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Morac B, CRaGNOUNE un epistolario de Poe, la psicopatologia en el arte, © Ja bergsoniana,“ os ya mencionad ceriticos,* ete. Las omisiones cisco Romero, en un atticulo sobre Klages y su obra, no menciona a Nietesche,* menciGn que pareciera casi ineludible. Se podria decir que la presencia de Nietzsche en la revista Nosotres, 1 pesar de su inespecificidad filos6 el conocimiento de diversos aspectos de la obra del fild- sofo, como (s6lo sistemética en algunos casos) de arias emparentan esta recep- mismo, la inevitable refer teorias de la degeneracién y dé 1as décadas del siglo XX. ey de sus amores", Nasotros, a8 x i 205 hace una referencia a un epistolario de Nietsche, 65. Ingenicros, José, "Lt celarte’, Nasotras, ano XVI, febrero de 1920, N° 129, pp. 15-1 Nietsche en la pagina 155, 66. Malagarcga, -y los ericos", en Nesotres, segunda Epoca, aio It blanco de la Orisa, senala Mandolin, "Buscamos do de aventuras escrtas para nis grandes, e eterno nia. amos ll, en nuesira epoca inquits, day cinca, una leccin, prudence y sagaz Odiseo, viskumbramos al Supethomibre de 26 LA PRESENCIA DE NIETZSCHE EN CARAS Y CARETAS EL SUPERHOMBRE DEL TONICO “SARGOL” Ana Asprea redacci6n 2 veteranas de otras publicaciones. José 8, Alvarez figuraba como director, Manuel Mayol como dibujante y el propio Pellicer como redactor. 1a revista ocup6 un lugar destacado entre tos medios informa: vos del momento y se convirtid en punto de referencia para la determi naci6n de los parametros de un publico en cuanto a Jos usos, costum- Fes, opiniones en diversas épocas. A través de muchos afios, la publica voces que arribaban de Francia e Inglaterra y respet6 el Argentina ocupaba dentro del capitalismo global, y el estilo iginas ganaderas’, de congratulaciones para los egresados fotos cle casamientos, funerales, en paseos por los ANa Asrxea figuras que se fueron haciendo populares a partir de apogeo en la década del estuvo arodiando, en racterizaba los perso Incluy6 de Viruta y Chicharron”, En la década del 30 se sustituy6 “Viruta y Chicha- FrOn” por “Las aventuras de Chingolo”. Con un legado de frases que se extendieron con el uso que le dieron artistas cmicos como Marrone en la television, Chingolo quedé por mucho tiempo en la corietas para adultos y apareci6 un personaje como reconfiguraba su formato dependiendo del acer los chistes: si el titulo de la tira era “geo- alusiones respect fue desplazan protatipo del el nuevo personaje se afamaba por ser el ‘ortefio avivado” que, penetrando los sectores de se acomodaba en toda circ tancia y es de diversos paises que, cosy ala c arjeta"™ fue una de las secciones humo co, con nombres de personajes célebres (por ejemplo, Juan Tenorio: solte- £0, 0 Desdémona de bataclana), donde se incluy6 una tarjeta de fel citaciones que rezaba: * rzsche: suscriptor del 'Picaflor™. rita", en Garas y Caretas, 21 de noviembre de 1936, ao 2B La PROSENCIA DE Niprascate ex Caras ¥ Caneras icos, las reuniones del panamer tanto a nivel nacional como a nivel intemacional (las guerras coloniales, conflictos en el norte de Africa, en los Balcanes, la Primera Guerra Mundial y la Revolucisn Rusa), La insercién de articulos que pretendian ser neutra- Jes es muestra de la determinacién que se estitaba al tratar ciertos temas: las igenes de nuestra tierra", desde una mirada posi como las vestimentas de los soldados de los distintos p: la guerra, las distintas ta postura que aparentaba ser net dose tomo terveniren la 4 partir de un petitorio del gobiemo belga), afioen ron el caricter de un debate entre dos posturas con reflexiones mor Es comtin encontrar en otras publicaciones de los afios de la segunda guerra mundial