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ANTONIO AMADO LA PERSONA | EL USO COTIDIANO DE LA PALABRA “PERSONA” En el lenguaje cotidiano usamos indistintamente los términos “hom- “hombre” puede ser usado universal- mente, abarcando a “hombres y mu- jeres” 0, restringidamente, como si- 0 de “varén” y contrapuesto a ”, parece que la palabra “per- sona” puede en un cierto contexto referirse a unos y otros (por ejemplo, cuando el término “hombre” pudiera entenderse como referido a “varén")s asi, se podea decir“las personas" o “los hombres y las mujeres”, La presente exposicién sobre la persona seria de este modo un dis- curso sobre aquellos aspectos cormu- nes que se pueden afirm: hombres y las mujeres y que, preci mente porque se quieren significar de ambos, no decimos que pertenecen a os “hombres” en el sentido restrin- de adit, CUsirO YVvESTIOO. gido de dicho término. Un ejemplo perteneciente a oro émbi- co puede reafirmar “espotos"sy aa por ejemplo, en un con- texto determi mi con novios y esposes patticipando en un Asi como el término pareja es més u el sérmino persona puede ser més universal que hombre y esa vaguedad es usado en algunas ocasiones. “Hombre” 0 ‘mujec” especificasian y determinarfan el concepto genérico “persona”, ambiguo para ambos, pero que nos permitiria un ahorro de palabras o seria un recurso estilistico para evitar re- peticiones y embellecer un escrito 0 discurso. Ahora bien, no todas las parejas son matrimonios y parece que, aunque todos los matsimonios sean parejas, al denomi- narlos como tales no significamos lo propio de ellos en cuanto esposos. Decir que son felices porque estin juntos no es lo mis~ mo que significar su felicidad en tanto casados. De la misma ‘manera, aunque todos los hombres sean personas, no todas las personas son necesariamente hombres ni los hombres son ne~ cesariamente personas humanas. Efectivamente, persona pue- de decirse de hombre materialmente, pero la razén propia dé persona no es idéatiea a la razén propia de hombre: y verdad que “la persona esté llamada al don de si” y que comiin- mente no habria reparos en decir igualmente que “el hombre esté llamado al don de si”, tomando persona por hombre en lo material, sin embarg -a de manera distinta esta de Ademés, debe advertirse cuidadosamente otro aspect. “Pareja”, de alguna manera, confunde lo propio de los a versal que matrimo- 4 Larersona © material frente a deterininaciones particulares espe que, en cierta forma, limitan aquella confusion. “Persona”, aunque por raz6n de su uso cotidiano podria parecer que se la en una relacidn semejante, permite sin embargo atender 2 otra dimensién, segin Ia cual toda determinacién Is imperfec respecto a persona Por tanto, la presente exposicién s he la persona slo materialmente se refiere al hombre y-ala pofquie én ete caso Ta determina imperfecciona; es decir, lo que afirmeimos mujer en cuanto personas se encontraré en ellos de manera limitada precisamente porque son varén y mujer. Pero in- tentemos aclarar el concepto de persona para derramar luz sobre lo ya expuesto. Il PALABRAS Y CONCEPTOS Hablamos significativamente cuando expresamos lo que entendemos, “Las palabras dice Santo Tomas son signos de los conceptos y los conceptos son representaciones de las cosas, de tal manera que las palabras se refieren a las cosas mediante laconcepcidn del entendimiento”®. Las palabras usadas en nues- tro lenguaje humano son signos convencionales pars referirnos a lo constituido por el entendimiento al entender las cosas, en Jo que puede inteligiblemente alcanzarse de ellas. No hay in- conveniente, por sruna dimeneidn de Si abla ee ipo de set constituide como tal por una naturaleza 0 ue especiicay contrae aque se. Cuando de nn’ no estamos refriendance & un género deente, porque ralezas 0 esencas, sno del ser mismo. Santo Toms, Summa Theologiae |g. 13 