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ISRAEL GARCÍA
DE POPULAR A CAMPEÓN
“EN LAS CARRERAS POPULARES YA VOY
A POR LA VICTORIA”
CARGADO CON UN CUADERNO LLENO DE RECORTES DE PRENSA Y UNA
SONRISA DE OREJA A OREJA, ISRAEL GARCÍA NOS RECIBE EN UNA CÉNTRICA
CAFETERÍA DE PLAZA DE ESPAÑA, EN MADRID. LA PEQUEÑA DECEPCIÓN
DE LA BEHOBIA NO LE HA MERMADO EL ÁNIMO, NI MUCHO MENOS. Y LLEGA
DISPUESTO A CONTARNOS EL SUEÑO DE MUCHOS CORREDORES POPULARES:
CÓMO PASAR DE SER UN ATLETA POPULAR MÁS A UN CORREDOR QUE SE
INSCRIBE A LAS CARRERAS CON EL ÚNICO FIN DE SUBIR A LO MÁS ALTO DEL
PODIO. SU HISTORIA NO TIENE NINGÚN DESPERDICIO.
C
omo casi todos los niños en este país, Israel empezó en el deporte ligado al fútbol sala, pero por entonces
no sabía las alegrías que el mundo del running tenía reservadas para él. Todo empezó hace ya cuatro
años, cuando decidió ponerse a las órdenes de Dionisio Alonso, su actual entrenador y figura clave en su
progresión como corredor: “Fue empezar a entrenar con él y subir para arriba, pero muy arriba. Ha supuesto un
antes y un después”. Pero hasta entonces, este toledano era un corredor popular más, que veía a sus ídolos del
atletismo como deportistas superdotados. “Yo pensaba ¡joder, cómo corre esa gente! Veía imposible ganar una
media maratón”, dice con sinceridad. Pero a día de hoy Israel ya acumula cinco medias en su palmarés. Y las que
están por llegar.
Él mismo se define sin pelos en la lengua: “a nivel popular soy de los buenos, y en cuanto no hay profesionales
o falla alguno de los grandes, ya estoy ahí”, asegura con naturalidad. En las carreras humildes de los pueblos no
tiene rival, y sabe que si se apunta va a ganar: “antes iba con la ilusión de poder subir al podio, pero ahora ya sé
que gano seguro”. Y es que su madurez como atleta le ha convertido en un corredor de mentalidad depredadora.
Confiesa que antes salía disparado en todas las carreras y al final se venía abajo. “Igual que un niño de diez
años. Pero ahora sé correr”. Ha alcanzado tal nivel que a diferencia del resto de populares, él no mira las marcas
que hace, sino el cajón del podio: “prefiero ganar la carrera con una marca muy mala que ser tercero y batir mi
m.m.p.”.
Aunque pueda parecer lo contrario, Israel García es un atleta humilde que ni siquiera se ha dado cuenta de su
meteórica evolución. “Casi ni te enteras de que vas creciendo, como cuando tienes un hijo y le ves día a día. No
notas que crezca de un día para otro, pero en realidad es así”, asegura con filosofía el toledano. “Hace ocho años
salía a terminar las carreras, nada más. Pero en mi primer Maratón de Madrid hice 2:45, y era la persona más feliz
del mundo”. ¡Cómo para no serlo!
Actualmente, Israel García pertenece al Club Hiru-Herri, donde además de ayudarle con los desplazamientos a
las carreras, le dan todo el cariño que necesita: “creo que los clubes tienen el deber de hablar con sus atletas,
preguntarles qué tal les ha ido en las carreras, y esa clase de cosas. Debe haber una relación personal directa”,
asegura.