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Lingiiistica historica Leonardo Manrique ie Castaneda” Introduccién Cuando no hay documentos escritos 0 éstos son insuficientes, la historia -dar cuenta sistematicamente de los sucesos y evoluci6n de las sociedades del pa- sado- se basa sobre todo en los estudios arqueolégicos,’ como lo muestra claramente la estructura y contenido de esta Historia Antigua de México. Si la utilidad de la arqueologia para hacer la historia es ipnegable, no cabe duda de que otras disciplinas antropolégicas tienen también manera de cons- truir la historia de sociedades pretéritas. Aunque seria interesante referir la contribucin de todas ellas, no me compete hablar mas que de lo que la lin- guistica es capaz de hacer en este sentido, Como es natural, ya que cada especialista tiende a ver su disciplina como central (segiin el dicho popular “cada viejito alaba su bordoncite”), conside- ra a las otras ciencias como “auxiliares” de la propia. Asi, los arquedlogos consideran a la lingilistica, a la antropologia fisica, a la geologia, a la biologia, etcétera, como ciencias auxiliares de la arqueologia; para los historiadores son auniliares la arqueologia, la lingdistica y muchas mis. Los lingiistas, por nues- tra parte, vemos a la arqueologia, la historia, la etnologia como complementa- rias de lo que hacemos. En realidad el conocimiento generado por todas las ciencias contribuye en mayor o menor grado al saber, las teorfas y las pric- ticas de otras ramas de la ciencia, pero no hay por qué entrar en tales discu- siones. *Linguista, investigador de la Dircecién de Lin del wear, Mexioo, INo es by arqueologia solamente una cencia bos amuedlogos se consideran a si mismo antro- pologas mds bien que Retoiadoes. or capa, su fundameos tence y aut deca han movado er [Gmsntn cles panel etudlo de socledades con abundante documentacton excita a4 ‘Mesoamérica, Oasisamérica y Aridamérica: En las paginas siguientes referiré la versi6n de la lingiiistica sobre la histo- ria antigua de las sociedades asentadas en el tertitorio que hoy ocupa nues- tro pais, poniéndola en paralelo con la historia arqueolégica.? Ya lo he hecho en otras ocasiones.* Los coordinadores de esta obra han considerado que tie- ne cabida en ella y con gusto he accedido a su invitacidn. Sin embargo, me ha parecido que narrar la historia social que puede darnos la lingtiistica sin refe- rir siquiera brevemente cémo lo hace, dejarfa en el lector un mar de interro- gantes o aun de dudas, por lo que destinaré cierto espacio a explicar algunos conceptos, técnicas y métodos de la lingiistica histérica- Historia de las lenguas e historia social Ahora sabemos que todas las lenguas van cambiando con el tiempo. Aunque quienes la hablan sientan que sus hijos © sus nietos siguen hablando la misma lengua, y que ellos hablan lo mismo que hablaban sus padres o sus abuelos, el idioma es un poco distinto en cada generaciOn.' Si el tiempo transcurrido es suficientemente largo, las diferencias entre dos estados de lengua —como se Ila- ma a la forma de hablar en dos momentos hist6ricos, sin que haya habido una ruptura en la continuidad del habla— pueden ser lo bastante grandes como para que si se encontraran dos personas que hablaran cada una uno de esos estados no podrian entenderse, es decir, se wataria de dos lenguas dife- rentes, porque se llama lengua o idioma a cualquier forma de habla que no per- mite a sus hablantes entenderse con quienes hablan otra lengua. #Puesto que en los dems de fos ceros tres vollimenes ie esta Historia Antigua de México se dan con suficiente detalle los datos sobre Ia historia social y cultural revelada por la arquenlogia, no documentaré las afirmaciones que haga sobre ella. Las referenclas qjue hag a esos cxpitulos inin seguldas de ls indicacidn, en esta Historia” y sus titulos no se incluyen en la bibliogralia, Yn Tos aculos que se fan en equi he tratado com mayor o menor extension no sto Ns antigua de las lenguas indigenas sino 1a colonial