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Karl R. Popper CONOCIMIENTO OBJETIVO Un enfoque evolucionista PDITORLAL PECNOS 1. ex conocistenro Como CONIBTURA: MI SOLUCION AL PROBLEMA DE LA iNDUCCION * EL aumento de i y lo ccurrido Russet Creo que he resuelto uno de los mayores problemas filaséficos: el pro~ blema de la induccidn, (He debido hallar Ia solucién hacia el ao 1927 ‘vis o menos ‘.) Esta solucidn, que ha resultado ser de una gran fecundidad, me ha permitide resolver muchos otros prublemas filoséticos, Sin embargo, pocos {i6sofos aceptarin fa texis de que he resuelto el problema de Ia induceién. Pocos filésofos se han tomado la molestia de estudiar ~e incluso de criticar— mis opintones sobre este problema, o se han onterado de mis investigaciones. Muy recientemente, se haa publicado satios libros sobre el tema que no citan ninguno de mis tabajos, aunque ta moyoria acusan Ja influcncia, muy lejana, de mis ideas. Incluso obras que las recogen explicitamente, me atribuyen opiniones que jams he sos- tenido y me critican basdndose en una total incompresion de lo que he es- tito, 0 en argumentos inadecuados. En este capitulo intento explicar de nuevo mis puntos de vista dando cabal respuesta a mis criticas + Este c3 sophie, 258 année, nim. 956, ase. P2. a Ia demareacin entre Ia clencia y To quo no es cieni {ct R. para abeeviat) capuios |) IU [Trad Paidos, 1967] nis 3, 1933, pie. 426 y siguientes SN yopit der Forschung, Tulias Springer Verlng, Viena, 1934 tpara_abreviat, Hutchison, Londres, 1959 (paca abr: ian, L, Se, D). (Traduecion eatellana de Victor Sanchez de Zavala, Le Logica de la é L. d. FU.CE The Logie of Scientific Discover Investigociin Cientifion, Madea, Tecnes, 1962] iteacionaidad duranie ol wsfo diecinveve } seine es ol rewltnco natural de la des fmvecion del empirisma por parte Je Niume—ReeTeann is dos primeras,publicaciones sobre la indveciin fueron una nota en Erkenntnis de 1933 *, en Ia que presentaba brevemente la formulacién y solucién del problema y mi libio Logik der Forschung (L. d. F.) de 1934 5 fn ambas obras, mis ideas aparecian condensadas. Esperaba con cierto lo se publics por primera ver en In Keene internationale de Philo 5 Ya en 1 vero de 1919.20 habia yo formula y reweo gvobiema de si bien envonces 0 ceela que merecicee In pena publica. Pero, después de sesaver el prosiema de la induccion, SEubri uns Conexin interesante entre ambos problemas, Io cust me hito pensae que cle bb gemareacion e¢a importante. Comeace % wabajar en el protlema de 11 iedUc- Eisnen 1933 7 di con fa solueiin hacia el ao 1927. Véagse a este respecto las cons Geraciones gutobiogrsficas que sparecen en i bro, Coniecurer and. Refutations, 6m castellans de Nestor Mlguez, ET Desorvolia del Conocimiento Cientfico. Coniearas y Rejutociones, Buenos. Aires, ‘Ein, Keiterium des empiritchen Chavakters theoreticher Systeme”, Erkenr 16 Conocimiente objetivo vptimismo, que mis lectores descubriesen, con ayuda de algunas sugeren- wias histérieas, por qué era decisiva mi peculiar zeformulacién del proble- aa, ya que céc que lo que hizo posible Ia solucién del problema tradi’ sal fue dicha reformula Al hablar del problema filosslico tralicional de la induecién (que la- ‘mare “T?") me fafieo a formulaciones como las siguientes Tr {Como se justitica la ereencia de que el futuro seré (en gran dida) como ef pasado? O, tal vez, {como se justtican las interencias indue- Estas preguntas esta mal tormuladas por diversas razones. La prime £3, por ejemplo, supone que el tuwwro sera como el pasado. Personalmente, eonsidero un error suponer tal cosa, a ntenos que la palabra “somo” se tome en un sentido tan flevible que haga que dicha suposiciOn sea vacia © inocua, La segunda formulacisn supone la existencia de inferencias indue- tivas y de reglas para obteuetlas, lo que significa, una vez més, hacer una suposicisn critica que me parece equivocada. Pienso, por tanto, que ambas formulaciones son sencillamente acriticas y to mismo podria decirse de muchas otras. Por tanto, nie he impuesto fundamentalmente ta tarea de formular una vex avis el problema que estd detrés, a mi parecer, de lo que Hamady el problema tilosofioe tradicional de la. induet Las forinulaciones, ya tradicionales, datan de fecha hist6rica reciente: surgen de la critica de’ Hume a la induccién y de su impacto sobre la teoria 7 del conocimiento Uet sentido comin. Volveré a discutir con mayor detalle estas formulaciones tras presen- tar, en primer lugar, el punto dz vista del sentido comin, ta opinién de Hume y, finalmence, mis propias teformulaciones y soluciones del pro- blema LBL PRODLEMA DE LA INDUCCION DEL SENTIDO COMDN La teoria del conocimiento det sentido comin, que he apodado “la teo-\ fia de ta mente como un cubo”, queda perfectamente recogida en ta frase “nada hay en el intelecto que no haya pasado antes por los semtidos”. (Ya / he intentado mostrar que Parménides fue el primero en formulae este punto de vista, Dicho en tono satirico: la mayor parte de los mortales no tienen nada. en sus falibles intelectos que ao haya pasado antes por sus falibles sentidos *) ‘A pesar de todo, esperamas cosas y creemos