encontraba sola. Sus dos hermanos, Antonia y Francisco habían muerto. Entonces, su hermana Cristina, casada, la acogió en su casa…Sin embargo eran tantas las veces en que Úrsula caía en éxtasis, que Es así que Úrsula los curiosos no las dejaban decide ingresar en en paz… un Monasterio de Clarisas Capuchinas, llamado el de las “Treinta y tres “ porque sólo podía albergar a 33 monjas. El número ya estaba completo, además la frágil salud de Úrsula era un serio impedimento…
Úrsula, entonces, debe retornar a casa…Sin embargo, no se
desanima. Si Dios la quiere en un monasterio y en el monasterio no puede entrar, pues, ¡ transformará su propia habitación en un convento !