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LECTURA DE ANTAGONLA. (LA PROPUESTA METAFICCIONAL DE LUIS GOYTISOLO> Tesis dcctoral realizada por el licenciado D. Juan Ferrer Torres. Bajo la direccién del Dr. D. José A. Guerrero Villalba. La aparicién en 1981 de Teoria dal sonocimianto eignificé le culminacién de un ciclo nerrativo, iniciado en 1973 con le publicacién de Re cuanto (México), y al que también pertenecen Los dee de mayo hasta ol mar (1976) y La Colere de Aguiles (1979), La serie lleva por titulo general Antagonia'. Le recepcién de la ultima entrega puede ser valorada, @ pesar de la “irreverencia” de 1a que adolece 1a resefia, 9 partir de las opiniones vertidas por Paco Garcfa para Log Cuadernos del Norte, encabezadas por els apigrafe = "Noveles_— para clentificos*: Sobre le obra antes citada, eacribe Luis Suflen en <> cosas de este jaez: <. De Luis Goytisolo dice: <>. Teoria del sonacimiente es, como todo progre sabe, le Uitine novele de 1a tetrelogia Antagonta que se inicié con Racuanto en el afio 1973, Pu bien, ya en las solapas de aquel volumen, voces tan autorizadas como les de Gimferrer, Tover, Valente, Cabrera Infante, etc., heblan de <) (...) @ los que somos de provincias nos predisponen mucho estes cosas. {Cémo voy © octr yo enmendarle 18 plane a tales padres de les letras? Es nés: 81 no me guste Antagonia, corro el peligro de dejar de existir o de que se me mire por encima del hombro y 6e me Llane snob(...) aparece como un hombre tristfsino, ‘apesaduabrado, como con mala conciencie. ¥, como los tiempos pasen, no puede ser calvedo en mi estima porque haya estado preso en Carebanchel cuando le dictadura: eso valie antes pare tragarse unos ciertos pufoe de escritores presidiarios y tener que adaitir su bonded. Ahora no se puede andar repitiendo esos <>, como recuerda el maestro Torrente Ballester <...) de tanto ander 8 vueltas con le realided, le realidad deseparece 0 se transforma en materia con clerto tufillo © putrefaccién. Y me temo que es precisanente muy propio de ctentificos andar cambiando uns cosas en otras*. A pesar de que pueda causer cierte extrafieza el que sive aqui esta “resefie", une més entre les muchas que ha arrastrado consigo el paso acelerado de estos afics, debemos aceptar un hecho evidente: que, en realidad, el estado de opinién que dejan trasiucir no es el de una voz aislade, sino que, casi con absolute certeza, respondien a un estado pblico de opinién en aquellos afice en los que Antagonfa se enfrenté un pUblico receptor que tras le apertura = del_—=S=s mercado = editorial, del cinenatogréfico, del periodistico, @ productos vetados durante largo tiempo, ya habfe dejado de ester interesado por este tipo de textos minoriterios para der cauce @ su ansia de consumo entre uns marafia de ofertes centradas caei exclusivamente en un valor, el sensecionelicm, entendido desde todas sus. perepectivas?. La prueba del lento y sinuoso avance que debié seguir Antagonia pere ir ocupando el espacio que realmente le correspondia en la historie de la novela moderna espafiole, y en el mercado editorial, traneformando 1a posicién primera de una opinion deevirtuada y desinformeds, ha tenido como coad- yuvante eeenciel el empuje de fieles y reiterades, cada vez més certeres y atinadas, lecturas critic: Podriemos ejemplificar, en un trayecto diacrénico, a partir de Sentos Senz Villanueva, desde un ecercemiento inicial atn no totelizador, dada la reciente lectura de las dos entregas centrales y el hecho de no haber ¢ido publicada aun le cuarta novela de 1a cerie, hasta sus postulados finales sobre 1a ubicacién sop la ficeién metanovelistica. Este autor escribfa en 1960: “Lute Goytisolo se desprende de 1a objetivided narrative de sus titulos anteriores y dispone un riquisimo aparato de perspectives y de un lenguaje renovado en el que los propios discurecs ideolégicos - como ha sefialado José Angel Valente - acttien no como parodia ‘aunque 10 sean), sino como generadores de le realidad. Cusndo ya habia terminado este estudio, han aparecido dos nuevas novelas de Antagonie, VMIM y LODA: queda, pues, pendiente de publicacién IDG. Esas dos nuevas novelas - de les que sélo he podido hacer una precipiteda lectura - confirman el carécter eimbélico e incluso alegérico del relato y 1s amplitud de enfoque de le realidad, en el que se mezcla lo realista, lo mégico y hasta lo poético. Por otra parte, le deneidad de sentidos de cada argumento - que ehonde en el proyecto ya plenteado en Recuento y reflexiona a le vez sobre le vide y el erte, sobre lo social y lo nftico y lleva a cabo la critica de la propia obra literaris, en particular en LCDA - se apoye en uns compleja disposicién formal que alterna planos narrativos y perspectivas distintas y constituye uno de los testimonics més interesantes de le renovacién ca espaficle’’*, Cuatro afics més tarde, en 1964, el mismo autor: “antogonia es un vasto proyecto novelesco en cyya redaccién he ocupado el autor ade de quince afios (desde 1963 haste 1900, @ integrado por cuatro voltmenes publicedos a Jo largo de ese proceso de gestecién <. Aunque sustancialnente distinto # los 1ibros precedentes, el sietena compositivo de le tetrelogia tiene sus reices en aquellos (Las Afueras (1959, Las niamas palabras (1962), Qtos. circulos, buhos (1970, Devorsciones (1976)1; suma de materiales narrativos que se engerzen on une unided novelesca mayor. dntagonia es, en eu configuracién globel, y por mucho que el autor reniegue de esa adecripcién, une novela rio, sélo que nodificada, ectuslizads, vive y de nuestro tiempo, Lac relactones entre los diversos voldmenes son complejas y, en buena nedida, 1a serie es 1 resultado de una reflexién sobre 1a novela y el arte de noveler que se plantea como notivo principal o hilo conductor de la propia tetralogia. La viabilided de esa reflexién metalitereria (por ejemplo, cuél debe sor 1a cualidad de les descripciones, qué importancia debe tener Je narracién, cémo ha de configurarse el Personaje) se pone en préctica dentro de le misma Antagon{a. Wo se trate, sin embargo, de un simple experinento, sino de elevar a sus Ultimes consacuencias 1a trama ergunentel basada en le biografia - morel, intelectual, incluso en eu trayectoria de eprendizase y maduracién téenico-profesional - de un jcritor Llemado Rad] Ferrer. Por eso incluso Ja obra creativa de Ferrer se incorpore al gran nerco de le serie a manere de relato incrustade, de novela en le novels. La dieposicién fornel de Antagonia es muy compleja, diversos niveles est ilfsticos traten de lograr 1a expresivided adecusde « cade momento y hasta las técnicas narratives verfan de un lugar a otro. Ese hilo biogréfico - que, en el fondo, oculta, creo, una reflexién autobiogréfica tanto personal del autor como generacional - no es lineal sino que se reconstruye mediante 1a {ncorporactén de numerosos materiales: ideolégicos, culturales, sociolégicos. De todes ellos, tienen especial importancie los estéticos y artisticos, lo que hace que dntagonsa resulte un relato fuertenente culturalist: Por ditimoe, en 1992, Sentos Sanz Villanueva retomer4 eus lectures: ‘A lo largo de 106 afice cesenta un conjunto de nuevas actitudes lleva a desbancer le concepei6n testimonial del arte, = alejerlo de los supuestes del realieno socieliste; actitudes terminan por propugnar un relate auténomo de la realidad exterior e, 4ncluso, como propone el narrador de Recuento de Luis Goytisolo una novale que cree une realidad que pueda ser objeto de una obra literaria (.., Bete narrative que proclame la autonomfa de 1a novela respecto de referentes exteriores estaba ya plenteada por Luis Goytisolo en cu tetralogia y 61 mieno 1a deserrolle haste sus Ultimas consecuectas en Estela del fuego que ee aleia (1984) 0 en Investigaciones y conteturas de Claudio Mendoza (1985). De todos modos, obras netefictivas no son sino efemplos de un rasgo menos extrenado pero bien comin en estos afice: la frecuencia con que el personaje novelesco es un escritor - creador, ensayista © estudioso, tanto da para el caso - en detrinento de representantes de otras ocupaciones; sobre todo, en le novela eepeficla desde 1a instauracion de le democracis ha desaparecido @1 protagonista obrero, que surge en muy contadas ocastones y, cuando 1o hace, nunca alcanza la categoria de portavoz de una reivindicectén salerial, social o de clase, ni de representante de une vistén del mundo, Ha ocurrido, pues, que el intelectual 0 el creador se han convertido no en le Gnica pero ef en la predominante conciencia analitica o critica de este époce. Y este fenémeno hay que inserterlo en un contexto que ha anelizado con amplitud documental y cronolégica Gil Casado: 1s presencia de una tendencia deshumanizadora en nuestra narrative que eaca le ficeién de un entramado histérico preciso. * Podenos esbozer una sumarizacién de las constantes del discurso de S. Senz Villenueva, que han ido enriqueciendo y abriendo horizontes ol piblico lector, incrementando eu tendencia direccional y velorativa hacia la tetralogie: 1, BGaqueda de soluciones para la estética social; desprendimiento de 1a objetividad narrative: rigqufsimo eparate de perspectivas y lenguaje renovado 2. ‘Utdlizecién de distintos discursos ideolégicos, no como parodia sino como generadores de le realided. 3. Corécter simbélico e incluso alegérico del relate: amplitud de enfoque de le realidad: mezcla de lo realists, lo mégico y lo postico ‘este juicio he quedado atenusdo, creemos que 9 cause de le distancia temporal respecto a une tangencialidad entre fenénenos distintos como la novela espafiole de los setenta y los rasgos con los que se solfa caracterizer gran parte de la produccién narrative hispencemericane, y en lo referente a la nacional, principelmente las obr Gonzalo Torrente Ballester y Alvaro Cunquetro)?. 4, Reflexién simulténea sobre vide-erte, 10 soctal-lo mftico, critice-escriture de le propia obra, primera formulecién de un niicleo que iré cobrando importancie paulatinamente. En 1984 le reflexién eobre la novela y el arte de novelar pesa = ser motivo principal © hilo conductor de la propia tetralogia, ee constata que la reflexién netalitereria es lievade » cabo dentro de le miema Antagonia y se deja claro que no tiene nada que ver con un eimple experimento, sino que se busca elevar a lee Gitimas consecuenciss 1a trama argumental baseda en le vida de un escritor. En 1992 este tipo de obras metefictives ya pasen a ser esemplos de un rasgo que se considera comin en los Ultimos fics; 1a frecuencia de que el personaje novelesco sea un escritor en detrimento de otras ocupaciones, Se postuleré que el intelectual o creador se convierte en le predominante conciencie analitice o critica de este époce, fenémeno que debe ser ineertado en une generel tendencis deshunanizadore en nueste narrative. 5. Compleja = disposicién formal —con alternancias de planos narrativos y perspectives distintas, factor que actus como beremo a finales de los afios setenta para constatar el indice de le renovacién novelesca espafiole® y que con el tiempo he ido acordéndose al plano de la expresivided, de forma que los materisies lingUfsticos constituirén el medio pera configurar 10 que se propone como un hilo biogréfico 0 incluso como reflexién autobiogréfice. Eete factor, en ia altima lecture, quedaré engerzedo en el plano de 1a conciencia analitica o critica de este epoce?. Han quedado atrés juicios como los de le adscripeion | 1s novela rio y al relato fuertemente culturalista, dominado por materiales estéticos y ertisticos. 7. BL aspecto que he ido cobrando mayor importencia correeponde a le sustitucién a realidad cotidiana y la problemética social por le realidad de la cultura y de la propia literatura: 1a novela cuyo referente es 1a misma novela o para indicarle con otros = términos. «= la ficcién metanovelesca'®, Sefialaba hace unce affos Ricardo Gullén 1a importancta que Antagonia he tenido en 1a evolucién de nuestra narrative. Concretamente en el perfodo comprendido desde finales del franquiemo hasta los afios ochenta: El esfuerzo de Luis Goytisolo en los cuatro voldmenes de sntagonia se realize en un texto vasto donde caben, por recapitulacién minu- ciose le Historia y las histories, 1¢ metano- vele, 1a narractén enmarcada, los juegos entre actantes-autores, teorfas del lector, etc, Con 1a saga regionalista de Benet, 10 novelas) de Goytisolo gravite, directa o indirectamente, sobre las escritas despu En efecto, pocas obras son suscep- tibles hoy de mantener viva le seduccién de un publico lector que ha hecho posible éxitos editoriales de textos como El _nombre de la rosa de Umberto Eco o més recientemente en Eepafia, La vide instrucciones de_uso de George Perec'=, cuyos cédigos nerrativos perecien abocados a una recepcién bestente més minoritaria'*. Y pocos son también los casos en los que se pueda cumplimentar el proceso gradual de goce estético que Goethe definiers'* y que L. Pareyson recoge como punto de referencia para una glosa dialogada: Se da, frente @ 1a obra de arte, un priner goce inmediate, que una agradable turbactén, sentimento de admiracién, de stupor, de fascinacién; pero muy pronto se percibe que esto no basta, y que més importante que este goce inmediato es el conocimiento y 1a vieién del objetivo en su verdadera y profunda esencia. <>. Le lectura de la pri Eco, le lectura de Parec o la lectura de Antagonia cumplen efectivamente este primer efecto, como podria demostrar un balance econémico de las distintes editoriales encargadas de promover unas determinedes operaciones de mercado en torno a estes obri operacién suj indudablemente @ los imperativos de lo que G. Lipovetsky denomina <> y << mode plena>>: 1) <>, 2) <>. 3) << Le culture en la moda media>>. 4) <>, 5) << Los progresivos desmoronamtentos de lo soctal>>™*. Situéndoncs en le érbita del receptor, obviamente sé1lo podriamos hablar de fenémeno editorial en el caso de Umberto Eco'*. Muy dietinto es el ceso de Luis Goytisolo en Antagonia, desde un punto de vista absoluto y no atento a matices. Sin mbergo, pensemoa que autores como John Fowles (La muier_del teniente francés), Itelo Calvino (Si_una noche de invierno un vieiero), Jorge Luis Borg, (Fisciones>, V. Nabokov (P&lido fuego>'” © Goytisolo tienen en comin un pronunciamento de mercado que podria denominarse <>'®. Eete ethos aristocrético es que debe presidir nuestra valoracién, y no cualquier otra consideracién extraliteraria. Por ejemplo, eu capacidad genética de amplificacion en otros émbitos de comunicacién propios de la cociedad moderna’™. Ac{, mientras 1a novela de Fowles, sometida a un tratamiento metaficcional desde la perspectiva cinematogréfica por Harold Pinter=> (cine dentro del cine), se sitda en un nivel de cotizacién tal que 1a convierte en objeto privilegiado pare une pugna en cadena entre las grandes compafiias productoras norteameric! por hecerse con los derechos de rodaje, dudanos mucho que tal posiblided ecté al alcence de Las ruinas circuleres de J.L. Borges?” Desde 1a perspectiva del escritor, captado en el eJercicio de su escritura, un observedor objetivo podria precisar de inmediato la exietencia de anélogos procedimientos técnicos, a modo de Amstrumenta en el taller de cada uno**. Anticipenos un catélogo: un nuevo uso existencial u ontolégico del perspectiviemo narrativo, presentando eituaciones diferenciales con reepecto al psicologismo; dupli- cién y multiplicaciones de comienzos, fineles y acciones nerradoras; tematizeciones parédicas del autor (reaparicién del autor intruso o menipuledor, principelmente jo una perspective eutoirénica; tematizacién no menos parédica y més confuse del lector ( ejemplo : el lector implicado puede pacer a ser personaje); tratamiento sobre idénticas b del hecho y la ficcién, realidad y mito, verded y mentira, originel Chipotexto en Génette) e imitacién (hiper- texto en Génette)#%; —autorreferencialided = y metaficcién; versiones extremas del narrader indigno de confianza utilizado parad6jicamente con el propéeite de una construccién rigurosae. ..=# En ef misma, este enumeracién dirta bastante poco con reepecto @ ese primer goce inmediato que spuntaban Pareyson-Gosthe. Se nos hace necesario emprender 1a busqueda de una poética explicita por perte del autor que utiliza los procedimtentos técnicos en una determinada concentracién conceptual de valor. En nuestro caso, Luis Goytieclo. Y esa pogtica explicita existe, Nos basta leer les declaracionee que cito a continuacién. Més que a su contenido, atiéndase a 1a tonelidad senéntica dominante: Ya se imponia un cambio. Este novela es de une intensidad casi brutal, Como en casi todo Jo que he escrito, cuenta algo que a le vez muchas otras coses, Desde que acabé Recuanto no hebia experimentado este estado cast de angustia, de inquietud my fuerte Cuando terminé fmtagonfe, Teoria dal. conccimienta, estaba en un estado de gran exaltacién, de entisfaccién, de tranquilidad En este altine novela fue distinto. La misma novela fue impontendo une Lensidn terrible, Aperte de los editore persona que le ha leido es Alfred Sargetel. Le gust6 més que Estela.. Le encontré nds. dure, mis_intensa, Creo que con este intensidad, casi de trace final, se egote un camino, Las palabras de Luis Goytisolo pueden interaccionar con el discurso de Pareyson-Goethe que nos sirve de gufa: Pern eviter que nuestra personalided sea ebruneda por impresiones demasiado fuertes, y alejada de le posibilidad de llegar a un penetrante conocimiento del objeto y @ une plena contemplacién de éete, es necesario no tener prisa, acercarse poco a poco a lei obras de arte, no absndonarse @ le primera impresién, dejar que ésta se sedimente y actwe en nuestra alma, esperer antes de expreser el propio juicio, dejer actuar tranquilenete a los objetos sobre nosostros y. ante todo, observar, observer, observer. Frente a le fuerza y le multiplicidad de lee Ampresiones, “zcOmo liberarse de este agobic?", se pregunta Gosthe, y responde: "De ninguna manera sino dejéndoles pacientenente actuary crecer entre nosotros". No abendonerse @ le viclencta de le primers impresién, sino observer y vigilarse: esperar en silencio. Detengémonos. De la programacién de eu tetralogia, méxime teniendo en cuente que el estilo para Luis Goytisolo “metéfore formal, metéfore conceptual o metéfora agumental", y que sus tres méviles fundamentales son “inteneidad, tensién y polivelencia"27, les imfgenes que hen definido e campo seméntico nos remiten a: 1, Le estrategia narrative del autor. 