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AVERY DULLES EL OFICIO DE LA TEOLOGIA Del simbolo al sistema ‘Traduccién: ROBERTO H. BERNET Herder Versi castllan de Roget H Bors de nck de ‘Ave Destin The Ca of Tres ro Pabst Company. New York 2001 Dis sb Cat Baba y MICA BAZ {© 20, The Crarad Publishing Company © 200 Heder Eri, arson ‘Cio egeron tear elec oe Fetoompisin gaa ‘norma: Base Depo ga 1238-2005, ‘ned in Spon Ison 8426421403 Herder ig catiog TELILAD Proven 3, GH005 Brel Tlefoo 73474 2626 Fax 952073488, ‘il entero com =p www herder-s.com Prilogo a le edicion inglesa ampliada INDICE INTRODUCCION Indicaciones para la lectura HActa Na TROLOGIA PosTeRTICA De la era prcritca ala postcrtica 1ascritica de la critica Las fuentes camo claves 7 Lavalidacin de los descubrimsientos Dela fea la comprensién TTEOLOGIA ¥ COMUNICACION SIMIBOLICA es estlos de teologia Teologia y comunicacién Teologia fundamental . Teologia prictica ‘Teologia sistemaica PROBLEMA DEL METODO: DEL ESCOLASTICISMO AOS DISTINTOS MODELOS Método escolistico : Limitaciones del escolsticismo Modelos en rofogt (Objecionesy replicas “TEOLOGIA FUNDAMENTAL ¥ DINAMICA DE CONVERSION. Dos conceptos de teologia fundamental La fe como conversin radical Influencia de la palabra y del estimonio 18 7 18 19 2 25 28 31 3 35 36 38 40 x7 37 2 66 c 70 2 7 Prfiiode ele Iai Improbabilidad ancecedente 2 El progeeso del pasado y las necesidaes presentes 185 5, LOS USOS DE LA ESCIITURA EN TEOLOGIA, Hates 11. LAMISION DOCENTE DE LA IGLESIA VLA LIERTAD ACADEMICA, 187 Ensefianza eatéica oficial sess 85 l ministerio docente de la Iglesia 187 Diee enfoques oo 87 Las tedlogos como maestros en la Iglesia a 189 Los valotes de la dversiad 105 Libertad académica en relacign a lateologia 192 6. La TRApICIGN como FUENE-TROLOGICA 10s 12, BL METODO EN THOLOGIA ECLMENICA 199 Trento: la insufciencia de a escritura 105 El métode en la teologia intereigioss 199 Catolicismo post-tridentino se 108 Elmétodo en teologiaecuménica 204 ‘Vaticano Il subjetividad y dinamismo MI Los argumentos ecuménicos y sus limites oan 210 Evaluacidn del Vaticano IL 7 Sugerencia de nuevas estrategias 222 Hacia un consenso catdico 2 13, TEOLOGIAYCULTO ..ceseeeeeeee 217 7. BL NAGISTERIO VEL DISENSO THOLOGICD 1s Bee ees y ania eee a Interaccién entre el magisterio y la teologia 12s Lex onandi Lex credendi 219 Cuatro categorias de declaraciones del magisterio 129 Influcacia del fe en las formas deculco « 224 El disenso y sus limes ae 132 La fev orandiy el desarrollo del dogma marian panes [Normas prudenciales para el magisterio 137 Implicaciones ecuménicas 27 8, Trotoata yrosorts 7 7 M1 14, METOD0 HISTORICO Y REALIDAD DE CRISTO . BI Resurgimiento del vomismo : : vee M1 El concepto de historia . 232 El Vaticano Tye escolastcismo. =. i 144 Primer enfoque: la historia contrala fe... vee BM Pluralismo postconeciliar “7 Sequndo enfoque:separacién entre hiscoria y fe Ste a34, ‘Méritos de la radicin filoséfica 149 Tercer enfoque: la historia coma fundamento dela fe 238 Laampliacién del didlogo : acer Cuarto enfoque’ los evangclios como historia interprecada, 240 9. TEOLOGIA ¥ CIENCIAS FSICAS 57 Procedenca de lo tests : 247 Blondel y su pensamiento sobre fey ciencia 157 El mensaje de Juan Pablo Il... 159) fakes de nombre y materas ... ca Inceraccin y didlogo : 163 Convergencia metodolégica 166 10, LA TEOLOGIA ACADEMICA AL SERVICIO DE LA IGLESIA . 7 Las universidades carlica y la Tglesia 17 Beneficios dela teologia acadeémica 176 Papel supervisor del magisterio 179 Contexto de pluralsmo eeligioso 182 AKedetpe Sather Haein Srogute Capiut segundo TEOLOGIA Y COMUNICACION SIMBOLICA, “TRES ESTILOS DE TOLOGIA En su inquietante libro The Nature of Doctrine,’ George Lindbeck consi- dera tes entilos de teologia: la propositivo-cognitva, la experiencial-expresiva y la cultural-ingiistica, Cada uno de estos esilos teoldgics tiene su propia vi- sin acerca de fa naturalera de la doctrina. Para el primero, las docttinas son pproposiciones acerca de realidades abjetivas; para el segundo, son sfmbolos que cexpresan sentimientosinteriores de los creyentes; para el tecero, son reglas au- ‘ortativas comuniearias de lenguaje y comportamiento. En la teologia catélico-romana pueden verficarse con facilidad los eres i= pos, En el escolasticismo, incluyendo el neoescolasticismo del pasado reciente, predomina el primer enfoque. La revelacién se entiende como doctsina divina, es decir, como un cuerpo doctrinal cuyo sentido informar la gente acerca de la naturaleza de la realidad tlkima, de modo que pueda dirige correctamente su vida hacia su lkimo fin, El contenido primario de este cuerpo doctrinal es Dios ‘mismo, trex personas en una nacutalera. En segundo término, la revelacién brinda informacion acerca de las realidades creadas en relacién a Dios y, en es- pecial acerca de Cristo, Dentro de la crstologla, el tema central es la constitu nesta eer visén, con la cual yo mismo me asoco, las eligiones ec raxetzan predominantemente por sus simbolos. La eligi cristiana es un conjuno de relaciones con Dios por intermedio de los simboloscristanos. Fs- {0s smbolosestn contenidos en la Biblia y en la eradicin viva de la comuni: dad cristian. Los simbolos no opera asada: se condicionan eluminan ue cuamente. El eristianismo, por tara wo puede reducise a un solo simbolo, Jnduido ct de Jesuerito. El simbolo de Cristo no funciona sino ene conexto del trasfondo del Antiguo Testamentoy de la respuesta de la comunidad cris naa Jess, tl como se ha conce fundamentalmente