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ES ASI COMO DEBE HACERSE

poca gente es capaz de hacer esto que


hicimos
encontrarnos y permanecer juntos
en esta hora más inexplicable
destellos de incendios distantes
reflejándose en nuestras pieles
nuestros gritos de placer azotando las esferas
de la noche
nuestros gritos de placer estallando por la
madrugada afuera
nuestros alaridos de placer haciendo eco por
las calles
de esta ciudad ahora adormecida
y esta confusión de pedazos de cuerpos
todos gritando el mismo nombre salvaje
esparcidos sobre la colcha
nuestros cuerpos druídicos formando círculos
mágicos
señalizando el reinicio de los tiempos
nuestros cuerpos que se precipitan como los
riachos que se escurren
por la cuesta de la montaña buscando su
rápido destino final
nuestros cuerpos de vísceras entrelazadas
redescubriendo la pulsación
de las galaxias
nuestros cuerpos en el torbellino del galope
de potros bravos por la orilla del mar
nuestros cuerpos con sus relámpagos
rompiendo el calor denso de la noche en la
selva tropical
nuestros cuerpos de muchas voces, muchas
voces que se confunden
nuestros cuerpos sobre los cuales viajamos
como navegantes en busca de la Tierra
Prometida
nuestros cuerpos recubiertos de inscripciones
que pasamos días y noches tratando de
descifrar
nuestros cuerpos entregados a un éxtasis
caníbal
nuestros cuerpos recorriendo los laberintos
del placer y sus alamedas
ladeadas por bultos de azalea eléctrica
nuestros cuerpos de bruma, mapa de vellos,
texto sánscrito
nuestros cuerpos pisoteando el brasero de la
memoria bailando animados por un batir que
sale del centro de la tierra
nuestros cuerpos buceando en el agua
transparente de un lago helado en el desván
de una ruta calcárea
nuestros cuerpos embarcando en una nave
especial hecha de paja trenzada
nuestros cuerpos investidos de sus plenos
poderes, salvoconductos para cualquier
viaje,licencia para volar, pasaporte para el
delirio
nuestros cuerpos sudando gotas de fuego que
se escurren por nuestras espaldas
nuestros cuerpos sombríos y húmedos en esta
hora de fetos arborescentes y samambaias,
ahora licuados contra los filtros del
crepúsculo
transparentes como una profecía
nuestros cuerpos amarillos, azules,naranja,
color de camaleón enloquecido
estampado contra las paredes del tiempo
nuestros cuerpos impresos en millares de
figuritas coloridas que son distribuídas entre
adolescentes de los suburbios
nuestros cuerpos anunciando catástrofes
inminentes, colisión de navíos, caída de
meteoros, revoloteo de aves de rapiña, nube
de langostas, maremotos, resplandores en el
horizonte
nuestros cuerpos atravesando la noche
contando historias uno al otro,
leyendas egipcias y narrativas de puñales
nuestros cuerpos recubiertos por sal cargada
por un viento de marejadas
nuestros cuerpos explotando como enormes
soles borrachos
nuestros cuerpos trémulos ante el
descubrimiento de sus manantiales
subterráneos
nuestros cuerpos vibrando como banderas de
tribus nómades tremolando al viento
nuestros cuerpos transformados en horizonte
de nenúfares y fuegos fatuos
nuestros cuerpos latiendo en la infinita
dimensión de la sangre fluyendo por nuestro
enmarañado de venas y de la sedienta
vegetación de nuestros bajos vientres
nuestros cuerpos de letanía, saga, gesta
histórica, narrativa de amantes atados a
peñascos de la costa
nuestros cuerpos revelando la verdadera
historia de los huracanes, del viento caliente
en el desierto, de lava escurriéndose por el
dorso del volcán
nuestros cuerpos en convulsión como heridos
mortalmente, palpitando como llagas abiertas
nuestros cuerpos húmedos y exhaustos en
medio de las sábanas
nuestros cuerpos transformados en huevos
luminosos suspendidos sobre la cama
nuestros cuerpos que nos enseñan a morder,
chupar, besar y fifar
nuestros cuerpos irremediablemente presos
dentro de una nube de olores de cuerpos
nuestros cuerpos enteramente recubiertos de
ojos atentos como aves de rapiña planeando a
millares de metros encima del suelo
nuestros cuerpos de largos dedos que se
transforman en lanzas africanas a ser
arrojadas contra el sol naciente
nuestros cuerpos de silbidos alucinados
haciendo eco a la médula de los huesos
nuestros cuerpos incansables obreros alzando
las catedrales de la noche
nuestros cuerpos parados en la margen este
del río de la historia, mirando el curso de sus
aguas cenagosas que se mecen perezosas
cargando casas, troncos y pedazos de
embarcaciones
nuestros cuerpos participantes de extrañas
reuniones en claros bajo al luna llena
nuestros cuerpos estableciendo alianzas y
pactos secretos en el silencio de la noche,
susurrando bajo los cobertores formulando
planes para explotar obeliscos y estatuas
ecuestres, falsificar identidades
nuestros cuerpos garabateando muros con
inscripciones anunciando la próxima
temporada de orgías
nuestros cuerpos pronunciando las palabras
sagradas, el ahora,más, ponen, ven, más, con
la certeza mesiánica de un orador agitando a
las masas
nuestros cuerpos preparando un gigantesco
ritual de una magia negra de las más pesadas
para desviar el curso de la historia y acabar
de una vez con la barbarie capitalista
nuestros cuerpos anarquistas defendiendo la
formación de sociedades igualitarias regidas
únicamente por el principio del placer
nuestros cuerpos con sus bolsones de
escorpiones hambrientos, lunas trémulas,
vientos que resecan la piel en paisajes de
dunas movedizas
nuestros cuerpos llenos de reingresos,
escaleras de piedra recubiertas de musgo,
esquinas tan llenas de misterio como uan
ciudad fantasma invadida por una banda de
borrachos a altas horas de la noche
nuestros cuerpos recostándose mansamente a
la orilla de un lago, sintiendo el agua en la
temperatura de la piel, acostándose y siendo
recubiertos enseguida por las hojas que van
cayendo de los árboles alrededor
nuestros cuerpos elípticos, cuerdas tensas
listas para disparar las flechas incendiarias
del placer
nuestros cuerpos rodando abrazados sobre
este piso de filamentos vibratorios que
recubren la tierra, este balón luminoso que
guiña en la neblina
túneles de goma ciega se abren para recibir
nuestros cuerpos
armarios en llamas ruedan por las escaleras
un arcoiris intenta ejecutar los pasos finales
de un ballet
tropieza y cae
desmoronándose sobre las pendientes de la
Sierra de la Mantequeira
estallando en un caleidoscopio de colores
las montañas se rajan
fuentes de agua caliente chorrean contra las
nubes
sobre un palco de cartulina azul zapatean tres
bailarinas desnudas
con sus botas coloridas
una victrola distante toca In a silent way de
Miles Davis
un montón de papel picado es tirado hacia lo
alto
multitudes rezan oraciones sin sentido
un avión se transforma en gota de agua y
queda suspendido en el cielo
los navíos de la noche llegan más cerca
ellos ya doblan la barra del puerto
sus luces pestañean
ya se oye la música de las fiestas en las
cubiertas
dos mil lavanderas
sacuden piezas de ropa en sus tablas
en una playa sobre la margen derecha del río
Araguaia
en el fondo del cuarto hay una puerta
ella se abre hacia una escalera de hierro en
caracol
por la cual descendemos
para penetrar en al panza de este cometa
alucinado de nuestros cuerpos.
(Claudio Willer, de Jardines de la provocación)

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