y ta Nn) “El fnare de las lenguseindligens frente al espana de Mexico” C9K2) Atlas oe Li 1 (1988). ©) “Lenguas fn Bacilopadia de idsco 908). i “Pata y prtcrte be es lenges indigeas de Mezco" (2990) @) “Las lenguas prebispanicas en el México actual” (1994), J) “Misoria de tas indligenas” (1996), ‘Ajistindalos al espacio que mic fue asignado cn esta obra, he tomado muchos pirrafos del altimo de los -evetitos arriba mencionados. Por comunicacin ‘investigadoras 3€ que cnire las kenguas de México sc ha cstudiado por ko menos en el trique (Amy Baumeschmidt) y en el ocuilteco (Martha C. Muntzel). Leonardo Manrique Castafieda * Lingtistica histérica 55 Cuando un idioma se ha extendido sobre un territorio mas o menos amplio, los cambios que se dan en diferentes regiones pueden ser distintos. La comu- nicaci6n entre la gente que vive en.zonas contiguas @.cercanas hace que los cambios que surgieron en una tiendan a difundirse a las otras, de manera que las diferencias no se hagan muy acusadas, pero como es natural esto no sucede si las regiones estin alejadas o si por cualquier otra causa (politicas, adminis- trativas, militares, accidentes geogrificos dificiles de salvar, etcétera) la comuni- cacion entre dos regiones ¢s escasa o nula, de manera que tienden a acumu- larse en cada una de ellas cambios distintos y asf se diversifican las formas regionales de esa lengua. Puede decirse, simplificando grandemente, que la diversificacién lingilistica esté en funcién directa del ‘tiempo transcurrido e inversa del grado de comunicaci6n efectiva que haya habido entre las varias poblaciones que hablaban una lengua. La figura 1 presenta el proceso de diversificacin de una lengua. Es un caso mis 0 menos tipico: en cerca de 500 afios un idioma relativamente uni- forme se conyierte en una lengua claramente diversificada en variantes regio- nales cuyos hablantes todavia pueden entenderse entre si; estas variantes re- gionales son lo que se llama propiamente dialectos.’ En unos 1000-anos (esto es, transcurridos aproximadamente otros quinientos afios), los cambios diver- gentes hacen que se pierda la posibilidad de que, usando sus propias varie- dades de habla, algunas personas de distintas comunidades se entiendan, ya que hablardn /enguas distintas en las cuales se habri iniciado el proceso de di- versificacién que da origen a nuevos dialects. En quinientos anos mas (1500 aos en total) las lenguas distintas serin todavia mas diferentes y es ademas muy posible que unas tengan dialectos menos marcados que los de otras.® El cambio lingilistico y la diferenciaci6n que acarrea siguen operando: sur- gen.nuevos dialectos y algunos de Jos dialectos que hay se diferencian lo suficien- te como para convertirse en lenguas diferentes; las que ya eran lenguas distintas S€ Separan mas todavia, manteniendo sin embargo muchas semejanzas. Y SBste es cl significado que dicron al términe los antiguos griegos y con el misma sentide lo adopts ta desde algo * ” 56 Mesoamérica, Qasisamérica y Aridamérica ‘aarp lets Figura 1, Esquema del proceso de la diversificacion linguistica. puesto que este proceso ha ocurrido antes una y otra vez, es comtin encon- trar lenguas y grupos de lenguas que se asemejan entre si cada vez menos sin dejar de mostrar ciertos rasgos comunes. Cuando se puede reconocer que ciertos rasgos comunes de un grupo de lenguas son heredados de la lengua antigua, o bien que son innovaciones o cambios compatidos (es decir, que cuando eran una sola variante de una lengua sufrieron el mismo cam- bio)” es costumbre llamar a ese grupo “familia lingiiistica”. Es listima que no "Los rasgas hheredacdos o las innovaciones compartidas san reveladones de una historia comin al menos durante Geno tiempo. Hay ctros rasgos que pueden encontrarse en lengas que no tienen una historta conn, ‘son los qué Ihimanis rasgos tipoldgicas; por ejemplo, ef maya y el espaol tienen las mismas cinco vocales sdiganios que “por accidente” Leonardo Manrique Castafieda © Lingdistica histérica 37 haya