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x Los Derechos del Estudiante Universitario Ideas para mejorar nuestra Educacién Superior Levis Ignacio Zerpa Profesor de la Facultad de Ciencias Juridicas y Politicas > Universidad Central de Venezuela www.ucv.ve/obe/ Los Derechos del Estudiante Universitario Ideas para mejorar nuestra Educacion Superior Levis Ignacio Zerpa fesor de la Facultad sridicas y Politicas tral de Venezuela de Cient Universidad www.ucv.ve/obe/ DR. LEVIS IGNACIO ZERPA Venezolano, San Fernando de Apure, 1938. Maestro de Educacién Primaria, Escuela Normal “Miguel Antonio Caro”, Caracas, 1957. Abogado, Universidad Central de Venezuela, promocién “Dr. Luis Villalba Villalba’, 1960-1965. Doctor en Derecho Piblico, Universidad Central de Venezuela, 1966-1968. Postgrado en Derecho Tributario, mencion Impuesto sobre la Renta, Universidad Central de Venezuela, 1868-1970. Doctor en Derecho. Tesis doctoral laureada y publicada por la Universidad Central de Venezuela, 1987. Profesor de pregrado en la Escuela de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, jubilado como Profesor Asociado después de 26 aiios de servicio. Profesor de Pregrado en la Universidad Catélica “Andrés Bello”. Miembro de la Junta Directiva, Consultor Juridico, Presidente de la Comisién Electoral y Presidente del Tribunal Disciplinario de la Asociacién de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (APUCV). Consultor Juridico y Secretario Permanente de la Federacién de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV). Secretario de la Federacién de Abogados de Venezuela. Vicepresidente del Tribunal Disciplinario del Colegio de Abogados del Distrito Federal. Profesor de postgrado en las especialidades de Derecho Procesal y Derecho Mercantil en las universidades Central de Venezuela y Catélica “Andrés Bello”. Primer invitado a los cursos de especializacién en Derecho Mercantil, en el area de Derecho Societario en las universidades de Carabobo, Catdlica del Tachira y de Los Andes. Profesor de los cursos de especializacién y doctorado de la Universidad de Venezuela, en los seminarios; E/ razonamiento juridico en el proceso; La interpretacion juridica y La argumentaci6n juridica. Profesor y miembro del Consejo Académico de la Escuela de la Judicatura desde 1995. En esta escuela tuvo a su cargo las catedras de Deontologta Juridica y de Interpretacién Juridica. Magistrado Suplente de la Corte Suprema de Justicia, en la Sala Politico Administrativa, electo por el Congreso de la Republica, 1992-1998. Abogado de libre ejercicio, en su escritorio juridico, 1965- 1999.Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia en la Sala Politico- Administrativa, electo por la Asamblea Nacional Constituyente, 1999, ratificado por la Asamblea Nacional en diciembre de 2000 y elegido Presidente de la Sala Politico Administrativa, cargo actual. Segundo Vicepresidente del Tribunal Supremo de Justicia en la actualidad. Caracas, noviembre de 2004 ee Presentacion de la 4ta Edicion: La Organizacién de Bienestar Estudiantil tiene el agrado de presentar a la comunidad universitaria, particularmente a nuestros estudiantes, la cuarta edicién de la obra Los Derechos. del Estudiante Universitario. Ideas para mejorar nuestra Educacién Superior del prestigioso jurista, profesor universitatio y actual magistrado del Tribunal Supremo de Justicia Levis Ignacio Zerpa. Aun cuando la obra fue editada por primera vez en 1990, mantiene plena vigencia en la promulgacién de la Constitucién de la Republica Bolivariana de Venezuela y demas instrumentos normativos de reciente aprobacion. La obra desarrolla los derechos que permiten al estudiante ser protagonista en el proceso educativo como sujeto de derechos y deberes en una atmésfera democratica y de intercambio de saberes. Esperamos que el presente folleto se convierta en material de consulta permanente para los estudiantes, los docentes y demas miembros de nuestra comunidad a la vez que contribuya a equilibrar la relacién del estudiante con la institucién y su formacién en un ambiente de democracia, libertad y crecimiento intelectual. Prof. José Gregorio Alfonso Castilla Director de la Organizacién de Bienestar Estudiantil de la UCV Caracas, noviembre de 2007 AL MAESTRO CHIBLY ABOUHAMAD HOBAICA En la oportunidad de cumplir sus primeros veinticinco afios como Profesor en nuestra Escuela de Derecho de la Universidad Central de Venezuela. Dedico. El presente texto corresponde a la transcripcién revisada de la charla que dimos en el acto de recibimiento de los nuevos alumnos de Primer Afto, en la Escuela de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, el dia 28 de marzo de 1984. Este acto para nuestros nuevos estudiantes fue organizado por el Grupo Estudiantil Salvador de La Plaza, con la colaboracién del Movimiento Participacién Creativa; para ellos nuestro reconocimiento por su interés en divulgar estos temas y en trabajar por la formacion de mejores abogados para Venezuela. Prof. LEVIS IGNACIO ZERPA En primer lugar, quiero agradecer a los organizadores del acto, la gentileza de permitirme conversar sobre un tema tan interesante como lo es el de los derechos estudiantiles y en un momento tan especial para la vida universitaria. Quizds la denominacién no es adecuada, no se trata de emplear el tono de conferencia. Antes que una conferencia, quisiera sostener un dialogo, una conversacion sobre algunas inquietudes que tengo respecto a estas cuestiones tan delicadas de los derechos estudiantiles; de manera que deseo se tomen mis palabras mds como un intento de didlogo que como una conferencia con afirmaciones defintivas 0 muy elaboradas. La inquietud sobre el tema de los derechos estudiantiles me surgié desde hace algtin tiempo, teniendo oportunidad de expresarla el afio pasado (1983) cuando se celebraron aqui en la Universidad Central de Venezuela, unas jornadas de las organizaciones de bienestar estudiantil