En el Per, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental
Honorio Delgado-Hideyo Noguchi (2002) en Lima Metropolitana y Callao, encontr resultados similares en el grupo de adolescentes, ya que estos presentaron un mayor ndice de bulimia nervosa (0.8%) que de anorexia nervosa (0.1%). Adems, en este grupo se hall un 8.3% de adolescentes en riesgo de desarrollar trastornos alimenticios. Asimismo, Martnez, Zusman, Hartley, Morote y Caldern (2003), encontraron que un 16.4% de adolescentes mujeres padece uno o ms trastornos alimentarios y un 15.1% se encuentra en riesgo, en Lima Metropolitana. A diferencia de la creencia generalizada de que estos desrdenes suelen tener una mayor incidencia en las clases altas, la realidad de hoy en da muestra ndices de riesgo en todos los niveles sociales.
De otro lado, el 30% 40% de casos de trastornos alimenticios est asociado a problemas depresivos; un 20% 30% est relacionado a trastornos obsesivos compulsivos, y el 20% tiene que ver con el consumo de drogas o problemas de personalidad. Tambin hay asociacin con problemas de ansiedad o a la incapacidad de la persona para detectar o manifestar sus estados emocionales.