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El amor en corazn fro.

El viento del sur vuela ciego y dormido. Nada siente y toda la vida lleva en su
alma. El viento del norte esta triste. Campo dormido de amanecer sin par. Era
ella el viento del norte. El viento del sur es inconsciente, infame, fro, sin ms
don que el de poder leer en las miradas, historias y el dolor. El viento del norte
pasa llorando por el cielo de la tarde. El viento del sur la mira, la detiene con
un suspiro. Le lee el alma. Y busca de mil maneras las palabras que le puedan
aliviar el dolor. El viento del norte le brinda el sello de su corazn, el viento del
sur aprende a conocer el verdadero sentido de la vida. Se enamora de ella solo
por consolar su tristeza. Le canta los versos que en su alma por primera vez
han nacido. Ella lo mira. Lo enamora. El viento del sur no conoca de
sentimientos y se equivoca mil veces de camino por hallar el camino del amor.
Ms se aferra a su alma para viajar junto a ella por los caminos de la soledad.
El viento del norte se detiene, debe regresar, ese no es su espacio. El viento
del sur le ruega que se quede, ella no acepta. Ella se despide con la mirada. El
lee todo, y sufre. El viento del sur se queda con el corazn enamorado. Y el
orgullo que antes tena le viene al alma como cura de sus lamentos. Deja de
adorarla, la vida se hace ms gris y el cielo ms muerto. El solo vive en el
intento de llegar a algn lugar lejano. Se acaba, se pierde, vuelve a nacer y ella
no regresa. El viento del sur vuela ciego y dormido. Nada siente, y si sintiera
algo nunca ms lo volver a aceptar. El viento del norte esta triste, lo busca en
los lugares que antes ellos volaban, pero nunca ms el volver all. A veces ella
le mira. Pero l es otro, jams amar otra vez y ella le sigue, pero el sabe
perderse muy lejos. All donde la soledad se muere.
Luis Guido Ilbay

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