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ste soca. Autour de John Raw, Sei, Pai, 1988 wa duce, Bosc Book, Nueva York, 1983. rnding Rov, Pecentan Univers, ress, ri fa ct en FCE, Meco, 198]. Canto J. Ceta Conve EL NATURALISMO CONTEMPORANEO: DE DARWIN A LA SOCIOBIOLOGIA. 1. By RESUROIR NATURALISTA LA. Crénice de um nacimiento Ft premio Pullitzer del ato 1978 fue otorgado a una obra ins6l- ta: On Human Nature. Edward O. Wilson, su autor, un entomélo- ‘ga muy conocido dentro de la profesion, habla trascendido ya antes Jos etrechos limites de la faa eorporativa, instalindose en el olimpo de los ambientes académicos interdsciplinaris gracias a un primer Tibro_de notable éxito, Sociobiology, en el que se presentaba en sociedad una neva clencia Hamada as: «sociobiologia». Pero a pesar de la grandes tradas que alcanz6 ese primer libro, se trataba fodavia de un texto destinado a los especilstas: bidlogos, et6lo- 0s, antropélogos, soidlogos,y flésofos, en ukimo término. Su Sceundo libro era diferente. Con él Wilson pretendia honzar elit lode On Human Nature divulgando la forma cémo tos socibislo- 08 entenden certos aspects de la naturaleza humans diffimente fsiilables por los humanistas,y lo hacia de una forma por cierto Original: buscando similitudes entre el hombre y las termitas Las termitas son una especie del orden de los Hymenoptera, ‘unos insectos que se organizan en colonas, y cuya vida social, a decir de Wilson, comparte muchas claves con a nuestra, On He rman Nature proporciona una larga lista de caractersticas culturales comunes a Jas termites Tos seres humans, entre las que se en on HISTORIA DE LA ETICA, cuentran algunos se las que asociamos més estrechamente, y con mayor orgullo, « la condicién humana, Como la moral Si Bdvard ©. Wilson y los sociobislogs tienen razbn, los ter aitasy los seres humanos gozamos de comportamiento moral de orma muy similar y por idéntcss razones que deseansaa en lo més ulto de muesizss céulas. Pero pocos flésofos estin dispucstos 8 dar por buenas, sin mas, sas pretensiones. Ya sea por el pico corporativista de quienes se ven explisitamente desplacados como estudiosos de Ia moral, o por la ambigdedad de los cientifico, ew éabezados por Wison, a la hora de plantear sus argumentos, Io cierto esque Is polémica ha sido apasionada y feroz. Tanto como para que haya que prestar ala sociobiologia una cierta atencién por parte de quienes se preocupan por las cuestiones éteas. Porque Jas tesis de esa nueva cencia han sacado a la faz una escuela del pensamiento que se creia definivamente enterrada gracias a los studios de Ia flosofiaanalitica acetea de la Idgien de los julcios ‘morales: el naturalism etic. 1.2. cE qué consiste ef naturalismo contemporinco? La historia de ese naturalsmo contemporineo no se reduce @ Jas aportacones de los sociobidlogos: viene de més lejos y tiene lun cardcter un tanco peculiar. A fo largo del ukimo siglo, es decir, en el tiempo que va dese la publicacién del bra de Darwin acerea del origen dela esvscie humana, Descen’ af Man (1871), hasta aho- ra mismo, aparec a naturalera en el mundo de la tic dela mano de una escuela que se separa en algunos detalles del modo de hacer habitual que encontramos entre los pensadores morales, Aun cuan- do sus races estin slidamente ancladas ~al menos en los prime- tos tiempos— en una tradicion iloséfiea bien antigua, los nuevos naturalists no son flésofos en un sentido esreto y. la mayoria de ellos, ni siquiers en uno més relajado. Es est una circunstancia bie orignal, poraue a lo largo de la historia la éica habia desean- sado en manos.» ldsofoso, por fo menos, ela de sus paren tes prdximos: fi adores, linguistas,sociblogos y toric de la politica, por dejar Je lado @ los curas pérrocos que tanto legaron A irrtar a os aniteos ‘Quienes propnwn el nuevo nat lismo son, frente a los «hw: "HL NATURALISMO CONTEMPORANEO 03 ‘manistas» anteriores, «cientiicos:" bilogos y et6logos en su ma- yor parte. Cientificos, ademas, notablementeespecializadas en teo- ria de la evolucidn, genética de poblaciones, entomologa y discipi- ras por el estilo. Con el afadido de que, no contentos con ‘monopolizar ese terreno del natualismo, reclaman la toalidad de Jas competencias en cvanto a la ética normativa —coss,ciertamen- te, menos orignal, porque siempre que se exigen competencas ea ‘se terreno suele hacerse con carécter exclusivo, Yayamos, por ejemplo, con un libro tan inflyente come la So- iobiology de Wilson (1975). Ese manusl, que significa de hecho Ja biblia de Ia nueva clencia sociobiol6gica, trata ya en su primer capitulo dela necesidad de retrar(temporaimente al menos) la éi- «ade las manos de os fl6sofos y depositara en ls de los bidloges. Una propuesta sin duda tentadora para cualquiera que haya teaido que enfrentarse a las farragosas dscusiones que se han sucedido fen toda la historia de la flosofia sobre los auntos morales, zNO Aispondrin os cientiicos, con sus colosales aparatos tanto tebrcos ‘como prictcosy sus profundos conocimientos acerca dela natura- leza, de ese dex ex machina capaz de sacarnos del pozo sin fondo ence que nos ha metido la flosofia anaitica en materia de ética, retaicas y paraéticas? ;No hallaremos entre sus modelos (los de biojogta) algunos artiugios nuevos y capaces, al menos, de evar slguna frescura a las polfmicas? Habré quien pease que tal cosa resulta imposible, por mor de la flacia naturalist, pero de seme- jante vélvula de escape hablaremos més adelante, Examinemos aa tes las propuestas morales” de los bidlogos, La profesion de et6logo, entomélogo 0 genético de poblacones suele depender estrchamente de ciertos medios de contro, tanto coleials como académicos, que hacen dificil el intrusismo profe- sional. No resulta sencillocolocarse en Ia tarjeta asl como ast las hhonras de cintiico. Con los filésofos, por lo contario, sucede otra cosa: ni siquiera hay una relacion directa ene los estudios ‘que se han cursadoy la filosofia como prictica habitual, de lo que se deduce que cualquier ciudadano esta autorizado para ejercer de fésofo sin que nadie se sentalamad a esedndalo por ell, Crew lan por ahi suficientes libros de flovofia aptos para ilustrarse al respecto. Asi que en el momento en que ls clentificos, del pelaje ‘que sean, reclaman pare sla competencias en la teorizacin aoerea ‘de la moral humana, cabe preguntarse si lo hacen con el mismo. cos HISTORIA DE LA Brick derecho que tendrian, pongamos por caso, los fontaneros 0 ls in- senieros aeronduticos, © si, por el contrario, la condiion de bidlo- o afade alguna capacidad especial Parece elaro que cuando Wilson reclama para su gremio el etu- dio dela ica entiende que la cienciabiolica puede aportar unos conocimientos al respecto que son exclusivos suyos (@ ajenos, en cualquier caso, los fidsofos tout cour); conacimientos eapaces, dems, de artesar el mundo més bien cadtico de esa pareela del comportamiento humano. Pero el lector emocionado con ese pla- teamiento y dvido de tan novedosos cauees puede quedar répida- mente defrauds::. donde estan las solueiones para nuestros pro- blemas morales + yolicos? Las piginas de la Sociobiology pasan y pasan sin mis que referencias muy marginals ala condcta mo- fal, salvo aquelio referente a un extrato altruismo muy comin, pot lo visto, entre los Hymenoptera. Al hajat textos ya claramente Aestinados al tratamiento sociobioldgico de nuestra especie, como los de Alexander (1977), Wilson (1978) 0 Lopreato (1984), nos en- Contramos con e! mismo problems: salvo ln discus tericaaceres del status del alvismo,” el resto es pura especulacién, ¥ no de la mejor. Ya tenemos, ies, una clave importante. Si dejamos de lado algunos aspectos ~ patlales— dela obra madura de Wilson y Lums- den (Lumsden y Wilson, 1981, 1983), ef nuevo naturalismo oftece muy escasos temas en los que pueda comprobarse la eficacia de ‘una aproximacion clenfice& los problemas dela étca, Muchos Ae los mas notables bidlogos evoluionistas, como los grandes auto- tes de Ia sntesis neodarwinista (Dobzhansky, Huxley, Waddington), hnan publicado piginas y més paginas acerce de la conducta moral ‘humana. Pero pusinasen las que nos propanen especulaciones filo séficas," y no eves. genétieas mi de ningin otto tipo, En descargo cle Wilson y, en general, de ls naturalists conte: porineos, quisiera advertir que, en mi opinign, tan importante ea plantear el debate en términos diferentes a los ya excesivamente ‘manides como encontrar una respuesta que se muestra mas bien huidiza, Porque seria bueno entender que una cosa ex que la apo. imacidn nacuralisia Sea posible (en trminos lopicos a Ia postr) y otra muy difermve que la havamos encontrado ya. El lector fer voroso, ses qu: un Teeor ast, pede sentise molesto precisa: mente porque is. yuodado convencide de la viabilided det natura EL NATURALISMO CONTEMPORANEO 60s lismo, y aun de su necesidad, y no encuente en eso libros la res puesta & nuestros problemas, Pero posible que, en el fondo, esa Fespusrta ni riquera exists, Quiza debamos aprende a conformar- ros con la oportunidad de plantear nuevas preguntas. 