantes del desarrollo” como “buen gobierno”,”” pero en el sentido africano de estos términos, que hacen necesario un cambio epistemoldgico; que no surja de un desarrollo econémico mecanicista y salvaje, sino de un desarrollo endégeno y estratégico como fo describe Joseph Ki Zerbo: Notre thése est la suivante: l'une des meilleures clés pour poser correctement les problames africains et donc pour amorcer valabiement leur résolution, c'est le .concept du développement endogéne. Et l'on ne devrait jamais prononcer le mot “développement” si chargé d’équivoques, sans l'assortir de ce qualificatif “endogéne” qui l'affecte d'un signe positif. 1 L'endogéne n’es ni un trésor enfoui que nous devrions déterrer, ni une diapositive figée pour la contemplation. C'est plutét fa sequence actuelle d'un film qui a commencé depuis longtemps; c’est le moment d'un processus: un mixte dans la verticalité du temps, entre ancien et le neuf, et dans I'horizontalité de 'espace “poreux a tous les souffles du monde”. En effet, toute culture est un mixte, un bloc dynamique constitué a la fois par un noyau matériel, et par les qualifications de son “étre-dans-le-monde” concret: un noeud singulier de situations, de conditionnements, de besoins, d’aspirations et d’intéréts qui nous posent comme étre collectif reconnaissable. Ainsi entendu, l'endogéne Gumisai Mutume, “Beyond the Ballot: Widening African Reform”. Africa Renewal, vol. 18,no. 4, enero de 2008, p. 1 (www..un.orglecosoedevigeninfo/afrecivol18n04/184govern him). Ibid., p. 2. 204 Norma A. Secura Lanna y Lourves GoNzALez PRIETO. est un concept identitaire et progressiste central: un concept stratégique.?® De la misma forma, los pensadores africanos de finales del siglo XX hablan de un desarrollo aunado a un tipo de gobernabilidad que se traduzca en beneficios reales para la poblacién en el sentido humano, que no perpettie la dependencia y que, por el contrario, permita la verdadera independencia: Responsabilité et initiative intellectuelle et pratique, ce sont la les conséquences qui découlent de la conviction qu’on ne peut pas se développer dans la dépendance. Et, si on ne peut pas se développer dans la dépendance, on ne peut pas davantage penser la non- dépendance a l'intérieur du champ structuré des schémas et concepts forgés dans, par et pour la dépendance. La critique de ces schémes et concepts apparait ainsi comme le préalable a toute critique de l'ordre qui les engendre et les fait fonctionner, dont ils assurent en retour la pérennité théorique et pratique.” Es importante sefialar también que no bastan las constituciones plurales y elecciones con el mismo caracter y regularidad porque la democracia y el = “Nuestra tesis es la siguiente: una de las mejores claves para plantear correctamente los problemas afticanos y, por consiguiente, para comenzara resolvertos, es el concept del desarrollo ‘endégeno. ¥ jamés deberfamos pronunciar la palabra ‘desarrollo tan catgada de equivocos, sin acompafiarla de! calificativo ‘enddgeno’ que la modifica positivamente, bl Lo.endégeno noes ni un tesore perdido que deberiamos desenterrar, ni una diapositiva fja para fa contemplacion, Es mas bien la Secuencia actual de una pelicula que comenzé hace mucho tiempo, ‘68 el momento de un proceso: una mezcla, enla verticalidad de los tiempos, entre lo viejo y lanuevo, yen a horizontalidad del espacio ‘porosoa todas los alientos del mundo’. En efecto, toda cultura 68 ‘una mezcia, un bloque dindmico constituido ala vez por un ndicleo material, y por las cualidades de su ‘estar-en-el-mundo’ concreto: un nudo singular de situaciones, de condicionamientos, de necesidades, de aspiraciones y de intereses que nos colocan como ser colectivo reconocible. Entendido asi, lo endégeno es un concepto de identidad y progreso central: un concepto estratégico". Joseph Ki-Zerbo, “Le développement clés en téte’, La natte des autres. Pour un développement endogéne en Afrique, Karthala, Paris, 1992, pp. 1-71 en Fabien Adonon, op. cit., p. 202-203. La traduccion al espanol es nuestra. 