2. Le percepcién y el sentido de éeta segon se trate del acto creativo o del proceso de lectura. 3. El conocimineto y le vieién del objetivo en eu profunda esencia, que conduc: 3.1. Segan 1a 1ogica de 1a obra mercancia circulendo en le sociedad-mercedo: nerci- eiemo (en el sentido que prestan al término los so- clologos americano 3.2. Tras la espera: sdquirir 1s conciencia de la significatividad de 1a obra de arte. 1. De 1a poética explicita que establi Lute Goyticolo se extrae 1o sigutent: brevedad de espacio y saturacién de un determinado valor ceméntico <>, <>, <>, << gran exaltacion>>, <>, <>. Sin que esto implique un Juicio apriorfetico de lee novelas, 1a confluencie de todos estos valores definen en principio une aventura narrative con 1a que estanos familierizedos y que nos remite a las leyes vigentes en el mundo de 1 produccién no sélo Literarte, sino también cinematogréfica, televisive, etc. En este caso se nos lleva a un juego que J.L. Brea define como <>, que presenta, en principio, la constitucién del objeto artiatico como mercancia, hecho que 66lo se produce si el texto como enunciacién = alegérics, como pronunciamento de otra significancia, otro valor, otra potencia de circulecién y consumo". Y esto no va referido solamente a 1a propia obra-objeto, sino también e todo el eistema de los objetos, “que deviene, al mismo tiempo, territoric semiotizedo, escenario alegérico y espacio determinado por una nueva y febril economia del __hiperconsumo"=*. Efectivamente, 1a eituacién del arte en el mundo occidental de hoy podrfe caracterizerse por lo que ha definido como “actitud deshinbida ante el capital", Presentando sintomas tan numerosos coo explicitos: conversion de las ferias literaries en espectéculos de masae; revistas especializadas con secciones dedicades 81 mercado editorial; reciente interés en los circulos académicos por el asunto...Puede concluirse que 1a obra como mercencia inserta en un mercedo nunce permaneceré fija*. Por el contrario seré atraida al seno de un torbellino de movedizes transformactones en el que su valor enunciativo nuevemente varieré, se desplezeré sin fin en series excéntricas cumpliendo un proceso trensformacional sobre el que J.L. Bree apunte: El, diganos, automatiemo derivative de ese proceso alegrico sentencia 1a condicién contemporénea dels espacio, «ded representacién: y es esa evidencia 1a que dietribuye por doquiera une perplejidad que desconcierta a los protagonistas del proce enunciativo, inseguros sobre el resultado - cuando 1o estén de sus intenciones - de le catarate de efectos que habrén de seguir « las potencisles estrategias a que den curso, sean de reactivacién y aceleracién o de ralenti, de indiferencia o de diferenciacién radical, referenciales 0 de autorreferencta, recursivas 0 expansivas??. Tras esta “aceleracién" bien podria quedar luger pera “le trace final" de le poética explicita, o bien, en un plano intratextu ele exposicién de una de cus claves de lectur Obra insélita que estructurada a partir de @lementos fragmentarios, indistintos, llege « treneformarios en un todo _cambienta, evolutivo, Leno de contradicciones y cohe- rencias, de simetries esinétricas, con trastes, resonancias, repeticiones, giros y alusiones y elisiones, concrectones abstracciones, formes derivantes y derivedas, en fuga, como una hélice que eeciende y gira, ce desvanece en el vacio?". 2. Pera Gedemer 1a percepcién “no debe ser entendida como si le, digamos, piel sensible da_las cosns fuera lo principal desde el punto de vista estético", Percibir no es recolecter puramente diversas impresiones sensorie. sino que percibir significa “tomar algo como verdadero" y esto quiere decir: "lo que se ofrece @ los sentidos es visto y tomado como algo. Asi, © partir de 1a reflexion de que e1 concepto de percepcién censorial que generalmente aplicamcs como criterio estético resulte estrecho y dogmético"®*, Gedamer opta por elegir uns formulacién que exprese 1a profunda dimension de 18 percepcién: Ug no-dietincién estética", quertendo decir con ello que "resultarfa secundario que uno hiciera abstraccién de 10 que le interpele eignificativemente en la obra artistica, y quisiera limitarse del todo a aprecierle de_un modo puramente eatético": Le que yo he descrito como 1a no-distincién ‘estética constituye claranente 1 sentido propto del juego conjunto de entendimento ¢ imeginacién, que Kant habfa descubterto en el <>, Siempre es verdad que hey que pensar algo en lo que se ve, incluso eélo pera ver algo. pero lo que hay aqui es un juego Jibre que no apunta ningin concepto. Este juego conjunto nos oblige @ hacernoe 1a pregunta de qué es cleranente lo que se construye por esta vie del juego libre entre facultad creedora de inégenes y le fecultad de entender por conceptos. iQue es een significatividad en 1a que algo deviene experinantable —y-—experimentedo como significative para nosotros? Ee clero que tode teoria pure de le imitactén y de le reproduccién, toda teoria de le copia naturalista, pase totalmente por alto le cuest 16n?2, No creemos que se encuentre muy lejos de este percepcién como no-distincién estética, mucho menos de les bases planteadas por Pareysen-Goethe, el pecaje en el que Virginia Woolf ee replentes eu primera reflexion sobre el Ulises de Joyce: Después de haber escrito lo anterior, L. me ha dado una critica muy inteligente de el Uiisses, —eperecida «enol atdon norteamericeno; que por primera ver snelize el significado; y ctertenente consigue que el Libro ses mucho née impresionante de 10 que ‘en consecuencia, no me desdigo, Debo volver lear algunos capftulos. Es probable que le Oltina belleza de le literatura nunce percibida por lo contempordneos; pero creo que es preciso prepsrarioe un poco, y yo no ‘estaaba proparade>*, Si treemos a colacién 9 Virginie Woolf en este momento es por rezones obvies, La novelista inglesa puede representar un modélico ejemplo de una percepeién entendida cegin 18 concepcién de Gedemer de le no-distincién artistica. Es decir, como juego conjunto de entendimiento e imaginacién y como una conetruccién u objeto artistico por la via del juego libre entre la facultad creadora de im&genes y la facultead de entender por conceptos. Puede que la opinién de Forster sobre el diecurrir de sue actos creativos nos sea de gran utilidad: Estas pelobras (escribir) que significan tan poca cosa, adquieren tode ou fuerza cuendo se refieren a elle. Disfrutabe rectbiendo sensaciones - visuales, sonoras, gustatives - cribéndolas en su cabeze, donde topezaben con teorfas y recuerdos y haciéndolas gotear luego « través de le pluaa haste un pedazo de papel. Entonces conenzebe a tomar cuerpo el universo, ain més brillante do 1a creacion literaria, Esos racgos de le pluna en el papel no eran mds que el preludio del acto de escribir, poco més que une frases en le pared. Ahora tenfan que combinerse, arreglarse, aumentar—aquf, deseparecer allé; — tenfen que surgir relactones diferentes, nacer nuevos rasgos, haste que de toda marefia curgiera 8lgo, un objeto, uno solo. Objeto ques considerabs Logrado si constitute, a eu vez, una sensacién, Aunque fuera algo complejo y conceptual, aunque resultera extenso cargado de datos, enparentaba con la cosas més sencilles que estaben en su origen; con lo visto, lo ofdo y 10 gustado". Igual proceso, desde 10 que puede ser una primera recepcién del eseritor, eu ir traneforméndose desde sus primeras notes 0 bosquejos, hasta 1a consecucién del objeto pare reenviarnos como lectores al instante iniciel de le creacién, se constituiré en clave estructurel de Antagania: Se dice que el pencamiento del que muere, incluso reducido @ instantes, seneje uno de esos castillos de fuegos artificiales en los que cada fase genera nuevas fases, cada vez nés altos, coda vez més amplios. Pues bien: Amaginenos una obra asi, on le que de cade una de sus partes surjan otras que @ su vez mneren otras y otras, en un despliegue més y nés vosto, Esta fue mi idea prinitiva de le ‘obra on proyecto, que no terdé en completarse haste quedar concretade en lo que es ahors, el proyecto de una obra compuesta por diversos libros, articulados conforne al siguiente esquems: 2 partir de un relato A, que se ofrece al lector como un todo acabado, explorer el contorno real de B, el autor de A [...1.%* 3. T. W Adorno va a recordarnos en eu Teoria astética un hecho que no afacta nice y exclusivemente al cerdcter insélite de Antagonia dentro del panorama nerrativo espaficl de los setente, sino que aclara hasta qué punto el juego de fuerz que ce esté productendo en les letres espeficles de esos afios obliga = una interpretacién que debe psser necesarianente por asumir clertos principios tedricos que indefectiblemente ven conectados a le idea de nodernidad, en el sentido de esa lines imeginaria de peneamiento que podriamos trazar desde Baudelaire y sus reflexiones sobre le pintura 8 Marx y Engels con El_Manifiesto del pertido comunista, pasando por @slabones teles como Rimbaud, Mallarmé, Duchamp, Benjamin, Gadamer hasta lleger a Octavio Pez y todos aquellos que apelan a sus escritos como nucleo concitader de irradiacion: Le moderno no es caduco por evanzer demasiado, como suele afirmer 1a fraseologie de cliché, sino, al contrario, por no haber ido demasiado adelante, porque sus obr vacilan faltas de consecuencia, Sélo 1 obras que elgune vez corrieron riesgo tienen 1a posibilidad de sobrevivir, en cuanto o posibilidad ain existe, pero no aquell otras que enguetiadas ente lo efimerc, se pierden on el pasado. Los renacinientos evades a cabo por una modernided noderade, propios de la consciencia de restauractén y de cus clientes, fracasan adn ante los ojos y 10s ofdos de un pdblico ni siquiere vanguardist a”, El silencio de Luis Goytisolo desde inicios de los afios sesenta y el hecho de abandonar cu retiro, precisamente con le publicacién de Recuento en 1973, en todo caso nos da a entender que su autor he estado sumido, ignoremos si como protagoniste o bien desde el antagoniemo que supone un viaje interior, en esa atmésfera “de agitacién y turbulencia, vértigo y brisguez peiquicos, extensién de les posibilidedes de 1 experiencia y destruccién de lee barreres morales y los vinculos personales, expansién y decerregio de 1s personelided, fantasmas en les celles y en el elma, en que nace la sensibilidad moderne"™. Nuestra investigacién de Antagonia se va a conducir en un sentido que parte de les dltines consecuencias de 10 que exponfemos con Gademer, de 18 percepcién como no-distincién estética. Categorie que Llevada al extremo de le nodernidad nos recuerda que en le obra de arte no es, ni mucho menos, aquello en lo que habla el lenguaje del arte: “es justamente le indeterminacién del remitir 1a que nos colma con le conciencia de 1a significativided, del signficedo coracterfetico de 10 que tenemos ante nosotros. Qué pese con sor-remitido a lo indeterminado?"** A ta funcién Gadamer le denominaré, en un sentido acuflado especialmente por Goethe, 10 simbélico: Lo simbélico no sélo remite al significado, sino que lo hace ester presente: representa el significado. Con el concepto de representer he de pensarse en el concepto de representacién propio del derecho canénico y pablico. En ellos, representacién no quiere decir que algo esté ah{ en luger de otra cose, de un modo propio e indirecto, como si de un sustituto o de un eucedéneo se trater Antes bien, 10 representado esté ello misao ahi y tel como puede estar shi en absoluto. (...1 En la obra de arte no s6lo se renite @ algo, sino que en ella esté propianente aquello a lo que se remite. Con otras palabras: 1a obra de arte significa un crecimiento en el ser*°, Y Gedaner concluye, en una lines que encuentra respuesta en 1a obra de Luis Goytisolo: el artista ya no pronuncia el Lenguaje de le comunidad, sino que se construye eu propie comunided el pronunciar-se en lo més intino de cf mismo. A peser de ello, se construye Justamente su comunidad, y su intencién es que comunidad se extienda 6 le <>, a todo el mundo habitedo, que a de verded universal. Propianente, todos deberien - éste es 01 desafic del artiste creador - abriree al lenguaje de 12 obra de arte, apropiérselo como suyo*? Por eu parte, Luis Goytisolo afirma: EL lenguaje no es, an efecto, un cédigo auténom de simbolos neutros que permite realizar operaciones similares @ las que cabe realizer con les cifras, trreprochables por su misma naturaleze; el Lenguaje constituye una malla significative edemis de formel, un entranado de simboles que, més 0 menos rico, mejor © peor articulado, se encuentra por entero, como un todo, en cada uno de nosotros, y el escritor es escritor en le medide en que lo que ha escrito reevive coda lector 1a estructura de ca melia, on le medida en que la estira déndole tensién, Antensidad, polivalencies?, 4 LUIS COYTISOLO, sntagonie, Recuanto, 1973 (México, Avéndero S.A.), marzo de 1975 (Barcelona, Seix Barral Biblioteca Breve. 18 ed, eacuestrada por el juzgado de orden pablico), enero de 1976 ¢ reimpr.); LUIS GOYTISOLO, ‘dntagonia, Los verdes da mayo haste el mar, Barcelons, Seix Barrel: Biblioteca Breve, octubre de 1976; LUIS GOYTISOLO, Antagonia, La cOlera de Aquiles, Bercelone, Seix Barra! Biblioteca Breve, enero de 1979; (RAUL FERRER GAMINDE, Teoria del Conocimiento, Novela) LUIS GOYTISOLO, Antagonie, Teoria del conocimiento, Barcelona, Seix Barrel; Biblioteca Breve, febrero de 1981, Todas las cites de les cuatro novelas que acabamcs de cateloger irén referidas a dich ediciones. Las cit! intratextusles irén ecompafiadss entre paréntesis y al finelizer por la indicacién de le pdgina 0 pdgines citedas, precedide por: R= Recusntos VM Loe verdes de mayo hasta el mar; COA = lp c@lera_de Aquiles; y TC = Toerfa del conocimiento, En todo nozento he tenido en cuenta otras ediciones de le tetralogie, « fin de mantener un control textual. He manejado le edicién de Antagonia, I-IV, Madrid, Alfeguere, 1983; y Antagonfa i-4, Madrid, Alianza Editorial £1 Libro de Bolstllo, 1987 (ole. 1, 2 y 3), 1988 (vol. 4). 2) P. GARCEA, “Noveles para cientificos™, Los Gundernos del Norte, 6 (1981), pp. 99-100, 3) Para perfiler los rasgos de este periodo cfr., J.C, MAINER, “Literatura y pdblico, Le literature en le nueva sociedad denccrética", La Literatura Espaficla Actual, nimero monogréfico de Cuenta y Razén, 48-49 (Julic-agosto 1989) pp. 35-49: El autor, al centrar su atencién en el hecho de que “1a poléaica Linglistica y las crispaciones de un nacicneliemo « 1a defensive pueden entorpecer 1a relacién de una litereture con su pdblico naturel", y al constater la extraterritorialided, respecto a Catelufia, de una serie de obras y autores, se pregunta en el caso de dntagonia, "zcémo no conferir el vesto ciclo narrative de Luis Goytisolo le dificil primacte entre aquellas novelas que el sienpre oportuno Gonzalo Sobejanc llemé de 1a <? y por més que sus competidores Llamen José Marfa Guelbenzu o José Maria Merino, por ejemplo?” (a cita en pp. 36-37). También M. VAZQUEZ MONTALBAN, "La novela espaficla entre el posfranquismo y el posmodernisno", AAW. La renovation du roman espagnol depuie 1975, Y. LISSORGUES, coord., Toulouse, Presses Universitaires du Mireil, 1991, pp. 13-25, en las que el autor testinonie: “Si a partir de los afios 76-77-78, los lectores dividen sus gustos sin dividiree ellos, y son capaces de comprer el misuo tiempo una novela de Benet, De Mendoza, de Vargas Llosa y una mia, ec demuestra que estén cuestionando el que una tendencia est étice sea hegenénice. Eso lo que se produce con posteriorided al franquismo: el propio lector cualificade es el que impone 1a diversided del gusto y consagra as{ lo que podrienos Ilenar eclecticism vinculado « le idea de posmodernided. En un atemo pleno, entre los afice 77-78 y Je actualidad, ee impone ante le sociedad lectora espafiola une constatacién acerce de le literatura ensinienada: por ese camino no se ha ofrecido une propussta de desarrollo estético suficiente, han aparecido dos 0 tres cverpos literertos importantes < tenganos en cuenta lo que puede significar le propia obra de Benet o la de Luis Goytisolo) pero no se he ofrectdo una salida pare que eso pueda convertirse en un punto de referencia pera otros escritores que continden por esa lines de tnvestigecién. Al contrario, por dich Iinea han legado o 1a oferta auténticos engendros de auténticos productos que en absoluto correspondian con ninguna necesidad ni de lecture ni de escriture” , pp. 485-486. 