ar. 1 inc 6 AMOR, CUERPO Y VESTIDO expresada mediante signos distintos en diferentes lenguas o que, en una misma Jengua, se use un término alcanzado con el pro- sito de significar una determinada razén formal para deno- minar materialmente aquello de Jo que precisamente es razén formal. Las dificultades aparecen, en este segundo caso, cuan- do por ese uso material vamos vaciando la razon formal o, cuan- do queriendo significar lo formal, usamos cualquier otro tér- mino que sirva para la denominacién material, Un ejemplo puede ilustrar fo que queremos decir. Lo for- mal de un cuchillo es el filo, en tanto que el acero 0 el hierto se comportan como material. Si el cuchillo pierde el filo ya no es propiamente cuchillo y, asi, no es cuchillo “aquel” que de algun modo tiene que ser afilado; al decir “aquel”, estoy hablando materialmente del cuchillo y no de lo que es formaimente tal’, Toda afirmacién “formal” sobre el cuchillo debe convenirle al filo, en tanto que toda afirmacién “material” del cuchillo no ¢ne por qué darse en el filo. Si es cuchitllo por el filo, el cuchi- lo corta porque el filo corta, pero'si es cuchillo por el hierro! éste no vorta por ser hierro, sino por estar afilado, En ese mis- ‘mo sentido, si digo “Juan es libre por ser hombre”, no digo lo mismo que “Juan es libre por ser persona’, pues no es libre e! hombre sino en tanto es persona, pero la persona no es libre por ser hombre, sino que més bien, la persona humana, por ser tal, es libre de una determinada manera, E] término persona tiene una larga historia en el lenguaje de los hombres. En Grecia, significaba la mascara de los acto~ res teatrales; posteriormente parece que se us6 para nombrar a Jos personajes mismos que aparecfan representados en aquellas mascaras y, como tales personajes eran destacados, el término “persona” se usé también en el sentido de “personalidad”. Si bien hay discusiones sobre la evolucién del término, parece que ‘gracias al cristianismo se abre en Ja cultura humana la radical + Los nitos pequefice, tendiende alo propic zn jugar con cuchillos 20 admiten los “cue chills sin cuchill, eLcorta, cuando los de plistica’, pues no son ca 16 La Persona posibilidad de pensar en el hombre de una manera totalmente novedosa®. Consiguientemente, el término “persona” s6lo materialmen- te dice lo mismo que el término “hombre” en las personas hu- manas. Al decir “hombre” se significa una naturaleza convin a todos los hombres y que puede encontrarse en cada uno de ellos. Al llamar “personas” alos seres humanos, si bien se puede materialmente significar lo mismo que al denominarlos “hom bres”, formalmente no expresamos un concepto comin 2 todos ellos, sino que venimos a expresar lo tinico y singular de cada uno. El término “persona”, en su significacién formal, viene a manifestar aquello que es irreductible en los seres racionales, lo que no se puede poner en comin con otto, lo unico y singular cen todos fos que tienen ser en la naturaleza racional. El térmi- no “persona” no es el concepto de una naturaleza universal que se pueda encontrar multiplicada en muchos individuos, sino gue se refiere al ser irrepetible de cada uno de los entes racio- ales, Es decir, “persona” no apunta a fo comtin de los entes racionales, sino que significa directamente la subsistencia sin- gular de cada uno de ellos en cuanto subsistencia singular’, De hecho, ecistianismo no sao va initiren el s singularidad, sino también on la poribildad de una ‘elacin percnal’ con Dice gues Uno Tino. Aunque el témino persona no aparece en a Sapeads Eset tar, la Formulacién dl dogma hizo necesario que desde ios primero sila, se acer aes teeming para expres la fe en in'Trinidad y Ia Enenenaci, El Gjeccio de elaborain del dogma debi acu pa es ere coneeptoe Ja peviamenteentendidos por los hombres y expresades en ou lenguae. La ten Gencia nestriana