2° "Responsabilidad e iniciativa intelectual y préctica, he aqul las consecuencias que resultan de Ja conviccidn de que ‘no puede darse el propio desarrolio en la dependenci’. Y si nose puede dar 1 desarrollo en ta dependencia, en principio no se puede pensar la no dependencia desde el interior del campo estructurado de esquemas y conceptos forjados en, para y por la dependencia. La critica de estos esquemas y conceptos aparece as{ como el preludio a toda critica del orden que los. engendra y los hace funcionar, al cual estos aseguran en cambio la perennidad tebrica y préctica’, ‘Mamoussé Diagne, “Contribution & une critique du principe des paradigmes dominants”, La natie des autres. Pour un développement endogéne en Afrique, Karthala, Parls, 1992, pp. 109-119, en Fabien ‘Adonon Djogbénou, op. cit., p. 175. gRenacers ArRica en et Sic.0 XXI? 205 buen gobierno son algo mas que eso. Los ejemplos de Costa de Marfil y mas recientemente de Zimbabwe parecen demostrarlo, asi como la persistencia de numerosos conflictos armados en el escenario continental. Oxfam International sugiere que ya no es preciso trazar una distinci6n entre conflictos inter e intra estatales, o entre guerras locales, nacionales e internacionales, al considerar que la abundancia de recursos naturales es. un factor significativo y creciente detras de los conflictos actuales en Africa.” Los recursos naturales ponen el énfasis de los conflictos no sdlo en las fuerzas internas que lo promueven, sino particularmente en las fuerzas externas que se benefician de! trafico ilegal de tales recursos. No obstante, existe un factor interno que casi todos los autores coinciden en sefialar y es el referido a la fragilidad de los Estados y gobiernos africanos. Catherine Boone sefiala que es necesario un Estado fuerte para negociar la insercién en la economia mundial, para suministrar el apoyo necesario a la inversién nacional y extranjera y para crear las condiciones sociales que lieven a la estabilidad politica y el progreso econémico.** Richard Joseph, por su parte, recomienda que las investigaciones se centren sobre las realidades de una gobernabilidad débil y la declinacién del estatismo en Africa y que se identifique qué puede hacerse para frenar la erosién o atrofia del Estado.* La respuesta no se encuentra realmente en lo que se puede haber hecho para fortalecer el Estado en su concepcién actual, sino en transformar estas entidades a partir de nuevos presupuestos, cuya novedad no esta dada por su reciente aparicién, sino por su inclusién en la estructuracién de los Estados africanos. En este sentido, una vez mas debemos sefialar el interior de los Estados africanos como fuente para dicha transformacién. Es aqui en donde parece encontrarse las respuestas a la crisis de legitimidad de los Estados africanos y las fallas del tan comentado buen gobierno. Pero todos los especialistas coinciden en destacar, y con ello retoman las timidas autocriticas hechas por e! Banco Mundial en su informe de 1989, que se necesita mas Estado y no menos: “la extraversién y dependencia del Estado -esos grandes factores estructurales macroecondémicos— han sido un impedimento para el desarrollo de Estados responsables, de la democracia y, también, del progreso econémico.”* En Oxfam International, op cit.,p. 6. * Catherine Boone, “Las nuevas perspectivas de Africa ante el milenio”, /stor, CIDE. http:// www.istor.cide.edwarchivos/num_7/notas1.pdf ® Richard Joseph, op. cif ® Catherine Boone, op. cit, p. 112. 206 - Norma A. Secura Lanna ¥ Lourdes GonzALez PRIETO este sentido, la UAy NEPAD poco han avanzado para incluir en sus agendas este tipo de cambio de las estructuras estatales y prefieren asumir posturas més conservadoras que buscan mantener y perfeccionar el buen gobierno sobre la base de las sugerencias hechas por los donantes y aliados externos. Aunque parezca contradictorio, aqui la globalizacién no actua en detrimento de soluciones mas africanas, sino todo lo contrario. Esa marginalizaci6n del continente a la que muchos hacen referencia hoy en dia e incluso ven Gnicamente como desventaja en la insercién del sistema econdmico internacional, podria contribuir a la introspeccién y establecimiento de un nuevo modelo de Estado que no necesariamente siga los patrones de los Estados-nacién conforme al modelo europeo. En los afios noventa el énfasis para alcanzar nuevas formas de gobierno fue puesto en el papel de la sociedad civil * que refuerza el fundamento social de la democracia y, al incrementar la responsabilidad, !a capacidad de respuesta, el caracter influyente, la eficiencia y por lo tanto la legitimidad del sistema politico, crea en el ciudadano un sentimiento de respeto por el Estado y una colaboracién positiva con el mismo.* Si bien es real el papel desempefiado por la sociedad civil y las organizaciones que dentro de ella ‘se fomentaron, en la consecucién de las demandas democratizadoras en la pasada década, la sublimacién de su papel podria acarrear nuevos problemas a las nacientes democracias africanas. De !o que se trata verdaderamente es de preguntarse, como lo hace Ndegwa, silos actores de la sociedad civil desvian su poder hacia la oposicién ‘contra el Estado 0, lo que es mas importante, saber donde reside este poder; si viene de la movilizaci6n y de la participacién de las bases, y si se asienta en ciudadanos de extraccién local, o bien en élites representativas y confiables. Entonces, y sélo entonces, podra decirse que la sociedad civil tiene en sus manos la promesa de democratizar los Estados africanos. De otra manera, continua este experto, es un error de los analistas considerar a las organizaciones de la sociedad civil como los obvios defensores de la democratizaci6n.