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Revista de Obras Publicas - in Mer Apo Ci . Nam. 2866 1 RET ESTABILIDAD DE DOS CHIMENEAS DE EQUILIBRIO RESPECTIVA- MENTE SOLIDARIAS A LAS GALERIAS DE LLEGADAY DESAGUE Por L. ESCANDE, lngesiero 1,1, Dicetor de E.N,S.EHLT y R. HURON, Dicer de Conlerenis de la Faenlad de Cieneas, Profesor de BLN. 8,€.H,T. Presentan los ilustres autores un estudio tebrice del problema planteado en el epigrafe, yaad «near tans ‘Portales, proce reidos ne eiton concn ‘sulisfactorianente, Introduce La mayoria de las modernas centrales se alimen- an mediante un canal de egada, funcionando a pre~ sin y, por consiguiente, disponen dle una chimenea de equilibrio situada en’ el origen de In conduccién forzada. Algunas son subterréneas y su canal de des- :ustie puede, en ciertas condiciones, ponerse en cary: se prevé generalmente, en este caso, una chimenea de equilibrio a la salida de turbinas y en el or del citado canal de desagiie. in el presente estudio examinaremos las condi- ciones de estabilidad de la’ regulacién de una turbi- na, funcionando entre dos chimeneas de equilibrio, colocadas, respectivamente, en el final del canal de egada y'en el origen det de desagtie (fig. 1"). Sux NM [vege pf aE Xa) Zz riven lbigye nl R. aan Sa Ss _S Figura FEBRERO, 1054 pondremos dichas chimeneas de seccién constante y ill tipo corriente, sin estranguiamiento, Carfruto I Planteamiento de las ecuaciones del problema. Stmbolos. 1g =diferencin de cotas de niveles sti arriba y abajo, = pérdidas de carga en las galerias de Mee gada (Py) y de desagiic (Poe), para el fandal de régimen. permanente’ eonse- Fado: Qo Hq =diferencia de cotas entre niveles de nin de Jas chimeneas cle equilbrio, una vex esta- blecido’ el régimen permanente de eit dal Q, %, Xy seotas de ivel, aguas arriba, en el instante t, por encima del nivel estitica (Zi) 0 die nimico, el rgimen permanente (X= 2, Psa) correspondiente. Yay Xq =eotas de nivel, aguas abajo, en el instante 1 por encima del nivel estitico (Z2) 0 din mico, del régimen permanente (Xs — Pap) considlerado, 08 agus Aspecto del problema. Cuando se presenta una variacién de régimen, tendenté a finalizar en régimen permanente de cau- lal Qo, aparecen ascilaciones en las clos. chimeneas dle. equilibrio, Coma consecutencia, el salto bajo el eval funcionan Tas turbinas en el instante ¢ deja de ser Ho para ser Hot Xi —X, Con un sistema de regulacién normal interviene el mecanismo del regulador y modifica el valor del cau- al, al objeto de mantener constante Ia potencia 51 dréulica, en el supuesto de que la eléetrica perma- nece invariable, Desprecianido las pequefias variaciones de rendi- miento en la tuberia y turbina, con motivo de la va~ riacién del caudal, se puede determinar el caudal Q, en el instante ¢ por la ecuacién: Q Hy = Q (Hy + X, — X2)- i El regulador modifica asi el caudal en funcién de las oscilaciones, y las variaciones del caudal, a su ver, repercuten en las oscilaciones; el problema con- siste en determinar las condiciones de estabilidad del conjunto, mediante la amortiguacién mas 0 menos ripida de las oscilaciones de nivel y caudal. Introduccién de las magnitudes relativas. Supongamos un paro instantineo y total de las turbinas y que las pérdidas de carga no intervienen, Los sistemas de Ilegada y desagiie pueden, en dicho caso, ser considerados independientemente el uno del otro. Se produciran oscilaciones en las cdma- ras C, y Cz. Sus amplitudes y periodos respectivos son designados por Be 1, Siendo Q el gasto en el instante ¢, tendremos : Sabemos ademis que: nan |BR eh wa # Si P,,P2; Pro, Pao representan las pérdidas de carga en'el canal de llegada y de desagiie, para el 52 caudal Q y para el Qo, se pueden introducir las mag- nitudes relativas clésicas de Calame y Gaden: Wa Ecuaciones deb sistema. La ecuacién [1] puede escribirse teniendo en cuenta el hecho de que pricticamente Xi y Xe son muy pequefios con relacién a Ho: Lh m es una constante que inicamente dlepende de las dimensiones