Está en la página 1de 1

Un deseo constante de alegra;

una urgencia perenne de lamento


y el corazn, campana sobre el viento
estrenando badajas de elega.

Morir mil veces en un solo da
y otras tantas quemar el pensamiento
en la resurreccin, que es el tormento
de pensar en la prxima agona.

Ver en pupilas de mujer un llanto
y sorprenderlo convertido en canto
al soar en un nio que lo vierte.

Esto es amor, candela estremecida
empujando la noche de la vida
hacia la madrugada de la muerte.
No sabes cmo necesito tu voz;
necesito tus miradas
aquellas palabras que siempre me llenaban,
necesito tu paz interior;
necesito la luz de tus labios
! Ya no puedo... seguir as !
...Ya... No puedo
mi mente no quiere pensar
no puede pensar nada ms que en ti.
Necesito la flor de tus manos
aquella paciencia de todos tus actos
con aquella justicia que me inspiras
para lo que siempre fue mi espina
mi fuente de vida se ha secado
con la fuerza del olvido...
me estoy quemando;
aquello que necesito ya lo he encontrado
pero an !Te sigo extraando!

También podría gustarte