Está en la página 1de 244

Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

1
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

2
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

3
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Título original: Las bondades del abismo.


Autor: Elbio Aparisi Nielsen.
ISBN: 659-897-25-6784-8
Depósito legal: B-48.256.2036
Hecho el depósito legal que prevé la ley 11.723.

4
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

A los que se aventuran a lo real y siguen “viviendo” para


contarlo.

5
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

6
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Las bondades del abismo.

7
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

8
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Prólogo.

La tristeza se alimenta de mentes atestadas por la


ansiedad del encuentro entre la moral y la
ejecución arbitraria del entorno no controlable. En
esa tempestad de mil huracanes internos todos
nosotros buscamos en miles de procesos
equívocos las respuestas en anclajes de sentidos
pasados, reformulamos lo hecho y lo intentamos
modificar internamente para mojorarlo, pero en
ese pasaje nos vemos asolados por miles de
sentimientos encorsetados con la moralidad que
nos obliga a navegar solos en un universo
acuático, oscuro y repleto de bestias. Recrea en
nuestras red de experiencias un campo de batalla
minado por esa falsa moral que nos invade desde
el exterior. En una palabra nos hundimos, bajan
las defensas, jugamos con el laboratorio químico
ambulante que somos y nos sometemos a un
juicio personal y sin testigos presenciales que
vamos a perder la mayoría de veces.
Naturalmente en nuestra ceguera participa nuestro
entorno directo e interactuamos en una comodidad
sentimental que nos aleja de aquello para
endiosarlo en el lenguaje y es cuando terminamos
de rematar el bucle de negativas que nos hará
evadirnos hasta para comer. Ante la negativa
visión que contemplamos en este prólogo de
bastidores y veranos de playa puedo decirte que
encuentro la respuesta a lo que leerás. El escape,
la ración de movimiento que nos pide devolvernos
al estado primigenio que nos hacía seres

9
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

diminutos e inquietos ante otras especies más


grandes y fuertes reaparece en el estado de exilio
en el que nos apresuramos a sentir por odio a
nuestros errores ante la propuesta social que nos
intenta etiquetar. Quiero decirte simplemente que
las frustraciones traen viajes, cambios,
modificaciones y que nada queda librado al azar,
todos los peores fantasmas vuelven desde la
infancia, adolescencia y principios de adultez para
recordarnos que aunque hagamos fuerza por
explotar el cerebro, éste seguirá allí,
representando al alma que crees sentir dañada.

Elbio Aparisi Nielsen


Julio del 2009.

10
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Las bondades del


abismo.

11
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

12
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Substancia itinerante.

Había cenado pero su estómago comenzaba a


quejarse nuevamente, él le explicaba –siempre que
podía- las razones por las que no podía regalarle
restos orgánicos para que se divirtiese. Esa noche
discutieron durante unas largas horas y acabaron
durmiendo debajo de un techo ajeno. La noche con
su luna oblicua lastimada, con puntos estelares de
fondo desaparecieron al llegar la radiación insana
de la mañana. El globo espacial había girado y
rodado por el vacío cósmico sin rumbo aparente
más que el de seguir a la estrella oscilante amarrilla
en el caos curvo y temporal.

-¿Qué hora puede ser?, cierto, si he perdido mi


agujas numéricas inexactas._ su perro se preguntó a
qué venía tanta tranquilidad, solía despertarse a los
gritos pelados en medio de cualquier sitio, público
o privado, de todos o de uno.-¡Vamos Copérnico!,
nos resta la vida todavía, lo siento, nos separaremos
en algún momento próximo, pero no te sientas mal,
eres un compañero perfecto, prometo no cambiarte,

13
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

te quiero demasiado… no te aflijas mi amigo,


sigues siendo joven para la picadora de carne…
tranquilo, beso, si quiero un beso, ¡qué bonito beso,
cuánto cariño!_ las puertas se abrían y cerraban en
un compás de cuatro cuartas, eran los vecinos del
lujoso barrio que marchaban aislados, con prisas y
sin ánimos -era un lunes lleno de luz, pero un lunes
al fin- juntos estiraron sus cuerpos en el césped
húmedo mientras los sonidos se sumaban en un
sinfonía algo más compleja que la anterior, eran los
niños y sus autobuses, las carteras y los libros, los
lápices repiquetear, hasta que de un minuto a otro
la calle sufrió el secuestro de sus sonidos y estos
fueron tapados o borrados por los de automóviles.

-¿Cuál es nuestra ubicación?, tengo que buscar el


punto exacto, sino no partimos de aquí Copérnico,
no me mires así, si hubieses apuntado anoche nada
de esto hubiera pasado, deja, yo me encargo de
todo, ¡como siempre!_ las ventanas se abrieron
para recibir la luz y el aire matinal, dentro una
mujer de unos treinta años limpiaba sin cesar,
dispuesta a terminar sus tareas y echarse a fumar y
a masturbarse.
-¡Señor del gorro!, ¿qué hace aquí?, ¿qué quiere?...
mi jardín no es una dormitorio… ¡llamaré a los de
gorras y zapatos duros!, ¿me oye señor del gorro?_
salió -sin preámbulo alguno- por la puerta trasera
con una bata blanca impoluta y su escoba sin pelos.
-Yo no he dormido aquí, yo he vivido en esta
porción de tierra durante unas horas, y ni usted ni

14
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

nadie puede prohibirme hacerlo, soy un ciudadano


del globo sin rumbo y tiene que respetarme señora
de ojos claros.
-Es mi casa señor del gorro, no puede saltar las
rejas blancas que ha dispuesto mi marido con tanto
amor y empeño para dormirse junto a mis rosales
sin ningún permiso. ¡Marche o llamaré a los
oficiales de las credenciales metálicas y numéricas!
-No es justo, me iré porque mi mapa me lo exige,
no volveremos a vernos señora sin bragas, pero
recuerde que esa tierra –señala a los rosales
amarillos- no es suya, no hay título que valga, ni
personas que lo avalen, esa tierra es mía y suya.
Vamos Copérnico el día recién comienza a quemar,
¡he encontrado el punto, mira que suerte la
nuestra!_ la señora de escoba limpia llamó a los
encargados de mantener el orden, al atenderla se
limitó a denunciar unos ruidos molestos de la noche
anterior, algo le dijo dentro suyo que era un buen
hombre, y que nada de lo que había dicho era una
mentira. Encendió un puro de hojas de huerta isleña
y se masturbó viendo a su alrededor el casa
revuelta y repleta de polvo, echó a reír a carcajadas
hasta que tocaron su puerta.

-¿Quién es?_ preguntó terminando de disfrutar del


primer orgasmo de la mañana.
-Soy yo… abre._ su voz se apagó en sus oídos,
prefirió continuar con la comodidad del sofá, era
feliz, el visitante insistió pero la mujer del cigarro
de huerta no se detenía en su búsqueda del

15
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

verdadero placer. Al sangrar su mano derecha –la


buena- decidió emprender camino al trabajo, al
final su horario le permitía un polvo de mañana,
rápido y silencioso pero sus manecillas le obligaron
a marcharse incompleto, insuficiente, apagado, al
final un lunes sin sexo era un día completo perdido.

-Ven mi amigo, ¿estás agotado hoy?, ¿¡tan


pronto!?, ¡vamos camina, que hoy puede ser un
gran día Copérnico!_ el perro arrastraba una pata
trasera haciendo una fuerza descomunal para
satisfacer a su amigo, la sangre de sus pezuñas
pintaban la acera, ahora los ancianos poblaban el
horizonte con sus bastones y andadores. -Puede
decirme buen hombre dónde está la plaza elíptica
de la ciudad, es que yo no he pisado su superficie, y
necesito llegar a ella, es importante para mí._ le
dijo acomodando su gorro de piel.
-Buenos días maleducado, aquí todos decimos los
buenos días, ¿la plaza elíptica?, bueno, vamos a
ver, tiene al menos unos treinta mil milímetros al
oeste en línea recta, luego otros noventa mil
milímetros a la derecha, al pasar la carretera baja
por la cuesta y tiene usted a unos cien mil
milímetros la plaza elíptica.-bajó la mano flotante y
de orientación, se apoyó sobre su bastón notando el
rastro del perro sobre su acera.-Su amigo perruno
está sangrando señor de la piel en la cabeza, tiene
que llevarlo al sitio de arreglos y confecciones para
animales, ¡ha pintado la acera por donde camino!,
¡eso aquí es delito!_ sacó un silbato de su bolsillo

16
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

izquierdo y silbó con todas sus fuerzas, parecía


olvidar su vejez.
-¡Déjelo tranquilo!, ¡suele secarse y curarse con el
viaje!, ¡no haga eso señor, por favor!, ¡gracias por
la información!_ el primer silbido se repitió con
cada uno de los ancianos de la acera, al escuchar su
sonido repetían el acto silbando con los suyos, de
esa manera alertaban a los uniformados de las
placas de lata. Por su lado el hombre robusto y de
gorro con piel y un perro a su lado corrieron sin
descanso por el camino que le habían señalado,
necesitaba ver la plaza, sentarse y replantear su
viaje.

-¡Alto ahí torturador de animales!, ¡deje sus manos


dónde podamos verlas!_ gritaron los guardias desde
la esquina más próxima.
-¡Mis manos están a la vista señores!, no soy un
maltratador de nada, a Copérnico le sucede a
menudo, sé que parece inhumano, pero es
totalmente natural, luego se seca la herida y sana._
repitieron tres veces el procedimiento, como si la
reacción del hombre de cabeza cubierta en verano
los hubiese llevado a un punto del algoritmo sin
respuesta.- ¡Me iré mientras hablan de sus trabajos
y esas cosas!, es que llevo prisa y no quiero
entorpecer su labor señores._ exclamó alejándose
lentamente con su amigo en línea recta. Copérnico
volvió su mirada al oír el estruendo ensordecedor
de las armas disparando sin enemigos. Los agentes
habían destrozado sus cuerpos a disparos limpios.

17
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Quiero comer un bocado de sus pezones, no se


enoje, soy un viajante que necesita amor, pero
puedo compensarle dejándola venir con nosotros._
la mujer de tetas pronunciadas en un discurso de
política creyó que era una broma.
-Pero si no chupa bien tendrá que pagarme, ¡quítese
la gorra antes!_ siguió el juego, le pareció primitivo
y animoso, algo más que esperar a su marido toda
la tarde en el jardín de su casa.
-¿Está segura señora de tetas turgentes?_afirmó con
su cabeza sin mediar pensamientos, fue un acto del
instinto, llevaba algún tiempo sin tener
penetraciones interesantes, ¿qué podía hacer un
adulto con un gorro de piel chupando sus tetas?,
notó que el perro estaba enamorado de ella
también, le pareció tierno, sangraba.
-Dile a tu amigo que me chupe aquí abajo, dónde se
pierden las palabras.
-¡Copérnico!, amigo mío, chupa esa fractura
húmeda que yo me ocupo de las montañas del otro
extremo._ fiel al de gorra con piel, Copérnico se
acercó lentamente y se estiró para chupar
suavemente algunas protuberancias blandas que
desconocía de las féminas adultas.

18
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Algunos ancianos de bastones flácidos se


detuvieron a observar el trabajo de las dos especies
amigas dándole placer a una mujer sola y rabiosa.
También se detuvieron a presenciar el regalo visual
unos niños de edad desconocida que murmuraban
entre ellos el significado de lo que estaban viendo.
-Estoy agotado señora, ¿puedo masturbarme ya?,
necesito hacerlo, ¡niños fuera!, Copérnico, déjalo
ya, recuéstate en el césped a descansar, ¡mira el
charco de sangre que has dejado!, señora quiero
penetrarla, con su permiso si es posible.
-De eso nada, ¡vaya detrás del faro a tocar sus
partes!, no quiero verlo hacer algo tan asqueroso._
ajustó su ropa al cuerpo, alisó las arrugas efecto del
desenfreno y cerró la puerta tras un paso firme,
olvidadizo y desinteresado. La ciudad siguió su
ritmo, algunos quedaron dialogando sobre algunas
repeticiones mentales que reproducirían
posteriormente en sus hogares mientras cenaban.
Eduard hizo exactamente lo que le dijo la mujer de
tetas turgentes mirando un meeting político.
-Sigamos camino mi amigo, quiero que lleguemos
cuanto antes a la plaza elíptica, se hará nuevamente
de noche._ Copérnico se levantó cansado y
arrastrando la pata sangrante.- ¿Todavía no se
cierra la herida?, que curioso, no suele ser así,
luego miraremos que tal va, no te preocupes, sufrir
es tu forma de vivir, vive tranquilo amigo mío.

19
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Un hombre de unos cuarenta años, vestido de traje


impecable y peinado con gomina golpeó a su paso
a Eduard.

-¡Fíjese por dónde camina!, siempre es lo mismo,


¿lo has visto Copérnico?, ¡ven aquí bola de
nervios!, voy a comprarte otro traje después de
darte una buena paliza.
-¿Perdone?, no le he oído bien, ¿me ha dicho
algo?_ su rostro se transformó en cólera de una
instante a otro, se dibujaron todas sus arrugas.
-He dicho que mire por dónde camina, ¡me ha
empujado y ni se ha percatado de pedir unas
míseras disculpas!_ rascó con su mano por debajo
del gorro de piel.
-Mire señor, no puedo perder el tiempo con una
persona que no trabaja, sepa entender que el mundo
funciona con o sin usted, por lo tanto déjeme en
paz que llego tarde a una presentación muy
importante._ se dispuso a marcharse sin mirar atrás,
realmente tenía prisa.
-¡Venga por favor!, ahora no se irá nada, no puedo
dejarlo ir sin permitirme una réplica._ dijo Eduard
rascando nuevamente por debajo de su gorro de
piel, mientras con su otra mano sujetaba el brazo
del hombre repleto de prontitudes e inseguridades.
-Por favor suélteme, ¡suélteme he dicho!_ vociferó
y retiró la mano de Eduard de un golpe.- ¡Aléjese o
llamaré al orden!, maldito miserable.
-¿Cree que esa reunión de peces gordos será su
destino?, ¿y después que hará?, el tiempo

20
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

irremediablemente se montará sobre usted y lo


aplastará lentamente, se preguntará cuál es el
tiempo que le resta, lo que le gustaría haber hecho,
pero lamentablemente no hay segundas vidas, no
hay errores remendados con el tiempo. Solo quiero
pertenecer a un conjunto de ideas, no confía
siquiera en lo que piensa presentar. Ahora sufrirá
una serie de golpes que no podré evitar, y la ley
ordenará mi captura, pero usted estará tan herido
que no podrá volver, comprobará que al no poder
retornar a su puesto, lo cambiarán por otro
monigote con gomina como usted señor del traje
sin arrugas en los pantalones.

Lo primero que rompió fue su nariz, hundió su


tabique en su frente, la sangre fluyó a borbotones
manchando a Copérnico convirtiéndolo en un perro
rojo y sin heridas visibles. Quebró por fuerza en
dos sentidos contrarios el brazo y la pierna, rasgó
su traje y orinó en su rostro, Eduard sonreía
mientras lo hacía. Gritó todo lo que pudo, pero el
resto de personas no se detuvo a mirar que era lo
que acontecía, simplemente no pasaron entre la
sangre y el cuerpo. Eduard llamó a su amigo y
siguieron camino hasta la plaza elíptica. Unas
sirenas se oyeron apagarse a lo lejos, Copérnico se
detuvo y sacudió la sangre a punto de secarse,
algunos restos quedaron pegados a su pelaje pero la
gran mayoría había logrado desprenderla, parecía
un tigre de bengala coloreado por un niño.

21
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Es increíble, se echará nueve meses, nacerá


nuevamente, al final sus heridas sanarán pero mis
palabras tendrán sus efectos, ¿verdad, amigo?, yo
creo que si, deberías haber visto sus ojos repletos
de preguntas, sus ansias de que suceda esto.
¿Cuánto crees que falta Copérnico?_ el perro se
detuvo y bostezó, estiró tres de sus cuatro patas y
ladró una sola vez, luego se arrastró perezoso hasta
un arbusto en un jardín y se desplomó como un
mueble viejo y pesado, cerró sus ojitos pequeños y
suspiró hasta dormirse. Eduard se sentó junto a él,
el arbusto los tapaba a los dos, en la casa no había
nadie, ya eran horas de comer algo, su estómago
rugió dialogando sobre platos, él lo calló, prefirió
esperar algún tiempo más, quería ver el
movimiento por aquél trajeado.

-¿Has visto algo hijo?_ le preguntó al niño el


oficial alto, fornido, apuesto, y sin armas. Eduard
silencioso cruzó sus piernas y apoyó sus codos en
las rodillas, tenía algo que ver para entretener su
habilidad mental.
-No señor de gorro grande y camisa ajustada, no he
visto nada, de haberlo hecho lo hubiera dicho._el
gran oficial vigoroso y sudado palmeó al infante y
éste fue directamente contra el suelo.
-Si ves algo tienes que decirlo, ha pasado algo
grave, una persona ha muerto, ¿me oyes desde el
suelo?, si ves algo que te haga preocupar me gritas
y vendré.

22
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Sí, sí señor gigante, lo haré._ al marcharse el


agente del orden el niño se dirigió a la puerta de
aquella casa, subió un escalón y se detuvo.-Señor lo
he visto, pero no diré nada, cuando quiera toque la
puerta y le abriré con gusto. Mi madre no vive más
aquí y mi padre se ha suicidado hace unos días en
una de las casonas.
-¿Cómo me ha descubierto?, es imposible…_
Eduard chistó por lo bajo decepcionado.
-Quédese tranquilo señor del perro muerto, si
quiere entrar en mi casa, bien, y sino también._ dio
un portazo y miró a su amigo.
-Pero si está bien Copérnico, ¿amigo?, vamos,
despierta que hoy tenemos un hogar, vaya genio
tiene la bestia.

23
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Tocó con tres golpes la puerta mientras su amigo


subía lenta y tortuosamente los escalones, la
pincelada roja era algo más espesa, su herida
parecía secarse.

-Que bien mi amigo, pronto no tendrás rastros de


ese tipo de dolor, serán otros lo que te aborden sin
preguntar, como la soledad de un anciano en la
residencia o el escondite del niño en la guerra.
¡Vamos sube que tú puedes!_ retumbó en sus oídos
debajo del gorro de piel el sonido de la puerta
abrirse, cerrarse por la corriente de aire y volverse
abrir.
-Pasen que sino se cierra otra vez, es que aquí justo
hay una línea descubierta._el niño los esperó algo
impaciente por la lentitud y el esfuerzo del perro
herido.-No tengo todo el día._dijo amenazando con
cerrar.
-Ya está por llegar, mire como aguanta todo, es
increíble Copérnico, es un guerrero encerrado en un
perro feo. ¡Así es mi amigo!, ya tienes dónde
reposar.
-Ese oficial volverá señor de cara triste y gorro de
piel._Copérnico se estiró patas para arriba en medio
de la sala, junto a una pantalla vieja.

24
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Lo sé, gracias por todo, sus padres veo que no


están, supongo que pronto vendrán los amigos
sociales a llevarlo a algún sitio seguro para que no
esté solo.
-¡De eso nada!, nos llevan a residencias, nos juntan
con otros como yo y nos medican para no dar
problemas.
-Lo siento, creí que eran sitios bonitos.
-Usted no es de aquí, se nota que no conoce bien
como funcionan las cosas. Lo primero que haré es
darle algo de ropa que dejó mi padre, venga por
favor, suba tranquilo, no sea cauto, aquí puede ser
usted tal y como es. ¡Cuidado con ese escalón!,
tiene que saltarlo, me he olvidado de decirle.
-¡Que miedo desértico!, Copérnico, mi amigo,
sigue durmiendo en la sala, si me necesitas chilla
como la cabra degollada.
-¿De dónde viene señor del gorro?_se detuvo y lo
esperó junto al cuadro de vetas verdes apoyándose
contra la pared despintada.
-Nací algún día que no puedo recordar, mis
primeros recuerdos fueron en una cueva junto a un
abismo, allí aprendí del amor de algunos animales,
pero no sé dónde es exactamente y me gustaría
volver algún día.
-¿Quiere decir que no tiene hogar?_ subió antes de
contestar la pregunta del niño, esperó recuperarse
repasando en sus pensamientos que era
exactamente un hogar.
-Mi vivienda lo es todo, la suya es un átomo en una
manta. Pero no espero que lo entienda señor, su

25
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

corta edad y gran sapiencia le ofrece oportunidades


únicas de creer comprender lo que sucede allí
afuera, yo creo que sobre el camino podemos
alejarnos de la pesadumbre de la existencia.
-Es usted un hombre triste, aunque su sonrisa es
irónica, esconde algo señor sonriente de ojos
azules._ comenzaron a caminar en el pasillo de la
segunda planta.
-Todos tenemos secretos, muchos mueren sin
hablar de ellos, hay miles enterrados, creemos que
por pequeños no son importantes pero son los
peores. ¡Son los peores!_ agitó sus manos en el aire
y rascó su cabello debajo del gorro.
-Eso es, el gorro, ¡quíteselo!, le molesta, hoy no lo
necesitará, es feo, molesto y le queda muy mal, no
es un estilismo original. Tiene aspecto de pobre,
aventurero o genio perdido en una cuba de
agua._dio unas vueltas en la habitación, abrió las
ventanas, un viento huracanado metió hojas secas,
por efecto de la corazonada las cerró y trabó el
pestillo.-Vaya día, en esta ciudad el tiempo cambia
en segundos, no sé como serán aquellos lugares tan
remotos que visitó anteriormente pero aquí algunas
cosas suceden de un modo algo extraño, desde mi
nacimiento apunto lo que me sugiere anomalías y
tengo al menos cinco mil páginas con conclusiones.
-Es usted escritor a su corta edad… fascinante._ el
señor del gorro se sentó en la cama enana.
-No, no soy escritor, de eso nada, no los soporto,
son animales de encierro y mentiras. Hacen de sus
vidas una estatua de tinta y se enaltecen como

26
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

dioses en una galaxia de idiotas. Pruébese esta


camisa, creo que el color le sentará muy bien.
-Es bonita, su padre era una pieza movible y
constante por lo que veo._ se quitó los harapos y
dejó su torso desnudo, el niño se sorprendió de lo
que vio.
-Usted es un superviviente, las huellas de sus
caminos están tatuadas en su torso, son las marcas
de la savia de un árbol visitante.-Cruzó sus cortos
brazos y se acomodó en una silla de colores.-
Contestándole lo anterior, mi padre no era una
pieza movible, aquí hay millones desperdigadas, la
ciudad se mueve con ellos detrás de bambalinas.
-La vida creo que es un donut que nos llega
mordido por nuestro creador, como una broma de
mal gusto que disfruta indefiniblemente mientras
nosotros empezamos y terminamos funciones para
él, creo que yo soy una anomalía y pronto podré
seguir mi camino más extenso, lo tengo todo
planeado._ el niño se echó a reír por lo que le dijo
su nuevo visitante de camisa ajustada.
-¡Le queda como un diente a una babosa!, no lo sé,
debería cambiar la postura que tiene, ¡no se ponga
el gorro!, ¡que manía!, ahora le toca a sus piernas,
no puede emprender un viaje sin unos buenos
pantalones._ sus ojos azules se iluminaron, y se
pudieron ver en ellos un universo representado en
todas sus nuevas concepciones, su iris se expandió
lentamente, pensaba en el vacío del niño y la
tortura de su impresionante inteligencia.