de las obras y no del caudal de ri men_Qo considerado. De un modo andlogo, para wz obtendremos: Q L Bait Us Thay ty i) Siendo 1 = tg, tendremos : pe FL me Ly . i No fo m ty Neo « Por otra parte, las ecuiaciones chisicas de las 08- cilaciones en las chimeneas de equilibrio dan: Cy dn a day yf ge Para 6} da, Oe msm ai Pi Proms \s dm 1 Para Cy)" dz Wy te — Mei REVISTA DE OBRAS POBLICAS [4], [5] y [5"] constituyen las Las ecuaciones del sistema. Transjormacién del sistema, dirs, y de (2] ob~ ajd Se tiene diy = tenemos siendo k= +2, y habiendo tenido en cuenta que: at, Bat Barekmat, itt Ademis, entre [5] y [2] tenemos 14h Te Pom putts w= Pu (™ en donde, sustituyendo el tiltime valor hallado para th, pasamos a P= Pwo x, suponiendo pequefios los valores 1, 42 a al igual ‘que en Ia teoria clisica cle Thoma, relativa a wna sola chimenea dle equ dispuesta en el extremo final del canal de Megada, tendremos que: FEBRERO® 1954 Sustituyendo valores en ta primera de las ecua- ciones [5] se tiene finalmente: fx 1 ax, 2p, max(2 apy) 18 4400/1 220) x = fre (age) an (Rs 2s [1 doy ay fae moun). 16 Analogamente, la primera de las ecuaciones [5'] se transforma en dt xy & =2x(— 2 pal dt, 7 8 4 45 Pe ea an(1— 22) ay — 2 [eB a ( nog (tae siendo: rakmts Observacién, Estas ecuaciones, aunque bajo diferente aspecto, equivalen a las que expone M. Jae- yer en su estudio general sobre la estabilidad de chi- meneas de equilibrio, aparecido en la Schweizerische Bauzcitung de noviembre y diciembre de 1943. Carisuro IL Condiciones de estabilidad. Nueva forma de las ecuaciones del problema. Para estudiar Ia estabilidad es conveniente tener la misma variable independiente ¢, en las dos ecua- ciones. ‘Teniendo en cuenta: ax dx dt ax; Bett ay 4 [p ai) at iy at\ at) at, y que adenuis, segtin hemos visto anteriormente mk 53 ‘en el cual los coeficientes son: Condiciénes necesarias y suficientes de estabilidad. Pongamos: r+? ot Xyipy= [O° rind aye [Porta nat. Las funciones X; y Xz son las transformadas de Tajilace, de las funciones desconocidas 2 (1) y #2 (0). De acuerdo ‘con las férniulas clisicas del céleuto ci- ferencial, el sistema [7] pasa a ser: X, (pt ay pt by) — Xa(Ay Pt By) = P (0) + + £0) = a, X,0) As x4 Xq (pt a P+ Be) — Xi (Aa P+ Ba) = Px (0) + \ + X's (0) ~ dy 3 (0) — Ay X (0) 1 Sabemos,que el estudio de la estabilidad se bx centonces en el de las raices de la ecttac bap} b, (Arp + By) Pha toy sw =| (Oe tage + By 6; (10) raices que deben tener sus: partes reales todas nega~ tivas. Desartollando el: determinante [¥0] se obtiene lx ceuncién de cuarto grado: a ee he Las condiciones necesarias y suficientes para que, fi], tenga sus races con partes reales negativas; es decir, para que el sistema hidréulico estudindo sea estable, son entonces (condiciones de Routh): 4 >0 ; a >0 4, >0 rat 13) = 4 (ay — 24) <0. Bl gran mimero de pardmetros que intervienen hhacen que el estudio general de las condiciones [13], a partir de los valores [12], sea muy complicado sin embargo, Ia sustitucién por valores numéricos permite legar a la obtencién de resultados en todos Tos esos. 1H observacién, — Para el caso que conviniese conservar Ins caracteristicas absolutas del sistema hi- drdulico, damos a continuacién, sin desarrollar los ciileulos, los valores dle los coeficientes ay: yah i he Os by ke a = Af (1 TR Rll REVISTA DE OBRAS POBLICAS .22 observacién.—La condicion a> 0 exige Ia condicién necesaria: 7 > 03] que en la prictica’ se cumple sobradamente, Sabemos que, en ef caso de una sola chimenea de ‘equilibrio, In condicién de Thoma fija un limite in- ferior para Ja seecién horizontal de chimenea En nuestro caso se obtiene una condicién ana- loga mediante a >. A partir de las formulas [14] se obtiene Si tenemos en cuenta que las secciones limites de ‘Phoma relativas a los sistemas aguas arriba y abajo, independientemente consideraclos, vienen dadas, res- pectivamente por las expresiones: Ze bh 2e Nh! HyPe Fam (Sy BA 2g Vf) He Po vemos que In condicién [16] puede, ademas,’ expre- sarse: (16) Asi, pues, si cada sistema hidréulico, aisladamen- te considerado, satisface la’ condicién de Thoma (Fx> Fro, Fe > Fae), la condicién necesaria [16] se cumple, No obstante, esta doble comprobacién de la con- dicién de Thoma no es suficiente para asegurar In cestabilidad, En efecto, si cada chimenea de equilibrio esta en el limite de sw condicién propia de: Thoma, el sis- tema hidréulico es inestable (1). Se tiene enton- ces [12]: - 200 —2py=0. [17] he En esas condiciones, as se convierte siempre en tun valor negative: Bx a= — 2% tow Ho, + Po Po ( 1 L Thy © Tyhen (1) Esta propiedad es general, pues —an es la suma de races de la ecuacién (11). Si esta suma es nula, se tiene R(Sp,) =o y forzosamente existen raices con partes rea les’ positivas. FEBRERO 1954 Resultando, por tanto, que lat dos condiciones de Thoma: : * 1 1 Seaman Lb ae hs 2 pee nno,son suficientes, aun cuando seanecesario que una, por lo menos, de'las chimeneas satisfaga dicha con- diciin, segdn se deduce inmediatamente del examen dle In condicién [16] 32 observaciin. —En el caso en que la altura de salto sea suficientemente grande para que la influen- cia de las oscilaciones del nivel de agua’‘en las dos chimeneas de equilibrio sea despreciable, el sistema evidentemente es siempre estable. Es interesante sefialar que las condicjones (13) ponen de manifiesto esta consideraci6n. Suipongamos en efecto que se tiene Gritico I. aj.t0°* a,.10°* 1000 a at ee Ire ‘ ‘ 3 4, 2 Grafieo TH Gritico 111 a, 10° 4a, 10° a, 10°* |, 10°* EN _— ne ‘ oe ao | 2 Gritico 1V. Pts a ay 40° Grifico V. y después de varias operaciones Tat ay (40 — 4) = — 0 sea: Psa —a (4 — a4) <0 Corirero TIT Aplicacion. En un proyecto dado se iniciaré por caleular las secciones Fi y Fz de las chimeneas, aguas arriba y abajo, sin preocuparse del problema de la estabilidad y teniendo en cuenta solamente Ia limitacién de Ia Amplitud de las oscilaciones a un valor conveniente. Se obtencira asi un sistema determinado de va- lores de: : me bof Pw eT ty fe Pm Fe ew Te Quedaré sélo comprobar si las cinco condicio- nes de estabilidad son satisfechas 44> 0 | do aro Tce say >0 En el caso que no lo sean conviene iniciar nue- vamente el cdlculo, partiendo de valores superiores para Tas secciones Fy y Fa. nae Hemos querido examinar, en diversos casos par- ticalares, cules son los valores limites Hox, del salto de régimen permanente Ho, por debajo de los cuales el sistema permanece inestable, y .comparar dichos valores con los de las alturas Himites o., y H otw proporcionados por la condicién de Thoma, para el sistema de llegada, por un lado (Ho,,) y para el de desagiie por otro (Ho1,)- Hemos partido de los datos siguientes, mantenidos’constantes : Q= 2 ms. by = 1000, m. a f= 10 mt fy A $08 m2 Fy Z.e= 10m. Zee y hemos calculado Ho.» Hou, ¥ Hots, para cinco gru- pos distintos de valores de pérdida de carga Pro, Pao, expresados asimismo en valores relativos Pio, Pao? rrr aor | toe | sm, | os dow | Son [oso | Os Los graficos I, II, IH, IV, V, representan las curvas de variacién de ax, @s, a3, %, y ponen de ma- nifiesto los valores de Ho, obtenidos en cada caso, asi como los de Hox, ¥ Hoi: calculados por medio de la formula de Thoma. El cuadro que sigue, da para cada uno de los cinco casos estudiados los valores limites Hou Hows Hou ™ Hou ™ 1 0 | # 2 e | 55 50 3 597 @ 50 4 os nA 50 EI examen de los resultados obtenidos demuestra que si Hou = How, su valor comin es inferior a Hou: Si Hou, ¥ Hou, son distintos, Ho, 8 superior 1 anibos o esta comprendido entre ellos, aunque siem- pre es superior al menor de los dos. Billo esté. conforme con los resultados tedricos rales obtenidos en la segunda parte: si la con- dicién de Thoma se cumple exacta (Fi = Fie, F,= Fes) ¢ independientemente para cada sistema hiidréulico, no hay estabilidad; por otra parte, cuan- do existe estabilidad, la condicién de Thoma queda satisfecha sobradamente por lo menos en uno de los dos sistemas. | PEBRERO 1954

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