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Psicologia Conductual, Vol. 1, N° 2, 1993, pp. 283-288 Informe breve DIFERENCIAS TRANSCULTURALES EN EL USO DE ALGUNAS TECNICAS DE TERAPIA RACIONAL-EMOTIVA: EJERCICIOS PARA ATACAR LA VERGUENZA Leonor |. Lega’ St. Peter's College / RET Institute Resumen Diferencias en la utilizacion de los "Ejercicios para Atacar la Vergiienza" entre 14 terapeutas latinoamericanos y 14 terapeutas estadounidenses (p<0,01), con un total aproximado de 150 pacientes, son parcialmente explicadas por diferencias en {os factores que determinan los patrones de comportamiento social en cada una de estas culturas, y no por diferencias transculturales en la filosofia basica rigida y dogmitica de los individuos o las inferencias derivadas de ella, que se consideran un componente principal del pensamiento irracional humano Abstract Differences in the use of "Shame-Attacking Exercises" were found between 14 therapists from Latin America and 14 therapists from the United States (X2(1)}= 24.26, p<.01) The total number of patients involved was approximately 150. The results are partially explained by differences in factors which determine social be- havior for each of these cultures rather than by cross-cultural differences in the dogmatic and rigid basic philosophy of the individuals, or by the inferences derived from it, which are considered a main component of human irrational thinking La terapia cognitivoconductual conocida como Terapia Racional-Emotiva, fue desarrollada por Albert Ellis en 1955. Su premisa basica sostiene que “la perturba- cién psicolégica no proviene directamente de las cosas sino de la vision que tenga- mos de elas" (Epicteto, 1 A.C.). Por consiguiente, la TRE considera que el factor principal en la perturbacién emocional de un individuo es su pensamiento "irracio- Parte de este articulo se presento en la 2nd Conference on Critical Thinking en Montclair, New Jer- sey (USA). Correspondencia Leonor | Lega, St. Peter's College, Union City, New Jersey (USA). 284 LEGA nal" o su forma no funcional de pensar (Ellis, 1958). Al pensar irracionalmente, la persona se evalua a si misma, a los demas y al mundo en general, de forma rigida y dogmatica. Ellis (1962) denomina como los "debo de” o "tengo que" a dichas eva- luaciones, conceptualizadas a través de exigencias absolutistas, jas cuales desempe- ian un papel central en el trastorno psicolégico del individuo, ya que generan emo- ciones y conductas no funcionales que interfieren con la obtencién de metas y el sentido de bienestar personal (Ellis & Becker, 1982). Ellis (1984) considera que de este pensamiento irracional y absolutista se deri- van tres inferencias 1, “Tremendismo", que es la tendencia a resaltar excesivamente lo negativo de un acontecimiento, a percibirle como mas de un 100% malo. 2. “No-puedo-soportantitis", que es la tendencia a exagerar lo insoportable de una situacion y a considerarla como insufrible, ya que al presentarse elimina toda posibilidad presente y futura de ser feliz 3. “Condenacién", que es la tendencia a evaluar como “mala” la esencia hu- mana, la valia de uno mismo y/o de los demas, como resultado de la conducta indi- vidual. Esta tendencia puede aplicarse también a la vida en general, cuando no le aporta lo que la persona cree que se merece. Contrariamente a lo que plantea la TRE, algunos psicologos (Wessler, 1984) creen que estas inferencias constituyen el factor central y que las exigencias absolu- tistas 0 "debo de" se derivan de ellas. Dryden y Golden (1986) sugieren que ambos procesos pueden ser, simplemente, interdependientes y presentarse como las dos caras de la misma moneda cognitiva. Sin embargo, Ellis enfatiza la importancia y el papel central de los "debo de* © "tengo que" como la filosofia basica sobre la cual se construye el trastorno psicolégico del paciente, considerando que la esencia de la intervencidn terapéutica por medio de la TRE es atacar, no sdlo esas inferencias, sino también la filosofia implicita, dogmatica e irracional que se encuentra debajo de ellas (Ellis, 1984; Ellis y Dryden, 1987; Ellis y Lega, 1993). La terapia racional emotiva utiliza el “Modelo ABC" (Ellis, 1958; 1962; 1984) para explicar el funcionamiento humano de la siguiente forma: el “acontecimiento activante", 0 "A" es interpretado por el individuo, quien desarrolla una serie de *creencias” (Bs) sobre el mismo. A partir de esas creencias se desarrollan “conse- cuencias" que pueden ser “emocionales* (Ce) y/o “conductuales” (Cc). Si las creencias son funcionales, ldgicas y empiricas, se consideran “racionales" (rB). Si, por el contrario, dificultan el funcionamiento eficaz del individuo, son “irracionales" (iB). El objetivo principal de la TRE es ayudar al paciente