5» S. SANZ VILLANUBVA, Historia de Je Literatura eepaficla, 6/2. Literature actual, Barcelona, Ariel, 1984, pp. 131-132. Sobre 1a “novela rio", 0, en 1a forma en que se suele denoniner, <>, cfr., M BAQUERO GOYANES, Eetructuras de le novela ectual, Madrid, Castelie, 1969, pp. 37- 42, £1 autor identifica el <> con las novelas ciclicas y serieles de contenzos de nuestro siglo: “En los ciclos novelescos de Romaine - Los hombres de buena voluntad -. de Rolland- el citado Jasn-Christophe -, de Duhamel - les series de Solavin y 10s Pasquier - de Martin du Garde - Lom Thibault -, de Galeworthy - le Forsyte Saga -, se repite tel estructurs; presente ssinisno en eee otra especie de sage joyceana que es el conjunto de novelas con Stephen Dedalus como protagoniste: el del Retroto dal artista adolescente y el del Ulysses, ,) ¢p. 40) 6) S, SANZ VILLANUEVA, “La novela", AA. VV. ‘Lon nuevos nombres: 1975-1990, en F, RICO coord., Historia y critica de 1a Literatura espaficla, IX, Barcelona, Critica, 1992, pp. 249-284 (1a cite en pp. 253 y 260). En el texto ee hace referencia» P. GIL CASADO, La novela deshunanizada eapaficla (4958-1988), Madrid, Anthropos, 1990. Este autor incluye los cuatro Lbros de Antagonia en el apertedo que titule el <> se detendré en el anélisie de Loe verdes da ayo hasta el_mar, pp. 181-167. Enciner, apelendo a otras opiniones criticas, concluye: "le teoria de 1a escritura y éeta en sf misma gon el foco central de 1e novela y en torno « 1a cual se esteblece una red totalizedora de los diferentes subtemas que engloben les Feleciones escritor-lector, autor-obra, temas, creacién lengusje. Se 1a puede calificer de novela de ides, segin O'Faclin, en 1a que los aucesivos mecantemos, pasos y cuestionantentos implicados en el acto de escribir ssumen un total protagonismo, Asimisno Hervey 1a incluirfa en el grupo de novelas experinenteles donde las caracterfaticas técnicas han sicanzado tel nivel que parece consecuancia Légica el abendono del personaje. A todo esto ee une el propéeite consciente y controlado del nerredor de rehuir todo lo referente al personaie tradicional y a le caracterizacién™ (p. 167). 7) J, MARCO, “Relaciones de le novela de Espefia y Anérice” Novela y poesia de dos mundos, La craacién ‘Litecaria on Eapafia e bispanoamérica hoy, nimero monogréfico de Ingula, 512-513, egosto-septienbre de 1989, p. 16. Nos evidenci “La Liberacion de <> se dio en le literature ‘espafiola en 1a década de los setenta. Nerradores como Alvaro Gunqueiro © Juan Perucho habfen seguido una evolucién personel y marginal a Jo meravillosa. Pero los textos de Gonzalo Torrente Ballester, les férmles experimentales de Camilo José Cele en Oficio de tinteblas.S, © incluso de Miguel Delibes ? que dentro de eu especial y local <?, su viva imaginactén, 6u trascendentelisns —poético, mueve con extraordinarie originalided" (ediciones a A. VALBUENA PRAT, Historia de la Literatura Espafiola, Tomo Vi, fpoca contemporénas, Barcelona, Gustavo Gili, 1983* (ed. ampliada y puesia el die, pp. 399-405) y menos atn obvier les fechas de Cuando el vielo Simbad vuelve a ‘Ans islos (1962), Las mocedades de Ulises, (1960), El_caballero, la_maerte y el diablo y otras dos o tres historias, (1956), o Las ccOnicas del sochantre, (1959), fechas de 1a versién al castellano. Si para Cunqueiro mentira es <> Gbid., p. 402), no queda claro en este caso lo de le nueva opeién en los principios mismos de la novela"; y tampoco ‘80 onticnde el que se hege salir del olvido el estudio de Mario VARGAS LLOSA, Garcia Mérquez: Historia de un deicidio, Bercelon Barrel Eds., 1971, estéril proyeccién de un <? personal, repeticién do <> (Sartre, Fierabrés y 1a utopfe” (1979, Gomo viento y aren (1972-1983), IT, Barcelona, Seix-Barral, 1983, 1986 ‘en dos vols.>, pp 176-180 (p. 1773) sobre un escritor cuye sombra tutelar imperturbable siempre ha sido la de Faulkner, y sobre ello establece eu juego Carlos FUENTES, “Gabriel Garcia Mérquez: Sion ofioe de soladad", P. EARLE, ed., Garcia Mérquez, Madrid, Taurus (<>), 1961, 1987 (retmpr., pp. 93-95. Y valga ésto como muestra primera de un juego de otorger fuentes © quien no les espera, agravado en el caso de Luts Goytieolo si ce parte de 1a plena conviccién de le neteficcionalided de su escriture. @> Se trateba entonces de comprober le esintlacién de los principios teéricos y técnicos de le <>, e6 decir del francés, que, como ‘opunta A, CERRADA CARRETERO, La novela en el _sigho XX, Madrid, Pleyor, 1983, pp. 81-82, “si no obedece ya @ una determinads fAlosofia ye una ideclogia militente, sf responde no obstente a une concrete visién del mundo, hija del extatenctelteso, tmpragnada de eccepticieno, de hestio y de desconfianze, ante une tierra pobleda por seres inauténticos, que hablen, pienean y viven de forma mecénica, estereotipada y ebeurde, G..), EI novelist se limits shore a dejar constencia objetive de lo que en 10 ecperanza de resulter asi una especie de revulsive pore el lector, que deberia esoabrarse de eu propia estupider, Fevolviéndose contra ese mundo deshunanizado y elienente en el que se encuentra inserso ¢ idiotizedo por une cultura de meses nanipulada, desrealizadora y false", Reproduzco este lecture snunaniste® de lee bases tetricas del <? eataban desconectados en sus fundamentos de lo que podie leerse en 1 posticas de Robbe-Grillet, Nathelie Serraute, Michel Butor, Marguerite Duras o Claude Simon, o en estudioe monogréficos como los de I. Ricardou; y 18 desconexién redicaba en 1a mayorie de los intentos frustrados en le imposibilided de seumir une dietencia, una mirada frie, respecto a una reslided politica cotidiena que acuciaba y exigia adhesiones en tanto en cuanto 18 anenaza del golpismo militer ain estuvo @ punto de acebar con le apenas nacida danocracia en febrero de 1981. Ledmos ehore 0 Alain ROBBE_ORILLET, “Naturaleze, Humanismo, Tragedia” (1956), Por una novela nueva, Bercelone, Seix-Barral, 1965, 19737, pp. 59-89 “Registrar le distancia entre el objeto y yo, y lee distencias Propiae del objeto Cous distancies exteriores, es decir sus nedidas), y las distancias de los objetos entre of, © ineietir otra vez en el hecho de que se trate solamente de distencias (y no de desgerramientos), equivale a dejar sentado que les cosss ‘estén shi y que no son nada més que cosss, limitada cede cual « sf. El probleme no es ya elegir entre un acuerdo afortunado y uns desefortunada solidarided. De aqui en adelante quede descartade toda complicidad. Queda pues descartedo ante todo el vocabulerio analégico y el humenismo tradicional, rechezede 21 mismo tiempo la ides de tragedia, y cuslquier otra idea que lleve © le creencia en una natureleze profunda, y superior, el hombre o de (y de los dos juntos), y descertado por dltino todo ablecido" > puesto a pruebs no sélo en el terreno de le escritura, sino también en el de le direccién cinemstogréfice, terreno en el que eu huelle he sido decisive pera el aprendizaje de muchos escritores, en mayor medide que sus novelas incluso, y © pesar de que perezca existir un pacto implicite para guardar silencio sobre una <> que ain no ha sido agotada como filén de sugerencias, por une parte, y le reflexién autobiogréfice, dando cuerpo de ficcién « una historia de anor edolescente, Indochina como topografia que expande, por otro iedo, le procuré finslmente @ una de 1 escritoras fronterizes del agonizente <> eu primer gran éxito de ventas, ademés de recibir en noviembre de 1984 el Premio Goncourt, Me refiero a Marguerite DURAS, L'amant, Peris, Les Editions de Minuit, 1964 (en espefiol, El_amante, traduccién ‘Ana MA, WOTX, Barcelons, Tusquets editores, diciesbre 1984"). En 1 mieeo pertodo 1e concesién del Nobel © Claude Simon, en 1985, sin provocar reacciones visibles, le menor intranguilided, nt positive, ni de rechazo, supuso un reconociniento ya tardio # une forma de nirar, de conferir autonomfa a objetos, paisajee y perspectivas interiores y exteriores, geonetriss en las que ya se reconocfa 1a presencia de un lenguaje auténomo, pero comprensible, y que fueron materielizéndose en discursos cinenatogréficos, incompatibles pare ser soporte de tiempos muertos hasta entonces, y en el limite de escescs sfios atravesendc 1s frontera vetada del absndono del aconteciatento, de 18 anécdota argunental, pare buscar expresiones de vivencias, elaboractones conceptusies, que pudieron ser privetives de un cine experimental y ajeno a los circuttos comercisles, como mucho percela recervada para el magisterio de Ingmar Bergnan, pero que ahora se pontan al servicio de John Huston para oficier y defer cono tectanenio 18 hermosa y escalofriente adaptacién del relete que clausure Dublinera de James Joyce, <>. Seguimos G, DELEUZE, La _imagen-tiempo, Estudios sobre cine 2, Bercelons, aide, 1987, pp. 319 66.: “La diferencia entre un cine llemedo clésico y un cine llamado moderno no coincide con el mdo y el sonoro. Moderno implica un nuevo uso de lo parlante, de lo soncro y de lo musicel. Ee como ei, en una primera aprozimecién, el acto de habla tendiera a desasirse du sus dependencies respecto de le Amagen visual y cobrara un valor por s{ mismo, una eutonomfa sin embargo no teatrel. El cine mudo ponfa el acto de habla en estilo indirecto, porque lo hacia leer como titulo internedio; 1a esencia del parlante, en cambio, recide en llevar el acto de hable al estilo directo, y en hacerlo interactuar con le imagen visual, menteniendo al mismo tienpo su pertenencia a esta inege incluso en le voz en off. Pero he aqui que con el cine moderno, surge una utilizecién singularisima de 1s voz, que podrianos Lamar estilo indirecto libre y que desborda 1a oposicién entre lo directo y lo indirecto. No es una mezcla de indirecto y directo, sino una dimensi6n original, irreductible, que puede ecumir diversas formas (NOTA: Hens definido el discurao indirecto Libre como uns enunciacién que forma parte de un ‘enunciedo, que depende de otro sujeto de enunciacién; por ejemplo: <>. Ee BATHaINE quien demuestra que no ce trata de una forme mixta (Le marxisne et a philosophie du Langage, 38 parte.) (...J La rupture del nexo sensorioactor no afecta solamente al acto de hable que se repliogs, se ahonds, y donde la vor ya uo remite mis que a ef misma y © otras voces. Afecta también a le imagen visual, que shore revele los sepactos cualesquiers, espacios vactos o desconectados caracteristicos del cine moderno, Ee como ei, habiéndose retirado le palabra de le imagen pera devenir acto fundador, 18 imagen, por su ledo, hictera subir los besamentos del espacio, los cimentos, esas potencies mudas anteriores o posteriores « 18 palabra, anteriores © posteriores los hombres. La imagen vieuel se torna <éerqueolégica, estratigréfica, tecténica>>. No es que se nos renita @ le prehistorie thay una arqueclogia del presente), sino 2 les capes desiertas de nuestro tiempo que sepultan a nuestros proptos fentacmas, © les capas lecunares que se yuxtaponen segin orientactones y conexiones variables, Son los desiertos en 1 cdudedes alemanas. Son los desiertos de Pasolini, que hacen de 1a prehistorie el elemento poftico abstracto, 1a esencia <> © nuestra historia, el z6calo arcaico que revela bajo la nuestra una historia interminable. 0 bien los desiertos de Antoniond, que en Gitima instencia no conservan sino recorridos abstracts y que recubren los fragnentos mult iplicados de une pareja primordial..." (13 cita en pp. 319-120 y 321-322) 10) En este punto remito 2 les interesantes observaciones, no por ello menos sujetes © polémica y discusién, de Umberto ECO, Apostillas © “El nombre de la ross", Bercelons, Lumen, 1986. 11) GULLON., “Los nuevos nerredores", La Literatura aspafiola actual, nimero especiel-sonogréfice, Cusnte y Razin, 48-49 PAREYSON, “Tres grados del goce estético segin Goethe", Conversaciones de estética, Madrid, Visor, 1987, pp: 175-161. (p. 175) 15) 6, LIPOVETSKY, EL impario de lo ef{mero. Le moda y su destino en los sociedades modernas, Barcelona, ‘Anagrams, 1990, 19912. Las categories que utilize proceden de los jontos de los distintos capftulos. 16) Cfr. U, ECO, "Hacia una nueva Edad Medio", La estrotegin de le ilusiGn, Bercelone, Lumen. 1986, pp. 85-113, en especial el apartedo <<11, El arte como bricolage>>, pp. 108-111: “Anbes con époces on que le élite selecte razona sobre textos escritos con mentelidad alfabética, pero despuée traduce en infgenes los datos esencisles del saber y les tructuras sustentantes de le ideologia dominante, En le Eded Media, cultura de lo visual, 1e cotedral es el gran libro de piedra, y en efecto es el menifiesto publiciterio, 18 pentelle televisiva, el mistico tebeo que debe contarlo y explicerle todo, los pueblos de 1a tlerre, las artes y lo oficios, los dies del ao, 186 estactones de sienbre y cosecha, loa misterice de le fe, os eptsodios de 1a historia sagrade y profena y 1a vide de los cantos (grandes modelos de conducta, como hoy lo son divos y cantentes, élite sin poder politico, como diria Francesco ‘Mberont, pero con enorme poder cerismético?. Junto a este sélide empresa de cultura popular se deserrolle el trabajo de composicién y collage que le cultura docta ejerce sobre lee detritus de 1a cultura del pesado". 17) John FOWLES, The French Lieutenant's Woman, 1969 (trad. ol esp., A. MS. DE LAFUENTE: La mujer del teniente francés, I-II, Barcelona, Orbis, 19851; Itelo CALVINO, Se_una notte d’inverno un vieggiatore, Torino, Eineudi, 1979 (tread. al esp., &. BENITEZ: Si una noche de invierne un visiero, Barcelons, Bruguera, septiembre 1983'; Jorge Luis BORGES, Eicciones, (1944) en Obras Completes I, Buenos Aires, Enecé, 1989; Viedimir NABOKOV, Pale Fire, New York, G. P, Putnam's sone, 1962 { trad. esp., A. BERNARDEZ:, PAlido fusgo, Barcelona, Anagrane, 19061 16) G. LIPOVETSKY , “La moda y Occidente: el monento aristocrético”, op. cit, pp. 27-75, acidad genética a le atenderemos,, al trater de La célera de Aquiles, como <>. Remito e S. CHATMAN, Historia y discurso, Le estructura narrativa enls novela y en el cine, Madrid, Taurus, 1990, en la que se sborda el proceso de conversién de una historia o sustencie argumental cualquiera en discurso o elaboracién artistica mediante una determinada composicién formal. Si ese composicién formal va relacionada con le comunicacién vioual ertictas, arquitectos, disefiadores, grafistas, decoradores, en definitive, la tranemisién de ideas y de informacién a través de la imagen) presenta un gran interés G. KANIZSA, Qramética de le vieioin, Paercepcién y pensamiento, Bercelone, Paidés, 1986. En el mismo de emplificacién de un 4mbito en otros 4mbitos de difustén, ‘arido en este caso a le fotografia y su interacc4én con: <>, <>, <>, <>, <>, R. BARTHES, _Lo cfmara liicida, Notas sobre 1a fotografia, Barcelona, Paidés, 1990, pp. 688s. Y por Ultimo, el estudio sobre el poder de las imagenes y “nuestros efuerzos por acepter las pruebas de ese poder", D. FREEDBERG, £] poder de les imégenes. Estudios sobre la historia y le teorie de la respuesta, Madrid, Cétedra, 1992, p. 16. 20) Sobre relaciones entre el cine y 1s novela, realizendo un estudio detenido de las similitudes, diferencias, cuestiones de contenido, de cémo en el cine la novela tiende a presenter le vide en eu plenitud o sobre cémo, el igual que el cine, 1a novela aspire al infinito cfr. el fundamentel tratado de S. KRACAUER, Teoria del cine, Le redencion de le realidad fisica, Barcelone-Buencs Aires, Paidés, 1989, caps. 13, 14 y 15, pp. 291-349. 21) Eicciones, Qbras Completes 1, pp.451-457. “Las ruinas recuerdan tiempos pesados y timulan un sentimiento compasivo mezclade con nelencol{e; nos encontramos en siglos que ya no existen. Por un instante revive la eded de le berberie y de le guerra, pero también de le fortaleza y del trabajo; 1a edad de le supersticién, pero también de Je nodesta pieded; 1a edad de la ferocided y de le pasién por 1a caza, pero también de la hospitelided y el heroieno, Toda ruina hace que el espiritu compare ‘entre su estado anterior y el presente, nos remonta tiempos pasadoe y © antiguas vivencias. Les ruines edquieren mayor entidad cuando estén llenes de hierba y vegetactén, La neturaleza parece querer recobrer triunfelmente el espacio que la arquitectura le arrebaté. Son propiedad de los nostélgicos, donde reina la soledad, 1 dulce melancolfa, le gravedad, 1o solemne.", El 1ibro que remite al libro, el jardin de los senderos que se bifurcen, que hacen esteller no el significado, sino el repertorio maltiple dialécticamente conectado de significaciones. Si le melencolfa de Fowles y Pinter remiten hacia un arte que necesita de la exteriorizacién, de le proyeccién, le melencolia de Borges se abre hacia el interior, hecia el laberinto de la biblioteca. Le cits procede de R. ASSUNTO, QOntolosia y teleclogia del iardin, prélogo, M. CERECERA; Introduccién, M. — VENTURT FERRIOLO; trad. al esp. M. GARCIA LOZANO; Madrid, Técnoe, 1991, p. 61. 22) Sobre 1 novelas cuyo protagonista es un pintor o un artista o un escritor, en lee que le trema se ocupa de le labor realizeds por éstos en un plano m4s o menos central, cfr., F, CALVO SERRALLER, La novela del artiste, Indgenes de ficcién y realidad social en le formacién de le identidad artietica contemporénes, 1830-1850, Madrid, Mondadori, 1990; y del miemo autor “Le pintura narrede. La novels actual en busca del arte perdido", La senda extraviada del_arte, Madrid, Mondadori, 1992, pp. 49-69. Entre las novelas que tratan este tema y que han venido epereciendo en nuestro mercado editorial en los ‘ltimos afics se comentan con detencién: William GADDIS, Los reconocimientos, Madrid, Alfeguare, 1987; Peter -HANDKE, La__doctrina de Sainte Victoire, Madrid, Alianza, 1985 (sobre Cezanne); Elen PONIATOWSKA, Querido Diego, te abreze Quiela y otros cuentos, Madrid, Alienze, 1987 (sobre Diego River Guy DAVENPORT, iTatlini, Barcelona, Muchnik, 1986 {sobre el constructiviete ruso); Joseph HELLER, EigGrate, Nedrid, Versel, 1989 (Rembremdt); José SARAMAGO, Manual de Pinture y Caligrafia, Barcelona, Seix Berrel, 1989; Kurt VONNEGUT, Barbazul, Barcelona, Anagrama, 1987; Stephen KOCH, La novia de los solterce, Barcelone, Anagrama, 1989 (Duchamp); Pere GIMFERRER, Fortuny, Bercelone, Planeta, 1963; Juan GIL-ALBERT, Razonamiento inagotable con una carta final, Madrid, Cabsilo Griego pars 1s Poesia, 1979, etc. Pera el escritor captado en el oficio de escribir: Bernerd-Henri LEVY, Los Gltimos dias de Gharles Baudelaire, Madrid, Ediciones B, 1989; Anthony BURGESS, La vide en llamas, Madrid, Ediciones B, 1989 (D.H. Lawrence; Peter -HANDKE, La tarde de un escritor, Medrid, Alfeguara, 1990; Antonio PRIETO, EL embaiador, Barcelona, Seix Barrel, 1967 (Diego Hurtado de Mendoza); Nerguerite YOURCENAR, Mishina o le visién del__vacio, Barcelona, Seix Barrel, 1985; José SARAMAGO, El_efic de Ja muerte de Ricardo Reis, Barcelona, Seix Barrel. 