con firmeza en clertas regularidades (leyes de ta naturaleza, teorfs), lo que nos eva al problema die la induccion del sentido comin (que lamaré “ + Véase Conjecures and Refutations (C. & R.), Apéndice 8 a Ia tercera eciéa, 1969, especialmente lss pays. 408-12. (La version castellana carece ue apeauice 8, pues sti hecha sobre Ts segunda edicida de 13651] EL conocimiento como conjetura 17 €s. (Com La respuesta del sentido comin consiste en decir que estas creencias surgen en virtud de reiteradas observaciones hechas en cl pasado: creemos que el sol suldra mafiana porque asi ha ocucrido en el pasado, Desde el punta de vista del sentido comin se da por supuesto, sin més problemas, que mestras creencias en regularidades se justifican mediante esas observuciones reiteradas responsabies de su génesis, (Lo que los isofos desde Aristoteles y Cieerén han llamado “epagoge” © “induecion™ cs esa genesis cum justificacién, debidas ambas a [a reiteraci6n.) pueden haber surgido estas espectativas y creencias? 2. Los bos PAOBLEMAS DE La INDUCCION DE HUME Hume estaba interesado por la eondicién de! conoeimiento humano 0, como él disia, por el problema de si nuesiras creencias (0, al menos, algu- fas de ellas) se pueden justificar con razones suficientes *. Planteé dos pre- guntas, una logica (H1,) y otra psicol6gica (H,), con la caracteristica im- portante de que sus respuestas chocan entre st de algin mado. La pregunta logica es Ia siguiente" 1, «Como se justifiea que, partiendo de casos (ceiterados) de los que tenemos experiencia, leguemos mediante el razonamiento a otros casos (conclusiones) de los que no tenemos experiencia? La respuesta de Hume a Hf; consiste en negar que haya alguna justifica Gién, por grande que sea el miimero de repeticiones. También mostr6 que 1a 1a logica sigue siendo exacramente la misma cuando ponemos la pax ‘probable” despues de “conclusiones" o cuando sustituimos las pa- labras “a casos” por “a la probatidad de casos” + cieerin, Popa, X, 42; cf, De tnventione, Livo 1, 208. $1 a RoW. 61 + eine Buvil Hime, Engutry Concerning Haman Undersanding. ed, LA” Sel dy higgesOxtar 1927, Seecign ¥, parte I, pag. 56. (Cle C. & Ry pigs 21 (ef PAE 30 Se la versidn eastllna ehada}) 4 flume Trestie on umn ‘ature, ed, Selby-Rigge, Oxford, 1888, 1960, boo 1, pute i, secon vt, pig, 91; Libro I pare ill, secciin Ni, pig. 139 (Tradve- chon Sistelana de, Yiente Vigseira, Troto de (a) Nonratews Humana Made Calpe 1933: pigs 1477 315 del pier wolsmen] Nea tambien, Xan Prolepome was pig. M9 sis. [Traduccion cautetans de Fulda Bestevo, Madea, Aguilar 1984 fue 0 y sigteten, donde lana “Problem ve Hume” a} prota de lets fentia etenvacados edd priv: Que yo sepa, ue el primero en lama pro- Gicma-de la tnducelin "Probenta de Hume", aunque sin didn debe de Raber habido von, As Io Hike consist en “Ein Kiterium des empirachen Charaviers Theoretseher Syste" Erdennents J, 1933, pags. 428 Y sigs 9 en bed Fe secon pag 7, donde seen “Sh igen 3 eat, lamamos “problems de Hume at ue la ndecen, de: Dertamos daigiar-al de ty Uemarcasion como roblema de Kant. (Ct. la trade Coon casein clad pub, Ba] Est” breve indeaion ostenia en unas poess Eorniersconey sls, somo'la de ln pag. 39 de Se, (Youd, pag. 29), en ef ene tio de que Rant consderaba el principio ue Ia induccién como “waldo prior?) SOgeria una nterpteaciOn hoiGrcd importante de las relsiones entre Kant, Hume PE problema de To tnduceun, Véase tambien ot capiulo ts pags 45 ¥ sigh, ¥ 33 de‘tse volumes, donde se uicuten mas eMtemament estos problemas 18 Conocimiento objetivo La pregunta psicolégica es la siguiente * Hy, (Por qué, a pesar de todo, las personas razonables esperan y creer que los casos de los que no tienen experiencia van a ser semejantes » aquellos de los que tienen experiencia? Es decir, par qué confiainos tanto fen las experiencias que tenemos? La respuesta de Hume s¢ centra en la “costumbre 9 habite”s es deci porque estamos condicionados por las repeticiones y el mecanisiio de aso~ ciacién de ideas, mecanismo sin el cual, dice Hume, dificilaente sobrevi ramos, 3. CONSECUENCIAS IMPORTANTES DE LOS RESULEADOS DE HUME A causa de estos resultados, Hume, yna dle las mentes iis racionales que haya habido nunca, se convietié en un escéptico a la ver que en un ereyente: un_creyente en una epistemotogia irracionalisia. La conelusién de que la reiteracién carcce de tode valor como arguiichto, aunque domina nuestra vida cognitiva 9 nuestro “entendimiento”, le condujo a atirmar que Ia argumentacidn o la razdn desempefian en él un papel secundaria. El entendimiento queda desenmascarada y muestra que es no ya del ntismo eardcter que las creeucias, sino del mismo cardcter que tas ercencias inde~ fendibles racionalmiente; os wna fe irracional * De la soluciOn que doy’ al problema de la induecisi conclusién isracionalista, como quedari claro en la proxima seccidn, asi como en las secciones 10 y 11 Esta misma conclusion fue enunciada por Russell de un modo inés ico y desesperado en ef capitulo dedicado 2 Hume de su libro His. ‘ory of Western Philosophy, publicado cn 1946 (teeinta y cunteo aos des- pus de su libro Problems of Philosophy en el ye ennnciaba con perfecta laridad ef problema de la induccién sin hacer referencia a Hume)", Rus: sell dice sobre cl tratamiento de Ia induccién que hace Hume: "La filoso fia de Hume... representa Ia bancarrota de fa racionalidadl del sigla dieciocho” ‘por eso es importante averiguar si existe una respuesta a Home en el seno de una filosofia total o fundamentalmente empirica. En caso coutrario, rio se tleriva esta + Véase el Treatize, pigs. 91 y 139. (Pigs. 147 y 2S del tomo primera de Ia edicién caselsna.