13. ¢Bs falaz ef nuevo naturlismo? ‘Una sentencia tan conocida como utlizada dentro de la logica 4e a fllogofia moral establece que ninguna propuestaétea,ningin ‘debe, puede proceder de enunciados féctcos, de un es. Bl origen fe exa barrera, conocida bajo el nombre de wfelacia naturalist, procede, segn dicen, de Hume. Pero en Hume se encuentran tam bign, como vamos aver en el epigrafe siguiente, ls rafces del pen- samilento que, Io largo de Ios sigs xix y xx, ha dado los pasos mis decisivos en la direcin que conduce de un ces» —el sustrato biolégioo— a un «debe» —los valores éicos— sin preocuparse de- smasiado por lak falacias que van quedando en el camino. ‘Era paradoja no puede inguietar a ningin estudioso de la histo- ria de la éica. A lo largo de los dos sitimos siglos han aparecido y, por lo general, han muerto— numerosas escuclas de filosofia ‘moral, y a inmensa mayoria de ella procede de los planteamientos de la Tstracién, ya sea escocesa o alemana. Hume y Kant son Tos referents erencales de casl todas sus discusiones. Pero tales ‘eicuols tienen en realidad poco en comin entre elas, como no sea su mutuo desprecio, y no hace falta descender hasta Ia divers- dad de contenidos para hallar las diserepancas, porque ni siquiera ‘oinciden en lo que deberia ser el objeto de la Mlsofia moral, A Yeees fe supone que la especulacién dica deberia versar sobre la Conducta humana —en el sentido més amplio—; otras, se cree que tse propesito es demasiado general y dspers, y se reduce el ambi- to de la ca al de la discusion acerca de los juicos morales; més tarde es la forma de tales juicios, y no su eoitenido, lo que trae fl interés. Ahora —en un ahora que no va més alli del presente Capitulo pretendemos abordar una de esas esuelas, pero conven Aria entender que tampoco el naturalismo contemporinco esti a salvo de dispersiones, Lo que se esd ofreiendo aqui bajo esa ei- ‘qucta es, en realidad, un cajén de sastre en el que caben maneras ‘muy diferentea de abordar el fenémeno moral. Todas ellas compar- 06 HISTORIA DE LA ETICA ten, desde nego, wna clerta fe acerca de lo que la naturalezainnata det hombre ~y + animal— puede lograr para disenar unas certas ‘strategias de cc.) ortamiento mora, pero la relacién que hay en- tre esa naturale mata y los valores éicos no se entiende siempre de la misma fore. Nada que vet, por ejemplo, con respecto @ tal relacin, entre Ia aproximacién «prometeica»’ de Waddington (1960) ¥ la’ rnicho mas determinisa de Dawkins (1976) No faltan quienes piensan que el naturalisme contemporineo =o, ya que estamos, cualquier tipo de naturalisme— quizd sea una ‘escuela de pensamiento, pero no de filesofia moral. Pretender que la biologi, Is genicn en ultimo extremo, condicions la éiea seria, al decir dé algunos autores,’ anatomia, 6 puede que pscologia, © Sociologia incluso, pero en ningin modo flosofia. La ilosofia no Aesciende hasta fos menudillos. Pero los autores dal naturaismo contempordneo hacen propuestas morales tan clara como frecven- femente. En otro lugar he argumentado acerca de la importancia, ppongamos por caso, de Hayek y su wderecho a la excelencia». Ha. yek (1979) considera moralmente reprobable —y ademas extpido— lnvertc los recursos educativos por igual entre todos los ciudada- nos, dado que ln naturaleza humana nos hace inteligenes en una medide no homop-nea, Lor mis dotados por naturaleza tendrian, en el sistema dt. le Hayek, un claro derecho a recibir los benei- los de inversioney de ensenanza superiores, que podrian aprove- char y —sigo todavia a Hayek— ahora se dilapidan en quienes no Tograrén sacarles el jugo. Mas radical ain, pero menos sutl, fl epeineipio de fos mil af por ef que Lumsden y Wilson (1981) tstableeen en una medida de exe orden el tiempo que deberlatrans- tutte para que se produzcan mutaciones genétcas capaces de se ruir de cerca variaciones ambientles, al estilo de las producldas por un determinado sistema politic. Con To que se introduce una Imeraccién genético-socal que hubiera hecho feliz a Darwin.” Pero no perdamos més tempo en el etquetado corporativo de los fl6sofos y otros artesanos de la especulacién, Lo importante (8 averiguar silos presupuestos que subyacen a los argumentos na- turalistas son falaces 0 no. Conffo en que a estas atures habré dejado claro, al menos, que no se puede dar una respuesta global ¥ rotunda, porque las eonexiones que se establecen entre el «esy ¥ al adebew varian seg el caso, Veamos, sin embargo, algunas ‘claves generales de la postura naturalista.* Dando por sentado que [BL NATURALISMO CONTIRPORANED or una cose es decir que «X eniste y otra diferente que «X es desea- ben, 8 primera vista el argumento de las tendencas innatas, més ‘que falaz, parece incompleto. Entre la exstncia de pautas de con- dla genéticamentefijadas y su justifiaciOn moral se siti el hue- fo en el que debe figurar Ia explicacién acerea de por qué lo innato es moralmente deseable. Pero lo que sucede es que muy frecuente- mente ese razonamiento queda elidido al darlo por obvio. Seria injusto acusar al natualismo de olvidadizo cuando se han gastado tantas pdginas para salvar ese escollo, aun cuando las estrategias Ullizadas no sean siempre lab que uno esperaria ver en un texto filoséfico. Porque a la mayorla de los naturalists la travesia del ‘aes al cdeben le interest en el sentido inverso 'EI puente que tenden los naturalistas entre el cbdigo gentico es decir la enaturaleza»— y todo tipo de fenémeno moral, ya sean juicios Gtcos, conductas atrulstas 0, en general, acciones en las que esté implicada la moralidad, considera esta ima como ‘una manifestacion, un epifenéiieno que expresa una forma deter minada de conducta adapeativa. Desde el punto de vista del natura Tso co hay algo esenciaimenteidéntico en lanzarse al agua para salvar a un aio que se ahogs, aprobar en el parlamento una ley Aue regula el abort, calificar en privado de reprobable la volacién ¥ dlscuir en términos metadtoos sobre todo esto. Se trata en todos fos casor de mecanismos adaptativos de la especie humana, porgue Ja dtica es, ante todo, un medio que nos permite sobrevivir." ‘La conexion entre'el wes» y el adeben queda asi firmemente tstablecda, El wdebe> se convirteen algo capaz de hacer posible, fvolutivamente viable, una determinads forma de wes.” ¥ la fa. Tacia login dessparece através del argumento que esablece la ne- csidad de entender como icamente deseable ese conducta capaz {e proporcionare al grupo una Via de adaptaci, so pena de que ‘ste desaparezea. Los naturaistas podrin preguntarse, con Lorenz (1963, silos estuiosos de la conducta moral no deberian sustitu su nterts hacia el imperative categérico de Kant por un nuevo ob- jetivos el de entender y explicar el imperative bioldpco, el mecanis: ‘mo capsz de imponer con tanta fuerza la obligacion moral. 