1964; Stephen SPENDER, EL Templo, Sercelons, Muchnik, 1989; Christopher ISHERWOOD, Christopher y su gente, Barcelons, Vers: 1990, etc. 23) ©. GENETTE, Palimpseston, La Literature en segundo grado, Medrid, Taurus, 138%, pp. 9-20. 24) Para une revisién de los procedimientos narrativos que he enumerado, cfr., M. CALINESCU, Cinco cares de 1a modernidad. Modernismo, Madrid, Técnos, 1991, pp. 292-299. 25> F. VALLS, “Sobre la treyectoria narrative de Luis Goytieolo: una conversecién", Las. Nuevas Letras, 6 ( invierno 1987), pp. 81-90, J.L. BREA, Nuevas estrategias alegéricas, Madrid, Técnos, 1991, p. 45. 29> J.A. RAMEREZ, “Sobre el notorio magreo del arte y el dinero", Arte y arquitectura en 1n_época_del_capiteliemo triunfante, Madrid, Visor, 1992, pp. 43-62 Ibid, pp. 90-92. 41) Ibid, p. 98-99. Aunque M. Vézquez Montalbén utilice lo que denonina lineas imaginarias pera soslayar en cierta forma el reduccionisno al que condenan 108 titulos y el imperative de sintesis que éstos conlleven, creo que ese marbete critico puede sernos de gran utilided pare el propésito que va a guier este apartado, entendiendo seta cetegoria como “hipétesis que se utilizen como puntos de referencia", “iemos que caracterizen les evoluciones del gusto", sin olvidar que “ceracterizer 1a evolucién del gusto también oaté en Gltima relacién dialéctica con le evolucién del lenguaje en cada discipline, sea de les ertes o de 1a literature"; y, por Ultimo, 1ineas imeginarias preci- sadas como “generaciones literarias o ertisticas"’. Si efectuamos una revisién panorémica de le bibliografie que, en términoe generales, atiends a le nerrativa de los setenta, encontraremos cémo el objeto de nuestro estudio, 1a Antagonia de Luis Goytisolo, iré recibiendo en mance de cada critico, obra, resefia o proyecto editorial una cerie de mediciones, ordentacion “parelelos, meridianoe G..) materielizados © manera de rayas o puntitos seguidos"* que dejarén en nosotros, una vez cumplide esta terea de revisién y control bibliogréfico, une singularided de valores que a peser del no muy extenso y profundo tratamiento que recibe este autor y, més en concreto su tetralogia, no se caracterizan precise- mente por eu homogeneidad o por le ausencia de contradicciones. St atendemos = 1s linea imaginerie de lee <>, observeremos cémo el valor nés reiterado seré el de 1e adscripcién de Lute Goytisolo @ le generacion del_medio siglo, demarcacién temporal que gozeré de gran difusién y definitive aceptecién entre los circulos espectalizedos en esta materia. Otres marcas de cardcter temporal que hen sido acogidas sin provocer polémicas de altura podrien ser: generacién del 54, generacién de 1950, sesentiste, generacién intermedia, © generacién _del__realismo histérico, y como epunte Santos Sanz Villanueva en el apartado que coordina en el proyecto editorial Historia y critica de le literatura essafiola, VIII? incluso se ha Llegedo a proponer fecha precisa pera el nacimiento de esta <>, resaltando como perfodos concitadores de le confluencia generacional los afios 1954, 1955 y 1988, Sin entrar en mayores honduras deberiamos tener e cuente una serie de precisiones, sin poner en cuestién la necesidad de ciertos criterics que faciliten le labor diddctica a le hora de efectuar divisiones internas en la historia litererte. Pere saculum Coromines registra lai acepciones de ‘generacién’, ‘duracién de una generacién', ‘época' y ‘siglo, centuria’*; al igual que en francés, Gaffict cefiala los signficados de ‘genération', ‘age’ y ‘espace de cant ans’. H. R, Jauss he sefialado que: Le época ilustrada, cono <?, est& lena de orgullo por le altura de su moderna civilizectén y recebe pare sf el titulo de <>, . Desde mediedos de siglo se haya generalnente difundide en le literature contemporées le equiparacién de (Ceiécle de Jumiares>> y . este uso enfético de (? como nantfestecién de le autoconciencie histérica de los tlustradores contribuyé @ que 1a palabra, precisanente en ess época, (de medindos del siglo XVIII), adquiriese en francés el nuevo significeds <>, En tanto que, por un lado, el antiguo sentido cristiano de ( como tiempo del mundo, en oposicién al reino de Dios, ain seguia cubsistiendo, pero poco ® poco ibe pelidectendo, por otro lado, el significado de ? como <>, nacido de 1a idea de 1a edad de Ja vide humane, fue ampliéndose née y més haste elcanzer el significado cronoldégico de (. Los Iimites de 1a extensién tempore! de ¢> rebesaron el éabito del <. Ast, 01 esquema externo de divieién en <, ya empleado en le historia eclesiéetice, se llend con 1e nueva idee, formada en el < de le Iistractén, de que, al igual que el presente siglo, también los otros siglos podian consideraree por su contenido como época: distintes, y por consigutente, formendo cade uno de ellos une época. Pero sobre todo es caracteristico del cambio que experiments le autoconciencie histérica de los sodernos flustredos el hecho de que éstos conenzasen « considerer 1e propia época ante el foro de le historia futures. Jeuse parece invitarnos a reflextoner sobre un curioso hecho, Si consideramos textos criticos pfoximes @ ese meridiano de los cincuenta o del cincuente llema 1a atencion eu incidencie en velores ligados a 10 que serfa el concepto de modernos en tanto que término opositive en le <>. Por ejemplo, pensemos en José Corrales Eges, La_novele espaficla actual publicada en 1971, pero con una <> en la que se nos informa: “el origen de stas pdginas remonte a unas conferecias da: Universidad europea [sic] de Nancy en le prime: 1963, con ocasién de un cureillo internacional sobre le novela europea desde 1945": A partir de la a) rentemente sencilla disposicién de su indice se podria realizar une lecture “literal” de 1a que, sin embargo, intenteremos apartarno: 1. El pesado innediato.- Criaie y malogrado restebleciuiento de 1a novela antes de 1936.- Ortentactones de género bajo el signo bélico. TI. Entre 1942 y 1948.- Los prineros esfuerzos por restaurar el realiemo desenbocen en distintes varientes del tremendisno,- Del Pascual Duarte « Nada, TIL, En el unbral del medio siglo.- Le experiencia inacabada de La Colmena.- El giro decisive, IV. La trrupetén juvent] del medio siglo.- le <> entra en escene. V. Inicio, desarrollo y auge de le <>, VI. Primeros signos de sofoco: 1a bifurcacién del género. VIT. AL margen de le <>.— Novele tradicional y novelas independientes. VIII, En busce de nuevos ruabos. ~ £1 realieno Kcdtalécticor? y psicolégico de Lute Martin Sontos.- ULtims tardes con Terssn o 10 ocasién perdida de Juan Mareé, Intuimos en este ecquema une nueva representecién de la <>” que podria cer iluminads e partir de le lecture de A. Bloom, cuando, @ propéeite de un emblems que ilustra dicha <>, sefiale: alude a Jonathan Swift, que tradujo imenetones del alma a dimensiones del cuerpo y asf nos hizo palpables 1o espiritual y sus varias esferas. Llevé @ cobo nuestra interminable busce de una posicién desde le cual eee posible juzgernos @ nosotros misnos y Juzger nuestro tiempo y nos mostré de qué manera los libros son les esceleres que tomanos prestadas pera alcenzar dicha posicién. Swift asimismo nos records le cireunstancia de que all{ donde hey gigentes hay también enenos, una circunstencia que no es tan triste como pudiers parecerlo puesto que percatarse de le existencia de gigentes nos da un objeto de admiracién y emulecién.{...1 Swift nos ensefia sobre todo que la esencia de 1a educecién es le experiencia de 1a grandeze*. Otra panorémice es la que nos ofrece el indice de un estudio escrito en un afio de incertidumbre que, ante le large y dileteda agonia de Franco, hizo posible que esperanza y dessliento, accion y cansencio se alternaran en la cotidisneidad del la historia. Nos Fernando Alvarez Palacios, eecrite en 1974: I. A propésito de novela, culture y civilizectén occidental. 11. La Literatura luminosa y nuestra ortodoxia moral. IIL. Los prenios Literarios. IV, Los novelistas que no tuvieron premio, ‘algunos fronterizos y otros marginados. ¥. Nacimiento y muerte del “realismo social”. VI. Los 1atinosmericanos. VII. El exilio literario, una rupture cultural. VIII, Griticas Literarins = y diver coneideraciones acerca de 1e culture. IX. gHacie dénde va 1a novels espafiola?® De 1a linea dmeginaria de las generaciones que cerecterizaba 1s obra de Corre: Egea hemos efectuado un “giro decisive" hacia ise Lineas tmaginerias de los iemos, incluso no estariamos lejos de las linese imaginarias como <> les que se referfa Vézquez Montelbén. Con Alvarez Palacios entramos en un terreno en el que los “frutos* del quehacer litererio, configurados bajo forma de “premice", relevan del papel protagonista tento al escritor como su obra’?, Estos son nombrados nica y exclueivamente, cuando el autor abarce en el mismo capftulo @ marginados, fronterizos y “los que no tuvieron premio", El iemo presente en le obra, si debe entenderse como caracterizacién de 1a evolucién del gusto", nos llevaria indefectiblemente a 1a observacién frie del cumplimiento cerrado de un ciclo ectético-biclégico: nacimiento y muerte del realiemo coctal, La titulacién del capitulo IX y final expresaria, més que una pregunta de indagecién topogréficc-estilistica a le espera de respuesta segura por el hecho de que se tenga 1a seguridad de que existen varias alternativas de camino, 1a oxpresién de una interrogecién retérica cuya unica seguridad esté en lo ignoto. La evolucién de la novela posterior @ 1978 vas definir una tendencia que podriamos cerecterizar, intonizando con le ten frecuentade tética de la recepcién, a partir de A. Garcia Galiano: el escritor, en eu proceso de creacién, tiene siempre presente a un lector ideal pera el que, conscientenente 0 no, escribe; sea este lector real © no, sea un lector universal, Amaginerio, © un amigo de carne y hueso, se: el _lactor inteligante 0 el gran poblico, te 1a posteridad o el presumible, y apetecido, prenio literaric, Si esto os como parece, nos atrevemos a sugerir entonc que el fenémeno de le creecién literarie de Joe dltinos tiempos - aceptando adanés que en muchas otras épocas también he sido asf pero en menor escala - esté medistizado, cast totalmente en poesia, en gran parte en narrative, por un fenémeno trenendanente condicionante: no pocos textos litererios ven “genéticamente” influidos por e] hecho de que el escritor asuma al critico como el lector ideal o potencial -uno de ellos el menos- de su creactén'#, Muy posiblemente esta reflexién tenga cabide dentro del diagnéstico que Y. Lissorgues realiza sobre 1a novela espefiola actual y aquellos factores que conforman su entorno: Ante el wiltiple florecimiento novelesco actual, el critico resulte algo desbrujuledo Yi Fenunciando encontrar tendencias. abercadoras que no existen, puede acudir a le tradicional y superficial clasificectén por géneros (...], La imposibilidad de colocar 1a novela espafiola actual en una perspective comin es @l resultado de 18 rupture entre le Literatura y cualquier complejo de ideas eupre-litereriae. Se han cortado los cordones, que haste shora considersbamos como umbilicales, entre el arte en general y las grondes ideas, los grandes relatos (0 metarrelatos) que generaban las ideologies y sustentaron mentalidades y —actitudes, durante todo el perfodo del devenir humano que se suele llemer Modernidad’?. Ctertamente Y. Lissorgues puede dar una explicacién de une eituacién como 1a que acaba de describir, propia de una década como 1a de los afios ochenta en 1a que le “sociedad literaria” en Espafia sufre 0 comienza a padecer un mal endénico de 1. soctedades tecnocréticas de cepitelismo avenzedo, Ya no hay 1fness imaginarias de genereciones, sino de promoctones. Una répida consulte al dicctonario, el de Marfa Moliner por ejemplo, nos daré como acepcién: “conjunto de las personas que han obtenido al mismo tiempo cierto titulo, grado o empleo". Lo que nos remite = configuraciones sociales en las que titulo interacciona con competencia, esfuerzo y recompense: grado puede denoter burocracia, functoneriado recompense. Empleo nos lleva @ una sociedsd de libre mercado, de pleno empleo 0, desde une perspectiva real en 1a que e1 cepiteliemo asume en sue postulados teoricos el imperative de le inflecién, y, por tanto la existencia de una cuocta fija de desemple En una sociedad como 1a espefiole cleramente también puede connotar cierta referencia a triunfo. Como expresa Georges Pérec, en su operacién de abstraccién discursive sobre las clasi- ficaciones y catalogeciones, <> a las que Spitzer dedicara valiosas observactone:'*, quizé nos encontremos hoy en dia vi- viendo un <: En toda enuneraci6n hay dos tenteciones contradictories; 1a primera consiste en el ‘afén de incluirlo TODO; 16 segunda, en el de olvider algo; le primera querria cerrer definitivemente le cuesti¢n ;18 segunda, dejeria abierte; entre lo exhaustivo y lo inconcluso, le enumeracién me parece, ant de todo pensamiento ty de—toda clasificacién), la marca misma de este necesidad de nombrar y de reunir sin le cual el mundo (1a_vida) carecerfa de referencias para nosotros: hay dos cosas diferentes que sin embargo son un poco psrecidas; podenos reunirias en series dentro de las cuales seré posible distinguirlas. Hey algo de exultante y de aterrador a la vez en la iden de que nada en el mundo sea tan tnico com pare no poder entrar en una lista'®. II, Obviamente 4 muy lejos de mi intencién convertir le imagen del <> inetrumento arrojadizo contra criticos y escritores, ye que, como historiador de le literature y en el ejercicio de le critica literaria, comparto plenamente la posicién de José Carlos Mainer el revieer le literature en le nueva sociedad denocrética: Se quisiera, por dltinc, una critica més constructive, menos. arbitraria, menos, preceupads por la mode del dis y ade conectente de su dimensién pedagégice, menos taprovieeds y més profesionsl, aunque fuera e costa de le superficial brillentez que otorgan 1a agresividad y el esnobisno'*- Por ello, 1 traigo a colacién aqui, aunque no cono presencias que se reiteran, sino como referentes cerdinales, las lecturas de dos indices de contenido pertenecientes a historias de le novela pafiola de posguerra, cada una voceadora de su tiempo crénico, 10s sesenta y 1a primera mitad de los cetenta; si, junto a estas lectures, he construido unas coordensdas imagineries sobre les que ir conformando y dando entidad a le <> de 1s Espefia posfranquiste con critores que acomodan su paso al de les recpectives >, escriteres que tienen a eu lector ? entre las files de los criticos y, preferentenente, entre firmes miembros de jurados en los que se adjudica el sustancioso y volétil premio de cada afio; con criticos <>, incepaces de estaurar el cordén umbilical con cualquier esfuerzo que suponge abstraer, profeser limpio una ideologti sustenter mentelidades y actitudes intelectuale integras; con un mercado editorial eujeto @ todos los vectores que actuen de forma funcional y pertinente en cualquier bolea de valores; con un mercado en el que el ejercicio permanente de transacciones exigiré una no menos permanente labor taxonémica, clasificatorie, catélogos de precio, de cédigos de barras, de portadss segin el color, tamafic, formato, —<> 0 <> del que participarén tanto escritores (Pérec), como criticos (Mainer>, como lectores en tanto que consumidores; y con editoriales siempre en expansién, desdibujendo fronteres, autodisolviéndose para der solidez a monopolios multinacionales. Si todo esto confluye aqui 8 pare fijar atin mée le posicién de anélisie que « he propuesto al inicio de este apartado y, para eometerlo © un control final, el que pueda realizar un peneador actual, como representente de una linea de pensamiento que ce enraiza por igual en Lessing, Hegel, Conte, Nietzsche, Marx y Adorno. Ne refiero a @. Vattimo y su planteamtento sobre 1e <>: La liberactén de las muchse celturas y lee muches <>, hecha posible por los mass media, ha desnentido, al contrario, @1 ideal mismo de una sociedad transparente: qué sentido tendrfa le Libertad de informactén, © incluso le were existencia de més de un canal de radio y televieién, en un mundo en el que le norma fuera le reproduccién exacta de la realided, le perfecta objetividad y 1a total Sdentificactén del mapa con el territorio? De hecho, 1a intensificactén dea posibilidedes de informacién sobre le realidad en sus més diversos aspectos vuelve cada vez menos concebible 1a idea misma de una realidad. Quizé se cumple en el mundo de los moss media una <? de Nietzeche el mundo verdadero, al final, ee convierte fen fébule. St nos hacemos hoy uns idea de le realidad, ésta en nuestra condicién de existencia tardo-moderna, no puede ser entendida como el dato objetivo que esté por debajo, 0 més allé, de las infgenes que los nedia nos proporcionan. iCémo y dénde podriamos acceder a una tal realidad <> (en el sentido Latino? de las mGltiples indgenes, interpretactones y reconstrucciones que compiten entre si, o que, de cualquier manera, sin coordinacién > alguna, distribuyen los media’. III. Una de lee tendencias més perturbedoras en le cultura de nuestro tien,» como sefiala Julién Merias, 6 el actualiemo: Mi experiencia, que es ya lerge, me muestra que 10s cambios culturales son por 1o general Jentos, y bastante independientes de los polfticos, salvo en los casos extremos en que éstce aplastan brutalnente 1a posibilidad de 1a cultura, Podriems decir que los cambios culturales répidos y dependientes de la vida pablica son siempre negatives; 10s otros, los fecundos y creadores, pueden tardar en llegar y no @s seguro que tengan demasiada conexién con las condiciones exteriores. (..), EL presente tiene un gspesor que se renonta « més atrés, y que varia segin las époces y los paises. Su importancia es extraordinaria, y casi sieapre ce pees por alto: si ese espesor es considerable, le primere consecuencia es que le reslidad cultural es my rica; segunda, que es mayor 1a continuided, de cual depende en gran medida el grado ctvilizectén de un pais y 1a probabilidad 1a creactén'®. Le trayectoria nerrativa de Luis Goytisole es un ejemplo palpable de 1a conciencia de ese eapesor del presente que describe Julién Mari yendo por delante de le tendencie general de 1a critica que en todo momento ha ido ligéndose al actualismo, A lo lergo de eu obra podemos observer el proceso de cambio que por es0s afios esté teniendo lugar, como manifestacién de cambio rapido y conectado con circunstancias exterior: pero desde una perepectiva en la que el autor siempre dejeré clara su conciencia de le complejidad de la realidad cultural, ys sobre todo, de esa continuided a la que se refiere igualmente Julién Maries. La primera obre de Luis Goytisolo, Las Afueras, eperece en 1958, en “Biblioteca Breve"19, obtentendo el primer "Premio" de 1a coleccién e inaugurando con ello los, con el tiempo famosos. “Premios Biblioteca Breve", una de cuyas bases define claramente 1a literatura defendida por editor Carlos Berrel y su equipo en estos afios, De forme expresa ce sefialaba: el tema seré libre, pero el jurado toners primordialmente en consideracién aquellas obras que por eu contenido, técnica y estilo respondan efor a 1a exigencia de le Literatura de nuestro tienpo?