Tepatitlán
Murió el escritor
Juan Flores García
+ Colaboraba para 7 días, la
hoja parroquial y otros medios
Por Alejandro González Ontiveros.- A la edad de 85
años falleció el escritor y cronista Juan Flores García,
quien fuera colaborador de este semanario con su columna
Tepatitlán en el tiempo.
Fue la mañana del pasado martes 6 de octubre cuando el
Abasolo #98 (Esq. con Galeana)
HORARIO:
Lunes a viernes de 9 a 2 y de 4 a 7.
Jueves y Sábado de 9 a 2
7 días Sábado 10 de octubre de 2009
+ De la máquina de escribir al
Internet, toda la vida escribiendo
escrito dejó de existir. Sus restos fueron velados
durante todo ese día y el miércoles siguiente por
la tarde se ofició una misa de cuerpo presente
en el templo de Nuestra Señora de Guadalupe,
lugar varias veces recordado en los escritos de
don Juan.
Juan Flores
vivió su infancia
y juventud
a veces en
Tepatitlán y otras
en Guadalajara;
todas sus
anécdotas fueron
plasmadas en
papel para deleite
de familiares y
amigos y la gente conocían de hechos históricos y personajes de esta
en general de esta ciudad, ciudad.
que disfrutaban lo ameno Los artículos y anécdotas de Juan Flores García
de sus escritos y además fueron publicados en varios medios informativos
ya desaparecidos y algunos actuales, como 7
días; también aparecían en la hoja parroquial y se
hicieron algunos libros donde se compilaban sus
escritos.
Invariablemente, las obras de Juan Flores
terminaban con la frase “Así fue Tepa en el tiempo”,
razón por la cual sus artículos se conocían de forma
genérica como Tepatitlán en el tiempo aunque
llevaran algún título particular aparte.
No fue hace mucho cuando a don Juan se le
podía ver en su casa o en el negocio que atendía
de venta de artículos de colección, redactando con
máquina de escribir los escritos que luego saldrían
impresos en este Semanario o la hoja parroquial. Sin
embargo los años comenzaron a cobrarle factura a
este señor, por lo que se vio obligado poco a poco
a dejar de escribir por él mismo sus artículos, para
dictárselos a alguno de sus hijos o nietos, que ya
para entonces lo pasaban directamente al teclado de
una computadora en vez de la inseparable máquina
de escribir de don Juan.
Era común en las anécdotas de Flores García
evocar, con cierta nostalgia, a amigos de la
infancia y juventud que ya se habían adelantado
en el camino. Ahora don Juan ya está con ellos y
seguramente desde donde quiera que se encuentren
les dirá que “así fue Tepa en el tiempo”.
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