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La Divina Comedia

Dante Alighieri

Seguimos caminando hacia adelante y llegamos a Anteo: cinco alas salan de la fosa, sin cabeza.
Oh t que en el afortunado valle que heredero a Escipin de gloria hizo, al escapar Anbal con los
suyos, mil leones cazaste por botn, y que si hubieses ido a la alta lucha de tus hermanos, hay quien
ha pensado que vencieran los hijos de la Tierra; bjanos, sin por ello despreciarnos, donde al Cocito
encierra la friura.
A Ticio y a Tifeo no nos mandes; ste te puede dar lo que deseas; inclnate, y no tuerzas el
semblante.
An puede darte fama all en el mundo, pues que est vivo y larga vida espera, si la Gracia a
destiempo no le llama. As dijo el maestro; y l deprisa tendi la mano, y agarr a mi gua, con la
que a Hrcules diera el fuerte abrazo.
Virgilio, cuando se sinti cogido, me dijo: Ven aqu, que yo te coja; luego hizo tal que un haz
ramos ambos.
Cual parece al mirar la Garisenda donde se inclina, cuando va una nube sobre ella, que se venga
toda abajo; tal parecime Anteo al observarle y ver que se inclinaba, y fue en tal hora que hubiera
preferido otro camino.
Mas levemente al fondo que se traga a Lucifer con Judas, nos condujo; y as inclinado no hizo ms
demora, y se alz como el mstil en la nave.

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