°. Al incluir en las bases de premios literarios un concepto como nuestro tiempo, ambigtledad seméntica calta a la vista. Si bien, por une parte, se trata de una afirmacién radical de actualidad, por otra, al darle este carécter de categorfa absolute, de ecencia, a algo tan efimero y circunstancial como puede ser un premio literario, « corre el riesgo de abstraerlo del discurso histérico, Onico beremo que lo legitima en un régimen de economia de mercado sometido a les fluctuaciones de la moda. Les primeras resefias de Las Afueras aparecen en Ingula, La Estafeta Literaria, Indice de Artes y Letras y Revista de Barcelona. Publicaciones periédicas de 4mbito especializado que, sunque no respondan a ese proyecto de innovacién de la <> en la que heb{a aparecido 1a novela, Juegan un importante papel en la divulgacién de le llamada novela social, pues sus secciones dedicadas a le informacién literaria adquieren, especialmente con el paso del tiempo, gran inter para conocer cémo se fue conformando la vida litererie de: momento. El encargado de resefier la novela en Inaula fue José Luis Cano, secretario de la reviste, y responsable, en estos momentos, de le seccién “Los Libros del Mes".E1 critico caracteriza a la obra por su_novedad, subrayando su expreso propésite de renovacién técnica, asf como su explicito deseo de apartarse de las técnicas tradicionales?’. En Ln_Estafetea Literaria, aunque representa en estos momentos 1a posture oficialiste por excelencie, el ser eu funcién bésica 1a divulgactén erudite, las paginas bibliogréfices dedicadas a critica literaria desempefien un papel relevante en la difusién de todo tipo de tendencies Literarias. No es casual, con todo, que el eritico encargado del comentario de 1a obra de Luis Goytisclo, José Julio Perlado, no hega ninguna referencia a los presupuestos del social-realiemo, limiténdose a describir los acontecimientos de novela y a subrayer le influencia de Feulkner y técnica de 1a novela americana?*, A su . periodista Juan Fernéndez Figuerce, muestra de le precariedad del periodiemo literario de los cincuente, en Indice de Artes y Letras entrevista al escritor, enfatizendo la significacién de la “novedad" de eu obra. Creemos interesante, dades les diversas lecturas 8 que puede der luger, reproducir le entrevista: F.F. “Su novele encierra, en cusnto el modo de estar penseds y escrite, algunas particulartdades - nos suena nal 1e palabra “novedad", L.G, "Realmente me parece més correcto, en el caso de = Lag__Afuerns, habler de <> que de <>. Novedad lo 0s para mf, por ejemplo, el Wiisses, de Joyce, 0, en categoria mucho enor, 1 obra de Robbe-Grillet. Noveles que pueden interesar, pero difictimente guster; que ni por un momento pueden ser clasificadas, situadas dentro de tal o cual linea. £1 caso de Las Afuerns es, creo yo, distinto. Se podré decir de elle que, segin Je concepeién de novela més en boga hoy dia, no tiene propiamente tal cardcter. ¥ esto cierto. Pero también es cierto que diche concepcién no se impuso hasa hace relotivamente poco tiempo, y que, por tanto, no hay motivo para otorgarle un valor absoluto, atemporal. Se form a Gltimos del eiglo XIX, y a ella escapan, pongamos por caso, Don Quijote o La Cartuia de Parma , obras en las que a casi cade capitulo corresponde una aventura, un argumento. Ejemplo mis reciente lo tenenos en Tortills. Elat de Steinbeck.A partir del dltimo tercio del siglo XIX en cambio, 1a novele experimenta una fuerte transformacién estructural. Se cierra, se cohasiona, deserrolléndose sl ritmo de une treme culdadosamente construfda. Pero ya entre los pioneros de esta nueva concepcién encontrancs el orrenque de una linea novelistica que, implicitamente, representa su negacién y tiende a destruirla . He refiero a Toletot y 2 Balzec, a obres como Los Buddenbroock, En busca del tiempo perdido, La condici¢n humane © <>, de Dos Passos”. F.F. "gCuando tengas cumplidos otros veinte afioe, verde Eepafia como ahora? L.G. "C...2me parece obvio que le veré diferente, puesto que seré diferente, Por lo que respecte a la calidad de eu vide intelectuel, tanmbién me parece obvio que todo dependeré de que hayanos conseguido o no mantener nuestra obra al nivel requerido por el tiempo en que vivinos"=3, La problenstica del arte por el arte © el arte coctal, teme, como sabemos, polémico estos momentos, es abordado por José Luis Cano en una entrevista con el escritor, en las péginas de Insule. La reepucsta de Goytisolo es rotunda: “Del arte por el arte me parece que ni vale 1a pena habler. En cuanto al término ‘arte social’, 1a verdad es que no lo entiondo; el arte es siempre social. Me adecribo simplemente al realismo"?*. Les primeras resefias comprometides aparecen naturelmente en Ac@nto Cultural, Cusdernos de Arte y Pensamiento y Praxis, revistes que representaban le critica litereria de los cincuente inepirada en el pensamiento tedrico marxista, definido afios después por ellos miemos como “un marxismo de tradicién or clandestinemente aprendido divulgado". £1 autor de la resefia, José Merie stellet, era, como el critico més influyente del momento y el coleboredor més estrecho de Berral en le difusién de este literatura sociel- realista, participando activamente en la promocién de sus creadores y en la justificacién critica de su narrative, De hecho, en eu enélisis de Las Afueras, en un articulo significativamente titulado “Técnica narrative, tiempo histérico, novela colectiva"=* defiende que le validez de diver técnica nerrativas viene dada, especialmente, por su adecuacién a le realidad, y que sin ese dependencia, la técnica es puro formaliemo. Considers, a su vez, este formaliemo como un esquema previo s la creacién litererte, definiéndolo textualmente como “piruete vacua" o “acrobacia gratuita” Frente a le lectura apasionada que provoca esta primera obra de Luis Goytisolo, tanto en la critica oficialieta, como en la critica de los medios opuestos al régimen, extrafia e primera vista el silencio ante eu segunda obre, Las Misues Palabras? publicada también por Seix-Berral en 1962 y de le que e610 disponemos de las resefias de Rafael Bosch y A Prate?”. La explicacién de este preceria repercusién esté relacionada con le feche de su aparicién, pu 1 momento en el que comienze el la critica significativamente- entre sus mismos representantes, que comienzan a defender 1a consideracién formsl de 1a obra literarie, sunque siempre sin olvidar su carécter social. Los primeros s{ntomas del cambio los podemos restreer a través de las posturas teéricas de su critico née representativo, José Maria Castellet, quien « Princtpios de 1963 publice en Cuadernos Americencs un artfculo sobre 1a < que pudiere conferirie une cierta originalidad dentro de le novelistica mundial. Apunte, adeés, como factor determinante para el desarrollo de una nueva narrative, 1s voluntad de superacién de los jévenes novelistes, = través, no s6lo de una mejor comprensién de los fenémenos litererios propics de cu tiempo, sino tembién de le funcién de le literatura dentro del contexto culturel epafiol. Alrededor de esos mismos efios , aparecer un articulo de José Angel Valente: "Tendencie y estilo peradigna litererio del social realisno dominante. Su critica - ei bien més cefiide al Smbito de le postice, se extiande a 1a novels con idéntice o mayor fuerze - denuncia cémo dicha tendencia he venido 8 dar de bruces y macivamente en un realismo de superficie: ese retérice propia del existencialismo y su idea del compromieo, esa voluntad realista de le joven novels espaficla, @ donde dnicamente ha conducido es a le drrealidad de lo que él llama “formalismo temético"*°. Irrealidad litereria que esté pidiendo, segin él, 18 formulacién de un nuevo discurso eritico, més libre y orientedor, capez de desenmascarer en panorama Literario reciente “1s sobreabundancia snémele de le tendencies en perjuicio grave del estilo". Le altima hornada de eecritcres reolistas perecen -eecribe mse preccupados por vocear ciertos temas que por deccubrir le realidad de que esos mismos tense pued: er un enunciado ideoldgico” El estilo no es més que le capacidad del medio verbal para producirse en cada momento en funcién de un determinedo contenido de realided y para no existir en le obra més que en funcién de ese contenido, El estilo, ast considerado, puede ser victim de dos elementos aprioristicos: de un a priori estético y de un a priori ideolégice, Amboe Aigquiden de rafz toda posibilided de que le obra artistica ee produzca. El ae priori estético hace prevalecer le sutonomie del nedio verbal: el estilo decaparece entonces y ee convierte en manera. El 8 priori Adeolégico hace prevalecer 1s autononfe del teme: el estilo desapereece osimieno y se convierte en esquematisno democtrativo. Se trate de dos mecanicmos de abstraccién que en Oltimo término, aunque por distintas vi coinciden en escamotear el posible contenido de realidad de la obra literaria, Y justamente en 1a capacidad de alojar ese contenido y de produciree nice exclusivanente en funcién de 61 - y no en virtud de cupuestes categories estéticas o en razén de le oportunidad o incluso necesidad de ciertos tems - reside la virtud del estilo". La novela de este tendencie habie supuesto un modo literario de oposicién al franquism, o y esta intencionalidad de denuncie de unas condiciones de vida, le confiere un carécter meramente gestusl que merma valor artistico su discurso literaric. Pero to no era ajeno a los propios escritore silencios tan significativos como el de Rafaél Sénchez Ferlosio 0 el del propio Luis Goytieolo, que, después del éxito obtenido con su primera novels, desaperece de le escena literaria espaficla para no regreser hasta mediados de los afios setenta con la primera entrega de eu Antagonia. En medio, eperece Lae _mismas palabras, pero su publicacién responde més o le situactén personel por la que atravesaba el sutor - por estos afios acababa de selir de le cércel - que a razones estrictamente literer:ns. De hecho, como él mismo reconoct En 1962 ya esteba trabajando en Antagonia. Estabe terminando Las misma palabras , pero ye pensabs en el gran proyecto de Antagonia, Lns_mismas palabras es Le nice obra que he acebedo © diegusto, quizé por eso le tengo una especie de antipatie?. La primera entrega de 1a tetralogis, Recuento, aperece en México y, dos afics née tarde, en 1975 en Espafia, Los otros volumenes de 1a serie verén le luz en afios sucesivos: Los verdes de mayo haste el mar (1976), La célera de Aquiles (1979) y Teoria del conocimiento (1981). Gimferrer lizeré la primera lecture de -Recuente, antes de que le obra apareciese en Espatia, en un ensayo titulado “Circulos y netamorfosis" publicado en Elural, revista mexicana dirigida por Octavio Paz. Les tesis defendides en este texto van a cer 1a bese de la mayoria de los estudioe posteriores de la obra. Pera Gimferrer “el eje narrativo central” de le novela es “redescubrir la identided de cade y de cada inetentet...) indagar en eu esencia mediante le escriture". Pero fislado esto, Gimferrer considera como teres del erftico litererio “el examen de os recureos y procedimientos enpleados por el autor pera estructurer eu novela"22. con ello comienza una lecture formalicta de 1a obra de Luis Goytisolo, cuyas claves y metodologia estan en la misma obra como creacién. La influencia de le teorfe formal en la critica de estos afics repercute en 1 interpretecton de Recuento, pero, digamos que, los nuevos planteamientos literarios, antes que en le critica, habfan influido le propia obra del escritor. La relacién entre critica y creacién, eccritura y lecture, se hacfen en estos momentos herto evidente, pues, de forma innovadora, se produce en esta obra, y asf es reconocido unénimemente, de tel forma que Gimferrer define el texto como “le sucesién y posterior intercomunicacién y permuta, de grandes bloques estilisticos diferenciados", escritura que tiene como contrapartide “la extgencia ineludible de que el lector ce halle en disposicién de reconccer el tréneito de un érea de estilo a otra, y el sentido de sus relaciones: un arte del tiempo y de le estruc- ture"=4, Tras 18 epericién de 1a novela en Eepefia, les lectures multiplicen, aunque béeicomente todas insisten en su renovacién formal. José Angel Valente publica en Insula en 1975 un erticulo, titulado “Tres fragmentos de une lecture", defendiendo una concepcién formal de 1a obra, en 18 que ere evidente 1s influencie de le superacién de 18 dicotomfa fondo/forme, Para Valente, le cleve de le novela era “la forma", Goncepcién que 8 su vez definta con estas palabras: “le forma, es decir, 10 que el libro es: libro, novela, texto concluso y @ un tiempo en formacién que reingresa une y otra vez en ef misno pers engendrar otro texto posible Esta definicién formal de le obra se repite en todas las critices de’ momento; José Ortega, en 1976, duce en Cuadernos Hispanceamericancs con eu articulo “Asedio a Recuento de Luis Goytisolo"?