a identificar sus propias ideas irracionales (iB) y reemplazarlas por otras racionales (rB) utilizando un procedi- miento conacido como "debate" o “refutacién” (0). El “debate” 0 “D“ consiste en cuestionar la validez cientifica del pensamiento neurdtico e “irracional” (iB). En otras palabras, esta técnica adapta el método cien- tifico a la vida cotidiana a traves del cuestionamiento de hipotesis y teorfas para de- terminar su validez (Ellis y Harper, 1975). Si el Debate ataca unicamente a las infe- rencias irracionales, se le considera un Debate Empirico y forma parte de la “TRE General", compartiendo las técnicas con otras teorias cognitivoconductuales. Si, por el contrario, el debate va mas alla de estas inferencias y ataca también la filoso- fia irracional basica que subyace detrds de ellas, los "debo de" y “tengo que" im- Diferencias tranculturales en el uso de algunas técnicas de terapia 285 plicitos de los que provienen esas inferencias, se le considera un Debate Filosofico y forma parte de la "TRE Preferencial" (Ellis, 1980). La TRE Preferencial incluye otras técnicas, ademas del Debate Filosdfico. Una de las mas conocidas se concreta en los "Ejercicios para atacar la verglienza” (Ellis y Dryden, 1987, Ellis y Lega, 1993), cuyo propésito es el de ayudar al paciente a cam- biar sus "tengo que" o filosofia irracional basica. Durante un *Ejercicio para atacar la verguienza”, el paciente acta en publico de una manera deliberadamente ver- gonzosa tratando, al mismo tiempo, de aceptarse a si mismo a pesar de su compor- tamiento inaceptable y de tolerar la incomodidad que esa conducta le pueda pro- ducir. Para aceptarse a si mismo, el paciente deberia cambiar la suposicién subyacente de que "Tengo que comportarme bien o carezco de valor como ser hu- mano", mientras que para desarrollar tolerancia a la frustracién se requiere un cambio en la creencia subyacente de que "No debo sentir ninguna incomodidad, ya que esto seria verdaderamente horrible". Las creencias racionales (rBs) que re. emplazarian a las ideas irracionales (iBs) serian, respectivamente: “Prefiero compor- tarme bien, pero si no lo hago puedo seguir acepténdome" y "Aunque me sienta profundamente incémodo, puedo tolerar y sobreponerme a dicha frustracin* Vale la pena aclarar que los "Ejercicios para atacar la vergiienza" constituyen una técnica emocional que no incluye ninguna actividad que suponga algun tipo de riesgo para el paciente u otras personas, sino que se trata de actividades en las que se utilizan pequefias infracciones de reglas sociales, o conductas "socialmente tor- pes", como anunciar en voz alta el nombre de las estaciones del metro cada vez que para en una de ellas o llevar ropa llamativa para atraer la atencin, como me- dio de combatir la vergiienza. El propésito de este estudio es analizar el grado de aplicacién de esta técnica en poblaciones no tradicionales, particularmente hispanoparlantes, dentro y fuera de los Estados Unidos, ya que se utiliza con efectividad en la poblacién estadounidense tradicional. Dicho andlisis se apoya en dos fuentes principales: la primera, una serie de datos adquiridos por la autora durante ocho afos, en calidad de supervisora y te- rapeuta de TRE en poblaciones anglo- e hispanoparlantes, dentro y fuera de dicho pais. La segunda, el creciente interés de un gran numero de psicélogos en los Esta- dos Unidos en determinar cual es, realmente, el grado de aplicacién de técnicas tra- dicionales de diagnéstico y tratamiento a poblaciones “minoritarias", ya que cada vez se hace mas aparente el hecho de que variables etnoculturales parecen desem- pefiar un papel primordial en el éxito 0 fracaso de la intervencién terapéutica (Rogler et al, 1987; Sue y Zane, 1987; Sewell, 989; Szapocznic et al, 1982). Método Sujetos La muestra incluy6 14 personas, doctores en Psicologia, que formaban parte de un programa postdoctoral sobre TRE en una ciudad del noreste de los Estados Uni- dos, y otras 14 personas también con el doctorado en Psicologia, que formaban parte de un programa equivalente sobre TRE en Latinoamérica. Estos programas postdoctorales sobre TRE requieren que cada candidato tenga un minimo semanal 286 LEGA de ocho pacientes individuales y, ademas, un grupo de terapia, con ocho 0 diez pa- cientes mas, lo que formaba una muestra aproximada de 150 pacientes. Instrumentos Se utilizé un Unico instrumento que consistia en un breve cuestionario que in- clufa las siguientes preguntas 1. @Utiliza Ud. con sus pacientes el procedimiento de los car la vergiienza?" 2. Siesasi, acon qué frecuencia? 