0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
11 vistas1 página
Santidad. La santidad de Dios quiere decir que el está
separado del pecado y dedicado a buscar su propio honor. Esta
definición contiene una cualidad relacional (separación de) y una
cualidad moral (la separación es del pecado o del mal, y la
devoción tiene como propósito dar honor y gloria a Dios). El
concepto de la santidad como separación del mal y devoción a la
gloria de Dios se halla en varios pasajes del Antiguo Testamento.
Por ejemplo, la palabra santo se usaba para describir ambas partes
del tabernáculo. El tabernáculo en sí mismo era un lugar separado
del mal y del pecado del mundo, y el primer re-cinto se llamaba
«Lugar Santo». Estaba dedicado al servicio de Dios. Pero luego
Dios; ordenó que hubiera un velo o cortina, «la cual separará el
Lugar Santo del Lugar Santísimo, y coloca el arca del pacto detrás
de la cortina» (Ex 26:33). El Lugar Santísimo, en donde se
guardaba el arca del pacto, era el lugar más separado del mal y del
pecado, y más completamente dedicado al servicio de Dios.
Dios mismo es el Santísimo. Se le llama el «Santo de Israel» (Sal
71:22; 78:41; 89:181; Is 1:4; 5:19,24; et ál.). Los serafines
alrededor del trono de Dios claman: «Santo, santo, santo es el
SEÑOR Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria» (Is
6:3). «Exalten al SEÑOR nuestro Dios; adórenlo en su santo monte:
¡Santo es el SEÑOR nuestro Dios!» (Sal 99:9; cf. 99:3,5; 22:3).
La santidad de Dios es el modelo que su pueblo ha de imitar. Les
ordena: «Sean san-tos, porque yo, el SEÑOR su Dios, soy santo»
(Lev 19:2; cf 11:44-45; 20:26; 1 P 1:16)1 (litando Dios saco a su
pueblo de Egipto, los acercó a él y les ordenó que obedecieran su
voz, les dijo: «Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y
una nación santa» (Éx 19:4-6). En este caso la idea de separación
del mal y del pecado (que aquí incluyó de una manera muy
contundente la separación de la vida en Egipto) y la idea de
devoción a Dios (al servirle y obedecer sus estatutos), se ven en el
ejemplo de una «nación santa». Los creyentes del nuevo pacto
también deben buscar «la santidad, sin la cual nadie verá al Señor
(He 1 2:14) y saber que la disciplina de Dios se nos aplica «a fin de
que participemos de su santidad» (Ele 12:10). No solamente los
individuos, sino también la misma Iglesia debí crecer en santidad
(VA 5:26-27), hasta el día cuando todo en la tierra estará separado de
mal, purificado del pecado y dedicado al servicio de Dios con
verdadera pureza moral (Zac 14:20 21).
Santidad. La santidad de Dios quiere decir que el está
separado del pecado y dedicado a buscar su propio honor. Esta
definición contiene una cualidad relacional (separación de) y una
cualidad moral (la separación es del pecado o del mal, y la
devoción tiene como propósito dar honor y gloria a Dios). El
concepto de la santidad como separación del mal y devoción a la
gloria de Dios se halla en varios pasajes del Antiguo Testamento.
Por ejemplo, la palabra santo se usaba para describir ambas partes
del tabernáculo. El tabernáculo en sí mismo era un lugar separado
del mal y del pecado del mundo, y el primer re-cinto se llamaba
«Lugar Santo». Estaba dedicado al servicio de Dios. Pero luego
Dios; ordenó que hubiera un velo o cortina, «la cual separará el
Lugar Santo del Lugar Santísimo, y coloca el arca del pacto detrás
de la cortina» (Ex 26:33). El Lugar Santísimo, en donde se
guardaba el arca del pacto, era el lugar más separado del mal y del
pecado, y más completamente dedicado al servicio de Dios.
Dios mismo es el Santísimo. Se le llama el «Santo de Israel» (Sal
71:22; 78:41; 89:181; Is 1:4; 5:19,24; et ál.). Los serafines
alrededor del trono de Dios claman: «Santo, santo, santo es el
SEÑOR Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria» (Is
6:3). «Exalten al SEÑOR nuestro Dios; adórenlo en su santo monte:
¡Santo es el SEÑOR nuestro Dios!» (Sal 99:9; cf. 99:3,5; 22:3).
La santidad de Dios es el modelo que su pueblo ha de imitar. Les
ordena: «Sean san-tos, porque yo, el SEÑOR su Dios, soy santo»
(Lev 19:2; cf 11:44-45; 20:26; 1 P 1:16)1 (litando Dios saco a su
pueblo de Egipto, los acercó a él y les ordenó que obedecieran su
voz, les dijo: «Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y
una nación santa» (Éx 19:4-6). En este caso la idea de separación
del mal y del pecado (que aquí incluyó de una manera muy
contundente la separación de la vida en Egipto) y la idea de
devoción a Dios (al servirle y obedecer sus estatutos), se ven en el
ejemplo de una «nación santa». Los creyentes del nuevo pacto
también deben buscar «la santidad, sin la cual nadie verá al Señor
(He 1 2:14) y saber que la disciplina de Dios se nos aplica «a fin de
que participemos de su santidad» (Ele 12:10). No solamente los
individuos, sino también la misma Iglesia debí crecer en santidad
(VA 5:26-27), hasta el día cuando todo en la tierra estará separado de
mal, purificado del pecado y dedicado al servicio de Dios con
verdadera pureza moral (Zac 14:20 21).