* que is forma innovadora de le obra nace de le necesidad de formular el conflicto personal e historico del protegoniste, pues ste descubriré finalmente eu identidad en le literatura: el arte como salvacion que orgeniza y da sentido 9 eu confusion, La literatura pare Goytisolo he dejado de ser un simple reflejo de une crisis ideolégica para convertirse en una realidad litereria, auténoma, donde la forma se hace contenido. Gon un planteamiento menos sélido, pero incidiendo en el tema, aparece en La Estafeta Literaria el articulo “Luis Goytisolo: 1 gran tono narrativo de Recuento” de Florencio Martinez Ruiz®”: que concluye su lecture definiendo al noveliste catalén como uno de nuestros primeros estructure- Listas. Los intentos de un anélisis soctolégico de Recuento pasen inevitablemente por el reconocimiento de su compleja estructur: como ocurre en el anélisis de Frencisco Caudet en lee péginas de Papeles de Sop Armadans en 19787, que, inspiréndoce en le teorfa de Goldmann y Lukéce, subraya que le significacién de le obra estriba en entabler une dieléctica con estas estructuras, estendo le forma novelesca en relacién con elles. En Comp de l'Arpa aparece en 1976 un articulo de Alfred Sargatal, con un expresivo titulo, 1 tiempo de le escritura: el Recuento de Lute Goytisolom2*, que recoge lee teeie formales defendidas especialmente por Gimferrer y Valente y concluye definiendo 1a obra como “pluralidad de lecturas, repleta de significaciones y referencias c Critica del lenguaje represor de las ideologias y exaltacién del lenguaje de 1a imaginacién en libertad ¢...1. Recuento es 1a culminacion y fin de una determinada teorfa y préctica de la novela @ inicio y advenimiento de la escritura del futuro"#°. De acuerdo con esta teorfa, el lenguaje pasa © situarse como el protagoniste auténtico de le materie narrative, Cabria ente-der este planteamiento en un sentido anélogo al desarrollado por 1a elaboracién teérica del Circulo de Viena: El Lenguaje no tiene simplemente 1a funcién de 1a comunicacién, no se limite a servir « 1a comprensin intersubjetive, sino que es ya indispensable de un modo puramente solipsiste como medio de representacién. Sin el lenguaje no podria deserrollarse y doninarse le pluralidad de los conceptos y de lot contenidos enunciativos. £1 —_lenguaje constituye por ssf decirlo el cuerpo del conocimients, Sélo con eu ayuda puede Le posicién central del lenguaje y el hecho de que este experimentacién no represente en ningan momento une posicién singuler de Luis Goytisolo, sino que veya ligeda al espasor del presente, queda planteado por D. Herzberger: “Antagonia eschews the innediste literary convention that engenders it end embodies certain innovatives precepts and experimental nodes of writing fiction. This is done ine conscious and deliberate way as the tetralogy become © complex rendering of metafiction, a meditation on tha literary process from the creative use of lenguage to the giving of nesning by the implied reader. Antagonia hee rightfully been construed as @ bold piece of writing within the context of postwar Spenish narrative. It must be remembered, however, that it was not born into the literary world as 8 uniquely fashioned orphan; on the contrary it adheres to @ literary tradition deeply rooted. Y queda testimoniado por Jaime Gil de "ALL por 10s afice de 1956 2 1959, cuando el réginen perecta haber entrado en una fase de disolucién finel, los més avieados entre los Jévenes escritores solfemos decir medio en brome que el dia en que Franco desupareciese se nos plantearfa un grave problems, Franco no ha deeaperecide pero el problens se nos he plantesdo, y de une manera distinta de 1a que fentonces podiams imaginar. Porque 10 que esté en trance de desaparecer son lee condiciones que nos pernitieron identificar 1a opresién, el sentimiento de futilidad y el soliterio desamparo en que vivinos 1¢ mayor{e de los eecritores espafioles con 18 opresién, 1a penuria y le desamparada incertidumbre en que vivie is gran masa de nuestros compatriotas. Cada vez resulta més diffctl contemplar en le propia frustractén un simbolo de 1a frustracién del pati Absndonados a nosotros, los escritores nos encontramos habitendo una sociedad en le que coexisten 10s inconvententes del pertode anterior y los que trae consigo el crecimiento industrial y econénico, sin que asonen todavia por ningune parte los alicientes que éste svele ofrecer en les sociedsdes -—«capitalistas —pplenamente desarrolladas, entre los cusles el prinero es 1a Iiberted de expresién. (...) En te circunstancies, el penorana Literario espaffol resulta forzose- mente sortecino, £1 desdén de 1a realidad y une endarazosa conviccién de estar defen-diendo Ie buena cause mantienen todavia a una parte de los eacritores en 186 posictones de hece unos afics. Sus poemas, novelec y eneayos adolecen de lo que un buen poeta, José Angel Valente, lleme formelisno tandtico, y no son otra cosa que gestos ritueles, exoreismos encaminados 8 expulser los denonics, cada vez més insistentes, que etormentan su buena conciencia de escritores engegée. Otros estén demasiado atereados en asiniler, y en padecer, 1a nueva situacién, pore poder escribir, o pare que lo que escriben no resulte, en el fondo y en le forma, incomplete y ambiguo. Pero no serie extratio que dentro de my poco se desencadenase una intransigente reaccién contra 1a literature octal que he. predominado, bajo diversas etiquetes y con varios matices, durante los Gltimce quince meee? , El milegro econémico de los efios sesenta no encuentra como correlato obligado un milagro polftico que tendrie que esperar todavia hasta bien entrada 1a década siguiente. Per- en cualquier caso, sf trajo consigo la desepericién de 1 literatura social. La novela de este tendencia habse eupueeto un modo literario de oposicién al franquismo, y esa intencionalidad de denuncia de unas condicion de vide le confiere, como ya hemos apuntedo, un cerécter meramente gestual que merms velor art{etico a eu discurso literaric, No obstente, es a algunos de estos escritores = quienes corresponde el mérito histérico objetivo de haber ecabado con aquelle retérica da circunstancias, La recepcién de une literatura, en palabras del propio Goytisolo "digna de los tiempos qu corrian", a través de C. Barrel ¢ Seix Barrel), J. Herralde Anagrams), E. Tusquets > Kentiane. (Belleze sin gracia)", Natureleze y razon en ln_estética del setecientos, Madrid, Visor, 1969, pp. 73-115. 6) A. BLOOM, Gigantes y enanos. Interpretaciones sobre Ja historia sociopolitica de Qccidente, Buenos Aires, Gedisa, 1991, p. 11. 9) F. ALVAREZ PALACIOS, Novela y culture espaficla de postguerra, Madrid, Cuadernos para @1 diélogo-Edicusa, 1975, p. 371. 10> Cfr., J.-L. ABELLAN, La industria cultural en Espafia, Madrid, Cuadernos para el diélogo- Edicuea, 1975, estudio en el que se propone el autor “{neietir en la consideracién estructural segin le cual la cUltura de un pais es un producto del mismo, y si ese pafe es une sociedad moderna, un producto industrial". En ello se insiste especificamente en le prinera parte del volumen, extendiéndose “en 1a situacién y los problemas de esa produccién industrial de le culture; editoriales, publicaciones, colegio: universidades, politica gubernativa sobre medios informativos, etc." ¢p. 7) 11) Racordamos aqui a G. DELLA VOLPE, Critica del gusto, Bercelona, Seix Barral, 1966: "No hay duda de que asi surge una masa de problemas (desde el problema de los modos de le verdad poética o ertistice, verdad que, por ejemplo, no puede excluir e1 anecronisno hasta el problema del sentido exacto de expresiones como <>, etc. >; pero no parece que podamos sustraernos a esos problemas declaréndoloe peeudo-problemas o sofisticaciones de f1lésofos contemplativos". M. Vazquez Montalban, “Tr: notes sobre literatura y dogma", Literatura espaficla = treinte afies del siglo XXL, numero extraordinario de Guadernos pare @] Diglogo, XXIII ‘diciembre 1970), pp. 5-8, precisaré la importancia del planteamiento estructural de G. Della Volpe y eu contribucién a le superacién del escollo metodolégico a que habia liegedo 1a critica litereria espafiola: “Por une parte 1a corriente necestilfatica proponie une codificact6n objetiva de los recursos lingiisticos implicados en el andlicis. Por otra parte la corriente ideolégica (monopolizads por el marxismo, puesto que los criticos de dereches an no habfen superado el positiviemo o el impresionismo més subjetivo? pasaba toda obra litererta por el resero de su rentabilidad hietérica nds inmediate, es decir por su contribucién a 1a lucha de cl equi y shore. La primera tendencia invalidebs une altima comprensién del hecho litererio en relacién con el contexto histérico. Era, en el fondo, une variante perfeccionada del anélisis positiviste redicalmente adialéctico. Le segunda tendencia hecfa inexplicable buena perte del hecho literario histéricamente considerado y conducfa e un maniqueismo literario ideologizado, insuficiente para 1a comprensién del gusto. Esta segunda tendencia sélo tenta gerentiae de supervivencia previa legislacién o Amposicién por decreto. Su frac deede un plenteamiento teérico intentaba aplicerse a anélisis concretos. Las construcctones tedricas de Lukéce resisten hasta que Lukécs se decide evidenciarlas mediante el anélisis concreto; entoncer liquide @ Faulkner e golpe de ideologta o falsea toda una historia de le literatura (la alemana? prescindiendo de aquellos autores que no encajan en su eequema tedrico previo" (p. 19). 12> GARCIA GAiL.ANO, apernictoso? influjo de le critica", La Literatura Espafiola Actual, nimero monogréfico de Cuenta y Razén, 48-49 Julio-agosto 1989), pp. 103-107, Y. LISSORGUES, “Algunos aspectos de le renovacién de le novela espaficla desde 1975", RREsp, pp: 27-37, , pp. 247-291, traza unee conclusiones que dificiimente podré dejar de tener en cuenta a lo largo de mi exposicion: “Coneiderads 1a enumeracién caética en el conjunto de sus manifestaciones modernas, se nos aparece como consecuencia y extremamiento de es mezcla estilfetica que Auerbach ha estudiado perticularmente en le novela del siglo XIX. En Stendhal, en Balzac, en Flaubert, en tantos otros, se borran las fronteres entre las cleses sccisles y se reconcce 10 que hay de trégico en le existencia cotidiana del hombre en un ambiente <>, entre cosas <? Un paso més y 1a democracia humana se vers rodeada por 1e democracia de les cosas. Las cosas se ealdrén de eu quicio, que perecta fijado de une vez por todas, En ese mundo que Dios cred, segan el relato del Génesis, con orden perfecto y con la preciei6n légica de un espiritu enciclopédico y metédico, las cosas llegan e hacerse auténomes y empiezen a arremolinarse en torno el hombre, mezclaéndose con las criaturas, con el hombre mismo, con sus herramientas, sus ideas, sentimtentos, y hasta con sus palabras: el torbellino de palabras, de slogans, de frases hechas, se efiediré en les noveles de Joyce o Doblin a los torbellinos de cosas que revolotean elrededor del hombre moderno, y puede hnacerse més <>, més obsesivo que la reelided + > que ejecuté sobre “Le oferta de un kiosko de nuestros dias” el profesor J.¢, MAINER, “El parto de los montes o de 1a escasa funcién de le razén en nuestros dfas*, Diez afios de culture, 1975-1985, nimero monogréfico de Las Nuevas Letras, 3/4 (inviernc 1985), pp. 2-9: le oferta de le semana “en que escribo (finales de febrero de 1985) permite ver en grate promiecuidad y bajo un sol tibio una oferta discogréfica que incluye dos sinfontes de Beethoven y, refutando = Adorno y @ Ortega, sendas creactones de Arnold Schonberg y Anton Webern. En el apartado de libros de pensemiento, podemos elegir entre les tapas rojes que celen 1a Obra abierta de Umberto Eco y lee azules de La ética protestante y el nacimiento del capitalismo de Max Weber, si no optanos por les marfilefias que guarden una novela de Rosi Chacel. Al lado y en grato desorden, hay fasctculos sobre los secretes de los ordenadores manus: nueva guia de restaurantes y un curso de inglé: nueva y apasionante novele-informe podria volver a escribir el difunto Georges Pérec si hubiera esperade @ pergefier 1a galeria del consumo cultural de los hijos de los protagonistas de Les choses, ahora que tendrien veintipocos afios los herederos de aquellos héroes de 1968! Parece inevitable ver algo asi cono 1a domesticacién de la cultura en este implicite refutacion de la minorfa, Y puede que incluso haye algo de barbarie -de pecado contra los ritmos de 1s historie- en 1a superposicién mecénica de titulos, asi alzados a un limbo intemporal y acritico que preside el letrero que fija su precio en 195 pesetas por volumen (dos y un boleto para la rifa en eutomévil, cuando 1a coleccién hace su oferta de lanzamiento)... Pero Marx -baluarte de la historia~ ha venido, dicen, @ morir con duelo de fasciculos y vulgarizacién Kioskera” (p. 9). En adelante, DACult. 17), -VATTIMO, La_soctedad transparente, Con un prefacio del autor a la edicién espafiole, _introduccién 7, ~—« ORNATE, Barcelona, Paidée/I.C.E-U.A.B., 1990, pp. 60-61 18) J. MARIAS, “El presente literario”, LEACyR, pp. 7-8. 19) Barcelona, Seix Berral, 1978, Insula, 146 (1959), 22) J. J. PERLADO, Lo _Estafeta Literaria, 159 (1958), p. 7. 23) J. FERNANDEZ FIGUEROA, fndice de las Aries y las Letras, 121 (19599, pp. 4-5. 24) J. L. CANO, loc. citi, p.4 28) J. M CASTELLET, Cultural, 4 (1959), pp. 5-8. 26) Otre uerte quizés —hubii corride 1a novela de haber sido presenteda al “Prix Formentor" como era intenci6n del eutor, Las rezones pera no hacerlo fueron estrictamente comerciales, ya que, de ser premiada hubiese sido Gallimard le encergada de cu publicacién en Francie, lo que no era visto con buenos ojos por los editores francet nuestro autor: Seuil. 27) R. BOSCH, Revista Hispénica Moderna, XXX (1964), pp. 142-143; A. PRAT Realidad, 3 (1964, pp. 123-126; Hispania, XLVIII (1965), pp. 616- 617. 28> 5.N. CASTELLET, Americanos, CXXVI (1963). 29) cfr. Inula, 205 (1963), p. 3. 30> 5. & VALENTE, “Tendencia y estilo", on Las palabras de la triby, Madrid, Siglo XXI, 1971, pe 14 32) F. VALLS, “Sobre la treyectorie narrative de Luis Goytieolo: una conversacién", en Las, nuevas letras, 6 (invierno de 1987), p. 86. 33> P, GIMFERRER, Plural, 41974), pp. 80-83 bo: = te Ras Bs ke visto con buenos ojos por los editores franceses de nuestro autor: Seuil. 27) R. BOSCH, Reviete Hiepdnica Moderna, XxX (1964), pp. 142-143; A. PRAT Realidad 3 (1964), pp. 123-126; Hispania, XLVIII (1965>, pp. 616- 617. 26> CASTELLET, Americanos, CXXVI <1963). 29) Cfr. Ingula, 205 (1963), p. 3. 30) A. VALENTE, “Tendencia y estilo", en Las palabras de la tribu, Madrid, Siglo XXI, 1971, p. 14. 31> Lbids pe 14. 32) F. VALLS, “Sobre le trayectoria narrativa de Luie Goytisolo: una conversecién", en Las. nuevas letras, 6 (1976), pp. 208-216. Estafete Literaria, 600 1976), pp: 2626-2627. 38. (1978), pp. 225-233. 39) Camp de 1' Arpa, 31-32 (mayo 1976), pp. 51-54, 41) V. KRAFT, El _scirculo de Viena, Medrid, Taurus, 1966, pp. 36-39. 42) D. K. HERZBERGER y C. RODRIGUEZ MARGENOT, “Luis Goytisolo' s Amtagonia: A Portrait of the Artist as a Young Men", Revista canadiense de estudios hispénicos, XIII (1988), pp. 79-92, ¢p. 79). 43) J, GIL DE BIEDMA, “Carta de Eepafia Co todo era Nochevieja en nuestra literatura al comenzer 1965)", El pie de Ja letra, Barcelon Critica, 1980, pp. 204-206. CAPfTULO III: ESTRUCTURA DE ANTAGONTS A lo largo de su tetralogia Luis Goytisolo pone en functonamiento un mecanismo mediante el cual lo imeginario (inevitable transfiguracion de lo real) se complica por el movimiento del texto que, al ir construyéndose, impone sus propies leyes a le escriture. Movimiento, pues, subjetivo y objetivo al mismo tiempo que deré como resultado 1a autononia del texto; esto es, 1a sensacién de que éste no depende tanto del autor, como de su propia energia. De esta manera, deja seguir al texto unas lineas de fuerze surgidas de una forma especifica de organizer los materiales, a un tiempo libres y minuciosamente controlados, en virtud de una estructura establecida para dar precisamente esa censacién de libertad’. Esta es sin duda la causa de que en Antagonia sea ten importante la imagen del arquitecto aludida reiteradamente en sus paginas. Como en el proyecto de éste, le tetralogia obedece a unos trazos perfilados con anterioridad @ su construccién. Este seré una de las peculiaridades que 1a definen: esa unidad ent estructural que argumentel que esté en 1a base de su gestacion*, £1 mismo autor ce manifiesa en este sentido: ‘Ankagonia no broté de una ides. Una idea es como un punto, Pero pare trazar una ifnea necesitenos dos puntos. Miadamos un tercer punto y tendrenos el especto. Puss bien: Antagonia nacié ® partir de esos cuatro puntos, como un todo erticulado ya en les diverses partes que le configuren. Y tras pocos dfs de intense concentracién. Me streveria incluso @ decir que sus lines neestres cristelizaron en cusstién de pocas horas elgin dia de mayo de 19607 . Algan dia de mayo y en un escenerio resi y concrete: 1a cércel de Carabanchel. Desde all{, desde 1s celda de castigo a donde lo habian conducido su militancia politica y 1a intransigencia de le dictadura, Luis Goytisolo, acompafiedo por el mundo errado y concéntrico de su imaginacién, perfile lo que va ® ser para é1 el laberinto de 1a creacién o 18 creacién como laberinto: la relacién dieléctica entre 41 mismo y el mundo. Y en pocas hores. Instentes, dice au: Hay inetentes en 1a vida del hombre que, por su fuerza metaférica, vienen a ser resumen 0 compendio de todas sus _percepciones conecientes @ inconscientes, 1a concentracién una dentro de otra, de toda experiencia tapiicite, instante y duractén, un tiempo muy superior, en su elesticidad y amplitud, al tiempo cronolégico. Y fijar ese instante, duracién, supone un desarrollo centrifugo, circulos que se dilaten eucesivos, que amplicon como las ondas que se agrenden en torno a donde 1a piedra se hundié en el tanque 0 com una metéfora dentro de une netéfore supone un relato. El momento éureo, qa cién de que por medio de 18 palabra crite, no e6lo creabe algo auténomo, vivo por s{ mismo, sino que en el curso de este proceso de objetivacién por 1a escriture, consegufa al misno tiempo comprender el mundo a través de sf mismo y conocerse a sf mismo través del mundo. (B, p. 623). Fue, pues, en aquellos dias de aislamiento donde comenz6 a perfilerse Antagonia con una estructura plenamente cignificetiva en sf misma que vas constituir el verdadero eje argumental de le tetralogia: El ndcleo estructural entonces creado prosiguié su desarrollo en forma de notes y nde notes, pero no enpezd 8 cobrar entidad real hasta el 1 de enero de 1963, dia en que conencé a escribir las primeras lineas de le primera parte de <, Para entonce ye sabia que 1a novela ibe a tener cuatro partes Centonces ain no les llamaba libros). Seb{a tembién 1 contenido de cada une esas partes, asf como sus respectivos titulos. Y el nimero de capitulos de le obra (96), ae{ como el de las unidades menores que yo lamaba subcapftulos (812, unidade menores que no se correspondian con los libros mencres existentes, dotados de mayor 0 enor aut ononfe, Desde este planteamiento perece clero que Antagonia es una unidad conscientemente estruc- turada. En otro momento, 1 propio autor esbozeré cusles son las claves de les divisiones entre cada uno de los cuatro libros que le configuran: En lfmeas generales, limitando le diversidad de lecturas, se podia decir que Recuente es Je biografie de un hombre (que en les ditines pégines ee entrega a cu primers experiencia literarial. Log verdes nos ofrece le vide cotidiana de ese hombre que ya escribe, nezcleda 8 sus notas, © sus recuerdos, @ sus suefios, a cus textos. El Aguiles es el libro que tel vez desorients més al principio, porque, en eperiencia, poco tiene que ver con nuestro protagoniste: el relator ya no e ReGl ni en tercera persona ni en primera, sino una entigua amante y prine lejar Matilde, que nos da