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Hoy en la maana me puse a jugar al domin con mi coleccin

predilecta de errores.
Formados de manera inexacta tropec con uno de ellos, el primer
error, provena de mi, o bien era derechamente yo mismo.
Errores fueron tambin el da y el contexto en que sin buscarlo nos
conocimos , aunque bien podra decirse que fue como esos errores
afortunados que los cientficos cometen antes de encontrar la
cura para alguna epidemia. Pero sin embargo yo no me cure de esa
epidemia, pues andaba beligerante pensando todo el da en tus
ojos.
Los dioses ebrios equivocaron el da y el contexto, mi pensamiento
se poda refutar y poner en duda, tu eras una exquisita utopa. Solo
quedaban los ojos entonces, mndalas, paisajes perdidos, errores y
saltos vacios. Hay un desierto entre cada letra de este cuento, que
se intenta escribir fallido tachando las palabras, me duermo.
En el sueo estabas tan hermosa que tu sonrisa de fruta no pude
explicar. Tu mente que no conoci, tu voz complice y todas las
tormentas estaban ah tambin. Haban varias cosas, pero no
estaba yo, era ese lugar ajeno donde vives con la vida donde amas y
eres.
Me acerque a esa casa como un canalla, toque el citofono, alguien
respondi. Cerr los ojos y con la esperanza puesta en
reencarnaciones y otras vidas, preguntepuedo ser el perro?
Prometo portarme a la altura.

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