0, reto ‘mando la propuesta de Wilson, sino habra legado la hora de que los flssofs cedan sus competencias en estas materias alos bilogos. Lp atractvo del planveamiento de ese funcionalismo moral que- da algo empatado, sin embargo, por su falta de claridad, Suponga- cos istoRia BE LA erica snore damos or certo importante papel que ha ursdo tt Condos csv Is Slngtnest de naesra epee, reerado hoy dina aia en el mantenimente dels acne scedaes, Flt por Pressrtodvia 1 qu connie ee mecanismo salvador. gE fen- [coca cantar ne noa nc crea de opiate edges cad ver que ho= nose en? jon mores ve permite Progress» srops eyo sentido darn is permite em Drener aneadovsegcor? [En im mecaimo cognitive proio unt foma de prover el fonocniento por neo, ete ets cor Son de lenguae? Plantes en eminos tan amps le mora pd Tevarnos a no pocasconfsione, porqve sentndems qe hay féreo lat entree ees yl edebem dames por sentado ue temo ya en au conse Ge ween ca, por Cro, que dela de constr panglosiano optimism, todavia mo aa expe cere rt when qe hemos ended ala nara aman, ‘Habra, por emplo, Sertos valores capctspor sols de fale daria agpasin beige, al el, po empl, dal ab dal ine testo, 98 que amos d la propiedad pve 10 a xa dapaiva tijd en auestospnes egret slo defini lines Beveraes de cond, sin eta nl one de lon us eco? Tabard a econdata moral» en trings gbaes no condi ce cetamente a una ran cadad en los arguments, Serd neces fo entrar en deteminadssprecsioneh sobre Ia manera emo ls dives parcels el comportamiento leo pueden er capes de oporconarnos in ama aapttva dente peso, prions aus oy co reueni, a chan fala Sin embarge, lor Hibuoos itsradoseatendivon iy bien la nected de pase a ict fin cx or tos fence, Veber tus out puso en manera muy adage de planter l leanse de mos aetules rrobiemss 2. Las RACES |. cadmas 2.1. Une éiice selon! pore le socedad vitoriana Las tsi pronvestas por David Hume acerea del orien y a jus- Uillcedée de coves claves impottunton para in ocenteneiio, a0. EL NATURALISMO CONTEMPORANEO co cial" como ta propiedad priveda y Ia juticia, fueron motivo de importantes dscusiones dentro de la flosofia moral anglosajona due llega haste mediados del siglo xix. La postura de Hume pri mero, y las crtcas y correcciones evadas a eabo por Adam Smith sesputs, habian dejado entrever la necesidad de distingir, dentro el andlsis de los fenémenos morales, entre dos parcsas ‘eferidas sl motivo y al eriterio de la accién moral, Un ejemplo podré acle- ‘ar fclmente el porqué de tales precsiones: ante una accion que nos parece moralmente necesaria como ayudar a une persona a Ja que estan asaltando unos malhechores— hay varias formas de reaccionar. Habra quien se apresue a salir en defensa de la vit ‘ma, y, por supuesto, quien prefiera dar la vuelta yo meterse en ios. El crterio acerca del deber moral de socorrer a los que estin en peligro es iéatico para ls héroesy los cobarde, pero el motivo due Hleva a obrar en un sentido w otro es claramente distinto.” De hecho la dicotomfa entre motivo y eiterio no hace sino re- producir otra ya tan antigua como la propia filosofia, Porque el ‘motivo para actuar de un modo v ovr tlene un contenido esencal- mente psicoligico —y esté ligado, por tanto, a la natueleea hhumana—, mientras que los criterios morales suelen stuarse mis alld de los individuos, dentro de un acervo soci —y se extablecen, al menos tedrcamente, por coavencién.” De modo que la dicoto ‘mia clisica de la filosofia grega entre physis y nomas acabd por ‘mostrarse muy Gil para resolver los problemas morales de los suce- Sores de la Tustracién escocesa. ;Cémo, sino, entender que los ‘motives por los que tende el ser humano hacla la acaparacién de riquezas y la conducta moral subsiguient, cuyo orgen ultimo cable suponer natural, divino por ende y, en consecuencia, universal, pu iran coexistir con las diferentes y aun coatradictorias costubres ttioas que descubrian —y describian— los grandes vajros? La ame ‘naza del relativism a ultranza en un mundo en el que la propiedad brivada se consideraba una emanacion de Dios s6lo podia resolver: se contando con un mecanismo conceptual capaz de distingui entre lo empiricamente diverso y lo naturalmente semejante." ¥ de la fertldad de tal mecenismo puede dar cuenta el hecho de que tuvo Su importania para fundamentar la apariion del utiltarismo, La obra de Bentham y Mil dotaba a la sociedad victoriana de ‘una moral pblica acorde con los nuevos tiempos del Impero brit nico. Una moral cuyo mas orgulloso patrimonio era el de basar uo IsTORIA DE LA Ica sus teas sits ells rons, ao tes opradones {Sho ean poses rac al ictomia modvo/rterio, ue dese ftbaosnormas cosas dela sfralsaemotva dese humano $Fttablea wn trceno moral ato para instal en la razon, Nunca fasta enters pudo hucet tanto honor a su nombre la iota Dristiay.Tampoco habia endo ates tles oprtanidades, Last on ss conver, de le mano de Adam Smith, de Benham y de HM x Ts para dun nivrso moral ordenado,sujeto a valo- Me comprensesy despues menrabes en Tos mismosteminos uve! comecio haba cho de uso costa. Los saios del Reino tio se enonaaban ono eo du ing rad odo Comparable a lengua cial rama de pesos, medidas, eiculs $ prvbions sore que s© Baba construe et Impero Tonto ans venjas del no renal, iota motivo“ si tenis tambien sus inconvenient, Laconvenientes que RO Dasi- {on desapertbidos aloe morals del siglo xe que es levaron ‘Phtateus ies ddan acerca de om errera extent et fn Shotvacgn pt lea y ls etiterioe morales, Porgue, dando por Temtado que ex» dor ititos dominios tngan su sentido, hay ue suetar que se manlengan sbotaenteSeparados ene Susi: agins tat qve aparece aqhl une diferencia i porta eri el sistema de tea constuid pot fos morass ex uss yet kaplan Uno y ro dtinguen ene el reno de fos otis piclsicsy eld Tos eters ios, pero st Kant et bles ee unten foatraisaale, los britncosencuen tran un mecaromis acd com fo quel inion 9 la expe foc nov nt Porge n ei encontrar evidensas eon rete te ness eacns son capes de impoere en el tren0 Ge inmesvacon pslopca, y endrerar i aon moral. Acs St eee ct semidoslimo de i edseacén que els eseuls, Intent formar tenos 9 tespetuoos dadanos? Una radial sepa. fast ene a roctoniiad Gea Ja conductaemotia podria e- ‘amos a un modo el fendmeno moral nol pra intrpetar nue Tar acelones" pero. admutimos tal css, ydénde podtemos Scontrar ee poi ao, eva dein veni ente moras more- Tes y cardcter? Solo cabis i» caren una diveccién: lade los mesanismos psico \leos del ser Iovmano, Hacia ali se diigeron los primeros mora AptarTst7ados oeeses,ansiosos por mostrar e6mo la propiedad EL NATURALISMO CONTEMPORANEO ou privada y la justica social estn firmemente engarzadas en el alma el hombre. Y aparecié la escuela del moral sense 2.2. La propiedad privada como balance natural La evsin acca de lo que et propiedad priv, on que se find, emo aparece y de gut forma seabescodana jus Cac y sepacién eaetva, fe un tema tpico dentro de a es cue floss del mort sense, del setieto moral as lnss Iacsras de ls argumertaconsdacrieron por unos terenos en los qua feferenia alas emoconesy as paons ls conion tn cari psa indudable Uno dels prinpaes autores de esa escuela, Hutcheon, se he convertido ene paradigme de ta fundamentcin pzlogia den oral en soba tanto la jtca como la propiedad aparecen ens ogen ys manienen demir de i soled acta en Ia medida en que se encuentran lizads los mecanismos piolgion que contoan la conduta ‘mana Hutcheson describe un mod el omportamiento abs. Intameie cinco, ene que un sera de fora naturales con iad (legotino, fovea benevolent, beneolee) dan Como resultado tanto a propensin al abso como el propio re, Bajo en sy la propia privada qe se Srv Ge 6. El papel de ica propiedad een en ex modo deel, pore, ‘ome dce Hutcheon, privamos a cualglerpetsona de os fatoy 4: wu Inoente taba, os quedamoe con i benetleaca com “nieo motivo para lborondad nd), exponemos a ls coe a ten La ronal iad ato una on secuacia natural dl eqli d fez somo una greta CT orden de univers Sel eras pas ‘La opinion mds extendida entre los etuioss dela fost moral da epoca (omo Sabine, 1937; Baker, 1947, esl, 196) Soalene que natrlamo de Hutcheson queda core Hume acaba con el eonepea de derecho natal y conve la bu ue de ua fundamentain pra la morale a trea epic, Fro la aba dz Hume conte lt scents ambighedater como para que se peda sotener qe, al margen dea inteciones oi als humanas, tt a propidad como la jus eclbn un tanento natuallta por medio del coneete claws de sarmentie on ssroRin DE LA Ica 23, La simparia en el naturalismo de Hume La esate cil de In estes dl moral sms en fos textos de Hutcheson fe, como hemos vito, ln de consider ambasviro- din dea propia privada lade la as, como «nature its exdec, univora, Se trata, sn embargo, de unnatural tho extemo gue expliaba dflente la dveradad de os cigos Beans, Uta seston mis destrolads det mataralsmo en ln obra dE David ume hace decasa ena smpata a clave de la osva- Son pscologia ora las scelones moralmente usa.” Ena Tea. of Human Noture," Huse desarrolla To qu se conoce como ta sora de Ta benevleniaTimitada, e dc, In ea ue las aecsons (ete las que, inalmeste, a smpala tend fu papel de prime orn) mantsnen na gradacén ens intense Be Bias mist respi ator sees rion pasts 9 alle fades, duminuye ago al tstars de simples conoies,y aleanza Sinemet on eatanos. No enearmos eo detals de a xp Sidon cos que varia nuestro rodeo demsiado lejos bastard Ine fear gue vel Trea a benevoenca adulte una forma may inca para apovar una posta convenconalta. PE a Coty amo vamos ave. de provocr seros problemas con fa teoria de ta justia. as afecions, por sf sols, convert I vida soda en una tucha permanente por la posestn de aquellos bienes que son fel ‘Rens almabes Ture considera gue es ura conenedn ari TER a propieded pve,” la que reste la paz en as socked Sia! Peto lune so sth ieremado en examina la historia de fropicdad rived sino en jusiear su enstenci,y para hacerlo ene que ecarnvno de aqelo que cone la elacion Ge prone- Sad enc una persona yun objeto, dec, def justia, Se rept Gr num en of Trea que ea relaion personae noe ena {tran sing moral, ue el ovgen de fa justia exceed ln propicdad piv, ue ee imo arin, en reeled, el aue Sr agar snbsr ide. Par en ese plancamieto abeda pendinte un problema im- portate respec ls vides arias. Un problem, por To amido n) que invoctbe Konrad Loren a at ef tema ea dca como mceaniamo adaptatvo.