* De cualquier manera, la existencia de una sociedad civil * Ver el debate que sobre la definicién de este término recoge Shadrack W. Nasong’oen“La sociedad civil y la demosratizacién afficanas. La dinémica de las fuerzas externas,” ", Estudios de Asia y Africa, XXXIX:1, Centro de Estudios de Asia y Africa, El Colegio de México, México, enero- abril de 2004, pp. 76-80 * Larry Diamond, Developing Democracy Towards Consolidation, Jonn Hopkins University Press, Baltimore, 1999, apud ibid. p. % Cf. S.N. Ndegwa, The Two Faces of Civil Society: NGOs and Politics in Africa, Kumarian, West Hartford, 1996, apud ibid., p. 91. GRenacers Arrica en Et. SIGLo XXI? 207 mas fuerte en Africa ha contribuido a cambiar de manera significativa el Panorama politico de los Estados si se toman como referencia las tres primeras décadas de las independencias africanas. Esto constituye uno de los aportes esenciales de la transiciones politicas de los noventa. De lo que se trata en el siglo XXI es de hacerlo mas efectivo en funcién de la transparencia de Estados y gobiernos. La eficiencia econémica y su estrecha relaci6én con la crisis de la deuda en Africa es otro de los problemas que aquejan al continente en la actualidad. No obstante, si se analizan los ntimeros, pareceria haber una contradiccién entre el incremento del crecimiento econémico de 2.7% en 2002 hasta alcanzar 3.6% en 2003,” frente a la ya conocida crisis econédmica del continente. El problema es que los factores internos hacen que ese crecimiento registrado sea menor que el crecimiento promedio global, y hace necesario para Africa una actuacién econémica sostenida anual de alrededor de 10% para revertir la situacin de pobreza en que se debate el continente.°* Las posibilidades reales de que este crecimiento tenga lugar son bastante remotas, debido no sdlo a la relatividad de los altos precios del petrdleo, sino sobre todo a las “fluctuaciones en los precios de los productos, las cuales tienen poco que ver generalmente con las perspectivas generales de crecimiento global”.®* Por desgracia, los productos ya sean minerales 0 agricolas, constituyen el elemento fundamental de las economias africanas, con 65 mil millones de délares en exportaciones anuales.‘? Los problemas econémicos africanos se sustentan en factores relativos a una elevada deuda externa, deficiencias en infraestructura de transporte y comunicaciones, crecimiento demografico elevado, los indices de pobreza, la progresiva degradacién ambiental y la incidencia del sida. Revertir estas tendencias forma parte de las Metas de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, que pretende disminuir la pobreza de 46% en 1990 a 23% en 2015," para muchos un objetivo dificil de alcanzar, entre otras razones porque el continente africano sigue registrando la deuda externa mas alta en relacién con su producto interno bruto y sus ingresos por exportaciones en comparacién con cualquiera de las regiones en desarrollo, con un monto Neil Ford, “What does 2005 Hold in Store?”, African Business, Vol. 305, enero de 2005, Gale Group, p. 1 (www.questia.com/PM.qst?action=print&docid05008533574&)sessionidOCyqa2LC...). ® ibidem. ® ibid., p-2 “Edwin S. Cochran, op. cit. p. 27. “Neil Ford, op. cit., p. 1 208 Norma A. Secura Lanna y Lourpes GonzALez PrieTo. de alrededor de 350 mil millones de délares.” Sia eso se suman los fracasos de las politicas de ajuste en los decenios precedentes y las reformas emprendidas sobre la base de los mismos planes econémicos fracasados, la esperanza de un cambio efectivo en las politicas econémicas parece alejarse. Sin embargo, es precisamente el desarrollo sostenido a escala continental la aspiracién fundamental de la NEPAD. Hasta el momento, para el logro de esa meta, la Asociacién enfatiza la necesidad de la rendicién de cuentas (accountability) como prerrequisito para el progreso econdmico.