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LAS MEJORES PRACTICAS DE UNA COMPANIA DE 450 ANOS QUE CAMBIO EL MUNDO EL LIDERAZGO AL ESTILO DE LOS JESUITAS CHRIS LOWNEY EL LIDERAZGO AL ESTILO DE LOS JESUITAS “Entretenido y bien investigado, este libro es lectura obligada para cual- quier lider empresarial y una obra inspiradora para cualquiera que desee ser un mejor ser humano”. — WALTER GuBERT, presidente del Banco de Inversién J. P. Morgan “Lowney ha hecho un excelente trabajo al dejar claras las conexiones entre nuestros desafios de liderazgo actuales y los principios empleados con tanta eficacia por los jesuitas”. —Epwarp J. Key III, presidente de Mercantile Bankshares Corporation “En esta época de Enrons y Tycos, es menester revisar los valores cor- porativos. Este libro es un motivo de reflexién. Las secciones sobre amor y heroismo son verdaderamente energizantes”. —Joun F. GALprairH, presidente y CEO, Catholic Medical Mission Board “Lowney retine una extensa experiencia en la banca internacional, un conocimiento profundo de la espiritualidad e historia de los jesuitas, y un muy buen conocimiento de la literatura reciente sobre liderazgo, lo cual lo Heva a escribir un libro provocador y convincente”. —Harovp Rvcey, S.J., presidente, Loyola College, Maryland cc 08579 ISBN 958-04-8364-7 EDITORIAL horma www.norma.com 7°706894°085 798) GRUPO | EL LIDERAZGO ALESTILO DE LOS JESUITAS LAS MEJORES PRACTICAS DB UNA COMPANIA DE 450 ANOS QUE CAMBIO EL MUNDO EL LIDERAZGO ALESTILO DE LOS JESUITAS » CHRIS LOWNEY Traduecién Jorge Cardenas Nannetti Lowney, Chris Bi liderazgo al estilo de los Jesuitas / Chris Lowney ; traduccion Jorge Cardenas Nannetti. ~ Bogota : Grupo Editorial Norma, 2004. 368 p. ; 23 cm. Titulo original : Heroic Leadership. ISBN 958-04-8564-75 1. Liderazgo 2. jesuitas - Historia 1. Cardenas Nannetti, Jorge, 1906: tr AL Tit 658.4092 cd 21 ed. AHZ5803, CEP-Banco de la Reptblica-Biblioteca Luis Ange! Arango Titulo original HEROIC LEADERSHIP de Chris Lowney Publicado por arreglo con Loyola Press, Chicago, Il, U.S.A, Copyright ® 2005 por Chris Lowney Copyright © 2004 para Latinoamérica por Editorial Norma S.A Apartado Aéreo 53550, Bogota, Colombia hetp:f/www.norma.com Reservados todos los derechos Prohibida la reproduccién total o parcial de este libro, por cualquier medio, sin permiso escrito de {a Editorial Impreso por: Nomos Impresores Impreso en Colombia - Printed in Colombia AN DN AWN Direcci6n editorial, Maria del Mar Ravassa G. Edicién, Fabian Bonnett V. Disefo de Cubierta, Maria Clara Salazar P. Armada electrénica, Andrea Rincén G. Este libro se compuso en caracteres Usherwood 9 ISBN 958-04-8364-7 ISBN 978-958-04-8364-9 Contenido Agradecimientos De los jesuitas y J. P. Morgan Qué hacen los lideres Los jesuitas Modelos de liderazgo “Ordenar su propia vida” Los ejercicios espirituales “Todo el mundo es nuestra casa” “No rechazar el talento ni el hombre de calidad” Una vida ininterrumpida de actos heroicos vi 15 43 73 109 131 149 199 239 | 0 “Era indispensable una osadia excepcional” tl “Nuestro modo de proceder” | 2 Conclusion 273 293 331 Agradecimientos e complace agradecer a algunos de quienes leye- ron parte del manuscrito 0 proporcionaron algun otro valioso apoyo: Christina Best, Klecius Borges, Laurel Brien, Thomas Cahill, Vin DeCola, S. J., Laura Dillon, Cristina Garcia, Barbara Hack, Pat Hammond, Jim Higgins, S. J., Reverendo Paul Keenan, Paul Ciernan, Charlie McGovern, Monica Neal, Pedro Prieto, Bernardette Prigorac, Ray Schroth, S. J., Justo Tarrio, S. J., y Georgina Turnbull. Los astutos comentarios y el ingenio de Lou Jerome me ayudaron a dar forma a una seccion clave de este trabajo. Jim Loughran, S. J., fue un lector perceptivo y también