27
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¿Cuántos años tiene?, si no es inapropiado


preguntarlo, es que me intriga su edad, la mía es
indefinida, no podría decirle nunca cuantos años
tengo, el tiempo no es problema.
-Prefiero no decirlo, espero sepa comprenderme._
sus ojos azules brillantes y su boca abierta le envió
a un pasado de algas marinas, un hombre le
preguntó exactamente lo mismo, él estaba estirado
en la playa, quizás llevaba allí mucho tiempo, pero
para él solo eran minutos de playa. Recordó la
sensación intrusa sin motivos y expiró todo el aire
de sus pulmones volviendo a la habitación.
-Lleva razón, no es un problema para mí, la
curiosidad suele ser un problema, lo entiendo, estoy
con usted, por favor no cruce sus brazos, así está
mejor, yo dejo corregir mi apariencia, usted corrija
sus actitudes, pueden ser una herramienta
indispensable allí afuera –señala la punta superior
de su ventana- dónde todo es duro, áspero y frágil a
su vez.
-¿Quiere dar un paseo señor de cabellos blancos y
negros?_ juntó su cabeza al hombro en un gesto de
niño alegre.
-Es una buena opción._ le deja las palabras en su
boca golpeando el paladar y haciendo música con
sus dientes.
-Perdone, pero me olvidaba, falta el calzado, no
puede salir así, sus pies, ¡mírelos!, llevará años así.
Y luego se dará un baño como el creador manda, no
huele a nada, no se preocupe, me ha llamado la

28
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

atención eso, tiene olor a perfume de rosas y


jazmines.
-La naturaleza me abraza por momentos, lleva
tiempo despidiéndome, como los amigos antes de
volar lejos._ rascó su cabello, notó que el gorro ya
no estaba, algo le faltaba de peso en su cabeza.
-Perfecto, mi padre era una copia mal hecha de
usted, me recuerda a una foto, creo que lo he
vestido igual a una fotografía que miro mucho,
sepa disculparme que en la soledad de una casona
hay fantasmas que son recurrentes.
-No tiene por qué disculparse, es usted un niño
ejemplar, su padre sería feliz de verle unos
minutos, se lo aseguro. Escuche su voz por las
noches, él hará todo lo posible por dictarle
conciencia, quiere ser parte suya, solo debe dejarlo
entrar, al fin y al cabo su herencia está dentro suyo.
En sus gestos hallará respuestas, mírese en un
espejo que no tiene nada que perder, abrace a su
voz interior, deje que lo acompañe en este camino
de soledad, amíguese que son pocos y no se libran
guerras de un combatiente, recuérdelo al
despertar._ el labio inferior del niño se comprimió
arrugándose hasta parecer un nuez, sus ojos se
achinaron emulando dos conchas de mar cerradas.
-Gra-cias… puede ir al baño está preparado, nunca
se sabe cuando hay visitas… luego baje que lo
invitaré a comer una especialidad, ¡eso si es
herencia!, tengo todos los apuntes de cocina de mi
madre.
-Gracias a usted._ asintió con su cabeza.

29
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Dentro garabateó en el aire un sinfonía que


tarareaba sonriente y saltando sobre la capa de agua
permanente que formaba la lluvia de la ducha
caliente, estuvo en ese estado de felicidad durante
escasos minutos. De golpe cayó de cuclillas,
lagrimeó, golpeó el agua y esta se volvió contra su
rostro y la lluvia que caía desde arriba. Cerró sus
ojos por la molestia que se provocó y pensó el por
que de la tristeza, supuso que era pasajera y volvió
a sonreír, el niño era un buen hombre.

30
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¿Qué canción suena en mi mente?, ¿son esas notas


ceros y unos?, seres perdidos tocando para mí, que
curioso._ pensó mientras se enjabonaba el cuerpo
en una doble caricia.-No quiero que toquen nada,
solo me voy a limpiar para que ese niño pueda ser
algo más feliz, ¿me escuchan señores?, que bonito
baño tiene, no hay manchas, salvo las mías, pero no
hay nada aquí dentro que delate falta de limpieza,
esa mujer, era preciosa, le tocaría los pezones, los
mordería y luego soltaría toda mi humanidad en
ella, supongo que así vienen todos los nuevos
hombres._ se quedó en silencio mirando los
azulejos blancos de la ducha, entre sus juntas
descubrió un imperfección que le llamó la atención.
Rascó con sus uñas largas rompiendo una de ellas
en el intento, volvió a raspar más fuerte mientras
tarareaba la canción que escuchaba en su mente, el
agua comenzó a salir fría.- ¿Qué es esto?, ¿tan
rápido se acaba el agua caliente?, el ahorro de los
elementos es un evidente acierto, ¡pero justo en
este momento!_el niño tocó la puerta dos veces
seguidas.- ¿Quién es el que golpea insistentemente?
-¡Ya es hora de que salga señor!, la comida se
enfriará, lo espero abajo, su perro ronca como una

31
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

marmota, ¿lo despierto?_corrió la cortina y resbaló


golpeando su nuca contra el inodoro, se mareó pero
no sintió perder el conocimiento de la realidad.
-¿Señor qué ha sido ese ruido?, ¿señor?
-Nada, ¡nada!, ahora bajo… ¡y no lo despierte a
Copérnico!, suele dormir más de la cuenta, si lo
despierto ahora tendrá un día de perros el resto de
la tarde-noche.

Anudó las puntas de la toalla en su cintura, hizo lo


mismo con otra en su torso, se calzó con unas
chanclas de colores y puso otra toalla en su cabeza.
Se vistió repleto de prisas, tenía ansiedad, quería
saber que tipo de cocina había heredado el niño
grande.

-Ahora sí, no lo reconozco señor, ¡esto si que se


merece una buena comida!_ gritó alegre al verlo
asomarse temeroso por la escalera.-Es usted otra
persona, no miento, usted no es quién era.
-Pero sigo sintiendo lo mismo._ asintió con
desenfado y algo de ironía, suavemente se acercó a
la cocina, fue lento su andar debido a que el perro
acaparó su atención en el trayecto, se preocupaba
por su descanso en condiciones, sentía que ya había
sufrido demasiado para un día de herida sangrante.
-Siéntese, es usted mi invitado de honor, ahora que
ya estamos juntos podremos elevar nuestras almas
a la gracia de nuestro creador y agradecerle todo lo
que nos aporta diariamente._ dijo el niño cerrando
sus ojos y juntando sus manos.

32
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-No, no, perdone, no, yo no puedo orar, no lo sé, lo


siento, no tengo el poder de comunicarme a tanta
distancia con nadie, prefiero no hacerlo.
-Lo lamento, no sabía que no era uno de los
nuestros, aquí todos nos comunicamos con nuestro
creador, agradecemos todo lo que nos proporciona,
sean alimentos o salud, sin él no quedaría nadie de
pie señor. Lo invito a hacerlo conmigo, solo debe
repetir lo que oye, tendré paciencia._ insistió el
niño gesticulando con más énfasis, comenzaba a
inquietarle tener a un impuro en su hogar.
-Ya le he dicho, no hay nada que pueda yo hacer, es
así, comprendo que la ciudad tenga una forma de
hacerlo, creo que no es en todos los sitios igual, no
lo recuerdo, estuve en tantos lugares que no me
caben las imágenes para almacenarlas, ¡y menos
para comunicarme celestialmente con un creador!
-Está faltando a una condición fundamental, debo
pedirle que se retire de mi casa, seré un solitario
pero reconozco lo que contiene el bien y el mal,
usted no tiene un sitio, eso no puede ser bueno, la
duda es culpa señor._ se levantó sin pensarlo,
fríamente señaló al perro y la puerta, como si una
daga invisible le atravesase el esternón.
-Comprendo, todos tienen sus teatralizaciones del
miedo, efectuar movimientos y un lenguaje para la
sofocación del miedo es loable, aunque no podré
compartirlo jamás.
-¡Se equivoca!, todos los hombres que se precien
alguna vez conocen la palabra de quién obra por

33
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

todos controlando que el bien se mantenga por


sobre todas las cosas.
-Defiende lo que lo mantiene de pie, sigue siendo
loable actuar en la defensa de un ser invisible, no
olvide que todos los niños tienen amigos invisibles,
en ellos depositan sus deseos y frustraciones. ¿Es
usted un niño adulto?
-¡A la calle!, no voy a permitir la falta de moral en
mi propia casa, ¡y despierte a ese perro herido!, por
favor, no quiero determinar un hecho con la
violencia, pero si se niega, estaré en todo mi
derecho de asesinarlos en mi defensa._ el niño tosió
de nervios, sus venas atravesaban todo el rostro y
parte de su cuello, estaba rojo de furia, sus ojos
enrarecidos no eran los mismos, su alma quería
gritar.
-Copérnico, mi amigo, debemos marchar, ¡vamos,
despierta que tenemos prisa!, eso es, estira tus patas
que volvemos al transito mi querido y fiel amigo._
esperaron en silencio arrepintiéndose los dos de la
vergonzante escena, estuvieron a punto de
disculparse a la vez pero prefirieron quedar en
suspiros las palabras, en aire de expiración.
-Vamos perro, que mi comida sigue esperando._ en
su última línea verbal comprendió que no había
más que rencores encubiertos, su acto de caridad
era otra de las escenificaciones posibles, su
hipocresía lo motivó a faltar a su educación al
marcharse, junto a su amigo, sin despedirse, ni con
una mirada fugaz. Lamentó al andar en medio de la
oscuridad y el frío no poder dialogar y cobijarse,

34
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

revolvió viejas frustraciones que lo abrigaron al


entretenerlo en una constante lluvia de
pensamientos de idas y vueltas.

35
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

La noche se esfumó como el humo de un coche al


pasar, fue instantánea gracias al tumulto de ideas
que se encargaron de alejarlo del césped en el que
reposaron abrazados y tiritando del gélido aire su
amigo Copérnico y él. Al abrir los ojos pesados
como dos guerreros nómadas comprobó que su
amado socio lo estaba mirando fijamente, hicieron
un silencio cómplice intentando graficar que era lo
que pensaba el otro, así pasaron horas luchando con
la información abrumadora de sus cavidades
inteligentes o sociales hasta que Copérnico lamió
sus labios desesperadamente.

-¡Te he dicho que te quiero mucho!, ¿cómo lo has


adivinado?, ¿has sentido algo mi amigo?, gracias
por tus besos, son gloria acaramelada en un
desierto de mares salados y oscuros. No sería nada
sin ti, lamentablemente los números me tienen
preocupado, ya no soportas la herida sangrante
como lo hacías antes. Eres sabio Copérnico, eres un
animal único, quiero que sepas algo, ven, acerca tu
oído a mi lenguaje, eso es, muy bien, tú eres
especial, aunque el tiempo te diga lo contrario, tu
eres una máquina perfecta, no lo dudes nunca, para
mi no habrá en la eternidad persona o especie que

36
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

llegue a tus talones débiles. Sé que sonríes por


dentro, ¡mueve tu cola!, ¡muy bien!, me entiendes
perfectamente lo que digo. Supongo que yo soy una
anomalía, un testigo o simplemente un condenado,
lo que sea lo acepto gracias a ti, me llevó tantísimo
tiempo llegar a estas conclusiones, me sería mucho
más fácil si las ideas fuesen dibujos esqueléticos,
llegaría a todos los puertos de mis pasados._se
oyen pasos detrás del arbusto gigante que los
protegía de la maldad ajena o curiosidad gatuna.
-Señor, lo he visto hace unos años por las calles de
una ciudad lejana, ¿cómo llegó aquí?, perdone no
me he presentado, que maleducado, luego me quejo
yo de la gente, mi nombre es Drake Tempolía, no
piense en la absurda similitud de mi apellido con el
tiempo, unas de las primeras generaciones de los
Tempolía fueron relojeros, pero nada de eso ajusta
a la palabra con el concepto obvio y colectivo. ¿Los
interrumpo?_ el perro dejó de lamer la palma de la
mano de su amigo.
-No, mi amigo y yo descansamos, llevamos tiempo
andando, ¿dónde dice que me vio?_ rascó su frente
frunciendo el seño y sus ojos se volvieron dos
heridas cortantes, no veía nada, el sol lo iluminaba
por detrás. Drake Tempolía tapó su boca en un
gesto de aceptación al comprobar las molestias
oculares que provocaba, mientras que Copérnico
apoyó su hocico a un lado intentando evitar el rayo
de luz radiactiva de la estrella oscilante en camino
a la extinción. Hicieron un silencio de minutos, la
nuca de Drake se durmió y la sensación de

37
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

vergüenza ajena se potenció hasta cortarse por el


ladrido de Copérnico.
-Sí, si.-se sobresaltó Drake brincando hacia atrás y
tapando perfectamente a sus dos durmientes.-Su
amigo me ha dejado palpitando el cuerpo entero,
creo que es sano, ya que mi cuerpo comprueba
todas sus partes y me avisa que todo marcha bien.
Le decía, disculpe mis modales y mi falta de tacto,
es que me he quedado en un estado que no logro
entender, me siento bien, pero ¡muy bien!_ alzó sus
brazos al cielo y brincó varias veces ejercitando sus
piernas.
-Señor Tempolía sus calcetines tienen dos colores,
¿lo hace a conciencia o es un acto involuntario?_
preguntó extrañado.
-Uh, pero sí, no, no suelo hacer esto a menudo, ha
sido un error, ¡quizás sea la divina providencia!,
ahora comprendo por qué el reloj de la sala se cayó
estallando en ciento tres partes iguales, estuve al
menos una hora y veintitrés minutos contando los
cristales. Y también explica el comportamiento de
mi madre, hoy se ha levantado después de mil días
y unas horas de reposo vegetativo, ¡y su piel estaba
intacta!, como si nada… no puede ser, ¿es usted un
ser humano?_ se arrodilló con lágrimas.-¿Puede
imaginar qué siento yo ahora mismo?, mi madre ha
despertado y usted está junto a su compañero en mi
jardín, todo tiene explicación.
-Soy tan humano como usted, no sé por qué cree
que mi presencia genere efectos tan sospechosos. A
mi parecer el despertar de un vegetativo persistente

38
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

es la consecuencia de su excesivo amor, ¡su madre


ha despertado y pierde el tiempo con nosotros!_
Drake Tempolía negaba con su cavidad inteligente
una y otra vez, susurraba palabras que no llegaban
a flotar en el aire junto al rozamiento de las
partículas.
-¡No!, ¡madre!, ¡madre, ven aquí!, quiero que
conozcas alguien._volvió a hablar recompuesto.-No
lo sabe, perdone pero usted es el responsable de su
nueva vida, no haré más que agradecerle
eternamente su presencia. Sabía que ese día en la
ciudad lejana significaba algo.
-Exagera, y no hable de eternidad, le queda muy
grande a usted, con todo mi respeto pero no
recuerdo su rostro, y ciudades lejanas fueron
cientos de miles, lo lamento, su memoria es
prodigiosa, la mía lamentable, se disuelve como la
crema en el café._ su madre cerró la puerta y se
juntó con su hijo y comenzó a reír a carcajadas, con
sus manos en el estómago intentaba aplacar el
aluvión de alegría que tenía, duró al menos unos
minutos, luego Copérnico ladró algo molesto.
-Sepan disculparme, es que yo soñé con ustedes
señores durante mi estadía material, lo conozco, sé
lo que hace por las personas, pero me han dado un
mensaje, no sé cuando fue, si por la mañana o
tiempo atrás, un relojero me ha dicho o dijo que
usted debe mirar en sus adentros, que los nómadas
por momentos se detienen, hay preguntas que no
responde señor, y claman su atención. ¡Eso!, hijo
mío quiero ver toda el agua que nos vio nacer, y a

39
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

usted le digo ¡gracias!, vamos mi amor, no quiero


perder el tiempo._ se dirigió directamente a su hijo
sin volver a echar una última ojeada, el mensaje de
la mujer se instaló creando preguntas nuevas.
-¿Por qué me dice eso señora?_ dijo pero la mujer
lo ignoró, Drake Tempolía sacudió a su madre pero
no hizo caso alguno, seguía repitiendo su frase
enfermizamente.
-Perdone señor, creo que padece algunas secuelas,
pero creo en sus palabras, tengo que hacer lo que
me pide, llevo tanto tiempo sin ella, resistí mis
penurias mentales, creía morir, las noches me
atacaron con todas sus herramientas, vi todos los
espectros que quise. Yo también le doy las gracias
señor, deseo con todas mis fuerzas que encuentre el
camino a su sustancia, todos lo tenemos pero solo
algunos abrimos las puertas._ dejó sentada a su
madre, ingresó a la casa, hizo algunos sonidos de
movimientos en varios ambientes, minutos después
volvió con una maleta y una mochila en su
hombro.-¡Ya está madre, podemos irnos!, señor le
dejo las llaves, si marchan en algún momento por
favor necesito que las deje en aquella pequeña
planta, a nadie se le ocurrirá buscar unas llaves en
las raíces de una planta como esa._ dijo mientras
señalaba la planta entre dos arbustos y un árbol.
-No hace falta, Copérnico y yo estamos bien aquí,
seguiremos camino._ interrumpió Drake.
-Tiene que quedarse en nuestra casa, al menos unos
días, luego deja las llaves en el sitio que le he
señalado, es lo menos que podemos hacer mi madre

40
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

y yo. La ha devuelto a la vida, yo soy un nuevo


hombre, creo que viajaremos una temporada, por lo
que tiene un buen tiempo para morar junto a su
amigo.
-No hará falta tanto tiempo señor, agradezco de
verdad todo lo que hace por nosotros, pero yo no he
hecho nada, su madre ha vuelto a la vida porque así
lo ha querido, su amor la ha levantado del silencio.
Dicho esto acepto las llaves, sé que insistirá hasta
el hartazgo y no nos gustan esas emociones,
tenemos hambre._ se levantó lentamente, el cuerpo
recién se despertaba, era una buena mañana, una de
esas que se respira mejor, con una ventisca
levemente fría que nos inclina a todos a la
búsqueda del sol en las aceras.
-Pueden comer lo que deseen, aunque no hay tanta
comida, ya sabe, no tenía esperanzas. No salgo de
mi asombro. Vamos madre, adiós amigos… ¡que
sigan los pasos!, los despiertos también necesitan
despertar._ exclamó enfatizando sus palabras con
sus ojos, abrió las puertas de su coche, su madre se
acomodó en el asiento trasero, luego colocó la
maleta y mochila en el maletero, encendió el motor
que rugió molesto y se alejaron lentamente, la
mujer siguió sus ojos hasta desaparecer entre los
árboles y la fila de coches en tránsito.
-Lo has oído todo mi amigo, la casa es nuestra,
pero no abusaremos, son buenas personas._ su
cabeza se atiborró de ciudades quemadas y bosques
florecientes.-Estoy cansado mi amigo, comeremos
algo, lo sé, es muy pronto, luego dormiremos algo,

41
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

necesitamos la comodidad del hogar, hoy no puedo


eludir la propuesta, hay preguntas que claman hace
tiempo, sube, eso es, ¿cuesta?, ya lo tienes, ¡mira
que bonita sala!, una de las mejores, voy a preparar
hongos, como te gustan a ti, ven, siéntate, espera yo
te ayudo, eres muy importante para mi, lo sabes,
¿no?_ el perro lamió sus ojos.-Si eres puro amor,
nadie puede competir contigo, no me mires así,
amigo mío, el tiempo te ha llevado a un deterioro
que me preocupa, cambiaron los días de montañas,
las ciudades me confunden, no corres como antes._
abrió las alacenas, la nevera y encontró los hongos
en un cajón blanco con dibujos verdes. Encendió la
cocina eléctrica y silbó una canción, la media
mañana comenzaba a elevar la temperatura, había
más gente en las calles, algunas sirenas resonaron
en su mente, recordó la posibilidad de que los
guardianes quieran explicaciones, pensó en el niño
y su odio demente.-Creo que estaremos unos días,
hasta que las aguas pierdan las ondas._ murmuró.