através del Nuevo Testa- mento, «Las descripcionesbiblicashiscas de Jess como Mesias, Hijo de Dios, Hijo del hombre, Hijo de David, Sefior, et para no mencionar, mis ob mente, las descripciones més meafricas como Luz del mundo, Buen Pastor, ‘Verdadra Vid otros semejantes, son frutos de la imaginacin tligiosa que se apoyan en materiales simblicos alos que se tiene aceso através de as raicio~ nes relgisas del anciguo Israel Fn el enfoque elesia-eansformador se considera como la materia prima tia dela que versa la reolog los acontecimientosy palabras simbicas de la esrzur, en especial de Jesucis- t0 como el smeditdoe y plenitude roda la revelacins” Un lugar prvilegiado para la aprehensn de esta materia temitica de a teologa sl eulto dela gle sia,en el cal e proclaman y «re-presentan los simbolos biblicosytadicions- les de una manera quc llama a una paricipacién activa (por lo menos, en ee piri el corazén) por parte de a comunidad que los celeb. La interaccién de simbolo en la comunidad cultal suscitay drige ls capacidadestcitas de cap tacién de los que realizan el culto de el modo que infunden una familardad personal con los msterios cristianos. Fl lenguse simb Glico del dscuso prima- fo religioso no debe dearse nunca de lado si se han de apreciarcorrectamente los dogmas y las formulaciones teldgicas de la fe cristina. Como ha dicho Geotfey Wainwrigh: Ia autocomunicacion salvifica de Dios através de 5. Avery Dalles, adel f Rvlaton, Garden City (Nur Yor): Doubleday, 1983, 136 6 id, The Communication of Fath endl Canes Washington DC National Catbolc Eduional Ascii, 1985, 6.7. 7. Conca Vaticano I, De Vrbum 2 (DH 4202) a Hof dese ‘sta comunién con Dios, entrada simbslicamente en la icugi, es paral sano el lugar primario del engusj eligioso. El lengua topic pertenec al segundo orden: sl lengusje dea teflexin sobre a experiencia primar. El en ‘gj del cut media la sustancia sobze la que reflesionan los edlogos sin esta substancia ol discurso teoldgico no tendria eferent* ste vercer enfogue de expacio como para formular mis de un concepto de teologla, mis de un modo de entender laf. Los excriores istics como Dionisio el Arcopagita y Juande la Cn favorecieron una «tcologtasimbslicn ‘ena que se estima la imaginacién para que evoque einvoque la presencia del ‘mundo espirital.” La purfcacén y tansformacin dl espritu humane atra- vés de la sumisidn al poder de los simbolos seve com alg esencial para alcan- zar la contemplacién, preocupacién primordial de esta tologia. Otros tipos mis académicos y menos contemplativos de teologia son también compatibles, ‘on el enfoque elesial-ransformador. La teologia universiadesy otras insiuciones de exis superiors a paride siglo xU no se involucra habituslmente en el discuso simbulico sino que rellciona mis bien en forma racional acerca de la fede la Iglesia, incluyendo en su reflexin la natualera ye significado dels simboloscistianos. a teologia ecesial-ransformadorase apoya, de un modo que puedo acep- tar personalmente,en una sure de realism simblico en el. que se considera aque la realidad posce una estructura simblica, Karl Rahner, entre otos, ha puesto una impresionanteontologia de simbolo que sr le base para algunas de las eflexiones quesiguen. El sostene que vl ente es por si mismo necesaria- mente simbélico porque necesariamente se vexpresi para hallar su propio ser! Por simbolor 0 wsimbolo ral, Rahner entiende la autoreaiacin, ‘que pertenece a a constitucién esencil, de un ente en otro! Esta ontologia del simbolo puede ilustrarse mediante una referencia a la ancropoogia eogica. Se considera qu a persona humana consist en un exp cu que se ealizaas mismo ene cuetpo con el que es dialécticamente unio. H cuerpo es, por as decislo, el s-mismo como oto. Noes un mero apéndice de un esti que tienes existencia propia sino la autoexpresin del epiicu en tua forma distinta de a propia Labi-nidad de cueqpoy espiritacarctria la ientifica» desarollada en Gacy Wainstight, Deal The Pra of 2 Yorks Onoed Universi res, 1980, 20-2 9. A propo de exe elo de clog wine Chars A. Bernat, Thole bulge Pars Tai 1978 espeineme 111-13, 10. Kar Rane, Para una teologia dl imbolo eid, Bert de Toi dae im de Justo Molina, Madde Tauri, 1963, 283.321, ce de 286 (e «Zt Theloge des Symbols, em Sorin sur Thro inde erie, 2754) 11 Op.cie 29, in Wop, Dacrine and Lif Nas Trey coma bie ‘oralidad de la vide humana. El esprit humano alcanza la propia mismidad y rmadurez.no a través de un repliegue respecto del cuerpo sino a través del de- sarrollo de sus pensamientos,actitudes y compromisos através del cuerpo. Serun ser humano es estar sociale hisvéricamente consituide, Como se- tes sociales, las personas humanas se realizan asi mismas através dela comu cacién corporal que es simbélica en la medida en que los gestos y acciones del cuerpo manifesta la ideas y los ideales de los individuos en el seno de la co- ‘munidad. Como sereshistéricos, las mujeres y los hombres alcanzan los benef- cos de a cultura hacienda propios los conocimientos obtenides porsus antepa- sados en cuanto tales conocimientos son tansmitidos en la herencia cultural La asimilacin de los simbolos sociales hist6ricos requiere la dsposicion de abrir- seals ideas y valores encatnados en esos simbolos. Idénticos principios se api can alla religién, que es un ejemplo de existenca sociale histérca. Los simbolos crstianos llaman a la apertura yexigen a la ver que posibilitan un cambio radi cal en as acttudes y comportamientos de los oyentes. Asi a revelacidn y la r= ddencidn