La seguridad de los sistemas seguros, ¿pasa por el rostro?

Desde hace mucho tiempo que los expertos informáticos han comenzado a incursionar,
con distinto grado de éxito, en el desarrollo y uso de dispositivos y técnicas para
proveer seguridad a las personas en algún ámbito de su vida cotidiana. Es muy
importante que estos sistemas sean no invasivos, veloces y eficaces. Esta combinación
no es sencilla y de hecho, si bien se han logrado implementaciones interesantes, aún
dista bastante camino por recorrer en este tema.

Un sistema que cuente con seguridad debe ser capaz de resolver los conceptos de
identidad (una declaración pública de ¿quién es usted?, con técnicas basadas en lo que
el usuario es, lo que realiza, lo que tiene en su poder o lo que sabe), autentificación (una
actividad privada para resolver ¿cómo se puede comprobar quién es usted?) y
autorización (definir ¿a qué le da derechos el ser quien es?).

En el área de sistemas, la seguridad se ha visto bajo la lupa reiteradamente y a veces

pone a los usuarios de paquetes informáticos en una situación aparentemente endeble.
Cabe por caso mencionar los ataques de programas malignos como los virus, y los
ataques puntuales realizados por personas malintencionadas conocedoras de cierto
sistema puntual al cual afectan con algún interés personal específico (hurto de datos,
alteración de información, etc.).
Es importante en este punto diferenciar con precisión lo que constituyen dos vertientes
de la seguridad:
-por un lado están los sistemas que identifican al individuo: definir quién es, a partir de
cierta información actual y un universo de individuos conocido.
-por otro lado hay sistemas que realizan una validación del mismo: comprobar que el
individuo es quien dice ser, en base a la información que provee y en el contexto de un
universo de individuos acotado.

Específicamente entre las técnicas conocidas son mencionables los sistemas

biométricos. Estos consisten en la identificación o validación de la identidad a partir de
características morfológicas o de comportamiento propias y únicas del individuo. Puede
decirse que abarcan dos grandes áreas de estudio:
1.Biometría Estática: mide características anatómicas del individuo en estudio. Se basan
en huellas digitales, patrones de venas en el rostro, reconocimiento de iris o de retina,
venas del dorso de la mano, geometría de la mano, del pabellón de la oreja, de la cara,
etc.
2.Biometría Dinámica: evalúa el comportamiento típico del usuario. Pueden basarse en
el análisis gestual, patrón de voz, dinámica de digitación en un teclado, realización de
firma, caracteres manuscritos, cadencia del paso al caminar, etc.
De todas las alternativas, tal vez la más natural sea el reconocimiento facial, emulando
en cierta forma nuestra natural actividad de reconocimiento de individuos en la vida
cotidiana. Estos sistemas pueden ser capaces de considerar el envejecimiento,
condiciones psicológicas de la persona, y otros factores tales como lentes, maquillaje, y
barba.
Hay muchas estrategias alternativas para el reconocimiento de rostros, y pueden basarse
en el Reconocimiento Bidimensional (interpreta un rostro como un conjunto de
patrones brillantes y oscuros, con diferentes intensidades de luz) o en el Reconocimiento
tridimensional(realiza un escaneo del rostro que genera un mapa en tres dimensiones).
Entre todas las técnicas posibles, el reconocimiento facial tiene una serie de ventajas
algunas de ellas son únicas: universalidad (todos tenemos un rostro), facilidad de acceso
(no requiere procedimientos especiales, y la persona sólo necesita estar relativamente
quieta unos segundos), no es intrusiva (algunas alternativas requieren extracción de
sangre o dejar de pestañar durante varios segundos), factible a distancia (es posible
capturarla y hacer un primer procesamiento a distancia y luego precisar detalles con
acercamientos), reconocimiento sin conciencia (al ser no intrusivo y factible a distancia
es posible realizarla aún sin participación conciente de la persona) y accesible en cuanto
a costos (los dispositivos son relativamente sencillos y difundidos, la parte más
sofisticada pasa por el sistema informático).
Entre los detractores de estas técnicas suelen argumentar un alto nivel de falsa
correspondencia, pero esto es así cuando el equipo utilizado es demasiado sencillo. Otro
factor que incide es la luminosidad del ambiente y la distancia al dispositivo, pero esto
depende también de la sofisticación del equipo utilizado. La tecnología moderna
permite resolver exitosamente estos inconvenientes.
Otro importante factor que se debe considerar en el sistema de reconocimiento facial es
la posibilidad de grandes cambios fisonómicos debidos a cirugías estéticas, quemaduras,
cambios de peso significativos, etc. Pero estos están siendo contrarrestados con técnicas
inteligentes basadas fuertemente en redes neuronales artificiales.

Si bien los sistemas de identificación y validación sufren una necesaria permanente

evolución sustentada en la tecnología y la informática, es esperable ver su creciente
incorporación en actividades sensibles como controles de frontera, controles policiales,
verificación bancaria de usuarios, seguridad de tarjetas de crédito, voto electrónico, etc.