Michal Rovner En un impresionante edificio parcialmente subterráneo se encuentra la exposición de la artista israelí Michal Rovner. Con un volumen considerable de obra nos lleva a reflexionar a cerca de la figura humana, y de cómo el texto a lo largo de los años ha condicionado al ser humano. Textos escritos a base de sombras de figuras, sombras de hombres en movimiento, proyectadas sobre restos de otras civilizaciones en roca. Figuras que hipnotizan. El sonido que se oye al entrar y nos acompaña a lo largo de todo el recorrido pertenece al video que podemos ver en el cuarto oscuro del edificio, al que impresiona acceder por la intensidad y el tipo de ruidos que emergen de él. Cuando lo hacemos nos encontramos ante una enorme imagen abstracta, una imagen que, cubriendo un tercio de la pantalla en horizontal, se transforma continuamente, y adopta formas increíbles que con ayuda de la música emocionan y asustan a la vez. Imagen que bien podría ser la grabación del movimiento del agua, del fuego o del aire. Curioso que el resto de las obras hablen mas bien de la tierra.¿Solo casualidad? 12. Pierre Gonnord Pierre Gonnord Gonnord presenta en la sala Alcalá 31 el testigo de un viaje, un viaje por el norte de España en el que recoge lo que teniendo tan cerca muchos no somos capaces de ver, la experiencia y el esfuerzo, la dureza y la belleza juntas, la grandiosidad del ser humano, la dignidad. Con unos enormes formatos nos lo muestra todo muy de cerca, sin darnos opción a la escapada. Miradas que atrapan, preciosa luz, color y efecto dragantizado en muchas, que dramatiza los rostros. Calidad admirable. Ante este despliegue de obras es difícil, al menos para mí, pararse a mirar los bellos paisajes que forman parte de la exposición. Pasaron por completo desapercibidos al lado de las caras que lo contaban todo, que lo atrapaban todo. No puedo dejar de comentar la malísima atención del personal de la sala, que 15 minutos antes de la hora de cierre no dejaba pasar a nadie y estaba con el abrigo puesto, eso por no mencionar la negación de dar folletos por tenerlos recogidos, antes de tiempo, claro. 11. Leo Wellmar Leo Wellmar En la galeria My name´s Lolita se expone parte de la obra de Leo Wellmar, pinturas con un aire realista, en colores apagados y monótonos con una fuerte impresión de profundidad. Lienzos pintados al óleo, con paisajes posiblemente inventados , que contienen árboles que aspiran a subir y los reflejos en el agua de estos árboles, composiciones simétricas, calculadas. Me lleva a reflexionar a cerca del infinito, de la vida, de la muerte, no me da muchas opciones, infinito o soledad, frío, repetitivo, gris. En un intento de ver mas allá me encuentro con un enorme grupo de pingüinos en uno de los lienzos, que acentúa mi sensación térmica. Me topo con unos pequeños lienzos, con una pequeña escena pintada en un pequeño recuadro, una pequeña casa que consigue por unos momentos aportarme un poco, aunque solo un poco, de calidez. El personal de la galería, encantador.