son dos caras de una misma moneda, La fe no 6s un mero acto del inte lecto sino una transformacién de la persona entera en respuesta a ls ii «de Dios ransmitidas por la comunidad eeligiosa y su tadicion THOLOGIA ¥ COMUNICACION sos comentatios preliminares acerca del simbolo en relacién con la reve- lacidn y la doctrina tienen considerable imporcancia para a comprensién que se tendri acerca de la relacién entre comunicacién y tcologia, tema del presente capitulo, En el pasado, el objeto formal o la materia temitica de la teologia se identificaba habitualmente en funcidn de lo que Dios eso de lo que ha hecho, pero no en funcién de comunicacién, consideraca como un compart la vida consciente, Debe reconoverse a Kat] Rahner, ms que a ottos aurores, el haber redefinido el objeto formal de la teologia de una manera que aca a relucir la di- rmensién de la comunicacién.!? El tomismo clisico, sefala Rahner, considers {que el objeto formal de la teologia era «Dios en su divinidads (Deus sub ratione deizatis, pero tal definicién no era muy til para delinear el cacter vital, miste- Fioso ysalvifico de la revelacin, Segiin Rabner, la vision clisica es aceptable si encerrado en sf mismo -el objero estitico de cierto tipo de teolagia natural- sino precisamente en su aurocomu- nicacién. La preocupacién central de la teologia gira en torno a tres grandes Dios se entiende no como un Ser Necesa 1D, Ad, Toole A) «Naturlena dela Tools, nie lie), Seramentoe Mand 6 vol. Barcelo: Heder, 1972-1976, val 6, cl 330-546 (<< Theaogin, e Saee mentum man 5 vale, Fb de Brg: Heder, 1967-199, 4 cl 860874) Hof deat ‘misterios, que implican los tres la autocomunicacién divina. El primero de esos ‘misterios, a Trinidad, es la aurocomunicacién interior de la vida dvina dentro dela dvinidad. El segundo, a encarnacidn, emite ala autocomunicacién de palabra divina a una naturalezs humana parce. El vercer gran misterio es el través dela gracia ‘ren fa vida furura através de lo que se denomina la luz dela gloria, Esta divin zacién implica la autocomunicacién del Espiritu Sanco. Se podei objetar por supuesto, que la redefinicién que hace Rahner del ‘objeto formal dela teologia no es particularmente itil para lenar la brecha que separa teologia y comunicacin, en cuanto él se ext refiriendo, evidentemente, ala aurodonacidn inmediata de lo divino, y no alos medios externos por medio de los cuales se comunican los seres humanos. Pero en el momento en que se establece la relacién del concepto de aurocomunicacién desarollado por Rahner con su antropologiay con su doctrina del simbolo, tal coma sa ha ex- puesto mis arriba, las implicancias para myestro tema se hacen evidentes, La re- velacin de Dios, sies que ha de llegar a seres humanos como espfrtus encarna- dos, debe expresarse a través de simbolos tangibles sociales ¢ histéricamente transmitidos. Fn consecuencia, la aurocomunicacién divina tiene una dimen: sin social y simblica, No es mi intencin traar en este capitul la compleja cucstin de la pro pagacidn de la fe en el mundo modern, o los efeceos de los nuevos medios de comunicacién social pare las perspectivas del ristianisma.!* De acuerdo al plan del presente volumen, me concencraté en la dimensién de comunicacién inhe- rente ala teologia como reflexién metédica sobre la fe cistiana. He de sostenet que ala teologia le corresponde en todo momento acuparse de la comunica- dn, y especialmente de aquello que he denominado comunicacién simbélica dela divinizacin de ls personas humanas, sea en esta ¥ TEOLOGIA FUNDAMENTAL En ciertas dsciplina teolégicas, como la teologéa fundamental, la dimen- sin de la comunicacién ha sido reconocida ya hace largo tiempo, En el esolas- ticismo clisico, la revelacién, tema primario de esta distiplina, se entendia ‘como un tipo de comunicaci6n de Dios a sus criaturasinteligentes. Sogn esta ‘isin, la comunicacin dvina se producia por mediacién de palabras y secon 15. He edo en cea medida esas preguntas en osha por gmp, «The Church and Communications: Vaan I and Beyond hs Avery Dl. Te Raping of Co ‘holo San France Harper & Row, 1988, 110-13. Pas uaa ree dels igri au sobre lea vse Pal A. Soukup, Commun and They. Lode: Wort Asaciaton for Christan Cormmuniciion, 193, Trey snbice firmaba por medio de acciones signifcativas, Los tedlogos contemporineos de Ia esctelt ecesial-transformadorareafirmarian en general esta visi tradicional pero, como ya he indicado agregarian que todo acontecimiento de revelacién debe revestir un caricter simbélico. Sea en su otorgamiento original 0 en st transmisin por parte de la comunidad de fe, los signs reveladores deben evo- cat lo que se encuentra mis alli del espectro de la afirmacién explicta. De otro ‘modo, no podrian ser capaces de reconfigurartadicalmente las mente y as vi das de los que los reciben, Como portadores de la auracomunicacién de Dios, ‘estos signos exigen a conversin al mismo tiempo que tienen la capacidad de producirl, La revelacin es salvifica porque introduce ala persona en un mun- do de significado y de valor que el esfuerzo humano por si solo nunca pod desvelar nj alearaar." do signo o simbolo revelador puede denominarsc,en sentido genético, palabra de Dios. Como palabra tiene res dimensiones, en correspondencia con. las tres spersonase gramaticales." En su dimensidn de primera persona, la pala- bra ¢s un simbolo expresivo que manifiesta las ideas y acttudes anteriormente ‘ocultas del que habla, En su dimensin de segunda persona, a pafabra es discur: so dirigido a otro: invita a otros « escuchar ya prestaratencign, En su dimen= sin de cercera persona, la palabra posee un contenido: algo es comunicado por 1 que habla o esribe alos que escuchan 0 een, Sin estas tres dimensiones, una teologia de a revelacin seria incompleta, Dios, en su accién simblia, se ma- nifista as mismo como revelador: dl convoca lo eres hummanos a estar aten- tos y perceptvos y les transmit ideas y conocimientos de los que, de otro La eologfa fundamental ha tratado tradicionalmente la esriura y la ea dicién como fuentes 0, mejor dicho, como canaes de la revelacién. La sageada «scritura, come la autoexpresién simbdlica perenne del pueblo de Dios en la fase formativa de su historia, sigue siendo una fuente esencal para la Igkesia afin cde mantener la continuidad con sus origenessuscitados por Dios. Pero la Es (Queion diputte ),Febugo de Brisgve: Herder, 1957) Hef dr oie cin diacronica a tavés de la cual a revelacén, recibida en la fe, se perpetia ast ‘misma de generacién en generac, La escritura y la tradicidn aparecen en uns luz diferente segin el modelo de teologia que se cia. En a tcologéa propositiva neo-escolistica ea «estas fuentes uilizada como un arsenal de afirmaciones autoritativas para cl tificat y defender las enselanzas de la Iglesia. Del redlago se espera que apunta- Je la doctrina contemporinea oficial através de textos apropiados de demostra~ cidn comados de cada una ls fuentes. En a teologia experiencia, popular desde Ja década de 1960, la Esrieura y la wadicién se utilizan para brindar modelos 0 pparadigmas para la comunidad cristiana en cuanto ésta sigue reflexionando so- bre su experiencia actual. Alli donde la teologia propositiva acentuaha la estabi- lidad y la continuidad, la ccologiaexperiencialenfatiza la orginalidad y la inno- vacién, La emengente teologia eclesial-ransformadora adapta una posiciin intermedia. En su vision, la esritura y la eadicién expresan la fede la come ddad original y dan forma al mismo tiempo a la fe dela generaciones subsiguien: tes, Las dos fuentes», en combinacién,transmiten el mensaje no tancoa aves vuna de de afirmaciones explictas, como formando la imaginacign ylaafetividad de a comunidad cristiana. Los simbolos diblics y tradicionales brindan una con- ciencia ticita,vivida, de Dios, que se ha manifestado asi mismo desde antiguo. AA apropiarse de fos simbolos yal sinhabita» en su significado, los nuevos ere= yentes se cotnan capaces de aprehender la tealidad, por asi decilo, mediante los ojos de sus predecesores en la fe. La escrtura y la tadicién son inscrumentos ‘mediance los cuales Dios, que ha hablado desde antiguo, sigue dirigicndose ala ‘comunidad creyente en la actualidad.” TrOLOGIA PRACTICA Junco ala teologfa fundamental exist otra rama importante en la cual se hha reconocide hace largo tiempo el papel de la comunicacin: la teologia prcti- ‘a, que incluye la apologética, la misionologia y las especalzaciones pastoral, ‘Como es obvio, estas disciplnas ratan acerca de los modos en que se ha de pro pponer la fea fin de obtencr la comprensién y aceptacin de las diferentes au- diencias. aapologética,siendo algo disrinta que cl arte de suscitar la conversin, se ppreocupa de los sujetos humanos alos que se dirige la revelacin y de las condi- cones que pueden favorecer 0 impedie la acepeaciin del mensaje cristiano, La ‘ease Dri Vero y 21 (DH 4210s y 4228) He estate ema de acc y re elcin Made Relation, capl 12. Mis abo, ch kon capo 5 del present Uo, ‘cramina con mis deal lor wo dea xt ya aici og, Teg comin nas apologética neoescolistica tena gran preocupacién por brindar demostraciones cexplicitamente racionales de a verdad de la religién crstana, basadas en premi- sas filoséficas histrica, La teologia experiencial-expresiva colocé en Ingar de Ia apologética neoescolistica tna en la que el crstanismo se proponia como le simbolizacién més adecuada de la experiencia interior dela graca ev los ereyen- tes. En el estilo eclesial-cransformativo de teologia, la apologétca se concent cn la posibilidad de discernir la presencia redencora de Dios en la comunidad La misionologia, que sata acerca de a difusion del mensaje cristiano entre los pueblos en los que la Iglesia no se ha implantado todavia fiememente, ha to- ‘mado habieualmente un poco en cuenta las diferentes culturas y condiciones de fos diferentes pucblos, de modo que la predicaciin del evangelio puiese adap tase a sus respecivas necesidades y capacidades dando a es pueblos la posi lidad de responder de manera auténtica, La teologla misionera moderna reco roce en forma creciente que este esfuerzo de adapracién exige la partcipacién de los mismos pueblos evangelizados, ya que sélo ellos tienen la sens bilidad adecuada para las connotaciones de téeminos y simbolos en su propio ‘marco cultural. Andlogamente, reconoce la necesidad de que las estuctaras cl turales y simbslicas verndculas resulten transformadas por el impacto de los simboloscrstianos. La reologia pastoral iene que ver con el cuidado espiritual que se dspenss alos propios miembros dela Iglesia, Tambicn en este campo, la comunicacién csdecrcialimportanels, Bemard Lonergan siguiendo a Rainer ya otto pen- én afin de capacita alas per= sonas para ver la importancia del mensaje de Cristo en sus vidas y, asi, para constuir I Iglesia como una comunidad de fe y de testimonio. En este contex- ‘o, Lonergan remite a sus lectores a una oba sobre realogia pastoral en cinco voliimenes, escita por un equipo de gan, en dichos voliimenes el lector puede contemplar a reélogos trabajando so- bre la comunicacién, que él mismo describe en su propio sistema como la wocta- va especialzacién funcional El papa Juan XXIII, en su alocucién de apertura del Concio Vaticano I, Advis que un magisterio que procure ser predominantemente pastoral debe ‘estudiar y exponer la doctrina cristina de acuerdo a las formas literaias del Pensamiento modemo. Esto es obviamence esencial para una comunicacién ‘exicosa Pero la Iglesia, podrfamos agregar, nunca puede contentarse con asumir sadores,enfatiza la importancia de la comunica ores alemanes.