MAGNETOFONOS
Las cintas magnéticas pueden constituir tam-
bién una fuente de programa, junto con los me-
canismos correspondientes para su grabado y re-
produccién.
Aunque el registro magnético data de casi
ochenta afios, hasta hace pocos no ha resuelto
los problemas de la limitacién de frecuencias re-
producibles y buena relacién sefialruido.
Actualmente estas deficiencias no constituyen
un obstéculo, pues se ha perfeccionado hasta el
punto de que los otros métodos de reproduccién
sonora emplean en algin punto de su registro la
grabacién magnética,
No debe creerse, a pesar de ello, que la cinta
Micréfono
Amplificedor
Cobeza grabodora
MAGNETOFONOS
SINTONIZADORES AM-FM
‘magnética sea un sistema al servicio exclusivo de
la reproduccién sonora, pues ademas de formar
parte de los equipos de alta fidelidad tiene nu-
merosas aplicaciones: grabar imagenes de radar
y TV, Organos de memoria en las maquinas mate-
maticas (calculadoras), registro de sefiales pro-
cedentes de aeronaves, registro y reproduecién de
imagenes a gran distancia (satélites), etc.
En vista de este inmenso nimero de aplica-
ciones, no es de extrafar el interés mostrado es-
tos iiltimos afios en alcanzar una buena graba-
cién_ magnética.
El proceso bisico de-grabacién y reproduc-
cién esta indicado en la figura,
Amplificador
Cobeza reproductoro
Sintesis de tos procesos de grabacién y reproduc.
‘cin mediante cinta magnética.
75La sefial eléctrica que se pretende grabar se
aplica a una bobina provista de un nicleo de hie-
rro cuyos polos estén separados por un entre-
hierro muy pequefio. La cinta, arrastrada por un
motor, se desliza frente a ese entrehierro y que-
da magnetizada de acuerdo con la sefial apli-
cada a la bobina.
Para reproducir la sefial se hace pasar la cin-
ta, a la misma velocidad, junto a una bobina an&
loga a la que se utiliza para la grabacién. Con
ello se crea un flujo variable a través de esta bo-
bina, en la que aparece como una tensién inducida
que ¢s reproduccién de la que ha servido para
grabar.
Las dos bobinas indicadas reciben los nom-
bres respectivos de cabeza grabadora y cabeza re-
productora,
Para hacer un estudio mas detallado de la cues-
tin conviene que digamos algo acerca de las
propiedades magnéticas de los materiales.
PROPIEDADES MAGNETICAS DE LOS MATERIALES
Todos sabemos qve un imén es un material
que tiene la propiedad de atraer a los metales
magnéticos que se encuentran cercanos.
Podemos darnos cuenta de que el poder de
atraccién de todo iman esté concentrado en sus
extremos, a los cuales Hamamos polos. Todo iman,
naturalmente, tiene dos polos, a los que denomi-
namos polo norte y polo sur.
Al disponer dos imanes en puntos lo suficien-
te préximos como para que el campo creado por
uno de ellos alcance al otro, comprobaremos que
se atraen, pero con una particularidad: que el
polo norte de uno atrae siempre al polo sur del
otro y nunca al norte. Si se le aproxima este po-
lo, lo repele, experiencia que nos permite afirmar:
los polos del mismo nombre de dos imanes se
repelen, mientras que los de nombre contrario se
atraen.
Todo iman crea un flujo magnético que se pue-
de representar por medio de lineas, a las que de-
nominamos lineas de fuerza. (Recuerde la lec-
cién 10.) Decimos que existe un campo magnético
en la regidn del espacio adonde estas Iineas Tegan,
y en todos sus puntos se notarén las acciones mag-
néticas del iman, Por tanto, que exista un campo
magnético en un conjunto de puntos situados en
una determinada regién del espacio no significa
otra cosa sino que en todos esos puntos pueden
manifestarse acciones magnéticas. El sentido de
IMANES ARTIFICIALES
Es sabido que hay metales que adquicren
propiedades magnéticas cuando estan introduci-
dos en un solenoide recorrido por una corriente
eléctrica.
Dentro de ciertos limites, la intensidad del
campo magnético creado en estas condiciones es
proporcional a la intensidad de la corriente eléc-
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las Iineas de fuerza magnética es tal que entran
en el iman por el polo sur y salen por el norte.
Hasta el momento sdlo hemos hablado de cé-
mo se manifiestan las acciones de los imanes me-
diante la creacién de campos magnéticos, pres-
cindiendo de la naturaleza de estos imanes.
El material que constituye el iman puede te-
ner las propiedades magnéticas explicadas, sea
de por sf o bien por haberlas adquirido por medio
de algin tratamiento que se haya efectuado en é
En el primer caso se trata de un imén natural
y en el segundo de un iman artificial.
Sélo nos interesa el segundo de estos dos ti-
pos de imanes, y éste es el que aqui estudiaremos.
En un imén las lineas de fuerza parten del polo
norte y penetran en el polo sur.
trica, Tiene especial interés para nosotros poner
de manifiesto que si cesa la corriente que circula
a través del solenoide el campo magnético no se
anula por completo, sino que persiste con un va-
lor mayor o menor, segiin cual haya sido la in-
tensidad de la corriente que circula por el sole-
noide y también segin cudl sea el tipo de metalempleado en Ia experiencia de que tratamos ahora
Resulta, pes, que un metal que inicialmente
no gozaba de propiedades magnéticas puede ad-
quirirlas por efecto de una corriente elécitica; ¥
que incluso una vex que la corriente ha cesado
las propiedades magnéticas, aunque en menor
grado, permanecen; es decir, son remanentes.
El metal se ha convertido, pues, en un iman
artificial,
‘Una forma de obtener imanes artificiales es some
ter un eierpo metalico al campo creado por un so-
Tenoide.
CURVA DE MAGNETISMO REMANENTE
Es interesante estudiar la relacién que exis
te entry la intensidad del magnetismo remanente
y Ia intensidad de Ia corriente que lo ha provo-
‘ado.
Para ello puede servirnos un dispositive co-
mo el que muestra la figura. Es decir, afiadiendo
un redstato y un amperimetro al circuito forma-
do por el solenoide y ta pila.
Para empezar se ajusta, mediante el redstato,
fa intensidad a un valor determinado; 100 ma
por ejemplo.
A continuaciGn se extrae el trazo de metal del
interior del solenoide, con lo que se consigue el
mismo efecto que si se hubiese cortado la co-
rriente,
E] valor del magnetismo remanente puede es
timarse por medio de una balanza, en uno de
cuyos platillos se colocan pesas que equilibren
la fuerza con que el iman atraiga al otro (supo-
niendo, claro, que sea de naturaleza magnética)
Se introduce de nuevo en el solenvide el trozo
de metal en estudio y se aumenta la intensidad
hasta 200 mA. Nuevamente se saca el metal del
solenoide y se comprucba con la balanza el
aumento de magnetismo remanente.
Se repite el proceso tantas veces como con-
venga. Asi se obtiene una relacién entre el ma;
netismo remanente B y la intensidad I que lo ha
originado, cuya expresin grifica est indicada
en la figura a),
oll
Haciendo cirenlar por I bobina una intensidad determinada, 1a ple-
za metatiea adquivira un cierto magnetismo remanente que pode-
‘mos medir con la balanza.
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