acuerdo sobre los términos usados para designar los niveles de las clasi- ficaciones lingilisticas," por eso debo sefalar las etiquetas que uso y-el valor que les doy: Familia es el conjunto de lenguas que derivan de una sola lengua antigua cuya diversificaci6n se inicié entre hace 5000 y 4000 aftos (es decir, entre 3000 y 2000 ac)? Subfamilia es aquella porcién de una familia que comenzé a diversificarse hace aproximadamente entre 4000 y 3000 anos (lo que corresponde al Periodo entre 2000 y 1000 aC). Grupo es la divisién de una subfamilia cuya diversificacién se inicié mas © menos entre 1000 aC y el principio de nuestra era (hace, por lo tanto, entre 2000 y 3000 afios). Subgrupo lamaremos al Conjunto de lenguas cuya diversificacién debe datar de algdn momento entre los inicios de nuestra era y el posterior siglo x; €s decir, el proceso tiene aproximadamente entre 1000 y 2000 afios. Lengua (0 idioma) es el habla © conjunto de hablas cuya diferenciacién se inicié hace aproximadamente 1000 afios; en algunos casos hay con- siderable variedad dialectal, en otros hay pocos dialectos 0 los dialectos estin poco diferenciados (0 amas cosas a la vez); también existen lenguas pricticamente sin dialectos. La estructura misma de cualquier clasificacién puesta sobre papel, lo mismo si es de lenguas que zoolégica o la que sea, sugiere que -en caso de que el tiempo sea un factor relevante- el estado final resulta de sucesivas ramifica- ciones de un “arbol genealégico” y que la distancia entre cualquier par de elementos en el mismo nivel puede medirse directamente con una regia; sin embargo, basta pensar en un arbol de verdad para darnos cuenta de que no és asi. Parece mucho mas apropiado el modelo de una red en la cual los puntos préximos son mucho mis similares entre sf en cualquier porcién de Shluestra de esa inconsistencta terminokigica es que sc llama igualmente fiemilia tanto a la indorerapa cust ss oman spare pir) oa il ar en nana: eo ‘macho més antiguo que, digamos, la fantila yuloaziecaeo la miaysince, tanto el indocurapeo cuanto el exoman- ee Gebeian Racca ames (vGaoo be acta 10), ‘Geta frecuencia pucde reconocerse que varias familias derévan de una lengua todavia mis antigua tame ents que: hacen: con esta base ex innegable para la historia de las lenguas y os estudion pero no parece muy ttl para el conocinmiento de las culruras mesoumericanas fe goacl lnkio de Gace e fa crea de S000 aC 0 Poco seepota: 58 ‘Mesoamerica, Oasisamética y Aridamérica la red que ‘se examine, mientras |a diferencia tiende a ser mayor mientras mas alejados se encuentran dos puntos cualesquiera, con una salvedad: puesto que los cambios lingilisticos tienden a difundirse entre puntos vecinos, hay siempre algunos rasgos que se conservan en puntos diametralmente opuestos, porque no alcanza a éstos la difusién homogeneizadora, aunque la suma de todas las diferencias si sea mayor. Tampoco es de esperar una corresponden- ia exacta entre la distancia geogrifica medida sobre un mapa y la diferencia o distancia lingitistica, y estos dos aspectos se dan en todos los niveles de la clasificacién. Una ojeada al apéndice mostrari que no siempre las familias tienen subfa- milias, 0 que no se encuentran grupos en éstas, o bien que faltan otras cate- gorias taxonémicas de orden intermedio.”° Estas diferencias obedecen a que la historia lingdistica ha sido desigual y accidentada, y son reveladoras por sf mismas de ciertos acontecimientos del pasado: es evidente que cada diferen- cia entre formas de habla actuales, asi como la dimensién de las diferencias y su suma, indica cierta ruptura en la relacion entre diferentes porciones de una antigua comunidad de habla, por alguna de varias causas posibles (migracién, intrusién de un grupo ajeno, asentamiento, etcétera); por el contrario, las semejanzas senalan una historia compartida. El dilucidar la asi como la historia social que revela son tareas de Ja lingi comparada. Las bases de la lingiistica comparativa e histrica Hace dos