y se me invité a hablar sobre algo que esta intimamente vinculado con dicho tema: el problema del maltrato al estudiante. Es mi deseo abrir una discusién en nuestra Escuela de Derecho, con mis colegas, con los estudiantes y con toda la comunidad universitaria, respecto a cudles son los derechos que tiene el estudiante en su condicién de tal. Por supuesto, la nocién de derecho tiene.como contrapartida la idea de’ deber, y habra también la posibilidad en algan momento posterior de que analicemos los deberes del estudiante. En esta oportunidad me referiré a los derechos; para su tratamiento, deseo hacer algunas precisiones y sefialar ciertas ideas basicas como fundamentos de mi exposicion. —Los diez derechos que voy a proponer tienen una funda- mentacion constitucional y legal. No se trata de derechos de una sociedad ideal en la que yo pienso y quiero que se haga realidad en nuestro pais, sino que ellos tienen fundamentacién ahora dentro de la actual Constitucién de la Reptiblica y también en la Ley Organica de Educacién y en la Ley de Universidades; es decir, se trata de verdaderos derechos que tienen firme fundamentacién juridica. Por supuesto, son interpretaciones de caracter personal que hago de tales textos, partiendo de la concepcién que tengo sobre como debe entenderse la relacion profesor-alumno y cémo debe asumirse la misién de la Universidad en este momento histérico que vivimos en Venezuela. —Quiero destacar que, en especial, en una Escuela de Derecho que tiene por objeto la formacién de abogados, la experiencia de la justicia debe ser algo cotidiano. Pienso que el abogado no se forma s6lo estudiando la doctrina, la legislacién y la jurisprudencia, ni analizando casos, sean éstos ideales o reales. El abogado se forma, ademds, mediante el intimo y estrecho contacto con la justicia. El abogado requiere, para llegar a serlo en realidad, una sensibilizacién especial respecto a lo que es justo y a lo que no lo es. Lo que distingue al verdadero abogado del simple manipulador de leyes es, precisamente, su conciencia de lo que es la justicia. De tal manera que la justicia, para quien se esta formando como abogado en una Escuela de Derecho, debe ser una actividad constante, debe ser una experiencia, una vivencia diaria. Debe haber relaciones justas de los estudiantes con sus profesores, en todos sus aspectos y dentro de lo que es la vida diaria de quien estudia para ser abogado. Es ese contacto permanente con la aplicacién recta y adecuada de la justicia lo que nos despierta sensibilidad juridica y nos permite llegar a ser buenos profesionales del Derecho. —Deseo llamar la atencién sobre otra idea. En Venezuela es necesario fortalecer la democratizacién de las relaciones sociales; se requiere una gran insistencia sobre este importante asunto. Hemos venido observando un proceso interesante de cambio en esas relaciones; vemos como frente a un marcado autoritarismo ha surgido una reaccién por parte de quienes lo han padecido, la cual es conveniente destacar y fortalecer por su caracter demo-cratizador y justo. Las relaciones sociales a las que me estoy refiriendo son las siguientes: las que se dan entre el Estado y los ciudadanos, entre los padres y los hijos, entre el marido y su mujer, entre los patronos y los trabajadores, entre los profesores y los estudiantes. Todas estas relaciones estan caracterizadas por ser relaciones de poder, en ellas un término de la relacién tiene la posibilidad de abusar de su poder, de no conducir la relaci6n adecuadamente. A mi entender debe darse un serio proceso de revision de esas relaciones, acentuandose su democratizacién efectiva. Algunos signos positivos se han visto en los tiempos recientes, signos que las fuerzas mas progresistas de la sociedad venezolana deberian tomar y profundizar. Como ejemplos pueden mencionarse: la reforma del Cédigo Civil, que sin llegar a ser algo ideal o extraordinario, es un paso para establecer lineas nuevas de tratamiento en las telaciones entre los conyuges; la Ley de Procedimientos Administrativos, que trata de llevar a un plano mas democratico esa relacién de poder que existe entre el ciudadano y la administracién publica; la idea de la cogestién, que puede conducir a que las relaciones entre patronos y trabajadores tiendan a tomar un cardcter mas democratico. Pienso que la idea de la cogestién es muy rica, en consecuencia, ella debe ser analizada en la Universidad y ampliada en sus proyecciones democraticas; en ella debe fortalecerse la nocién de representacién y participacién del trabajador, insistiendo en el siguiente principio: en todos los centros de poder donde se tomen decisiones que afectan mis derechos, que afectan mi vida, debe existir un mecanismo que permita que yo esté representado en él, pudiendo influir significativamente en la toma de tales decisiones. —Conforme a estas ideas ,qué pasa en las relaciones entre profesor y alumno?, zha Ilegado a ellas el proceso de democratizacién o no ha Ilegado? Las respuestas a estas preguntas se vinculan a la idea de establecer si existen 0 no 10 derechos de los estudiantes; se debe admitir que la conciencia que se tenga sobre la existencia de determinados derechos permitiraé hacer exigencias sobre su cumplimiento y luchar porque ellos sean respetados. En este campo se debe partir de un principio fundamental: nadie que tiene el poder lo cede si sobre él no hay presion; por tanto, si el poder lo tiene el profesor y esto le permite atropellar, incumplir 0 no respetar los derechos del estudiante, sin presién de éste no habra respeto de sus derechos. En mi opinion este principio constituye una suerte de axioma. —Antes de pasar a la enumeracion de los que considero derechos esenciales del estudiante en la relacién profesor- alumno, derechos especificos por su condicién de alumno, deseo indicar otro presupuesto del cual parto: mi fe en el ser humano y en las potencialidades que tiene ese ser humano para realizarse