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Versos fechados y
Un relato
Te vuelcas a la espera.
Te giras y tornas
Diseminada
Como una ovación,
Asediada
De pedigrís
Innecesarios.
Tranquilo el porte.
No maleas.
Debiera decir
Entre el juego
Digno
Que fluye:
Alma mía,
Hay tantos
Desconocidos.
No desempolvo
Confluencias.
A veces,
Cansado,
Me tomo un respiro.
II
Se estremece mi corazón
En noches de abandono.
El bálsamo merodea
Aterido sin culpa.
Entrelazo mis dedos,
No llegan a adormecerse.
Relacionar involucra
Al péndulo del tiempo.
Dos notas
No forman acorde.
El reproche
Tras larga expectativa,
Simple y cristalino:
Una vez más olvidé las rimas.
III
IV
21.11.2009
ÁNGEL
Acoplado el soplo.
Vituperio distendido.
Las manijas ancladas
Sin desgastar la piel.
Disipado el impulso.
¿Cómo saber
Ni intuir?
El sabio, la verdad,
El camino.
Despojado
De ángeles fieles.
No me nombres,
El viento ya arrastra
Lastres renegados.
Como un niño
Vuelvo al abrazo
Tibio.
A veces intuyo
Que estas.
Vuelvo a tararear
La canción aquella.
El silencio perdona.
El tiempo incita.
Sin balbuceos
Te nombro,
Quedo quieto,
Pensativo.
A pesar de todo
Me tomo un tiempo
Que sirve
Para curar las llagas.
Me distraigo,
Me pierdo.
Si acaso,
Alguna vez,
Me recuerdas
Debes saber
Que no ayudaron
Los ángeles.
Tintamos nuestra boca
Con sangre.
Labios
Fueron atados
Con hilos,
Aguja;
Y,
A pesar de todo
Conseguimos
Unas palabras
Parcas
Antes
De ser conscientes
De que el ángel
Quedó muerto.
¿Merece una visita?
16.11.2009
El ímpetu.
¿Existe?
Ser sereno.
Acoplo.
Desguaces.
Desnudo.
Risas.
¿Triunfos?
Mordido el lápiz
Que ensaya firma.
Voces.
¿Dónde?
07.11.2009
I
Albor de un gesto,
Rasgo incompleto.
Velado momento,
Espera en defecto.
Colibrí en vuelo,
Sombra diminuta.
Mencionar las dudas,
Poema sincero.
Temblor en la sombra,
Llanto a oscuras,
Filigrana loca
II
Furibundo viento
Que agita ideas.
No cesa la marea
Eterna del tiempo.
¡Rápido! Presiento,
Intuyo. Revela
Sin gloria ni pena
Débil pensamiento.
El color adorna
Efímero cuerpo,
Boceto de forma
Levita en sueño.
Frágil amapola
De rojo risueño.
III
Balance de copas
En la mesa verde,
Destino endeble
De miel y estopa,
Naipes trucados
De reyes y sotas.
Dagas y pólvora,
Ropajes sudados.
Al alba la pena,
Sermón y distancia.
La aurora llega
Vertiendo lágrimas,
Desolada, yerma.
Suave elegancia.
22.10.2009
I
II
III
16.10.2009
AMBIGUO
¿Podré en el mañana
Dilucidar mis dudas?
Hubo amaneceres
Diferentes
En que abanicabas
Mi cuello
Con secreteos y resuellos.
Aquellos tiempos…
13.10.2009
OBVIO
Lejanía un pretexto.
¿Apegos en espadaña?
demanda presencia.
Cristal.
SONETO
Ayer el día había amanecido gris, algo turbulento, con nubes plomizas que
presagiaban lluvias. Andaba yo por el centro de la ciudad. Mi chamarra de piel
gastada con la cremallera subida hasta el pecho y el casco de la moto en mi
mano. Deambulaba sin prisas, fisgoneando aquí y allá por las vidrieras de los
establecimientos: Algún pantalón, alguna blusa, las novedades editoriales en las
librerías,… También aproveché para visitar alguna galería donde la exposición de
un admirado artista atrajo mis pasos.
Era media mañana, como se dice. Había aprovechado para darle un descanso a
mis pies y tomar algo. Entré en una cafetería, era la primera vez que entraba, no
la conocía. Me senté en una mesa del fondo, junto a una de las vidrieras. El local
estaba débilmente iluminado. A los pocos minutos degustaba un emparedado,
debiera decir, intentaba degustar, pues quemaba el queso fundido como mil
demonios. Así que tocó ir soplando. Entre soplo y soplo fuera, en las calles, la
lluvia hizo presencia. Los ya de por sí agitados y presurosos viandantes
comenzaron a acelerar el paso. Aparecieron paraguas de mil colores. Jóvenes
encapuchados, mujeres con bolsos sobre el peinado, y, los más indefensos
claudicaron bajo soportales y amplias balconadas.
Pidió su cuenta, sacó el monedero de su bolso, puso unas monedas sobre la mesa
y guardó el escrito bien plegado dentro de lo que parecía una agenda. Se levantó
de su asiento sin apenas hacer ruido, unos cuantos pasos y abría la puerta, se
perdió por las húmedas calles. La lluvia había dado una tregua y un tímido sol
jugaba en los charcos con brillos revoltosos, alegres .