** Pese a las limitaciones ya comentadas en relacién con la NEPAD, debe destacarse no sdlo el claro anélisis realizado de la situacion de Africa, sino también el énfasis puesto por dicho organismo en que ese desarrollo sea alcanzado a través del fortalecimiento de los mecanismos de cooperacién e integracién a escala regional y continental. Aunque no es la primera vez que se insiste en este tipo de mecanismo y de hecho constituye uno de los elementos paradigmaticos de la globalizacién, NEPAD introduce un elemento de cambio al no asociarlo exclusivamente a formas de control permanente, sino ademas hacerlo a través de un proceso democratico y participativo, entendiendo que el orden dei dia es decidido por los africanos, por su propia iciativa y por su propia voluntad, con el objeto de que sean ellos mismos los que decidan su futuro”. En realidad en esos mecanismos integradores, basados en la consulta permanente de sus integrantes, pueden estar las respuestas a la crisis econémica africana. La reciente condonacién de la deuda en 18 de los paises integrantes de HIPC, de los cuales 14 son africanos,‘* puede tomarse como una sefial positiva para Africa en relacién con su insercién al esquema de la globalizacién, si no fuera por su significacién real y las condiciones que dicha cancelaci6n conlleva. En opinién de diversos medios africanos y no africanos, esta iniciativa se queda muy corta en relacién con lo que habia prometido el primer ministro britanico Tony Blair, al anunciar que 2005 seria “el afio de Africa".“° En este sentido, el presidente del Comité para la sai, Mutume, “New Urgency for Cancelling Africa's Debt. G-8 Powers Consider Full Write-off of Multitateral Obligations’, p. 5. “° Gumisai Mutume, "Beyond the ballot: Widening African Reform”, p-3. “ Abdoul_Lo Gourmo. “La NEPAD, nueva sociedad africana: desatios y perspectivas” (wony.ospaaal.orgicoriniinumero_Siesp_Smnepad.hirn), “® Se trata de Benin, Burkina Faso, Etiopia, Ghana, Madagascar, Mall, Mauritania, Mozambique, Niger, Randa, Senegal, Tanzania Uganda y Zambia El anuncio de esta medida fue hecho el 11 de oe Pap Thomton y Kate Dyall, “GB Leaders Agree to Help Poor African Nations", The Sunday Independent, Johanesburgo, 12 de junio de 2005, p. 1 (hitp:/Awww.iol.co.za). ERENACERA AFRICA EN EL SIGLO XXI? 209 Anulacién de la Deuda en el Tercer Mundo (CADTM), Eric Toussaint, refiere que los supuestos alivios estan condicionados a la apertura progresiva de las economias del sur a los intereses de las transnacionales del norte, y que dichas cancelaciones sdlo involucran los pasivos contratados por los paises con el Banco Mundial y, en su caso, con el Banco Africano de Desarrollo, pero no incluyen tos préstamos otorgados por la banca privada internacional, que son los mas costosos en cuanto a servicio.*” Si fuera necesario reforzar los pronunciamientos de Toussaint, los siguientes datos resultan elocuentes: si la deuda externa de Africa es de 350 mil millones de dolares y lo condonado asciende a 40 mil millones de délares,*® eso significa que menos de un tercio le ha sido “perdonado” a los paises africanos y tendran que tener en cuenta ese pesado lastre al delinear sus futuras politicas econdmicas. Cabe sefialar la discrepancia que existe entre la condonaci6n real y las propuestas presentadas en marzo de 2005 por la Comisi6n para Africa, creada a iniciativa del propio Tony Blair e incluso presidida por él, e integrada en su mayor parte por destacados africanos, entre ellos e! actual presidente de Tanzania y el ministro de Finanzas de Sudafrica. Dicho reporte expone lo siguiente: Much of Africa's debt, given the current state of its economies, can never be repaid. [...] For poor countries in sub-Saharan Africa which need it, the objective must be 100 per cent debt cancellation as soon as possible. This must be part of a financing package for these countries to achieve the MDGs,*° as promised in Monterrey and Kananaskis. The key criterion should be that the money be used to deliver development, economic growth and the reduction of poverty for countries actively promoting good governance. Accordingly, work should begin immediately to establish a transparent debt compact to include all sub-Saharan African low-income countries, including those *” Roberto Gonzalez Amador, “Es s6lo un alivio parcial: el activista”, La Jornada, no. 7470, México, 12 de junio de 2005, p. 22. “Idem. “° Millenium Development Goals; Metes de Desarrolio del Milenio en espafiol. En el afio 2000en el seno de la Asamblea de las Naciones Unidas los gobiernos se comprometieron a lograr los siguientes objetivos para 2015: erradicacion de la pobreza extrema y el hambre, cobertura total de educacién primaria, promocién de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, reduccién de la mortalidad infantil, mejoramiento de la salud matema, combate del VIHy el SIDAsida, lamalaria y otras enfermedades, logro de sustentabilidad ambiental y desarrollo de una asociacion global para el desarrollo. Vase Commission for Africa, Our Common interest, Londres, marzo de 2005, p. 394 (http://www.commissiontorafrica.org). 