| Avpartir de. Hume, muchos inductvisie desilisionaos se han hecho ‘resei as (ati como tanibien muchos marssiss esiusionados}. We" EL nombre de Hume no aparece en el capitulo VU Sahve Ia Thdceiin”) del libro de Russell The Problems af Philoropiy (1912 y muchas oleae eeinpresines) Ilay tradwcenin easiellara le Joaquin Xian, Uaroelonn,. Mies Coleceiin abor 1270) Un referencia mas cereana aparece en el capitile VI ¢ cs porble el cone Imientoaprioritiea”) donde Russell afirma que Hume “dedio la propesiciin meh més dudora, sepin la cual naila puede ser conocido a priori sabee Is eaesiin ile causa y el efecto". Sin duda las expectaivay causales tienen a nse. Dsicologicamente prion en kent cle que sow prev Fo significa que sean Valse 3 print, Véans Cs Re Pa Pagina 39] EL conocimiento como conjenra 19 no hay diferencia intelectual entre razén y locura. Fl lunitico que cree ser un huevo escalfado ha de ser condenado ‘inicamente porque esté en Russell Uega a decir que si se rechaza Ia induccién (0 cl principio de induccién), “todo intento de legar a teyes cientificas generales 2 par: tir de observaciones particulares eS falaz, con lo que el escepticisma de Hume es insoslayable para un empitista” Por tanto, Russell subraya la contradiccién existente entre ta respuesta de Hume a H, y (a) la racionalidad, (8) et empirisme y (¢) Tos procedi- milentos cientificos. Si se acepta mi solucién al problema de ia induceiiin, todas estes dificultades desaparecen, como se veri claramente en la seeciéa 4 y on Ins secciones 10 a 12, No hay contradiccién entre mi tearia de la no-induecién, por wn lado, y la racionalidad, ef empirismo o los procedimicntos cienti- ficos, por otto. 4. Mr MAVERA DE ENFOCAR EL PROBLEMA DE LA. ENDUICCION (1) Considero de la mayor importancia Ia distineién, implicita en el tratamiento de Hume, entre el problema ligico y cl psicolsgico, aunque no ime satisface Io que entisnde Hume por lo que llamo “Iigico”. Deseribe, con toda claridad, procesos de iferencia valida, pero Ins comidera prom cesos mentates “racionales” Por el contrario, al tratar de cualquier tipo ce problemas tésicas, tuna de las maneras principales que tengo de plantear Ia cuestién consiste ‘en traducir a té:minos odjetivos todos los términos suhjetivos 0 pricolé- gicos, especialmente “crcencia”, etc. Asi, en vex de hablar de “creencia”, hablo, por ejemplo, de “enunciado” © de “teoria explicativa”, en lugar de hablar de “impresién”, hablo de “enunciado observacional” © “enunciaJo contrastador i. Luest statement] y en lugar de hablar de “justificacién ae luna creencia”, hablo de “justficacién de la pretensién de que una teoria sea verdadera”, ete. Este modo de decir las cosas de una manera objetiva, logiea 0 “formal” se puede apticar a H,, pero no a Hy... No obstante: 2) Una ver resuelto el problema togico, 17, In solucién se aplica al psicoldgico, Hp», sepiin cl siguiente prineipie.deiransteceneia: Vio que ‘cs verdad em et dominio de In I6gica, lo es también en ct de Ia psicolo- ia, (También hay un principio andlogo de gran utiidad en lo que se suc- Je Tlamac “método cientifico", asi como en la historia de In ciencia: to que es verdad en cl dominio de la I6giea, lo es también en el método cientifico y en Ia historia de la ciencia.) Admito que esto constituye una Ss Lay ciias son del libro de Detteand Rowell A Uluiory of Wenseen Philosophy. Loneey 1946, pbgs. 69H y sigs fel brayado ex rio), [flare le ta Fotos Oe cidental, Buetow Aites, serie mayor de Expaen Calpe) 39993 F3339995 FIPFSIFSIT SESE C O43 9.5.5.7 20 Conuciiniente objetivo conjetura un tanto artiesgads en psigologia del pensamiento © de los. pro esos cognitivos. (3) Como se veri claramente, el principio de trans climinacidn det iccucionalismo de Hume. Si puedo resolver el problema de la induecion, incluyendo #,, sin violar el principio de transferencia, no he bid conteauiceién, entre la logiea y Ia psicologia y, por tanto, se evitari Ia conclusion de que nuestro conocimiento es irracional, (4) Este programa, uoido a fa solucién que da Hume de H,, implica ‘muchas mis eonas sobee la telaion Logica entre teorias cientifcas y observa- cones que las que sel Py (3). Uno de los principales resultados obtenidos es et siguiente: puesto que Hume esta cn lo ciesto al sefialar que desde un punto de vista ldgico nro existe induction por cepeticién, en virtud del principio de transferen- cia, tampaco puede haber fal cosa en psicologia (0 en el método cicntifico ‘ca historia de la cieacia), La idea de induccidn por repeticion debe achacar: sea un ert por repeticisn, cia garantiza 13 5, EL PROBLEMA LOGICO BE 1,A INDUCCION: REPLANTEAMIENYO ¥ SOLUCION