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habla acerca de la cruz del dolor y del amor.

Continuando mi pobre estado y el silencio de Jess bendito, esta maana, encontrndome ms que nunca oprimida, al venir me ha dicho: Hija ma, no las obras, ni la predicacin, ni la misma potencia de los milagros me hicieron conocer con claridad como Dios, el cual soy, sino cuando fui puesto en la cruz y levantado sobre ella como sobre mi propio trono, entonces fui reconocido como Dios, as que slo la cruz revel al mundo y a todo el infierno quin era Yo verdaderamente; entonces todos quedaron sacudidos y reconocieron a su Creador. As que es la cruz la que revela a Dios al alma, y hace conocer si el alma es verdaderamente de Dios, se puede decir que la cruz descubre todas las partes ntimas del alma, y revela a Dios y a los hombres quin es esta alma. Despus ha agregado: Sobre dos cruces Yo consumo a las almas, una es de dolor, la otra es de amor. Y as como en el Cielo todos los nueve coros anglicos me aman, sin embargo cada uno tiene su oficio especial, como los serafines, que su oficio especial es el amor y su coro es puesto ms enfrente para recibir las reverberaciones de mi Amor, tanto que mi Amor y el de ellos saetendose juntos se tocan, se acoplan continuamente; as a las almas sobre la tierra les doy su oficio diferente, a quien la vuelvo mrtir de dolor, y a quien de amor, siendo ambos hbiles maestros en sacrificar a las almas y hacerlas dignas de mis complacencias. ++++ Marzo 19, 1901 Le explica el modo de sufrir. Esta maana, encontrndome toda oprimida y sufriente, sobre todo por la privacin de mi dulce Jess, despus de mucho esperar, en cuanto lo he visto me ha dicho: Hija ma, el verdadero modo de sufrir es no mirar de quin vienen los sufrimientos, ni qu cosa se sufre, sino al bien que debe venir de los sufrimientos. Este fue mi modo de sufrir, no mir ni a los verdugos, ni al sufrir, sino al bien que quera hacer por medio de mi sufrir, aun a aquellos mismos que me daban el sufrimiento, y mirando el bien que deba producir a los hombres despreci todo lo dems y con intrepidez segu el curso de mi sufrir. Hija ma, este es el modo ms fcil y ms provechoso para sufrir no slo con paciencia, sino con nimo invicto y animoso.

Luisa Piccarreta Volumen 04 325 Le

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