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Fina, Albavhe, Ua feeractn dal mindy. moderne, 240 LA FORMACION DEL MUNDO MODERN Cote, nan, pp ay ada Dinastias de for Rurik 9 fos Romanos wis em Copitulo 1v | ECONOMIA Y SOCIEDAD EN EL SIGLO XVI Sy Pil Ls conoIciones ve IDA De LA roRLAci6s EL siglo xv, perfodo central de I pea tratada en este vlumen, tiie, en el plano. de la vida cotidans, muchas carctristicar eo dde Segismundo IIL, fuera zar en 1617. En cambio, los rejultados de ‘comin tanto con ef que le précede como con el que le sigue. Los Ia politica de unin religiosa de eatslicos y ortodoxos' fueron nota progresos dé-la higiene y de le medicina social no serén realmente bles. Los magnates polaces se sirveron de lla contra los eosseo, sensibles hasta el siglo xvut. La mortalidad infantil sigue siendo aque se openian ssa penetracin en Ucrani, para mantener mis fc uy elevada, En la regi de Simancas (Espa), por ejemplo, a. ‘mente @ los campesinos bajo su dominio. ‘cana6 valores del 40 al 50 por 100, y en Palencia el 68 por 100 de ‘De ete modo, Ie gestaci6n del nuevo equilibrio europeo se pre los nacidos mutié antes de cumplie los siete afios en el dktimo cuarto senta como un proceso hart laborioso, tanto en el este como en |e sgl xv. Si tomainor el cao de Besuvais (norte de Francia) en lL oeste; peo innegablemente tom cuerpo antes en los pales occ al siglo xv, podemog cemprobar que la mitad de la pablacién no dentales que en los orientales. Inglaterra y las Provincias Unidas Iegaba 2 la edad de veinte afos, y que una cuarta parte de los reciéa tendnin, desde prinipion del siglo xvi, un papel de primer orden acidoe motia durante su primer afo de exstenca. Ast pes, a nue ‘en la escena mundial, al lado de Francia y de los paises ibéricos. ‘tros’ ojos se trata de tuna poblacién de jévenes, por cuanto la espe- cambio, a extenss 20a bile, poliea, rsa y balnica pros tanea media de vida fe, alrededor dl ato 1600, de 34 aos para se bisqueda de I esibldad darane ds de un sigh. A ls mo- Jas mujeres y de 28 pata lor hombres, Pero tanto en cl siglo X¥t tivos sociales y econémicos de su retraso con relaciéa al resto de t como en el XVI se encuentran zonas en Jas que es todavia me- Europa, se afadieron as{ los desequilibrios politico-reliziosos y Ice | por: como las ciudades de Ginebra y Parfs o el conjunto de Ingla- trastomon tetra. tera, En 1574, mis de un tro de Ibe habits de Colonia lo constiufannifos de menos de quince afs; en el siglo siguiente, éstos representaban casi la mitad de la poblacién en Leiden y en Ingle terra, Dada este situacién, la edad del matsimonio era relativamente tardia: entre los 20 y los 25 afios para las mujeres y entre los 25 yy loe 29 para lor hombres (lo mismo antes que después de 1600); tn las clases més clevadas era frecuente el segundo matrimonio, coo 242 ‘LA FORMACION DEL MUNDO MODERNO sms del 20 por 100 de los casos, Por To que se sabe, no dejaban de interven las pricticas antconocptvas, alas cuales, sin embargo, se ecuria por muy diversos motives. ‘Una de las consecoencias de Ia solicited del coneilio de Trento or In alts cols en obliga en gue ncnton Tot pérrocos de registrar los nacimientos: en Inglatera, esta to prowpers hasta 1653. A pes de los ezotescolectivosy ls ef cdencis médias el siglo x se caactera6 por un foerte increment Aemogréfico en toda Europa que, en algunos casos, alcanzs valores préximos al 50 pot 100, Rosie, por ejemplo, pass de 10 a 15 millo- nes de habitants; Inglaterra, de 3,5 millones a 5. Dicho fenémeno se relljé en medida variable en las distintas ciudades, donde a me- rnodo