* Segin afiema Loner- 1 Berand Lonergan, Métndeo ub, eadaccin de Gerad Remi, Slimane: Sigucme 1988, 1994. Sls (c Mesh i Theda, Nocea Yorks Hewder and Herder, 1964, 3850), hind cfirenin« Hendbch der Pastoral on, pot FX. Arnold th 5 Friburgo de Brsgvi: Herder, 1968-69, afi dee as y artistcas seculares predominantes. En las grandes épocas de laf, el crstianismo ha mostrado su capacidad para forjar nuevos estilo de arte arquitectura, musica y literatura, en cortespondencia con fa visin de la realidad que Dios le ha dado. ‘Ala luz de la tcorfacontemporinea de la comunicacién, estas disciplinas| teolgicas précticas estén experimentando un notable enriquecimiento. Se esti prestando mayor atencisn ala dimension ticita de la comunicacién. Aqui nue- vamente, el reconocimiento del carscter simbélico 0 evocativo de la revelacién puede ser de vital importancia. Los apologists, misioneras y tedlogos pastors les no pueden contentarse con establecer doctrinas por medio de pruchas fo males. Deben estar eentos alo que se esti comunicando en el plano subsidiseio « incluso en el plano subliminal a través de todo el modo de hablar y de actuar dela Iglesia Eltestimonio cristiano invita asus oyentes a adherir con plena libertad ala Iglesia como comunidad de fe y de amor.” Como sefala Bernhard Haring, el respeto por la verdad en abstracto noes suficiente, Tomando a Jesuctisto como cl patron y la rorma de la comunicacién, Hiring llama la atencién acerca de sla unidad inseparable de la veracdad incerior y de la comunicacién amorosa Emplear sin amor los hechos y la verdadesa medias destruye nuestra veracidad interior y pone en peligro la comunidad. La persona auténticamente verse rar la verdad de manera fia y calculadora la privarfa de coraasn y de alma».2? TROLOGIA SIsTEMATICA A pesar de que hace ya mucho que la importancia de la comunicacin ha sido reconocida como obviaen la teologia fundamental yen la ceologia prictca, no puede decrse lo mismo respecto de la teologia sstematica. En el escolasticis- imo catdlico y protestante, los teblogos sistematicos se han concentrado habi- ‘ualmente en I realidad objetiva de Dios y en los shechoss de la historia de sal- ‘vacién. Han qatado los aspectos fisicos y juridicos del pacado y de laredencién, de la eclesiologay de los sacramentos pero no han reflexionadlo con profundi- dad acerea de la naturaleza y eficacia de los simbolos. La teologia experiencia del pasado reciente ha recuperado un cierto aprecio por el simbolo pero sélo.en sus aspectossubjetivos y expresivos, Puede que la recuperacion de a dimensién 19. Vése Coco Vaticano I, Digit Humane y 10 20, Berard Hisng Libera fia en Cri adc de Abcardo Marines de Laps, 3.¢ Batsons: Hert, 1981-1983, «2 60 e Fre and Fil in Cn. Nara York Seabury/Cretoad, 1979, 2,40 kagome simbslica en la actual reologia cclesal-eransformadora sea capas de atrojar nue- value sobre muchas preguntas tricionales. En lo que sigue, formularésigunas “sugerencias que esti en evidente consonancia con las orientaciones tolégicas cde Karl Rahner. La ulterior investigacién y el perfeccionamiento de estas suge- rencias debe defarse alos especialistas en ls diferentes disciplinas en cuestin, Crisologia. Podemos comencar, convenientemente, por el misterio. de ist, gue ha sido desctito como sel perfecto "Comunicador”s2! Desde el mo- mento en que dl eel simbolo central de a religién crstiana, coda disciplina t= ‘olegica debe desarrollarse ala luz de Cristo y regresar constantemente al como 41st! norma, En las palabras de Rahner Si dsbier escribirse na teologla dela realidad simbica, la cristo come docttna de a Encarnacin del Logo, rndria que constitu, evdenteren- ‘eel capo central Y dicho capitulo no tendria que ser casi nada més que una cexdgesi de lo que reir Juan en el evagelio (14, 9) quien me veami, veal Pa- Aree. Agu no necestamos exponee detenidamente que el Logos es imagen, fel ‘rasunto, representaci, presencia y por cer len con toa la plenitud de la divinidad. Pozo send exo as, entcnde tambin la poposicén de que el Lo- g0shecho hotnbre esl simbolo absoluto de Digs en el mundo, leno desde luego en plenitud insuperable del simbolizado. Es decir: no so la presencia y revel «idm en el mundo de lo que Dios es ens sno tambidn el sera, la exstencia ex presiva deo que mejor: de quien- Dios en libe gracia quiso Ser para el mun- do. ¥ deal forma quc extn acitud de Dios, por haber sido expresada as, ya no puede ser retraa, sno que es y permanece definiiae insuperables = En muchos tratados clisicos, la crstologia se ha centrado en la doctsina de 1a unién hiposttica concebida en sérminos bastante esencialistas. Esta doctrina, aun siendo verdadera, puede ser ampliada en forms ventajosa por una teologia simbélica que contemple la encarnacién como un misterio de comunicacin. Seguin Paul Ricoeur, todo simbols tiene dos niveles de significado, de los cuales el significado mis bajo y obvio es la cave del significado ms alto y latente:>) Las realidadessimbelicas tienen, en