Santidad. La santidad de Dios quiere decir que el está
separado del pecado y dedicado a buscar su propio honor. Esta
definición contiene una cualidad relacional (separación de) y una
cualidad moral (la separación es del pecado o del mal, y la
devoción tiene como propósito dar honor y gloria a Dios). El
concepto de la santidad como separación del mal y devoción a la
gloria de Dios se halla en varios pasajes del Antiguo Testamento.
Por ejemplo, la palabra santo se usaba para describir ambas partes
del tabernáculo. El tabernáculo en sí mismo era un lugar separado
del mal y del pecado del mundo, y el primer re-cinto se llamaba
«Lugar Santo». Estaba dedicado al servicio de Dios. Pero luego
Dios; ordenó que hubiera un velo o cortina, «la cual separará el
Lugar Santo del Lugar Santísimo, y coloca el arca del pacto detrás
de la cortina» (Ex 26:33). El Lugar Santísimo, en donde se
guardaba el arca del pacto, era el lugar más separado del mal y del
pecado, y más completamente dedicado al servicio de Dios.
Dios mismo es el Santísimo. Se le llama el «Santo de Israel» (Sal
71:22; 78:41; 89:181; Is 1:4; 5:19,24; et ál.). Los serafines
alrededor del trono de Dios claman: «Santo, santo, santo es el
SEÑOR Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria» (Is
6:3). «Exalten al SEÑOR nuestro Dios; adórenlo en su santo monte:
¡Santo es el SEÑOR nuestro Dios!» (Sal 99:9; cf. 99:3,5; 22:3).
La santidad de Dios es el modelo que su pueblo ha de imitar. Les
ordena: «Sean san-tos, porque yo, el SEÑOR su Dios, soy santo»
(Lev 19:2; cf 11:44-45; 20:26; 1 P 1:16)1 (litando Dios saco a su
pueblo de Egipto, los acercó a él y les ordenó que obedecieran su
voz, les dijo: «Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y
una nación santa» (Éx 19:4-6). En este caso la idea de separación
del mal y del pecado (que aquí incluyó de una manera muy
contundente la separación de la vida en Egipto) y la idea de
devoción a Dios (al servirle y obedecer sus estatutos), se ven en el
ejemplo de una «nación santa». Los creyentes del nuevo pacto
también deben buscar «la santidad, sin la cual nadie verá al Señor
(He 1 2:14) y saber que la disciplina de Dios se nos aplica «a fin de
que participemos de su santidad» (Ele 12:10). No solamente los
individuos, sino también la misma Iglesia debí crecer en santidad
(VA 5:26-27), hasta el día cuando todo en la tierra estará separado de
mal, purificado del pecado y dedicado al servicio de Dios con
verdadera pureza moral (Zac 14:20 21).
separado del pecado y dedicado a buscar su propio honor. Esta definicin contiene una cualidad relacional (separacin de) y una cualidad moral (la separacin es del pecado o del mal, y la devocin tiene como propsito dar honor y gloria a Dios). El concepto de la santidad como separacin del mal y devocin a la gloria de Dios se halla en varios pasajes del Antiguo Testamento. Por ejemplo, la palabra santo se usaba para describir ambas partes del tabernculo. El tabernculo en s mismo era un lugar separado del mal y del pecado del mundo, y el primer re-cinto se llamaba Lugar Santo. Estaba dedicado al servicio de Dios. Pero luego Dios; orden que hubiera un velo o cortina, la cual separar el Lugar Santo del Lugar Santsimo, y coloca el arca del pacto detrs de la cortina (Ex 26:33). El Lugar Santsimo, en donde se guardaba el arca del pacto, era el lugar ms separado del mal y del pecado, y ms completamente dedicado al servicio de Dios. Dios mismo es el Santsimo. Se le llama el Santo de Israel (Sal 71:22; 78:41; 89:181; Is 1:4; 5:19,24; et l.). Los serafines alrededor del trono de Dios claman: Santo, santo, santo es el SEOR Todopoderoso; toda la tierra est llena de su gloria (Is 6:3). Exalten al SEOR nuestro Dios; adrenlo en su santo monte: Santo es el SEOR nuestro Dios! (Sal 99:9; cf. 99:3,5; 22:3). La santidad de Dios es el modelo que su pueblo ha de imitar. Les ordena: Sean san-tos, porque yo, el SEOR su Dios, soy santo (Lev 19:2; cf 11:44-45; 20:26; 1 P 1:16)1 (litando Dios saco a su pueblo de Egipto, los acerc a l y les orden que obedecieran su voz, les dijo: Ustedes sern para m un reino de sacerdotes y una nacin santa (x 19:4-6). En este caso la idea de separacin del mal y del pecado (que aqu incluy de una manera muy contundente la separacin de la vida en Egipto) y la idea de devocin a Dios (al servirle y obedecer sus estatutos), se ven en el ejemplo de una nacin santa. Los creyentes del nuevo pacto tambin deben buscar la santidad, sin la cual nadie ver al Seor (He 1 2:14) y saber que la disciplina de Dios se nos aplica a fin de que participemos de su santidad (Ele 12:10). No solamente los individuos, sino tambin la misma Iglesia deb crecer en santidad (VA 5:26-27), hasta el da cuando todo en la tierra estar separado de mal, purificado del pecado y dedicado al servicio de Dios con verdadera pureza moral (Zac 14:20 21).