210 Norma A. Secura Lana Y Lourdes GonzALEZ PRIETO excluded from current schemes. It should cancel debt stock and debt service by up to 100 percent, and cover multilateral and bilateral debt. As an urgent measure, financing should immediately be put in place to provide 100 per cent multilateral debt service cancellation, where this is necessary to achieve the MDGs. Finally, relief should end in 2015 to avoid the risk of new loans being taken with the expectation that they subsequently will be written off. Contadas excepciones en el continente africano escapan de esta tendencia al freno de su desarrollo. Para ser mas exactos, los paises promotores de NEPAD ~Sudafrica, Nigeria, Senegal y Argelia~ pueden considerarse en la actualidad como los paises africanos que han logrado crecimientos econémicos permanentes y politicas econémicas exitosas. Dentro de este conjunto, destaca indiscutiblemente la situacion de Sudafrica, que es considerada como el Estado Pivote de Africa por ser tan importante que su colapso podria tener consecuencias transfronterizas: migracion, violencia comunal, contaminacion, enfermedades y otros problemas, como sefiala Cochran.* Dicho de otra manera, Sudafrica es vista como el eje fundamental en el desarrollo del Africa austral. Son multiples las razones que respaldan esta postura y van desde la fuerza y diversificacion de su economla, los avances tecnolégicos de que dispone, !a estabilidad de un sistema politico que ha salido airoso en una dolorosa transicién y dos cambios de gobierno y, finalmente, la generaci6n de cantidades sustanciales de inversién de capital. Para no quedamos en meras afirmaciones, echemos un vistaza a las cifras %"Lamayor parte de la deuda de AVrica, tomando en cuenta el estado actual de sus economies, nunca podra pagatse. [...] Para los palses pobres de Africa subsahariana que la necesiten, el ‘objetivo debe ser 100 por ciento de cancelacién de la deuda tan pronto como sea posible. Esto debe ‘er parte de un paquete financiero para que estos paises puedan alcanzar los MDGs, tal como se prometid en Monterrey y Kananaskis. El criterio clave debe ser que el dinero se use para lograr desarrollo, crecimiento econédmico y reduccién de la pobreza para los paises que promuevan el ‘buen gobierno de manera activa. Por lo tanto, debe iniciare! trabajo de inmediato para establecer un acuerdo claro sobre la deuda que incorpore a todos los paises de bajos ingresos de Africa subsahariana, incluyendo a aquellos que quedaron excluidos de los esquemas actuales, Deben Cancelarse el capital y al servicio de deuda hasta 100 por ciento de las reservas y servicios, y Cubrirse también la deucia muttilateral y bilateral. Como medida urgent, debe otorgarse financiamierto inmediato para proporcionar la cancelacién del 100 par ciento del servicio de deuda multilateral en donde se requiera para lograrlos MDGs. Finalmente, la ayuda deberd terminr en 2015 para evitar @! iesgo de que se adquieran nuevos préstamos con|a expectativa de una condonacién posterior’, ibid., pp. 59-60. La traduccién al espafiol es nuestra. 5 Edwin S. Cochran, op. cit, p. 2. ZERENACERA Arrica en et Sisto XXI? 214 que demuestran que este pais del Africa austral contiene todos fos elementos para convertirse en lider no sdlo en el contexto regional, sino también internacional. E1 mayor socio comercial de Sudafrica es Estados Unidos, lo cual no deja de ser sintomatico con respecto al desplazamiento que ha provocado este pais de las antiguas potencias coloniales del continente africano, El monto de los intercambios con América del Norte ascendia en 1998 a 5,700 millones de délares,® mientras el volumen de comercio con otros Estados africanos se expandié en 20%; un crecimiento importante si se tiene en cuenta el embargo a que estuvo sometido el pais durante el régimen del apartheid. No obstante, el incremento de los voltimenes de comercio con los paises vecinos no afecté su balanza comercial, sino que report6 un excedente comercial de 2,700 millones de délares. Por otra parte, la moderna infraestructura de transporte de Sudafrica comprende 23,000 de los 42,000 kilémetros de vias férreas del continente; 58,000 de los 87,000 kilémetros de carreteras pavimentadas y 5.1 millones de los seis millones de vehiculos de motor; genera 75% de la capacidad eléctrica total de la region y sus puertos manejan anualmente un tonelaje de carga 16 veces mayor que el del resto de los puertos combinados de toda Africa. En el plano militar, lo mas significativo es