consecuencia, una estructura compleja. De scuerdo al Vaticano Il, ef misterio de la Palabra encarnada es «una realidad 21, Pontificia Comin pars lo Medios de Camunicicin Social, Iasi pasa Commie Progreso ores meds de comanicicin nia, prparads or mands pei {4d Conc amen Vatican I(AAS 3 [971] 993-096 = EV 4, THLB6T), m1, Teed ‘cstclno yo engss disponible en so de Intermed Sant Sede (wai 22 Karl Rene -Paaunatcoloia del sion em: Erde Teo 4.302 28, Paul Ricoeur, Find y Cafablidd,eductn de Ceo Ssncher Gil, Made Taras 1969 io Issa imbca el ae 2518256 ( Fn ape, Pai: Mon: tare 1960 Hof deere ‘compleja en in que estin unidosel elemento divino y el human. La humani- dad de Jess una manifestacién simbélica de su divinidad, la que, en ciesto sentido, tambiéa oculta. Fstatsis no contradice la dactrina clisica de la unign hiposttica sino que mas bien la claifica y enriquece. En Cristo nosstamos solamente ante un simbolo literario, un producto de la fantasia de los creyentes, sino ante un slmbolo real, spresentativon mis que simplemente represerzativo, En st misma humanidad, dl es el edecitse saliendo de si mismo. por parte de Dies. Al venir al mundo como un ser humano, Cristo se identifié a sf mismo plenamente con aquellos por quienes precisa: ‘mente vino. Pero el mere hecho de la encarnacién, considerada como el mo- mento de origen de la existencia terrena de Cristo, fue slo el comienzo de su ‘carrera comunicadora y redentora, Es constituyé asi mismo en simbolo insu- perable através de todos los misters de su vids, incluyendo, en forma culmi= nant, su pasin, muerte y resurreccién. En el ministerio terreno de Jess, cada acontecimicnto importante otorga mis riqueza a su humanidad y, consectente= ‘mente, a nuestra capacidad de persibislo como el aucodesvelamiento definitive de Dios. Los smisterios de la vida de Jess, que fueron cuidadosamente ponde rados en alguna teologla mis antigus, fueron a menudo ignorados por el esco- lastcismo tardio a favor de una concersra surreccién, No obstante, esos misteios pueden ser recuperados en una crstologia simbica, Entre sos miseris, los milagros de Jess no ocupan simplemente sl gar como pruebas apologgticas de que su eniefanza cra verdadera sino que tie- nen su propio lenguaje® Flos expresan simblicamente la misién redentora de Cisco y la calidad del reino que Dios estaba esubleciendo mediante su minis rio, En contraste con los milagros, que exhiben el poder de Jess, la pasién y crucifiin muestran su debilidad, que es realmente otea forma de poder. En st total vaciamiento de s mismo, Jess manifest su identidad de Dios, que acta sélo a partir de un amor puro y altruista. En su entrega de adoracién a a volun tad del Pade, Jess se abri6 totalmente alo divino, qu: supers en él rodo obsti- culo, La ficeta positiva de esta transaccién, teoldgicamente inseparable de la asi exclusiva en la pasion y la re- 2A, Lumen Gros (DH A118. 25. Kael Rahner. Parla cla des Encaracns, en ari de Trl tac «ion de Jsto Moin, Madd Taurus, 1968, 139-157 cit de 151(c Zur Theologie der Mens ‘herding ey Schifien ar Thee. Enel: Benge, 1960, 197-195, 26. =Pregunemosa los milaror mos que Toque non dicen de Cis, ya ue am bid enn sung, pro econ al que senna pace como el mim Crist a Pala ‘de Dios as amin los echo del Vethoson alas pars nseeo (Again lett. 2, (6 (PL 35.1953), cad agin, Trades bref Entei de Sen Ja 1°35] - Oar de Son ‘Agustin dc binge, 1 XII version intaducciny nots dl PF Tso Preto OSA “Made: Bibiteca de Autores Cistanon, 1955,620), Tee yeoman ibe muerte de Jess e, por supuesto, la resureccién. Al entrar en su gloria divina, la humanidad de Jess estaba ya plenamente constcuida como la luz que nunca ia ser superada por la tinichla del mundo. Algunas de las ventajas del enfoque simbsico se hacen evidentes en la so- teriologia, que en cl escolasticismo tardio quedé indebidamente separada dela ‘misma cristologi. La redencién no puede ser adecuadamente comprendida en las categoria escolisticas dela causalidad eficiente fisica 0 en las del causalidad ‘moraljuridica. Como ha sostenido convincentemente Rahner, Cristo es, a t= vés de su ser entero y, especialmente, através de su muerte y resurreccin, el «simbolo realy preeminente de la graciay del perdéin de Dios. Como simbolo, Cristo expresa qué es lo que se esti operand cada vex que Dios secomunica asi mismo en la gracia. Siendo Ia cumbre de la impregnacién a lo humano por lo divino, Cristo es la fuente y la meta de todos los otros acontecimientas slvifi= cos, que anticipan o reflejn de varias maneras su venida, Por eso, se lo puede denominar como vsacramento originari de la salvaciéns.” De dl puede decirse «en modo preeminente que el simbolo produce lo que significa” Creacin. En los iltimos siglo, el mundo de la naturaleea ha brindado la base para una tologéa natural bastante disecada. Habiendo asido presuntamen- tela realidad finitaen si mismo, uno razona entoncesa partir de ella hacia Dios, el Creador. Estos argumentos, propuestos mis confiadamente antes de ks época ‘de Kant, son presentados ahora con muicha mayor cautela. Muchos se retitan de los objetos finitos ¢ intentan construit una teologia natural sobre la base dela aspiracin del espirtu humano por el absoluta incondicionado. En contraste con los autores modernos, los hagidgrafosbiblicas no tenian difcultad en percibir a Dios obrando en la naturaleva, Para el salmista, los eu pos celestes y a alternancia regular del diay la noche formaban un melodioso «coro que entonaba un gran himno de alabanza a Dios (Sal 19, 