3. Sino esasi, por qué? jercicios para ata- Procedimiento La autora, que trabajaba como supervisora en ambos programas, fue la encar- gada de reunir los datos. Las respuestas se clasificaron de la siguiente forma - un “si* definitivo si el procedimiento habia sido utilizado por el terapeuta por lo menos dos veces durante ocho a diez sesiones consecutivas con el mismo pa- ciente. = un ‘no si faltaba alguno de dichos requisitos La recogida de los datos llev un periodo de mas de tres afios. Resultados Los resultados obtenidos por medio de una chi cuadrado muestran diferencias significativas entre los terapeutas latinoamericanos y los de los Estados Unidos en la utilizacién de los "Ejercicios para atacar la verguenza”, (X2[1]= 24,26, p< 0,01). La respuesta més frecuente por parte de los terapeutas latinoamericanos ante la pre- gunta de "Por qué no utilizaban el procedimiento?" fue: “Es imposible lograr que los pacientes realicen los ejercicios” Discusion Los resultados plantean una pregunta interesante: chay diferencias transcultura- les en [a filosofia basica y las inferencias? 0 bien depende la efectividad de la inter- vencin terapéutica de la aplicacion adecuada de los procedimientos en relacion a cada cultura? Varios factores parecen favorecer la segunda opcién: primero, la utilizacién efectiva de libros, talleres, conferencias y otros materiales en distintas épocas y di- versos paises (Ellis y Dryden, 1987), incluyendo aquellos donde el idioma oficial no es el inglés, sugiere la posibilidad de una aplicacién global del Modelo ABC a po- blaciones diversas. En segundo lugar, una filosofia basica de creencias rigidas y dogmaticas parece ser un componente principal del pensamiento irracional humano (Ellis, 1962; 1984), y no un producto de variables relacionadas con la cultura, como las costum- bres en el cuidado de los hijos o el estilo de las interacciones sociales y familiares. Diferencias tranculturales en el uso de algunas técnicas de terapia 287 Ademés, investigaciones previas (Sue y Zane, 1987; Rogler et al, 1987) sugieren que la causa principal de los problemas al tratar de proporcionar servicios de salud Mental a minorias étnicas se encuentra en la incapacidad de los terapeutas para ofrecer modos de tratamiento que respondan a las necesidades de cada cultura Las diferencias en la utilizaci6n de los “Ejercicios para atacar la vergiienza" en- tre los terapeutas latinoamericanos y los estadounidenses podrian explicarse parcial- mente por las diferencias en los factores que determinan los patrones de comporta- miento social en cada una de estas culturas. Sewell (1989) encontrd que la poblacién mejicanoestadounidense utiliza categorias distintas, para determinar sus identificaciones sociales y para poner orden en su vida social —como "amigo" o "miembro de la comunidad"—, de las que normalmente son importantes para los estudios sobre la estructura social estadounidense, como "raza" o “clase social” En general, las poblaciones hispanopariantes parecen atribuir un mayor valor al pa- pel que desempefia el individuo en la sociedad en comparacion al valor atribuido a dicho papel por otros grupos culturales. Otros estudios (Szapocznic et al., 1982) confirman la importancia de esta variable para la eficacia del tratamiento terapéu- tico en poblaciones hispanas dentro de los Estados Unidos Por consiguiente, aunque llegase a existir una tendencia universal a utilizar el pensamiento absolutista y dogmiatico en la filosofia irracional basica de los seres humanos y, por consiguiente, también fuese universal las inferencias derivadas de él, como el "tremendismo", la “condenacién" y la “baja tolerancia a la frustra- cion™, la incidencia y la fuerza con la cual se manifiesten en un contexto particular de "acontecimientos activantes" 0 "As" podrian depender en gran medida de va- riables culturales, aunque s6lo fuese como resultado de la exposicion a éstas. Seria de primordial importancia, entonces, tratar de entender cémo se aplica especifica- mente este proceso a la cultura particular que se esta estudiando y qué procedi- mientos de terapia tendrian un valor especial en ese marco de referencia Referencias Dryden, W. y Golden W. (1986). Cognitive-behavioral approaches to psychotherapy. Lon- dres: Harper & Row. Ellis, A. (1984). Expanding the ABC's of RET. En A. Freeman y M. Mahoney (comps.), Cogni- tion and psychotherapy (pp. 313-323). Nueva York: Plenum Ellis, A. (1980). RET and CBT: Similarities and Differences Cognitive Therapy and Research, 4, 325-340. Ellis, A, (1962). Reason and emotion in psychotherapy. Nueva York: Lyle Stuart Ellis, A. (1958). Rational psychotherapy. Journal of General Psychology, 59, 35-49 Ellis, A. y Becker, |. (1982). A guide to personal happiness. North Hollywood: Wilkshire Ellis, A. y Dryden, W. (1987). The practice of RET. Nueva York: Springer Ellis, A, y Harper, R.A. (1975). 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