referencias @ Niewsche en relacién con el avance del nazis- ‘moo del fascistno, y ubicar al flsofo como uno de los mentores de las ideas pro-guerra, Bs mas as de constru “La Furopa no atraves6 un momento mas del Imperio de Occidente. El vulgo supone que la presente es una s: no sabe que fo que est en litigio es el 'y el concepto de la vida misma ideal germano y el latino. El primero nutrido en otros tiempos por el panteismo idealista, cayendo después en el pesimismo y por fin en e! monismo mate- te anticristiano. Sus directores invocan 2 Palacios Valdés, Armando, “Los dos ideales", en Carasy Caretas, aio XX, N° 1004, 29de ‘iembre de 1917 Awa Astra pero entiéndase que es un dios aleman con un Estado Mayor infalible y cafiones de indefinido alcance; un nue- vo Jehova que se deleita escuchando tos gritos de dolor de los enemigos de su pu La moral germana ha subvertido la antigua escala de los valores, de acuerdo con el pensamiento de su tiltimo fil6sofo, Federico Nietzsche. Los buenos son los fuertes y los malos, los débiles, No hay mas que un instinto primordial al cual debemos obede- cer, el de aumentar nuestras fuerzas. La moral es una invenciGn humana; Dios, el imaginacién, nos y no por amor a la vila, es un degenerado. El concepto de Estado germano responde a este concepto de la impotentes, y debemos dejar el paso libre a la raza germana, cuya vida se halla en el progreso. {1 Apartemos la vision de estas imsigenes apocalipticas.(..] Pense- mos que Alemania recobrari la razn y volver a ser por dicha suya la nacién tranquil tanto hemos ad de los filésofos, poetas y muisicos que irado siempre.” Nietzsche aparece e~poridicamente en l revista, En un espacio de ertica literati, se hace una breve referencia a la trachucei6n al castellano de Nietzsche por Jorge Brandes y al caricter eritico de la presentacién. En otra secci6n fija de la revista, se indica la recepcién de! libro de Francisco Curt Lange, La posi- ciénde Nietasche frentea la guerra, el estado y la raza También existen tepro- ucciones de segmentos de Asi hablo Zarathustra: “El camino hacia el ocas0" > 3, Suarez, Eduardo, "Traducciones al castellano, Nietzsche por Jorge Brandes", en Caras areas, abo 1° 186, 30 de setiembre de 1933. 4. “Ubros qu sbido”, en Caras y Carvas, 280 XL, x° 2061, abril de 1938, p. 32 5. Niewssche, F, jutiode 1928, La presencia DE NusrZscHs En CARAS ¥ CARErAs cuando Zarathustra se despide de sus discipulos y, en la secci6n “Album Poético’,* una parte de la “Cancion de Zarathustra’, donde aparecen los vversos dedicados al eterno retorno, En la secci6n “Varias Prosas”, junto a Ivan Tourgueneff (sic), Oscar Wilde, Juan Maria Guyan, Antonio Lopez, ‘Muaoz, Miguel de Unamuno, se cita un segmento, 9 Fstas citas aparecen, en todos los casos, sin indicar ni el traductor, ni el origen del texto, En otras publicaciones de la época, Nietzsche suele aparecer asociado a relatos que aluden a conductas consideradas peligrosas por la sociedad. En “Los superhombres nietzscheanos. Un crimen desconcertante’,? Caras y Caretas hace eco de esa opini6n. En el articulo se relata el crimen de un joven de catorce aaos, hijo de un millonario de Chicago, Al comentar las ccaracteristicas del crimen, el cronista destaca el hecho de que los secuestra- dores eran de familia pudiente (lo que tora desconcertante el pedido de rescate) y alumnos universitarios destacados (uno de ellos, adem, se hacia la zscheano” por sus compaiteros), y considera el individ lismo, atefsmo y supuesta influencia nietzscheana en los jévenes, como ele- mentos impulsores del crimen. ‘Al rasirear la presencia de Nietzsche en Caras y Caretas es cast inelu- dible traer a colaciGn a Juan José de Soiza Reilly, viendo los articulos