De acuerdo con lo que acabo de decir en et punto (2) de ta seecidn pre~ cedente, he «le feplantear el H, de Hume en un lenguaje objetivo y léxico. A este fin, sustituiré Ia expresin de Hume “casos de tos que tenemos ‘experiencias” por “enunciados contrastadores”, es decir, enunciades singu- lures que deseriben sucesos observables (“enunciados observacionales” 0 “enunciados bisicos") y “casos de los que no tenemos experiencia” por “eorias explicativas universales" Mi formulacidn uel problema légico de Iu induccién de Hume es ta si guiente Li {Se puede justificar la pretensiGn de que una teoria explicativa uni- versal sea verdadera mediante “razones empiticas", es decir, suponiendo la verdad de ciertos eaunciados contrastadares u observacionales (los cuales, hay que decirlo, estan “basados en la experiencia")? Mi respuesta es como la de Hume: No, no podemos: ningia conjunto de enunciados contrastadores verdaderos poded justiticar li pretensidn de que una teoria explicativa universal es verdadera "* ero hay ua segundo problema Wgico, La, que constituye una generali- raciéa de Ls, a partir det cual se obtiene sustituyendo sencillamente las palabras “es verdadera” por “es verdadera 0 falsa": Le {Se puede justificor la pretension de que una teoria explicativa universal sea verdadera o falsa mediante “‘razones empiricas"? Es deci, aa. toria expicatna va necesariamente mis all de un conjust finite de enunciados contrastadores; [o mimo se puede decir incluso de una ley coe un grado feducido de niversalidad tuna especie de ilusién Sptica. Resumiendo: no fay inuluceidn | EL conocimiento como conjetuna 21 wunciados contrastadores sean verdaderos, jpueden suponienda que los sidn We que una Ceoria universal sea verdadera 0 la cellos justilicar ta pret de que sea falsa? A esty respondo positivaumente: Si, suponiento que tos emmeiados con- trastadores sean verdateras, basindonos en ellos poxemoy 4 veces justificar lu pretensicn de que wus teoria explicativa universal es fabs Lu itnportancia se esta respuesta se ve cuando reflexionamos sobre la siwaeién problematica que da lugar al problema de la induccién. Pienso ten la situacidn que se nos presenta cuande tenemos a la vista varias teorfas Cxplicurivay gue se ofrecen como otras tantas soluciones de algin problema Ue explicacién (por ejemplo, un problema eientifico) y cuando debemas, 0 al tetios deseames, elegir entee ellos. Como hemos visto, Russell dice que Sin resolver ef problema de fa indueci6n resulta imposible decidir entre una sbuena) teoria cientifica yuna (mala) obsesién de un demente, También Hume pensaba en teorias alternativas. “Supongase (eseribe) que una perso- tia... establece proposiciones a las cuales no puedo asentir... que la plata es ands tusible que el plomo o el mercurio mis pesado que el oro..." Esta situacisn problematica de elegir entre varias teorias sugiere un set madu de formulae ef problema de fa induceién Ly, Dadas varias teorias universales rivates, ces posible preferir unas ‘otras pur Jo que respecta a su verdad 0 falsedad. justificdndolo mediaate “razoues empiricas"? La respuesta a La es obvia a Ja luz de la solucidn dada a Ls: Si, a veces se puede, si hay suerte, ya que puede ocurrir que nuestros enunciados cons- trastadores reftten alguias —aunque no todas— de las teorias rivales y, puesto que buscimos una teoria verdadera, preieriremos aquella cuya false dad no haya sido demostrada 6, COMENTARIOS A ME SOLUCION BEL PROBLEMA LOGIC (1), Segia mis reformaciones, fa cuestén central del problema Yxico? de a inducin sf valdee (verdad o fabeuad) dls tyes universes fur reipeto a ceros enmiedos “aes”. Dejo de lado. el problema. de refs dterinainos fa verdad 9 le fasedad de fs enunciagos coma: talus es doit de Tas deseipiones singles de suceos observables Sonic ae ene imo problema no debe ser conslerado como pate dl preblen de a inducloe, puesto ue Ta pregunta de Hume esi se puede ee nticar el paso los "casos" expenmentados a los no experimen tndoe Que yo Sep, ni Home oi noua de ls dens persona ques tom oeupado det tema antes que so, hi pasado de esas preguntas & sb thio sPodenon dat por sypuestos fs “eas eaperinentados”? (Son vHinrte preton a as tors? Aunque mi solveon al problema. de la Hume, Treat, pi. 95 [pig, 159 del yolumen t de la traduccion castellanal MS Opell pig 3t (tad. city pag. 150 del tomo Tl 22 Conocimiense objetivo induccién me hizo ver la cxistencia de otros problemas, estas. preguntas van mis all del problema original. (Esto es obvio si consideramios qué tipo de cosas buscaban los filésofos cuando intentaban resolver ef problema de | induceién: si se pudiera encontrar un “principio de induccién” que permitiese derivar teyes universales partiendo de enunciados singulares ¥ si se pudiera sostener su pretensidn de verdad, entonces el problema de Ia induccién podria considerarse resveto.) (2) Lr constituye ua intento de sraducir el problema de Hume a ua nigdo objetivo de hablar. La tinica diferencia es que Hume habla de eatos (ingulares) futuros de los que no tenemos experiencia —es decir, de ex- _poctativas— niientras que L habla de leyes universales o teorias. Proponga ‘ste cambio