plenamente a través del proceso de su educacién. Pienso que el hombre, a medida que se educa, a medida que conoce, a medida que desarrolla su conciencia critica, él es capaz de ver su entorno y de producir en este entorno modificaciones que lo favorecen a él y favorecen a su grupo. —Deseo sefialar otro presupuesto importante para la consideracién del tema que nos ocupa: todos debemos estar imbuidos de una profundo amor a la vida, de un sentido deseo de impulsar todo lo que signifique solidaridad humana y crecimiento de los demas hombres. Partiendo de estas ideas basicas creo que pueden lograrse los fines contenidos en la Constitucién y en las otras leyes que referi, sintetizadas en la idea de formar un hombre que debe ser critico, participativo, creativo y solidario. Con este ia} marco espero que el esfuerzo de sistematizacion de los derechos estudiantiles que presentaré, sea el punto de partida para una discusién interesante y fructifera en la Universidad. —Para concluir esta introduccion referiré que en mi experiencia en esta Universidad como estudiante del pregrado, como cursante en post-grados, como profesor en la Escuela de Administracién y Contaduria asi como en esta Escuela de Derecho, durante veinticuatro afios de mi existencia, he observado que a pesar de existir organizaciones estudiantiles y organismos de co-gobierno, con permanente representacién estudiantil, no parece existir ni de parte de los estudiantes ni de parte de los profesores una intenci6n seria de elaborar un marco normativo para que las relaciones profesor-alumno sean efectivamente democraticas. Nos surge la inquietud al pensar cémo podrian resolverse numerosos conflictos de la relacién profesor- alumno si las reglas de actuacion, los derechos y deberes de cada parte, estuvieran suficientemente definidos; si pudiera darse una discusién que abriera mayores posibilidades de comunicacién entre estudiantes y profesores, con seguridad que el proceso educativo resultaria mds enriquecedor para ambas partes y las situaciones generadoras de conflictos disminuirian. Partiendo de todo lo antes dicho, paso a enumerar y explicar los diez derechos que propongo para la discusién. 1,—EI primero de los derechos estudiantiles es el derecho de ingreso a la educacion superior que tiene todo bachiller. Cuando digo todo bachiller no estoy pensando en examen de admision, ni en computadoras que excluyen aspirantes, 12 ni en procedencia de colegios publicos o privados que generan discriminaciones, ni tampoco en promedios de notas del bachillerato. A mi manera de ver, de acuerdo con los textos legales venezolanos, todo bachiller tiene derecho a ingresar en la educacién superior. Esa es la conclusién a la que he Ilegado estudiando el ordenamiento juridico educativo venezolano. Todos esos procedimientos de admisién por medio del Consejo Nacional de Universidades carecen de fundamentacién legal. Me parece que debe producirse una profunda revisién de todo ese ilegal sistema de admisién, que es enormemente injusto por hacer discriminaciones por la procedencia del bachiller y que favorece a quienes vienen de las instituciones donde, precisamente con este propésito, la evaluacién es favorecida. De manera que el primer derecho que sefialo, es el derecho de ingreso a la educacién superior que, obviamente, esta conectado al derecho de permanecer dentro de la educacién superior cuando se cumplen unos niveles minimos de exigencia que el sistema debe procurar. Este derecho de permanencia supone el derecho de cambiarse dentro del sistema de educacién superior; deben crearse mecanismos que permitan y faciliten las transferencias del estudiante, sean éstas institucionales o de areas de estudio o carreras. Me parece ilegal el sistema que existe actualmente en algunas Facultades y Escuelas que impide mediante mecanismos artificiosos las transferencias de los estudiantes; el caso de nuestra Escuela de Derecho con las otras que existen en Caracas, es un caso evidente. Entiendo que la Universidad puede adoptar decisiones sobre 13 exigencias minimas al estudiante, pero no puede crear mecanismos ilegales que en la practica impidan las transferencias a que tienen derecho los estudiantes. En sintesis, el primer derecho de los estudiantes que he sefialado, es el de ingresar y permanecer en la Educacion Superior, derecho que se adquiere por obtener el Titulo de Bachiller. II.—El estudiante tiene derecho a participar en la conduccion de la Universidad. Es este el segundo derecho que planteo. Sabemos que existe experiencia de representacién estudiantil en los organismos de direccion de la Universidad: en el Consejo Universitario, en los Consejos de Facultad y en los Consejos de Escuela. A mi parecer esta representacion, en la forma que ahora existe, tiene mds caracter simbélico que presencia y poder real. Creo que la representacién estudiantil debe fortalecerse y extenderse a todos los demas érganos de la Universidad: Institutos, Catedras, Departamentos y otros. Es necesario romper un prejuicio muy generalizado que consiste en pensar que los estudiantes no estan capacitados para ejercer responsablemente la representacién de sus compafieros en los érganos decisorios de la Universidad. Esta creencia constituye un prejuicio sin fundamento real; en no pocos casos, especialmente en situaciones de crisis, hemos encontrado mayor responsabilidad en determinados sectores de la representacién estudiantil que en el mismo sector de la representacién profesoral. Creo, por tanto, que se debe romper este prejuicio: la representacién debe ser real y estar en todos los niveles y organos de poder de la 14 Universidad. El co-gobierno debe ser un co-gobierno verdadero. Debo aclarar que no pienso que la representacién debe ser paritaria, que no creo en la conveniencia de que exista igualdad de numero entre profesores y estudiantes; pero si creo que la representacion estudiantil debe ser real y no meramente simbdlica, como entiendo