estuvo vinculado a factores coyunturales. Ast, alo largo del alo, las poblaciones de Florencia y Milén aumentaron poco, a dife rencin de las de ciudades atlinticas como Sevill, Lisboa, Amberes, ‘Amsterdam y Londes, 0 de otras qe sin ser atlétias experimen {aron incrementos considerables, como Roma, Madrid y, sobre todo, Nipoles. Con todo, entre los més populosos centros curopeos no habla diferencias extraordinaras ni comparables, en absolato, a lat de hoy en dla. Eran ravsimas la cudades que alcaraban ls 200.000 habitants: Népoles, Paris y probablemente Mosci, seguids « poca distancia —pero por poco tiempo— por Veneca. Sevilla estaba m poblada que Londres; Messing, Palermo y Milén no, eran superadst por Marslla, Amberes o Amsterdam, En el imperio, Dantuig, Augs- burgo, Estrsburgo, Libeck, Nuremberg, Hamburgo Viena 0 ‘ebssaban la barera de los 50,000 hebitentes, En el siglo xvt, como més tarde en el xvr1, muchas aglomers ones fueron diezmadas por ls epidemias: Venecia perdié casi el 30, por 100 de sa poblaién entre 1575 y 1576, Santander el 80 por 100 en 1599, Mantua el 70 por 100 en 1630, Napoles y Génove alrede- dor del 50 por 100 en 1636, Estos azots (a los que se daba el nom bre de pests, pero que consisian a veees en tfus, viruels, etétera) sfectaban mis a las ciudades que a as repiones ruales, y dentro de las ciudades, se cebaban especialmente en los buttas pobres y pro- vistos de condiciones higiénias més deficientes; los transmisores ha- Bituales de estas enfermedades sollan ser las rata, a través de las pleas que Hlevaban, Al igual que en el perfodo anterior, resultaba ‘fs fil esapar a las plagas para les eapss podientes, tanto porque ECONOMIA ¥ SOCIEDAD 243 "on 1600 1600160) 150 1690 75G0 e000 E00 15001600 Frais Alemania la fala apt tae Ficuna 2 Incremento demogyifco es Europa: 1500-1600 Fuoms: M, Leguni, R, Puen, A. Vegeni, Tempo storce, vol, Uh esd waters, Zasichel, Blosa, 1 dlisponfan de mayores posibildades de alejarse de los centros afecta- dos como porque st alimentaban mejor. No parece que las familias de las capas populares fueran normal- mente muy numeroses; si el nimero medio de hijos por familia ‘puede fijarse en cuatro, més bien eran los estratos acomodados quie- nes lo superaban, De todos modos, el aumento demogrifin se de- tuvo y ented en crisis ya antes de que terminara el siglo xvt. De 1594 2 1597, Jas condiciones meteoroldgies.adversas acartearon malas cosechas, y mientras Ia peste se extendia por Espa, la cares tfa hacia estragos en Italia y Alemania. Las zonas mediterineas su- frieron mayores perjuicios que las n6rdicas: en Holanda y en Ingla terra, por ejemplo, la poblacién continvé aumentando 4 fo largo del siglo’ xvit. Las dificultades de aprovisionamiento de ciertas zonas ‘con una gran densidad urbana correspondian a las de la produccén agricola en la regién cicundante, « menudo inferior a la exigencis. a caresta, que en el Mediterrineo ya se habia manifestado antes 24 1A FORMACION DEL MUNDO MODERNO de 1590, oblig6 por primera vez, a partis de esta fecha, a secursir 4 masivas importaciones de cereals del Bilio, También hay que vincular con la penuria una inverién de tendenca en el impo. Ast, en Lengusdoe muchos campesinos dsfataban, finals dl siglo 2, de un reltvo bienestr,y en los provechos que sacaban de ss te: tras podian procutarse otros bienes; a pinipos del siglo vst, en cambio, la mayor part de dichos campesinos no prodcian tio sul- clente para eqiibear su presopuest ytenian que algilar sus brazos ca tierassjenas pars subvenr «las necesidades de sus familias, De ‘una manera general