siglos, aproximadamente, ¢l reconocimiento de las semejanzas entre los idiomas que ahora Ilamamos lenguas indoeuropeas dio la base para desarrollar las técnicas de la lingitistica histérica y de la reconstruccién de lenguas antiguas, técnicas que se han perfeccionado constantemente, En este tiempo ha surgido una enorme cantidad de obras sobre teoria y-ha habido Tu ex agate sorbet at fe elegant coma autem subarpo hubier ldo preferble oma, dieu cate de stems que se han wma pore tener defen de gic a han aplcndo tm ree cor eft com as oro eos des én fsmtteados con ba hel in lengua, grupo, familia. alco Ge faallas uc emcee 500076000 nice poe eoeance sa cya sefialar que si se compara con otras clasificaciones se notarin algunas diferencias que en parte se deben a que las taxoqomias anteriores ~meritorias sin duda= tenian menos elementos de juicio y arquetlogo, Campbell y Kauffmann, “A linguistic look at the Olmecs”, son lingilistas, “'Manrique, “Conclusiones”, cotcja cuidadosamente hos datos arqueol6giens y lingtisticos y refure la inter- id Otros ufos: avez exagere tn poco el papel de los uayances a Races defers En “La de la lengua huasteca” dey mis detalles sobre el proceso de diversificacién de Las de la sara et coro ns resus. gue begs park sr hu cestode dopeen 20a Haars, en ver de hacerlo en hos altos Cuchumatanes de Guatemala, como otros linghistas han propuesio. Hace mucho Jimena Moreco (El enigma debe omecie) seta el papel de ow mine nequcs en tparncin de london rand grupos mayances, Leonardo Manrique Castafieda * Lingatsica hist6rica ri antes de desaparecer, no tiene caso volver a referirse a éstos y otros grupos mientras no haya informaci6n nueva o interesante que ofrecer. Si el protomixtecano, como hemos dicho, puede acreditarse una larga traci- cién de cultivo -de la que no podemos excluir a otros miembros de la fami- lia oaxaquefia—es de esperar que la vida en aldeas haya fayorecido la diversi- ficacién y que por este tiempo, alrededor de 1500 aC, fueran ya lenguas claramente distintas el amuzgo antiguo (lo llamo asi porque tiene una sola lengua descendiente y de este modo evito abusar del prefijo proto), el pro- tomixteco-cuicateco, el protozapotecano y el protopopolocano, suposicién que se ve confirmada por la glotocronologia. No es facil averiguar sus ubica- ciones respectivas; apoyado en sus mutuas relaciones, en su situacién actual ¥ €n indicios arqueolégicos sugiero que el protozapotecano habia casi llegado a la regién donde ahora se encuentran sus descendientes, que ¢l amuzgo antiguo posiblemente ocupaba buena parte de La Mixteca, tal vez al lado de Jos protopopolocas, y que el protomixteco muy posiblemente se encontraba ya en una parte de Oaxaca pero se extendia sobre todo por el actual estado de Puebla hasta las inmediaciones de Tlaxcala. Probablemente los totonacos antiguos (el término apropiado es prototo- tonacano, pero es horrible; todavia no se habian diferenciado totonaco y te- pehua) vivian en parte de Ja Sierra Madre Oriental, mas o menos de San Luis Potosi hasta Puebla e Hidalgo, en la incipiente Mesoamérica de entonces, ya cerca de sus limites o incluso fuera de ellos. Lo mis notable del panorama lingiiistico del Preclisico es la total ausen- cia de territorio mesoamericano de cualquiera de las lenguas de la familia yu- foazteca, cuyos descendientes son mucho mis tarde tan conspicuos. La pri- mera diferenciacién de la familia yutoazteca se inicié alla por 2,700 aC, pues €sta es la divergencia maxima entre dos lenguas de la familia, el yute y un dialecto nahuatl; notese que estan en los extremos septentrional y meridional respectivamente del drea de dispersion de la familia, también puede obser- varse que todos los grupos muestran mayor semejanza con sus vecinos inme- diatos que con cualquier otro, lo que se acostumbra llamar “distribucién en ‘eadena”. Este tipo de distribucién se produce por Jo regular cuando los hablan- tes de una lengua antigua van extendiéndose en un solo sentido sin abando- “nar Su ubicaci6n