lo es en la actualidad: en un cuerpo como el Consejo de Facultad los estudiantes s6lo tienen dos votos en un total de once. La presencia de s6lo dos representantes estudiantiles, bien sea por lo escaso de su ntimero respecto a los demas integrantes del 6rgano, o por la forma como se conduce el funcionamiento de éste, resulta en la practica anulada, desvirtudndose el concepto de representatividad. Me fundamento en la idea de comunidad universitaria, contenida en la Ley de Universidades, para exigir una representacion estudiantil real y no meramente simbédlica. Aprovecho para hacer una observacién marginal sobre una evidente injusticia que ocurre en nuestra Universidad. Se habla de comunidad universitaria y s6lo se tiene en cuenta a. profesores y estudiantes, olvidandose un importante sector: el de los trabajadores universitarios, obreros y empleados. Es decir, que de sus trabajadores la Universidad sdlo le da representacién al personal docente y de investigacién, pero no a los demas que le prestan sus servicios personales. Resulta muy extrafio que sea la Universidad Central de Venezuela, organizacién de avanzada dentro de la sociedad venezolana, quien no tenga prevista en su organizacién la representacién de sus trabajadores. Es paradéjico que tal situacién no se de en las Universidades auténomas y que 15 sea en algunas Universidades experimentales donde la representacién de los trabajadores esté contemplada. Estas ideas estan vinculadas con el concepto de cogestion que antes referi. No parece razonable que en un cuerpo, por ejemplo, como el Consejo Universitario, donde se toman importantes decisiones que afectan los derechos y los deberes de los trabajadores de la Universidad, éstos no tengan representacién en él. A mi entender, en él debe haber representacion de los trabajadores, pienso que debe tener vigencia el principio que antes sefialé: donde quiera que se tomen decisiones que afecten mi vida debo tener alguien que alli me represente en mis derechos e intereses. Dentro del derecho que estamos analizando esta el de elegir y el de ser elegido; éste se encuentra en la misma nocién que estamos analizando de participar en la conduccion de la Universidad. En este campo se deben hacer algunas correcciones al actual ordenamiento que distingue entrée estudiantes regulares y quienes no lo son, otorgando el derecho electoral sélo a los primeros. Por esas aberraciones que tiene la juridicidad universitaria, la condicién de ser estudiante regular no ha sido exigida en forma rigurosa, entendiéndose en forma flexible tal exigencia. Seria necesario replantear la idea y eliminar la diferenciacién fundada en rendimiento académico, sustituyéndola por presencia real en la Universidad: debe ser la presencia efectiva del estudiante en la Universidad la que le da derecho de participar en su conduccién por la via de elegir y poder ser elegido. 16 III.—El estudiante tiene derecho a la discusion, a la critica y al disentimiento. Este es un derecho de gran altura en su constitucién. En la Universidad nos parece normal que los estudiantes voten y que, por esa via, participen en la conduccién de aquélla, en la forma lejana y abstracta que hemos referido. Pero el derecho a discutir lo expuesto por el profesor, a criticar lo que él dice y a disentir de sus afirmaciones es algo que no parece bien visto. Esta actitud profesoral encierra una gran contradiccion: ,Cémo podemos formar hombres criticos, como lo exige la Ley Organica de Educacién, si no hacemos de la critica una prdctica diaria en las aulas, si no ejercemos constantemente esa preciosa funcién de la inteligencia? {%Cémo podemos ser una comunidad que busca la verdad si, prescindiendo de la critica, los alumnos toman pasivamente lo afirmado por el profesor, mediante el pretexto de que éste es quien sabe mas? Es necesario garantizar y estimular este derecho a la critica, al disentimiento » a Ja discusion creadora, como medios para la busqueda de la verdad. Este derecho es importante, ademas, por su conexién con el derecho a una justa evaluaci6n. No puede ser un buen método, y no hay ninguna teoria pedagégica seria que lo admita, que la formacién del estudiante deba consistir en que repita lo que dicen sus profesores, pasivamente, sin cuestionamiento alguno. Sin embargo, la experiencia diaria inmediata esta muy cerca de esto. Este puede ser un buen punto de partida para replantear la relacion profesor-alumno en el aula: la exigencia del derecho a discutir, a criticar y a disentir del profesor, a manifestar que no se esta de acuerdo y a saberlo hacer razonadamente. 17 En la experiencia diaria por los pasillos de la Facultad, cuando uno conversa con los estudiantes, en ese ejercicio pedagégico cotidiano que realiza el profesor fuera del aula, es frecuente que los estudiantes digan: ‘es que el profesor tal, sino le pongo lo que él dice, me raspa y, entonces, {cémo. hago?” Bueno, he aqui un reto importante para quien se esta formando como abogado, porque de la actitud que se tome frente a tal conducta irrespetuosa de los derechos estudiantiles, dependerd también la conducta futura frente a un Juez arbitrario que nos niega derechos o que nos atropella. Y en este caso qué vamos a hacer?, ,aceptaremos en forma pasiva el desconocimiento de nuestros derechos? {0 por el contrario, asumiremos la posicién de verdadero abogado que hace respetar firmemente los derechos que la ley le confiere porque para eso es abogado? Entiendo que los derechos son para ejercerlos, no son para hablar de ellos nada mas, sino para hacerlos valer en los érganos que corresponda. Esta tarde hemos participado en el bautizo de un libro que constituye una leccién magistral que nos ha dado nuestro Maestro, el Profesor Chibly Abouhamad Hobaica; ese libro contiene la lucha que é1 siguié para que se le respetaran sus derechos y, también, los derechos de quienes estabamos con él en la direccién del Departamento de Ensefianza de Practica Juridica