su propia imagen del mundo de Rad! y que convierte a Redl en Protegoniste implicito, El_Aquiles es une obra dedicada a Ral; es coo 1a tierra vista desde 18 Luna, una perspective que me parecia importente, Finalmente, Teoria dal_conoci- Biento es 1s obra de Recl, une obra escrite por Redl que asume las experiencias Recuento, sus experiencias literarias de Los verdes y los elementos incorporedos durante ese tiempo a través de eu relacién con Matilde, Y todo eso lo reelabora, 10 restructure, y el producto final es Teoria del_conocimiento *. Pero volvamos al tema de le cércel, pues écte seré un dato determinante: “de le reclusién y la soledad puede también extreer quien le soporte el néximo de libertad y clarividencias concebiblee"(R., p-615). En efecto, un raego que destaca en la lecture de Antagonia es 1a actitud de inmovilidad en que ce encuentra siempre el nerrador con respecto a su obra, de tel forma que se podria afirmar, como destaca Alessandra Riccio, que en le relacién que se establece entre Luis Goytisolo y 1a escritura nunca se sale de Ja cAércel*. Desde su estaticmo, 10 vemos en Recuento escribir en el papel higiénico de su celda; en Los verdes sentado en su escritorio de Rosas, permitiéndonos ssomarnos a leer por encima de eu hombro, descubrir con é1 los trucos del oficio; en La Gélere, a través de los sofisticados hébitos de Matilde, leerse y comenterse - El Edicto de Milén - 1 miemo tiempo que desde eu refugio de Cadaquée va eecribiendo la inconsciente historia de Cemila; en Teoria del conocimiento, fragmentado en tres, pase, de la mesa, frente © 1a ventene de Aurea, del joven Carlos, © la pequefia hebitacién de la fonda Gorge de la Selva donde Ricardo transcribe cus grabaciones, pers llegar, finelmente, @ le cema del cacique moribundo, tercera y definitive voz que graba su propia muerte. Inmovilided, por tanto, in la que no serfa posible la creacién, por cuanto permite le concentrecién, el desarrollo de 1a memoria y le imaginacién’. Nos enfrentamos ante un tipo de conetruccién muy elaborada, sin un foco central que permite sl lector unificar y dar sentido al caos en que nos encontramos innersos. Lo que, por otra parte, 0 una caracterfetica que separa a estos textos de 1a novela anterior. la novela del siglo XIX el mundo externo, le realidad, se produce como una jalidad objetiva y externa, como algo acabado y fuera de nosotros. La vida, alli, se ve siempre sometide a un plan, a una intencién y el relato no tiene més que ordenar los acontecimientos. De ahi que E. M Forster conside: bDistoria y trama como los dos elementos imprescindibles e indispensables de 10 novela®. Para Luis Goytisole, sin embargo, retomando 1a linea de Musil*, Proust’® y el moderniemo literario, es le literatura misma la que adquiere el cerdcter de vida, En su obra, el mundo externo no es més que aquello que estimula y provoca ese centro inmévil ocupado por e: escritor, al que vemos crear y rememorar 1a vide desde le memoria. El recuerdo es el recurso emplesdo pera su Antrospecci6n. Ahora bien, no se trate equi de un recuerdo configurado desde 1a nostalgia, sino de una memoria creadora, capaz de trascender la realidad para crear otra realidad nueva desde le palabre. O se memoria vivida como le otra cara de la imaginacton, como su éngulo opuesto, que conduce a 10s sombrios territorios por donde nace 1a vide, Por eso imposible le linealidad, el trazo recto'', El escritor es una suerte de nuevo alquinieta, Como sefiala A. Sargatal igual que esté construyendo algo que acaberé por tener vide propia, al margen de 61 misno, también 9 medida que va escribiendo su obra su vida se vers modificada por elle. Que le autonomfa de la obra lleva implicita le auerte del autor. Algo senejante a lo que le ocurriré al lector a nedids que vaya adentréndose en los recovecos de 1a novela: lear, como escribir, es perderse; perderse Pera encontrarse en lo otro, Lo mismo que tode aventura - un periplo, por ejenplo- implica apartarse de 10 conocido, de le terra firme, de lo que hab{a sido el centro, para encontrar otro centro: el naufragio', Nos encontramos ya lejos de los planteamtentos del social realiemo. El texto no aspire ye @ une treneformacién efectiva del mundo y, en luger de emplazerse en le grendeza de le historia, aspire Gnicamente a hacerse un breve espacio en el mundo dieminuido, pero intimo, de los peretecs personales de 1a imaginacién; porque ésta tiene le capacided de transmitir le discontinuidad de une reelided atrapade por el pensamiento racionalista Imeginecién, pues, como inversién de este pensamiento, y, por ende, como Gnica energia en la que pueda apoyarse a creacién. Por eso Luis Goytisolo busca la realizacién de una escritura que 6: disuelve y se desrealiza a sf misma, y por eso también los procedimientos de repeticién circular que generan une literatura implosiva en le que el principio y el término de la trayectoria ficcionel son idénticos: el texto y el suseto de quien el texto deriva. De abt también la treyectorie circular que describe le obra: cfrculos concéntricos como las diversas zonas de una misma consciencia que irrumpen al unfsono en el discurso, Un discurso, por otre parte, al que habrenos de diferencier del monélogo interior a 10 Joyce, porque no se trata de la reproduccién cimbélica del pensamiento del nerredor @ posteriori, sino pensaniento en accién'*, Por eso el presente es el tiempo en el que se desarrolla 1a novela: el presente no es sélo un instante irrepetible, el presente es 1a visién del t1empo en desarrollo, una visién que incluye simlténeanente une interpretacién del pasado y una esperanza o temor del futuro, no menos incterto equél que éste, uno y otro implicitos en 1a imagen en movimiento de ese hongo atémico que crece y crece hacia lo que ya no es hongo'* (IDG., p. 315. Mediante este procedimiento el desarrollo cronolégico de la accién queda destruido por medio de un mecanismo de insercién de le propia fencia del nerredor en el tiempo, de tal forma como sefiala José Angel Valente: Jo contado queda al término del libro en un punto de suspensién, el solo punto en que 1a escritura es posible, en que 1a escritura es, antes - y més - que un acto, un estado’, Y pera conseguir esta imagen del tiempo en desarrollo el autor procede por sucesivos desplazamtentos viéndose a sf mismo dentro del movimiento; como Dente, como Velézquez: escribir vigndose escribir, pinter viéndose pinter. Al fin y al cabo “e6lo ve aquél que es cepaz de verse = sf mismo Mirando 1o que ve"(IDG., p.308). El autor se hunde en la memoria para extraer de sus propias entrefias le creacién, y para conseguirlo, necesite el mismo tiempo de otro mecaniomo: 1a introspeccién que le posibilite la objetivacién del conocimtento y le veloracién de ese conocer: objetivo final de le tetrelogia, De ahi los dos planos- narrativo y reflexive - que permean en todo momento la obri Novela que bre la tetralogia. Publicada en México, por problemas de censura, en 1973. El mismo titulo nos invita ye a peni como una especie de replenteamiento de 1a trayectoria literaria y/o existencial del autor'”. Lo que, en otro orden de cosas, estarfa en consonancis con le ingente proliferacién de libros de memories que por aquellos mismos afics empiezan « aperecer en el panorama editorial ecpafiol.'* Piénsese en Diario del. artista serianente enfermo (1974), de Jaime Gil de Biedma’* o Afios de Penitencia (1975), el primer volumen de memorias de Carlos Barral°, por citar s6lo dos autores con los que Luis Goytisolo guardé una ectrecha relacién#’. En cualquier caso, queremos resefiar que le anica relacién que nos interesa coneiderar es le que ce establece entre el autor y su obra (es decir, con el lector que rehace 1a obra), le cual excluye al autor, negéndole toda consistencia que no sea literaria**. Y ésa es le relacién que encontramos en las p&ginas Recuento: la interrelaci6n mutua entre el novelista y su creactén, es decir, 1a representacién literaria de su vida, no la de su autor. El eje narretivo central de 1a obra lo constituye 1a vide de un individuo, Redl Ferrer Gominde, cuya neurosis ser el vehiculo que lo conduzca ® resolver su problema fundamental - su relacién con el medio - a través de le creacién literaria. De ahi que el protagonista sélo se nos dé « conocer en 1 ditimo capitulo de 1a novela, cuando le nerracién pasa precisamente al presente: punto de confluencia tanto de su pasado como del futuro que pretende emprender. Desde este tiempo presente del Gitimo capitulo, el personaje opera 1a recapitulacién de 10 que he sido su vide, remonténdose hasta el mundo infantil para redescubrir, desde la serena mirada del adulto, 1a identided desenmaccerada de cade ser y de cada instante vivide: en suma, un recuento=*. Ast pues, 1a experiencia personel, mercada por el estigma de le represién (sexual, moral, politica, etc.>, y la tmeginacién creative serén los inetrumentos desde los que se opere le creacién de un texto que, partiendo de le realidad extratextual, no la mimetize, sinc que le ve a ir suplantands poco @ poco por 1a realided textual del discurso: el espacio auténomo de le escriture. Acto de libertad que al nombrar 10 no nombrable - el tabs, las trampas ideolégicas no sélo nos desvela su cardécter flusorio, sino que al mismo tiempo asedia el espacio hueco de les distintas ideologias que tienen emordazeds a la realidad extratextual. En palebri Carlos Thiebaut Ctertamente, el nombrar, e] significar y el identificarse son episodios de esa cuestién de 1a verdad, porque nombrar © identificar referir y es significar2+ La obra progrese mediante una compleje arquitectura que 1s va e estructurar en nueve capitulos © circulos concéntricos, que a medida que ce van deserrollando, irén incorporendo, a su vez, todos los nucleos argumenteles de los circulos precedentes. Estos nueve circulos, como decimos, se corresponden con los nueve capftulos en que Recuento se presente dividida. De estos, el Ultimo capitulo, el noveno, se abre, a su vez, en otros nueve eubcepftulos, de los que el ditimo, a su vez, se bifurceré en otras nueve pequefins unidades. La presencia constante del nuave funciona como un simbolo que nos remite al mundo de la Commedia de Dente, cuya referencia se haré explicita precisamente al inicio del noveno capitulo: Por qué Dente se detuvo en le descripcién del Sltimo cielo, mis allé de los nueve circulos méviles y hasta de las nueve caras angélicas, por qué le falté le fuerza a su ‘elevada fentasia para darnos una imagen de le culminacién del Empire, por qué le palabra poco es poco pera explicarnos con palabras 10 que vié en el centro de 1a Luz, cémo era el fuego del tercer cfrculo, reflejo de un iris reflejado en un iris (..)? Porque en el fondo de este fuego descubrié 1a pupile el Infierno, y entonces comprendié que el dltino circulo del Paraiso era a 1a vez el noveno circulo del Infierno 0, si se prefiere, el punto de unién entre ambos; que, centro contra centro, eran de hecho una misma cosa, como ante un espejo donde realmente uno no suptera de qué lado queda. , Por eso Recuento, como “Las Meninas", presenta una estructura interna dividida en tres partes: es slo en Las Menines donde primera aproximacién al proceso creador se herd concreta y precisa, no ya (...) por el hecho de introducir en el cuadro le figura del autor, presencia que por ef misma no hubiere representado mayor novedad, sino sobre todo, porque ese pintor, al que venos en el acto de retrater © le infenta en conmpefifa de eu menudo séquito, esté a la vez dentro y fuera del cuadro, al igual que los ojos que lo contemplan y que venos difusanente reflesedos en el espeso del fondo, unos ojos, que, adenés de ser los de los reyes, son los nuestros y los del propio pintor. Exectamente fa donde yo ibe: sélo ve aquél que es capa de verse a si mismo mirendo lo que ve. (R. 307-308). Como "Las Meninas", como le Commedia, Recuento presenta una estructura ternarie donde la organizacién formal se corresponde de forma peralela con el aspecto significative, En este sentido, Francisca Pérez Carrefio afirma: Le exprecién por medio de les figures y sus gectos debe entenderse segin un cédigo de Fepresentacién ms o menos generalized. Le tendencia naturalista en arte representa los ystos tal y como cree verlos en le reslided, ‘segin un cédigo simple de representacién del singuler, por tanto queda fuera de nuestre investigacién ei la expresién real de sentimtentos es naturel 0 convencionel, innate o aprendide. Le representacién de ntimtentos ligados a figures es un ca intermedio de representactén del singular y del general. A través del gesto se evoce el Sentimtento, se pasa de lo concreto © lo abstracto, de le frente triste « le trister do 1a mirada perdida a 18 ensofiacién. En todo caso no se trata de expresion sino de representacién de objetos a los que se eupone lun estado interior reconocible en un gesto™. Maria Grazia Ciccarello™* propone la divieién de 1a obra en tres segmentos nerrativos que distribuye de 1a siguiente forma: + Equilibrio-identided: Comprende los capftulos I, II,III,IV. En ellos 1e narracién se ocupa de la infencia de Real on el Montseny durante le guerra civil, cu etapa escolar en Barcelona, veraneo en Vallfosca, pericdo univereitario en Barcelona donde establece relaciones amistosss con Federico, Leo, Adolfo, etc. Afiliecién al partido comunista e inicio de eu relacién amorosa con Nuria. Ir Pérdida de equilibrio identided: este segundo cegmento ocuperia ice capftulos V, VI, VII, VIII y los custro primeros Subcapitulos del IX. En ellos encontramoe los siguientes nocleos narrativos: rvicio militar. Actividad clandestina en el P.C. Relacién con Aurora. Detencién de Leo. Muerte de tia Paquits. Muerte del padre de Nuria. Crisis politica y morel de Raul. Caide de Ral. cércel, Reequilibrio-recuperacién de le identidag: se corresponde con las Gitimas partes del pitulo IX. Desde el subcapitulo V - "El camino que conduce hasta estas notas” - hasta el final. En él sintetizamos los siguientes nicleos: Cércel e inicio la escriturs. Excarcelacién del protagonist. Matrimonio con Nuria y nacimiento de su primer hijo. Muerte del padre de Ral. Reinicio de le escritura de la novela. Rupture sentimental con Nuria. Viaje o Rosas donde comienza a escribir los dos primeros capi- tulos de su obra. Los capitulos presentan una estruc- tura in crescendo desde le brevedad del primero a les casi doscientas péginas del octavo, para pasar, tras las sucesivas subdivisiones del dltimo capitulo, de nuevo s la brevedad, con lo que el circulo se cierra fundiéndose principio y final en un abrazo formal y seméntico, @, Poulet, 1 poner en contacto las Gonfesiones de un comedor de opic de De Quincey, les escaleras de Piranesi y las enotaciones de Baudeleire al margen de De Quincey sefial: le multiplicactén baudeleriane se base, puss, en una experiencia muy préxime e le escrite por De Quincey. No se relactona con une plurelided discontinua de elenentos disinil sino, el contrerio, a la respericién de une figura nica en una serie de puntos del tempo o del espacio que se muestra de nuevo en cade uno de ellos similar a sf misma, cono si estuviere reproducida en esos puntos por algin procedimiento de reduplicacién perpetuanente reiterado. Tal es, en efecto, sin duda el aspecto que deben tomer los dos grandes principios de representacién de lo real, tiempo y espacio, desde el momento en que se presentan como absolutanente trascendentes © 1a formas sensibles de ellos dependientes. (...1 El personaje piranesiano que reaperece piso tras piso a lo largo de una inmensa escalera es ¢1 sinbolo de este transformecién de le persona hunene entregeda a un sistema de leyes. Todo parece, entonces, reduciree © un functonamtento cuyo fin expreso es 1 reaparicién de 10 idéntico, Como del lugar donde se he errojedo une piedra en un estanque curge una serie de figuras semejentes unas a otras que no difieren més que por su emplitud creciente y por el monento de sus reapericiones, asi, los diferentes personajes idénticos unos # otros y escelonados en le escelere piranesiene tienen el aire de haber sido sometides, como los soldados de plono de una misma caja a un proceso de fabricacién unico y a un modo de diseninacién ecanica que los sitda intervalos reguleres @ lo lergo de une cadena, 1a del espacio-tiempot...194. Le cite ha sido larga, pero creo que explica por s{ misma en qué coordenadas ectéticas mueve Luis Goytisolo, pese # no admitirlo en sus poéticas explicitas=. Este paraleliemo formal y seméntico que observamos obliga al lector a tomar distancia con respecto al texto, ya que, como ha sefialado Pere Gimferrer: 1a lectura de Racuento es traicionera, porque cada capitulo ebriré un nuevo circulo, un nuevo nivel estilistico, y les sucesive: aparienctas que ofreceré 18 novela (desde le perspectiva infantil del primer capitulo! (costumbr imo, generacional, controversia civil, sétira social, por citar quizé las més lamatives) s6lo se revelerén engefloses 0 percisles en 1a medida en que advirtamos el sentido de las metamorfosis denotadas por cada circulo, y el valor de los elementos reiterados 0 embleséticos que subsisten y aperecen a lo largo de todos Primer segmento narrative, El capftulo I nos presente al protagoniste, Radl, durante 1a guerra, su temprana conciencia de le escieién nacional en dos bandos: los necioneles , Barcelona (II), Vellfosca ID, Barcelona (IV). La narractén se completamente objetivada, de forma que se produce una absolute simbiéeis entre la voz impersonal que nerra y lo nerrado, Meria Grazia Ciccarello circunscribe, por esto, este segmento con el dmbito del orden y del equilibrio: “Le nerrezione procede secondo un ordine