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ALTERIDADES.1901 Tan Page, 80-57 Viaje, trabajo de campo y conocimiento antropolégico ESTEBAN KROTZ* Fs bueno tener en un viaje una meta hacia fa Cual dirigine; em altima tennino, cempero, es el viaje mismo lo que importa, Ursula K. LeGuin, The Left ‘and of Darkest Introdueci6n ‘Tradicionalmente, en México y en otras partes, una de las principales marcas distintivas de la antropologia sociocultural es el llamado "trabajo de campo", Aunque su presencia tienda a decrecer en la vida de los antropélogos conforme acumulan antigiedad en la diseiplina, en términos generales, el “trabajo de campo" constituye el elemento que diferencia a Ia antropologia de las demas ciencias sociales, que es experimentado Por los nedfitos como rito de iniciacién y piedra de togue con respecto a su vocacién profesional, que roporciona especificidad a los curriculos y Ias tesis, Que genera muchos de los sucesos anecdéticos del folclor gremial y que crea perple}idad y malos humores en las esferas administrativas de toda clase de instituciones donde laberan antropélogos, Pero zen qué consists eate "trabajo ee campo"? Preguntando a los antropélogos y, ‘més importante, observindolos cuando dicen que "van al campo", que estan "en el campo", que "hacen trabajo de campo", e! ‘érmino se revela como una eéseara que puede encerrar segiin quien la uilice, contenidos disimbolos, En cierta acepeién, hacer trabajo de campo se refiere sencillamente ai hecho de que el objeto de estudio no se encuentra en el espacio de Ia cotidia~ 50 nidad del antrop6logo, por lo que éste debe trasladarse a otro sitio para realizar su pesquisa, Este otro lugar puede ser incluso un barrio cercano @ encontrarse en un edificio de su propia colonia; ademas, el término “abajo de campo" no dice nada sobre la intensidad © duracién de si estancia allé. Més precisa es otra acepcién, que frecuentemente es ensefada en la academia. Aqui, trabajo de campo es una técnica o un conjunto de téenicas, entre las que sobresale la mitica y Pocas veces precisada "observacion participante” part ‘obtener Ia informacién empirica deseada, en la que s° basa el conocimiento antropolégieo. Este contenido del ‘érmino se asoma claramente en aquellos cronogramas gue separan Iz fase “trabajo de campo" de la fase “redaccién” (incluyendo en esta ultima, de modo implicito 0 expiscto, el Hamado "andlisis de material") Una tercera perspectiva califica al trabajo de campo come método central, principal o snico de la antropologia. Aunque batallando contra las usuales confusiones acerca de delimitaciones y relaciones entre los componentes de la triada teoria-método-téenica, "trabajo de campo" pretende identificar agui una tipiea forma de aproximacién general aloe fenémenos socioculturales, que engloba y da un matiz peculiar a una multiplicidad de tSenicas para la obtencion y cl anilisis de informacién. Las tres acepeiones se encuentran parcialmente sobrepuestas, pero ponen el énfasis en aspecios diferentes, y por consiguiente, imprimen caracteristicas distintas a la produccion de conocimientos antropolégicos y a los resultados de esta. Asi por ejemplo, mientras que en la primera se trata de luna mera delimitacién espacial que queda completamente fuera del proceso de investigacién en si ena Esteban Krote segunda, "trabajo de campo" es sindnimo de algo asi como “recopilacién de datos en un ambiente relati- vamente relajade a causa de Ia presencia prolonged y/o repetida de! investigador en este mismo ambiente"; ia tereera acepeién, a su vez, destaca el hecho de que la realidad por estudiar es en parte construceién del investigador y resultado de la pertenencia de este ‘timo a un contexto cultural distinto del que carac- teriza a su objeto de estudio. La observacién de C. Geertz de que Ia antropologia es In “ciencia nacida en tribus indias, en las isias del Pacifico y en las comunidades africanas”, ‘recuerda que toda nuestra tradicién disciplinaria -incluso aquella primera fase de los vituperados "etnélogos de gabinete” que solamente navegaban en los mares de los libros- tiene como condicidn de posibilidades el viaje, es decir, aquella secuencia de situaciones en la cual personas) pasan transitoriamente cierto tiempo en otras culturas y comunican posteriormente sus observaciones y exponen los objetos traidos desde alld, en sus lugares de origen.