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A BORDO DEL CALIXTOC

A bordo del CalixTOC el capitn Questas y su tripulacin penetran en el


Mar de Inventarios. El capitn tiene a su mando una misin harto difcil
de llevar a puerto seguro a una tripulacin muy variada, jvenes
marineros de diferentes razas y todos ellos de muy poca experiencia.
Diario del capitn: Hemos zarpado un mes antes y ahora nos
adentramos en el Mar de Inventarios. Atrs hemos dejado las
tormentosas aguas de los Cayos FIFO, LIFO y PROMEDIO, cuya
experiencia ha dejado muchos callos en ms de la mitad de la
tripulacin, y nos adentramos en aguas ms tranquilas. Ayer los
marineros Barrero y Rubio, que de rubio no tiene nada, han tenido un
acto de desobediencia al confundir mi apellido con el del verdadero
capitn Cousteau, ya fallecido, y me han sacado de casillas, como Iker,
el del Real Madrid. Por otra parte el grupo de marineros al mando del
marinero Agton, marino robusto y de buen semblante, han fallado
repetidamente en su misin de encontrar el error que persiste en el
motor principal. Por esta razn les he confiado una misin menos
compleja y les he encargado la limpieza de los camarotes del
CalixTOC. El marinero Barrero un marinero recio, de tez morena y no
propiamente dorada por el sol sino por sus races africanas, se ha
indispuesto contra m y le he hecho saber quien es quien en el
CalixTOC.
Insiste en que me ha entregado los planos con las
coordenadas correctas de la ruta a Puerto xito, nuestro destino final.
En nuestro trayecto nos hemos encontrado con otro barco de menos
calado a mando del Capitn Gustavo. Ellos han tenido una avera en su
motor Sofa y nuestro marino Patio, vivaz, esforzado y de buen
ingenio, de tez morena y rasgos de indio, les ha prestado toda la
colaboracin para que el barco siga su curso. Respecto al marino
Ramrez, cuyo nombre Alfy es de origen rabe, se ha subido en el
CalixTOC con una muleta desde que zarpamos, si al menos tuviera una
pata de palo y un parche en el ojo, me sentira ms a gusto pensando
que entre todos tengo un marino pirata, que no se a qu horas se ha
subido al barco. El viaje ha sido largo y extenuante, si no encontramos
las Indias que el Almirante Coln nunca encontr, embarcaremos
nuestra prxima tripulacin con unas indias del altiplano
Cundiboyacense.
Continuara.

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