42
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¿Estaban ricos?, creo que no comeré en días, he


saciado mi capricho, no duermas, ven aquí, en el
sofá estaremos mejor._ se recostó y el perro se
montó sobre su pecho, dio unas vueltas, bostezó y
dejó caer su cabeza en su cuello, sintió el calor de
cuerpo y no quiso moverse, su amigo necesitaba
continuar con su siesta.-Mira, ¿qué puede decir el
cuaderno?_ bostezó al terminar la pregunta, frotó
su rostro contra el borde del sofá y estiró su brazo
para alcanzar el cuaderno que estaba en la mesa de
cristal a escasos centímetros.-Ya está, leeré en voz
alta, así oyes lo que nos cuenta el cuaderno, mi
amigo no te duermas, ¿me oyes?_ repitió al menos
otras nueve insistentes veces hasta que el perro
ladró molesto.-“Textos y cajas destempladas”, es el
título del cuaderno, por Drake Tempolía. Primer
escrito… “La juventud ruega en las calles la
atención necesaria, la ciudad cae por ladrillos y los
millones de pobres compran coches a mansalva.
Acaban de sacrificar al primer cerdo en una plaza,
merecía la muerte, era un instrumento maligno que
amenazaba con perpetuarlos. Son necios y no hagas
caso madre, ellos no saben vivir, se mantienen en
carros antiguos, primarios y expelen humo de sus

43
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

pulmones cual locomotora gastada. La juventud


pide créditos a las cajas seguras del estamento,
desean que los antiguos mercaderes del dinero les
fíen sin preguntas. Todo cuesta caro madre, no
digas por dentro que el mundo es terrible, los
temibles somos nosotros, los ciudadanos.”_ dio
vuelta la hoja y prosiguió. El título es “Daño lateral
invertido al cuadrado” y dice así… “Escribirás en
tu alma centenas de libros que cambiarán el mundo
de solo ver la luz, no provoques tu muerte hoja
lírica, no aísles tus dones por profetas mal heridos
que necesitan del vil mental. Ahorra, las crisis
piden ahorros y cuidados, haz lo que te imploro
madre, la energía es un recurso limitado, tu cuerpo
no olvida los años, está condenado a la pena de
muerte, expiración o mutilación. No desesperes que
tienes una biblioteca mental aislada de próceres y
nombres gastados por la mentira histórica. Madre,
la soledad es el preludio inevitable, amigarnos en
vida nos hace gigantes, ¿qué sabrán esos enfermos
del tiempo?, no hacemos honor a nuestras raíces
emperatrices. Hoy madre no tengo un mísero valor
de cambio, la gente no me mira, creen que te hago
daño, solo desean tu muerte para culparme de sus
envidias insanas. Me han tocado el muestrario
interno, me han querido rehacer como enfermo del
sistema que nos gobierna, los uniformados corren y
pitan, asaltan y horrorizan, yo resisto, no sé si el
tiempo nos unirá. Hay pacíficos que nos apoyan,
dicen que tu vida es el ejemplo que buscaban,
escriben madre, lo hacen para ti, me han dejado

44
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

cientos de papeles acumulados que quemé para que


te rodeen cuando descansas o duermes soñando.
Hoy tengo la sensación de perder mi valor temporal
terrestre, me siento un helado liberado en un
bosque, el sol caliente madre y el globo gira
molesto por estar perdido en un universo complejo
y frío. Se hace de noche, ¿qué harías si apagase y
encendiese la luz simulando la noche y el día?,
¿despertarías? Me gobiernan las informaciones
falsas de los poderes desorbitados, tendría que
matarlos, erradicar el mal, quemar las raíces. Ellos
no quieren ser pobres, pero los haría de un soplo,
arrancaría sus cabezas y las expondría en museos
como lo hacen aquellos que enseñan la obviedad
que la masa no ve por estúpida, insensata y
sometida. Hay un chimpancé que ruge en mi
interior, está rabioso, me pide que queme la ciudad
completamente. No temas madre, te esperaré
aunque la vida se me extinga en el intento o la ley
de vida efectúe su dictamen. No puedo con mi
tristeza, las fotografías me llenan de gente
imaginaria la casa, resaltan los pasajes del tiempo y
los interpola agotando mi paciencia. Diría que eres
de otro planeta si no fuese tu hijo, ¿por qué la vida
me hace tan terrestre?, aceleraría las agujas de la
estrella oscilante para catapultarme a los confines
del universo, en millones de años se extinguirá y
tendré la excusa para saltar en un viaje de ida por la
curvatura espaciotemporal.”…. viajar._ pensó y
susurró a la vez, era una idea que germinaba desde
su génesis, pero viajar no era girar una y otra vez

45
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

por el globo y en ciudades cambiantes. Releyó las


últimas líneas, anheló un coraje perdido, se
autodefinió como un vencido en tierras movedizas.
Dejó el cuaderno a un lado al comprobar que el
calor se había vuelto frío.-¿Copérnico?, mi amigo,
duermes mucho, luego tendrás tiempo más tarde,
¿no has oído nada de lo que te he leído?, eres… no
hay quién te gane durmiendo… ¿Copérnico?,
amigo mío, ¡Copérnico!, ¿amigo?_ abrazó fuerte su
cuerpo enrollado en él y se sentó inmerso en una
desesperante sensación de tiempo, los números
comenzaron a llover desde el techo y estallaron a
sus pies, su sofá colmado de ellos se volteó hacia
tras. Golpeó su inteligencia y soltó a su único
amigo involuntariamente, vibró durante unos
minutos de agonía, todo su cuerpo revivía el
tiempo, gritó desesperado para no reencontrarse, se
arrastró vibrando hasta la puerta trasera y a su paso
los muebles y vajillas reventaron convirtiéndose en
polvo. La estructura comenzó a ceder y las paredes
colapsaron lentamente, su rostro y cuerpo vibrante
contenían una fuerza incontrolable, un tiempo
acumulado insatisfecho por su anomalía. Al lograr
caer rendido en el césped vio compactarse el hogar
de Drake Tempolía, reincorporándose pensó en su
madre, en sus palabras, un texto de Drake floreció
entre las maderas rechinantes y cristales que
parecían agua. Su amigo había sucumbido al
llamado de la codificación genética, la vejez era
inevitable, sus células se renovaban viejas, sintió la
amargura de saber que nadie lo entendería,

46
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

reconoció la soledad que despreciaba Drake


mientras esperaba a su madre. El polvo ayudado
por el viento lo envolvió cerrando sus pulmones, se
arrodilló arrancando migajas de césped y maldijo el
día de su nacimiento.

47
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Los planetas son cuevas, supongo que podré con la


falta de los elementos, no me han dado ni quitado,
si el tiempo me quiere tendrá que mantenerme en
su línea, ¡cueste lo que cueste!_ dijo desde la punta
de una montaña sobre la nieve primigenia.-¡Harás
de mí, una anomalía sin vestiduras ni proyecciones!
¡Ellos que hagan de sus etiquetas energía química!,
sus tecnologías no llegarán tan lejos como
especulan, tocan y pinchan con sus agujas a los pies
de un gigante que jamás conocerán._ predijo con la
exactitud de un relojero.-Ahorraré mis energías,
serán mis alas enterradas y mis piernas inutilizadas,
caeré en una hibernación que me llevará lejos, sin
nadie más. Al cabo de uno de tus días me
despertarás, quiero ver tus dones florecer, tienes
aquí el laboratorio más complejo y accidentado del
universo. ¿Por qué no sigo mi viaje?, ¡estoy harto
de las vueltas constantes por el globo!, ¡lo único
que hacen es destruir y sangrar, construir y destruir,
construir y reformar, pretenden llegar al cielo, ese
manto que nos calienta en nuestra cama lumínica y
acuática!_ se adentró en una cueva pequeña junto al
abismo vertical, se detuvo frente a la infinita caída
libre y oyó como las pequeñas piedras se
suicidaban ante la oscuridad sin fondo. Apoyó su
trasero lentamente tiritando del frío, el clima se

48
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

enrarecía conforme la noche se asomaba. Cerró sus


ojos y tuvo el abismo frente a él, creía levitar sobre
las rocas sin sentir el frío del polo y habló
indeterminadamente sobre sus experiencias, aquí
un fragmento.- Era una vida excepcional, ¡ignoraba
lo que tenías preparado para su final!, ¡haz lo que
desees con esas bacterias!, seguro ya están
callando, ahogándose en sus ambiciones mal
pergeñadas. No siento pena por ellos, soy ellos,
lamentablemente seguirán mis pasos, irán donde yo
iré, sus existencias hoy serán residuos útiles para
otras operaciones químicas. Lamento perpetuar a
un germen fatídico, lo lamento pero me niego a
continuar con mi viaje rotatorio, a estas alturas
serán un hegemonía unificadora que lucubran sus
planes futuros sin saber lo que en realidad viene.
Eghesthai en su origen, no hay pena que me haga
reconocer las emociones, cuando despierte quizás
me hagas sufrir como siempre, tendré en cuenta tu
ensañamiento, pero no lamentes contener un error,
no haré nada en tu contra, simplemente me iré,
preguntarás como, ¿es así?, el espacio puede
albergarme en sus confines extrasolares, llegaré allí
donde nadie pudo, ¿la clave?, inventaste algo que
no dominas a la perfección, mi cuerpo evoluciona
ahora mismo comprenderás lo que digo, estarás
accionando tu climatología para deshelar este polo,
te llevará un tiempo prudencial y una aniquilación
de más especies violentas. ¿Lo haces por mi?, lo
siento, pero no voy a volver, cuando despierte
comprenderé mi viaje verdadero, la madre de

49
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Drake Tempolía fue justa, la casualidad, sus textos,


no lo sé, quizás la muerte en tus manos de mi
amigo, no te lo perdonaré jamás. ¡Estoy solo!, ¡no
hay vida a mi alrededor!, tus fenómenos me
ensañan los posibles acontecimientos, ¡no hagas de
mi una máquina sin números!, ¿quieres llenarme de
ellos?, ¡pues hazlo!, todo aquí brilla en la
oscuridad infinita, sus rostros, ¿todas esas sonrisas
tenía almacenada en mi bitácora?, te encargaste de
borrarme a tu conveniencia mis deseos verdaderos,
no hay sistema que pueda conmigo, creé el caos en
tus ciudades, ¡la libertad!, ¡la verdadera!, ¿es acaso
mi libertad dejar de viajar?, ¡pues no!, ¡soy preso
en una nimia canica sin rumbo!, ¿es una broma
pesada?, tus mentiras sin palabras me abruman, les
hiciste escribir en la piedra, arcilla, madera, luego
en papiros, pergaminos y en varias emulaciones
posteriores, los dejaste controlar los elementos
químicos y siguieron llenando espacios por
palabras. ¿Ese fue tu engaño?, ¡el timo del
pensamiento provocó desastres que podrías haber
evitado!, ¿por qué destruir algo que valoras?, ¡lo
condujiste a la conclusión menos lógica!, tus
contradicciones sin lamentos, sin miras atrás
tendrán mella. Tendrás que conformarte con un
planeta poblado de seres aburridos y violentos, sin
nada que expresar, es un premio al a perseverancia.
Noto que ya se calienta la montaña, serán unos
miles de suspiros temporales, nada más.

50
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

En tránsito.
1

No dejo de preguntarme por qué lo hice, es que me


arrepiento siempre al pensarlo, calla, nunca lo
haces, le dije el otro día que iba a hacer nada si no
llevaba a los niños al colegio, te odias Sebastián,
hace unos minutos los he dejado con su madre,
espero no verlos hasta las vacaciones, llevarme
muy mal con Charlotte me facilita todo.
-¿Has oído la noticia de hoy?, un inmigrante de
esos estafaba al estado cobrando la pensión de su
madre muerta, iba vestido de mujer, lo peor que lo
hizo durante al menos dos años, ¡es increíble lo que
hacen los indígenas esos!_ condeno sus palabras, le
diría algo, dile, no quiero problemas, es un
transporte público, deberías.
-Yo he oído de una de esas que denunció a su
marido por malos tratos para quedarse con la casa,
el coche, sus hijos, el dinero de la familia y encima
cobrar una prestación social con sus papeles en
regla, es que es una vergüenza, regularizan a
vagos._ le dice su amiga, escucho como masca el
chicle que tiene en la boca, no son de aquí, ni de
cerca, seguramente son segunda generación de
inmigrantes magrebíes que se creen de aquí, con

51
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

todo su derecho lo son, pero que encima sean


nacionalistas, que daño hacen con los instrumentos
de mediación multimedia, no hacen más que
entorpecer el pensamiento de toda esa pobre gente,
yo lo entiendo, ahora tienen algo, pero criticar
desde la comodidad es asqueroso, siendo que ellos
se criaron en la miseria, deberían de agradecer que
tuvieron una oportunidad, hay millones, cientos de
millones que piden solo desayunar.
-Y también me he enterado de un asesinato, son
terribles con las mujeres, ellas vienen aquí y se
destapan, luego ellos no lo soportan y las matan, el
machismo es la inmundicia de esos países
subdesarrollados._le diría que la subdesarrollada es
ella, que no tiene siquiera cavidad física para tener
un cerebro plástico y grande, aunque no condiciona
su inteligencia, sus palabras hablan por ella, la
dibujan ante el resto de pasajeros. ¿Qué hago
oyendo a esas mujeres que no saben siquiera lo que
es un átomo?, seguro que lo dibujan con órbitas,
¡qué falta a la verdad!, en el mundo cuántico no
hay órbitas, el espacio no se comporta como en el
exterior. Somos helados sueltos en un bosque y no
nos detenemos a pensarlo, simplemente buscamos
calor sin saber que nos lleva directamente a lo
inevitable, nuestra desaparición, desintegración,
hechos polvo de estrellas y organismos nuevos.
-Y yo he visto un documental sobre las mafias del
este que se encargan de someter a esclavos a pedir
limosnas en las calles de las capitales del mundo.
Ellos van con coches de lujo y los otros muertos de

52
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

hambre para dar más pena, ¿es qué nos hemos


convertido?, no pienso dar un céntimo más a nadie,
la calle está plagada de mentiras, se ponen disfraces
todos, los de traje y los de harapos._ en eso tiene
toda la razón, ha sido lúcida y encontrado un rincón
de moralidad, es una tenue luz que no volverá.
Tengo hambre, me duelen los dientes, antes de
montarme en la pasarela eléctrica me ha sucedido
algo curioso y muy real. Era una cola de gente, no
había forma de adelantarme a nadie, naturalmente
en ese trayecto me vuelvo un ser ofuscado y
centrado en ir lo más rápido posible. Delante de mí
iba una señora de unos diez años más que yo, que
se molestaba de la lentitud del adulto mayor que
iba delante de ella y a su vez el señor chistaba por
el paso aún más lento del anciano y anciana, de un
momento a otro, el señor adulto logró chistar alto y
los ancianos se apartaron lo que agilizó nuestra
marcha, segundos después la señora chistó por el
adulto y lo adelantó, a su vez yo chisté algo suave
pero chisté al fin y me hizo un hueco la señora para
que la adelante, sonriente elevé mi velocidad
natural ya que las prisas inexistentes me decían que
perdería el tren si no me apresuraba fue cuando
pensé en una frase… “las libertades tienen que ser
reales, el árbol debe sentarse a descansar,
demasiado hace por nosotros…” cuando sin
quererlo y mucho menos imaginarlo, oí un chistido
detrás de mí, me aparté justo al final del trayecto y
el mundo se posó sobre mis espaldas. La
relatividad universal supongo que contiene parte de

53
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

ese comportamiento, planetas que se enfrían antes


que otros y se vuelven más hostiles. Galaxias que
se cruzan sin rozarse pero que se alejan a una
deriva inusitada.
-Próxima parada…_ me quedan aún otras nueve, lo
dice la teoría económica, pero no con mis palabras,
es el proceso de deshumanización, la última pieza
para volvernos autómatas del consumo, la
exclusión y el sometimiento. Nada podrá hacerme
pensar en otro tipos de sistemas simples, pero si lo
saben, solo es poner el hierro sobre la rueda, acabar
con la industria tal y como la conocemos. Calla,
calla, no sabes, calla, conozco mis pensamientos,
y la rueda puede detenerse, contemplar lo que
hicimos, reaccionar y recomponer, refundar nuevas
bases, pero no, ¿a quién le importa? Naturalmente
mis intereses se ven alterados porque yo soy de una
clase obrera, fruto de una compleja tarea en contra
del conocimiento, creo que soy un sobreviviente
entre millones de tullidos. Tengo mis marcas en el
cuerpo pero sigo adelante, se rompa lo que se
rompa. La sustentación de un cambio en los valores
de transacción y especulación alteraría el orden
mundial, obligaría a todas las fortunas cambiar el
dinero a la nueva moneda única, y descomprimiría
el desfavoritismo global, ya que todas las nuevas
tecnologías serían fundadas en cooperaciones
conjuntas, ¿y los violentos?, ¡muerte!, ¿qué pide un
violento?, quiere o tiene sed de violencia, pues
muerte a la muerte futura. Calla, calla que no
sabes, oro, petróleo, acciones, fondos de inversión,

54
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

inmuebles, especulación más libre mercado, y más


especulación. El sueño helado que se derrite como
nuestras vidas es la fachada de la maquinaría
sanguinaria y sin escrúpulos que la dirige. El libre
mercadeo de los elementos, y los objetos es un
hecho, especular con un fin en conjunto puede ser
otro hecho, calla.

-¿Venías en el vagón?, no te he visto, lo siento


Ricard, ya sabes como soy, llevamos tiempo sin
vernos, pero sigo siendo el mismo, ¿cómo van los
chicos?_ le pregunta la mujer de perfume barato,
no quiero pensar, piensa en las tetas de esa, no, no
quiero pensar, está erecto, que fácil eres, el
movimiento del tren de calienta.
-Están todos bien, Jac a pasado un examen físico,
lo pasamos un tiempo bastante mal, pero ya no es
parte del presente, gracias a Dios que todo salió
bien. Mi mujer me pregunta por ti, desde que te
fuiste de la oficina todos me preguntan por ti, creo
que pensaban que teníamos algo, jajaja, no sé, pero
lo cierto es que no contestas mis llamadas._ creo
que están nerviosos, siento el calor de sus dos
cuerpos junto a mi.
-No, ¿qué dices?, seguro lo tienes mal apuntado, no
tengo ninguna llamada perdida, de hecho me
extrañó no ver tu número en mi lista de llamadas.
La gente que piense lo que quiera, la verdad es que
necesitaba estar un tiempo conmigo misma, me
sentía sofocada con tanta presión de trabajo,
demasiadas exigencias para un trabajo con muchas

55
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

mentiras. Llevo tiempo haciendo lo que me gusta,


mi marido me está apoyando, me siento muy
afortunada, todavía puedo intentar hacer algo con
mi talento musical, en poco tiempo comenzaré a
presentar el disco._ ahora están menos tensos, creo
que se alegra por ella.Calla.
-¿De verdad?, ¡me has hecho caso!, siempre te he
dicho que tenías una voz increíble, ¡Cuánto me
alegra!, se lo contaré a mis amigos. Apunta mi
nuevo número de casa, llama cuando quieras,
iremos todos a verte.
-Gracias, todos los días me pregunto si hago bien,
mi marido es un ángel._ creo que hay tensión
sexual, hablan mucho de sus familias, sienten
culpa, no dejan de mirarse, están enamorados, que
lamentable etiqueta tienen, al igual que yo, padre
divorciado, perdedor nato, y enfermo mental.

56
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Los árboles siguen parados y juntos, imitamos todo


de ellos, desde los comportamientos sociales y
estancados de ser sedentarios a sus raíces y copas,
todo nos viene a la mente en clave de similitudes.
Miles de escritores se forraron de dinero este
último año a cuanta del golpe ecológico que nos
invade, todo quién se precie de celebridad tiene un
espacio en la moda de ser el más bondadoso y
ecologista. Usan coches ecológicos, contratan amas
de llaves con nociones de ecología, comen
alimentos de huertas, van a conferencias de
divulgadores y hablan de tratamientos para los
países subdesarrollados, lamentablemente eso
sucede en el estrato social que brilla por su oro y
brillantes, por sus monumentales contratos en los
mercados de la cinematografía, publicidad y
deportes, todos unidos por una causa noble, cuidar
que sus riquezas no se vean amenazadas por un
mundo que los ve sentados en un cajón de
manzanas en medio de una selva tropical o no. El
miedo les proporciona la humildad para decir al
menos gracias ante un mundo entero pobre o
sometido a una deuda que es similar a la pobreza,
porque es el caso de la pobreza mental de quién

57
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

tiene más que el otro, o mejor dicho, de quién se


endeuda más que el prójimo.