progressive @ lineare che segue le *crescite” del personaggio, dall_ colegio all’ niversita, alle sua iniziacione, sentinentele @ eessuale con Nuris, ideologica nel partite commnista clandestino, Tempo della storia ¢ ‘tempo del discorso si mantengono paralleli, « clo che apprendiano passa attraverso 1 discoret (iretti o indiretti) det personagt che Radi ascoltass, En cuanto a eu aspecto temporal, se trate de un tiempo que se proyecta hacia el pasado. Junto al perfecto, es el imperfecto el tiempo dominente en el releto: tiempo que ee proyecta hacia el pasado desde 1a memoria del narrador - de shi 1a etmosfera onirica que destile - que se hunde haste el recuerdo de la infencia para acercarse desde allt, paso a paso, circulo @ circulo, hasta el presente en que esté teniendo luger le escritura. De modo parelelo, el discurso se iré edeptando en cade monento @ le etapa en que tuvo lugar experiencia, shora recobrada, con una precieién que afecta no slo al Lenguaje, sinc tembén a los datos del entorno accesible a los sentidos. G. Bachelard en_La postica dele ensofiacién sfirma: Hay ensofiaciones ten profundas, ensofiecion. que nos ayudan a deacender ten profundenente fen nosotros que nos desenberazen de nuestra historia, nos liberan de nuestro nombre, Esas soledades de hoy nos devuelven a nuestras soledades primaras. fetes, soledades de nifio, dejan on algunas alnes serces inborrable Toda le vida esté weibilizada por le ensofiecién poétice, por una aneofiacién que be el precio de 1a soledad. La infancta conoce 18 desdiche gracias @ los hombres. En 1a soledad puede distender sus penes. El nifio siente hiJo del cosmos cuando el mundo de Jos hombres to daja en paz. Y es aci como en 1a soleded, cuando es sefor de sus, ensofiecioes, el nific conoce le diche de sofier que seré més tarde 1a dicha de los poetas? Fijémonos si no en el papel que juege le masica - populer, pero también 1a del bando vencedor - en 1a rememorecién del mundo infantil. Como olor que de repente nos transporta a los barrios de las ciudades en que elgune vez vivinos, o ese sabor que nos remonta e le cocina familiar, le misice, andando e1 tiempo, se incrusta como una costra en el recuerdo y eus letras pasan a former parte del discurso que lo rememor*#: Los renansos quedaben més abajo, Sonaba el agua a lo lergo del valle y el sol resplandecta en el rocio, ay mi rocio, &, p15). Se ponta colorete y canturreaba, se rizabe el pelo, se pintabe los ofos, 106 labios, capullito florecto, (B, p. 15) Batlaban en un salén bien {luminade, con arafas de cristal, y algunas parejas se gritaben y refen, se achuchaban. AI pensar en tus quereres voy @ perder ol sentin (R, p. 15). Gantaban cara al sol, formando corrillos, celebrando Je victoria que fue tuye porque ‘est 10 eeperaba cuando, muerte de pena, 0 1a virgen rezaba tu novia morena. (B., p. 15). Volvien de excursién, elgo acelorados, con el Jersey anudado en torno a 1a cinturs, y pesaron cantando bajo 1a ventana, sanos y J6venes, paseando despacio cogidos de 1a mano, 10 de las cinco roses. (Ry p. 17) El narrador, transformedo 61 mismo en objeto de su propia nerrecién, deja que ésta se vaya deecribiendo a ef misma de forma objetiva, pero al mismo tiempo cubjetivada por cer 61 mismo 1a fuente de le que nace. y este tiempo feliz era una especie és comunidad; todos se sentien floter en une especte de embriaguez ligers. No se pensabs; ni <en defenderse, ni <> en atecar...Era no una revoluciéneino une fevolucién de <> natural, como el ritmo de las esteciones, s6lo habfa que hacer cono cuando 6e oye una misica que resulta ser le propia: seguirle, seguirla en el aire de la vidas, II, Segundo segmento nerre- Se inicia con el capitulo V en el que se nerra 1a experiencia militer de Redl en un campamento de milicias. Episodio éste que va a suponer un paso més en la toma de conciencia personal y politica del protagoniste. El capfiulo functona como auténtico gozne entre el primer segmento nerrativo y el segundo, en tanto que, segin A. Riccio: con el capitulo V, que evoca 1a experiencia de le vide militar en un cempanento, termine Ja educacién pasiva de Radi, que, en el cepftulo VI, toma conciencia de 1a realidad y empieza cu militancia politica vivide como nice reaccién posible @ 1a mediccrided, el niedo, © 1a superfictalided: Aqui culmine le *educacton"44, Encontramos ehora un cambio considerable con reepecto el segnento anterior que apunte ya hacia un nuevo estadio, Cambio que, por otra perte, ce podfa ya vislumbrar el finel del capitulo anterior. El discurso pase ehora de le objetivided referencial del priner bloque narretivo a cubjetivarse. Para mayor precisién, en adelente Antenteremos acomodar las <> y los < a les categories que establece G. Genette**. De esta forma encontrariancs cémo Luis Goytisolo desde el capitulo primero se ha venido eituando en un nivel <>, ausente de 1a historia contada, y en une relacién <> reepecto a un <>, que en ese espacio quedarfa situado en le distancia més extrena entre el <> y el <>. fete queda entregado en eu accién a le voluntad de un Luis Goytisolo que actuarfa heeta el cap.tulo V como narrador en primer grado. Ahora bien, este capitulo V modificeré sustencielmente 1a perspective que hemos disefiado. £1 desvelamiento de un Ral Ferrer Gaminde que pasa « tomar le posicién del <>, ocupando un nivel <> respecto a le historia y @ mantener una relacién <> respecto a materia de eu nerracién cambiaré radicalmente el tiempo del releto tal y compo hasta el momento lo conceb{anos. El tramo entre el capitulo I y el V paseré @ convertiree en un proceso ansléptico respecto al tiempo “presente” del quinto capitulo, y descubrimos que Ral ee ha comportado en ese tramo como un <> que ha intentado ocultar su identidad eitudndose en un nivel <> y en una relacién <>, es decir, emulando al propio yo-autor. Es el capitulo V el que, al deovelar cu identidad y le existencia de un proceso analéptico, eituaré 8 Radl «en un_—ntvel > y en una relacién, con respecto @ le historia, > NIVEL EXTRADIEGETICO INTRADIEGETICO RELACION HETERODIEGETICO Luis Goytisolo HOMODIEGETICO RAGL , Espafia nacién guerrera y glorioss, patria secrosenta, nuestro anhelo y nuestro orgullo es tu grandeze, que noble y fuerte, y por verte temida y honrada contentos tus hifos irén a le muerte, Y, también desde le tribune presidencial, 1a homl{e del augusto Purpurado de norado © rojo, igual da, sus invocaciones a Dios y al César, hoy festividad de Santiago, sefior de los ejércitos, @1 protoapéstol, protopatrén de le Protopatria, rayo de le guerra que tent! veces ha intervenido providencialment: salvando a Espefia de 1a enenige internacional (1.0 y gus conéideracionas, 0 mejor, exhortaciones relatives @ como terrenel debe ser referida a la celestial(...)*7. sR, pp. 121-122) Signos que heb{amos vislunbrado en capitulos anteriores, “de todas partes llegeban los signzs, les voces", pero que comienzen shora a recuperer su verdadera significacién opaca. La voz del narredor impersonel que nos he venido hablanio desde el principio va a ir poco @ poco difuminéndose para dar paso ® otra voz: 1a de le propia ideologia - o mejor ideologias - expreséndose a si misma. £1 en- tertor tono objetivo de crénica se ver& desbordado ahora por un proceso de figuracién que va a ir - como decfamos - desplazando 1a historia hacia un discurso que se despliega ante el lector pare mostrarsi La critica del diecurso ideol6gico, elemento central del libro, es en Recuento una critica presentacional(...).En efecto, no se critica al discurso. se lo trae simplemente al pleno del acontecer, se le convierte en acont ecimiento**. Eete cambio de perspectiva que vemos parecer en el cegundo segmento narrativo supone le culminacién de le educacién pasiva recibida por el protagonista y el inicio de su etapa adulte. La cual va a estar merceads por una profunda crisis de identidad, motiveda por una existencia que ahora se ve regida bajo el signo de la incoherencia. Esto se reflejeré en los capitulos siguientes - VI, VII, VIIT ~ por un cambio de rumbo en el discurso narrativo que lo vas eituar en el plano de le imeginacién pare, desde allt, asediar y cuestioner le realidad desde une perspectiva plural £1 capftulo VI se abre con un Radl plenamente integrado en la militancia politica de’ antifranquismo clandestino, arrojando octavillas en los alrededores de 1s Sagrada Familia. A lo largo de la nerracién iremos observando cémo lee motivaciones de su vocacién revolucionaria no son otras que el intento de superar le aefixiente mediccridad del ambiente que lo rodeaba. Su activismo militente se nos presente ahora como una forma de cenalizecién de cus impuleos nihilistas: 1 fondo no le importaba neda ni nedie, ni niona piel. Solo destrutr, contributr en posible a le decapitacién de le sociedad fen que vivian, de ef mien, si fuera necesaric, para acabar de una vez y @ cualquier precio con esta monstruosa far (By p 198 Més adelante se volveré = hacer une reflexién sobre la incoherencia ideolégica de aquelle Juventud burgueea inquieta que buscabs en le actividad politica clendectina més una salide de orden personal, que una auténtica = identificacién con les reivindicactones obreras que decien defender: Jo que a solidez politica sector de le juventud burguesa de hoy que, en ablerto - © ideolégicamente incoherente - conflicto con eu medio social, alterna una vida disipada y nocturna con pretendidos enpefios —revolucionarios, cuyomarcedo radicalisno sélo encubre, en le mayor parte de los casos le bésqueda de una solucién a problemas personales, cuando no a deseos in- bles o ambiciones egoistas®®. (B..p. Los capitulos VII y IIT, y especialmente wete dltimo, tienen como protagonists 1a Barcelona de fineles de los afios cincuenta. A través de eu geograffa urbana discurrirén los novimtentos estudiantiles del 56, sus organizacione clandestinas, 186 convereaciones sobre el sexo, 1a femtlia, le guerre. Se nos describen sus calles, sus fiestas , su arquitectura, sus monumentos; y todo ello, como contexto desde el que hecernos una rediograffe sociopolitica de su pequefia y gran burguesia, de 10 que supone el catalanismo mismo. Las descripciones geogréficas, antropologicas, soctolégicas, de le ciudad sirven como contrapunto a le agitacién sin sentido de sus personajes: el falso compromiso de los universiterios, las regies de juego manejades por el mundo industriel que Radl va = tener oportunided de conocer al intenter resolver algunos problemas financieros de Nuria. Como eefiale José Angel Valente: Todo nace de 1a ciudad, y todo reconverge o 6 absorvido en ella. Expelente matriz y dentads vagina © donde todo lo nacido vuelve pera ser devorado, Ciuded virago que se elinenta, bien claro esté, de lo que engondra. Ciudad Seturno. Porque su reino est ciertanente en el tiempo, en donde todo se ecumule, en donde todo queda escrito pare el gedlogo, para el arqueclogo, para el sociélogo o para la piqueta, el derribo, 18 demolicién, 1a bona (la bombs del Liceo permanente o diferentes boabss transitorti y pore 1a cuadrangular llamada de los éngeles fen un perpetuo dia de 1a ira en el que el tiempo o el libro, al fin hen de ser desventrados: Liber scriptus proferetur, Y este libro, en verdad, vonita ciudad y ttempo*". Y Angel Gonzélez en sus Dos versiones del _Apocalipsis amplifice: Segin los epocelipticos pesimistas, 10 peor del fin del mundo no es 01 desvanecimiento del presente y del porvenir, sino le aniquilecién del pasado, Es més; parece que ‘entre los planes apocalipticos de Dios sélo figuren 1a destruccién del passdo. Besta con eso para que en el acto ce desvanezcen lo que es y lo que hubtese sido. Los apocalipticos opti- mistas, en cambio, no temen el Fin del Mundo, lo viven; es para ellos un hecho viejo que comenz6 hace millones de afics, en el monento mismo de la creacién del Universo, cuando Dice intenté meter le realidad temporal - based on 1a cistemética destruccién del presente - dentro de le irreslided eterna. Eeto no quiere decir que el Apocelipsis ses, por desgracis, un hecho consumado, sino un acto consundndose - consumiéndose - que, por un error de célculo divino, esté durendo demasiado, Lo que en cualquier momento puede suceder, segin ellos, no es el fin del mundo, eluya!) &] Fin del Fin del Murdo, <>, dicen esperanzados. La aprensién de los spocelipticos pesimistes respecto #1 destino del presente y del futuro les parece, por lo tanto, una futilidad, No asf su actitud ante el pasado que es, en ov opinién, el resultedo de una siniestra mitificactén del tiempo muerto, my frecuente entre los poetas, que a nada bueno puede conducir, <> (sten®? A través de le ciuded s reconstruye le realidad sociel para buscer en ella les raices de la crisie de identidad del protagonista, de 1a confueién ideolégica a que lo ha sonetido una sociedad que, lejos de sat piraciones, 10 ha conducido @ una serie de alienaciones**. Ce las que José Ortega destace: 4) social, contra las circustancias objetives y princtpios de le burguesia; b) sexual, contra las normas procreadores de una moral catélica represive; ¢) existencial, es decir, intento de superacién de una forms de vide inauténtica; 4) psicol6gices, pore separacién de su trabajo y el frecaso del proyecto de eu vida (<?); 0) polftice, desilusién con el PCS4. La bisqueda de u identided tiene que paser necesariamente por la ruptura con la tradicién y le mora: introyectada. Pero, al mismo tiempo, 1a exploracién de esta serie de alienaciones constituye un intento por humanizer le reelided que confiere al personaje una proyeccién universe, Esta rupture del orden = que acterize el segundo segmento se proyecta a todos los niveles de 1a obra, Le historia rompe con le Linealided de los primeros cepftulos y ee organiza siguiendo una estructura en espirel que se va a ir abriendo en circulos concéntricos que fracturan el tiempo de la historia para introducir en ésta une dimencién nueva: les propias reflexiones del narrador. As{, en el capitulo VI ocupe el breve tiempo que intercede entre el reparto de octevilles por parte Aurora y Rad] en le Segrade Familia, a quienes se les uniré Federico con su coche para regresar a casa de RaGl, La estructura en espiral hace retroceder de forme intermitente le nerracién al primer encuentro con Aurora, © la preparacién de la multicopista, el encuentro en casa de Leo...pera pasar a un excurso descriptive de la Sagrada Femilie, a le que se describe con estas palabr. Sagrado Aborto, una obra en 1a que no parece sino que le burguesia barcelonesa hubiera querido no s6lo reflejarse 8 si misms, sino, sobre todo, perpetuarse, proyectarse, ders persimonia, plasmar en piedra su futuro como en un libro abjerto situando a 1a familia en el centro de toda orgenizacién social, una familia que si por una parte reproduce el esquena de La Sanntisina Trinidad o unicidad de los tres - tres personas y una sole natureleze - por otra 96 concebida a imagen y senejenza de su propio ideal femilier, con un padre que es més mucho més que el honbre igual cualquier otro que eparenta ser, un padre que es realmente el creador, el fundador, fuerze ganeradora por excelencia, y tuna madre de pureza inneculade y, sobre todo, un hijo mado que, satiefactendo 1 perenzas en 1 pusstes, tres superar uns tras otra las pruebas que 1a vide le reserve, consolidaré definitivemente 1a empresa paterna, convirtiéndola en un verdadero imperio. S6lo que esta eupresa bien podia no discurrir por los cauces previstos, bien podia ser arrollada por una empresa no ya distinta sino haste opuesta, y cable que aquel dies iree, dies ille, no fuera el esperado, mientras e¢2 imper‘o cafe y con sus ruinas se construfa en su lugar uno nuevo, un templo cuyas fachedes serfen otras, le del Leventamiento Popular, con sus pétreos relieves de masas en 1a calle y berricadas y ‘armas como puflos en alto y explosiones Ancendios, fuego « discrecién, un pueblo en marcha contra las cargas y descarg represivec, avanzando eplastante, :on un rojo despliegue de benderas, 2 modo de renate, proclamando el triunfo, y le fecheda de le Revolucién, de le construccién del socialicao Propiamente dicha, donde hoces y martillos dejerian de ser armas para convertirse en herranientas, y @ le fuerza de los misculos no Ge opondria conflictiva, antes bien acoplaria, 1s de le méquine, en equelle singular representacién de una com que se construye a of misma, sobris, pero arménicemente, a la luz como un sol en lo alto, de la inteligencia, Y en el centro, flanqueada por las otras dos, le fachada de Je Nueva Sociedad, por elgin motivo, como el Parefeo de le Commedia, més abstracta, més difichl de expresar o tal vez, de ineginer. Une empresa no netafisica sino materialist no mecénica sino dialéctica, critica de le critica critica. .Qué sentido tenfe cualquier otra teres frente a ésta, cualquier otro probleme, las razones pera vivir née intines, escribir, poner como una hormiga une pelabra tras otra, un pérrafo tras otro? cQué importancia podia tener 1o denés? 2 "Qué habie de comparable? jGaudesmust_j Gaudeanus, igiturt!®* (BR, p. 181). Y 1 capitulo concluye con une feliz cone femilier. De forma anéloga procede 1a historia durante los capitulos siguientes, hasta el capitulo Ix eubcapitulo IV. Gimferrer resalteba ya cémo esa orgenizecién estructural que observemos se materialize fen ol texto mediante 1a irrupcién de une voz extrafa que, en principio, parece ajena e las necesidede objetivas de le narracién, pero que va a ir tomando 18 palabra elternativanente y objetivéndose en una eerie de discursos que centrerén el tema de Barcelona desde distintes perspectivas eruditas (la arqueclogta, le

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