me proporcion6 estimulo a lo largo del proyecto. Los comenta- rios de Mary Anne Myers sobre la propuesta fueron una gran tutoria editorial. La vision del jesuita John O’Malley acerca de Ja temprana historia de los jesuitas influencié mi pensamien- to aun mas profundamente que lo que sugeririan los retazos de sus trabajos transcritos a través del texto. Es un honor para mi que él haya leido el manuscrito y me beneficié enorme- mente de sus perspicaces comentarios. Ferry Cameron, Gail Elia, Peter Honchaurk, John Law, Chris Lynch y George Simon me brindaron sugerencias muy Uutiles. viii EL LIDERAZGO AL ESTILO DE LOS JESUITAS Gracias a mi agente, Jim Fitzgerald, por darle una oportu- nidad a una primera y no solicitada propuesta editorial de mi parte, y por guiarla exitosamente hasta quienes la publicaron en inglés. Jim Manney llevo este trabajo a Loyola Press y fue un acicate de principio a fin. Mi editora, Vinita Wright, hizo de éste un libro mejor: sus astutas sugerencias fueron un respaldo tangible (y me fueron aportados con guantes de seda cuando fue necesario). Heidi Hill, Ferry Locke, Melissa Crane y Heidi Toboni fueron abogados del diablo con respec- to alos temas del libro, y siempre buscaron que su mensaje fuera mas impactante. Muchos otros colegas suyos de Loyola Press deberian ser mencionados, pero la falta de espacio me impide hacerlo. Pero a todo ellos va mi aprecio. Mis amigos y alguna vez gerentes, Walter Gubert y Nancy Harwood, respaldaron mi solicitud de licencia en]. P. Morgan, y me permitieron asi lanzar este proyecto. Antes de que yo garabateara siquiera algunas notas acerca del liderazgo, vi como se desarrollaba a mi alrededor, primero, desde luego, por parte de mis padres, y en mis primeros afos por quienes dotaron a la iglesia, la escuela y el edificio de apartamentos en la calle 93 de Nueva York con mis lideres por cuadra que los que pudieron haber existido en cualquier otra calle de Queens. Mi madre, mi hermana y mi hermano han continuado manifestando la clase de amor y lealtad que los héroes jesuitas de antaho con seguridad transmitieron a su equipo. Fue un gran privilegio para mi estar rodeado en J. P. Morgan de varios lideres de verdad: mis gerentes en Nueva York, Tokio, Singapur y Londres, y quienes trabajaron bajo mis 6rdenes 0 como mis pares. AGRADECIMIENTOS ix Finalmente, pero no por eso con menos importancia, estoy profundamente agradecido por todo lo que los jesuitas me han dado: una educacién, unos cimientos morales, mucho humor, amigos entrafables, una fe informada y una notable vision del liderazgo que ha guiado su compariia desde su fundacion. El apoyo y el consejo de todos los que he mencionado hicieron que este libro fuera mejor y me salvaron de no pocas metidas de pata. Seguramente hay aun muchas carencias, por todas las cuales asumo plena responsabilidad. CAPITULO 1 De los jesuitas y J. P. Morgan espués de vivir siete afos con los jesuitas como seminarista y practicar los votos de pobreza, casti- dad y obediencia al padre general de la Compania en Roma, sufri una metamorfosis y pasé a ser funcionario de una empresa. Un viernes por la tarde mi modelo de imitacion era el fundador de los jesuitas, San Ignacio de Loyola, cuyos escritos nos recordaban a los seminaristas que “la pobreza debe amarse, como fuerte muralla de la vida religiosa”. El lunes siguiente me trajo una carrera nueva en la banca de inversiOn... y nuevos modelos que imitar. Un director admi- nistrativo atraia a los posibles candidatos con la seductora perspectiva de llegar a ser “ricos como cerdos grufidores”. Nunca entendi esa imagen pero si capté la idea. Al principio me mantuve en una posicién muy discreta. La cabeza me daba vueltas y hasta la charla mas casual me dejaba la penosa sensacion de que mis antecedentes eran, para decir lo menos, algo distintos de los de mis nuevos companieros. Mientras otros jovenes recién contratados ha- cian gala de sus hazafias amorosas durante el verano, ide qué les podia hablar yo? ;De mi ultimo retiro de silencio durante una semana, o de haber comprado mi primer traje que no fuera negro? 