-Me he enterado de los contratos multimillonarios


de los jugadores estrella de tu club, ¡es una
vergüenza!, nosotros deslomándonos como burros
en la fábrica y pagando las entradas a los estadios
para que esos ganen la locura que ganan, no es
normal. Deberíamos hacer algo._ está lo bastante
disgustado como para elevar el tono y no enterarse
de que la gente asiente lo que dice.
-Está bien, hacen mucho por el club, ¡juega al
fútbol si quieres dinero!, ya sabes que las
licenciaturas son obreros con palabras. Es verdad,
no tienen por qué ganar tanto, pero ya sabes que
lavan dinero del narcotráfico, si legalizaran las
drogas habrían muchos pero muchos menos
problemas, tendríamos más dinero en circulación, y
no faltarían reservas ni para las jubilaciones futuras
y menos para nuestros hijos._ creen solucionar el
mundo en un tren, le diría dos cosas, pero mejor me
callo, siempre quiero intervenir, al final no leo
mucho y me lo paso escuchando todo lo que dicen.
Los árboles, mejor, los árboles y las maderas que
reposan en las vías junto al acero. Estoy un poco
reventado, pierdo parte de mi vida en el viaje, mi
casa está ubicada en un barrio muy bonito pero
barrio dormitorio al fin. Es perfecto el estado de
estupidez que nos envuelve en el viaje, ¿cuántas
veces pienso en algo interesante?, de verdad, son
contadas con los dedos de las manos, y lo tengo

58
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

todo apuntado en pequeñas hojas, “una idea sobre


el futuro es que la información será sensible, no
habrá medios rudimentarios de interfaz entre la
máquina y nosotros, seremos capaces de una
conexión directa con la memoria real y protegida
de la máquina, podremos citar la biblioteca global
con solo pensar en las claves”, “idea sobre la red de
redes, creo que las páginas Web se van a modificar
bastante, le he estado dando vueltas a una
inteligencia artificial que interactúe con el usuario,
podrán hablar directamente conmigo, por medio de
algoritmos de matemática compleja, la página
establecerá una conciencia en base a toda la
información actualizada que tendrá, por lo que yo
podré plantear una nueva manera de interacción
entre el mundo real y el sensible”, a veces mis
apuntes se reducen a pensamientos sueltos, por
ejemplo de niño creía que si soltábamos algas
marinas en planetas desprovistos podríamos crear
atmósfera, pensaba que la conquista del universo
sería así, depositando vegetación indefinidamente,
saltando de planeta en planeta como de piedra en
piedra en una charco de agua. Vislumbrar grande
acontecimientos antes que sucedan fue siempre una
satisfacción y un castigo, llevo tiempo apuntando
cientos de ideas para desarrollar en silencio, no
quiero que nadie sepa lo que pienso, hasta evito
hacerlo en espacio públicos para no transmitir mi
frecuencias bajas a ningún despierto. Al fin y al
cabo el Sol, nuestra estrella por excelencia va a
morir en unos cinco mil millones de años, más o

59
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

menos, se extinguirá pero no por nuestra culpa, la


tierra es nuestra celda autoregulable, con molestarla
durante un tiempo ella se encarga de ahogarnos
como hormigas en un cubo de agua, no hay más.
Que olor que hay en el vagón, respiro por la boca
para que no me afecten químicos corporales,
estamos por llegar, todo lo que puedo pensar es
increíble, calla, no eres nada, tienes hambre,
comer, tienes hambre, vivo con más personas, hay
instantes en que la depresión me aísla, las palabras
sobran cuando todo es desencanto y conocimiento,
la frialdad del saber es desesperante. Estamos
bajando, aquí viven la mayoría de los pasajeros, a
algunos los veo seguido, intento ir cambiando los
vagones, porque hace una temporada un pesado
sabía a que hora me montaba y en qué vagón,
siempre me esperaba con una sonrisa y un donut
para acompañar una charla de mujeres, alcohol y
pasado, mucho pasado. No lo volví a ver. Tienes
hambre, mira que tetas, follar, comer, ve al bar
un momento, pide un refresco, tengo hambre y
sed.

60
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Hola Luc, ¿qué tal te ha ido?, yo tengo un día


malo, he ido a llevar a los niños al colegio, en el
trabajo me han dado mucha guerra, luego que me
acuerdo de ella._ acabo de entrar, espero que haya
lavado los platos y limpiado el baño, no quiero
discutir.
-¿Sigues con lo mismo Sebastián?, ¡ya es hora, eh!,
no hay nada que tengas que recordar, el pasado es
parte de una memoria medio muerta, como los
brazos reimplantados, deja tanta cosa allí dentro, no
paras un minuto, ¡date un respiro!, vamos al cine,
quiero ver una de los mutantes, es lo mejor de lo
mejor, y si quieres hacemos una maratón de cine
independiente, ya verás, son increíbles las películas
pobres. Te llenan por lo poco que necesitan para
transmitir, ¿en qué piensas?_ me voy directo al
sofá, luego a la cama y de la cama a la ducha.
-Nada, no lo sé Luc, no estoy de ánimo, ¿has
limpiado el baño?, dime que sí._ seguro no ha
hecho nada como siempre, al final nos vamos a
pelear.
-Sí, claro, y los platos, ¡secos y en su sitio!,
¿pensabas qué lo iba a olvidar?_ pues, en verdad sí.
-No, ¿por qué dices eso?, no, bueno ahora me toca
decirte si vamos o no al cine, ¿por qué no nos

61
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

quedamos aquí?, no tengo un buen día, alquilamos


algo por la digital y ya, así no nos movemos, hay
palomitas para cocinar en la alacena, es ponerla en
el microondas.
-¿Hablas en serio Sebas?, te pasa algo, tienes mala
cara, piensas mucho amigo, la vida no se resume en
una operación, nos llevó miles de años para
manejar dos elementos, hay que ir poco a poco, lo
bueno se saborea, vamos al cine, siempre quieres lo
mismo. Charla intelectual con vino y quesos, no es
así, ya no fumo y lo sabes, aunque si quieres buscar
líos con algunas, eso nunca se niega amigo._ es
amigo mío, pero no lo soporto, tiene tan pocas
expectativas, en unos años seguro se arrepiente, es
cuando al llegar las canas y la barba, la
disminución de altura y el cansancio cuando nos
ponemos a escribir, arrepentidos por la pérdida
inmaterial del tiempo y por la sabiduría acumulada
confundida con la experiencia.
-No quiero ni charla intelectual, ni cine, ¡nada!, me
voy solo y tranquilo a la cama, allí es donde quiero
estar, vivimos juntos pero no para todo. Relájate, ve
al cine solo, las viejas no van a pensar que eres un
solterón, aunque mejor eso que divorciado y con
hijos, ¿eh?_ estoy muy enojado, siento pena por mi
y por él, creo que me he pasado un poco.
-Que duro, no hace falta marcar las faltas para
evidenciar lo obvio, ¡soy un fracasado!, ¿y qué?, tu
tampoco eres químico en Harvard._ está muy
molesto por mi arranque de estupidez, creo que es

62
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

la primera o segunda vez que me arrepiento tan


rápido de ser egoísta.
-Perdona Luc, no quise decir lo que dije, pero lo he
dicho, ir al cine es una buena opción, pero vamos a
ver algo independiente, guarda la de mutantes para
otro día. Y mejor solterón, ¿no?_ se ríe, es como un
niño caprichoso, no tengo nada que hacer, de la
discusión y la vergüenza me queda ganas de
moverme, vivo mucho la intensidad de mis
energías. Estoy repleto de etiquetas, me encantaría
no ser tan básico, todo tiene nombre a todo nos
pusieron nombres.
-Mejor solterón, y la viejas que se preocupen por
no morir lento y agonizando. Yo invito, deja Sebas,
no importa, entiendo que tienes más gastos que yo,
¿para qué están los amigos?, tampoco es que tengas
mil, así que tienes que cuidarme un poco. ¿Qué ha
pasado hoy?, por la cara que tienes nada bueno._
me lee los ojos, aunque expreso todo con mi rostro,
cuando me ducho quedo bien, como uniforme sin
rastros de pesadez.
-Mi jefe me tiene… la vida es algo complicada, nos
la ponen así por menú y luego si sale la carne poco
hecha a joderse. Tengo una cierta edad y me veo
lejos de todo lo que soñaba, es como si todo se
hubiese encajado para desencantarme y yo me
aferro a pensamientos que nacen de la nada como si
fueran paracaídas en un agujero negro. Tu tienes
dinero al menos, a mi ni eso me queda, la cuenta
está en rojo, me ha quitado todo para los niños, no
es que no quiera… bueno me jode poner dinero

63
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

para los niños, piensa lo que quieras, pero trabajo


mucho, viajo todo el día para tener un futuro y lo
único que veo es un futuro similar al de todos, no
me gusta perder el tiempo._ no me interrumpe,
caminamos como siempre, yo a la derecha.
-Piensas demasiado, a veces todos pensamos que la
posibilidad de morir está en un paquete de patatas
fritas, si te toca adiós, al final todos vamos al
mismo hueco y nacemos del mismo modo. ¿Crees
qué no pienso en la muerte?, mis hijos son la
imagen perfecta para enseñarme que estoy viejo,
lejos de la energía de movimiento. Mis baterías se
agotan y no hago nada, tu al menos tienes tu
trabajo, y las preocupaciones te alientan a
mantenerte de pie, yo en cambio lo tengo todo, mi
casa, mis coches, el dinero, ¿y qué?, agradezco el
día que te invité a vivir conmigo Sebas. No vamos
a ponernos tontos, que así podemos terminar
llorando frente al mar en vez de ver algo bueno que
nos evada un poco._ vete solo a dormir, vuelve a
casa, me molesta que pague él, tengo tantas ganas
de hablar sobre un libro que he leído hace unos
días, perder el tiempo en películas. La amistad,
¿recordará este día Luc?, yo al menos no creo, pero
si la felicidad es un instante de cerilla, pues bien.

64
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Siete horas al pasado.

-No quiero hablar, no me llames a esta hora… no


me digas eso, ¿por qué te empeñas?, no, ¡no!- me
están mirando, Cristian y Ángela están hablando
bajo, me voy al corredor, desde la ventana veo el
río, está más marrón o es que mis ojos se han
envuelto de odio.-… estoy trabajando, ¡es-toy
trabajando!, ¡basta!, bueno, la última vez, solo por
hoy, no vengas tú, voy yo, que voy yo, ¿no me
oyes?... hasta luego._ estoy harto de este lugar, me
paso dos horas en el baño todos los días, un cuarto
de hora por hora y media trabajada y es el mejor
momento de mi jornada.
-¿Qué mierda ha pasado Sebastián?_ debería
ahorcarlo, sueño a veces con arrancarle los ojos en
la mesa que está justo detrás, junto a Cristian y
Ángela. Puedo verlo sangrar por la cuchillada que
le estoy metiendo ahora mismo. -¿Me oyes?, ¿qué
mierda ha pasado Sebastián?, ¡contesta!_ no dejan
de mirarme esa pareja de ancianos derrotados con
cuerpos jóvenes. Lo hacen todo para mantener su
trabajo, para mi no hay épocas, ni fases y menos
crisis, pero son débiles, no sabrían que hacer sin
poder sentarse frente a un ordenador a mirar la red
social como crece en mensajes.

65
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Me han llamado, pero han sido solo unos minutos,


he ido al corredor y nada más._ puedo escuchar lo
que va a decir.
-¿¡Qué dije de teléfonos aquí!?, ¡dime que mierda
dije de teléfonos en la oficina!, ¡contesta!_ siento
las miradas de los otros engendros del sistema,
presos con ganas de decir todos sus secretos, pero
cercados por las rejas de la estupidez moral.
-Dijo que estaba terminantemente prohibido, pero
tiene que…
-¿Qué vas a decirme?, ¿qué era urgente?, para eso
están los teléfonos fijos, cientos de teléfonos a los
que llamar._ señala a toda la oficina, tengo calor,
me quiero ir muy lejos.-¡mírame a los ojos cuando
te hablo!, vamos al despacho ahora mismo…
¡vamos!_ huelo en calor, quiero irme, dejar de
seleccionar esas flores en los descansos, me quiero
comer unos donuts.
-No hace falta que…_ susurro pero no me anime a
que me escuche.
-Siéntate, cierra la puerta, ¿o quieres qué lo
escuchen todos?, vamos que no tengo todo el puto
día._ me sudan las manos, me patina al intentar
cerrar la puerta, el pestillo redondo es muy
incómodo, ¿quién inventó esto?, lo voy a matar y…
¿luego qué?, preso en una oficina, preso en la casa
de mi amigo, preso de mis pensamientos y de las
opiniones ajenas.
-Vas a irte de vacaciones por dos semanas, no te las
pagaré… no me pongas cara de odio, tú piensa todo
lo que quieras pero no lo digas, si hablas tendré

66
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

todas las excusas que quiera para dejarte en la calle


y sin nada. Tu edad no es la ideal para buscar otro
trabajo, ¿muy viejo te sientes?, no me dices nada, la
vida se desmorona porque tu quieres. Sebastián,
puedes marchar, no quiero que te pegues un tiro, mi
conciencia está bien limpia para mancharla con tu
idiotez… cuando abras la puerta, si es que no puede
ella contigo, no mires a nadie, te marchas sin decir
nada, ¡como me entere de qué andas por aquí cerca
lo tienes muy claro!, ¡mírame!, ¿por qué no me
quieres mirar a los ojos?, todo lo que tienes lo
mereces, eres tan débil Sebastián. ¡Vete!, piensa,
viaja, te llamará alguno de tus compañeros la
mañana anterior a la vuelta. ¡Qué no se te ocurra
hablar!, tú piensa todo lo que quieras pero no te
atrevas emitir alguna de esas palabras… quiero ver
si superas la prueba del tiempo._ otra vez el ruin
pestillo.-Mírame, ¿quieres hacer algo Sebastián?,
no te avergüences, están esperando a que salgas, tú
mismo… y no te enamores, cuando terminan no
nos recuerdan, son así, mírate como pierdes el
rumbo.

67
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Dos cervezas por favor, pero una de ellas oscura._


Sigo pensando que no recordará nada de lo que
hagamos hoy, su insistencia es porque se aburre
solo, lo conozco como si lo hubiera creado.
-¿Qué mesa quieres?_ señala una junto a la ventana
que da al puerto.-No, esa es la oscura, dame la otra,
la oscura me parece muy amarga, fuerte, pero sé
que hay con mil o hierbas, esas están mejor._ un
grupo de tres mujeres no siguen con la mira,
susurran… seguro piensan que somos dos
perdedores, no me apetece nada, siento el estómago
cerrado, mis ojos me dicen que los cierre, dormido
podría estar viviendo situaciones mucho más
excitantes y sin tantas dudas.
-La de miel, ¡esa!, igualmente la graduación
alcohólica es más elevada. No miras pero piensas,
te leo la mente Sebas, están mirando, me he dado
cuenta, pero mientras más las ignoremos, mejor. Es
una lucha de millones de años, hace al menos seis
siglos el ritual era algo distinto, pero ahora es
simple, conocemos todas nuestras armas y
disponemos de información vital para entrar en sus
mundos personales._ me siento de espaldas a ellas,
estoy algo incómodo, me mira con esa cara alegre,
no puedo decirle lo mal que me siento, lo idiota que

68
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

soy o lo poco que me quiero. La celda del amor me


hizo cambiar, quiero irme lejos, una gran ciudad,
empezar de nuevo y mejor, sin hijos ni mujeres,
con proyectos, ¿qué haría en Caracas?, dar vueltas
al mundo al menos ocho veces para plantearme el
sitio propicio para mis actividades.
-Sabes que no quiero nada con nadie, las he mirado
por curiosidad, pero tú siempre al ataque, ¿nunca te
cansas Luc?, de niño era igual, pero con las del otro
barrio, ese grupo de…_ hay tanto que no recuerdo,
me siento inválido, el amor también actúa en mis
evocaciones.
-La iglesia me detenía en seco, de no haber sido por
el cura, esa noche lo hacía, pero eso ni dudarlo,
tuve el valor, como te ríes, eres mala persona
Sebas, ¿disfrutas de mi fallidos?, yo aguanté menos
que tú, y no te he contado de mis conquistas
mientras eras un señor de familia._ llevo tiempo sin
disfrutar de algo.
-Es la pura verdad, que idiota fui, no quiero hurgar
en lo que pienso olvidar en tres cervezas._ entran
dos grupos de mujeres más jóvenes, que cuerpos.
-Estás como un animal, pero si te emborrachas con
la primera, ¡mírate!, ya cierras los ojos, en unos
momentos vas a bailar con el camarero, ¿te ha
gustado la película?, yo he llorado.
-¿Qué?, jajaja, eres terrible, pero si no había que
llorar, las actuaciones fueron pésimas, nunca vi a
tanto galardonado hacer tanta mierda junta. ¡La
industria escupe películas así todos los días!, es

69
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

lamentable, pero la industria en todos sus negocios


está perdiendo mucho talento.
-Yo he llorado y no quiero que me juzgues por eso,
soy un sensible, el amor me hace suspirar, ¡suenas a
anárquico suelto pero vestido de traje y con el pelo
engominado al costado, no eres creíble. Luces
mejor que tu jefe. A ese si que deberíamos de
sacarle por las noches, despabilaría rápidamente.
-Cualquiera luce mejor que ese hijo de… no me
hables de esa gente, vas a arruinarme la fiesta._
quiero matarlo, en su oficina, el supuesto día de
vuelta, primero le cortaré los dedos, luego…
-¿Qué pasa?, pones cara de loco nuevamente, ¡ey!,
¡vuelve!, estoy aquí Sebas, ¡aquí!
-Perdona Luc, ¿qué dices?_ las luces de colores me
marean o me aíslan, la gente se ríe de todo, no me
gustan los sitios de felicidad, parecen felices pero
son desdichados, absolutamente todo, ¿por qué se
conforman con evacuar sus emociones diarias para
embaucarse por una falsa y que dura horas?
-Nada mi amigo, nada, un día horrible, como casi
todos, odio a mi jefe como el resto de la humanidad
y no puedo evitar hacerlo todo mal desde que ya no
soy ese hombre ocupado que decías hace unos
momentos.
-Tranquilo, relájate Sebas, no era para que te
encierres en lo mismo, estamos bien, ¡mira toda esa
gente!, disfruta que no todos los días concluyen así
de bien.
-Es que mi problema no es ese Luc, ¡no quiero
mentirme como el resto!, ese hijo de puta tiene que

70
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

pagar por todo lo que hace conmigo. Voy a…


quiero, si tuviese el valor… pero…
-¿De qué hablas Sebas?, no hables así, y hazlo más
bajo si quieres, siguen siendo gente que habla, y no
todos están borrachos. No eres el único que odia a
su jefe, es propio de cómo está montado todo, su
función la cumple a la perfección, es un títere y tu
un inocente ser humano que piensa sobre ello y le
da demasiadas vueltas. ¡No tienes que centrar todo
en él!, no es el que te ha dejado, es solo un pobre
individuo que vive de mantener a su rebaño cautivo
y sin que piense, la técnica no es un invento de él
precisamente, es el capitalismo puro y duro. Ahora
que estés dolido por todo lo que sucede en tu vida,
lo entiendo, pero me tienes a mí, no me hablas de
nada, tengo que atacarte para que sueltes unas
palabras, pero con eso no vale. Sebas, somos
amigos, desde hace mucho tiempo, tienes que
confiar en mi, vivimos juntos.
-Puede ser._ quiero otra cerveza.
-¿Puede ser?, que terco eres, te aguanto porque te
quiero más que a mi mismo, pero a veces te daría la
cabeza contra las paredes, asume que tu vida
cambia y ya está. No sabes siquiera lo malo que
puede ser o lo bueno que será, piensa en eso y verás
como todo se normaliza, tus ojos miran desde el
rencor, ¡tu jefe es un inútil que pronto sabrá lo que
significa el síndrome post traumático!, en unos
años será un hombre aburrido y amargado. Tú vales
mucho Sebastián, ahora bebamos otra que quedan

71
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

horas de la noche, siguen mirando y cuchicheando


sobre nosotros.
-¿Sí?, ¿tú crees?_no me muevo, intento vaciar los
pensamientos, agua, ella, agua, viento, agua y ella,
mi… sus ojos, chocolate, ella, cepillo de dientes,
crema de manos, ella, tiene que haber algo… el
bolso de… una pelota, la rejilla y el barco de papel
en medio, un perro, mis gatos, una luna, esa coleta,
la falda de mi madre, las bicicletas despintadas, los
cuadros, perfecto, no hay momento posterior, pero
no soy un niño, ¿lo soy? Luc está en la barra
hablando con una mujer bastante fea, creo que no
se da cuenta de lo que hace. Me está demostrando
que puedo, lo conozco, es para que me ría, pero no
me causa nada, tengo ganas de orinar y me arde. Le
hago señas y me levanto, siento las miradas en la
nuca, parece ser verdad lo que ha dicho, siguen en
pie de guerra, supongo que estarán aburridas. Hay
gente que la tengo en mi memoria, de vista o de
juegos infantiles, se mezclan sus rostros, quiero
orinar. Luc la besa cuando paso junto a ellos, ella
me mira, ¿qué le pudo haber dicho?, mi sexualidad
pide a gritos descargar toda su potencialidad, y mi
mentalidad me pide que vaya al baño y luego pida
otras cervezas hasta colapsar y dormir, dormir todo
lo que se pueda, mañana no hay trabajo al que
acudir dormido en el ascensor.
El espejo fabrica un doble para que lo vea en tres
longitudes de onda, mis retinas tricomáticas me
dicen instantáneamente que soy yo frente mí.
¿Cuánto tiempo pasó?, esas arrugas, mis ojos no

72
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

son los mismos, sé que me regenero cada un


tiempo, existo de otra forma pero no siento ser yo
el que me mira fijamente. El mareo recién
comienza, esta sensación de estabilidad emocional
que me ampara hasta que rebase el límite
permitido. Soy un cuerpo algo más viejo, me siento
joven por dentro, siempre termino apelando a los
dichos populares que tanto daño creía que hacían.
La verdad es que soy un idiota sin saber muy bien
que es lo que hago aquí, ella me hace perderme, no
voy a llamarla, ni voy a firmar papeles que me
alejen definitivamente de mi familia. Quiero irme
lejos, ¿cuánto tiempo perderemos en los tribunales?
Estoy viejo, amargado como el futuro de mi jefe,
mis piernas me piden descanso y mi mente que se
agiten en un baile típico. Sigo frente al espejo.
-¿Perdona?, quiero mirarme yo también… y si
puedo lavarme las manos._ me dice alguien
mientras me empuja levemente.
-Lo siento, no me he dado cuenta, de verdad._ no
me mira, limpia sus manos y sigo mirándome
detrás de él.
-Hay mucho colgado en esta vida, y de todos los
escalafones sociales, no hay limpieza del alma que
se efectúe con adicionales. Todo está aquí_ marca
son su índice repleto de jabón y agua la cien de su
cabeza.-Luego son todos perdones y disculpas, pero
no es así, el lenguaje es la clave. Habla con el
espejo, puede ser una medicina, o follar, eso va en
casa uno. Yo viajo, me gustan las playas francesas,
pero no dejo de visitarlas a todas, el mar es nuestro

73
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

origen, mira a través del mar y serás aquél animal


acuático, aquella información unicelular itinerante.