original; las divergencias van produciéndose cuando el ale- ‘jamiento entre Ja avanzada y quienes quedan en el “hogar primitivo” es ‘Suficiente como para no ser compensado por las hablas intermedias. Hay, 2 ‘Mesoamerica, Oasisamérica y Aridamérica naturalmente, otros factores, asi como episodios menores, flujos y reflujos, y rupturas que hay que tener en cuenta, pero hay lo bastante como para ase- gurar que los protoyutoaztecas poblaban una regién ms o menos donde ahora estdn los estados de Nevada, Colorado y Utah —menos desérticas en- tonces~ y que una parte de ellos fue avanzando hacia el sur, especialmente por las sierras (en las que recolectaban pifones y bellotas) y las llanuras préximas (de las que aprovechaban, entre otras cosas, tunas y conejos); entre 2500 y 2000 aC ya podian distinguirse una’lengua septentrional —cuya histo- tia posterior no nos Ocupara, pues sus descendientes quedan fuera de nues- tras fronteras~ y una lengua meridional que hacia/1500 aC apenas Ilega- tia a las sierras de Sonora y Chihuahua y su vecindad, formando una cua entre hablas hokano-coahuiltecas al este y al oeste (causando asi la sepa- racién de la subfamilia coahuilteca); por lo tanto, quedaba por completo fuera de Mesoamérica. EI Clasico y sus lenguas Si el periodo Preelasico se define por la afirmacién progresiva de los patrones culturales mesoamericanos, el Clasico se caracteriza justamente por la plena vigencia de estos patrones (véase figura 5). El arte, las ciudades, los grandes edificios, el calendario y la profundidad de los conocimientos astrondémicos, eteétera; se tratan en otros capitulos de esta Historia...., por lo que podemos tranquilamente dejarlos a un lado y ocuparnos s6lo de los factores que, hasta donde sabemos o podemos inferir con buenas bases, influyeron en la histo- ria de las lenguas de nuestro pais. Durante el Clasico la gente se sustenta sobre todo de los productos del cultivo que se practica en poblados sedentarios (no desaparecen recolecci6n, caza y pesca, pero su papel es mucho menor); también del trabajo campe- sino se mantienen quienes viven en las ciudades, los grupos dominantes y tal vez cierto tipo de artesanos; puesto que con la fuerza de los brazos de los habitantes de las aldeas se construian los grandes edificios, sus sefores debian saber de dénde traer rabajadores para las obras. Todo esto sugiere un fuerte arraigo a la tierra, lo que implica que la ubicacién de las familias de lenguas no se modifica; en cambio, la misma vida aldeana tiende a producir una fragmentacién dialectal que debe haber sido semejante a lo que ahora puede verse en varias regiones de Oaxaca: cada pequefio pueblo tiene un Leonardo Manrique Castafieda © Linguistica histérica 2 Figura 5, Mapa de ubicacién probable de. las familias linggiisticas hacia 400 dC. dialecto propio claramente distinguible aunque, por supuesto, se entienda sin dificultad con. sus vecinos.* Durante la fase temprana del periodo Clisico (desde su inicio hasta 300 de nuestra era) se establecieron vastos sefiorios centrados en ciudades que eran Ja sede de la hegemonia de un poder religioso-politico, El de Teotihuacan ha sido Hamado ‘imperio” y su gran influencia llegaba hasta la zona maya y a Monte Alban, como lo indican restos teotihuacanos en esos lugares (como en muchisimos mas de Mesoamérica) asi como unidades tipicamente zapotecas y mayas cn la propia urbe teotihuacana, que debe haber sido una comunidad plurilingte o por lo menos bilingtie, como antes lo fue La Venta y como en ‘ese tiempo pueden haber sido otros centros importantes. Dificilmente puede caber duda de que las lenguas hegeménicas de los sefiorios se extendieron acosta de las hablas locales haciendo desaparecer muchas y marcando mis las diferencias entre los idiomas subsistentes; es muy probable que a este fend- “OEgland, Bartholomew y Cruz Ramos, La inteligibiidad interdialectal en México: resultados ce alga documenta adecuadiumente este fenGmeno, que ei nvest trabajo de campo hemos notaclo todos fs