de nuestra Escuela de Derecho. Esto es muy importante, fijense que una actitud acomodaticia es la de decir: “no, yo no quiero tener problemas, yo me quedo tranquilo, yo mejor le repito al profesor lo que él dice, me aprendo sus tesis o apuntes y resuelvo mi problema’; es claro que tal conducta no va a producir ese hombre critico que debemos formar, ese hombre capaz de enfrentarse a la 18 arbitrariedad y a la injusticia que es, en gran parte, la vocacién del abogado. Se debe insistir en la idea de la justicia como practica cotidiana, en su busqueda constante, en formar conciencia de que cada vez que siento mis derechos irrespetados ejerzo los recursos que me da la ley; si la ley no da recursos expresos, entonces los creo, los invento para defender los derechos que me corresponden. Recordemos el “axioma’’ establecido al inicio de esta charla: el poder nunca cede si sobre él no hay presién. La presién no tiene que ser mediante la violencia, pero tampoco hay que temerle demasiado a la violencia; puede haber diversos medios de lucha perfectamente escalonados que lleven a lograr que nuestros derechos sean respetados. IV.—El estudiante tiene derecho de hacer preguntas y repreguntas, asi como a obtener las correspondientes respuestas. Este derecho se encuentra intimamente vinculado con la posibilidad de discutir, criticar y disentir. Este derecho a formular preguntas en muchos casos no se ejerce 0 es desconocido por el profesor con excusas: ‘‘no me interrumpa porque se me va el hilo de la exposicién’’, llegando a quienes afirman que en su clase no permiten preguntas o que las preguntas deben hacérselas a los libros. Estas extrafias conductas no son escasas en la Universidad. Nos preguntamos ,cémo puede formarse un pensamiento esencialmente dialéctico, como es el pensamiento juridico, en el cual es imprescindible el enfrentamiento de tesis, si se niega la posibilidad de hacer preguntas y repreguntas al profesor? 19 Por otra parte, se reconoce como una aportacién importante a la pedagogia la afirmacién de Paulo Freire: aprender es aprender a hacer preguntas. En la medida en que aprendo a hacer preguntas, a interrogar mi entorno, seré capaz de buscar y obtener las correspondientes respuestas; de esta forma habré aprendido a aprender. Por esto, una Escuela de Derecho donde la posibilidad de formular preguntas y repreguntas esté vedada o restringida, no estara cumpliendo su funcidn principal de formar verdaderos abogados; en ella la educacién juridica sera deficiente. Este derecho a preguntar y repreguntar, obteniendo las correspondientes respuestas, esta vinculado con la concepcion de la educacién como verdadero didlogo y no como mondlogo. La educacién debe ser una interaccién estudiante-profesor, partiendo de la idea de que el profesor ha sistematizado y profundizado sus conocimientos sobre el tema que expone, pero sin negar que a través de las preguntas y repreguntas de los estudiantes puedan verse otras aspectos, formularse nuevos planteamientos, hacerse criticas sobre las actuales verdades, las cuales pueden dejar de serlo por la via del cuestionamiento y de la interrogacién. La educacién como didlogo entiende que éste se realiza entre quienes estén preocupados por la busqueda de la verdad, aceptando que toda verdad es transitoria, es verdad por un tiempo, de aqui la necesidad de su permanente ratificacién o negacién. Recordemos que por la relatividad del conocimiento, la ciencia se basa en el principio de la refutabilidad: antes que afirmaciones definitivas debemos hablar de posibilidades mientras avanzamos en el proceso 20 constante de conocer. El Derecho no constituye una excepcion a estas ideas generales sobre el conocimiento cientifico. En el campo juridico lo dicho tiene plena aceptacién. Toda tesis juridica origina una tesis opuesta: esto lo vemos claramente en los procesos. Esto explica por qué litigamos en los Tribunales si todos leemos las mismas leyes y en ellas estan resueltos todos los conflictos juridicos. Esta idea del enfrentamiento de tesis, de pensamiento dialéctico, nos lleva a sostener que no puede formarse la mente del abogado, con su especial entrenamiento para la controversia, si en el aula se niega la posibilidad de preguntar y repreguntar. Insisto en la idea de repreguntar, porque no es suficiente que al estudiante se le responda cualquier cosa para salir del paso; debe existir la repregunta que permita el control sobre la respuesta inicial, que haga nacer el didlogo y la posibilidad de argumentacién o disentimiento razonado de lo expuesto por el profesor, todo ello con el propésito comin de buscar la verdad. V.—El estudiante tiene derecho a investigar y a que los resultados de esta actividad sean compartidos con el grupo en que él participa. Se trata de adquirir habilidades para encontrar los conocimientos, para acercarse a la verdad y compartirla con sus compafieros y con el profesor. Esta forma de trabajo fortalece la idea de aprender a hacer preguntas, estimula el trabajo en grupos y reafirma la solidaridad, que es un importante valor indicado en la Ley de Universidades vigente. Este derecho se extiende no sdlo a que el estudiante 21 indague, investigue con la debida orientacién del profesor, sino también a que los resultados que obtenga, tanto individualmente como en grupos, sean valorados y conocidos por sus demas compafieros. El producto de sus busquedas constituye aporte para el enriquecimiento de los demas estudiantes, demostrandose que es posible encontrar la verdad con el propio esfuerzo, al mismo tiempo que se tiene la experiencia de aprender de los demas compafieros de estudios y no s6lo del profesor. En nuestra Escuela tenemos buenos ejemplos de esta modalidad de trabajo en algunos cursos de Practica Juridica, con resultados muy enriquecedores y gratificantes para quienes hemos participado en ellos. VI.