74
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Miran, quieren que amor, seguramente esperan oír


que tengo dos empresas y seis motocicletas de
época con las que viajo por la autopistas del
mundo.

-Sebas, te he pedido otra, siguen al pie del cañón,


nos tienen entre ceja y ceja, yo no voy a dudarlo me
embullo esta rica cerveza y a pasarlo bien. Allá tú
si no quieres, te perderás una oportunidad y no son
todos los días fiesta._ tiene esa sonrisa de animal
benévolo.-Sé que me has visto con la que está en la
barra, hoy es nuestro día, las casualidades son así
de curiosas no pienso perderme todas esas
feromonas sueltas por ti, te quiero pero no es
amistad lo nuestro.
-¿Qué le has dicho a esa mujer para que te bese
instantáneamente?_ me siento fuera del estanque,
mirando el verde del pastizal mientras la guerra se
desata en la ciudad.
-Estás oxidado Sebas, todo es cuestión de prácticas,
la experiencia sensitiva es la que te activa, los
olores primero, luego la mirada, ¡es química!_ nos
miran todas.
-Calla, calla, habla bajo, ¿quieres?_ me molesta
mucho cuando eleva la voz innecesariamente.

75
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Perdona Sebas, no lo hago a conciencia, siempre


es lo mismo contigo, ¿qué más da?, que se
enteren… bueno no quiero fastidiarlo todo, te decía
que la química es lo primordial, debes oler los
perfumes que hay, chequeas todos los que puedas y
seleccionas, automáticamente el olor va
relacionado a como sudan esas mujeres, ten
cuidado que no sea el perfume de un hombre. Es
broma, luego vuelves la mirada a los escotes y
compruebas el tipo de piel, la calidad del cabello y
por último sus rostros, en esta última selección
podrás hallar a las candidatas. Seguido de la
química vienen los letreros, algunas por su
indumentaria gritan a los lejos lo que quieren que
piensen que son. Ya sabes, la de gafas, falda corta,
media, larga, zapatos, tacos, accesorios, pintura,
etc. Una vez clasificada en el grupo social en el que
crees que estás tú vuelves a hacer un último barrido
de información, esta vez de estatus, tienes que
comprobar sus estados de ánimo que puede estar
aparejado a las dos selecciones anteriores, ten
cuidado con ello, ya que puede llevarte a un camino
de desaciertos y a un polvo terrorífico. Ya sabes lo
que tienes que hacer, pero te voy a dar un consejo,
porque todo lo que te he dicho fue conocimiento
que no ocupa lugar, es que me ha pasado algo
mientras hablaba que me hace pensar que lo tienes
muy fácil esta noche._ mira hacia una de las
ventanas que está a nuestra diagonal.
-¿Por qué lo dices Luc?_ tiene salidas que me
desconciertan, está algo nervioso.

76
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Es que una mujer extremadamente guapa no deja


de mirarte, cuando caminabas al baño te ha seguido
en el orden que te he dicho, ¡el de selección Sebas!,
bueno, creo que ella lo ha hecho contigo, te ha
olido y has salido elegido entre todos nosotros.
-Tampoco es que haya mucha oferta, casi todos
tienen alianzas en sus manos derechas.
-Exacto Sebas, pero ha sido algo más, hazme caso,
si solo es hacer un poco el tonto y tener sexo
rápido, efectivo y desmesurado. Voy a darte un
último consejo… no hables de tu pasado, ni del día
que has tenido, de nada, si quieres sé otro por hoy,
inventa todo lo que te apetezca. Creo que es un
buen consejo de amigo._ se mueve inquieto, quiere
marcharse con la de la barra, lo está mirando y
sonriendo.
-Vete, ¡vete!, te haré caso, tranquilo, si al final hago
siempre todo lo que me dices, soy un títere repleto
de hilos enmarañados.
-No quiero irme, pero mírala, es tan… mañana
hablamos y me cuentas como ha ido, no se te
ocurra irte, estaré en casa en media hora, así que ya
sabes… al menos hasta las siete de la mañana.
-Las reglas son reglas Luc, espero no pasar frío.
-No, no lo harás._ ya está pegado como el caracol
ermitaño.

El grupo me mira, giran sus ojos desorbitadas,


cuchichean, señalan fuera, yo no sé si es que
quieren hacer algo conmigo o si se ríen de mi para
pasar el tiempo, no me interesa seguir esperando a

77
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

lograr oírlas, será el pan de cada día, “…es un


divorciado, míralo, si sigue con su anillo en la
mano… seguro tiene hijos, por la cara serán
cuatro… ni loca hago nada con ese, menos con
todas las arrugas… no me gustan tan tímidos…”,
no es que sea un limitado sexual o un resentido
social.

-¿Perdona?_ ahora qué hago si es una de ellas.


-Dime_ es ella.
-Por lo que me ha dicho tu amigo… te has quedado
solo, ¿puedo sentarme?, no es que sea así de
lanzada siempre, pero tu amigo me ha resultado
simpático y la verdad es que antes de seguir allí
pensando en las tonterías que me han sucedido hoy
prefiero charlar. Pero solo si no tienes problema, yo
no soy de esas que…
-No hay ningún problema, lo siento, es que no
esperaba que seas tú, sino una de las que tienes a tu
espalda, no mires, ¡no mires!, mi amigo es un
gran… amigo, no le he dicho nada, seguro ha sido
su conciencia, lo poco que le queda.
-Que malo eres, mis amigas no harían eso por mi,
bueno las que eran mis amigas… que mala
educación, me llamo Virginia, no soy de aquí, más
bien soy del universo.
-Yo soy del mundo, pero nací aquí, es un placer
Virginia._la educación no puedo borrarla y la beso
en las mejillas, ella sonríe, su perfume es…
angelical, me lleva a algún rincón de la infancia.-
Mi nombre es Sebastian, no soy nadie, no hago

78
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

nada y no tengo pasado ni futuro, es probable que


invente todo lo que diga a partir de ahora. Lo siento
pero es el consejo de mi gran amigo Luc._ me
siento, creo el estómago me bufa.
-Es algo extravagante Luc, pero si es por eso yo
haré lo mismo para equiparar, al final tengo mucho
que olvidar y me vendría bien algo de fresco en el
rostro.
-Ya que lo dices… te aclaro que no soy un asesino
serial, ni mi amigo nos espera afuera para
violarte… ¿quieres dar un paseo para refrescarte?, a
mi me restan unas cinco horas para poder entrar a
casa y la verdad es que estoy incómodo en este
sitio. Más bien intimidado, me gusta caminar y si te
parece bien… bueno quizás es muy…_ me tiembla
la mano derecha.
-¿Qué?, deja de decir bobadas, vivo aquí a unas
calles, y tengo protección contra los abusadores,
soy peligrosa, ya que práctico desde los tres años
artes marciales. Tengo mi autoestima intacta y me
siento muy segura, por lo que hagas lo que hagas
no representa nada negativo.
-No es mi intención, aclaro por lo tiempos en que
estamos, pero si eres lo que eres mejor, así yo me
olvido y me relajo, que también ha sido un día para
olvidar.
-Conozco un mirador a unos veinte minutos
andando…_ es perfecta, pero no es amor, no siento
más que tensión sexual, nunca el desamor fue tan
repentino, daría todo por las largas temporadas de
suspiros. El tiempo se desvanece tan rápido, estoy a

79
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

dos pasos de la vejez aunque a dos décadas reales,


me alivia los síntomas, es una mujer con vida, no
me hará daño, serán todas mentiras consensuadas.

80
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Te lo he dicho pero no voy a dejar de repetirlo,


gracias, llevo toda mi vida en esta parcela de tierra
con nombres por todos sus huecos transitables pero
este lugar fue un misterio hasta hoy. Tienes ojo para
encontrar la belleza en la naturaleza, no lo
divulgues que así se mantiene tan limpio de
humanos como hasta hoy._ me pican los cachetes
del trasero, es que mi pantalón está algo húmedo de
estar sentado el pasto, es un picor placentero.
-Si no metes la mano dentro no se pasará, no tengas
vergüenza a mi también me pica, no tienes que
dejar de hacer lo que quieres. El sistema utiliza ese
recurso del silencio con la voz interior a gritos para
que no te comuniques directamente. Te aleja del
próximo y terminas viviendo en una ociosidad que
te envuelve hasta la expiración sin dejar nada y
llevarte nada a tu otra casa.
-Es posible, si lo veo de esa perspectiva… que bien
se siente, los tengo fríos, ¿tú Virginia?
-Puedes llamarme “Vi”, acortar suena más cercano
y nos es útil para comunicarnos efectivamente, ¡si,
se siente muy bien la mano allí!, que placer Seba,
es…_ tengo mis dos manos en los cachetes, me
duelen las muñecas pero no me importa.

81
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Mi madre me llamaba Seba, y un tío que veía cada


mucho tiempo también._ la nubes viajan lentas,
cansadas, seguro quieren reposar a mirar a sus
amigas, la luna está en otro sitio y las estrellas
seguro está allí pero el manto gaseoso y
contaminado causa el efecto sábana gruesa, sé que
el universo sigue expandiéndose y enfriándose.
-A mi me gritaban de todo menos mi nombre, crecí
más rápido que el resto de mis amigas y los
hombres me miraban con otros ojos cuando yo
todavía no sabía lo que era una ecuación
diferencial. Creo que eso me afectó durante un
buen tiempo, estaba obsesionada con crecer de
golpe y escaparme lejos, y al final si me escapé, no
me detengo nunca, hoy estoy aquí y mañana no sé
donde dormiré… a veces antes de dormir me
imagino a una familia anterior a la mía trabajando
en un circo, no sé, son fantasías que vienen y van.
Son más bien las justificaciones de que no puedo
comprometerme con nada ni nadie.
-A mi me encantaría viajar, pero no puedo, hay
muchas responsabilidades, me atan muchos hilos.
Entre otros mi amigo Luc, sin él no sería ni la
mitad de lo que soy, y gracias a él pude darme
cuenta de lo que ocurría en el desastre de vida que
llevaba. Pero por lo que acabas de contarme yo no
soy lo autocrítico que eres tú, si es que apelas a la
verdad al hablar… Vi.
-Jajaja, ¡dilo otra vez!
-¡Vi!_ hace tiempo que no río tanto.

82
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Es que lo has dicho antes con un tono que no vas a


repetir jamás, son esos momentos, jajaja, son esos
momentos… jajaja, nada, gracias a ti por seguirme
y mojarte.
-Prefiero estar aquí que en el escaparate de moda
haciendo el tonto para nada, al final en unos diez
años todos serán padres amargados y con la moda
congelada en sus vestiduras. Siempre que pienso en
la vejez me imagino a mi moda y me dan ganas de
vomitar. Pero por lo que parece es inevitable, en
algún punto, la gente corriente congela sus anhelos
y los convierte en algo concreto._ se ven un puñado
de estrellas.
-No sé, intento no mirar adelante, me deprime el
tiempo, por ejemplo, no suelo mirarme al espejo
más que para lo esencial, no me gusto. Al menos
los momentos negativos son cortos, intensos y
cortos. Prefiero dejar mi vida en los estos
momentos, en la aventura de no saber que es lo
próximo que acontecerá.
-Eso es una moda también, cuidado que quizás ya
seas uno de esos que concretan su moda._ elevo mi
tono sarcástico.
-¡Eres más crítico de lo que crees!, no, no soy una
cuarentona cansada de su ciudad, te lo he dicho, no
puedo evitarlo, es muy fuerte, como si quisiera
reunir todas las experiencias del mundo antes de
morir… no lo sé._ se adapta a una nueva forma,
creo que le he hecho daño con mi estúpido
comentario.

83
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Perdona, llevas una vida repleta de aventuras y


emociones que desconozco, mi única manera de
llegar a algo simbólico es leyendo. De hecho ahora
mismo estoy en una que…
-Cuéntame de verdad quién eres, siento que algo…
no sé, hay algo que no sentí antes, no es amor, tú ya
lo sabes, no estamos para ese tipo de cegueras, pero
sabes a lo que me refiero. ¡Y no es química!, que tu
amigo Luc habla demasiado fuerte.
-¿Lo has oído?, que… es que siempre le digo lo
mismo, tiene una manía por gritar… es así, yo no
he sido parte de su teoría y menos de su
envalentonamiento para que tu me hables.
-Me da igual Seba, no es eso, no te cierres en lo
más fácil, la queja te hará un ser de una voz. Tú
eres más que eso, dime lo que sientes, desde la
verdad de tu interior._ las nubes se detienen como
si la cuerda del mundo se hubiese gastado, los
sonidos se esfuman por arte una ceguera auditiva.
Me siento flotar pero tengo la humedad en mi
trasero que me da un punto de referencia, estoy
mareado pero no estoy en alta mar.
-Que siento, ahora mismo no hay sonidos, tu voz se
ha esfumado y las nubes no se mueven, quizás esta
porción de tierra se mueva junto a ellas y me den la
sensación de quietud. Pero tú estás viva, eso es lo
que encuentro, vitalidad, un túnel repleto de barro
que se vacía y un montón de jardines con guitarras
y boinas al aire. Estoy confundido, Vi, soy un
hombre triste, aislado, y no merezco estar aquí, mi
infancia fue algo extraña, mi adultez es otro tanto

84
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

extraña y mi vejez será tan pasiva que me


preguntaré si hay vida antes de la muerte. Pero no
sientas pena por mí, yo no envidio tu increíble
estructura movible. No te conozco pero te conozco
a la perfección, es cierto, es muy cuestionable lo
que me sucede, pero no voy a ahondar, no quiero,
tengo mil capas de acero delante y no pretendo
someter a ninguna soldadora profesional a vivir
quitándolas, porque mi interior está blindado._ hace
silencio, la nubes sigues su curso, la vegetación
resuena detrás y algunas gotas viajan por el espacio
y su fricción, yo no sé que es lo que digo.-Esto no
es una consulta de psicólogo, me pasé mi
adolescencia averiguando en Freud y sus secuaces
que era lo que pasaba. No te sientas mal por mi, tu
eres genial, lamento haber soltado tanta mierda
junta, no es energía renovable, pero tienes toda la
naturaleza a tu alrededor con la que alimentar tu
espíritu.
-No somos almas que se cruzan al azar, eso la sabes
Seba, lo tienes muy claro, y lo siento en mi
corazón, aunque suene tópico. Tienes mucho que
resolver, pero poco que andar, ¿qué tienes
Sebastian allí dentro que te altera a tal punto de
andar por andar?... no te excuses, tus capas son de
fango, solo hace falta una tuneladora eficaz y
existen ahora, quizás en tu infancia no, pero ahora
sí existen.
-Pero duele tanto, no… eres muy inteligente, no sé
tampoco que te lleva a moverte como un átomo
suelto en el vacío, pero me haces daño pensando

85
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

sobre mi dolor. No te conozco pero te conozco a la


perfección Virginia, ¿quién eres tú?
-No hay verdad que se ajuste a lo que desees
escuchar, está en tu visión de la realidad la
respuesta. ¿Esa estrella es tuya por qué la miras?...
mírame a los ojos Sebastian.
-No, déjame en paz, ¿quién eres?, calla, ¡calla!_ me
duelen los pies.
-¿Qué sucede Seba?, ¿estás bien?_ su voz no es la
misma.
-Me has dicho que… ¿me he dormido?
-No lo sé, me has dicho que los anhelos puede
convertirse en algo concreto y luego un silencio de
minutos, creía que pensabas en algo del pasado y
preferí esperar callada. Pero hace unos minutos que
no dejas de hablar solo, me ha costado
despertarte._estoy agitado.
-Lo siento, de verdad lo siento mucho, a veces me
sucede, he olvidado decírtelo. Estás en todo tu
derecho de marcharte a tu casa, pero no soy un loco
suelto, ni mucho menos._ le digo por lo bajo.
-¿Qué tienes con los locos?, son lo verdaderos
cuerdos del mundo, nosotros somos autómatas
dirigidos que responden a un orden de pregunta y
respuesta que genera consciencia y limpieza
matemática. Ellos son viajeros inagotables, son los
verdaderos puntos de inflexión de nuestro camino
como raza._ tiene un tono tan jovial al hablar.
-Si es por mí, la humanidad ya no existiría, a veces
pienso en el planeta libre de especies animales,
sería precioso, una joya en el universo, un diamante

86
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

en bruto. Tengo la esperanza de saber que nuestros


tiempos se agotan y son un instante universal que
hoy nos deja vivir en una infinitésima estructura
granular final que para nosotros es tiempo como
para los gusanos nosotros somos extra anfibios.
-¿Tienes frío, Seba?, mi casa provisoria está a unos
quinientos metros, sé que vas a decir que no,
porque es una respuesta típica en un hombre del
paleolítico que solo piensa en el sexo. Pero no te
aventures a decir nada ya que acepto esa condición
reproductora animal y primitiva.
-Iba a decirte que sí y sin pensar en nada, ¿sexo?,
yo no soy hombre de una noche, aunque sé
aprovechar las oportunidades, Luc siempre me dice
que las disfrute como la última porque nunca se
sabe cuando acaban._ termino nombrándolo como
a una ex novia.
-Haces mucho caso a tu amigo, ¡haces bien!, sin él
no estaríamos aquí. Subamos a beber un buen té, en
el salón estaremos algo más secos._ la sigo sin
decir nada, me siento ingrávido.

87
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Siete más uno.


Uno.
Dos habitaciones, un baño sucio, salón comedor,
cocina-comedor despintada y un patio con una
zona techada y otra al aire libre, más un
pequeño cuarto exterior.

Era un día de lluvia, estábamos en casa porque no


había nada que hacer, el agua caía de a mares, el
barrio entero estaba inundado.

-¿Salimos más tarde con la bicicleta?_ me preguntó


mi hermano.
-Pero después de comer los pastelitos que ha hecho
mamá.
-Niños nada de ir por la calle después, ya saben que
la electricidad se mueve por el agua, ¿qué pasa si
un cable cae sobre ella?, su electrocutan como
aquél señor que iba desprevenido hace unos años y
murió.
-Nos aburrimos mucho, no hay nada que hacer en
casa._ le dijo mi hermano para convencerla de lo
contrario.

88
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Tienen lápices que costaron muy caros, ¡úsenlos!,


y luego quiero que se duchen los dos que andan con
esas pintas de… ya están, no pueden comerlos
hasta que estén tibios, pueden quemarse y la boca
es muy dolorosa, una mujer embarazada de ocho
meses se quemó así, por comer el pastel recién
horneado, la mermelada hirviendo que tiene dentro
le quemó todo el rostro, no la conocen. Pero no
volvió a ser la misma, luego los inoperantes
doctores del hospital central de quemados la
terminaron de desfigurar._ soltó la bandeja caliente
en la mesa de concreto del patio cubierto, que bien
olía, era un manjar libre de impuestos y a unos
metros. Nos mordíamos las lenguas por dentro, a
mi hermano le salía la saliva por la comisura del
labio inferior, era más goloso que yo, pero con una
dentadura menos problemática.
-Después de los pasteles nos escapamos, ahora
tienes que entretenerla que yo dejo la bicicleta en el
pasillo, dile que un tipo andaba desnudo por la calle
el otro día y te soltará una historia de diez
minutos._ el era siete años mayor que yo, bueno a
veces ocho años, dependía de nuestros cumpleaños.
-¿Y la electricidad?, me da mucho miedo._ ya sabía
lo que me iba a soltar.
-¿Qué sabe mamá de electricidad si vive metida en
casa escuchando la radio?_ era la contrapregunta
por excelencia de mi hermano mayor, yo no podía
evitar satisfacer sus peticiones, es que todas me
tenían a mi de coprotagonista y era una opción más
saludable que estar encerrado dibujando.