lingistas. Ese estudio demuestra queen algunos isos clenas hablas condiguas que concen gon l mis- ‘mo nombre no-son dialectos sino lenguas, 7” Mesoamerica, Oasisamérica y Aridamérica meno se deba que ahora se encuentren lado a lado lenguas cuya diferen- ciacion, datada por la glotocronologia, se inicié en los ultimos quinientos afios del Preclasico, pues dificilmente hubieran llegado a ser lenguas diferen- tes los dialectos que estaban constantemente en contacto. Asi parece haber sucedida con las dos tinicas de la familia totonacana que conocemos, y tam- bién con lenguas popolocanas, mixtecanas, zapotecanas y mixe-zoques, lo que contrasta con el yucateco-lacand6n, que parece haber iniciado al mismo tiempo que las anteriores una diferenciaci6n nunca acabada porque el per- manente contacto mantiene un solo idioma. En el centro de México, la zona directamente bajo la influencia teotihua- cana, a los pueblos de habla proto-otomiana vinieron a sumarse otros de habla protonahua (o nahua antiguo si se prefiere), cuyo avance no habia cesado, pues asi lo muestran algunas fechas: la separacién del tarahumara- cahita debe haber sido poco anterior al principio del Clasico, quedando ellos aproximadamente en la regién extramescamericana que ahora ocupan, mien- tras los antiguos nahuas y los cora-huicholes seguian adelante; es posible que estos tiltimos penetraran ya a Mesoamérica (una Mesoamérica marginal en todo caso, es cierto), pero los nahuas iban delante de ellos, por lo que muy probablemente ya habian llegado a zonas de Jalisco y Michoacan, y también a Teotihuacan y su entorno, con una avanzada en Pochutla, Oaxaca.“ Mas di- ficil es saber qué sucedia con las lenguas yutoaztecas de los pueblos néma- das de las lanuras desérticas y el pie de monte de la Sierra Madre Occidental, porque muchas desaparecieron sin dejar huella y de otras hay informacién que va de pobre a paupérrima; podemos sin embargo suponer que avanza- ban no sdlo hacia el sur, sino también hacia el oriente. Unos de ellos, ya bastan- te diferenciados, deben haber sido los antepasados de los maratines de Tamau- lipas, mientras otros tal vez se entremezclarian con hokano coahuiltecos pero, gracias a su movilidad, sin perder contacto (y por ende diferencidndose poco) de sus parientes de la Mesoamérica marginal o netamente mesoamericanos. Si durante la fase temprana del periodo Clasico se establecieron los se- fiorios, en la fase tardia (de 300 a 700 dC) alcanzan su pleno florecimiento, ejercieron un dominio mas claro sobre las poblaciones por ellos dominadas y lograron una mayor estabilidad, favorable al intercambio de productos. Es ‘Mannie, la feng de og mahuasy sus congénees as Jas dens dialled bua made, 1cda por determinar las formas que adoptaba este intercambio; podlian ser mercantiles,tributarias 0 de an cn canoe gu en mucho ato se ccc dts procedentes de otras partes, a veces. muy lejanas, y que hay también representaciones de plantas y animales cle otras ambientes (nor ejemplo en Teot hhuacan, seres marines y de la selva tropical). ‘Leonardo Manrique Castafieda * Lingiiistica histérica 75 €sta la fase en la que la actividad constructiva ~apoyada en el trabajo de ingente numero de trabajadores~ da a la mayoria de los sitios arqueolégicos el aspecto con el que los conocemos ahora. Tal situacién era propicia a que los idiomas de los dominadores se usaran como lenguas francas, esto es, sin que desaparecieran las diversas lenguas regionales, por lo que era relativa- mente comtin que en vastas zonas coexistieran dos idiomas o més, a veces sin claro predominio de uno de ellos. Los nahuas que se superpusieron a los antiguos habitantes proto-otomia- nos en el centro de México eran un pucblo expansivo pues, como veremos en seguida, aparecen en varias otras regiones entremezclados con hablantes de otros idiomas, por lo que puede razonablemente suponerse que ellos tenfan el poder en Teotihuacan; probablemente a esto (y a sucesos posterio- res) obedezea la uniformidad del nahuatl de esta