¢Cmo por una conve Sr ira Ge forma tan fime 9 generalizada como para evitat Ia [EL NATURALISMO CONTEAPORANEO 63 desintgracion de todas las sociedades en todos los tiempos? La respuesta de Hume se inscribe de leno dentro de la solucin psico- Togista de la escuela del moral sense: ni el respeto por e interés pidblico ni Ia razén Hegan a ser por s{ solos unos motivos Jo su- cientemente fuertes como para soportar una tarea de ese calibre. Los sentimientos y las impresiones serén los que se encarguen de conducir psicol6gicamente al individuo hacia la aceptacién de la Justicia convencional. Ast se converte la simpatia por el interés pi- bilco en la fuente de la aprobacién moral.” Es ese sentimiento de {denificacién con el bien coletvo, bien que slo la virtud artificial Ge la justcia puede asegurar, el que da e soporte psicoldgico nece- sario para ligar el mundo de las convenciones al mundo dela natu- raleza, Y va a sr este mismo concepto de simpatia como sustrato el moral sense, un sustrato puldo a través de las dscusiones que se suoederdn durante la mayor parte del siglo xIx, el que aparezca en el nacimiento del naturalismo contemporineo como pilar eapaz 4e explcar en qué consist Ia conducta éica de la especie humana, 3, La soLucton NaTuRALista 3.1. Una tirana evoltiva La escuela flosica del moral sense hizo descansaren el mesa- rismo simpético Ia fundamentacion de la moral en general, y de Ta justia y la propiedad privada en particular, gracias al uso de tuna dicotomia entre motivo/eiterio que acabé'dando paso a una lHica de earz tan racional come la del uilitarsmo. Pero aun evans {do proporeionaron un empuje notable ala Psicologia del siglo XIX, 08 infentos tropezaban siempre con la difeutad de una insufl- ‘lenciateica considerable en el estudio de los mecanismos vitals ‘el ser humano, Fue un autor al que raramente se vincula con el pensamiento {el moral sense, a pesar de los vinculos que maatuvo eon algunos de sus més destacados autores, quien proporcion6 una elegante via de unibn ene el sustrato psiquico y la normativa moral, entre el ‘mundo del «motivo» y del weiterion, aun euanda lo hicirs, por cierto, de acuerdo con nos planteamientos muy distintos alos ra cionalistas en que habia desembocado el ultarismo, La nueva s0- ous IsTORIA DE LA erica lucidn postulaba oa especie de ciranfa de Is naturaleza humana sobre lr canvencicnes morales. Y el mago que se sac6 de su som- brero tan inslito allaggo encontrd un eco enorme para sus ideas. [No en vano se tr2taba de Darwin, Desde una época muy temprana de su pensamiento Darwin has bia desechado cualquier dualismo del tipo raz6n/naturaleza 0 men- te/cerebro, En sis cuadernos de notas My N, Darwin describe fl pensamiento cu «ana sensacin de imégenes ante nuestros os, 1 olds... 0 del recuerdo de esa sensaciény, y la razén, en su forma més simple, como «ana mera consecuencia de la viveza y rmulipicidad de as cosa recordadasy del placer asoiado que acom- pafla a ese recverdon.” La intligencia humana, aun entendida Como la Facultad que dstingue al hombre del resto de los animales, ladquiere tambien en ln obra temprana de Darwin (cuaderno de no fas C) un sentido -"ntinuista: no supone otra cosa que una modifi avin, una trans:ormacién de los instntos que compartimes con tras especies. Couviene tener en cuenta, ademés, que ese cambio ‘gue leva de [os instintos a la inteligenca sigue los pasos habituales ‘dela evolucién por sleceién natural, ex dect, va incorpordndose tradualmente ala herencia, de tal manera que entre el instinto ine ‘ato y Ia inteligencia también innata hay un camino que une, més {que separa, los dos diferentes sistemas de respuesta alas exigencas {el medio ambiente en los animales y en el hombre. En tal estado de cosas no puede sorprendemos que la contribu: cin de Darwin a la polémica acerca de la moral humana siga una via parecia, Bos aos después del fina det viaje del Beagle, Darwin se hizo ‘on la bibliogratia mis moderna disponible acerca del comporta- Iniento moral humano, reuniendo las ‘tltimas obras de Martineau, Mackintorh y Abercrombie, junto con la més clisica de William Paley." Algunos de eos autores (Martineau, Paley) defendian el cardcter meramente convencional de la tes, ulizando un argu- Iento que ha sido no pocas veces explotado en nuestros dias: el de a dversidad de los cbigos morales. En aquel entonces la prol- feracion de viajes etnogrficos habia puesto de manifesto la variedad de costunibres ¥ normas morales, cosa qué el propio Dar- Witt no habla dejada de notar en sus profundas observaciones sobre Tos indios sudaniericanos.” Pero esa aparente dispersion no le har bia confundido. Muy al contrario, vea en ella la respuesta que hoy EL NATURALISMO CONTEMPORANEO ois Iamarlamos cadaptacionistay a las condiciones del medio ambien te, tan Variadas a su vez en los distintos lugares. Una respuesta adaptacionista asi podia muy bien proceder de ‘unas capacidades mis profundas, de un sustato comin, nico para toda la especie humana, y eapaz Iuego de orientarse en las neces ‘amente multiples direcciones. Esa universalidad no podria se, desde Ineo, eterna: estar sujeta al fin y al cabo a la evolucién por seloccién natural, y Darwin entendié que las diferentes culturas ma- nifestaban extadios suceivor de una evolucién moral «posiivay Pero lo importante era la presencia de ese fundamento universal y comin, capaz de hacer del ser humano un ente dotado de la capacidad dic, La escuela del moral sense, como ya hemos visto, habla encon- trado en la naturaleza humana un fundamento s6lido de la conduc- ta iia: el instinto simpdtico. Pero a pesar de ls lecturas de juven- td de Darwin, y de su amistad con autores como James Mackintosh, Tejano pariente suyo, tuvieron que pasar treinta aos para que Is ‘obra darwinista en el Descent of Man, establecera un vinculo 86h do entre Ia simpatia y los cédigos ticos.* 3.2. Y la moral higo al hombre Supongo que desir a estas aturas que la solucién proporcionada por Darwin pare la condueta moral humana no es darwiaisa srvi- Fla sélo para liar todavia mds las cosas, pero lo cieto es que el ‘aturalisme contemporineo se basa en un eierpo doctrinal que pro- cede de In llamada wsintsis neodarwinistay, y tal sintesis, en lo fue respecta 1a teorla de la herencia, se encuentra muy lejos de Tas primeras formulaciones de Darvin. Ta manera como establece Darwin et papel de Ia moral en el Descent of Man supone la cumbre de un naturalismo étio que mis tarde, a partir deluge neodarwinista, no se puede ya sostner, En cierto modo se podria sostener que Darwin es el timo autor de la cortente que viene buscando, desde la época de los iustra dds, una justficacién de los cbdigos morales modernos. Y en ese sentido el modelo del Descent of Man es ejemplar. El set humano, mediante una naturalesa que incluye el sentido moral,” y con la ‘ayuda del mecanismo simpdtico, va construyendo sociedades en las ais sroRIA Be 1A Tica ras éteas y cigos de aprobacién de tales con ‘ducts. Iniciar, el grupo que se benefcia de ese conjunto de acciones y cizos es pequef, pero paulatinamente, mediante el Drogreso intelectual, material y moral, se va ampliando el radio e accidn de la moraldad. El ser primitivo respeta y ayuda a sus parientes mis préximos, lego extiende su simpatia ala tribu, mis tarde a todo un pueblo, Con el tiempo, concluye Darwin, sera la xaza humana entcra la que formaré un cuerpo nico de moraidad expresada en un cédigo universal y una simpatia generalizada. (Me- ante