al menos por tees razones. En primer Ingat, desde an punto de vista légico, “casos” hace referencia a una ley universal (eal menns a waa funcién de ensincianto que pusds ser universalizada). En segundo Tvear, fiuestro método usucl de razonar ds uaos "casos" a otros se lleva a cabo con a ayuda dle teorias universales. De este modo, pasanios del penblena de Hume al problema de la valides de las teorias universales (su verdad 0 falsedad). En tercer lugar. desen conectar, como hace Russell, el problema de la induecisn con far leves wiversales o tcorias cientiicar 3) Mi respuesta negativa a Ls ha de interpretarse en of seatido de que debemos considera sodas las lever 0 teorlas como hipétesis 0 conjecuras es decir, como suposiciones. ‘Aunque actuatiente este punto de vista ba lograde imponerse ", esta situacién ne se ha logcado hasta después de muchos aitos. Gilbert Ryle, por ejemplo, ia atacado la idea cn un articulo suyo de 1937", por To Gemés exestente, Arpuye (p, 36) que es incorrecto aficmar “que todas las pPropesiciones generales de Ia eiencia... scan meras hipetesis”. Emplen ta palabea “hipétesis” en cl mismo sentido en que siempre la he usada yn: ex decir, en cl sentida de una “proposicign... cuya verdad es simplemente uuna conjetura" (loc. cit), Alega en contra de mi tesis ane “a menndlo tene- mos todas las garantias para senticnos seguros de fa ley expresada por una Proposicién” (p. 38). También sostiene que algunas proposiciones generates, estin firmemente “establecidas": “Estas se denominan ‘leyes' y no “hips: tosis" Esta posicion de Ryle era c2si la norma “establecidn” cuando escrtin L. d. Fy atin sigue vigente on gran medida. Me opuse a ella en primer I= gar gracias a la teoria gravitatoria de Einstein, En efecto, munca ha habido luna teorfa tan firmemente “establecida” coro la de Newton ¥ es poco pro- able que vuclva a haber otra semejante y, sin embargo, a teoria de Einstein, pignsese lo que se quiera de ella, sin duda nos obliga considerat 1a teoria de Newton como una “mera” hipdtesis 0 conjetura. Un segundo caso es el descubrimiento que hizo Urey en 1931 det 1 Vase In reflexiém inicial de Stove en Australas, Journ. of Philos, 8, 1960, pétina 173. Te zage Arist Soe. Supplementary volume, 16, 1937, pigs. 3662 EL conocimiento como conjetura 23 euterio y el agua pesada. En aquella época, el agua. el hidrégeno y el foxigeno eran tas sustancias quimicas mejor conocidas, constituyendo los pesos at6micos del hideégeno y et oxigeno tas aormas mismas de toda medida quimica. Habia una teoria sobre cuya verdad todo quimico se hubie 1 jugado el cuello, al menos hasta la conjetura de Soddy de 1910, sobre los gétopos y, de hecho, hasta mucho después. Mas he aqui de Urey dio con tuna refuiacién (que a fa ver constituys una corroboracién de la teoria de Bol ta situacidn me hizo examinar mas de cerca Ins restantes “eyes estable- cidas” y, en especial, los tres modelos tipicos de los induetivistas 1a} que el sol saldra maitana y se pond cada veimticuatzn horas (0 apro~ ximadamente cada 90,000 latidos det corazén), 1h) que todos Jos hombres son mortales, ©) que ef pan alimenta. De hecho, on los tres casos, estas leyes establecidas fueron refutadas en el sentida en que oniginalmente se propusieron. a) La primera la refuté Piteas de Marsella cuando descubrié “el mar hrelado y el sol de media noche". El que (a) siqnificaba “vayas donde vayas cl sol saldrd y se pondri cada veinticuateo horas” queda dle relieve por ta manifiesta desconfianza con que fue reeibida su narracidn. va que se convirtis, en el paradigma de todos los cuentos de aventras. bY La segunda tambign se vio refutada, aungue no de una manera ton obvia. EP predicado “mortal” es una mala traduccién del gricgo: Ayes significa “abocado a morir” © “sujet a Ja muerte” mas bien ave simplemente “mortal”. Precisamente (b) forma parte de la tcorfa aristoté: fica, segin ta cual toda criatura engendrada esti abocada a degenerar ¥ motir tras un perfodo cuya extensidn, aunque forma parte de Ia esencia de ta criatura, puede variar un tanto de acuerdo con ciscunstancias acciden- tales. No obstante, esta teoria se vio refutada por ef descubrimieato de que Tas bacterias no estén abocadas a la mucrte, ya que multiplicarse por fistén no es morit. También se vio refutada mas tarde al comprobarse que la ma- teria viva no est en general condenada a la degeneracién, aunque parezca que con medios suficientemente dristicos es posible matar cualquiera de sus formas, (Las células cancerosas. por ejemplo, pueden continue vi- viendo.) €) La tercera —favorita de Hume— se vio refutada cuando ta gente que comia su pan cotidiano murié de crgatismo en-ura catastrofe ocurrida ‘en Francia no ha mucho. Naturalmente, lo que fc) significa propiamente es que el pan bien cocido, hecho de harina obtenida como es debide a partir del trigo o del maiz, plantado y recogido segiin la vieja costumbre, es mas ' Em et capitulo 2 (rigs, 97 y sigs. ¥ nota 58) tambiém aparecen estos elem los que tantas veces he peso en mis conferenciss. Pido disculnss por Ia repeticin, pero ‘wseribt ambor capiolos indspendientemente coasklero que Jebo dejar ai amo estén