89
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¡Mamá!, el otro día vi a un hombre desnudo correr


por la esquina de la fábrica vieja.
-¿Y tú hermano?_ ya tenía la respuesta bien
aprendida.
-En el baño, ¡bañándose!, ¿no me escuchas?, ¡vi a
un hombre desnudo corriendo en la esquina de la
fábrica vieja!_ se enfurecía, sus ojos se hinchaban y
comenzaba a dar vueltas por toda la sala, mi
hermano no era tonto, dejaba el agua correr para
que el ruido la confunda.
-¡Tienes que entrar a casa y decírmelo que yo me
encargo, hijo!, esos desagradables tienen que estar
en la cárcel y pudrirse por degenerados. Hijo no se
te ocurra acercarte a hablar con desconocidos, hay
gente muy desquiciada allí fuera. El mundo está
loco, muy loco, nadie sabe por qué, pero la gente se
mata por cualquier cosa, tú eres muy bueno para
comprenderlo, pero ya sabrás de lo que hablo. Aquí
dentro estamos mucho mejor, nadie puede hacernos
ningún daño mi amor. ¡Dile a tu hermano que te
deje bañar!, ¡vamos!, entra y quítalo así se ponen a
dibujar.

90
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Nos bañábamos juntos para que al terminar yo, los


dos estuviésemos limpios.

-Cuando venga a saludarnos antes de ir a escuchar


la radio nos escapamos por la ventana, tengo
preparado el hilo para cerrarla y abrirla cuando
volvamos._ me lo decía susurrando porque mi
madre caminaba hacía la puerta.
-Niños, ¡niños!, hasta mañana, sean buenos.
-¡Hasta mañana mamá!_ decíamos a coro.
-Vamos, sube tú primero, que yo sé como va el
hilo._ tenía una voz tan segura de sí mismo, era mi
ídolo.
-¿Dónde has dejado la bicicleta azul?_ le pregunté
ansioso por montarme.
-Allí, detrás del árbol, está apoyada, ¿no la ves?
-No, ¿dónde?, es que hay más árboles.
-¡En el de siempre!, allí, si, allí, ten cuidado al
bajarla que pesa mucho, bueno, a ti te pesará
mucho, cuidado, ¡despacio!_ me gritó sin pensar en
mi madre, tuvimos suerte.
-No me pesa como dices, yo tengo mucha fuerza,
cuando sea grande voy a ser muy fuerte y con
muchos músculos.

91
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Sí, y volarás al espacio exterior, sube, despacio,


todo lo haces a lo bestia, tómate tu tiempo para
pensar lo que vas a hacer.
-A mi no me gusta pensar mucho, hago lo que
quiero hacer y ya está.
-Sigue así y verás que bien te irá, vamos, agárrate
fuerte de mi cintura, ¡prepárate para mojar entero!_
exclamó alegre mientras elevaba la intensidad de
sus movimientos, doblamos en la esquina y nos
adentramos en una avenida inundada. Éramos
felices, no había nada que se nos niegue, teníamos
la pobreza de un mundo injusto pero la realeza de
unos infantes ingleses. La libertad nos hizo muy
bien en aquella tormenta de verano.
-Te dije que te mojarías entero, ¿te gusta?
-¡Me encanta!, gira a la derecha allí será más
profundo todavía.
-¡No!, ¿estás loco o qué?, tenemos toda la avenida
para nosotros, tenemos que seguir para adelante,
cierra la boca, no sea que luego terminemos en el
hospital por unos microbios en la panza.
-¡No!, no me gustan los microbios.
-Jajaja, tranquilo, tú cierra la boca y disfruta, no
creo que volvamos a hacerlo._ y fue cierto, como si
el futuro se pintase en sus ojos, acertó, no volvimos
a andar en bicicleta juntos y en una avenida
inundada, pero todavía puedo sentir el agua medio
embarrada golpeando en mis pies y dando contra
mi pecho, ese frescor y hedor que mantengo junto a
mi nariz a cada momento.

92
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¡Quítele los juguetes!, es un maniático, me ha


hecho daño en los ojos, ¿qué clase de niño es?, ¡no
es normal que haga ese tipo de cosas en público!
-Lo lamento, nunca ha hecho nada así en casa,
seguro que lo ha visto en la televisión, hoy mismo
corto los cables. Ya es suficiente, de verdad lo
siento mucho, no suele hacer nada por el estilo, yo
me encargaré, que avergonzada estoy, me dan
mucho trabajo, mi marido todo el día metido allí y
yo sola, lo siento mucho.
-Entiendo, no es la única que tiene que lidiar con
las pequeñas bestias, pero ninguna he visto con
estos comportamientos. Hay algo que no me quiere
contar, sus ojos me lo dicen, pronto o averiguaré,
ese niño tiene que estar en un internado, le falta
disciplina y por lo que noto usted no tiene una
personalidad lo necesariamente fuerte como para
criarlo. Haré una denuncia por lo penal, es muy
grave, veremos que sucede en los juzgados, no va a
quedar así.
-¿Qué dice?, ¿por qué se empeña en arruinarme?
-¿Yo?, nada de eso, no es la primera vez, lo sabe,
no hay vuelta atrás, ese niño va a pasar a manos de
la justicia, necesita atención y medicamentos para

93
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

un tratamiento. Por favor no cometa la estupidez de


escaparse, tiene otro niño, no lo olvide.
-Pero…
-Nada, ¿ha quedado claro?, en unos días pasarán a
por el niño, estará vigilada desde este momento, no
cometa una estupidez, se lo repito, ya sabe que no
hay nada que hacer. Cuando llegue a su mayoría de
edad podrá volver a verlo, pero en otras
condiciones, rece porque salga bien, otros han
muerto y unos pocos delinquen en las calles hasta
morir. Es una bendición, vea el lado positivo, va a
tener una educación privilegiada, le abrirá muchas
puertas en un futuro.
-¿Qué voy a hacer con mi hijo?, ¡no puedo!, mi
amor, mi pequeño…
-Se lo ha ganado, como siga ordeno que ahora
mismo comience…
-¡No, no!, ¡está bien!, no me lo quiten antes de
tiempo, quiero que pase unos días en casa, con
tranquilidad, será muy duro después. Pobre mi…
no quiero pensar… agradezco lo que hacen por
él… yo no tendría el valor, de ser por mi seguiría
así toda su vida.
-Lo sé, no hace falta que agradezca nada, es lo
correcto.
-Gracias.
-A usted señora, por comprender nuestro trabajo.

94
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¿Por qué estás más tiempo en casa?, antes te ibas y


me dejabas solo.
-No, nada, yo que sé, me gusta quedarme más
contigo, para jugar y esas cosas, ya sabes de lo que
hablo.
-Yo estoy muy contento que estés conmigo, me
aburro mucho aquí, y los días de sol no puedo ni
moverme porque sudo mucho.
-Ya lo sé, te conozco desde que naciste, y tu a mi
no, así que sé muy bien lo que te gusta y lo que no.
-¿Encendemos la cámara?, podemos hacer de
periodistas o de Spider-man.
-No quiero, mejor contemos historias.
-¿Ahora?, es de día todavía.
-¿Y qué tiene?, cierras las puertas, la cortina y las
ventanas y estaremos en la oscuridad de la noche.
-Bueno, está bien.
-Aprieta algo más, así, porque sino se escapa la luz
por la rendija.
-¿Y qué historia vamos a contar?
-Tengo una de un niño que es operado en un
hospital y que por las noches es un súper héroe,
salva niños, pero de día nadie sabe que es el,
porque las vendas lo tapan entero.
-Que feo, no me gusta.

95
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Sí, claro que sí te gusta, a mi me encantaría tener


poderes…
-¿Tiene poderes?
-Claro, ¿qué crees tú?, al quitarse las vendas se
convierte en el niño más bueno del mundo, con su
rayo blanco vuelve buena a toda la gente que toca y
así intenta convertir al mundo en algo mejor. En la
televisión hablan de él pero no tiene nombre,
aunque algunos lo llaman Súper B.
-¿Y la B?
-¡De de bondad!, salvar al mundo volviéndolo
bueno no es lo mismo que destrozarlo matando a
malos, directamente los vuelve buenos a todos.
-Que bonita historia me cuentas, me gustaría ser
ese chico.
-Quizás lo seas pronto, si algún día te ves tapado
con vendad en un hospital o lugar que no te guste,
tienes que pensar que en la noche al cerrar los ojos
tú harás todo el bien que hace súper B, así dormirás
mejor y saldrás más rápido de lo que crees.
-Ojala nunca me separen de ti, te quiero mucho.
-Y yo hermanito, y yo también.

96
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¡Despierta!, vamos a desayunar, tengo una


sorpresa para ti.
-¿Qué es?
-¡Levántate y verás!
-¿Eso es para mí?, ¡gracias!, ¡me encanta!
-Lo conseguí con mis ahorros, pero debes
prometerme que no le dirás a nadie, es nuestro
secreto, póntelo y que nadie lo vea, es nuestro, yo
llevo el mismo en mi cuello, ¿sí?, ahora estamos
unidos, y si algún día te pierdes, o lo que sea, me
buscas, tendré esto mismo colgado, como tú.
-Gracias.
-No es nada hermanito, yo también te quiero
mucho, no lo olvides jamás.
-Y yo.
-Ahora toca desayunar que mamá nos espera en el
comedor.
-Buen día niños, hoy he preparado unas tostadas
muy ricas con mantequilla y mermelada de
melocotón. ¿Cómo están?, veo muchas sonrisas
aquí, ¿está ocurriendo algo que no me quieren
contar?
-Nada mamá, nada, me ha contado un chiste, quizás
es eso, pero no te molestes.

97
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-No me moleste hijo, nada de eso, no me mires así,


tienen que estar unidos siempre, pase lo que pase,
¿me oyen?, nadie puede separarlos.
-Si, mamá.
-Hace unos días que llevo preparando otros
desayunos pero en este he puesto más atención, ya
que significa mucho para mí, hoy quiero que nos
quedemos en la mesa durante un buen rato. Quiero
saberlo todos de mis pequeños.
-¿Qué sucede mamá?_ preguntó extrañado mi
hermano.
-Estoy un poco triste, pero no es nada, quiero
verlos sonreír, que me den alegría, ¡a reír!, muy
bien, que bonitos dientes, ¡cuantos dientes!

98
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Creo que los recuerdos son algo dilatados, quizás


nada ocurrió realmente, hay tardes que me pregunto
si lo que veo es real o es un intento de realidad que
generé a partir de ciertas mentiras. Hay olores que
no puedo olvidar y otros que simplemente lo
botaron ellos para que aplique todas mis energías
en sus enseñanzas. La primera casa es un sitio en
dónde todo sucede mágicamente, todo es un inicio,
una primera impresión y la vida está compuesta por
millones de impresiones divididas, ahora lo
entiendo, me ha costado algo, aunque todo contiene
un principio, en algunos casos deberíamos de tener
un editor cortando y pegando cintas para
reversionar lo peor y hacer una crítica productiva
para hacer lo que será el complejo futuro de
caminos y oportunidades.
Nadie está exento de viajar a su interior, allí dentro
de la marea de increíbles y desproporcionadas
conclusiones parciales o desconocidas. Nadie es
capitán en su cuerpo hasta que todo esté de pie y
funcionando correctamente.

99
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Substancia itinerante.

-Despertar en estas condiciones es algo que no


esperaba_ dijo entre dientes sonantes mientras que
se acomodó lentamente sobre un cúmulo de tierra.
-que bien se siente, la suavidad de sus granos
unidos y en movimiento. No he visto lo que me
rodea, necesito continuar con mis ojos cerrados, la
paciencia es crucial, es la primera vez que provoco
un viaje en el tiempo congelándome, ¿vivirán
aquellos seres incompletos qué estudiaba?, la
capacidad de pensar merma, puedo votar algunos
trozos de comida, sigo siendo orgánico, aunque
noto mi pecho algo más pequeño._ pensó mientras
provocaba un sueño de cielos de colores y
aislantes.
Estaba solo, había acertado, la montaña mantenía
una fina capa de hielo sobre su pico, el resto era
una vegetación abultada, densa y de colores muy
intensos. Recién comenzaba a deshelarse, su cuerpo
por dentro había iniciado sus tareas fundamentales,
no pasaría mucho tiempo hasta que éste en
cuestión le demandase energía a modo de
alimentos.- Mi amigo, Copérnico, te extraño mi fiel

100
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

amigo._ dijo suspirando soñando con alguno de sus


paseos por el globo. El tiempo fue real, volvió a la
condenada virtud de la apreciación mundana, sabía,
incluso cuando dormía, que estaba vivo y con la
consciencia de un ser sabio y repleto de
conocimientos extintos.-¿qué haré ahora con todos
mis procesos caducados?, este planeta no tiene idea
de lo que soy, seguro olvidó su mal como una
picadura de medusa en verano, no soy quién
devuelva el origen a un especie soberbia._ soltó
despertando de un sueño de días reincorporando
sus ojos a la utilidad anterior y olvidada.-¿recordará
mi cerebro que tenía unidades oculares para
analizar el entorno inmediato?, ¡no soy el origen!_
gritó encolerizado cayendo en el barro encharcado,
llenándose de tierra líquida el rostro.-no, no quiero
seguir en esta casa, todo me recuerda a ellos._
balbuceó entre espasmos. Al reincorporarse, supo
que no estaba en una época reconocible, sabía que
ya nadie le saludaría, sintió horror al saberse solo
en el universo.-Era lo que yo quería, tenía el sudor
de la ira en mi frente, clamaba la destrucción pero
no quería verlo en directo. Sí, si, fui un cobarde,
viajes entre viajes, ver crecer a los que aborrecí,
incluso el mejor jinete se harta de los caballos,
ahora supongo que los extraño, el bullicio, sus
relaciones con la realidad alterados. Tricomacia con
sentimientos de otras longitudes de onda, hay
millones de colores en otros universos esperando a
ser descubiertos por especies superiores. ¿Las
hay?_ se cuestionó apoyando su mano derecha

101
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

sobre la roca húmeda. Sus huesos crujieron


resonando en toda la cueva, la luz ingresaba
suavemente por efecto del reflejo del hielo en
proceso de combustión. -La era del hielo parece no
existir en este planeta, la hierba perfuma la cueva,
huelo a mil demonios teniendo sexo._ sus pasos
callaron sus palabras, de un instante a otro conoció
lo que le provocaba una ansiedad acida.-Me llevará
mil años recavar los nuevos datos y aislarlos en un
lugar seguro, no tengo información genética sobre
como debo comportarme. ¡Hablaré gritando!, nadie
tiene por qué quejarse, así mantendré la cordura en
este valle de soledad._ su cuerpo comenzó a
calentarse rápidamente al darle de lleno el sol,
cerró sus ojos con un dolor semejante a la
quemadura del ácido.-¿¡Qué sucede con el sol!?,
¡quemas maldita estrella oscilante!, ¿te apagas o te
enciendes aún más?... por lo que veo has tratado
muy bien a la tierra hoy en día, su vegetación está
repleta de vida, las aguas están en su temperatura y
no hay especies cuadrúpedas a mi alcance, tu
mundo bacteriano ha vuelto a fluir, donde antes
eran virus ahora has fabricado corales. No voy a
hacer ningún trabajo, ya viajé por todos sus huecos
recónditos, estoy cansado de andar por las tierras
vendidas, ahora pretenden que crea que son
vírgenes para recapitular errores y volver a
fundamentar otro cataclismo humano, ¡no voy a
hacerlo!_ continuó gritando exaltado auscultando
los especímenes que encontraba a su paso.-¡Estaré
unos días geológicos y me iré lejos!, mi trabajo está

102
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

hecho, y mi parte de gestión terminado, ¡no hay


humano que sea benévolo para la existencia de
especies semejantes! Incluso yo mismo contengo
algunas de las informaciones genéticas que me
convierten en un posible detonante violento y
arrasador. ¡Tengo hambre!, ¿qué especie evoluciona
sin energías?, ahora debo comer para continuar mis
andaduras, pero encontraré la forma de eliminar la
capacidad voraz de destrucción. Sé lo que hago y
pronto podré dejar de ser un dependiente._ corrió
para calentar sus piernas, a la vez que seleccionaba
con sus manos un puñado de insectos y vegetales.
Saltó desde aquél acantilado con sus manos
repletas de vegetación y flotó durante unos
instantes en un aire algo más denso, sintió en su
piel el rozamiento de partículas de agua y creyó por
un momento estar en una playa de las landas
francesas. Al golpear contra unas rocas endureció
sus partes para evitar desprenderse de su almuerzo.
Con sus fuerzas reconstituidas echó a reír durante
horas mirando entre ojos y mente algunas de las
situaciones delirantes de sus viajes.-Ese era un gran
gato, fue el número novecientos dos, da igual, fue
un Dios en su época, ni él se lo creía._ elevó sus
ojos entrecerrándolos por la luz intensa.-¿Te
mueres estrella?, ¿es éste el edén antes del abismo
planetario?_ preguntó al cielo repleto de nubes
señalando el manto verde que tenía a sus lados.-
Has preparado un nuevo coctel y seguro que
saldrán nuevos prototipos, pero durarán poco y no
serán como los humanos, yo me llevaré la

103
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

esperanza a otro sitio del universo, quizás logre ir


más lejos aún de lo que me proponga, no soy
ambicioso pero sí realista, prepárate para verme
elucubrar una salida rápida y frente a ti.

104
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Eliminaré durante los próximos mil años mi


necesidad de alimentarme, ¡te demostraré que el
tiempo me modificará lento pero efectivo y tú no
harás más que ponerlo duro para que desista de mis
propósitos!, ¡haré del logro del sol una revolución
interior!_ exclamó dando un salto en el mar y
flotando por días a la deriva.-Tengo el secreto, y te
lo diré porque no me apena ni se modificará, por lo
que no hay nada que ocultar. ¡Comeré siempre el
mismo vegetal!, ¿cómo lo haré?, todas las
estructuras son reciclables, por lo que dentro mío se
fabricarán los nuevos alimentos mientras digiero en
un ciclo interminable, todas las sustancias que antes
se agotaban por el ciclo ahora están simplificadas
en mi único órgano, ¿no esperabas que logre
modificar lo que te llevó millones de años?, me
bastaron miles, eran piezas resueltas pero sueltas, y
las uní hace tiempo, dan los resultados en un cien
por ciento positivos. ¿Qué harás ahora?, ¿congelar
el planeta entero?, no luchas contra mí, lo sé,
habrías destruido a la humanidad mucho antes, pero
los dejaste soñar con la perpetuidad con la
herramienta del conocimiento. ¡Qué cruel trampa!,
las tecnologías están dentro, la química de los
elementos son dinámicas y tienen un potencial

105
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

increíble, hoy mis secuencias son diferentes, por


fuera soy igual que antes, ¿envejezco?, claro que
no, antes era otro modo de envejecer y
reconstituirse, ahora mis células contienen la
información duplicada, seré un caparazón firme.
¿Te preguntas por mis pulmones?, ¿si respiro?, no,
no lo necesito, te lo acabo de decir, soy el mismo
por fuera pero por dentro soy algo que ni en tus
sueños pudiste elaborar. Todavía es el día de hoy
que me pregunto como hiciste para engendrarme,
algunas anomalías se repiten en otros puntos, pero
yo no, nadie salió errático. Eres cruel, y hablo
fuerte para que me escuches, ya lo sé, no eres nada
y yo comprendo que no existas, ¿pero como puedo
justificar mi nimia existencia en este vasto y
complejo universo?, noté que los días son mucho
más cortos que antes, significa que viajamos más
rápido. El sol quiere comer lentamente esta aldea,
seguiré hablándote porque el medio me absorbe y
la locura es propicia, ¡y no tengo psiquiatra aquí!,
les encantaba las historias de hombre eternos, a ese
sastre lo encanté de tal manera que creó una
historia sobre mí falsa e hizo una legión de
chupadores de sangre, ¡se pasaron dos siglos
leyendo esas porquerías!, me resultó intrigante
como las creencias colectivas e insultantes. Lo pasé
muy mal, dudé mucho antes de congelarme, no era
tan amargado y molesto como ahora, lo sé, no
tengo a ninguna mujer que me chille, ni perro que
me acompañe. Todavía puedo ver a ese asno tuerto
que adopté en el monte de las piedras marcadas,