* ;No seré, por consiguiente, que Ia reflexion sobre el viaje y el viajar nos podria aclarar aspectos significativos acerca del trabajo de campo, pues éste implica, independientemente de cualquier otro contenido que se le pudiera dar, precisamente Ia idea de viaje? Exnst Bloch y cl toma del viaje? Esta pregunta me lleva a Ia consideracién de algunos aspectos de la obra de Ernst Bloch, sin duda tno de los Pensadores més originales del siglo." Su vida misma cstuvo profundamente marcada por los. des plazamientos: durante su juventud, el acompaamiento, por todo el mundo, de los personajes de los cuentos de hadas de Withelm Hauffy de los relatos aventureros de Karl May; en estos afios también es frecuente su eruzar cl rio Rin entre su natal Ludwigshafen, ciudad obrera e industrial, y Mannheim con su castillo que albereaba la biblioteca asiduamente frecuentada, Iuego, el exilio voluntario durante la Primera Guerra Mundial en Suiza y el exilio forzado durante el Tercer Reich en varias partes de Europa y Norteamérica, y al final el nuevo inicio en I recién creada Repiblien Democratica Alemana y, después de la construccién del muro de Berlin, otra vez lo mismo durante los convulsionados ¥ ‘esperanzadores aos sesenta en la Republica Federal de Alemania, EL primer gran libro de Bloch, Geist der Utopie (Eopiviow de Uepla), we vermnina ut final de ta Primera Guerra Mundial, el desenlace de una época eivilizatoria de Occidente, y es ealificado en la retrospectiva por su ‘autor como una “primicia del filosofar utépico imiciado" @u7) En 1 se encuentran, a pesar de ‘modificaciones, repliegues, precisiones y profundiza- ciones posteriores, ya todas las teméticas fundamen- tales y los fetmotiv del trabajo Filoséfico que Bloch iba + Sesarrollar durante mas de seis décadas todavia. Esta apreciacion, empero, no debe malinterpretarse en el sentido de que en esta obra se den los pralegémenos de lun sistema posteriormente explicitado, Mas bien tenemos aqui Ia expresién de una experiencia existencial, cuyo intento de comunicacién quiere roporcionar al lector una perspectiva particular acerca de Ja problemitica esencial del ser humano y de su ‘mundo Por ello est libro tiene el eardcter de un "sonar muy adentrado, que se encuentra alld, donde las palabras ¥ los pasos ya no corren prisa” (:109), y se halla lejos de quella empress filos6fica tan en boga entonces como en Ia actualidad, que privilegia sobremanera la exégesis y la critica de las definiciones, aunque también tiene un importante lugar (especialmente en la ultima parte) el trabajo conceptual, Hoy en dia es dificil figurarse como a primera edicién de ests obra impresioné a sus lectores de entonces. Por lo general, lectores de nuestros dias tienen toda una serie de difieultades con el texto. En primer lugar se enffentan al lenguaje particular de Bloch, que ya aqui es una de sus "marcas" caracte- ristieas, desde entonces casi inconfundible; plistico, ico en asociaciones y alusiones, Ileno de simbolos y alegorias. A pesar de que se trata de una manera de expresarse muy personal, es pertinente recordar que en ella se refleja también el mundo intelectual con- ttoeuropeo alrededor del eambio de siglo; esto significa que la lectura no tiene que ver meramente con un problema del uso individual de ciertas palabras, sino también con un marco de referencia histérico-cultural especifico, el cual no es accesible sin un esfuerzo considerable * El esquema de la obra se clarifica solamente a lo largo de la tectura misma, En vez de ofrecer eslabones dde una linea de argumentos, pruebas y conclusions, los diferentes aparudos del libro constituyen arranques huevos cada ver hacia la misma meta, perspectivas ruevas cada vez sobre el mismo tema, intentos mievos cada vez de introduccién multidimensional a una sola problemitica, Para el autor, en arte y en arquitectura, en Ja miisiea europea, en la filosofia de Kant y de Hegel, en Ia erética, en la Revolucin de octubre, en el marxisme yen la mistica se anuncia -"mediante auto-expresiones ¥ definiciones de nosotros mismos, que eavan eada vez ‘mis hondamente, que suenan cada vez més cerce- nnas"(:261 )- fo que se encuentra presente en toda la historia de la humanidad: el proceso de la emaneipacién del hombre, de todos les hombres, su proceso de llegar ser ellos mismos en este mundo ya través del trabajo en dl. sl Asi. en largos tramos, Geist der Utopie tiene el carieter de un relato de viaje por la historia de las sliversas formas artisticas y de la filosofia, y tambien se citan repetidamente conoeidos motivos de viaje, desde la Odisea hasta Fidelio. Obviamente, todo viaje es en Primer lugar un movimiento en el espacio, y el libra esté