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POR QUE

VICENTINOS?

El espritu de Seor
est
sobre m, porque me ha
ungido para anunciar la
buena noticia a los
pobres; me ha enviado a
proclamar la liberacin a
los cautivos, a dar vista a
los ciegos, a libertar a los
oprimidos y a proclamar
el ao de gracia del
Seor (Lc 4, 18-19)
SERVIR AL HOMBRE INTEGRAL
El servicio de Cristo en los pobres,
nunca se debe limitar al servicio
corporal o material aunque sea
prioritario: El vicentino sabe que se
le ha encomendado el hombre
integral y quiere la promocin de
Todo el hombre y de todos los
hombres Es escrupulosamente
misionero en su acercamiento al
prjimo y quiere anunciar el
Evangelio porque esta es fuerza de
liberacin para todos, y de manera
preferencial, para aquellos que visita
el sufrimiento, que oprime o abate
la injusticia.
No hemos de considerar a un pobre hombre o
a una pobre mujer segn su aspecto exterior,
ni segn la expresin de su espritu, dado que
con frecuencia no tienen ni la figura ni el
Espritu de las personas educadas, pues son
vulgares y groseros. Pero dadle la vuelta a la
medalla y veris con las luces de la fe que son
esos los que nos representan al Hijo de Dios,
que quiso ser pobre; l casi no tenia aspecto
de hombre en su pasin, y paso por loco entre
los gentiles y por piedra de escndalo entre los
judos; y por eso mismo pudo definirse como el
evangelizador de los pobres.
Para educar a un ser, hay que
conocer necesariamente sus
funciones en la vida
Luisa de Marillac, est
convencida que los maestros,
son el alma de la escuela. Son
impulso, aliento, estmulo,
motor, inspiracin y profeca
convertidas en cordialidad,
paciencia y entusiasmo,
palabra que ella repite, con
frecuencia al hablar de
educacin de los nios.
NECESITAMOS MAESTROS...
Impregnados del espritu de San Vicente de Pal y de Santa
Luisa de Marillac hagan de la escuela un lugar de ternura y
misericordia.
Que sean lderes en consonancia con los valores del Reino
Que resalten la dignidad de la persona sobre la eficacia de la
tecnologa.
Que fomenten la solidaridad y el trabajo desde la gratuidad.
Que sean testigos autnticos de Jesucristo por la vivencia
radical de su fe.
Que sean coherentes entre su vida de oracin y en su
actuar.
Que evidencien en la calidad del testimonio el humanismo y
la cercana con Dios en sus estudiantes con mayores
dificultades.

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