presente cn el concilio de Calcedonie intent sar el tetnting “persona” mantentead la ambigedad que econdia su orgen ya entender aqueen Jesuit hay una oa persona en el sentido de que son “dos que ata om un dnico peronaj"- La de aa seal que en Cristo “hay una soa pecsonaehipostasi no persona” en la ines de expresaz lo singel racdonalsy subsistentes. . © Como ess subsistencia singular viene denominada o signiticada indetermi salament, de la comunidad del nombre se puede pensar que se sigue ie ‘nivenaldad de naturaleza. Sin embargo, deberos remover esa posible conf Son si queremnos entender el ente personal en cuanto tal." Alga hombre’ sg- de cada persona en si 7 AMOR CUERFO Y VESTIOO ES GRAN DIGNIDAD SUBSISTIR EN LA NATURALEZA RACIONAL El nombre “persona” expresa dignidad, perfeccién yes usado para significar lo perfecto en todo el universo, lo singular sub- sistente en la naturaleza racional, Al denominar “persona” a un ente, estamos usando un término andlogo en el que expresa~ mos que es lo mas perfecto que existe’. La raiz de toda perfec- cign se encuentra en_Ja perfeccién del ser. Por lo tanto, la per- sona es aquel ser que ~por la perfeccién de su ser—es superior a todo génezo de entes en el universo y, consiguientemente, tini- co ¢ irrepetible. Debemos considerar, entonces, la perfeccién de este ser para dar razén de aquella singularidad. Los entes no personales se distinguen también los unos de los otros por su naturaleza especifica. Un arbol no es un caballo y éste no es un mineral. Esta distincién se da en razén de dife- especificantes que contraen al sex. Ahora bien, entre seres que poseen una misma naturaleza especifica se pue-~ de encontrar también distincién por principios accidentales y, asi, “este caballo” no es “aquel otro caballo’. Sin embargo, to- das las notas individuantes entre los seres que comparten la naturaleza especifica requieren de la cantidad y es posible en virtud de la materia; no hay multiplicidad entre los individuos deuna misma especie sino en virtud de unas dimensiones titativas que posibilitan la multiplicacién numérica. La persona no se constituye en la Iinea de la especificacién, contraccién del ser. El ente personal no es un género de ente, ‘an- fe atropine mad cxinir que compere a ls sngulares; pero este nombre pesond noes impuesto ar igi el individuo por parte del natualeza, sino para significa unt idl nie latina Tomy ems Trl 99 Sia un hombre lo denominamos “persona” no qh de ‘ i so queremos det que singular= mente ea lente nd perfecto peo eu dignidade fl que puede er denomina- do sein el po de perfec que es mits en elunivrso angus en él ae snciente de modo participa, 8 Habel diferencias de color, tamafio, figura, etc 18 LaPerona como sustancia, cantidad o cualidad; ni es tampoco una especie de sustancia, como equino, roble u hombre. No se es persona por tener cualidades 0 caracteristicas determinantes de la per~ feccidn del ser. Y, por otra parte, la singularidad del ser perso~ nal no se encuentra tampoco en la linea de lo que posibilita ta ‘multiplicidad de individuos en una misma especie (eft nota 6). La singularidad e irrepetibilidad en el ente personal se da en la misma medida que su ser no estd determinado por pring pios especificantes? y, precisamente por esa independencia con respecto a tiles principios que fundan la comunidad especifica, ‘puede darse en el ente personal la posesién de sus propios ac~ ‘os: “Pero de un modo més especial y perfecto se encuentra lo particular ¢ individual en las substancias racionales que tienen dominio de sus actos”; porque se es tinico, pero no en Ia linea de las caracterfsticas individuantes, sino en Ja de la no determi- nacién especifica, podemos tener libertad. Subsistir en la natu raleza racional, es tener ser en una naturaleza que no contrae al ser (esse) hasta hundirlo en la pura potencialidad de la