halla~ dos en su conjunto. El periodista, en el perfodo que va desde 1907° hasta 1914 -cuando el diario La Nacién lo contrata como corresponsal en la gue- rra~es el tinico colaborador que regularmente hace referencia a Nietzsche. Y es en el perfodo 1907-1910 cuando mas cantidad de menciones al fl6sofo se observan, siendo casi en su totalidad firmadas por de Soiza Reilly. Osvaldo Gallone, al referitse al prologo de La ciudad de los locas? de Juan José de Soiza Reilly, sefiala que el mismo es “un dechado de corte nietzscheano”.!” *coloso sche, F., “Canci6n de Zarathustra’, en Caras y Caretas, aio XXXV, N° 1765, 30 de 1932 agosto de 1924 ion de la locura en Caras Caretas, 8. De Soiza Ke a0 X, N° 438, 29 de febrero de 1907 dad de tos focos, Buenos Aires, Ex Libris, 912 en Varequez-Rial raginario, Madi, (it.), Buenos Aires 1880-1 1996, p. 3 fa capital de un tmperta 221 Ana Asorea 6ricos como la irreverencia, el uso de indignado y el énfasis. cen la revista es el de entrevistador limitan a la copia de ciertos efectos como se le antoja, sin ambages, ni reticencias, nt vinculos. dice una colega de su época, y agrega: Jos contextos mas diversos hermosos de Londres” y Solo a los grande 10. 339, 9 de enero de 1909, La PRESENCIA De NIBTZSCHE EN Caras ¥ Cagt7as lo del ato 1908 aparece Nietzsche como un elemen mais de la “decantada cultura” de Unamuno: “Unamuno es un apéstol. Ha consagrado las més i ala predicacion de sus creencias domésticas. Ademas es ‘uno por uno los capi nombre de todos los fi raduce en inglés. Ha estudiado a tra (sie) [1 menciona a Nietzsche al tratar, de una ma- 0908. Por ejemplo, en el marco de una en- era muy general “Lud no recuerdo q que en su mesa cargadla de papeles, vi asomat el lomo de peligroso: Asi hablaba Zarathustra... es un poco tarde me para leer este libro. Si 223 N° 438, 23 de Ana Ase “Los esclavos necesitan el ardor de los ktigos. Los poetas, el ham- bre, Las mujeres necesitan los celos... Asi también los pueblos, sumisos como esclavos, liricos como poetas y débiles como muje- res necesitan a menudo que los sorprenda en suefios un Mesias (..1 Por eso Europa, siempre sentimental y sohadora, ha visto con placer el advenimiento de un Mesfas. Jesucristo con sus diez a jo. Era ya muy vulgar rbaro Nietzsche. ...] Ahora Meva, con la maravillosa la seduce y la Su religion consiste en el desprecio de la carne, de la sal, de los vestidos y del vino... En cuanto a la came y la sal, oh... Pero, en 1 vino! Un pueblo que nunca beba, jamis tendri us ideas propias... yo se lo he dicho. Pero el Me: Zarathustra, no oye jams las razones ajenas. {1 Algo dle sobrenatural hay bajo su epidermis, Lombroso Jo ha examinado, Pero como fondlogo, no como artista, Ha estudiado su crineo, En él encuentra una gran deformacién mental, ¥ ob- serva que tiene muy desarrollado el sitio del amor al ate... n- tonces, este casto Mesias, no sera un gran artista de aquellos que pronosticaba Zarathustra? {No sera uno de esos hombres supe- riores, artistas esperados, cuya gran obra de arte consistiré en no hacer nada? Acaso nuestras buenas hermanitas, las bestias de los bosques, no estatdn aguardando que les cantemos bueélicas can- ciones bajo fa belleza de los bosque floridos? canta. (1 como, ‘También hace alusi6n al flésofo cada vez que escribe rondando tras la temética de la locura y la bohemia aristocratica: En “La piedia filosofal, curaciGn de ka locura’,"® el periodista encabe- za una nota con esta reflexiOn: in Mestis”, en Canas.y Caretas, 2 de enero de 1908, ly. J.J, "Ta piers flosofl. Curacin deta locurn”, en Caras y Cares, a0 X, 0 de 1907. 