probablemente la forma como se estructuré el nuevo ejército sudafricano a partir del fin del apartheid, haciendo patente el mismo compromiso de negociacién con el resto de las fuerzas politicas que conforman el pais. Esto podria servir como ejemplo de lo que es posible alcanzar en los procesos de solucién de conflictos pendientes en el continente. La South African National Force (SADF), con un caracter basicamente defensivo, ha disminuido su nimero y gastos, para alcanzar la cifra de dos mil millones de délares de acuerdo con et objetivo del gobierno de limitar los gastos de defensa al 1.4% del PIB. La superioridad militar de Sudafrica en relacién con los Estados de la regién esté basada en una bien desarrollada base técnica con una capacidad de investigacién militar, desarrollo y produccién unica en Africa. "Todas las cifras mencionadas a continuacién proceden de la misma fuente a menos que se indique lo contrario. ibid. p. 15. ‘Heit man Helmoed-Romer, South African Armed Forces Buffalo Publications, Ciudad del Cabo, 1990, pp. 2-5; Jakkie, Cilliers “Security and Transition in South Africa”, Journal of Democracy, 6 de octubre de 1995, pp. 43-44 apud E.Cochran, p. 14. “World Defence Almanac, 1997-98". Military Technology, 22, enero de 1998, p. 221, ibid., p. 18. 212 Norma A. Secura LANDA Y Lourpes GonzALez PRIETO Una vez analizado el potencial econdmico de Sudafrica se comprende mejor el papel de lider continental que ha venido desempefado desde comienzos del siglo XX! y por qué constituye una pieza clave en el llamado renacimiento africano, concepto acufiado por su actual presidente, Thabo Mbeki, y que puede sintetizarse como un tlamado a la renovaci6n politica y la regeneracion econémica de Africa, con un sentido de solidaridad hacia el “sur global”. Su mas cercano competidor es probablemente Nigeria, por la potencialidad de su economia, pero la distancia entre uno y otro caso es significativa. El embargo a que fue sometida Sudafrica durante el apartheid impulsé al pais desarrollar gran parte de la planta industrial con la que cuenta hoy en dia; podria decirse que el gobierno del Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés) heredé los beneficios de esa politica econémica que permitié maximizar los recursos con que contaba el pais. En el caso de Nigeria el escenario es bien diferente, no sdlo desde el punto de vista de la fragilidad de su gobierno, sino de la complejidad misma de la estructura del Estado que parece estar a prueba y préximo a librar el desafio que representan las elecciones de 2007. Mbembe presenta un agudo analisis de la situacion nigeriana: La dissolution de lEtat s’effectue dans deux directions apparemment opposées. D’un cété, plusieurs formes de territorialités s’entrecoupent, s'affrontent et se relaient, produisant, au passage, une masse de forces endogénes qui se dissipent et se neutralisent mutuellement. De l'autre, ‘imagination autoritaire a pris des formes multiples, notamment celle d'une institution militaire paranoiaque et d'une culture de la tricherie. Des conflits a répétition déchirent les régions qui servent d’épicentre @ la production pétroliére. Sans prendre la forme de guerres classiques, ils opposent des communautés les unes aux autres, & Vintérieur d'un méme pays, dans des régions connues pour leurs richesses minérales et pour l'intensité de l’exploitation d’une ou de plusieurs ressources naturelles par des compagnies multinationales.** * \Véase el analisis de esta iniciativa que hacen por una parte Rok Ajulu, “Thabo Mbeki's African Renaissance in a Globalising World Economy: The Struggle for the Soul of the Continent’, Review of Aftican Political Economy, 2001, Vol. 28, No. 87, pp. 27-42 y Peter Da Costa, “NePAD: Reality checks the partnership spirit, The Africa Report. Africa Survey 2005, Jeune Afrique, No. 1, mayode 2005, pp. 18-21. *°"La disolucion de! Estado se efectua en dos direcciones aparentemente opuestas. Por una parle, varias formas de territorialidad se entrecortan, se enfrentan y se relevan, produciendo, de paso, una masa de fuerzas endogenas que se disipan y se neutralizan mutuamente. Por ia otra, la GRENACERA Arnica EN et Sis.0 XXI? 213 Desde el punto de vista econémico, el pais no se beneficia en toda su extensién de su condicién de productor y exportador de petroleo debido a la falta de habilidad para organizar su capacidad interna.®” El arzobispo catélico de Uyo, en el Estado de Akwa Ibom, ha llegado a decir que Nigeria es el Unico pais gran exportador de petrdleo en el mundo que importa productos de petréleo refinado para sus necesidades internas.