materia, alejandolo de la unidad por raz6n del movimiento”, IV_LIBERTAD E INCOMUNICABILIDAD EN EL SER PERSONAL ‘Al contraer !a razén de persona a “persona humana”, no determinamos tn concepto genérico y confuso, sino que reba~ jamos la perfecci6n de persona en cuanto tal. No es la naturale~ ‘za humana, aquella que nombramos con la palabra “hombre”, Ja tazén de que seamos personas, sino més bien la causa de que en nosotros no se encuentre la razén de persona segiin toda st. pesfeccidn. Los actos personales, dada Ja distineién entre per > Mis si Angel y éte lo es mucho mis que el hombre, © Santo Tomis, 1g. 29 att. Line 11 Bila mama medida en que la naturaleze o esencia coarea al ser (ess), imposi- ‘dad actual de aquel y lo hunde en la potencialidad de la materia, bila la 19 AMOR, CUERPO Y VESTION sona y naturaleza, no pueden consiguientemente reducirse a las inclinaciones especificas de la naturaleza, sino que son pro- 10s y tinicos en cada uno de los entes personales. Los actos personales, en cuanto tales, son inexplicables desde las deter- ‘iones especificas de la naturaleza, La naturaleza da razon e1 ”, Ser actos persona- node ie pean sno del modo de ser de los actos persona- ‘La comprensién metafisica de la dignidad del ser personal exige pensar inseparablemente la_Jibertad_y la incomunicabilidad. La persona es el sul to en fa naturaleza racional"y le corresponde, consiguientemente, la comunicabilidad propia de todo supuesto', es decir, ni es es asumible, ni es predicable de varios individuos, La bilidad de la persona, fundada en la perfeccion de mi que los dctos de ésta puedan ser “suyos” de un modo peculiar y, en cuanto tales, no realizables por otra perso- nna, Los actos de los animales, de dos gatos, por cjemplo, aun naturaleza’® y, por consiguiente, son de alguna ma- nera intercambiables, Los actos de fa persona humana, como reducir en cuanto actos personales a las inc | (ones especificas de Ia naturaleza, son totalmente incomu- nicables, son de cada persona con toda propiedad y, en conse- res, es deci, originados desde su propia interiori- | “za se conereta, mide o determina el ver perto- Yas Hamam sue” (Sano Te iendonos 2 aquelloen que convienen se tk, Sumer Theol Al denomir es 20 LaPersona dad teniendo el ser personal completa posesién de aquello que ong Para poder explicar este dominio 0 posesis actos debemos pensar, sin embargo, en la dim rioridad y autopresencia que debe darse en el ser personal actos personales no podrian ser libres si el ser personal no se poseyera ontoldgicamente, es decir, si segin su ser no fuera para sf mismo presente, Santo Tomas es muy éxplicito en sefia~ Jar que aquella autopfesencia del ser personal no es otra cosa que subsistir, y que esta subsistencia autopresente se daenla medida de la'no tnmersign en Ja materia Cada uno de los hombres es distinto ¢, incluso a nivel sen~ { sitivo, se reconocen sus peculiaridades. Es distinto el color de el tamaio, las huellas dactilares y el cddigo genético. Sin embargo, el conjunto de todos esos elementos que nos Ha- car el ca- igulares en una Ciorta linea € incapaz de ex cen eter original de cada uno de los aétos personales y libres. se redujeran a aquellos elementos individuantes en la linea de la naturaleza, nunca se podria decir que son libres, es decir, originados desde la persona con domi- rio sobre sus propios actos"; to fa explicar desde la icidn genética, las influencias ambientales, la educacin Por otra parte, se podré estudiar el modo de determinar ciertas conductas operando sobre la misma natura- actos de la persona huimana, sin embargo, son libres porque se originan en un ente que tiene autopresencia de mismo en.rizén de sil idependencia dé fa materia. Los e mentos individuantes s6lo dan el modo de aquel acto libre, materia sobre la que el espiritu hard surgir libremente lo que desde si mismo determine en