tleno de imagenes topogritficas. Esto es natural en los primeres apartados, donde se trata prineipalmente de pintura, arquitectura y del ommamento, Pero tambien después nos encontramas con ellos; a menudo senan extras; "Ios paisajes lunares de lo pasado" (-242), los "paises ut6picos de significado” (:152), finalmente el ‘pais relampagueante, que somos todos nosotros" 255). ¥ aparecen los caminos, desde el eamino nuevo que mostrd Wagner “hacia ef bosque y la montana largamente olvidada” (:97)y las "carreteras del sueRo"™ 48) hasta el abrazo de los amantes, que se convierte cen el "puente” a través del cual los muertos regresan a la vida (:326). Pero el viaje no es sélo movimiento en el espacio, es sicmpre tambicn movimiento en cl ‘iempo. Bloch lo enfoca en dos planos entrecruzados Por una parte, se trata del tiempo que pasa para todo ser humano entre la experiencia de la "pregunta no construible" y su selucién, es decir, aquel transcurrit, que exige necesariamente el primero y el después, tal ¥ como sucede de manera paradigmitica en la masica (54 y ss.) Por otra parte, se trata siempre también del Proceso que comprende a todos estos sucesos en el tiempo individualmente experimentado y que tiene la misma direccién que éstos. Lo que se explicita detalladamente para el avance desde la misica vocal polifonica de la Edad Media hasta la opera decimonénica (:52-124), no sélo puede demostrarse para toda Ja historia de la humanidad, sino como impulso intrinseco de Ia evolucién eésmica emera (291-292): "Sélo en el tiempo se abre paso, de mil maneras perturbado y obstaculizado, lo intencionado desde el comienzo y siempre, lo que de manera oculia cestéen el presente” (:285). Impresiona constatar céma Bloch recapitula -no sé si de modo consciente 0 inconseiente, pero no de ‘manera explicita, por cierto- en la construccién de su obra, a relacién entre espacio y tiempo de la tradicién utépica occidental escrita. Como se sabe, desde sus rimeros testimonios dominan en clla y durante muchos siglos, el relato de viaje a lugares alejados, casi siempre islas, donde se encontraban condiciones de vida correspondientes a las ansias mas profundas de fos humanos. A partir de Joaquin de Fiore se recupera en Is tradicién popular eurupes -y desde la Hustracion tardia también en su vertiente lteraria~ Ia perspectiva cen é que la felicidad ya no se encuentra en otro lugar, sino que se acerca como una nueva época en el mismo lugar, hasta que 52 Viaje, rabajo de campo yconocimiento aniropolégico en los proyectos del llamado socialismo utépico del siglo pasado, tiempo y espacio vuelven a encontrarse en una nueva unidad® ta al fin buena sociedad es el cercano resuliado de la accién ideada aqui y ahora ‘No podemos seguir aqui Ia temética de la utopia como tal. Sin embargo, es pertinente hacer notar que para este fil6sofo Ia utopia no es una prayeccidn hacia tun futuro donde se dari Ia identidad entre lo més Profundamenie deseado y la realidad existente, We fen relacién con el cual el camino tiene Gnicamente cardeter instrumental, No, el viaje mismo, este mo. ‘Vimiento espaciotemporal tiene que ver con ia meta, se encuentra unido a la meta, es parte de ella. y asi sucede con la relacién entre Ia historia de la humanidad y su destino. La condensacién de todas estas consideraciones la constituye el término "Heimat" quella combinacién de hogar, patria y "matria",’ ‘aquella situacién anhelada de intimidad, seguridad © identidad “donde nunca se ha estado y que sin embargo loves" (186) El viaje como metafora de un conocimiento nuevo A pesar de que la mayor parte de Geist der Utopie esta Gedicada al arte y a pesar de la dinémica y autonomia Propias de éste, de hecho no es éste el tema verdadero: no es sino "une estrella de la anticipacidn y un canto de consolacién en el camino a casa a través de la oscuridad” (:151). Mas bien, su contemplacien sive para esclarecer de manera priictica y tedrica el "punto Giego" en el que estamos para nosotros mismos, la oseuridad del momento vivido” (253). Aqui’ se aprecia claramente que el objetivo de 18 obra no sso es omunicar una experiencia. imlividual tinea, sino Proporcionar un conocimiento del mundo, cuyo testimonio existe s6lo de manera fragmentaria y cifrada, y hacia el cual el camino se encuentra con dificultad. Esta dificultad estriba también en el hecho de que ofras formas de conocimiento han sepuliado este acceso en amplia medida, Esteban Krotz Por tanto, Bloch critica repetidamente el conoci miento de la’ "razén unidisciplinaria” (:240-241), es