Ensayo tarea II

Menandro y su amor por Atenas el teatro y Glcera si alguno de estos detalles se

pudieran separar el uno de otro, pues el amor inspira a todos los seres que decir
de los poetas, bien pienso que Menandro nunca dejara a su amada abandona,
pero tampoco abandonara Atenas pues aun cuando ella lo acompaara como
podra perderse de las fiestas y concursos de Atenas, ya Glcera dir que es un
hombre imposible de disuadir y tremendamente enamoradizo. Pues estos amores
suyos son causa tremenda para no abandonar Atenas y debe sumrsele la
enfermedad para rechazar la invitacin de Ptolomeo y su disgusto por la adulacin
necesaria en un reino como el egipcio, que son los bienes sino ceniza cuando se
carece del ser amado. Pues al amado con un beso o tal vez un abrazo y si no un
poco de llanto lo convencen de perdonar la peor de las faltas; pero a un rey ms
bien tirano como Ptolomeo cuya amistad es insegura y su enemistad no est
exenta de riesgo, que le podra conmover a perdonarlo dado el caso de cometer
un leve fallo.
Tambin hay que recordar al hogar amado nada como ser enterrado en lugar
sagrado y con tmulo honrado o ser coronado por los ciudadanos y cantar a los
dioses bien aventurados, al gran Dionisio en sus concursos colocando una nueva
obra en el teatro. En este ultimo nada como ser ayudado por el amante quien
prepara las mascaras, viste a los actores y permanece entre bastidores con las
manos apretadas; quien no ha soado con una Glcera perfecta que nos ayude en
nuestros gustos y pasiones y aun ms los comparta; que aprenda de nosotros y
que permanezca junto de da y de noche cuidndonos, aun ms que esta
dispuesta a sufrir el viaje para navegar con uno pensando ella misma que
cualquier emplazamiento es seguro mientras siga a nuestro lado; dejndonos la
decisin a nosotros, los auspicios y los amigo.
Yo me pregunto cmo no permanecer al lado de un ser de un amor tan
excepcional y dedicado, si es esto sumado al amor de la ciudad paterna y al de los
amigos y fiestas conocidas tambin sin olvidar la enfermedad que amenaza con la
muerte. Como no quedarnos ms tiempo en la ciudad que lo tiene todo no hace
falta que Glcera sea el pretexto ni la causa pues la causa lo es todo y lo es ella,
pues no hay mas causa que el amor pues que sera un poeta s le arrancan el
corazn y lo separan de todo aquello que es su inspiracin.


Atzin Azoka Flores Snchez