224 "8 ‘La PRESENCIA DE NIBTZSCHE EN CARAS ¥ CARETAS “Curar la locura... Bueno, Si, Es una bella frase, Pero, zacaso no puede ser también un crimen antiantistico? Si un hombre es feliz, estando loco no es mucho mAs hermoso dejarlo vivir en el jardin agreste de la locura y no en la celda convencional de la logica? Hacer de Nietzsche un Paul de Kock es un delito grave que no: pueden perdonar lis estrellas. [.] sin embargo la clencia se empefa con la sana intencién de curar la locura...(... Sofladoras cabezas que viven en un mundo de paradojas y de astros. En un mundo de cielo subterrineo donde el Diablo mantiene visi jones con Dios... Por eso, a medida que la locura se aduefia les resplandores biblicos, los, derrama sobre élten .tom6 una enorme piedra de ailar dejindosela caer sobre su propio crineo: mn el cerebro al aire habia vagado quince dias! El sefior Lofzaga, al examinar al loco, hizo experiments. Derramaba agua esterilizada en la cavidad craneana y por los movimientos de flujo yy reflujo veta en fo. .J Desde yuido las variaciones del cer enfermo recobré la azn. [..] Por el trigico agujero que se abriera por el créneo, su Jocura huyé con las alas abiertas. [J Tal vez, loco que encontré la magia de la piedra filosofal en las asperezas de una piedra grotesca. jEn una piedra de afilar cuchillos! {..1" En 1909 eseribe un articulo en el que afirma que “de sabios y de locos todos tenemos tun poco, pero muchos sabios y grandes artistas han tenido de locos, no un poco, sino mucho". En la nota habla de Newton, Manherbe, Victor Hugo, Tasso, Carano, Goethe, Verlaine, Lenan, Wezel, Byron. Y cuando le toca el turno a Nietzsche, dice ast 225 -genios locos. Su admirable ino ser hijo de una cabeza bien organizada, Llevando hasta la exageracion las ideas transformistas, supone que la bumanidad ha de evolucionar hasta que el hombre se convierta en el ‘supethombre’, que sera, segin su propia expresi6n, una ‘magnifica bestia rubia' que dominard fen toda fa tierra." El mismo afio, de Soiza Reilly describe el “submundo de la noche y la bohemia” donde se encuentra con “seres y lugares extraordinarios’ “L..J Cartiego con su verba sonora y sti genial desfachatez de artista nos recitaba versos encantadores. Al oirlo Anh6, que era como un nifo, lloraba, Carriego recitaba una de sus ‘Misas Here- jes’. Eran versos para mi, Me suenan todavia como aplausos de gloria. Decia Compatero de ta torre, Asi, mantén tu luna: Fuerte como la muerte’, para siempre in eternum, porque ya de esa fuerte raza de Don Quijote, vamos quedando pocos: no hablaron de los vientres los Zarathustras locos." Sus lecturas de Nietzsche parecen estar presentes en sus libros resal- tando temas como “la abyecci6n moral y material’. En la novela La ciudad de los focos se snticipa arltiana hallando su fuente nutricia en los “margenes": la prostitucién, la demencia, la drogadicei6n, la decadencia de 29, De Soiza Reilly J.J, "Los genios locos", en Caras y Garetas, ato XI, N® 562, 9 de lio de 1908. 20, De Soiza _J,"Una noche con Carriego y Aln6", en Caras.y Caretas, ato XI, N° 5629 de 1909. Véase también “A Juan José de Soiea Reilly" en Carsiego, Evarist, “Misas Herejes", en Pests, Buenos Aires, Prosa y Verso, 167, pp. 31-38, 226 ‘La pesseacta ns NierescHe EN CaRas ¥ CARETAS 21 En 1910, Rubén Dario menciona a Nietzsche en los *Versos de *Kanis y Niewsches y Schopenhauers Ebrios de cerveza y de azur Iban gracias al ‘calembour -Atomarse un chop en Aubers.” ‘omienza un periodo de tres aftos en el que el fildsofo ya no aparece ni siquiera mencionado. Recién en 1914 se escribe otro articulo que habla de Nietzsche, pero no es mas Juan José de Soiza Reilly el autor ‘que lo firma; para esta época el periodista desaparecis de la escena, En 1915 se abre la secci6n “El consultorio de Caras y Caretas" que ‘esti dedicada a responder preguntas que enviaban los lectores sobre arte, ‘ciencia, historia, geografia, curiosidades, etcétera, La primera vez que la sec- un al “Horacio de La Plata” pregunta: “Por qué, Pero la respuesta fue la Ginica que no aparecié en el siguiente _némero ni tampoco en ntimeros posteriores de la revista, Al cabo de pocas semanas, la propuesta fue marcanco una tendencia que dej6 ver el gran inte- piiblico (0 tal vez de la revista) por los avances cientificos, sobre todo de esta ciencia. De a poco, las preguntas se indose al cuidado de la belleza y la salud. 