se instituy6 una reac entre Is presi demo- afc y los precios de Ios ariendos de I ita, que los prepetrios Intentaban eleva, junto con sus restntes derecho, aun nivel seme- jante al de los precios. Este deterioro de las condiciones de vide de Jos campesinos provocs desplzamientos de poblacén, al menos en Jos patses como Franca, Alemania e Inglaterra, donde no. se opo- sian obstfculos particulates « su movilidad. En teoria,en la mayor parte de Octdente los campesinos ya 0 eran servos, y no slo podian dxponer de ws biees, ino aban donar sus pueblos y aldas silo crefan convenient. Poco a pec, sin ‘embargo, muchos pedieron la propiedad de la tetra y pasron a en- ‘grosar las fas de quienes no poselan ya una sola percela, a menudo redacidos a servi como temporeros, cando no se hallbin conde- aados ala inacién y al vagsbundeo. Mientras gue, por una pate, Jos obrerosagrcolas se convertan en la eategora mis mumerosa en el mundo rural (casos de Inglaterra y Francis), por la otra, muchos terrenos reltaban —a cause del crecimiento demogrico— insu dente pats garantiat unos ington rules. Una gran parte del soelo lx ocupaban ls campos comunales y ls hacienda propiedad de los burgueses, los aristécrats o el clero. Nada tiene de extra, en consecuncia, que el descontent, instead en el campo desde my atrés, lejos de disminur, siguiea slimentando disturbs y re- beiones de importanca variable, Postrirmente a a guetea de los campesinos de la epoca de Lutero, hubo levantamientos armados de carter rural en regiones tan diversas como el Lenguadoc, Hongria {aproximadsmente 1560-1570, y de nuevo en 1593-1595 y en 1597), [Norvegn (1570), Urania (tam década del siglo x01), Ia 2008 al a, el Delinado (1580), Esti, Croaia y Eslovenia (1571-1573. ¥ 1594-1599), ‘Silos campesinos no se benfcison, por lo general, dl laa de BcONOMEA ¥ SOCKEDAD 5 los precios que favotecis a los productos de la tera, Ia ereciente de- manda de los mismas condujo ala ampliacidn de las freas de caltvo ‘Muchas zonas boscosas y muchos pastizales empezaton a ser roturs- dos, al tiempo que se procedia al saneamiento de tetrenos pants- rnoroe, Ente extosslkimos hay que citar los del Lacio, el Veneto y cl Ferrarese en Italia, las Provincias Unidas, Schleswig Holstein, y diversas repiones de Tnglaters, Francia y Alemania. Se tat6, pus, ‘den periodo de notable deserollo de In agricultuta, un cuando 9 © produjeron adelantor ténicos decisivos en los aperos, ni en los _étodos de rotacin, ni en Ia utilizcién de las cosechas. Inglaterra contitayé una zona de evolucién agricola particularmente intenst, ‘arsctristca que se prolongs durante los siglos xvt y xvit, con un inncgable progreso desde los pantos de vista de exploacién de los, terrenos y de comercalzacién de los productos. Otradrea donde se registraron grandes progress fue Polonia, cuyas exportaciones de centeno, por ejemplo, se tripliciron durante In segunda mitad del ‘xv, 9 valvieron a doblase a principios del xvit. Por otra parte, en las proximidades de grandes centros como Londres, Pats (9 Veneca prosperaton los cultvos hortofruteoas, a causa del segue zo mercado que les brindaban dichas urbes. ‘Naturalmente, scbre los campesinos siguieron gravitando el fiso, ‘con impucstos como la tala, y el cero (incluido ef protestants) con ts diezmos, «la par que crecan los arriendes; con todo, un atime 10 indeterminado se benefics con.el alza de los precios agrcos mientras pado gozar de los cénones antiguos. ‘Pero en esta épaca te desaroll6 también de manera notable el fenmeno del pauperismo, tanto en el campo como en ls ciudades, stunque resulta