® En este caso se hace evidente la necesidad del cumplimiento de los postulados promulgados por NEPAD respecto a que el “impedimento para el desarrollo duradero en muchos paises africanos sigue siendo la debilidad del Estado y que, de hecho, uno de los mayores desafios para Africa sera fortalecer la capacidad de gobernar y emprender politicas a largo plazo”. El caso argelino guarda estrecha relaci6n con el nigeriano por ser ambos importantes productores de petréleo y estar comprometidos con el desarrollo de un Estado democratico. No obstante, desde el punto de vista econémico, Argelia se ve favorecida por las estrechas relaciones que ha desarrollado con la Unién Europea y principalmente con su antigua metrdépoli, Francia. Senegal por su parte no esta aquejado por los males relativos a la fragilidad extrema de su Estado y, de hecho, ha sido de las democracias mas estables en Africa. A pesar de contar con una economia bastante eficiente su problema esta en que no cuenta con el potencial de recursos humanos y materiales de su vecina Nigeria. Lo que aporté a NEPAD basicamente fue su experiencia politica, clave para el devenir del continente en este siglo. Las potencialidades politicas y econémicas de los paises africanos siguen estando amenazadas por el flagelo de las epidemias y las enfermedades endémicas. En el nuevo siglo no se ha superado la situacién de abandono en que quedaron los servicios por la aplicaci6n de los ajustes estructurales. A este problema de fondo se suma la politica de delegar el suministro de servicios basicos (por ejemplo, agua, salud, educacién) a firmas privadas (y ONG) bajo contratos que condicionan el suministro de apoyo financiero a imaginacién autoritaria ha tomado miitiples formas, fundamentalmente la de una institucion militar paranoica y de una cultura del engafio. Los conflctos repetidos desgarran las regiones que sirven de epicentro para la produccién petrolera, Sin tomar ta forma de guerras clasicas, enfrentan a unas ‘comunidades con otras dentro de{ mismo pals, enlas regiones conocidas por sus riquezas minerales y porla intensidad de la explotacién de uno © varios recursos naturales por parte de las compafias transnacionales", Actille, Mbembe, “Vers une nouvelle géopolitique africaine", Maniére de voirno, 51, Le Monde Diplomatique, mayo-junio de 2000, p-13, La traduccién al espafiol es nuestra. 57 Ben Asante, Maving Nigeria Forward, New African, vol. 435, diciembre de 2004, IC Publications Ltd. (Questia Media America, Inc. www.questia.com). idem. "Abdul Lo Gouma, op. cil.,p.5. 214 Norma A. Secura Lanoa y Louroes GonzALez PRIETO los ingresos 0 servicios ofrecidos.® Por ello, la presencia del sida, el 6bola u otras enfermedades que se pueden prevenir como son las enfermedades gastrointestinales causadas por el tifus 0 el célera siguen teniendo efectos desastrosos en la poblacién africana. Prospectiva para Africa en el siglo XXI Debido a la complejidad de la realidad africana, los pronésticos sobre su posible evolucién suelen sufrir rapidos desmentidos. No obstante, aventuraremos algunas hipdtesis sobre los escenarios posibles para el desarrollo de los Estados africanos en el siglo XXI. Desde el punto de vista politico La realidad politica africana seguir estando marcada por los problemas inherentes a la debilidad de las estructuras estatales y los conflictos que se derivan de ella. No obstante, la subregién del Africa austral cuenta con el potencial suficiente para sortear tales dificultades y generar un modelo africano de Estado que haga posible la estabilidad de estas entidades politicas y con ello se ponga freno a la espiral de crisis econémica en la que ha estado sumida Africa. En ese sentido, la propuesta de Mwashile Tshibembe, se muestra como el proceso més plausible que deben vivir los Estados africanos en este siglo: A Fopposé de !'Etat-nation, qui a le monopole de production du droit, lanature plurinationale des sociétés africaines les a poussées a inscrire dans facte de fondation de |'Etat multinational les deux espaces autonomes de production du droit: 'espace étatique (lieu de production du droit général) et 'espace national ou ethnique (lieu de production du droit particulier sur le foncier, la succession, |'état civil, etc.) [...] Ainsi se définit une sorte de fédéralisme intégral, qui distribue le pouvoir selon la logique d'une triple fédération des nations, des citoyens et des terroirs. Sa fonctionnalité repose sur le postulat que I'Etat es l'appareil de plusieurs nations, disséminées sur plusieurs terroirs.