21, Aden de su novela La ciudad de fas locos, ets tulos de ous novelas suyas mesugieten, le misma tema: Ja muerte blanca. Amory cocaina, Criminales, Etamor, la muertos mesafisca y las eligiones. 22. Caras.y Caretas, abo XII, N°387, 27 Ana Asin sta preponderancia de asuntos médico-cientificos también se obser- va en los espacios de pul tes como el “com- puesto de apio Paine”, Pabst" que “nunca reconocié rivales para dar fuerza al débil, al anciano, al convaleciente y a la madre que cria”, el “Agua de los Carmetitas Boyer: contra ataques de nervios, vértigos, indis- iciones*, el vino aitejo “El abuclo’ “que como reconstituyente, sus insu- perables condiciones t6nicas, le han dado justa fama en todo el mundo" y el ‘Anis de los Ocho Hermanos: estomacal, para después de las comidas. No es la prueba", También estaba en auge la ortopedia con sus s milagrosos, como el cinturOn eléctrico que curaba “los malos nil” y reconstituia “sistemas nervio- 508 enfermos" del “Dr. Berndt, A pilas secas y regulador para graduar la corriente, jNo produce que: !” Una de la formas que toma- jones de la propaganda de un imado “Sargol” hacia upethombre nietzscheano: alusin “El famoso filésofo y socidlogo ‘Nietzsche’, que tanto hi brado al mundo con sus teorfas nuevas y avanzad: luna de sus obras més importantes, que el mundo debe evol nar también respecto de la especie humana, eliminando de Jos individuos débiles y enfermizos, aunque sea menester supri- mizlos violentamente, de suerte que queden los fuertes, sanos y robustos, con los que se formarin las sociedades futuras a base del ‘supethombre' Es posible de Nietzsche contra los delgados, que son exponente de la debilidad en las razas, fueran inspiradas porque en su época no se conocia otra solucién al problema que la muy radical de extirparlos con la violencia, pues la alimentacién nutri- tivay en grandes dosis, no daba resultados satisfactorios, desde que los flacos no aumentan de peso a pesar de ingerir abundante- mente, por la falta de asimilaciGn, Para felicidad de ellos, la q ica, con seis sustanclas necesarias para que el organismo digesti- vo y asimilador lleve sus funciones normales, petmitiendo por medio de su empleo adquirir la fortaleza necesaria y hacer de! hombre delgado y débil, propenso a la adquisicién de todas las enfermedacles, un sujeto robusto y sano, La vassencta be Nirrzsch EN Canas y Canetas Este prodigioso descubrimiento quimico, se encuentra habilmen- te concentrado en un producto conocido como ‘SargoF I... De venta en todas Frente a otras revistas més especificamente dedicadas a temas; Jo interesante de la presencia de Nietzsche en Garasy Caretas es cién con el humor y la publicidad, algo no hallado en ningiin otro de los medios compulsados. Mas de una vez, Nietzsche se preguntaba, con tono preocupado, acerca de quiénes serian sus discipulos en los afios futuros y ‘qué cosas irian asociadas a su nombre ... Nietzsche: el suscriptor del “Pica- flor", “ebrio de cerveza y de azur’, no supo que el *rubio” superhombre posible con “Sargol”, rela- 25, Caras y Garezas, ah XX, N° 1004, 29 de diciembre de 1917 229

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