—Derecho a conocer las fuentes del profesor. Este derecho constituye la aplicacion de las reglas basicas del trabajo cientifico. ,Cual es la fuente de mis afirmaciones? {De dénde obtengo lo que digo? {Qué obras estudio? 4Cual es la bibliografia que manejo? ,En qué me apoyo para dar tales opiniones? Puede tratarse de opiniones personales y en tal caso se debe tener la honestidad de sefialar que es una opinién personal, que yo la he elaborado y que esta fundamentada en los argumentos pertinentes, los cuales tengo escritos en tal obra 0 articulo, que los sostuve en tal juicio o que pueden verse en un documento que he consignado en la biblioteca de la Facultad. Entendemos que asi se ratifica el clima de sinceridad en las relaciones profesor-alumno, se evidencia el amor por la verdad y procuramos inmunizarnos contra la soberbia y el envanecimiento. Que nos sea facil responder a la normal 22 pregunta del estudiante jen qué libros estudia usted, profesor? Queremos que no siga siendo verdad el cuento de aquel profesor, oido el afio 1960 cuando nos incorporamos a la Escuela de Derecho en el primer afio de la carrera, quien daba sus clases por cierto libro que jamas mencionaba en sus clases para que no pudiéramos seguirlo; esta repeticion servil del texto se daba afio tras afio, impunemente. Esto no es educacion juridica, con tal practica se esté muy lejos de tener una posicion cientifica; dejamos de ser profesores si nos convertimos en fieles repetidores de cualquier texto, por muy buena que sea la calidad de éste. La exigencia de este derecho que tiene el estudiante a conocer las fuentes del profesor es una buena via para erradicar el vicio del apuntismo y de las tesis matraca asi como de esas sintesis de materias que cada vez se reducen mas, sin que se pueda saber de dénde salié aquel conjunto de verdades con disparates, del cual no aparece nadie responsabilizandose. Entiendo que el conocimiento de las fuentes del profesor no es mas que la aplicacion de elementales normas del trabajo cientifico: cuando se dice o se escribe algtin énunciado o criterio, cuando tomamos alguna posicién, expresamos nuestras fuentes, referimos la bibliografia y damos a conocer los libros que manejamos. Pienso que seria un ejercicio interesante conocer el catdélogo de la biblioteca de cada profesor o las fichas de los libros que ha manejado, esto porque entiendo que tal inventario nos revelaria en mucho lo que tenemos en nuestro pensamiento y las ideas que hemos formado sobre lo que ensefiamos o profesamos. 23 En esta cuestién de las fuentes del conocimiento del profesor, es interesante destacar: —que el profesor al referirse al pensamiento de un autor debe precisar la parte de su obra que él conoce, especialmente las rectificaciones que éste ha podido realizar a sus opiniones iniciales, para que no se presente una falsa imagen del autor que cumplié su funcién autocritica; —que el profesor muy parcializado hacia una corriente determinada omite la explicacién de aquellas que la contradicen o les da un tratamiento muy parco, negando asi lo que debe ser el espfritu cientifico del docente; — que el estudiante debe tener el derecho a no sujetarse al texto unico que pretenda imponer el profesor, exigiéndole que dé a conocer otras fuentes de conocimiento sobre la materia, impidiendo asi la dogmatizacién del saber. VH—El estudiante tiene derecho a la proteccion social y econémica. La Universidad esta en la obligacién de ofrecer proteccién socio-econdémica a los estudiantes que lo requieran. Todo estudiante tiene derecho a poseer condiciones socio-econdémicas que le permitan seguir sus estudios en forma satisfactoria. Este derecho esta consagrado especialmente en la vigente Ley de Universidades en su articulo 122, el cual es desconocido por algunas autoridades universitarias. El comedor universitario, los servicios de transporte, la asistencia médico-odontoldégica, las ayudas econémicas y otros medios de asistencia constituyen deberes de la Universidad con los estudiantes que requieren proteccidén socio- econémica. 24 Es necesario insistir en que se trata de derecho del estudiante que requiere de proteccion en tal area, esto porque en situaciones de crisis presupuestaria muchos piensan en reducir o eliminar tales rubros de egresos, olvidando que el pais vive una enorme situacién de injusticia social; muchos estudiantes $6lo tienen el acceso formal a la Universidad, pero si ésta no le ofrece condiciones minimas para su alimentacién, hospedaje, adquisicién de materiales de estudio y otras semejantes, les resultard imposible culminar sus estudios y capacitarse adecuadamente. Este es un importante deber del Estado venezolano que debe cumplir por medio de las Universidades; el desconocimiento de tan importante derecho estudiantil conduce a profundizar el proceso de discriminacion educativa que viene dandose en nuestras Universidades, observandose que los menos favorecidos econémicamente son cada vez mas escasos en la educacién superior. VII.—El estudiante tiene derecho al reconocimiento de su individualidad. Es necesario insistir en que nuestros estudiantes no constituyen una masa, ellos son seres humanos que tienen derecho a ser reconocidos en su individualidad. Son seres con diferencias personales que se les debe considerar. El estudiante tiene derecho a que se le oriente, a tener profesores consejeros, a que se les provea de tutores en su formacion. Dentro de este derecho que tiene el estudiante al reconocimiento de su individualidad, deseo destacar una cuestién curiosa: el derecho de acercarse al profesor. 