La bendicin de los alimentos festivos es una antigua tradicin de la Iglesia.

Recuerda
la verdad que el apstol Pablo expresa con estas palabras: As pues, ya comis, ya
bebis o hagis lo que hagis, hacedlo todo para la gloria de Dios (1 Cor 10, 31).
Comer es una accin santa: por eso rezamos antes y despus de la comida, y para la
fiesta ms grande de la Resurreccin bendecimos tambin los alimentos.
Cuando terminemos el sagrado ayuno pascual y nos encontremos con Cristo Resucitado
regresaremos con alegra a nuestras casas y, junto con Cristo, nos sentaremos en la mesa
festiva. Nos expresaremos entonces la mutua cordialidad felicitndonos y compartiendo
el huevo bendecido, signo de una nueva vida.

S. Pidamos al Seor Jesucristo, que siempre est entre los que le aman, para que
bendiga estos alimentos para la mesa pascual.
Seor Jesucristo, t un da antes la Pasin y de la Muerte has ordenado a los discpulos
preparar la cena pascual; el da de Resurreccin has aceptado la invitacin de dos
discpulos y te has sentado con ellos en la mesa; ms tarde has visitado a los apstoles
para comer con ellos. Te pedimos concdenos vivir con fe tu presencia entre nosotros
durante la comida pascual el da de tu Victoria para que podamos alegrarnos de la
participacin en tu vida y resurreccin.
T, Pan vivo, que has bajado del cielo y en la Santa Comunin das la vida al mundo,
bendice este pan en conmemoracin del pan con que has alimentado al pueblo que te
estaba escuchando en un lugar desierto, y del que has preparado para tus discpulos
junto al lago despus de tu resurreccin.
T, Cordero de Dios, has vencido el mal y has lavado los pecados del mundo, bendice
esta carne y todo alimento que vamos a comer en conmemoracin del Cordero pascual y
de los platos que has comido con los apstoles en la ltima Cena.
Bendice tambin nuestra sal para que nos guarde de toda corrupcin.
Cristo, Vida y Resurreccin nuestra, bendice estos huevos, signo de una vida nueva,
para que al compartirlos en la familia, con amigos y huspedes, podamos compartir
tambin unos con otros la alegra de tu presencia entre nosotros. Permtenos a todos
llegar a tu banquete eterno donde vives y reinas por los siglos de los siglos. Amn.