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Esta urgencia de la muerte es la que me lleva a esperar el da de tu vuelta.

Hoy el pjaro no canta, el cuervo vuela sobre mi cabeza en advertencia.


Es la lgrima del silencio que me arroja a los brazos speros del incierto.
Acaso no ves el error? O mis ojos estn tan abiertos que inventan excusas para tu
partida?
Soy yo en la batalla la que sangra herida. Sos vos casi muerto el que siempre ol
vida que fuimos felices, que tuvimos vida.

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