El testimonio de Lzaro en el Seol. La gente en el Paraso no saba lo que estaba sucediendo en la tierra.

Abraham, Moiss, David, Josu, todos los hombres de fe llevaban all hasta 4000 aos, y Lzaro paso cuatro das en ese lugar. Todos esperaban la llegada del Redentor que iba a derramar la sangre para limpiarlos y poder llevarlos al cielo, a fin de reunirlos con su Dios. Es casi obvio que cada vez que otro hombre de fe descenda al Paraso, era preguntando si el Mesas haba llegado a Israel. Imaginemos la conversacin de Lzaro con los santos al llegar al seno de Abraham. Ellos le preguntan Lzaro, hay alguna noticia en la tierra? Lzaro responde: Es increble! Hay un hombre que es manso y humilde, pero tiene tanta autoridad que hasta el viento y el mar le obedecen . En eso Moiss grita: Yo lo conozco! Es aquel que dividi el mar al salir de Egipto! Lzaro prosigue: Oh si, es glorioso hermanos. Hay un avivamiento tremendo; la uncin es tan gloriosa y maravillosa, que en una ocasin hasta se oy una voz de los cielos diciendo: Este es mi hijo amado. Sadrac, Mesac, y Abed-nego exclamaron: Lo conocemos! l estuvo con nosotros en el horno de fuego. Luego continua: l dice que es el buen pastor que da Su vida por las ovejas. En eso David salta y levanta su voz: Yo lo conozco! l estuvo conmigo en los pastos de Beln, cuando le alababa con mi arpa! Seguramente el Mesas ha llegado! Lzaro agrega: Incluso tiene dominio sobre todo enemigo y aun sobre los demonios, quienes una vez lo llamaron Hijo de Dios. Muchos en Israel estn diciendo que es el Rey de Israel que va a darle la victoria a Su pueblo. Josu prorrumpe con jbilo: Yo lo conozco! Es el capitn de los ejrcitos de Jehov! Si, el Mesas ha llegado! Y as estaban hablando. Lzaro les comparta todo lo que estaba sucediendo en Israel y ellos saltaban de gozo al escucharle. De repente una voz sacudi las puertas del Paraso: Lzaro, ven fuera! Y Lzaro exclamo: Hermanos, es l! Me llama! Me tengo que ir, pero l viene pronto. Podemos imaginar su alegra y gozo; y la celebracin que ellos prepararon para recibir al Rey de Gloria! Ya saban que el cordero inmolado haba llegado para salvarlos y restaurarlos completamente a su Dios y llevarlos a los lugares celestiales con l.