25 Fijense que es muy original lo establecido por la Ley de Universidades: se debe propiciar el acercamiento entre profesores y estudiantes. En la experiencia diaria de nuestra Escuela de Derecho, jqué distantes somos a veces los profesores!, jqué lejos estan a veces nuestros estudiantes! En no pocos casos nos conformamos con dar una conferencia y marcharnos, sin ningun acercamiento a nuestros oyentes. La idea de propiciar el acercamiento entre profesores y estudiantes parte de la nocién de comunidad. No puede hablarse de comunidad si no hay comunicacién real entre sus miembros. Pienso que el profesor que no se vincula con sus estudiantes, que no propicia el acercamiento a ellos, no esta ejerciendo a cabalidad su funcion. Puede lucir extrafio, quizas, para algunos de ustedes que insista en este aspecto, pero estimo de especial importancia la cercania de ese hombre dotado de experiencia, de ese hombre capaz de orientar y de transmitir su pasion por la verdad y el bien que es el profesor. Muchos de nosotros y yo lo puedo decir con entera franqueza, hemos contado con la cercania de profesores que han ejercido gran influencia en nuestras vidas. La posibilidad de conversar con ese hombre 0 esa mujer cinco o diez minutos, de que nos oiga, de que nos formule una recomendacién, un consejo oportuno, es de extraordinaria importancia cuando somos estudiantes. Por supuesto que estoy hablando del profesor, no del dador de clases; hablo de quien no tiene el prejuicio de acercarse a los estudiantes, de oirles sus problemas, de orientarlos, de comprenderlos; hablo de quien no tiene el engreimiento de creerse demasiado sabio para perder su 26 tiempo en estas relaciones, recordando que quien se cree sabio, con el solo hecho de creerse esté demostrando que no lo es. La sabiduria supone humildad. Uno ve que sus maestros, quienes son en realidad sabios, son humildes y sienten placer de acercarse al estudiante. Bastaria con buscar en la historia de la pedagogia para darse cuenta como el propio origen de esta palabra indica vinculacion entre el profesor y el estudiante. No puede haber una buena educacion juridica, ni cualquier otra clase de educaci6n, sin una profunda relacién entre estudiantes y profesores. IX.—El estudiante tiene derecho a una evaluacién justa. Pienso que este derecho constituye un punto clave del problema pedagégico universitario. El principal elemento represivo en la relacién profesor-alumno es la evaluacién; el gran temor del estudiante es que lo pueden aplazar, esto explica su miedo de hacer preguntas, de disentir, de pedir que se le oiga, de pedir al profesor que revele sus fuentes y de exigir todos sus otros derechos. En la consideracién de una evaluaci6n justa se debe tener en cuenta que su objetivo es no solo aprobar o improbar, antes que esto se trata mas bien de identificar las deficiencias del proceso para producir los correctivos necesarios; por su intermedio el estudiante debe tomar conciencia de sus avances y logros asi como de sus deficiencias para hacer las rectificaciones que procedan. En la Universidad este fin diagnéstico y correctivo de la evaluacién parece no existir. Pensemos en nuestra Escuela de Derecho que se paraliza cuando se realizan los dos examenes parciales. Hasta el Centro de Estudiantes, tan 27 silencioso frente a tantas cosas graves que a diario ocurren, revive dias antes e inicia todo un proceso de consultas para la fijacién del calendario de examenes. El gran problema es el numero de dias entre los examenes; las demas cuestiones del proceso ensefianza-aprendizaje parecen no interesar, lo que mas importa es el tema de los examenes. Creemos imprescindible una discusién sincera sobre el problema de la evaluacién, es necesario que ella se reoriente y pierda su cardcter represivo para ser un verdadero instrumento pedagégico, una forma de revisar la marcha del proceso de formacion del estudiante para introducir correctivos pertinentes y lograr mejorarlo. La evaluacién debe ser integral, no sdlo debe evaluarse al estudiante sino también al profesor asi como también a la institucién; todos los elementos del proceso deben ser evaluados, solo asi se puede lograr un verdadero mejoramiento. Respecto a nuestras desviaciones surgen numerosas interrogantes: Qué se hace con aquellos profesores que afio tras afio tienen porcentajes de cincuenta, sesenta o mas alumnos aplazados? {Qué esta ocurriendo en esos cursos? ,Por qué no se investigan las causas de este fracaso pedagdgico? {No estara aplazado también este profesor y nadie se lo dice? En el otro extremo podemos sefialar el profesor que nunca tiene un alumno aplazado, a él le aprueban todos los alumnos, incluyendo a quienes no asisten a los exdmenes; tiene cien alumnos y todos aprueban sin ningtn problema. Estas cuestiones parecen no preocupar a las autoridades universitarias, por el contrario, en algunos casos hay elogios para ese aberrado pedagogo cuyos niveles de aprobacién son menores del cincuenta por ciento. En el quinto afio de la 28 carrera esta cuestion parece bastante critica, sin que hasta la fecha nada se haya hecho para corregir tales situaciones. Preocupa que los estudiantes hagan predicciones sobre si se graduaran o no, en vista de los profesores que les haya tocado. gCémo es que se permite la repeticién de tales hechos negativos? Las Catedras y los Departamentos tienen gran responsabilidad en que esto ocurra, al no establecerse lineamientos comunes de exigencias para la aprobacién de los cursantes en cada materia. Lo mas grave de la cuestion es la pasividad estudiantil. Se dan casos de formas evaluativas arbitrarias, humillantes e irrespetuosas para los estudiantes. Muchas veces los afectados comentan tales situaciones con risa, sin indignarse. Estas situaciones vejatorias no pueden tolerarse. Uno no puede reirse cuando lo estan atrepellando, cuando le estan violando sus derechos. Lo mds inquietante es preguntarse {como puede ser alguien abogado y tomar la defensa de los derechos de otro si todavia no se es capaz de hacerse respetar como ser humano y defender los derechos propios? Recordemos lo dicho al comienzo de esta charla, si la justicia no es una practica cotidiana para el estudiante, su formacion profesional esta menguada, él sera un abogado a medias. La justicia debe ser el ingrediente permanente de nuestra fase de formacién para hacerla practica diaria en nuestra actividad profesional. Quiero