dlffell verfcar si el porcentaje de pobres con rels- cin a la poblacién total fue de al menos un 20 por 100, como se hn afirmado, Desde prinipios del siglo xv1 se perce claramente en Baropa une conceacia de este fenéimeno y el intento de afrontar el problema de lassstencia, en plena evolucién en todes sus aspects Las formas de caridad modievaes estaban en crisis 0 se revelaban insuficientes, y tanto It reforma protestante como la extlicn busca zon nuevas soluciopes. El luternismo favorecié el taspaso a Ia auto. ride laca de Ia asistencia péblica, consderada como una min que ncumbla a la comunidad cistiana y debia ser realizsda en su nom- bre. De este modo la instituyeron grandes muniipalidades semanas, ‘Augsburgo y Naremberg en 1522, Estrsburgo y Breslau en 1523, 246 A FORMACION DEL MUNDO MODERNO y Magdebargo y Regensburg en 1524. También varias érdenes reli: iosas surgidas en el mundo extlico incluyeron entze aus prinipa- Tes objetivos el de asstt a los necesitados, y la tendenca no hizo sino acentuarse lo largo de est spl y del siguiente, Tales medidas se proponien hacer frente a las insblitas proporcones sleanzadas por cl pauperismo y el vagabundeo, pasando de 1s limosna arbitrate mente reparida a una ayuda organizeda que, al mismo tiempo, sit- vieea de control. Las medidas adoptadas no tardaton en actus? como elementos de cribado y sun de disctiminacién. El estato mercantl se mostté mis sensible que ningin otro a Ia amenaza social que consttuian los pobres; fue el mis generoso en conceder su ayuda cconémica, pero también el mis exigente en cuanto al empleo que se le daba, En la capital inglesa, por ejemplo, entre finales del si- ‘lo xv y mediados del xvi, las donaciones de la barguesia para el ‘alto disminayeron en sumo grado, hasta quedar en wna sexta part, en tanto que las destinadas a Ie asistencia se ei Durante Ia primera mitad del siglo xv1 —época en la que sur sieron los grandes hosptales de Lyon (1533), Londres (1544) Paris (1554)— se recurié al sistema de la lceosia de mendicidad, De este modo, Carlos V permité que los mendigs expafoles pidie- rin limosna en sus propias ciudades y en los aledaios hasta scis Jeguas de distancia. En Londtes se provey6 a los pobres de ecisles que los hicieran reconcibles, gracias alas cules eran autorzados « Jimplorar la caidad. Més adelante, las autoriades se volvieron mis rigidas y limitaron su radio de eccién al tetitorio de la patroquis, ‘como ocutrié en Escocia a partir de 1535 y en Espafa con Felipe II. Y, sobre todo, en Inglaterra y en Franca se difundis hacia 1550 un ‘nuevo impuesto, el impuesto para los pobres,y se instauré un dis tincién entre hospitales —reservados para log inviidos sin recur sos — y hospicios —para los mendigos sanos—. Casi simultfneamen- te, se empezaron a tomar medidas contra los vagabundos; en Tngls- terra eran de wna severidad tal (con penas de escavitud y condenas 1 muerte) que tuvieron que ser abelidas. Pronto estas mistat medi- des se eplicaron también contra los pabres, por estnto se conside- taba que se hallsben en dicho estado por culpa de su incspacidad; por consiguente, se quiso obliger a trabujr a los que parecan To bastante robustos, La percepcién del pobre como imagen viviente de Cristo desaparecia st substituide por ota, la del pobre como ene- ECONOMIA Y SOcIEDAD 27 migo de la sociedad de los'pudientes, en nombre de una nueva éica del trabajo y de la prodctividad, Las casas soctanes En el siglo v1, como en todo el perfodo del aniguo régimen, al estrato socalmente dominant sigié siendo Ia nobles, que ea gran pte de Ios casos contaba también