De la tranquila vida de monje a la exigente responsabilidad de papa fue el trayecto seguido por

Gregorio I o Gregorio el Grande. En efecto, fue elegido obispo de Roma en 590 y se recuerda
que en su honor cierto tipo de cntico medieval se llama canto gregoriano.
Un hombre de Estado y hbil dirigente, su labor histrica fue de carcter administrativo.
Organiz la Iglesia en Las Galias, transport trigo de Sicilia a Roma, manej con prudencia los
fondos de la Iglesia y realiz otras muchas acciones que hicieron de Roma el centro de la vida
europea. Por eso la posteridad lo conoce como Gregorio el Grande.
Pero la obra teolgica de Gregorio rindi grandes aportes a la historia cristiana, pues
procuraba ser fiel, como siervo de Cristo, a los mandatos de la Biblia. Durante su papado
promovi exitosas empresas misioneras a Espaa e Inglaterra, y ensen en homilas y
escritos, sobre temas bblicos fundamentalses: sobre Mateo y Ezequiel, y una Exposicin del
libro de Job.
En sus mltiples homilas, Gregorio nos da nuevas luces sobre pasajes de las Escrituras.
Predic sobre el martirio como martirio espiritual que l crea que deba ser asumido por
todos los fieles en tiempos de paz. l dijo a sus oyentes: Aun si no sometemos nuestra cabeza a
la espada de metal, aun hemos de hacer morir los deseos carnales en nuestro corazn con una
espada espiritual.
Tambin fue enftico en otro punto esencial: cualquier enseanza depende finalmente del
Espritu Santo. En un sermn sobre Juan 14:26, dijo: Es justamente prometido que l os
ensear todas las cosas porque a menos que el Espritu est presente en el corazn del oyente,
las declaraciones del maestro son intiles. Jess fue quien dijo: Mas el Consolador, el
Espritu Santo, a quien el Padre enviar en mi nombre, l os ensear todas las cosas, y os
recordar todo lo que yo os he dicho