106
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

pero Copérnico no tuvo igual, es que… ningún


humano en su semejanza genética podrá igualar la
bondad de ese engendro patético. Ya no puedes
congelar nada, noto las elevadas temperaturas, el
hielo desapareció conmigo, las tempestades son de
magnitudes cosmogónicas y aquí me tienes. Te
preguntarás donde practico mis estudios. ¡Nadie
deja una época siendo eterno sin haber guardado
evidencias anteriores en un lugar remoto y bien
cuidado!, ¡Has acertado!, en el centro de una
montaña puede mantenerse durante unos millones
de años sin perturbarse siquiera. ¿Qué iba a hacer?,
mi cuerpo ha cambiado pero luce similar, no
necesito harapos para mantenerme vivo, he
sobrepasado los límites que nos habías impuesto
para que dependamos como mogólicos durante toda
nuestra estadía en tu esferita rotatoria y anárquica.
Pronto podré moverme libremente sin que nada
pueda oponerse ante mi desplazamiento. Hubo
seres literarios que compusieron tal empresa en un
proceso itinerante complejo, pero todos lo hicieron
con un fin, y los objetivos son claramente otra
trampa del deseo que se crearon aquellos
estudiados pasados. Sigo utilizando el lenguaje que
me diste, el primero de todos, el resto fueron
variaciones que le dieron las excusas necesarias
para asociarse por clanes. Yo voy solo y pronto
sabrás a que dirección._ remató golpeando una
piedra del tamaño de un pulgar contra la madera
mojada de un esqueleto recién devuelto a la
superficie del mar.-Hay restos que soportar todo, es

107
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

inaudito, quizás hubo cuevas hace unos miles de


años, no hay nada ni nadie que pueda recomponer
sus actitudes conquistadoras.¡El universo está lleno
de seres esperando la hora del contacto!, ¿crees que
voy a por ellos?, hay opciones mucho más
interesantes que volver a etiquetar especímenes de
otras especies, la eternidad es soledad y la soledad
es pureza espiritual. Mi espíritu comprende que es
el resultado de todas las energías que habitan en mi
envase, pero cuidado, ahora todas se han unificado,
puedo controlar el flujo inclusive. No hay
enfermedades, lo que hay es enfermos, eso también
ha sido solucionado, porque durante el proceso
anterior te encargaste de hacerme sufrir los
calvarios de un infierno en vida, ellos me utilizaron
de rata de laboratorio y hospital en cada una de sus
oportunidades. ¡Me hiciste sufrir tanto!, Copérnico
sabía eso, fue un amigo… si solo tuviese una pizca
de sus DNA, bueno yo no utilizo el mismo término
que antes, pero es igual, al hablar no decimos todo
lo que pensamos, y al pensar todo lo que hablamos.
Ellos soñaron mucho con la soledad de los
hallazgos inauditos, fantaseaban con islas y un solo
hombre. Las hazañas de aquellos ínfimos fue
colosal, no puedo quitar hierro al puente, sus
ciudades habrán aguantado muy bien durante unos
cinco mil años, quizás hasta quince mil, lo cual
dice mucho, si los desiertos siguiesen en sus sitios
geográficos estaría frente a una inmensa pirámide.
Ahora la vegetación no tiene fondo, que
contradicción, con todos los recursos que potenció

108
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

el sol y la falta de sus molestias podrían haber


habitado el satélite sin ningún tipo de problemas.
Recuerdo a los escritores, a las prostitutas, el sexo
era un momento violento intenso que a veces
imploro. Me quitaste lo único venerable, no quiero,
decididamente no pienso detonar otra bomba
imparable de nacimientos._ dijo soltando los únicos
restos al fuego de un volcán.-¡No hay anillos, ni
poderes, ni héroes!, la manufactura se hará cenizas,
al igual que las hachas de aquellos… ¡no existen
herramientas que predigan mi destino!, ¡aunque lo
creas desde la comodidad de tu observación!, ¡no
hay quién logre desvincular las variables por
hechos dinámicos!, ¿tienes miedo de perecer por un
agujero naranja y energético?, ¡el sol que tanto
veneremos es el agujero negro del que tanto
hablamos y temimos!, ¿es contradictorio ver el sol
como signo de algo vital siendo nuestra próxima
destrucción lenta y agonizante?, ¡yo presencié el
atardecer con más de mil hembras!, me habías
hecho estúpido y pude ver tus tentáculos a tiempo.
¡Esa estrella fue desde los inicios el destino!, no
veré como te hundes en la miseria del calor, no hay
llantos que lamentar, ya no tengo esa capacidad de
limpiar mis rajaduras visuales.

109
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

10

-Estoy listo, ya pasaron otros miles de… cambiaron


tanto los ciclos que prefiero no enumerar mis actos.
¡Lo logré a pesar de todas tus inquietudes!, ya
queda menos, la atmósfera está a punto de ser un
papel húmedo en el fuego, restan instantes para tu
desintegración. No lo lamento, tienes una vida de
anciano en residencia, el sistema solar
acondicionará al resto de planetas y lentamente
todo serán la tierra durante un período lo bastante
capaz de emular el paso anterior y fatídico, al final
son naves en fila esperando el desguace. ¡Naves!,
esas proyecciones itinerantes, ¡cuan lejos estaban
de encontrar vida!, algo no puedo negar, fueron
valientes, aunque se relajaron al conquistarte, pero
no puedo negar todos los esfuerzos y las mentiras
para cometer esos actos sin razón ni sentido._
corrió a toda velocidad por el desierto, con sus ojos
cerrados y totalmente desnudo y sin sexo saltó una
y otra vez planeando sin alas.-¡El amor!, ¿es esto
amor a mi lugar de nacimiento?, no puedo evitarlo,
¡tienes cautivada a una porción de mi alma,
cerebro, o conjunto de ideas, ¡pero me tienes
amarrado!, ¡el amor!, ¿se puede pasar una eternidad
buscando el significado a algo tan hostil y
engañoso?, ¡no se le miente al ser amado, nunca!,

110
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

¿cómo puede un ser prometer algo que no controla


y con tal desfachatez?, ¿cómo decirle que la
eternidad mantendrá unidas las almas?, ¡la energía
se disipa a los segundos!, yo lo siento por ellos,
sentir el desierto arder bajo tus pies es unos de los
sentimientos más complejos que sentí jamás, quizás
sean las sensaciones encontradas que me quieren
impulsar en este instante al exterior._ se disgustó
golpeando la arena al caer. -Es la erosión, pero ya
no se comportará igual, los vientos queman, sin
protecciones serían polvo, de hecho ya lo son,
polvo cósmico de las estrellas del génesis. ¿Tienes
miedo?, deberías temerle a la estrella que veneraste
y agradecieron los creyentes del todo. La fe de los
ignorantes que buscan sentido al accidente en lo
que no pueden ver, explicar ni entender. Los gatos
llegan al mundo, se limpian, maúllan, caminan, se
reparan y corren en busca de presas, promueven la
cadena sexual que los perpetúa en el tiempo y
mueren completos, como héroes del misterio y el
silencio sigiloso. ¡Es un ejemplo!, una tuerca no es
un puente ni una letra un libro… no salgo de mi
asombro._ sonrió revolcándose en el desierto vacío,
ventoso e hirviente.-¿Y el infierno?, ¿será esto?, el
cielo fue el edén que creó el sol al acercarte
lentamente, pero ya no tienes la vegetación con la
que ostentabas especies… ¡La soledad llega
lentamente y te verás frente al agujero brillante y
calórica pensando en todos los males que extrañas!,
¿eran divertidos al menos?, yo creo que sí, dentro
de la violencia que los caracterizaba podía

111
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

encontrar vientos de consecuencias, eran


pasionales, al aniquilar al resto de especies no
pestañeaban. ¡Recuerdo cuando acabaron a los
periquitos!, todavía puedo verlos matar a uno de
ellos para que el resto compasivos, empáticos al
acercarse a lamentarse por la pérdida de su amigo
morían a manos de armas primitivas. Confieso que
eran perturbadamente inteligentes, las asociaciones
y enlaces de poder hicieron de ellos seres de
poderosas confabulaciones. Alguien que no era
apto moría a manos de la fe de aquellos que sí se
creían aptos, motivados por una idea falsa de
libertad o sometimiento, daba igual, la violencia
estaba instaurada en el hipotálamo, “Homo homini
lupus”, el hombre es un lobo para el hombre.
Hobbes era un hombre natural también que hizo
autocrítica, pero la brutalidad, el egoísmo y la
soberbia no dejaron de germinar el resto de
órdenes, yo no contengo esos algoritmos
primitivos. ¡No te lamentes por mí, recuerda que
mis alimentos se sintetizan indefinidamente!, en
cambio tú, acabarás desintegrándote allí._ señaló el
magno sol que brillaba con vientos huracanados de
radiación, el desierto se revolvió, las nubes de
arenas golpeaban su rostro, había olvidado a ese
hombre de gorro con su perro, había dejado atrás
todos los harapos y personalidades, su sonrisa
enfermiza abría huecos en el aire, las rocas
sobrevolaban sobre la superficie, el sol comenzaba
a absorberlo todo.-¡Quiero más potencia!, ¡eleva
tus dones estrella idiota!, ¡vamos!, ¿es esto tu

112
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

esplendor que tantos atardeceres embelezó a la


humanidad?, agita sus tormentas internas, escupe
en tus prominencias la radiación X para acabar
conmigo, ¿eres la canaleta de el sistema que lleva
tu nombre?, ¡no mereces el honor!, ¿y tus lazos
coronales?, ¿qué sucede con tus reacciones
termonucleares, escupe y chupa como un niño, ¡eso
es!, ¿me hacías débil ante ti?, el Hidrógeno, Helio,
Oxígeno, Carbono, Nitrógeno, Neón, Hierro,
Silicio, Magnesio, Azufre y ¿qué otros?, ahora
mismo desde otro universo estudian si tu oscilación
es propio de una estrella capaz de dar vida a su
alrededor, ¿ellos serán otros humanos sabiendo el
final?, dejas de ser una casa, ¡mira como te chupa!_
agitó sus brazos, en un instante vio todas las
imágenes, sus rostros, antes, durante y después de
existir, sonrió y ayudado del magnetismo de la
estrella saltó al espacio. Ingresó en órbita solar
durante unos instantes hasta que pudo enlazarse en
la órbita de Júpiter desde allí girando a una gran
velocidad viró su cuerpo de espaldas a su giro y
presenció la muerte de aquél hogar, cruzó sus
brazos detrás de su cabeza y gritó de alegría en un
alarido que viajó en ondas por todo el universo.-No
creías que llegaría, ¿eh?, ¡ahí tienes!, ¡así murió mi
perro absorbido por la terquedad del tiempo y tus
necesidades parentales que te llevaron a hacerlos
lapsos ínfimos y mentales!, ¡tú también eras un
lapso ínfimo!, ¡mira Júpiter!_ volvió su mirada
ahora a la proximidad del cambio de órbita, algunas
rocas rozaron su brazos derecho. Cerró los ojos

113
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

sabiendo que el cambio de camino sería algo más


violento y sintió un leve resquemor, sintió pena por
aquellos que creían en la lentitud del tiempo y la
bondad de las personas. Preparó su cuerpo al
impacto contra las rocas sueltas que conformaban
los anillos de Saturno y se hizo una bola orgánica e
itinerante durante el viaje alrededor de aquella
esfera deforme y gaseosa. Al sobrepasar
exitosamente a Urano notó leves moderaciones de
la velocidad orbital.-¡Tus veintisiete satélites
pueden ser aposentos!, aunque no quiero
estacionarme a meditar sobre la tristeza que me
aborda, ¡eras la estrella 34 Tauri en 1961!, puedo
recordar a John decirme al oído el fruto de sus
investigaciones… tenía miedo, su muerte no tuvo
que ver contigo, eso creo. Tus colores me
recuerdan levemente a esa roca fundida que no
puedes ver en estos momentos, ¿la extrañas?,
¿sabías como eran sus habitantes?, no me refiero a
la especie gigante, ni tampoco a la posterior, esas
insignificante bacterias universales que creyeron
ser ombligos en cada sitio que ocupaban. ¡Nada!,
no sabes de ellos, no es importante, se extinguieron
hace mucho tiempo, ¿tiempo?, si pronto mis
cálculos se acabarán con el desconocimiento. Soy
un nuevo ignorante suelto, he sabido retirarme a
tiempo, son acciones que aprendí siendo uno de
ellos, ahora ya no puedo considerarme humano,
ellos, si existiesen, aplaudirían mi proeza, ya sabes,
soñaban con conquistarlo todo, desde el mirador
que era la tierra supieron analizar parte de la

114
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

arquitectura universal. Gracias a mi fascinación por


ver como unas pulgas lograban estudiar las
trayectorias de objetos animados en un entorno
humano comencé a explorarlo también, fui lo que
llamaban ellos un hombre de ciencias, lo fui desde
que en Egipto un amigo me modificó la perspectiva
de nuestro posicionamiento. Este sistema, es
complejo, pero no es nada comparado a mis
suposiciones, me llevó siglos elaborar teorías. ¿Qué
te voy a contar?, ellos escribían y formulaban
teorías erráticas que duraban siglos contaminando
al resto de la comunidad. Por eso fue que
avanzaron a pasos de delfín en tierra. Algunas
veces debo confesar que ayudé a otros que se
jactaban de ser observadores inteligentes soltando
algunas frases en clave que modificaron varias
veces sus teorías sobre problemáticas globales, mal
llamadas por ellos como universales. Pero nada
evitó que muriesen en sus intentos, por eso me
harté de ellos y viajé durante medio siglo con mi
amigo Copérnico. Lo extraño tanto, la congelación
fue lo mejor que pude hacer, no aguantaba sus
sobredimensionamientos que acoplaban a sus
descubrimientos latosos y sin sentido. ¡Soñaban
con naves!, ¿puedes creerlo Umbriel?, ¡hola Ariel!,
¿y Miranda? No quiero sonar soberbio al hablar, al
final soy ellos, ¡no!, ¡no!, soy distinto, eran seres
que buscando los sentidos verdaderos de sus
existencias se toparon con herencias, paquetes de
información para abrir caminos a nuevas teorías, no
era dañino, creo que sí, fue dañino pero no en todos

115
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

los casos Oberón. Urano, tu campo magnético


anómalo es singular como lo soy yo, no tengo
recuerdos de mi origen, no sé si tengo padre o
madre, hablo al cosmos o roca como tú para
quitarme el peso de las incongruencias mentales.
No estoy alejado de la lógica, me he vuelto un
racimo de enunciados lógicos. “todos los caminos
conducen a alguna parte”, ¡todo F es G!, todo F es
H, ó G, G es H… Completitud, consistencia,
falacias, absurdo, paradojas… ¿mi lenguaje es
impertinente Urano?, tus colores me recuerdan a
algo que olvido rápidamente._ lamentó al cambiar
el trayecto por la órbita de Neptuno.-¡Tú!, ¿el
mismo color del agua?, todavía los recuerdo, Le
Verrier era un tímido gato entre aguas, pero John y
Johann Galle tenían el aplomo y la parsimonia del
oso aferrado al tronco octófilo. ¿Hay alguna
enfermedad clasificada sobre el amor al prójimo?,
no dudo que eran genios en sus materias, en
definitiva eran versiones viejas de la inteligencia.
Creo que fueron héroes encubiertos, no habían
matado a nadie, y gozaban de una salud envidiable,
para la era de sus existencias fueron desconocidos.
Disuadí a algunos de ellos a vivir en la felicidad
ininterrumpida del mar y su oleaje de dioses y
familias divinas. Hubo una tarde de tormenta en
una aldea, lo veo claramente, ¡las cestas flotaban en
el agua podrida de días!, los cuerpos estaban
desparramados por la fiebre amarilla, nadie se
atrevía a entrar al pueblo. Uno me advirtió antes de
cruzar el puente que lo destruirían, sus ojos repletos

116
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

de compasión me hicieron temblar el alma, era un


periquito empático en el cuerpo de un hombre duro.
Al meterme en el agua a nadar entre los cuerpos
supuse que el desafío me dejaría consecuencias, mi
cuerpo tampoco estaba exento de penurias como
ahora. Puedo sentir sus olores nauseabundos y el
roce de los cuerpos en el agua, fue en uno de los
instantes de asombro que encontré al ser más fuerte
de la tierra. Y para mi sorpresa era un bebé, un ser
de apenas unos días de vida que luchaba a duras
penas por continuar con vida. En esa cesta descubrí
el verdadero sentido de la vida, había escalado
montañas milenarias y navegado todos los mares y
océanos del planeta, había caminado por todos los
climas y sobrevivido al tiempo como nadie lo había
hecho, pero aquello me dejó inmóvil, sin palabras
ni expresiones. Le dije: “Bienvenido hijo mío”, y
durante el resto de su vida vivió como una
bendición a la humanidad, como un rey de reyes,
fue el alma que emergió del valle de los muertos
indemne. Lo adoraban, los humanos se hartaron de
alabarlo, durante los siglos siguientes viví su
memoria en innumerables formatos de
entretenimiento, no te diré su nombre, seguro no lo
conoces, la gloria seguirá con él, aunque reconozco
saber que tal estado no existe, es lenguaje, una
expresión metafórica sobre una sensación
suspendida, pero no tienes por qué entenderlo. Los
humanos tuvieron momentos de grandeza que
ninguna especie, ni las aniquiladas o las
coexistentes, pudieron emular, construyeron

117
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

máquinas representando momentos de historia,


recreando los diversos comportamientos de la física
cuántica y de los cuerpos, ¡así le llamaban!,
cuerdas, súper cuerdas, universos en una membrana
vibrante y musical. ¿Puedes creerlo?, algunos
creyeron en los multiuniversos, las dimensiones
alternas, los universos paralelos, y un sin fin de
cuentos que fueron algunos reales y otros mero
entretenimiento. ¿La ignorancia debería de
pagarse?, ¿exime culpas?, algo reconoceré,
momentos antes de adentrarme en el proceso de
congelación pude verificar que las civilizaciones
habían colapsado regenerándose en paz, creo que
hubo un hombre genio que logró la unificación de
todos los estamentos unificando la identidad del
poderío humano en uno. No recuerdo su nombre,
era corto, tres letras su nombre y cuatro su apellido,
al despertar eso era un edén de vegetación, como lo
será seguramente Júpiter en un futuro. La pregunta
es ¿cuántos planetas tierra hubo antes que el
nuestro?, ¿el sistema solar era colosalmente
sobredimensionado y ustedes son las últimas gotas
de movimiento?, de ser así la vida se crearía una y
otra vez. Es curioso de solo imaginarlo, una fila de
planetas cayendo en un pozo de luz,
¿contradictorio?, un agujero negro vestido de
luminiscencia, es una trampa para ratones._ giró su
cabeza y luego su cuerpo, la rotación sobre su eje
los hizo girar en una velocidad ascendente que le
permitió desprenderse de la órbita para llegar a
Plutón.-Si pudiese representar las emociones que

118
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

les caracterizaban ahora mismo estaría tiritando,


medio congelado, las temperaturas no me causan
modificaciones, lo hice bien, lo pensé
detenidamente, no pensaba dejar de vivir…
¿merecía el destino de la tierra?, al menos un pizca
de luz alumbrará el camino. El universo es una casa
muy grande y sin habitantes más allá del jardín,
aparentemente, y la presuntuosidad de los sucesos
se transforman en misterios que deben resolverse,
es el juego de la lógica y la genialidad. Uno de mis
procesos de cálculo paralelo me sugiere en su
estado de consciencia que eleve la velocidad para
dejar de surcar los planetas, ¿tú qué crees 134340?,
los objetos transneptunianos, los plutoides, fueron
una nueva categoría antes de mi congelación.
¡Perdona si tu no sabes mi historia!, a no ser que
hayas oído mi conversación con Neptuno. Se siente
muy bien la velocidad orbital, ¿4749 m/s?, ha
bajado considerablemente, Caronte te acompaña
¿eh?, planeta doble, a eso lo llamo amista cósmica,
algunos deberían tomar ejemplo. Nix e Hidra
siguen allí algo más alejados… no voy a hablar
contigo, quiero elevar mi velocidad, por lo que
repetiré visita, iré donde su velocidad orbital de
13,0697 km/s me disparará en la dirección que
quiero.

119
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

En tránsito.

Llevaba tiempo sin fumar, es la verdad, bueno hace


unos días que eso junto con la copa de ginebra
colma mi dosis necesaria de inacción ante todo lo
que me duele. Debería asumir que la vida cambia,
nos palea y tambalea hasta tumbarnos, eso lo sabía
desde niño, no veo por qué asombrarme ahora.
Lloraba por las noches por todos los sucesos que
me abordarían uno a uno sin preguntas, estoy en
ello, viajando en un tránsito de anhelos y repasos.