2 EL LIDERAZGO AL ESTILO DE LOS JESUITAS Fue gran fortuna mia y gran privilegio haber salido de la mejor compafia en un “negocio” para caer en la mejor compafiia en otro: J. P. Morgan, que encabezo la lista de las empresas bancarias mas admiradas que prepara la revista Fortune todos los afios, menos en dos de los diecisiete que trabajeé alli... dos hechos que (me apresuro a agregar) guardan una relacién mas casual que causal. UN RETO DE LIDERAZGO Por poderosa que fuera la Casa de Morgan, luchabamos con una larga lista de retos que no eran exclusivos suyos ni del negocio de banca de inversion. Una cuestién fundamental surgia una y otra vez: como hacer que nuestros equipos desarrollaran un liderazgo capaz de mantener a J. P. Morgan a la cabeza de una industria sumamente competitiva. Yo servi a la empresa como director administrativo en Tokio, Singapur, Londres y Nueva York, y descubri que nuestro reto de liderazgo no tenia fronteras geograficas. También tuve la suerte de servir sucesivamente en los comités gerenciales de banca de inversién que la firma tenia en el Extremo Oriente y en Europa, en los cuales mis colegas, que se habian prepa- rado en las mejores facultades de administra n de empre- sas del mundo, y yo, que habia hecho mi aprendizaje en un seminario, nos enfrentamos al mismo reto de contratar y formar equipos ganadores. Contratabamos a ese tipo de individuos superinteligentes, ambiciosos y de voluntad recia a quienes Tom Wolfe califica de “amos del universo” en The Bonfire of the Vanities, y De Los sesurtas y J. P. MorGan 3 quienes, al igual que el protagonista, con frecuencia sufrian caidas estrepitosas. La sola inteligencia y la sola ambicién no siempre se traducen en éxito perdurable. Algunos que mucho prometian trazaban una trayectoria meteorica en los cielos de Morgan, brillando primero en las tareas de moler nimeros que se confian a los jovenes “carne de cafién”, y luego estallaban al tener que enfrentarse a las tareas para “gente madura” que son parte integrante del liderazgo de una empresa. Algunos se aterraban al tener que tomar graves decisiones; otros aterrorizaban a quien se atreviera a tomar una decisién sin contar con ellos. Unos eran espléndidos administradores mientras sdlo tuvieran que manejar nime- ros, pero su repertorio gerencial les fallaba cuando se trataba de dirigir seres humanos pensantes y sensibles, que no son tan faciles de manipular como los cuadros de proyecciones. Es una ironia que muchos se sintieran incémodos con el cambio y la innovacién, cuando el incentivo que los habia llevado a ese negocio habia sido precisamente el ritmo acelerado de un banco de inversién, ademas, por supuesto, del senuelo de hacerse “ricos como cerdos grunidores”. No solo era esta industria muy ciclica sino que a la vez la agitaba una ola avasalladora de realineacion: cuando yo me retiré de Morgan, los diez bancos mas grandes de los Estados Unidos habian pasado por alguna fusion transformadora. Era evidente que solo unos pocos bancos saldrian como ganadores en nuestra cambiante industria de consolidacio- nes, y los ganadores probablemente serian aquéllos cuyos empleados pudieran asumir riesgos e innovar, trabajar arm6- nicamente en equipo y motivar a sus colegas, y no sdlo quienes fueran capaces de hacer frente al cambio sino que lo

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