el progreso de un instinto © por medio de una racionaliz- iin perfeccionada? La clave del natorlismo de Darwin est en In unién de esos dos factors.” Ta teoria de Ia herenciadarwiniana inclaye, como es arto sabi- do, la incorporacion al acervo genética de las transformaciones fe- notipcas 0, dicho de un modo mas usual, la herencia de los earae- teres adquisidos. La formula, procedente de Lamarck, es una sgarantia para el progreso conjunto de instntos simpétioos y e6d- 405 dios, puesto que las nuevas generaciones se benefcian por ‘una via parlela¥ compatible de cada nuevo halazgo. En wn sent- do bastante fet pensamiento del Descent of Man, es la eica Ia que va modelando al hombre, ransformando el salvaje prehu- ‘mano en cludadano moderno. Ei nexo entre el ser y el deber ser lega a su formulacién més refinada y completa 33. La teoria soviaboldsica del altruism Con Ja defiviiva implantacion de Ta teorfa de Ia herencia de Westman (eonirara del todo a la herenela lamarekiana de Tos ca: racteres adguirdes),” ef neodarwiniamo tavo que cerar ese edifi- cio de progzeso y armonia. Las inguitudes de los padres neodarwi- histas pore! comportamiento moral del hombre fueron intensts desde el punto de vista especulativo, feeundes, pero tuvieron que desmarearse mis cuidadosamente de cualquier fundamentacion furay de a einy al estilo de la que Darwin habia izado a Tos Imecanismos hk. iatios." Habra que esperar la aparcion de Tos modelos socol»--nsioos dl fendmieno alkruista para recuperar Ia bandera de cov" te del natutslismo. contemportneo. “Teaeran con «2 una importante novedad. El natualismo ética i EL NATURALISMO CONTEMIFORANEO or Inaugurado por Darwin tenia la virtud, 0 el vicio, como supongo Aue el lector ha podido comprobar ya hasta la saciedad, de conver. tir la moral en algo dependiente de la naturaleza humana. Pero sin decir en qué forma, Tampoco el neodarwinismo ahade mayores explcaciones al respecto. Como ya advertimos al principio de ese capitulo, la pretendida aproximacioncientfica alo fenémenos mo- rales no ‘pasa de sugeric la existencia de unos lazos que en ningin aso ae nos detallan Sabemos que el ser humano dispone de un «sentido moral» que lo converte en distin del resto de los anima les, y deducimos la gran importancia de ese sentido para la filoge- resis de Ia especie humana. Sin embargo cuando lega la hora de cexplicar qué aspectos coneretos de la conducta queda infludos por tales estructura bioldgicas, el modelo naturalista abandona sus an sias ciemtificas y se queda, alo sumo, con ciertasexpeculaciones, mis bien vagas, acerca del tabd del incesto.” Pero en el iltimo euarto de siglo aparece un t6pico naturalsta que, esta vex si, hace justcia ala pretensiéa de acerca la étca ‘las eyes y modelos biolGyioos. Se trata del fenémeno del altruism. Et altruism es, por certo, el responsable de que surja, dentso de las genealidades de Ie teoria darwinisa de Ia evolucién por se- leecién natural, el paradigma sociobiolégico. Sin el problema que representa desde el punto de vista evolutivo la conducta atruista, hhubiera sido difel que se prestase tan cuidadosa atencién a los fenémenos de a adaptacin por medio de grupos. Una breve expli- cacién del problema servrd para mostrar su importancia, ‘Una acc aliruista no deberiaexistir sf nos atenemos al plan- feamiento clisico de la teoriaevolucionista, La selescién naturel ‘wabaja maximizando Ia aptitud de los individuos (la flness) de tl ‘modo que el individuo mas apto es finalmente selecionado. Serla un error entender esa selecién, es decir, esa aptitd y la conscouen- te «supervivensian, en trminos épicos, cai wagnerianos. La famo- 8 lucha por la supervivencia no existe mas que en las mentes de los reformadores sociales propensos a arrimar el ascua darwinista as sardina, y on Ta de algin que otto indignado ilésofo, tan Aispuesto a defender su noble causa que a falta de enemigos mas ‘reales, se los va creando a su medida. La aptitud se limita a expre sar una capacidad de aprovechar las condiciones del medio ambien te en favor de la descendencia: aquellos individvos més capaces Son los que obtienen mejores resultados en la tarea de poner en 68 HISTORIA OB LA ICA 1 mundo hijos también capaces y, a a larga, sus earactersticas tendtcas se extienden por Ia poblacidn. Asi que, de acuerdo con ‘1 modelo, cabe esperar que encontraremos por doquie indviduos ‘gue exhiben uns vondustas adaptativas, genticamente heredadas, ‘gue son capaces de promover esa aptitud, ero el comportamiento altruista parece que se nos escapa del modelo evolutivo. Lejos de aumentar la apitud individual, hace To contrario: la dsmimaye, Un altrista desperdicia los recursos ali- rmentarios que ho obtenido, comparte su territory puede incluso llegar a poner en riesgo su vida, avisando al grupo, por ejemplo, dea legada de vn depredador. De esa forma resulta dificil enten- fer cémo es cap de transmit sus earacterstica a la generacién sigulente con las suficientes garantias como para que, con el tiem po, haya alruisias entre la poblacién, Por mucho que en términos Elobales el grupo se benefcie de la presencia del altruista, es0 n0 texplica el éxito acaptativo de ése. La teoria neodarwinsta de la ‘volucidn por selescidn natural exige un comportanlento indvidval ‘capaz de asegurar In transnision de los caracteres genticos. De To contario, ls presencia de un mutante egosta en medio de un frupo de altrusi conducria muy répidamente (en pocas genera- ones) a que toc 1 grupo estuviese compuesto por individuos eois- fas, porgue és » arian de may superiors posbilidades para pro ducie descendencis Un contraarguento «culturalstay elésico pone el énfass en el casicteraprendido y no innato del alteuismo. Bsa linea de razona- riento # ha quelado, por razones que sera prlijo exponer ahora, tn clara desventaja rexpecto de los modelos ineracionita,” peeo Sconcedmosle ain asi Una gran parte de razén. Un noventa por siento, por ejemplo, si es que tenemos que recurcir al esperpento ide euanificar en estas materias. Todavia faltaré expliear como se justfiea ese diez por elento restante de altrusmno heredado. Y, 10 Ae es pear, gedmn podemas interpretar la conduct de los insectos Sociales, con casa estilo de Ins de obrerosy soldados, que llevan fs eabo conducts laramente altrustasy son estes? zDe que oculta forma transmiten st altuismo las generaiones siguientes? Los sociobidiesos proporcionan una elegance solucton al enig ima altrusta modficando el conceplo de aptitud y extendiéndolo ts alld de la co lucta individual. Si Jo importante, evoluivamen- te hablando, na supervivencia individual, sino la presencia [BL NATURALISMO CONTEMPORANEO oo en el avervo genético de Ia poblacin (el gene pool)” de ciertos genes que controlan Ia acttud altrusta cualquier conducta que con tribuys a I persistencia de esos genes ser evoltivamente it, adap tativa. El scrificio de una termite toldado, desde el momento en ‘que contribuye a aumentar la posbilidad de exstencia en la pobla- sin de unos genes que comparte con otros individuos de Ia colo- nia, es un ejemplo de ese tipo de conducta. La termita en conereto ‘que se sactfica no produce descendencia, pero os genes que llevan 4 ese individuo al acto altrulsta estan presentes en las siguientes eneraciones porque figuran en el e6digo genético de los huevos {que producen los individuos értiles, que prosperan gracias a la ‘muerte del roldado, 3A. Santos » heroes entre la termites? La teoria de in selecién de parentesco es el modelo tociobiols- ‘ico del altruismo que acabamos, un tanto somerament, de descr bir, Entre sus numerosas ventajas figura lo bien que se ajusta a la evolucin de las poblaciones de los insectos sociales, ya la expi- cacién de su mecanismo reproductive, sumamente enrevesado.