1-4). Pablo le resultaba evidente que Dios se estaba revelando constantemente ~tevelando sit ‘naturaleza invisible, su poder, su divinidad~ a través de los aributos del mundo creado (Rom 1, 19-20). sta visién guas-sacramental del mundo sigui siendo la norma en la to- logia crstana alo largo de los primero siglos. Agustin, aungue consideraba & Dios inefablementeexaltado mis allé de todas as eriatuas,hallé sin embargo 27. Karl Rohner, eden, nical (Ui), Seremcntu Mund 6 vol, Bare a: Heder 1972-1976, vo. 5, col. 773 Esau en: Sram mond, 5 we, Fibs de Bring: Herder, 1967-1969, «Ico. 159 2 Jog Spee, Simbol en: Kat Raber ear), Saramontoy Mund, vals, Ba alone: Herder, 1972:1976 val 6, cl 384-359 (Symbol, ne Sacrament muds S va Frburgo de Brngovia: Herder, 1967-19694, ea. 784-789), Hof deta ‘que Ta naturaezasefialaba el camino hacia Eas armonias de la musica, la fragancia de as flores, en la dulzura de la mie, enconted iis y hues del Dis al que estaba buscando ~aguel fulgor que ningin espacio podia contener, aguel sonido gue ningin tiempo podia tansmite, quella dubura que ninguna ssciedad podiadisminuir. Fn el didlogo de Agustin com la natualera, el mar a bisa, soy las estrellas daban todos testimonio por ss belles del Dios que las habia creado.” Este enfoque agustiniano sobrevvié en la cologa feanciscana dela edad ‘media y eaparee en pensadoreseligiosos modernos como John Henry New ‘man que lab a ls padres alejandrinos por su reconocimienta de a sacramen- talidad de la naturaleza, Pero zpuede tantenerse este enfoque frente la marea dela critica kantiana? Posiblemente no si uno isiste en pruebas apodicticas Pero no hay razén para negar que Dios, l cred, proporcona ene cosmos vi sible lees para llegar hasta A. Estas claves, ntegrada por la imnaginacion re sos, pueden interpreta como simbolox del divino, Jen Danilo, basin- dose en l fenomenolgfa dela religi elaborada por Gerhards von der Leeuw Y Mircea Eliade, insseen que la telacén entre el simboo lo simboizade no «s para nada arbitrariayfanstica El simbolo es el medio de un conocimicmto perfctamente objetivo. Danidlow obsera que en diferentes religions, los nisms simboles, como el soy el cielo la toca yl lava, simbolizan taldades similares. Estas analogia,sosiene, extn enraizadas en la analoia del ser y en las estructaras permanente dl espritu humana, Lo quel teologie moderna tide 3 agregat a aproximacion tradicional «Dios a raves de la nacuraleza esque este método slo es viable porque el epi- ti humano est orienado desde el comienzo hata lo divino, Dios extéabran- do on las profundidades de la psique humana, lamsndola hacia st mismo, El Eade del ped raducion de Gaile Galarage, Boens Ree Cor Lal, 1968), Telemann nbn ‘mas han intentado poner de manifiesto algo de los bloqueos sisternicos y dis rorsiones de comunicacién en la sociedad moderna.” Su andlsis confirma el juicio emiido por Bernhard Haring: +E] pecado del mundor se hace visible en Jas comunicacionesinsanas y engafiosass Lateologia dela gracia puede desarcollatse sobre los mismos principios que 4a ceologia del pecado. La reologia moderna se ha contentado en general con ha bar dela gracia como un doa interior e invisible por medio del cual Dios leva la subjtividad del que la recibe a una suerte de unidn teascendental con él. Esta ‘cologia encuentra dificultad para omar en serio la categoria tradicional de vgea- cia externas. Los elementos socials y externos aparecen inevtablemente como cextrinsecos la misma grcia, ea como su ocasin o coma su manifestacién, En una teologia simbélica, esta espirtualizacién de la graciaserécuestio- nada critcamente. De acuerdo al Nuevo Testament, la gracia de Dias ha apa~ recido en Jess (Tit2, 11; véase 3, 4. La palabra de vida se ha hecho manifesta, sdemodo que puede se escuchads, vstay orada por ofdos, ojos y manos huma- nas (véase Jn 1, 1). En Crist, por tanto la gracia se expresa a través de una forma humana y corporal, que se convirtié en al simbolo ralizadors de la ac: cin redencota de Dios. Admit el carictercristoldgico de toa gravia es reco rnocer que nunca afecta ala mente o al espirtu sin eercer también su influjo en cl cuerpo y su accién. La gracia, como insiste Piet Fransen, afecta nuestro se, tumbidn en ns epee material, ya ul en la ee “Tao usste cmtpo tant el eonmos entero (que no deben pense como spandor un del oe) reiben un verdad semi de nmoraldad, de ceria y rexuccin en ‘ied, pimeramens, de a edecin dC i graciayecoellacon personal PerEga cberadoncs no ercen de concedes par la comanicacén deta grata La mania como saa Schoonenberg una comunidad de cdscainycompaterismo, ano en el orden atl cute end rena fa En conecvenci, la aca dvna et sempre cones con na media —,,rr,r~”r”,.CizCNCSCRzsCKCSs isco ys en segundo lugar, de nuestra 239, Véase Jigen Habermas, Tere de ain cmamiaig, vol 1 wauccin de Mac nl Jménes Redon Mado: Taurus (Santillan), 19 c Tori de bommanbien Ha ‘db, Franco del Meno Subskamp, 198) vn inismo Gibson Winter, The Mini of (Communications capital 4 des aba The New Creation a Menopali, Nucs Yorks Mac lan, 1963, especainente9-113, 40. Berhard Uaring. Fre and Fein Christ 2, Nucta Yoo: Seabuy/Crssion, 1979,« 2,157 Berahard Hein, Lied ld on rian, adc de Alar Mo. tnx de Lapra, 3. Barcelona: Heder, 1981-1983. (El pia de lca nos neuen ene ‘orropondinte parade de sei ca casa, ese, no abate op ci © 2, 1758 N aa. 4, Peter Fans, Te New Lif of Grave, Nuva Vor: Desc 1952, 346 efi de agin 1a y su manifestacin externa, de acueedo a Schoonenberg, hay que soxtence dos afirmaciones: En