** ® Swiss Agency for Development and Co-operation, “Globalisation and Africa Perspectives for Developmentand Cooperation”, septiembre de 2002, p. 10. "En oposicion al Estado-Nacién, que tiene el monopolio de produccién del derecho, la naturaleza Plurinominal de las sociedades africanas las ha empujado a inscribir en el acto de fundacion del GRenacera Arnica en et Sict0 XXI? 215 Enel Africa de hoy, tenemos el ejemplo de fa federacion etiope establecida en 1993, que ha conducido a una mayor estabilidad politica en el pais, y desterrado el peligro de la implosion del Estado. Este nuevo modelo de Estado proporcionaré asimismo una nueva forma de actuar y relacionarse con la poblacién para los partidos politicos. Sélo entonces el buen gobierno y la participacién democratica de la ciudadania en los asuntos publicos seran un hecho y con ello se realizara verdaderamente la democracia sobre el continente. Este sera, no obstante, un proceso largo durante el cual los conflictos nacionales y subregionales seguiran apareciendo. Por ello, las actuaciones econdmicas se mantendrén criticas. Desde el punto de vista econémico Si partimos del hecho de que la transformacién de los Estados africanos tendra lugar paulatinamente hacia el modelo federal, esto facilitara tas condiciones para la extension de los esquemas de cooperacién e integracién, presentes con mayor o menor éxito en casi todo el continente. El caso de Sudafrica y el Africa austral apunta a ser el primero a mediano plazo, pues su desarrollo se complicara en tanto no se consoliden los sistemas politicos en los Estados. La propuesta econémica de NEPAD actuara a corto plazo como un mecanismo de rescate de las economias africanas e impedira la marginalizacion de ciertas areas del continente. No obstante, dicha instituci6n debera hacer los ajustes necesarios para detener el ciclo de endeudamiento en que se ha debatido el continente en los ultimos 30 afios y habra que generar nuevas iniciativas que permitan la vinculacién del conjunto de Estados africanos a este plan. En otras palabras, el desarrollo de los proyectos debe partir mas del potencial con que cuentan los Estados miembros, que del financiamiento externo que pueden recibir a través de esquemas elaborados desde afuera, y no sélo a partir del suministro de materias primas, debido a las inseguridades que esto genera. Estado Multinacional los dos espacios auténomps de produccién de derecho: el espacio estatal (lugar de produccién de la ley general) y el espacio nacional o étnica (lugar de produccién del derecho particular sobre seguro, la tierra, la sucesidn, el estado civil, etc.) [...] Asi se define una suerte de federalismo integral, que distribuye el poder seguin la logica de una triple federacion de nacién, ciudadano y territorios. Su funcionalidad descanse en el postulado de que el Estado es el apareto de varias nacines, diseminadas sobre varios teritorios’, Mwayila Tshiyembe, ‘Des querres la crise sociale. L'Afrique face audéfide|'Etat multinational", Le Monde Diplomatique, septiembre de 2000, pp. 3-4 (www.mande-diplomiatique.fr/2000/09/TSHIYEMBE!/ 14270). La traduccion al espanol es nuestra. 216 Norma A. Secura Lanoa y Lourpes GonzALez PRIETO Igualmente, y debido a la depresién de los mercados de la region, las iniciativas que relacionen los servicios fundamentales con el capital privado deben ser desechadas, pues de otra manera se corre el riesgo a corto plazo de prescindir de una buena parte de los usuarios de tales servicios. Desde e! punto de vista social La riqueza que en este aspecto ha caracterizado a Africa mantendra su vigor, a través de las miltiples iniciativas generadas al interior de sus sociedades, de las que la informalizacién de la economia ha sido sélo una manifestacion. A corto plazo el tejido social del continente enfrentara nuevos desafios, ya sea por la incidencia de elementos vinculados a la globalizacién, tales como las pandemias que existen en el continente. Si a mediano plazo se fomentan politicas educativas que permitan la prevencién de las enfermedades y su transmision, se lograré detener el riesgo de que desaparezcan importantes segmentos de la poblacién activa y, con ello, parte de la riqueza social del continente. La diversidad de las sociedades sera preservada, asi como su habilidad Para generar nuevas respuestas a los desafios que le impone la globalizaci6n, con la misma capacidad creativa y propositiva que ha Caracterizado los miles de afios de historia africana, siempre y cuando se logre una verdadera descolonizacion, no ya de las instituciones, sino de las. actitudes y mentalidades® de las personas que las conforman y que son quienes toman las decisiones. Si esto se logra, tales seran los leones africanos capaces de seguir escribiendo su propia historia. 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