™ Por lo que hace a nuestros efectos, supone también un notable paso adelante, porque el modelo incluye una justificacién naturalist cla- ra de ciertas conductas concretas, como son las aliruistas, Yano éstaos en una idea general acerca de una vaga dependencia bild- ica de la «conducta moral» en un sentido ampli. Lo que los socobislogos sostienen es que un sarificio en favor de seres préximos con los que compartimos un mimero alto de ge- nes” serd promovido por medio de la seleccidn natural. No sabe- ‘mos todavia de qué forma se la arreglan los genes para controlar tales conductas (el modelo es todavia de eaia negra), pro el progre- so es certamente notable. Si extrapolamos lateorfa dela seeccidn 4e parentesco ala especie humana, cosa que la sociobiologl, por cierto, suele hacer con frecuencia, hemos dado con un pene nat ralita mucho més firme que los que podiamos encontrar anterior. ‘mente. Entre el mundo del ser (a naturaleca hereditaia)y el del deber ser (los cdigos morales) existe un lazo adapttivo que predi- ce el esiablecimiento como normas cas de aquelas conductas ex paces de favorecer ese conjunto de parenteso, La inticién de Hume ca) istonia BE LA ETA acerca de cbmo ls benevlenia va tomando una forma grade “Sit mds debs medida que psamos de los parents alos ami, My for desconcidos encuentra aqul une via de justiiacén ro gus tle extapoacons, las qe Hevan de lot isetos soca hr eapece humans, poslan dar hut m0 pocas das ‘Guren de ou lepnidad. Dando por eet gue los fsets dl or Se Tpmencp’ = sorifian en fovor de sus parents préxinos, serene gem una conte moral, eed en el sea S35 gue oro os emplean el ermine? Quiz pueda pesarse soc a pregunta absurd, Alin yal cabo, las termite etn SEbuciade jos nostro en trios evolves como para que SStromos en comparaions ¥ busquemos ene els 10 sal0s ‘esata or despa ee argumento no nos permite ec a probleme, poraue rest fl encontrar casos Hlogendice Frente cho ms proximos. “fay much siferecia entre et gesto de un babuino salvando a snore soso dens prs sas yt ean mb o> JudoteSh agua yara rset aun nio en apuros? Darwin se Jandoseeacirente en su Descent of Man, para conclit que pememfica de no y oo smejante, peo due In ealiicacin Ghee Ue choc tan slo tabe en el caso de ls eres humanos, Seat solamente log euentan con el eseatdo more>. El argu Der coun tamo cular, porque Dao ee sentido moral apenas Fiona idea gurral sobre a mara como nosotros aniipamas Te donee y Su consecuenia. Nada se nos die de su exrutara, “BESS fundamcson dela mancre como lega a acta, El istinto SeeBho aceon eto papel en elsedo moral, pero tambien SPENNGivida motte Ge los animales supeiores. Somos hum os, pues, gracias a un senido que se n0s ec4P. 3.5. Alirusmo bioldgco y atruismo moral En Jos tltinos afos la soclobiologia nos hace dudar acerca del contenido de ese moral sense, No solamente aparecen accionesal- ruins por doguier entre las especies greyarias: insects, aves y Thamiferos resutan tan moralmente ejemplares que no tardan en Tpareer fas didas acerca de tanta virlud. Y otfo autor casi tan ‘oplar coma el propio Wilson, Richard Dawkins, nos explica c6mo EL NATURALISMO CONTEMPORANEO a Aebajo de todo ese altruismo fenotiico hay, en realidad, una vul- ‘gar estrategia egoista por parte de los genes, que resultan ser unos dlignos protagonistas de la seleccién natural més ortodoxa (Daw- kins, 1976). Con lo que los calfcativos morales, desde el altruism al egofsmo, parecen escapar definitivamente de nuestro control, Ya era dificil hacerse una idea aoerea de lo que puede signifier el he- ‘ojsmo de una hormiga, pero resulta incluso familiar si lo compara ‘mos con la malicia de un gen... zNo estaremos jugando con el sig- nificedo de las palabras mas de lo que Alicia y Humpty Dumpty consderarian razonable? ‘Algunos autores, como Bertram (1982) han propuesto hacer una lstincién dentro de Ia prolifeacién de conductas morales enten- iendo que el altrismo abjoldgico» y el altrusmo «moral» son dos cosas diferentes. El altruism bioldgico, de tal suerte, sera aque- la conducta euye presencia supone para el actor wna parad6jica disminucién de su aptitud gendtica individual en favor de a de otro individuo (por lo general un pariente). Pero, zy el ltruismo moral? 2Qué sucede con él? {Se trata de una conducta que, ademis de altruista en el sentido biol6gico, tene otras connotaciones afadi- ‘das? 10, por el contrario, es algo del todo distnto: un fenémeno ‘que no se puede enfocar, ni aun parcialment, bajo el prisma de 1 sacibiologia? ‘Si nos decidimos por esta iltima solucién nuestra postura estard muy lejos de todo natualismo étia al menos en este aspecto com sreto. Entenderemos, con et Kant dela primera Cre, que el mundo de los valores morales y el de los hechos, ya sean biolopeos, soci les, o incluso politicos, est ireversiblemente separados y no exis- te ni siqulera una frontera comin entre ellos. Pero si encontramos en el alruismo moral cerios aspectos compatidos con el altruism bioldgico, asomard entonces ef naturalism, mis o menos fuerte segin el alcance de esa tierra de todos. sta htima es, por supueso, la postura que cabeasignar a Dar- in, alos neodarwinistas, @ los etdlogosy alos socibidlogos. Pero convendria insstir en algo que, por obvio, no deja a menudo de ‘olvidarse. Al sostner que el altruisme moral es un altrusmo biol ico (y algo més en Io que no hemos entrado ain) no se est red clendo Ia étca ala bilogia.” Se etd afirmando tan slo que en- ize uno y otro fendmeno hay conexiones imposibes de soslayar. Si el concepto de altrusmo biolégico que se été manejando es el 2 IISTORA OF LA erica aque hemos exp. 9 agul, el de una conducta que produce un de fenso en la api. biologica del actor, resulta diffell negar que falirismo moval, como tal conducta, conduce de hecho un han- dicap as. Es alo evidente, por mucha alersia que se tenga hacia los biologismos (tra cosa es que consideremos ese aspecto del altruismo moral como una anéedo'a sin importancia, sspechando que de tal mane- fa sblo conseguireoos explicar los aspectosirelevantes de la ica, Daremos en serla algunas razones flogendleas pare nesar esas sospechas, pero me austria antes decir unas breves palabras acerca ea postura coniaria: la de quienes ereen que el altuismo biol6- ico, 0, en términos amplios, el sustrato genttico, es capaz de mo- Sela firmemente la conducta politica y Is moral. Propuestas de tse tipo dieron lugar a la «biopoitiea» de Somit y Peterson (1975), fun cuando sus propuestas son muy generates, Una hipdtesis mu: ‘ho mis precisa se encuentra dentro de la sociobilogia «dura», como la de Crook. Crook (1980) pretende que la aparicién de cle tos valores dicos en las socedades antiguas, como la griega y la china, puede explicarse directamente apicando modelos de evolu- cin extraidos de la genética de poblaciones." Los ariegos serian lunos audsces conguistadoresy dispondrian de una éica competti- ‘va, mientras que los chnos, mas apegados a valores conservadores, se mantendrfan en paz con sus velnos, por motivos que tienen que ver con la cantidad de hijos habidos en uno y otro caso. En ante- Flores ocasiones he intentado hacer ver que et modelo de Crook, al margen de so muy dudosa validez, no se aplica en absoluto Jos casos que él examina: es todo un sarcasmo Idealiza los valores de los imperios asidticos en términos de eaoperacion y amor. Pero tampoco es necesatio user justificaciones naturalists por esa di fol via, porque hay medios mas sutiles de expresar una relaci6n entre 10s dos altruismos, el genético y el moral; basa acetearse @ Jo que supuso la flopénesis de nuesira espeie La importancia de la relacién mutua entre altuismo genetico xy emergencia de una condicta moral mls complea, en los momen: fos en qu la especie humana estaba desaerollanda sus capacidades cognitivas yl iaje articlad, parece estar fuera de dudas, Las transform: -es evolutivas del himo tramo del género Homo rmadelaron mus probablemente la condueta moral peimitiva, y se Sievieron de ells ra lt apareibn de grupos cuya supervivenca de [EL NATURALISMO CONTEMPORANEO ee pendia de una conducta altuista generalizada, Los subproduetos de tals estrategias adaptativas,basadas en la compejided cogntiva el ser humano, son Tos que dieron higar a nuestra enorme riquers 4. LA MORAL coMo sunpRonucTo cooNrivo 4.1, Una historia adeptativa en el Africa del Este ‘Cuesta trabajo imaginar por qué existe el hombre, y no sélo entendiendo tal pregunta en un sentido metaisico de causas dt, mas, sino en el mucho mas préximo del proceso flogendtico que tiene lugar en los dhtimos cuatro millones de ats, Nuestros antepasados de aquella époea, del final del Plioceno, tviron que enfrentarse con un medio ambiente en répida descom: Posicén. Los bosques tropicales de Attica del Este daban paso a ‘randes extensiones de sabana abierta, creando numerosas, zonas ‘rontrias entre la espesura boscosay lat altasyerbas. Los homiai- dos de aquellos tiempos, prtenecentes al género Ausiralopithecus, ho podian competir por el habitat del borgue, para el que esteban ‘mucho mejor preparados sus parentes proximos de los séneros de los simios superiores.” Tampoco eran capaces de disputar las sa- bbanas Jos ungulados y los predadores, mucho mis rapidosy fuer- tes. Como pusieron sobrevvir es, desde luego, un misterio, pero suponemos que Iss zonas fronterizas entre bosque y sabana les pres. faron un precario habitat. Para aprovecharlo debieron tener que resolver problemas de interpretacién del medio y de anticipacioa de conductas pars los que era necesario, en general, la produceion de un conocimiento muy complejo. Sus cerebros, si embargo, eran fen aquel entonces muy pequetios: det tama aproximado que tiene hora el de un chimpancé.