regiGn, mientras que la posicion subordinada de los otomianos produjo hacia 400 dC la divergencia de los otomies y mazahuas. En vista de las semejanzas entre la arquitectura de Teotihuacan y la de El Tajin, Jiménez Moreno sugirié que en la primera se hablaba totonaco (y otras lenguas). Mi trabajo con las lenguas mayances indica que los constructores de El Tajin no fueron totonacanos, sino “huastecanos” (esto es, del grupo, inic); sin embargo, los totonacanos no deben haber sido por completo ajenos a la innegable relacién que hay entre ambos sitios (y otros interme- dios como Yohualichan), pues la familia totonacana -ya separada en totona- €o y tepehua— ocupaba la Sierra Madre Oriental entre lo que hoy son el norte de Puebla y Veracruz, posiblemente extendiéndose por los Ilanos interiores, donde coexistirfa con hablantes de nahua y mezclindose hacia el oriente con Jos inic. ‘Creo que se debe al “imperio” teotihuacano la presencia original del nahuatl en muchas de las regiones donde ahora se le encuentra: en la region. poblana parece haberse intercalado con las lenguas de la familia oaxaquefia cuya presencia en esa zona hemos sefalado. Por el centro de Veracruz puede haber desplazado a otros idiomas, pero en cl sur (en la vertiente que el istmo de Tehuantepec tiene sobre el Golfo de México) se hablaba al lado de dialec- S¢Manrique, “La posicion ...". Actualmente también algunos arqueslogos sostienen que ésta es una cite dad “huasteca’: Wilkerson, “Man's eighty centuries in Veracruz’; HI Tajin, una guia para visitantes, y Ochoa. “La zona del Golfo en el Poselésico” en esta Aiistoria, 76 ‘Mesoamérica, Oasisamérica y Aridamérica tos mixes y zoques,”” y posiblemente llegaba ya al occidente de Tabasco, donde estaria en contacto con lenguas mayances. La historia de algunos pueblos mayances y sus lenguas durante el hori- zonte Clasico tiene aspectos muy interesantes. Debemos recordar que en la configuracién de la cultura olmeca, durante el Preclasico, tuvieron parte los hablantes de un antiguo dialecto uinic, el protoyaxché (antepasado del pro- tocholano y el prototzeltalano); ahora podemos agregar que los sistemas de registro olmeca son la raiz de las escrituras mesoamericanas,® entre las cuales estd la maya que en el Clasico se extendi6 por todas las tietras bajas. Sin embar- go, puesto que buena parte de las tierras bajas no estaba poblada por gente del idioma protoyaxché de los olmecas, sino por hablantes del yaxqué® que no tienen ningun parentesco especialmente cercano con ninguna de las demas lenguas del grupo uinic, de inmediato surge la pregunta de c6mo pudieron €stos adoptar la escritura desarrollada por protocholanos-tzeltalanos.” La respuesta estd en que ambas protolenguas comparten muchos rasgos estruc- turales,* posiblemente por la influencia mutua que muchos siglos de contacto constante produjeron; cada uno de los grupos tuvo cambios propios —que incluso produjeron la separacién del cholano y el tzeltalano ya avanzado el Clasico-, cambios que saltan a la vista porque no exhiben la correspondencia fonol6gica regular que deberian tener y que en ciertos casos pueden do- cumentarse con ejemplares de la escritura maya.* + Hay algunos problemas de clsificaciin de la familia mixe-zoque. Tradicionalmente se dice que la com- ponen tres lenguas:el mixe, el zoque y el popoluca. Las tres estin muy diversfiadas y no he podido derer- fninar cudntos idiomas distintos deben reconocerse; unas lenguas “popolocas” se acercan mas alas mixes y bers alas 2oques, de modo que tal ver debieran reconocerse dos frupos, cada uno con varias lenguas 5 y mixes en uno, “poplucas” y 20ques en el oto, ‘Sinvestgaciones recientes ienden a sefalar ue las escrituras mesoamericanas pueden haberse origina- do en Monte Allin, pero si precedencia temporal no es de ningin modo evidentey ests inacripewnes tienen tn extlo manifietamente “olmeca” u volmecoide” que no excluye, sino mis bien raica, el papel de los ole can a iver de esr oh Mescumeicn 7% sr : ‘partir de la hase