VDOOSOOTOHOEHOCCOEOESSOSCOOOHOROOOEE ai i i Sellinet ian snide. eeocoeeeaeoesese eereceoccconeseccesg, 24 Conveinienro objetivo bien aliento que veneno, Pero, con todo, aguellas personas se envene si pues, li respuesta negativa de Hume a Hy mi respuesta negaiva a Li no son simples actitudes filaséticas sofisticadas, como parecen dar a niender Ryle y la teoria del conocimiento del sentido comin, sino que se tasan en ecaigades muy practias, El profesor Steawson, con tn ton opti mista similar al del profesor Ryle, esctibe: “Si ...hay un problema de la induccidn y... Hume fue quien lo plantes, hay que afar que fue et quien Io resold.” Alude con esto a ta espuesta positva que dio Hume a Hy, respuesta que Strawson parece aceptar describiendola como sigue: “La Naturaicea nos fuerza... a aceptar los cénones bisieos (de la induccién) La razon es, y debe set, le esckwa de las pisiones” ", (Hume habia dicho: “Debs set tan solo", Nunca habia visto nada que ilstrase ton bien Ja cita de A History of Western Philosophy (pag, 699) de Bertrand Russell que he ciegida como lema de la presente ciscusién sti claro que la “induccign” —en el sentido de una respuesta postive a fico Lixo inluctivamente invdlda ¢ inchiso paradésica, ¥ que une respucsta positive a Ls, implica que nuestea explicacioa del mundo es apro- imadamente verdadera (con lo cual estoy de acuerdo, a pesar ce respucsia neguiva a L,). De ahi se sigue que somos un tipo de animales clientes, situados precariamente no s6lo no tengo un “eriterio” general, sino que may a aienudo sucede que soy invapaz de prefer 1a hipStess f6gica- cacate “mor” o mis unprobable, puesto que alguien Ia conseguido cefu- tarla experimentalmente. Como es natural, muchos hat coasiderado que este resullada es molesto, pero mis argumentos fundamentales son sencilli- siinos (contenidu =improbabitdid, y han sido recientemente aceptados in- cluso por algunos defensares del inductivismo y de la teoria probabilistica de fa induccion, como Carnap ”. 2) ovroduje originalmente la idea de corroboracin 0 “prado de co. rrobaracion al objeto de mostrar claramente ef catéeter absurdo de toda tworia probabilistica de La preferencia (¥, por taato, d2 toda teoria proba- bilistiea Ue la induccién), Por grado de cormburacién de una teoria entiendo tn informe concise que evahle et estado fen un cietto momento 1) de ta discusiOn critica de una teuriz ceapecto a} modo en que resuelve sus problemas, su grado de contras- tabiidad, el rigor de las vontrastaciones a que ha sido sometida y como ha salido de ellas. La corroboracién (o grado de cortobaruciéa) es, por tanto, un informe evaluativo de su rendirmiento pasado. Es esencialmente compa- rativo, coma la preferencia: en general solo puede decitse que una teoria A posee un grado de corroboracién mis elevado (0 mis bajo} que su rival B + Vewe John C, Harsanyt, “Poppet’s Imprabablity Criterion for the Choice of Scientific Hypotheses", Philmphy, 55. 1960, gags, 932-30. Veove tambien ta gota de is plyina 228 de Co a pag. 284 de Ta version castellina} THY Zine Rudolt Carnap, “Probability and Costes Mesure" en P. K. Fever abend y Grover Maxwell (adi) And. Matter and Method. Essays. in Honour of Hervey! Feigh Univ of Minnesoia Press, Minneapolis 1366, pits, 248-60. 30 Conacimiento objetivo —a la luz de la discusién critica que utiliza las contrastaciones— hasta un momento dado, ¢. Al ser un informe del rendimiento pasado, alude iinica- mente a un situacién que puede llevar a preferir unas teorias a otras, pero no dice nada de su rendiniento futuro ni de su “fiabilidd”, (Por descon- tado, en nada afecta a esto el que alguien consiga mostrar que, en casos muy especiales, se pueda dar una interpretacién numérica al grado de corro- boracign de mis formulas o a las de cualquier otro "*.) El propésio fundamental de las formulas que propuse para definir ct grado de corroboracién era mostrar que en muchos casos es preferible ia hipdtesis mis improbable (en cl sentido del cileulo de probabilidades), s2- jialando claramente en qué casos se puede decir esto y ex cuales no. Puedo mostrar asi que la preferibilidad no puede ser wia probabilidad en el sen- tido del célcwlo de probabilidades, Naturaluente, se puede lamar preferible ala teoria mis “probable”: no inportan fas pelabras con tal de que no nos dejemos engahar por ellas ‘Resumiendo: A veces podemos decir de dos teorias rivales, A y B, que 4 es preferible, 0 esta mejor corroborada, que ia teoria B, a la luz del esta do de Ia discusién critica en cl momento ¢ y de la evideneia empirica (enun- ciados comtrastadores) que tengunios a-mano para la discusién, ‘Obviamente, el grado de corroboracién en cl momento r (que constituye tun enunciado acerca de la preferibilidad en ef momento 1 no dive nada sobre el futuro —por ejemplo, sobre el grado de corroboraciéa en un mo- mento posterior a f, Exactamente, no es mis que un informe sobre el esta do, en el momento ¢, de la discusion acerca de la preteribilidad légiea y em. pitica de las teotias rivales. G)Debo subrayar esto porque el siguiente pasaje de mi libro Logic of Scientific Discovery ha sido interpretado —nis bien mal interpretalo-— en tl