referir un caso que nos tocé vivir de cerca. Un compafiero estudiante fue objeto de una arbitrariedad por parte de un profesor que se niega a conceder segunda oportunidad para el examen parcial. Este profesor incumple el Reglamento de Evaluacién y sélo concede una 29 oportunidad. Ante tan ilegal conducta se recurrié al Consejo de Escuela, habiéndose ordenado la realizacion del examen. El proceso fue largo y doloroso porque los Ilamados a cumplir la ley en nuestra Escuela de Derecho no siempre estan dispuestos a hacerlo. Lo curioso fue oir de muchos que para qué recurrir, que lo aplazarian, que era mejor no disgustar al profesor, que reparara la materia, que otros no habian logrado que este profesor hiciera un nuevo examen. Parecia existir un ambiente propicio al desconocimiento de los derechos de este estudiante. Su terquedad e insistencia lograron vencer, gradudndose el afio pasado. Este amigo estudiante nos dejo una buena leccién, nos demostré que no debemos rendirnos ante la arbitrariedad y el capricho. A mi me agrada que estén oyendo estas palabras los alumnos de primer afio de nuestra Escuela, quienes se inician en el estudio de la abogacia, por la esperanza que tengo en ellos. Quienes damos clases en primer afio sabemos la importancia de sembrar estas nociones de los derechos y de la necesidad de hacerlos respetar. Que tomen conocimiento de la realidad de la Escuela y de la necesidad de cambiarla. Ella no va a modificarse sélo porque lo digamos nosotros aqui, pero se mejorara y superar, en la medida en que sus alumnos tomen conciencia de los derechos y deberes que les corresponden. Confiamos en un renacer de la Escuela en la medida en que estas cosas puedan plantearse y discutirse abiertamente. Confiamos en quienes se inician en el estudio de lo juridico para fortalecer el frente de lucha por un mejor abogado. La causa es hermosa y participando en ella cada uno podra desarrollar su capacidad para ser abogado de buenas causas. 30 X.—El estudiante tiene derecho a una justicia universitaria bien administrada, La Universidad tiene un régimen disciplinario interno para los estudiantes; este régimen es poco conocido por ellos. Para que la justicia sea, como lo hemos expresado, practica cotidiana del estudiante es necesario que el régimen disciplinario se aplique con estrecho sometimiento a las normas que lo prevén. El sacar un estudiante de clase, el suspenderlo de un examen, el aplicar una sancién de expulsién por poco o por mucho tiempo, todo ello debe llevarse mediante un procedimiento juridicamente establecido. Ademds de una sancién para el infractor, la situacién debe convertirse en una forma de ensefiar con la experiencia del caso. Al afectado se le deben conceder todos sus derechos de defensa asi como los recursos del caso; él debe obtener asesoramiento técnico para su defensa, debe contar con todas las facilidades necesarias. Pensemos en las ensefianzas que pueden lograrse si el afectado cuenta con la asistencia de un abogado para la defensa de su caso. Yo planteo ante ustedes la necesidad de que existan en la Universidad Procuradores Estudiantiles, es decir, abogados que defiendan a los estudiantes en la aplicacién del régimen disciplinario de la institucién. Si creemos en la justicia y partimos de la idea de que para alcanzarla es necesario que cada parte presente sus pruebas y alegatos como colaboracién para que el érgano jurisdiccional tome una decisién justa, es imprescindible la presencia del abogado para el asesoramiento del estudiante. Hay una evidente disparidad en este campo que debe corregirse. Nos resulta incongruente con la idea de justicia bien administrada la ausencia de asesoramiento técnico para el estudiante afectado por una medida disciplinaria. La figura del Procurador Estudiantil debe implantarse para quienes no tienen posibilidad de obtener asistencia profesional privada. Es esta otra manera de sensibilizarnos con la justicia como practica de todos los dias. De esta forma dejo planteados diez derechos que considero basicos para el estudiante en su condicién de tal. He querido presentar un bosquejo de sistematizacién de tales derechos con el objeto de que sea material para discutir profesores y estudiantes. Pienso que es importante esta discusién en nuestra Escuela y que podria ser un valioso aporte que hiciéramos al resto de la Universidad. Que pudiéramos presentar a la comunidad universitaria una Carta de los Derechos Estudiantiles, surgida de nuestras discusiones en la Escuela de Derecho. Asi dejo estas ideas para la consideracién de ustedes y estoy a su disposicién para las preguntas que quieran hacer. Muchas gracias por escucharme. Impreso por FEDUPEL Fondo Editorial de la Universidad Pedagogica Experimental Libertador Noviembre 2007 4a. reimpresion ©Copyright 2004 Consejo Nacional de Universidades Oficina de Planificacién del Sector Universitario No. de ejemplares: 5.000 Noviembre 2007 ISBN 980-12-0435-4 Depésito Legal |f.88020043783317 PUBLICACIONES DEL AUTOR @ La focalizacién de la sociedad anénima mediante comisarios en el derecho venezolano Laconstitucion de sociedades anénimas en forma simultanea Laimpugnacion de las decisiones de la asamblea en la sociedad anonima Las costas procesales y los honorarios profesionales de abogados en el nuevo Cédigo de Procedimiento Civil Deontologia profesional y derecho de familia Los derechos del estudiante universitario Abogacia, democracia y universidad (Un discurso y once notas) oa El razonamiento juridico en el proceso Topicos de moral profesional para abogados y tributaristas *47¢+ 46846 @ Las costas procesales. Sus regulaciones fundamentales en la Jurisprudencia de la Sala de Casacidn Civil La duracion de la sociedad anénima. Prorroga y reactivacion La motivacion de la sentencia El abuso de la personalidad juridica en la sociedad anonima La argumentacion juridica La interpretaci6n judicial oe eo @

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