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CORPUS HISPANORUM DE PACE De Procuranda Indorum be FsI LO NKS . eo C.S.1.C. CORPUS HISPANORUM DE PAGE José de Acosta se ha convertide en una de las primeras fuentes del pensamiento iberoamericano y uno de los principa- les forjadores de su conciencia democra- tica. Maestro de América, puede ser otra clave para reivindicar la verdad histérica al servicio de una mejor comprensién en- tre Espafia y América. Misionero del Pert, catedratico de Lima y hombre de gobier: no, cientifico y cosmégrafo, con terribles anatemas denuncia Acosta los abusos de los espafioles en la conquista de Am rica y condena sus métodos de represién. Su largo informe, en gran parte todavia inédito, mutilado’ por la censura, es el resultado de su investigacion académica, de su experiencia pastoral y de diélogos y consultas con expertos y iestigos direc- tos de la crisis americana de finales del xvi, que él vivid tan de cerca y a cuya solucién colaboré desde una pers- pectiva eminentemente ética. Su tratado sobre la evangelizacién de América, que s6lo a través de largas y penosas negociaciones logra publicar in- completo después de doce aftos, es la primera teologia de la historia de las In- dias para enjuiciar éticamente la conquis- ta de América por los espafioles y para interpretar, desde una nueva filosofia de la historia, la cafda del imperio inca. Se suceden tragicas estampas y cuadros, textos y capitulos, cargados de negras tintas, de irritacién y de ira. Terribles acusaciones que no es justo tratar de ocultar o silenciar. Pero que «el indiano» —asi se le lamaba en Europa— va a tratar de explicar y razonar. Sintesis de reflexién y de experiencia, el tratado so- bre la evangelizacin de ‘América define los principios éticos del nuevo proyecto de sociedad colonial. En funcién de la nueva situacién criti- ca de finales del siglo xvr cs posible in- terpretar y comprender el sentido y la razén profunda del tratado De procuranda indorum salute. Porque ¢cémo no ansiar, en aquellas circunstancias, los remedios ¢ ideas que pudieran ofrecer hombres de autoridad y luces, como el P. Acosta, que tanta experiencia directa habia acumula- do? Pero también ¢como no habria de ver- se con precaucién suma lo que escribis, en evitacién de que pudiera provocar nue: vas complicaciones? Este era el problema: buscar remedios, aportar ideas. De aqui que el momento fuera propicio otra vez para nuevos planteamientos y exigencias. Y esto es lo que hizo José de Acosta. DE PROCURANDA INDORUM SALUTE CORPUS HISPANORUM DE PACE ELABORADO BAJO LA DIRECCION DE LUCIANO PERENA VOLUMEN XXIV Dentro del Proyecto de investigacién «Democracia y De- rechos humanos en el pensamiento clasico espafiol: Proceso a la reconversién colonial de las Indias», este volumen ha sido publicado con la colaboracién de la «Comisién Asesora de Investigacién Cientifica y Técnica». JOSE DE ACOSTA DE PROCURANDA INDORUM SALUTE MOK EDUCACION Y EVANGELIZACION CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS MADRID, 1987 CATALOGACION EN PUBLICACION DEL INSTITUTO BIBLIOGRAFICO HISPANICO Acosta, José de De procuranda Indorum salute / José de Acosta. - Madrid : Consejo Superior de Investigaciones Cientificas, 1984 v. ; 22 em. - (Corpus Hispanorum de Pace, ISSN’ 0589-8056 ; 24) Bibliograffa. - Indice. Contiene: 2, Educacién y evangelizacién. ISBN 84-00-06471-2 (obra completa) 1, Evangelizacién-América espafiola. 2. Indios de América-Misio- nes. I. Consejo Superior de Investigaciones Cientificas. 266 (8.03) @ Gis. Le ‘ t ISBN. 84-00-06471-2 (obra _complet’a) ISBN 84-00-064720 (vol. 2°) Depésito Legal: M. 6323-1987 Impreso en Espa. Printed in Spain ‘ Artes Graficas ORMUPISA. Andrés Obispo, 37. 28043 Madrid PRESENTACION En el informe de José de Acosta, censurado y sélo parcial: mente publicado, culmina aquel largo catdlogo de abusos y reivindicaciones sobre la conquista de América: Después de cincuenta afios de ocupacién del Imperio incaico y al siglo casi de la primera evangelizacion en el Nuevo Mundo, el mix sionero, caiedrdtico y hombre de gobierno, que fue José de Acosta, daba su diagndstico sobre la crisis de la Nueva: Cris- tiandad de las Indias. Sintesis suprema entre la reflexidn teo- ldgica de la Escuela de Salamanca ¥ la experiencia indiana de los discipulos de Vitoria, el informe de Acosta“no sélo denuncia las causas del fracaso de la Nueva Cristiandad, sino también y, sobre todo, sefala los remedios de urgencia-y co- laboracion eficazmente en la politica de rectificaciones. Entre el triunjalismo de la metrépoli a causa deta f cinacitin de‘los que estén lejos —dice Acosta— por un cris: tianismo en expansién répida de las primeras décadas, y entre el derrotismo de misioneros desanimados y decepcionados en territorios de Indias que desesperan por la inutilidad y falta de eficacia de su