con el ejecicio de ia vaias formas del pode. Con el transcurso del tiempo no ae mols Ia tendencia de la burguesia a aceptar Ia superioridad de Ia condicién nobiliara y a stnconar si propio encumbrmiento modelando sts hibitos de vide segin los de la aistoracia. Esta, sin embargo, se Ila lejos de ejzeer un dominio sin limite; l contro: en cesto sentido, podemos decir que comeazabe « encaminare hacia su doce eocin Las monarquias perseveraron en si politica ya eshoada antes, orintada a coatar los derechos de los feudatarios sobre quie nes resdian en sus dominios o jursdiceiones. En Europa occidental, cspecialmente, los principes persegufan por este medio un dable ob- jetivo: consolidar cada vex mis sa propia avtoridad « escala local y debilitar las faerzas de los nobles, iestables en sa Sieldad, Estos 10 dejaron de reaccionar, unas veces (como en el reino de Népoles) Juchando con cbstinaciéa para restaurar sus antiguos derechos, a renodo eaides en desuso, y obteniendo inclso It victors, y ote (como en Polonia) haciendo que su apoyo resultara indispensable para los monaras, con ls consiguiente obtencén de ampliosprivile- sios a cambio del’mismo. La relacién entre noblesa y monazquta se confguré de manera muy diferente segé los patses. En algunos Gates, ante todo, el caso de Espaia— la afluenca de clemen bburgueses al servicio del soberano no sigaicd en abscluto un ‘0 para el vinculo privilegiado que unia a Ia corona y ala aisto- ‘nici, y Ie segunda 10 puso tabas al progresivo absolutism de Ia primer, tanto mds cuanto que los nobles controaban tds las ras de la adinistracién, Un easo completamente distinto lo oftece Fran- ia, donde la monargufa tovo que Tuckar hasta la segunda mitad del siglo xvit pera imponerse 4 una aristocraia reluctnte y pociada ‘yen conseuenca, se apoy6 mucho més en los elementos salidos de Jn bunguesta, El gran peso econdmico y socal de la noblezs podia Hlevarls a acitudes anttécas, Segin un censo efectundo « finales 248 1A FORMACIGN DEL MUNDO MODERNO el siglo x, en Carla In Nueva los nobles contolaban el 40 por 100 de ls ciudades y el 34 por 100 de la poblacén, pese a lo cul siguieron siendo el fel sostén de la corona, mientras que en Poloia a habfan dejdo seduide a un crgo cktivo, Esa vari dad puede observane tambiéa en ouos importantes sctre, como por ejemplo en el militar. En tomo a la mitad del siglo x0, el gjer io inglés tenia an una estructura fends, y To isto puede doce de algunes pases eurpeos hesta medidas dal siglo siguiente. De todos moos, Ia burguesi efccuabe miliple maniobras pra tener aceso ¢ la primate aistoeitic; inngsblemente mls foerte y sagas en el campo exondico, endla a valee desi aie dales para entrar en as fas de la nobleza. Esta, condo pudo, intents cera el pao etgiendo, como facor de dsctiminarido, un estilo de vide beredado del perodo precedente, Pars ogres sis patrimonis, Jos burgueses Iban tenido que ejetcerperonmente 7 debian seguir huiéndolo— setivdads lcratvs, en genetl de ‘carter mercanil, de fs que por tradi los nobles se mantenian 1 distencia, sobre todo en algunos pases como Espaia y Francia, ‘Ademés, los nobles cnsideraban que si condicién toil les exgia celia costosus residencis, tener gran nimero de srventesy dee cars al joego, eI cazay ls onvites. Su dion implica no slo negtiva a consagrar su vid ctidiana sla scumulacign de dinero, ino a prerogative de gstr con larguezay en abundancia, sn tenet prictcamente en cuenta sus disponblidades rede. i, por un ado, Jos provecos que les reprtban las tera feudles y os numero. sos eagos piblicos todavia desempefads por ellos een