olmeca se desarrollaron sistemas de registro, HI de Oaxaca y cent de Wesco ye ea ona maps Primeromno es de verdaderasescrturas, mientras que el segundo i al menos una escritura, i bien puede haber en él semiescrituras. Véanse Manrique,“Ubicacion de los documentos pictogrificos de tadicién nahuat! en una tipologia de sistemas de registro y escritura’, y los aniculos sobe las escrituras mesoamericanas en el Ailas de LingiiGica, "No comprende mis que una lengua cuyos dialectas se conocen con numbres distintos: maya y lacan- don (que comenzaron a diferenciarse hace mucho pero han divergide poco, hablados en México), ity mopan (de Belize y Guatemala, dialectos muy priximos del maya). “Ya en 1963 propuse en el Bofetfn nus que en vez del maya yucaleco (como se venia haciendo) se usara getemitcamenie cl chal en os wabues para el dese dea escrtra maya, pes mis wetigaiones soe in diveraficacion de las lengua mayancesindicabn que ea esta y no aquela fa lengua de los primeres textos mayas. 5! Bricker, A Grammar of Maya Hieroglpbs, 8 Justeson, Nerman, Campbaly Kaalicoy The Foreign Impact om Lowland Mayan Language and Scrys, muestran algunos rasgos estructurales comunes a protoyaxché y jue, asi COMG NuMerosos elementos de vocabulario que comparten ambas protolenguas en exch (es decir, no se encuentran en ¢l resto de Leonardo Manrique Castafieda * Linguistica histérica " La invencién de la escritura es una hazafha que contribuye de manera destacada al esplendor del periodo prehispanico clasico caracterizado por su solidez y estabilidad que habrian de perderse a partir de 700 de nuestra era. El Epiclasico, transito del Clasico al Poselasico A finales del periodo Clasico hubo un aumento de temperatura que provocé cambios climaticos; uno de los efectos mas notables de estos cambios con- sisti en que grandes extensiones que habfan sido cultivables dejaron de serlo y tuvieron que ser cedidas a los némadas 0, al menos, sus habitantes se vieron forzados a trocar sus medios de subsistencia.* La retracci6n de la frontera norte de Mescamérica hizo que se volcaran sobre esta drea quienes antes habian podido subsistir del cultive en zonas que ya no lo permitian, mayormente grupos yutonahuas y otopames. Pero ahi esta- ban los sehorios, ocupando todo el espacio ~incluso arrebatdindose ocasional y mutuamente algunos trozos~ y firmemente establecidos, al menos en apa- riencia, pues hay indicios de que las invasiones propiciaron revueltas inter- nas de quienes habian dado lustre a las urbes con su trabajo en acatamiento a la voluntad de los dioses todopoderosos, cuya capacidad para mantener el orden del universo se habia perdido, segtin lo demostraban los acontecimientos. Los senorios cercanos a la frontera septentrional fueron los primeramente afecta- dos (Teotihuacan fue incendiada cerca del aio 650) y su caida repercutié poco después sobre las reinos contiguos que a su vez, un poco més tarde, afec- taron a sus vecinos hacia el sur, y éstos a los de mis adelante, y asi sucesiva- mente a lo largo de 300 anos, aproximadamente hasta 1000 de nuestra era.** a familia), fendmeno frecuente cuando dos han tenido una larga historia como vecinus; también reer na 1 tren su mayor del cholana al yueseco, comme ‘eabe esperar 9 los antiguos choles fueron (junto con protomixe-2oques) el jos pueblo olmecs, e! Gece i scrtort- aco peas prevencanct ee ie slasaceges Protozapetecos, y de ahuas y totonacanos: “SGaespe Oviedo, Vila ule Reyes, San Luis Potosi: wn micleo agricola en la frontera de Mescamérica, €3 un ‘ejemplo que podria mubiplicane: Teen est Misra, Yoko Sugiura Yamamoto y Joyce Marcus abondan cltema dl Epkclisico. Sele menciona «2. spy nm ee pean y Clade ct ae ean de 20na maya en el Posclisico”, dicen que el término ha dejado de usare per sefalan autores que io reivincl- ‘ean, Soy consetente de que mi descripeiGn en el texto ex demasiado tosea, pero crea que engloba todas as causas y caracteristicas que s¢ han esprimido.

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