Papa Gregorio XII en su residencia de Frascati. Úrsula se declara indigna de estar ante la presencia del Pontífice… pero se arma de valor para transmitir el mensaje que Dios le había encomendado.….
Cuando Úrsula dijo al Papa todo lo
que Dios le había mandado ( “ Que exhortase a toda la cristiandad para que se convirtieran de sus malas acciones…) el Pontífice la bendijo, diciendo: “Hija, pide a Dios que nos perdone“ Luego encomendó a un grupo de sacerdotes el estudio del caso…
Entre esos sacerdotes
que debían probar si realmente Úrsula era una santa o simplemente alguien que quería llamar la atención con los arrobamientos, se encontraba Felipe Neri, a quien años más tarde, la iglesia reconocería como santo. Úrsula fue alejada de sus parientes, fue sometida a exorcismos y a las pruebas más difíciles…En todo respondió con humildad y paciencia. Aunque, un día, el P. Felipe Neri la encuentra casi sin vida, pálida y sin aliento. Alarmado, llama a su hermana Cristina, quien sugiere le den la sagrada comunión. Nada más oír el sonido de la campanilla anunciando la llegada del Santísimo sacramento, Úrsula volvió en sí…para caer luego en un éxtasis prolongado….