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El reverso del mito: el erotismo peditrico de Noelia.

Tecnopata o no, lo cierto es que las pasivas manos de Noelia sostenan con obsesiva y silenciosa
confianza su celular, no cuestiono en este caso la subsuncin del consumo bajo el estatus que
adquiere nuestra lamentable eneracin, en esta vuelta de silo, con ser consumidor de la
modernidad sea en su smartp!one o en aluna otra mierda de esas. No lo cuestiono porque
contemplarla justificaba cualquier absurdo del a!ora.
"ero ms traumtico y quiz me ustara repetirlo en peque#as dosis es percibir sus pacientes
manas: frotar su rostro y dejar e$puestas sus pupilas, el movimiento se sus mejillas y los
ocasionales movimientos toscos y apresurados cuando respetable y dinamente se pone !ostil y a la
defensiva.
Ejercitando el carcter retrospectivo de la fiura mtica del personaje rieo Epimeteo que como
muc!os tontos actuamos, me es natural fiurar pensando a destiempo en el erotismo peditrico de
Noelia quien tiene una intensa marca de vacunacin en su terso brazo derec!o. %e conjetura que el
dolor de esa tierna ni#a fuera mitiado por el cari#o de sus proenitores, y como consecuencia ese
erotismo infantil que !a sido vencido en la memoria es noble y !ermoso, para nada boc!ornoso o
promiscuo. Entonces el mito que sustentan los comunes es reversible.
Todo lo que diga sobre ella, no es ms que vana palabrera, abstracciones molestas que no
expresan uno solo de los rasgos de su carcter.
Goethe, Las desventuras del joven erther
&rancisco 'yaru (ardu#o (arca, )ontevideo *+ de %eptiembre de ,+*-

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