labor pastoral, Acosta abre la evangelizacion de América a ta esperanza. No conocemos un diagnéstico més realista, ni mds pragmdtico, ni mds eficaz. Ala pastoral del miedo sucede su teologia de la salvacion y de ta esperanza evangélica. Su plan de evangelizacion in- diana se hace proyecto en la reforma del III Concilio de Lima 3 se proyecta en accién social y pastoral a través de'los'cate- cismos parasindios y- para espaioles. No en vano, José de Acosta es el principal gestor, relator 'y defensor del Concitio en‘la Corte de Madrid ante el Consejo'de Indias y én. Roma vo PRESENTACION ante la curia pontificia de Clemente VIII. El estudio y valo- racién del «Catecismo limense» parte o debe partir del diag- ndstico de José de Acosta sobre la crisis de la Nueva Cris- tiandad de las Indias. La denuncia profética de la crisis de la Nueva Cristiandad resalta los puntos negros del diagnéstico. Los indios, dice Acosta, sdlo en apariencia han recibido el evangelio. Vuelven facilmente a sus supersticiones y a sus idolatrias. El escdn- daio y la represién de los espafioles provoca la reaccién de los indios contra ta fe cristiana. La pastoral del miedo, de con- versiones en masa por conveniencia 0 por coaccién, es réplica Idgica a ta manipulacion de la evangelizacién por parte de re- levantes espafoles para frenar la fiereza de los indios o para asegurar 1a sumisién politica. Acosta lo justifica y razona ana- lizando detalladamente las causas de este fracaso. Los textos y argumentos son a veces espeluznantes y hasta irritantes. EI fracaso se debia, en primer lugar, al mal ejemplo y es- candalo de los espanoles. Sus causas eran la incoherencia de ciertos clérigos, escasos en letras y formacién, dominados con excesiva frecuencia por la avaricia del oro y la ambicién del dinero. Victimas del desaliento desesperaban otros y querian volver ala patria. La frivolidad de su predicacidén resultaba de un excesivo compromiso con el poder. El fanatismo de no pocos provocé la insolidaridad y algunos resbalaron hasta la herejia. La crueldad y la ambicidn de bastantes conquistadores de- generé en represién y en desprecio casi absoluto de los indios. «Todo se reduce a puro negocio de chupar, bajo pretexto de cristiandad, el dinero y servicio de estos desgraciados», diag- nosticaba Acosta. Esa falta de testimonio cristiano y la inso- lidaridad de los espafoles, en terribles guerras civiles y disen- siones internas, precipité la vuelta de los indios a sus atdvicas costumbres paganas. EL fracaso se debe, en segundo lugar, a la falta de forma- cién de los indios en la fe, por la escasez de misioneros autén- ticamente evangélicos, por la rudeza y poca capacidad de mu- chos indios, por sus malas y atdvicas costumbres religiosas y PRESENTACION 1x morales y por la falta de pedagogia catequética. La nacién india, continvia Acosta, no ha recibido el evangelio con since- ridad y libertad, sino bajo coaccién y fraude, puesto que se ha pretendido persuadir mds con la espada que con la pala- bra, no con la inocencia y doctrina de los predicadores, sino con la crueldad y el terror de los soldados. Por tanto, el fracaso se debia, en tercer lugar, a métodos errados de evangelizacién. Se les predicaba en una lengua que no entendian; por medio de doctrineros o de intérpretes se desarrollaba una pedagogia ficticia y de puro compromiso po- litico. Por su falta de contenido, la transmision de fe se redu- cia con demasiada frecuencia a puro formalismo vacio, car- gado de simples formas liturgicas y ceremoniales. «Creen los indios que la ley de Cristo no es mds que codicia, avaricia y ambicidn», concluia José de Acosta. La denuncia profética culmina razonablemente en el si- guiente proyecto de soluciones. Sus lineas maestras se orien- tan a hacer coherente la vida social y politica de los espaiioles con sus creencias cristianas, a adecuar progresivamente la iransmisién de fe a las posibilidades de los indios con vistas a su liberacién social y religiosa, y a hacer real y eficaz una administracién colonial capaz de realizar las transformaciones y cambios necesarios con el fin de mejor proteger y promover principalmente a los pobres y a los débiles. José de Acosta se proponia Uevar a la practica su slogan pastoral de «humani- zacion, educacion y cristianizacién». Proyecto de reformas que habia que institucionalizar por medio de la rectificacién politica, cuyos objetivos inmediatos eran: 1. La elaboracién de catecismos diferentes y graduados dirigidos a definir claramente tas verdades fundamentales y necesarias de 1a fe y para garantizar su uniformidad y tras- cendencia. 2. La fundacién de escuelas, colegios, doctrinas y cdtedras de lenguas indigenas para misioneros, y la reforma de la le- guslacion lingitista y de 1a tolerancia posible como cauces con-

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