primer lugar, cada contacto por el cl na persona communica. ote si vida ineriores, en forma explicta 0 no, un testimonio acerca des raciéncon a _graca. Ea segundo gar, en vireud de nuestra condicin humana y, expecalmen: rede la manda dela Palabra de Dios, no hay orrgamientoalguaodelagracia ddeDiosenel que no tengan prt también el mundo ynucszoprsjimos.? Por consiguiente la gracia rene una influencia en la forma en que las per- sonas individuales se elacionan entre st. Al teferisea lo que la gracia opera en quienes la reciben, dice Pablo: «Ya no sois extrahos ni forasters, sino conciuda- ddanos de los santos y familiares de Dios» (EF2, 19). Reviriendo los efectos de Babel, la graca restaura las esteucturas comunicativa de la sociedad. Toda s0- ciedad est edificada sobre los dos pilares del miedo y del amor. Donde predo- ‘mina el miedo, prevalece la fuerza sobre la libertad, pero donde predomina el amor florec la libertad. Sila libertad es lacondicidn para una auténtica comu- nicaci6n, la sociedad libre debe ser alcanzada por las energias del amor. El amor hhace que las personas se abran unas a otras, que cuiden unas de otras y que acep- ten las necesidades de las otras como propias. Henri Bewgson ha observado con acierto que una sociedad no puede ser verdadera y universalmente abierta sino est animada por el dinamismo de un amor que provenga de Dios: Las eseruc- tras sociales pecaminosas reflejan simplemente los efectos constricivos del ‘egoismo individual y socal. En una sociedad abierta esta estructuras deben ser reemplazadas por estructuras de gracia. Si bien este ideal nunca se realizaré ple- rnamente en la historia, sigue sienco una poderosa norma y guia para todos los ‘que han sido alcanzados por el Evangelio. En la medida en que la gracia esti ‘operando electivamente, la Sociedad se aproxima a lo que Habermas describe ‘como la ssituacién de discuso idea Los tedlogos Lacinoamericanos de la liberacién han mosttado cémo los ‘simbolos biblicos del &xodo, de la tier prometida y del reino de Dios pueden uriliaarse pars llevar esperanza y motivacién a los wtstianos que procuran re ‘construir l orden socal. A pesar de cirtos elementos cucstionables en el andli- sis social que realizan algunos miembros de esta escuela, la teologta de ibera- id merece credibilidad por recuperar los simbolos bilicos que habian caido en descuido. Ella super el excesivo dualismo que se habia desarrollado en cier- 42 Pe Schoonenborg, Men and Sin 19. 43. Venu Henri Bergan, Lado it del moray dee gin ead dome de Saas Jost Aten, Masi Teco, 1916 339-346 (Ltd ns del marae de rl gon Pate Alan, 1952), 0 Tele yomunicinsinbie tos ctculos entre individwos y comunidad, Fiay eseatologta nite Iglesia y sociedad, entre histo- Evleologi, sacramentes, minsterio. La Iglesia debe considerarse como ins- ‘itucién y, an ms fundamentalmente, como comunidad. En su aspecto insti- tucional, fue Fandada para ser una estructura de graca, La palabra y el sacra- meno, que son constitutivos de la Iglesia, son las formas insticucionales primarias mediante las cuales Cristo perpen su presencia, Siempre existe el pe ligro de que, en una teologs superficial, se vea la palabra de Dios como una mera palabra bre Dios, y que los sacramentos se consideren come acciones que sefialan hacia fuera de la Iglesia, hacia st Sefiorausence, En la teologia de orien- tacién simbélica por la que estoy abogando en estas paginas seve a Cristo como duien se hace presente, bajo formas simbélicas, mediante la palabra y el sara ‘mento, Estas formas, en cuanto simbélicas, pueden ser captadas pore ojo dea fe, que dsciere en ells la presencia y la acciin de Cristo, a teologha sacramental es el drea de la ensehanza catlica en Is que se ha desarollado en forma mis plena a doctrina de la comnicacién simbélica, Los sacramentos son considerados como signos en los que la realidad significada ‘sti verdadera yeficazmente presente, Desde un punto de vista, los sacramentos son efectos dela graca en cuanto la expresan pero, desde otro punto de vista, cllos producen la graca, haciéndola realmente presente bajo formas simbélicas. ‘Come dice Rahner, los sacramentos son eficaces en la medida en que actualizan Fa nacuraleza misma de a Iglesia como un wsenbolo interno del triunfo eseatol. gico de la gracia de Dios [..] Esta tangibilidad es ya efecto de la pujanza de la _racia, y se produce porgue Dios hace uso de la gracia para con el hombre; yal omar cuerpo asi la gacia, ella misma se atualiza.* La comunicacién simbli- «a, por lo menos en este ejemplo, no es un mero acontecimiento en e orden del conocimiento y la psicologls ella afecta el cardcter enttativo de la existencia humana y otorgs una eelacin real con Dios. Especialmente en la eucarisia, CCisto se da realmente asi mismo en amor y establece por medio de ella una co- ‘munidn muy intima entre los eres humanos y entre ellos y él mismo. Edward Kilmartin explica co los recientes avances en la teologiasucra- _mental pucden integrarse con teorias modemas acerca de a comunicacién aera- vés de acciones y palabras simbslicas wtilizadas en el contexto de una stuacién A. K Rane, Lal y sramontor(~ Question Dispute), radacin de Ale jandto Ros rclona: Herder, 1964, 42s («Kimbo Sebramete|= Quen Diputate 0), Fribago de Brisgovi Herder, 961) ‘aE insu da Sagrada Eucatsta, Cis nos de a forma de comin mais perfec que pac dare em exe mando, er a comin ne Dios thom, min {eel amis pects y cnc unin ent lew Sombre sma Canim Praga, an

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