sentido de que yo empleaba fa corroboracidn como indice del rendimiento futuro de una teoria: “en ugar de discutir Ia ‘probabitidad’ de una hipéte- sis deberiamos tratar de averiguar qué contrastaciones, qué prucbas ha so- portado; esto ¢s, tendriamos que intentar Ia averiguacioa de hasta qué punto ha sido eapaz de demostear que es apta para sobrevivir —y ello por haber salido indemne de las contrastaciones. En resumen, deberiamos disponer: ‘nos a averiguar en qué medida esta ‘corroborada™ *. ‘Algunas personas piensan °* que la expresidn “demostear que es apta para sobrevivir™ muestra que hablo aqué de la aptitud para sobrevivir en €l futuro, para salir indemae de contrastaciones futuras. Si he confundido a alguien, lo sieato. Lo tinico que puedo decir ¢s que no he sido yo quien hha sacado de quicio la metafora darwinista. Nadie supone que una especie Te Me parece ave el profesor Lakatos sospecha que Ia aplicacién efeciva de rimeros 2 aul grado. de cortoboracién, eset posite. harig inductivicln mt teoria. Enel sentido de tuna teoris probabiata de [a induccion. No veo por qué razon habia Ae Ser ani Che pdes, #1012 Ge The Problem of Inductive Logic, | Takatos y A. Sus rave (eds), North Holland, Amsterdam, 1968. (Ajadklo en las pourbas: me alearo de Saber que he malinterpeetado el pasaje atmdido.) BM de D. pag 251 (waduccton citada. pig, 234}. S4 Wéase Mind, New series, 09, 1960, pig. 100, El conocimiento coma conjevera que ha sobrevivido en et pasado vaya a sobrevivir en el futuro: todas las species que no han logrado sobrevivir en un momento determinado ¢ han Sobrevivido hasta el momento ¢, Seria absurdo sugerir que Ia supervivencia Gaewinista ituplica de algén modo ta expectativa de que continuara sobre iviondo toda especie que haya sobrevivido hasta este momento. (;Quién fosari decir que hay muchas esperanzas de que nuestra propia especie so- broviva?) (4) Tal ver sea util afadir aqui algo sobre el grado de corroboraciéa de un cnunciado s que pertenece 0 se deriva logicamente de una tcoria T, “iunque sea Igicamente mucho mis débil que ella ‘Tat enunciado s tended menos contenido informative que tx teoria 7. ty que sigifica que s, y ol sistema deductivo 5 de todos aquelios enunciados ‘que se siguen des, seta menos contrastable y corroborable que T. Pero si T ha sido bien contrastada, entonces podemos decir que su alto grado de corroboracién se aplica a todos los enunciados implicates por ella y, por tanto, as y 5, aunque ¢ nunca pudiese alcanzar por si mismo un grado de corroboracisn tan alto, debido a su baja corroborabilidas. Esta cegla puede sostenerse consideranda simplemente que el grado de corroboraciéa es un medio de enunciae una preferencia por lo que respecta ‘ala verdad, Asi pues, si preferimos T por lo que respecta a su pretensidn die verdad, entonces debemos preferirla junta con todas sus conseeuencias ya que si Tes verdadera, deben serlo tambisn todas sus conseeuencias aun- que separadamente puedan corvoborarse peor. Afirmo, por tanto. que coh [a corroboraeién de la teoria de Newton y Ia descripcién de Ia tierra como un planeta en rotacidn, el grado de corr boracién del enunciado 5, “El sol sale cn Roma cada venticuatro horas", hha aumentado considerablemeate. La cazén estriba en que s, por si mismo, rho puiede contrastarse muy bien, Ahora bien, puesto que Ia tcoria de New- tom y la de la rotacin terrestres pueden contrastarse bien, entonces, si son verdaderas, s también lo seri, Un enuinciado 5, derivable de una teoria 7 bien contastada, tiene el mismo grado de cortoboracién que T, en tanto en cuanto se considera par- te de T; y sis no es derivable de T, sino de la conjancién de dos teorias, Tr y Ts, en cuanto parte de dos teorias, tendri e! misto9 grado de corro- boraciéa que la peor contrastada de ambas. Sin embargo. en si mismo s puede tener un grado de corroboracién muy bao. (5) La diferencia fundamental entre mi enfoque y denominado hace tiempo “inductivista” consiste em que yo pongo el acento cen los argumentos negatives, tales como casos negativos 0 contra-ejemplos, refutaciones e intentos de refuiscin —brevemente, ertica—, micntras que el inductivista pone el acento ea los “casos positives de los que saca infe- rencias no-demostrativas” ** que pretende que garanticen le “fiabilidad™ de las conelusiones de estas iaferencias, Para mi, lo tinico que puede set “po- el enfoque que he * . G. Hempel, “Recent Problems of Induction”, en R.G. Colodny (ed.), Mind and Comma, Pittsburgh Unie Press, 1986. pig. 112 32 Conocimiento objetivo sitivo” en el conocimiento cientifico sélo es positive en tanto en cuanto ciertas worias son, en ua momento dado, preferidas a otras a la luz de nuestra discusi6n critica cousistente en intentas de refutacion que incluye contrastaciones empiricas. Por tanto, incluso lo que puede ser considerado ;positivo", 10 es solo por respec“0 a mnétodos negatives. Este enfoque negative clarifica muchas cosas; por ejemplo, las dificul- {des que se encuentran al explicur satisiactoriamente lo que constituye wn “caso positive” o un "caso favorable” de una fey, 9. PREFEKENCIA PRAGMATICS He viscutido hasta aqui por qué el te6rico ha de