posesién consigo mismo. insta han queride reduc todos nves- Se ha llegado a Conecbir que, en la medida en que conezcamos més al hombre mediante las ‘Sencias expesimentales,se pods determinar con ms exact lo que ea aparentementeelegict a AMOR, CUERPOY VESTIDO. V_ PERSONA Y VIDA INTIMA, Si hemos insistido en este caricter singular y de unidad intima del ser personal, ha sido para enraizar en esta unidad la vida propia de cada persona. “Vivir es ser para los vivientes”, sefialaba Aristételes, y segiin la perfeccién en el ser encontra~ mos grados en la perfeccién de la vida. El ente personal vive de tal modo que puede expresar dentro de si conceptos desde los que orientaré libremente su existencia. La posibilidad de de~ terminar en razn de lo concebido su propia vida, hace que los hombres tengan vida intima y, consiguientemente, biografia, La vida singular, propia, irrepetible de cada uno de noso- 103, no se puede investigar desde el horizonte de la cienciay por casecer de los caracteres de universalidad y nécésidad. Po- demos desde la biologia explicar el crecirtiento dé Napaledn, pero no su decisién de ser emperador, Sin embargo, para los hombres, es siempre més interesante la biografia de nuestros amigos que aquellos elementos especificos de su naturaleza alcanzables por una ciencia en la linea de lo esencial;y aquellos elementos constitutivos de la biograffa aparecen en ia linea de Ja perfeccién del ser. Sin embargo, aquello irrepetible y propio de la vida de cada persona, lo que pertenece a cada uno segiin su propio Sef, st vida, es inalcanzable si él mismo né la comunica, En la medida que el viviente personal ticiie interioridad, es Capuz de expresar dentro de si mismo aquello por lo que vive y contarselo a otros, ponerlo én comunién Con los demés. Sélo los vivigntes peiso- nales pueden tener vida social porque sélo a ellos les corres- ponde tener vida intima. Gracias a esta vida intima, puede el fiviente petsbrial entrar en relacidn de amistad con otros seres personales y puede orientar su propia existencia a la conviven- Gia con otros seres personales. La vida intima hace posible, consiguientemente, la donacién a los demés; es ésta, propia~ mente, la vida que debe ser donada. ‘Al fundar la dignidad de cada persona en la linea de la perfeccion del ser y no en sazén de la naturaleza especifica he~ 22 ta Persona mos podido comprender Ia substancialidad det ser personal como raiz, de la autoconciencia y de la libertad. Toda perfec- cin, sin embargo, se comunica. La perfeccién del ser personal no sélo le constituye en duefio de si mismo, sino que permite lz entrega de ismo a los dems. La interioridad no repliega al viviente personal hacia si mismo, sino que permite que sea él—~ mismo quien se abre con la totalidad de su ser a los demés. Sélo en raz6n de la interioridad es posible Iz dona interioridad no es otra cosa que el mismo ser personal en su unidad subsistente. El cardcter tnico, singular ¢ irrepetible de cada ser perso- nal hace de cada persona lo més digno de ser amado en el uni- | verso, La persona dice razén de bien honesto, es valiosa por sf misma, yen cuanto tal no es “itil”. Todo en el universo se orde- | ra ala persona, y la persona es fin en sf misma. Esto guiere | decir que la perfeccién de la persona humana sdlo se dara en la | iiea de la apertura a otro ente personal y no en la linea de facién o incluso dominio hacia entes no personales. Las cosas pueden ser dominadas, la persona, por su razén propia | no es término de dominio, sino de amor de amistad. Ahora bien, de la misma manera que es término de amor de amistad’ | la persona es también lo mas verdadero en el universo, y por consiguiénte lo mas digno de ser objeto de contemplacién. La idad, mis interesante que las consideraciones de todas las iencias y artes. \ 23

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