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Josep M. Vallés i con la colaboracién de Salvador Marti Puig Ciencia polftica Una introduccién Arie “ 73434 14 edici6n: septiembre de 2000 5. edicién actualizada: septiembre de 2008 6.4 impresion: septiembre de 2007 © 2000 y 2006: Josep M. Valles Derechos exclusives de edicién en espa reservados para todo el mundo: © 2000, 2006 y 2007: Editorial Ariel, $A. Avda, Diagonal. 662-664 - 08034 Barcelona il ISBN 978-84-344.5628.0 Depésito legal: B. 33.147 - 2007 Impreso en Espana por Book Print Digital Botanica, 76-178 08901 L-Hoypilates de Llobregat (Barcelona? (Queda rigurosamente prohibids, vin Ta sutorizacién eserits de Sox vilares del copstigir, ‘bajo las sanciones estabiecidas en las lees. I reproduccion total o parciak de esta obra por cuclquter media» procedimiente. comprendides la Tepragrafiay el istemiemta infermétio. iy la dist:bucige de wfemplares de ella mediante alguiler 0 préstarno pica, Capituto 19 LA SOCIALIZACION POLITICA El sujeto politico y su circunstancia Sabemos ya que cuando observamos a un sujeto politico —-un ciuda- dano que vota, un politico que decide, una periodista que opina— no nos encontramos ante un robot descammado. Tenemos ante nosotros a un indivi- duo equipado con un determinado bagaje de actitudes, valores y orientacio- nes ideoldgicas. Es este equipaje el que le capacita y le orienta cuando su entormo le reclama de una u otra forma una reaccién politica. Podemos asi- milarlo a un «kit de supervivencia» que le permite manejarse en su entorno politico particular. Pero ¢como y donde se hace con este equipaje? ¢Donde lo adquiere? * Ya advertimos (IV.17) que las actitudes politicas fundamentales no acom- pafian a un sujeto desde su nacimiento: no son innatas, sino asumidas ¢ incorporadas a lo largo de su misma existencia. Como en tantos aspectos dela vida humana, cada sujeto politico tiene en su circunstancia —su en- torno— una serie de limites y un conjunto de oportunidades. Sabemos por propia experiencia que no tomamos conciencia de la po- litica —y de todo lo que se refiere a ella— de una forma stibita y comple- ta. Cada uno de nosotros va construyendo y modificando —a través de ctapas que arrancan en la misma infancia— una determinada idea global de la politica: en ella se contienen imagenes, creencias, predisposiciones, ideas, etc., que sirven para situarnos en Ja escena politica y nos ayudan a desempefiar en ella un determinado papel. + Damos, pues, el nombre de socializacién politica a este proceso de adqui- sicién y transformacién de creencias, actitudes, valores ¢ ideologias, que cada individuo experimenta a lo largo de su vida, Mediante este proceso, el sujeto interioriza elementos de su entorno y construye su propia perso- nalidad politica, Pero la socializacién no debe confundirse con el aprendizaje sistemati-~ co, formalizado y voluntario que se da, por ejemplo, en un curso de intro- duccién ala politica. La socializacién politica es, sobre todo, un proceso in- formal, fragmentario, difuso, poco consciente, que sélo es reconstruible a 290 LA POLITICA COMO PROCESO: (1) EL CONTEXTO CLLTURAL posteriori mediante un cjercicio de introspeccion. La socializacién politica es la que nos permite en un momento dado responder a algunas preguntas elementales: ¢a qué comunidad nacional pertenezco?, ¢say de derechas 0 de izquierdas?, ghasta qué punto me compensa participar en unas eleccio- nes?, en qué medida han de estar relacionadas religion y politica?, gestoy dispuesto a dar parte de mi tiempo y/o de mi dinero a una causa politica? Las respuesias a estos interroganies pueden fundarnentarse en parte en conocimientos adquiridos mediante la lectura 0 el estudio, como seria el caso del estudiante de ciencias politicas. Pero estas respuestas estaran también muy influidas —o mas influidas incluso— por su origen familiar, el entorno de sus amistades, el momento histérico que vive, etc. Y si en lugar de refe- rimos a un estudiante de ciencias politicas observamos a la mavoria de los ciudadanos —que no cuentan con instruceién politica especial—, compro- baremos que son aquellas influencias informales —y no los conocimientos aprendidos— tas que mas peso tendran en sus reacciones polfticas, * La socializacién politica —o esta inmersin gradual en el universo politi- co— permite, pues, adquirir una serie de orientaciones basicas, que ya hemos examinado (IV.17}. Hemos dicho mds arriba que pueden equipa- rarse a un kit de supervivencia para nuesiros itinerarios por la politica. ¢Qué elementos basicos componen este kit? Resaltemos algunos: — una idea general de la politica como actividad, a la que—seguin el en- toro en que se produce la socializacién— se atribuiran diferentes connotaciones: «desorden, confusién>, «servicio, deber», «conflicto, competencia», «solidaridad, cooperacién»,

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