* ,Cudl fue su baca adaptativa? Es probable que una combinacién de habllidades manuals ap- {as_para Is elaboracién de herramientas simples y un grado nly ¢levado de altuismo biologic, capaz de fundamentar grupos fam. lines basados en la division del trabajo y la condicta cooperatva, Permitiese procrear con éxito un mimero relatvamente alto de des. sendientes, Lo que parece fuera de toda duda es que tales srupos 8 Ausralopthecus exsieron, y que tanto la construceién de he: os ISTORIA DE LA Erica ‘ramientas al estilo del pebblefoo! como los problemas de la convi- YVencia cooperativa supusieron una presin selectiva intensa sobre cl aumento de Ia, compleidad cerebral "K medida que tal compllidad iba creciendo, la organizacién 4 los grupos debiéincuir necesarlamente el control del altruismo for medio de tradiciones que sgnficarian el paso hacia una con- ‘ace fica ene sentido que toma en Ie actuaidad. Es posible que Sin le emergencia del Ienguae, que tuvo lugar en los sitimos mo- mmentos de la filogénesis humana, tales tradiciones s6lo pudieran fmanteneeytransmitire6digas muy simple, pero por lo que se sabe fvzica de fos origenes del lengusie, el modo imperativo debié de fener una especial importancia en aguellaépoca.” Initil es insis tir en que los apectos normativos del lenguaje moral guardan una flara telacion con tal modo, TH peso de les daptaciones flogentticas en el desarrollo de la conducta moral ds} ser humano es un tema que el naturalism ha fratado, si no de uma forma exhaustiva, al menos con una certa frecuencia, Los ilésofos como Maxwell (1984), los epistemélogos tvoluivos, con Cinpbell (1978) al frente, y, por supuesto, 10s 30- obidlogos, hav wsto un especial énfais en la necesidad de en- fender To que succio en la filogénesis para pode responder mejor if algunas de los preguntas que nos hacemos ahora. Y dentro de Ta sociobiologia ha sido la cooperacion entre Lumsden y Wilson Tn que ha prosucido las més notables aportaciones en est linea. 4.2. La coevolucién gene-cultural El andisis ds proceso mental dela flogéness hecho por Lums- deny Wilson, «uv por cierto, inaugura la Hamada «segunda socio- biologi, 36 en-uentra en Genes, Mind and Culture (1981), ex- to que tiene conc principal objeo el establecer un modelo de la fmteraccion gensico-cultural.” En Promethean Fire (1983), Lum Gen y Wilson insisten en esa ideas, prestando mayor atencion a Ia filogenesis de la espect. ‘Lumsden y ‘wilson plantean la influencia de la dotacign genét ca en la conducin moral (90 de una manera directa, desde Iueg0, fino formando sate dela conducta social amplia) como algo que no puede exprewvse en terminos de «todo 0 naday. Hay una in- EL NATURALISMO CONTEMPORANEO as ‘tuencia gradual, cambiante de acuerdo con el tipo de conducta cosa! en conerefo, que solamente se puede analizar mediante eut- Ste probabilistic, Ante un determinado problema adaptative, como, Yer zjemplo, la obtencién de alimentos por medio dela cara, cer Por ches de predadoreswtlzan estratepias atamenteinsintivas we dn muy eontroladas genéicamente, mientras que ots eSPe- Sieg capaces de ir acumilando«tradicionesy en las que se tras ‘Giten de generacion en generaci6n, por un proceso de aprendizaie certhontoes oportanas. Los recursos bioldgicos necesaros para con- tMblar genétcamente unas etrategias muy complejas sean probibi- livon, de ab que un elemental Principio de parsimonia nos Tleve ip hevesdad de entender que la determinaciOn no puede ir dema- Judie jos, Pevo una conducta totalmente «libre» se veria superads sotroura en ta que se contase ya con clertas lineas de influenia Fendt, con clertos senderos eapace de imitar una toma de det. wipes demasiado amplia, Genes y conductas se enlazan, ast por edhe de unas teadencas que encauzan conductas més probables." ‘Volvamnos al ejemplo dela caza. Exste todo un abanivo de pos- bes soluciones culturales para cazar un antlope, que van desde UiSimple acoso sndividual con las manos desnuda a ls estrategias seas ebmplicadas de cooperecién de todo un grupo con Ia ayuda ae ondadas feramientas. Lumsden y Wilson entienden que 2 ae fens cas posibles y multiples soluciones hay algunas hacis las fue los seres humanoe tenderdn més, acumulando tradiiones en ES sentido, La tendenciaesté genéseamente controlada, pero sole~ ‘Rent en un sentido probabilsio: la conducta «elegida» sélo aps- Thee slot tenemos a las leyes de los grandes mimeros. Es muy Posibe, incluso freeuente, encontrar individuos que escogen oss otucones, de menor eficacia adapiativa, pero con la sufiiente como fara que dl balance entre adaptaciény recursos genético se man- Panga"A medida que las estrategiascultrals se complican, los re- TEMES, enlioos necesarios para fjrlas estrechamenteseian inmen- $0, utopics. ‘por dessracia ef modelo de Lumsden y Wilson, pese 0 su des plegue de formalzacin mediante ecuaciones diferenciales, apenas caetrene referencias sobre como podria entenderse el proceso Cogn fino mediante el que fos sujetos analizan los problemas y eplican hs eatrtepias probabilisdcamentedirghas. Una referencia al mo- flo de memoria multakmacén de Quilian (1968) es todo To que os sstotin Be LA enca encontcamos.Y, sin embargo, parece glo aie a a condcta mo {aber un suprolacio de anos meios que apace evolve Y convieen associ humane ago may compl, por fsa vi enen qo acontrare algunas Slaves inretanes, ¢NO po- dian peetart so mas? "stl aiss rls mecanimoscogitivos en los qe st mpi cada acon hurana en general (intron de ov eign orale de lt socededy proceso de tals informacion tan eaunion tea toms de deaioes, en comet) I aon odin qe paece hoy ms prometedors como va pts ae ‘Rian cobeene Sent en cons Tt rug pets el race mdi 1 lal un isi en conto se ise on Sn apo, des: ferns pnts devia gue bemos xtado ‘Bansjando equ, individ soe la actaiancion probable mente dni eispeibe de informacion que proce de dos Conlentoe eect dre un servo wend, enel qu se ectetan fos es comb naciones pois, dl qhe ls doscion genie dl ido eo onereto srt sbeonjuco 2) un acevo oo, en el ques acum el universo de valores sociales, que po neo de proceso de arena 9 endoctrn {iin se interior en el indduo como un euerpo de valores pet ‘ona Tinguno de eos dot conunts solctvor de informactn 10 permanente: soe evlaconan, 9 Io hacen presente por me- tig de actnlzacin en los ferns indo. El proc de tvolcdn cr conplcdo'y dil de analin en dal, pores Sut obvio gue caller nuevo valor fie proce ina nt tenia, de oa nav parc dea ei on ini, pero no cobra xia de hatralees como part del aera mora Se Sola a que e eampartda pr un aime race de stores. El pola de arin eae sco indy re Dest soviet my peso al gue sipone a contin neorpo Ci de palabras y Eonepon al nico dew lenge: ene at Pesto india yoo ctv, ye nas de aon I ue pode expla fendmene dela evliion mora wD comparanin tot dos acevon, ede vloes marley el de conteidos genio, etm de evcusdn es my diferente en uno Yeo ssa, por spuewe pro entucrcnene aban ete [EL NATURALISMO CONTEMPORANEO or sentido tomar en cuenta ambos dominios como sinifcativos para entender la manera como los coletivesinflayen en la modelacign de un individuo en concreto. EI naturalsmo wbioldgicon pretende explcar la manera como ef coleetiva del acervo genético es capa 4 influr en la conducta moral del individuo. Pero el naturalism scognitivon, que empieza a esbozarse a través de los modelos de representacin semintica (sobre todo las modelos de esquems), ten. Aria probablemente bastante que decir al respecto." Por las cone iones que se estén encontrando entre el sustrato biolégico 9 la actividad de produccién del conocimiento," parece que las nuevas hipotess que se vayan proponiendo tendrin que tener en cuenta todos esos fendmenos. Lo que equivale a decir que los evances del ‘naturalismo ético dependerin de los propios avances en el conoci- Imiento de Ia mente humana SSabemos poco todavia dei funcionamiento de Ia