La Herencia Maldita

En Madrid vivi y falleci un hombre al que todos conocan como D. Jos Luis, D. Pe e ara los ami!os, y que a lo lar!o de su vida se dedic a dila idar la fortuna de su familia. "ue mal adre, mal marido y un hombre al que es me#or erder que encontrar. En su se elio su viuda di#o$ %Mi es oso no fue un mal hombre. &am oco uedo decir que fue bueno. La educacin de nuestros hi#os nunca le interes. Mucho menos su salud. 'uando quisieron buscar traba#o l les di#o$( Pase lo que ase, siem re odis emi!rar(. Para ser honesta, tambin se lo di#o cuando, #unto a sus are#as e hi#os, quisieron buscar casa, o como mnimo, un lu!ar donde vivir de forma di!na. )s que slo uedo decir que mi es oso*fue. &odava, des us de tantos a+os de convivencia no uedo evitar re!untarme$( ,Porqu acab casada con l-(. La res uesta es$( .o lo s(.( &ras el se elio de D. Jos Luis su viuda e hi#os trataron de rehacer su vida, ero incluso des us de su muerte, el difunto continu haciendo lo qe me#or se le daba$( Da+ar a quienes lo conocieron(. 'osas e/tra+as comen0aron a suceder tras el entierro de D. Jos Luis. 1u viuda, tras descubrir la !ran cantidad de acreedores que tena su es oso, trat de vender la casa, ero tuvo que abandonarla des us de ser testi!o de cosas ine/ licables y que #am2s hubiese credo osibles de no ser orque ella las vio con sus ro ios o#os. 'osas como facturas que eran devueltas debido a su im a!o, a esar de que ya estaban a!adas, muebles que a arecan y desa arecan a lacer* 1us hi#os, finalmente com rendieron que la herencia que les de# su adre estaba maldita y, como si hubiera sido un vaticinio de este, as lo que tuvo que asar y emi!raron.