Está en la página 1de 1

LOS SALMOS: Una ventana al corazn de Cristo

b.

2.

Leccin N3 - 4

Dios no slo ve a los suyos (v.18), mira a todos los habitantes de la tierra (v.14), porque se
interesa en todos. Entiende los motivos y los sentimientos de su corazn porque l los hizo
(v.15), (Breneman, Pg.150).

Su promesa para el futuro, vv.16-19


v.16
v.17
v.18
v.19

El rey no se salva por la multitud del ejrcito, ni escapa el valiente por la mucha fuerza.
Vano para salvarse es el caballo; la grandeza de su fuerza a nadie podr librar.
He aqu el ojo de Jehov sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia,
Para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempo de hambre.

a.

Tomando en consideracin los vv.16-17 ...no importa cun grande es el podero del
armamento blico humano, el poder de Dios es infinitamente superior y encamina los
resultados segn sus propsitos. Todo el podero militar cae bajo la soberana de Dios. El
lenguaje del v.16 hace eco otra vez de xodo 15 y Jueces 5", (Breneman, Pg.151).

b.

Los vv.18-19 vuelven a la providencia de Dios sobre su propio pueblo. Si la omnisciencia


de Dios garantiza sus juicios justos en los vv.13-15, aqu garantiza su cuidado de los
justos...Dios cuida a los suyos; es la promesa y es la experiencia de los creyentes,
(Breneman, Pg.151).

Esperamos en ti, vv.20-22


v.20 Nuestra alma espera a Jehov; nuestra ayuda y nuestro escudo es l.
v.21 Por tanto, en l se alegrar nuestro corazn, porque en su santo nombre hemos confiado.
v.22 Sea tu misericordia, oh Jehov, sobre nosotros, segn esperamos en ti.

1.

Ya vimos que el culto a Dios tiene el aspecto de jbilo (vv.1-3).


a.
b.

2.

Ahora al final del salmo se nos muestra que el jbilo no es el nico modo de culto (Kidner,
Pg.136).
La adoracin tambin se realiza por el creyente en privado mediante la alegra en su corazn
y la confianza que pone en Dios.

La introduccin mostraba un coro cantando alabanzas; la conclusin del


Salmo muestra la profunda fe de los adoradores. El cntico de alabanza llega a ser
la oracin de fe. El salmista est seguro de la respuesta de Dios a esta confianza..., (Breneman,
Pgs.151-152).

Conclusin
El creyente, reflexionando sobre la majestad de la creacin de Dios, debe alabarle con frescor,
habilidad y entusiasmo (v.3). El incrdulo debe ser movido al temor a Dios (v.8) para juntarse con el
pueblo de Dios en la misma alabanza y bendicin (v.12). El esfuerzo de los dems (los incrdulos)
terminar en vanidad (vv.10-11, 16-17).

Iglesia Bblica Bautista de Palmas Reales

También podría gustarte