mente, pero, fun cuando sea titulo de hipdtesis, re han sugerido ya algunas lines de inerpretaciin dentro de ee wnatualismo cognitivon. Tanto ‘Campbell (1978) como Wilson (1978) coinciden en lo sorprendente que resulta la ultrasociabilidad del hombre: somos unos seres muy ficiles de adoctrinar y convencer. La tendencia altrusta se pod jsiticar muy bien, senilameate, por la necesiad que parceemos ‘ener de lograr la aceptaién socal, Ia Integracion en el grupo. Da ‘ili (1980) ha sugerido incluso cual puede sere mecanist res Ponsable de esa tendencia a la ultrasociabilidad: la iberacién de ‘opidecos enddgenos (endorfinas)en el cerebro cuando se levan & abo las conductas altruistas. En ls términos que hemos utlizado en este capitulo, eso significaria que la aceptacin y seguimiento 4el «criterio’ moral» supone un «motiven de placer” Este es, 8 mi juicio, el panorama en el que se mueve hoy el naturalismo ético contemporineo, Desde el punto de vista de - Buien interesado en Ta gran aportacén que pueden oftecetnos las encias biolicas ala filosofia mora, el balance cx prometedor Dor la riquera de los nvevos planteamientos, pero también supene lun cierto desengatio el que esas ideas y ests hipdtess obtengan tan co eco, por lo menos en nuestro pas, dentro de ls las de los fésofos. Muchos de fos que desprecian hoy las tesis naturalists invocan en su contra el nombre de Kant. Pero, zqué metafsca hubira Sons. Iruido Kant de cantar com Ine evidencian oe how teaser eseers os visronta O€ LA ETICA dat fuonanins de gee ye proces de afore ln mea Es ae abe pd por menos planet Miva pare ptm queen exe captal dedado al is seh dela eect se cule tn timid y ima moral: la “fs plabasslepreny Jamey acban teniendo oes for fn eno mundo se la especlacion BrnticaRAria etnies, 8. Darvin and Ham Aas Vey of Wasting see Bes Wa —— ee Se: deli of mol stems, Aldine de Ort, ork “ atl We son, Banat ad he abe Dit i ec ith tan, en King's Clee Socobo- aera Bp, Curent Problems in Sociobiology, Cambie Un eg Pa Cans, BBD — ne Ee ey nme as ene of cone Tre Morita « Biogen! 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As angola fomers ee uony oo ps de penamaetoe aga ma fd {hd es in icone gr mc ds at ‘Sala et flossing SRusideny Won (981) depomian modelo dls promt el que ve nafras ps tno na uececapacadeprs in soca ora "Eure los ue se encenttan no lr be ented mal Ton C960) © Mapes (7, ee Darvin, como veronos ms ncn, tine que ewe & wh mene ete tgs chose lamade spond allots (Carin deuce ude Landen y Won) age deere mas comps. eg, eid has 0, asta desarrollo Mogeneico elt eaacteritzas 8 FL NATURALISMO CONTEMPORANEO 1 10, a G98 be Sch cpt tesa ge hy ee sae Jnr eee er eh pee gs a) ue So ern fe hin ms For lr bon on Sees tpi ia pe, Ms tte w batt del pee gue nent beams de Hie, con Ha Sater, gues tpt Se ta dl maa 12s ici meen undo de ears yee eo, tal Son aac rt dr nn ora poe re) eae Sere ace i see a mo 5 store, ono pons anor t vey Seamaster pid {cunlcnie deo preter (a Coe 8) te nnd se mdlo mir mpi de rr Sea indore, Since nha nt Goon Groots pp fs cr pesos, soon empty Be Sin) Wea de de ‘Mir dw 1. atmo ee snd a ena i oy pena su sc gn pr irda contenpeines sone mn {tear pose oe ome de cen connor er cor von desi sia iene noe en et {he war Me in hen» nt a, er ag Th Eig de marten 8b ce, Sew pe aba ‘ont etter deh mor opt de able obey ae 12 tooin de De Modes 9 sen de Sify eps nde 1S Bio climtn anda dl can or pat de Kowad aren de ioe sn ttn co stan see donc a ‘ives de motor Sess gu ibn aro un ns ‘tho mi src Ge ls textes cous ie "Pua Te (1965, ramos ples de Hacton oa ode A So of Hoa Phy (18) i or a ne eo ‘inprnild pene crea dese aman seer lenny sigue Poro nytt Habe sn con cart {moa ce ey nenng Malad end Bie) cote ‘nor andl men ce erm coapuras Qo ib Etat {oma pur ope nc dere tpamatan oo alte Ge ta ety oo Het Home Rat sider Ey he ef Monin and Regn 11 Eatin ape Ye I ob Ho, gor puts, poet i ae me dni ot nr pte art 1 Dono) bordel cre strat a al conerio Hb, 2, Un eae mayors on rafrma Se ti Tree ea ‘nous pace cote eS) Cl Cane (59) Rar (1) ae abc de Dari, sas Darla 73-18), eo 7 aor as Go alee e Zoonoa80, mle pens 4 Hee wears nec beh someon! mtn & ase 62 msroRIA DE LA ETICA etme at po etn a ei om st a rate e.g ce Sh Gs say ng St eo Se ee te aint te em si St hn ey a Reve bine ren antattanets ores te Te nin me en ee a see SAS cocci Roam eecrencrenee Set caer eats my ne ie Reet reser a awrepeee ore eBobiart anata Some oes pieces Stim ee as i neem treme tyme eee mann nm mses mies ima mata ers (Sine mare th” winimformacon gna ea un seo Une qe cone ‘desir russ be poral fora get) ba a Enz ot nana hbo pours ey dita ers dee reac ete proce ein he, pure gue ae et pesado Te, 2 {2 enan cone fe rep. Ese Wadeigon (1981) 9 Ket (9, par Slempos hay ut dosn am sonederatle cs eam lq pod aber ete ‘ee Won (9!) ur crane de See fr th Pope (7D Um sae tab cued Ge sites psu de lo nada rac Alezanet TR Abort a dcun eee en, ae en tale po oe eon que eo agvorcaee "come ede preted calcalinsocitage dee ‘enter eran al sr ar ie Setc edo Po Fer nds seman Sen como adele mate (oes Sith [EL NATURALISMO CONTEMPORANEO 63 52, Bae pobena econ crea uo dele gue mis earn 2 ino de Darwin, a wn ear de dr con a fest eon bar ef ‘ara pba de I wig de las epee 53." Coto de tortor gee de oe inviuoe qu frman la polit, nla media eo ure coco de apobliin ex an epee de rprdio ‘sezalsipne Ia pos Tec de ques menor parcn cote ete ‘sale moins ea acevo genta ec de vee ta I plc, 34." Con vids doe con se dotadin como cil) y ba ods (on mala dtm amass) gar nash, repetvamete, de heer Fecndados yo fede. 35, Cada no deo pads compare con us se or 10d es, como otto conocido, 56.” EL nepali cena en marissa con mamoss ciel gu van mds al el sine paesesco lg, pro mo er eon spe dave ‘ona eis acboligins,Pot razon: de eapaco he pesado al sl a ‘trade sed de ets Harion, 196, fern bg), pre ‘ty mols mis fof, smo lator del slo sespoce de Tee (G8, por eempo, que ese en sat or Get perenne ste Ta cohborascn atu ere ares de dent epee vendo olen, Como veenos eh spi, xe dl yao de expleaion gu econo 2 Goa ce cts teasprena tn 57. Hl pleasent iil Se Sacbioloy de Witon psa, desde he, aaraeng, pero calle qu hye Spud despots ur spent ed lo gu semette ec, pra que pasa epee hoa, ob eet ‘ee etc ms 5. Ls etalegss ry &, corepondinte«pblsons qu ive epe- vamente poco 9 machor rear en ta yen des hon Ec Inesnco puede contr Cala Cone (1989 59. Alpiot Australes, come os Arba 9 A, bole, contews ‘zhao con os snios sapere por el is de on ters, per eg. ‘a potablenete hace ue mil se su, Las mere sides acre a ‘cog del horas ve han encontrado ah ago Tuan ey ‘No pele acer una cara Soe eae tama del ee) 9 ened bral ot le eto cu eta no Con 1S mor ob qe conocer de I lanes del egunjee I etna “2. Frese ais soclblologe nil, eta segunda peed ar ft as nm samt an an ence ea Yeo wm nreante neta sypear snl exlve de lomo 6 ‘nem pce estar sete er expla alg tan comp nn aso Sioa soca 9 mel banana, Lewontin, Rove) Kami (98) ten mach se 64 IstoRIA DE LA ETICA |x pretenin de explo todo n bochazor. En ete cao (€l de le eriica a Lums- SWS ae te pre ve Sd ay ot Ses Sen ea a ee tat fs ie tt ed Som yn gas @ See i oe sees SN aia Seat Se a as Tats. Yn op i eae Ce tin Ween oe te Sipe he ate ctn S gt aten ETL eS ch 85, ai, 25, se TE amu a di tre st a ea INDICE ALFABETICO Abeta, Ju La, 32,34 88, 09, 0 vero, 1 62 ‘att, ean Gabi 381 ‘ers, Tad Wangan 1, 150, et, 4, 9,40, ch, 6, ah 8, TE Consign 8 ‘ile ete Matraén, Le (on ‘Mc Hokteme 9, 00,4, 189, a6) 6, a aa, 8, ists mea, 1,46, 78 ‘puted pantvame on se ‘alma, a eo eboacin fom os sso sot fa, Ev (950,46 say speatein, 7 ‘Gamma Stren, S454, «76 ‘toi como lene, La, 478 ‘Mins moat, 84,468, 478 Prima, 8 Sobre te meta dee tort del ‘oot nin 18, 8 Terminate fodon, 48 rr eis tobe Hegel, 78 ates By 9 ‘resin tan, 297 ‘ren 39,8 ‘er Brae, 365 ‘ber, He 8, 86 ijn Mata, 186 ‘eran, HD 68,68, 22 ‘eR 23, 38 36 Alvar Jun, J 38 ‘Aare Tina's, 38 ‘Amtodoli, 80,8, 86 ‘aot, Cy 337, 32 Pome “on M206 215,218 306, 218 pari Gao, Anon, 8,38. Rea Oy i, Sa 0 2 5, ai sb, 98 0,6 58 5, $50, 8655, Se, 5, 6, S756, ange, Jot La L 32, 526 357, Ser 3b, 9-08, sia, ‘Baan, ay, 568,378 ice (1988) en" Obras, 290408, “aan, a8 Moray sca La moral epaole ‘rl, Ae 136 161 ‘rea ‘Ne 161, 16188, 19015, "BT, 85, a), 53, 344 38 ‘ron, Re 86, 10 ‘rons, ‘rues, 398 ‘Resi, dob, 22823, 236, 238, 24, 294, 50, 34. ‘Aver Ay 16, 7838112, 185,219 "Banos bec, 219

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