estanio- foe, por el oto, uns innegable dsminuciin de sus ingrsos y el tlaa de los precios debi la inflarén conieteron en runasos Jos contumos atstocetios, En Espa, sobre todo, se recuié. a la inntucin del mayorasgo para protege los pattnonics dela no- bleza; sus normas prohbtan la venta de Tas piopiedades faites, sungue permitan contr deudss. EL mayorasgo conteibays © pre. servar los bienes nobiles, dado que savagurdaba I intetiad del patimonio herditatio sin impedir la aliencin de les prope- dade ance. [No obstane os nobles etimarn que otro meio de defense, no menos ef, conta en invecar sus. prerogatias, Eapecalmente en Franca, se propusieon apuntalar los peiviegios todavia rect ‘vados casi en exchsiva 2 su case afmando que no peda formar ECONOMIA ¥ SOCHEDAD 249 paite de ella quien ho cuvira sangre noble en sus venas, y que Ia sctvided mercantil implicaba la pérdida de dichos privilegos. Este Able citerio resule6 mucho mis neto en teora que en le prictica, porque Ia rigueza —si bien de manera més bien indirecta que direc ta se comé el desuite con crcrs. Es cierto que en 1560 se leas 4 concifcar el principio de la dérogeance: todo noble que se dedi- cata al comercio al por menor o a actividades manuales quedaria ex: cluido de la nobleca, y reciprocamente, no podefan entrar en ela ‘quienes ejercieran tales ocupaciones. Sin embargo, muchos juristas admitiron pronto que siun noble practicaba dertos tipos de o- rmercio, ello no implicabe la pérdida de ss rang, sino s6lo Ia sus. pensiGn temporal del mismo. Presumiblemente el temor a la déro- sgeance frenara en cierta medida las inversiones de las rentss rureles francesas en Its actividades comerciales, pero no interrumpié la com pra de cargos pblioos y tierra ttuladas por parte de Ia burguesa, tayo acreso «la nobleza quedaba ax faciitado, Como hemos indicado més arriba, desde los silos xav y xv se Inaba ido reforzando en Francia le tendencia a Ja tranemisién here: dlitaia de los cargos. La ley que sancioné esta pritics, llamada Ia Paulette, no fue adopteda hasta 1604, y ademas de legalizar dicho carécter hereditario, provocé un alza ‘de lor precios de los cargos venales. Es etto que la posesin de un eargo o de wna terra tie lade no bastsba por af sola; ra preciso, ademés, vivir como noble y demostrr que como tales habian vivido también los propios ante ppasados, Sin embargo, cuando se emprendia con tenscidad, el aalto el dinero a las defensas de casa sola ser coronado pot el éxito En Francs, por lo tanto, pese ls severasexigencias geneal6pics, cl estamento nebiliaro fe un cuerpo social harto permeable y hasta bastante comprensivo, del que no quedaban excluides ni los segun dones nit la pequefia‘nobleza rural. Esto no signifies que Ja obstruc- 16n social no tuviera consecuencias. Una de ellas fue el fortalei ‘micnto de Ia conciencia de clase de algunos gropos burgueses, los cuales, aun cuando se plegaron « cirtss exgencias del tipo de vida noble, permaneceron fundamentalmente fees « sue propioe valores peculiares, sin experimentar ning entusiasmo por el ejercicio de Jas armas ni resignarse e administar sus bienes de maners neglgente ‘como hacfan los nobles, ‘A igual que les relaciones ent ls aristocraias y Jos soberanos, las de Ia burguesia_y lx nobleza varisban notablemente segin los 250 LA FORNAGION DEL MUNDO MODERNO paises. En casi todos ls prncipados del impeio germaico estaba probibida «Tos brgueses a sdqusicién de propicdaes nobilis, Gicunsancn que limité grandemeste sus iverions en la apical tara, sin perjico de que en Libeck, por ejemplo, csi todos los patios furan propietaios