decir, el proceder de aquel conocimiento cientifico que clatn de modo ajeno al sujeto, que construye de modo, ‘ajeno al sujeto" (:248), que opera como si existiese s6l0 lo pasado y Ia repeticién observable en Ia naturaleza. Se opone al tipo de disciplina cientifica que "sslo uiere captar Jo que es sin nosotros y como era, que contempla solamente lo pasado, el material (...), que pierde tods corriente vivamente utépica y se finca finalmente en una mecénica vacia" (239). Un conocimiento construido de este modo no puede entender Ia dinémica del proceso del mundo, porque “no toma en cuenta que el material existente no se ‘encuentra terminado” (-132); en consecuencia, la historia del mundo no le parece més que una secuencia de unidades causa-efecto, un esquemitico y mectinico “desenvolvimiento” (:176). Este conocimiento no sabe de lo inacabado del mundo y de que "el comienzo slo se habri dado completamente hasta el final” (:285), y por ello no puede llegar a la comprensién del “novum en si en el mundo” (:255), ‘A este tipo de procedimiento -ejemplificado, por tuna parte, por el fisicalismo formalizador del neopo- sitivismo, y por otra parte, por el enfoque hegeliano- gue s6lo concibe "desde arriba” (-228), opone Bloch su cconocimiento que hace "mantener sin trampas. al hambre" (:247). Este, empero, no es meramente “un ‘camino nuevo hacia una realidad vieja y establecida” (255), sino a través de él la realidad misma se muestra abierta, inconclusa, Se trata pues de un conocimiento ue parte “de la oscuridad del experimentar mismo de la vida" (:251), sin que ello quiera alegar a favor de una “laxa emocién” o de un “estado de embriaguez, que ‘opone ja concepto y razén In cercania entusiasta” (258)."Mas bien se trata de un conocimiento que parte conscientemente de "lo opace, irrisorio del estar-aqui, ue se siente y se quiere comprender” (:249), que toma en serio que *por lo pronto, nosotros no tenemos nada ue pudiera retencrse" (:251), por lo que "en cada caso hay que tachar lo que acaba de decirse, para que nada se petrifique’ (:245), Podria decirse también que se trata de un cono- cimiento que a lo largo de su proceso no abandona su estar afectado de la manera mas profunda por la realidad de que se ocupa, Nuevamente, el modelo del Viaje sirve para poner mas en claro Ia idea. En primer lugar, en el viaje ef asombro juega un papel importante, a tal grado que éste es el elemento que caracteriza cualquier viaje digno de tal érmino -no sélo en su fase inisial, sing a To largo de todo su tanscurso y hasta la reflexidn posterior-. Este asombro seria, segin Bloch, tun lugar de Ia anticipacién, donde se abarca la realidad, que es totalizador, teérico y prictico a la vez, que comprende pensar y sentir, ver y ansiar y que, asi, constituye la parte central de todo conocimiento que se dirige hacia lo que verdaderamente cuenta. En estrecha concxién con esto es importante destacar que el viaje auténtico tiene como efecto no s6lo tuna modificacién del lugar, sino del viajero mismo -0, al menos, deteria tener este efecto (227)-. Asi, el llegar 2 casa -el llegar a ser ellos mismos los hombres y st mundo, los tombres en su mundo- slo se realiza a través ‘del camino hacia el exterior, hacia el otro, "pasando por lo otro" (:50), pero donde hay que tomar cen cuenta la situacidn dialéetica de que es "nuestro ir y venir, que acontece en las cosas" (-167). Por ello, el conocimiento, que le importa a Bloch no tiene nada en comin con el ampliamente habitual “cabotaje de la ‘mera sistemaiizacién" (:234), Es un "asombrarse que se aclara” (198), un "ssombro comprendido” (:259), cuyo fundamento y condieién de posibilidad se encuentra en xcedente utépico en nuestro existit” (:247) y para ‘cuya clarificacién nosotros mismos llevamos Ia. luz dentro, Finalmente, este conocimiento no se reduce a la teflexin contemplativa que se queda en lo exterior, que, por decirlo asi, solo espera la legada de las condiciones para la supresién de Ia enajenacién, sino es un conocimiento que colabora activamente en su llegada, de acuerdo con lo histéricamente realizable, asi que en ef proceso de este conocimiento "desaparece lo 'meramente factual ~nejpt vita nova- (empieza la nueva vida)" (:309). ‘Aunque esta nueva forma de saber ha sido ela- borada mis detalladamente en obras posteriores de Boch y aunque hay que admitir que en Geist der Utopie la critica y In protesta han sido expuestas con mas claridad que la altemativa propuesta, no puede quedar

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