preferir —si es que tiene alguna preterencia— la teoria “mejor”, es dec, la mis contrastable ¥ la mejor contrastada. Naturalmente, ef terico puede no tener ninguna pre- ferencia: puede semtirse desanimiado por la solucién “eseéptica”, mia y de Hume, a los problemas H, y Ls, puede alegar que si no somos capaces de asegurar el descubrimicato de cual de las teorias rivakes es la verdadera, 10 le interes para nada semejante método —ni siquiera i el método hace razo- hnablemente cierto que s¢ hubiese una teoria verdadera entre las propuestas, estaria entre las supervivientes, preleridas © corroboradas. Sia embargo, Puede ser que un teorico “puro” mas entusiasta 0 més curioso se anime con hvestco analisis a proponer una y otra vez nuevas teorias rivales, confiando en que Gl vez und de ellas sea verdudera— aunque aunca seantos capaces de ascgurar que alguna ue ellas sea verdadera, El teorico puro tiene, pues, ante sf mis de una via de accién: eligiea ‘un método como el de ensayo y supresion ue errores sélo si su curiosidad supera su frustracion por la inevitable incertidumbre 7 deficieucia de todos nuestros intentos. El caso es distinto si lo consideramos como hombre de accién practica, ya que éste hia de eleyir siempre entre algunas alternativas mas 0 menos con: eretas, puesto que incluso la inaccién es un tipo de accién. Mas toda accidn presupone un conjunto de expectativas; es decir, de teorius sobre el mundo. (Qué teoria elegira el hombre de accidn? {Se pue- de hablar de una eleccién racional? Esto nos lleva a los problemar pragméticos de ta induccion: Pr {De qué teoria hemos de fiamos desde un punto de vista racional, para ta actividad prévticu? Prs (Qué teoria "hemos de preferir, desde un punto de vista racional, para la actividad prictica? Mi respuesta a Pri es la siguiente: Desde un punto de vista racional no Podemos “tiarnus” de ninguna teoria, ya que no se ba demostrado, ai se Puede demostrar, que una teoria sea verdadera Mi respuesta a Pr. es: sin embargo, debemos preferir la teoria mejor contrastada como base de accién, EL conocimiento como conjetura 33 En otras palabras, no hay “confianza absoluta", pero puesto que hemos de elegir, sera “racional” elegir la teorfa mejor contrastada, Ser “racional” ‘eu el sentido ids obvio de la”palabra que conozco: Ia teoria mejor con- trastada es la que a la luz de la diseusidn critica parece mejor, por el mo- ‘mento, y 0 conozco nada 1 ad is “racional” que una discusidn critica bien I identemente, al elegir la teoria mejor contrastada como base de ac- ién, “contiamos” en ella en algin sentido de la palabra. Por tanto, en cierto sentido, incluso se la puede deseribir como la mds “fiable" de las worias utlizables. Sin embargo, esto no quiete uecit que sea “fiable”, al menos en el sentido de que siempre procederemos prudentemente si, incluso en la accion practica, prevemos la posibilidad de que nuestras expectativas fallen en algo. No es sdlo esta preocupacién trivial lo que debemos derivar de nuestra respuesta negativa a Li y Pi, Por el contrario, para la plena compren- sion del problema —especiatmente de to que he denominado el problema nradicional— es de Ia mayor importancia pereatarse de que, a pesar de la ravionalidad” de elegir la teoria mejor contrastada como base de accién, esta elecein no es “racional” en el sentido de apoyarse en buenas razones para esperar que resulte una eleecidn afortunada en la prictica: no puede haber buenas razones en este sentido, que es en lo que consiste precisa- toente el resultado de Hume. (En esto coinciden plenamente nuestras res- ppuestas a Hg, Le y Pr.) Por el eontrario, aunque muchas teorias fisicas fue- sen verdaderas, es perfectamente posible que el mundo, tal como lo conoce- ‘mos con todas su regularidades pragmiticumente celevantes, se desintegre completamente el segundb que viene. Hoy dia, esto deberia ser obvio para todos; yo ya lo dije** antes de Hicoshima: es infinitamente posible que cura un desastre local, total o parcial No obstante, desde un punto de vista pragmatico, es obvio que no vale la pena preocuparse por la mayor parte de estas posibilidades, ya que nada podemos hacer: estin mas alli del campo de accién. (Naturalmente, no in- cluyo la guerra atémica entre los desastres que estan mis alld del campo ds aveidn humana, aunque asi lo crea la mayor parte de la gente porque es tan incontrolable para la mayoria como una accion divina.) ‘Todo esto valdria igual, aiin cuando pudiésemos estar seguros de la verdad de nuestras eorias fisicas y bioldgicas. Pero no lo estamos, sino que, por el contrario, poseemos razones para sospechar incluso de las me- jores, lo cual afade, naturalmente, nuevos infinitos a las intinitas posibilida- es de desastee. Este tipo de consideraciones soa las que hacen tan importantes mi res- puesta negativa y la de Hume, ya que ahora podemos ver con toda claridad or qué hemos de guardamos de que nuestra tcoria vel conocimiento pruebe Memasiado, Para decirlo con més exactitud, ninguna teoria del conocimiento Ss Véuse Lo dF. seccion 79 (LS Dy pigs. 283 9 sigs [version castellana, Pasi: ma 2361)

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