de irae como lo eran lor soos merce ders de Londres; pero unos y ouos segulan reidendo de preferen cia en sos respocivas codes. En Inglaterra ai siguiers tuvo Togas ninguna pogna en torno & 1a cui de las prergativasnabilaras para latuarse al sao de las mismaso para defenders contra ls intuss; las baller genes légieasfoeron una experiencia que el pla ae aor, La arisocaca ingle o coostiua una casta en cl pleno scaido de la palabra, y sus miembros no perdian ni ango al pesigio por dedicerse lot neqocies. Un individeo podia converte en gatlhonbre, incluso sin poseer tera, con tal de vive sein las exigencias de dichacoo- dicién socal, Aunque en Ia epoca que estamos tratando no fulton nobles emprendedores en Alemania, Escola Itai, etter, le ix slcsesinvitern su capitales en el comercio 0 en industria ms Sue los de niagéa oto pas. En el plano de Ta patipacién en la ia polite, low grands artécras segulan oeupando. le alot cargos que les reservabu leona, mientras que la administra efeciva de Inglaterra estaba en manos de Ia pesca noblens, Esta ima, ademds de proveer las places de sBerff'y de joer de per alimeaiaba en gran parte ls las de la ciara de ls Comune, cya cumentaba sin cer. La bate de los éxitos de esta capa social mis ain que en las inicitvas merantes, radcaba en la tira inbia sabido apoderrse deel, en particular aproverhindore de las varias secularizaciones de bienes elesiatice, y en muchos casos la tnd para In ganadera mis bien que para in agdculurs. Los pnoninast oe 1a TrEnnA La tierra tovo una gran fancién socal para les atistocracias, y ante todo en Italia, donde, sin embargo, las dsputas genealéieas no echaron rales profundss y los nobles pudieron dedicuse casi sin problemas a las més Incrativas actividades econémicas. Los patricia dos urbanos de Ia penfnsula se pasion ¢ scumularla con un reno: vado aféo, en forma de feudos en el sur y en el Piamonte, y de EcoNoMfh ¥ soctEDAD 231 Ihaciendas en las restantesrepiones. Se trataba del desarrollo de wna teadencia catamente esbozada en el perfodo anterior, perceptible ‘en Florencia Io mismo que en Veneca; esta tendencia contibuys sabre todo en fos centtos menores— a acentuar el fendmero de lu clausura aristociticonobiliara, De hecho, este fendmen no fue ‘ms pronunciado que en los restantes palses europeos, pero en vie ras regiones eentroseptentrionales resalté de manera especial por: ‘que contrastaba con la gran movilidad social de Ia fase histérica anterior. Italia, que se bubia diferenciado del resto de Europa por unt serie de rasgos originales, fue pareciéndose cada vez més a los eins patss, sobre todo en Io concerniente al estilo de vida y «Ja jerargula de las clases. ‘No hay peligro de exagerscién al desticer Ia importancia de la tierra en las relaiones sociales, ni en el cato de Italia ni en el de ‘cualquier otro pals europeo. La tierra constituyé el principal objeto de ls tensiones entre ls distintas class, asf como de las smasis y las diferenciaciones que se produjeron. Apenss es necestio subrajat ‘que, ast como en ciertas zonas la decadencia de Ia arstocacia se cfectuaba precisamente a través de le pérdida de sus terras en bene- ficio de a burguesa, también su recuperacin se concretS en tras regiones gracias « haber logrado un buen aprovechamiento de sus posesiones rurales. Pero, del mista modo que ocuria en Toe dife- rates estados de la peniosula italiana, tampoco en foe de Europa ‘abla una légica nia subyacente a Ia diversidad de los fendmenos, Las sitaciones eran demasiado peculares para poder extreer ua

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