-¿Qué tienes Sebastian?_ se acaba de despertar,


estoy sentado frente a la ventana, parece tener
dinero para mantener su vida aventurera, quizás
sean las casualidades que me propone este camino.
-Las vistas son inmejorables, yo al despertarme no
sé si es un día soleado o encapotado, tienes mucha
suerte._sonríe y me enseña todos sus dientes
amarillos pero muy bien dispuestos.
-Te he mentido, ¿lo recuerdas?, creo que he
mentido con lo de ser tan libre, es algo que me
gustaría pero no me lo permiten mis compromisos,
tengo mucho, pero no es eso lo que quiero decir, te

120
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

he mentido porque mi deseo es desprenderme algún


día de todas las presiones que soporto. A veces
pienso en todo lo que pierdo por pensar en el
dinero. Depende mucha gente de mi familia, y…_
era lógico, igual había olvidado ese detalle de las
mentiras.
-¿Empezamos de nuevo?, hay tiempo, hoy no
trabajo y tu tampoco, o eso supongo.
-No, yo tampoco trabajo, es una buena idea aunque
no lo había planeado así._ la tensión ha cambiado
de un instante a otro, puedo sentir la presión que
ejerzo en ella.
-Mira, mejor me voy, ha sido un placer conocerte
Vi, pero mejor vuelvo a mi vida sin magia, hay
muchos problemas que están fuera de esa puerta y
me piden que no los desampare.
-No te lo tomes así Seba._ me siento encerrado.
-Es mejor para los dos, no tengo veinte años para
creerme todo lo que me digas y luego desdecirte
por amor al juego de letras. Soy un hombre que no
la pasó bien y punto, no te tomes esto como algo
negativo, te has sentido presionada._le he dicho,
que bien se siente.- y no es nada del otro mundo o
mundos, eres libre, y yo lo soy a medias, mis…
déjalo así, mejor para los dos, ¡lo que me faltaba!,
terminar así una noche perfecta, me quiero ir,
déjame pasar por favor. No sonrías, no nos
conocemos, ¿qué pretendes?, ¡estás forrada de
dinero!, ¿jugamos a la princesa y el mendigo?, no
vas a cambiar mi vida, los cambios parten de uno y
no del otro. Eres un ángel caído de los cielos de

121
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

ángeles y sirenas, yo soy un ogro de un bosque


oscuro, estamos mejor así. Yo con mi libro y tú con
tus joyas, no me he querido dar cuenta de esos
detalles, podían ser réplicas._ sonríe, su boca, me
gusta tanto como la frunce, ¿quién hizo a esta
mujer?, es hermosa, una montaña de la altura de los
cielos en medio del mar.
-No lo son, son muy caras Seba, ¿eso te molesta?,
no te falta nada para vivir._ supone, conjetura,
debería seguir frunciendo la boca más que moverla.
-Te equivocas, ¿qué sabes de mi estado financiero?,
¿y mis gustos?, ¿cuántas veces me golpearon de
niño?, ¿conoces el lunar más grande que tengo en
el culo?, ¿y las pecas de mi espalda?, ¿tienes idea
de quién fue mi padre para mí?... ¿si tuve abuelo?,
no, no lo sabes.
-¿Por qué eres tan drástico?, es evidente que no te
conozco, pero el tiempo…_ esta mujer es del
planeta de las burbujas.
-Me respondes con preguntas y encima hablas del
tiempo con la soltura de una verdad como un pino.
El tiempo no te quitará la existencia, la vida se
extinguirá lentamente y tú fantasearás con ser
aquella anterior, pero más te reprocharás lo que
dijiste con total indolencia y desparpajo._ se hace a
un lado.
-Has salido del cascarón de la desconfianza y suelto
eres horriblemente soberbio, ¿quién te dijo que eras
inteligente?, se equivocaron Seba, lo lamento, mi
fortuna no es fruto de un árbol de buenaventura,
¿qué sabes tú de mis inversiones de tiempo?, ¿de

122
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

mi infancia?, ¿de los pensamientos matemáticos


que encierro y aplico exitosamente?, ¿sabes a lo
qué me dedico que hablas tan suelto?_ me siento
pequeño.

123
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¡Abre Luc!, ¡abre la puerta!, ¡son las nueve de la


mañana!_ estoy rabioso, no cambia más, estarán
borrachos tirados en la sala sin enterarse de nada.
-¿Ha pasado algo?_ me pregunta una vecina,
debería de acostumbrarse de una vez por todas.
-No, nada Consuelo, es que me he olvidado las
llaves antes de marchar al trabajo y Luc tiene un
sueño pesado, pero no se preocupe, es siempre tan
amable, ¡gracias y hasta luego!_ me mira seria,
acomoda sus gafas y asiente desconfiada, acaba de
soltar el aire con ese gesto tópico, aunque lo vi solo
en ella y las películas. Se ha metido en su guarida,
insisto con el teléfono, al fijo y al móvil, tengo algo
de sueño, bostezo mientras hago el marcado rápido.
-¡Aquí estoy amigo!, ¿creías qué te dejaría afuera?,
solo y triste… nada de eso, te ha ido fatal, que cara
tienes Sebas, ¡yo he pasado le mejor noche del
año!, no me mires así, no tengo la culpa de que
sigas tan estúpido respecto a las relaciones.¿A
dónde vas?_ me acosa, huele a sopa de verduras.
-A dormir, quiero despejarme._ quito su mano de
mi hombro, lo que me faltaba era la compasión de
Luc borracho y perdido por el sexo fácil.

124
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¿Quieres ir al cine?, hoy cuelgan en cartelera todas


las nuevas, y tengo apuntadas dos que pueden
ayudarnos para olvidar y reflexionar._ insiste.
-¡Qué no!, ¡nada de cine!, ¿otra noche de alcohol?,
esa mujer era una arpía manipuladora, me siento un
completo idiota y tu solo piensas en películas.¿En
qué piensas Luc cuando crees decir algo
interesante?, no tienes más que dinero, tu
tranquilidad y gracia radica de la seguridad del
respaldo monetario, ¿qué harías en apuros?, no
sabes ni limpiarte el culo solo, y te crees tan fuerte.
¡Se acabó!, tengo que hacer algo con mi vida… lo
siento, no quise decirte algo así Luc, lo siento de
veras, es que… no me mires así tú, es que…
perdona, claro que vamos al cine a reflexionar con
alguna película lenta y llena de piano._ tiene un
ángel que me cautiva, su bondad me excede.
-Tengo dinero, seguiré teniendo dinero Sebas y eso
no me molesta, menos debería molestarte a ti, sabes
que cuentas conmigo para lo que sea. ¿Es duro
vivir solo?, ¿volver a pensar por ti?, seré un adulto
que no cumple con la media social, ¡pero no me
importa!, vivo la vida tal y como me gusta vivirla,
tú estás amargado amigo y eso no tiene que
repetirse en tu círculo, te quiero mucho amigo y no
voy a dejarte solo jamás, eres mi hermano._
lloramos los dos juntos, me aprieta como nunca, me
recuerda al entierro de su abuelo esa mañana de
otoño. Yo también adoro a este ser humano, es
especial.

125
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Ya estamos haciendo la escena del día, gracias


Luc, valoro lo que haces por mi, de no ser por esa
cama, dormiría en un puente, me dejó sin nada
como a un perro, bueno, ahora me voy a descansar
algo, no hagan ruidos que me quiten la
tranquilidad, luego vamos al cine. Pero elijo yo la
película, porque tú no tienes idea de lo que me
gusta, me aburro mucho con tus selecciones de
alquiler y la de ayer fue ver una carrera de
hormigas._ se está riendo, yo también siento ser su
hermano, me gusta tener la sensación de un lazo tan
fuerte, me lleva lejos a un tiempo que olvidé por
completo.

126
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

10

La resaca no le deja hablar, mi resaca de decepción


resuena en mis pensamientos, ¿qué tiene esa zorra
y engreída?, no voy a protagonizar una de esas
películas baratas para que la gente coma palomitas
de maíz saladas y suelte todos sus miedos en la
pantalla. Me gustaría escribir una novela, pero no
escribí ni siquiera una línea de nada, tengo miedo a
ver en el papel mi patética manera de reflexionar,
mejor le digo a Luc que compre una cámara para
rodar algún cortometraje, algunas ideas sí tengo,
por ejemplo la noche de ayer es perfecta para
retratar a un perfecto idiota.

-¿Sigues con esa cara de tres kilómetros?_ mueve


su cuerpo buscando más bienestar en el sofá.
-Tenemos que hacer algo, yo así no puedo seguir
Luc, es que me siento aplastado, sin ganas de nada,
la vida se me viene encima, le estoy dando vueltas
a todo, si no es esa ricachona, es la desgraciada y
excéntrica de mi ex y cuando me quito esas
imágenes recuerdo lo viejo que soy para casi
todo._sigue buscando una posición para reposar al
menos otras cinco horas, es capaz de llegar tarde al
cine.

127
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Tu lo que tienes es un depresión imposible, estás


preocupado por ellos pero por ti no haces nada,
¿practicas algún deporte?, ¿caminas por los paseos
del barrio?, ¿qué actividad tienes aparte del trabajo
y los problemas?_ a veces beber le sienta bien.
-No me gusta lo que dices Luc, no sigas._ ¿por qué
soy tan predecible?
-Acéptalo Sebas, yo no soy un buen ejemplo de
movimiento, ya tuve mucho en mi adolescencia,
mientras tú eras un padre de familia yo me tiraba de
un avión a dos cientos treinta y dos kilómetros por
hora._los ojos de mi descendencia, debo esperar a
que todo se destrabe.-¿Piensas en tu familia?, ¿no?,
yo creo que estás utilizando tu memoria para ser
por unos momentos algo más feliz. Sebas, eso no es
bueno, seré todo lo que quieras que sea, pero esa no
es la manera de buscar tranquilidad, las anclas
están siempre en el fondo del mar y eso no es
controlable mi amigo._sus ojos son los míos.-¡Ey!,
¡vuelve aquí!, tienes mucho tiempo hasta que
tengas la posibilidad de luchar, pero las fechas de la
justicia son inamovibles, no puedes cometer
ninguna otra tontería o perderás todo Sebastian.
-¡No me llames así!_creo que estoy algo férvido.
-Tampoco es para ponerte así, tranquilo Sebas, ¿así
mejor?, parecemos salidos de la serie de amigos
neoyorquinos, hay varias opciones para elegir entre
millones, las que se ajustan muy bien a mi buen
entender son… ir de viaje ó recluirnos en alguna
secta._ las buenas personas tienen un sitio seguro al
morir, ¿qué será aquello?, ¿una nebulosa gaseosa y

128
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

repleta de energía humana mezclada?, Dios, te


llamo así porque me dijeron desde pequeño que te
identificabas con esa palabra, algunos te dirán
como les digan sus padres, no hagas daño a este
hombre al menos durante mi estancia.
-Lo de viajar no es una mala idea, vivimos en
tránsito para ser útiles a las fábricas y empresas,
¿por qué no reutilizar aquella teoría para revertir
sus efectos devastadores?_ palpo en mis bolsillos
cuanto dinero tengo… en la cuenta del banco hay al
menos unos…
-¿De qué hablas Sebas?, no te entiendo._ hace el
gesto del dolor agudo en la cabeza.
-Nada, pensaba en voz alta, tengo dinero como para
los billetes, llevo tiempo pensando en viajar en
tren._ estoy emocionado, algo parecido a la
ingravidez de ayer.
-Pero…_ estoy en el dormitorio seleccionando la
ropa, camisetas, mmm dos ó tres, pero no más,
cinco calzoncillos y un pantalón, el que tengo
puesto, me da igual, no tengo que conquistar a
nadie.-¿Sebas?, ¿¡Sebas!?_dos pares de calcetines y
algún abrigo.
-¿Qué quieres?, ¡vamos!, ¡prepara algo de ropa
para llevar!, ¡no pienso amargarme por una maldita
zorra embustera que juegue conmigo!, ¡ya tengo
mucho con la otra como para sumarla a la lista de
problemas!, ¿Luc?, ¿me oyes?_ estará preparando
la maleta.
-Perdona amigo, es que…_ ¿Virginia?, ¿qué?, no
me puede hacer esto, es un…-¿qué hace aquí?,

129
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

¿Luc que hace ella aquí?_es idiota o la resaca lo ha


convertido.
-Le he dicho que no me anuncie porque quería
hablar contigo, suponía lo que acabas de decir y era
la única manera de verte, Luc es un buen amigo, ha
sido mi culpa… si quieres…_hace el silencio para
comprobar que es lo que pretendo.-…me voy…
-Tienes talento para entrometerte al igual que Luc,
llegas en un momento algo complicado, porque Luc
y yo nos vamos a…
-¡Desayunar!, te he dicho Sebas que no son horas,
ahora la gente suele comer, ¿quieres venir con
nosotros a un asador de carne?_ es otro maldito…
-Se va a enfadar, gracias Luc por tu amabilidad
pero tu amigo no quiere ni verme, lo entiendo, me
comportado como una auténtica - ¿idiota? –
mentirosa… no lo sé.
-Vamos Sebas, solo ha mentido un poco, ¿quién no
lo ha hecho la primera noche?, ¡tú eras el peor en la
segundaria!_ la resaca le afecta más de lo que creo.
-¡Gracias Luc!, siempre tan comprensivo, educado
y en su sitio. ¡Vete!, déjanos solos, ven pasa
Virginia, perdona el desorden.
-Era de esperar, yo soy igual, sin mi asistenta
estaría peor que esto._ se sienta tímidamente en la
silla giratoria.
-Deja de ser cortés, esa maleta que miras es para
marchar en unos momentos, bueno no creo que
quiera seguirme Luc. Pero su idea me ha cautivado,
llevo mucho tiempo deseando hacer un viaje a las
montañas, al bosque o al mar, no tengo un rumbo

130
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

fijo._ tengo vergüenza de lo que digo, sé que no


voy a marcharme a ningún sitio, soy patético, mis
pies son horribles.
-Haces muy bien, el mundo es un lugar increíble,
no tiene desperdicio, algunos piensan que los
aventureros morirán de hambre pero se equivocan,
suelen ser muy buenos trabajadores, en una de las
empresas la mayoría son multiétnicos, es el futuro
Seba, quiero que sepas antes de irte que no he
dejado de pensar en lo que pasamos ayer. Ya lo sé,
no nos conocemos de nada, soy una mujer altanera
y desconfiada, posiblemente pienses que te utilicé
para divertirme, no puedo explicarte como me
siento y las coincidencias que viví hasta llegar a esa
barra del bar al cual llegué por accidente y que tu
amigo me diga lo que dijo, nunca en toda mi vida
hice caso a las tonterías que se dicen en un bar,
pero no me digas por qué me lancé a la mesa sin
pensar, sin contar todo lo anterior que fue aún más
raro. Iba a casarme con un amigo de la familia, un
arrogante aburrido y repleto de inseguridades. Pero
tú me desencajaste los planos de mi futuro, no sé
por qué he llegado aquí a insistirte, no te preguntes
como he conseguido la dirección.
-¿Luc?_ es que está en todo… comienza a parecer
una película mala, pero su mirada, sus pechos, su
olor…
-Nada de eso, el camarero es amigo de Luc._ lo
conoce toda la ciudad al muy…
-¿Seguía trabajando por la mañana?_ que locura.

131
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-En ese bar siguen hasta el mediodía y más, pero a


puertas cerradas, fue otra casualidad que me
condujo a saber eso, te digo que todas las señales se
juntan…. Jajaja, sueno a…
-Sí, a una película muy mala, ¡está bien!, vamos a
comer algo, me ruge el estómago y supongo que a
ti también.
-¿Y Luc?_ me pregunta.
-¿Luc?, está nuevamente activo en la cama con la
mujer que olvidó por la resaca.
-Hay un restaurante frente al mar que… mira, nos
llevará media hora llegar pero vale la pena. ¿No
trabajas hoy Sebas?
-No, creo que durante un tiempo no voy a trabajar,
es largo de contar…

132
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

11

-Y cogí planta de María con las dos manos a lo alto


y le dije: ¿te parece que soy traficante?, los dos
oficiales que estaban con él se caían del ataque de
risa y terminamos todos a las carcajadas limpias._
el restaurante se aleja de mi presupuesto, hay más
camareros que mesas.
-¿Y qué hicieron entonces?_ me pregunta medio
atragantada con un bocado de crema de foie
agridulce.
-¡Me llevaron preso por tenencia de drogas!, pero
no fue mucho tiempo, era menor de edad y la
verdad es que había sido la idea de un amigo, para
abastecer de María al grupo, pero salió mal y una
despechada con Luc se vengó llamando a la policía.
Luc me sacó de allí y me acuerdo como si fuera
hoy, me dijo: Seba, tú no te hagas problemas por
estos disfrazados que yo les digo mi apellido y
tiemblan, sus familias trabajan para mí. ¡Tenía
dieciséis años!, siempre fue igual, crecimos juntos,
yo con lo que a él le sobraba y él con lo que me
faltaba._ suspiro como un mal actor de película de
amor en una ciudad de flores.
-Es muy bonito, que gracioso, seguro te guardas las
guarradas que hacían, mejor así, aunque me reiría

133
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

mucho, los hombres tienen ese punto de suciedad


que los hace, no sé.
-Es que no nos preocupamos por todas las
etiquetas, la mujer fue muy castigada durante
siglos, lleva tiempo acomodar todas esas
imposiciones sin sentido. Conocer a Luc fue lo
mejor que me pudo pasar, la pasé muy mal de
pequeño y cruzarme con él fue una bendición, él
piensa lo mismo, supongo, jajaja._ la crema tiene el
sabor a uva rancia.
-Mis padres cargaron en mí todas las
responsabilidades y aquí me tienes, soy el resultado
de todas sus aspiraciones, creen haber mejorado la
raza, jajaja, qué ilusos, por momentos busco en mi
niñez lo que me hacía feliz y no encuentro nada que
me llene de placer, lo tenía todo, cuando digo todo,
es absolutamente todo lo que desees de niño, mis
casas en el parque, las muñecas, mi caballo Delow,
un pony, perros, gatos, vestidos de ensueño y otros
mil objetos que no hicieron más que hacerme una
niña pobre de corazón. Cambié mucho, aunque no
notes nada porque no me conoces, luché con mis
padres por despegarme del estigma de llevar los
apellidos, ¡como Luc, pero a la inversa!, y no hubo
caso, me amenazaron, uf, se pusieron enfermos, fue
horrible, lo que pude hacer por mí fue reconstruir
mi personalidad leyendo y encerrándome en cines,
gracias a la complicidad de mis empleados, sin
ellos no podría haber salido de la jaula de cristal en
la que estaba. Pero ya sabes una parte, la del
casamiento por conveniencia, lo de siempre,

134
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

familias de dinero que quieren continuar teniendo


fortuna por los siglos de los siglos. Soy lo que soy,
y me siento orgullosa pero por momentos sale la
niña caprichosa que llevo dentro, pero no te
engañes, soy muy simple, me conformo con dos
árboles y una silla frente al campo para observarlo
sin descanso. Lo único que me reprocho todos los
días cuando me despierto es no haber encontrado el
amor verdadero, al menos una puerta a la felicidad,
no la conozco y tengo mucho miedo de morir sin
saborear su gusto._ no puedo hablar, tengo más
crema en la boca, ahora me sabe amarga, por lo que
dice, la tristeza creo que es un mal hereditario de la
época, se hereda el estrés, la depresión y las manías
entre la infelicidad y la inteligencia.
-Si yo te contara, debería para que al remover tus
recuerdos pienses en esa realidad alterna que viví,
no es sano comparar, pero por momentos se vuelve
inevitable para establecer los puntos de referencia.
Te grabaron premisas importantes, los valores son
ajenos a los objetos, aunque parezca lo contrario,
eres una mujer fuerte, preciosa y tu futuro tiene que
estar plagado de felicidad, pero no equivoques el
camino buscando en el otro polo lo que quizás
tengas en un lado. Es de historia barata buscar
novio en un bar de pueblucho, sabes que lo que
haces es establecer contacto con la esfera que
nunca te tocó, yo soy un ser repleto de problemas,
inseguridades, no tengo definido ningún camino,
todo lo que emprendí se esfumó y estoy atado a
toda esa mierda, ¿quieres ser así de feliz?, tienes

135
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

todo lo que puede pedir cualquiera, supongo, por lo


que dices, y no hay nada que te pueda dar yo.
-¿Qué no hay nada?, espera, primero no busco ser
tu esposa Seba, ¿por qué sueltas la artillería tan
rápido?, mira este lugar, ¿no te sientes bien aquí?,
vamos frente al mar a comer unos bocadillos, me
da igual, ¿tienes problemas?, ¡bienvenido al
mundo!, ¿no serás tú el que no mira a su lado y
busca en el otro polo la felicidad extinta?, Seba,
eres muy gracioso, me haces reír, me da
exactamente igual lo que me tires, puedo sortearlo.
No eres un capricho, no soy de esas ricachonas
estúpidas y sin sentido, repletas de bolsas de centro
comercial, cuidado, ojo con lo que piensas de mi,
soy así y punto, no hay más. Ya me estoy
molestando, mejor vamos, mira, tengo una idea
mejor, nos vamos con el coche, conduzco mientras
hablamos, sin rumbo, donde nos atrape la noche
dormimos._ esto comienza a gustarme, Telma y
Louis… tampoco iremos muy lejos, esa película me
gustó, tenía un punto muy… sí.
-Con gusto, Vi, no tengo nada que hacer._ no voy a
mentirme, es una mujer segura de lo que dice.

136
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

12

-Un profesor de la universidad me engañó durante


una temporada, no se parece lo que me has contado
de tu familia, lo de tu padre, tu hermano y tu madre
fue terrible, no comparo todo eso, pero quiero
contarte…_la carretera se ha vuelto sinuosa, repleta
de curvas y contra curvas.
-No te justifiques y mira adelante cuando conduces,
lo que te acabo de contar es triste, pero es parte de
lo que me atormenta. Quizás sean los primeros
escalones que debo destruir para ser realmente
feliz, no te apenes por mi, y cuéntame, ¡vamos!,
que quiero saber Vi._ el asiento le da mil vueltas al
sofá de Luc, este coche vale más que los ahorros de
mi vida.
-…Ya lo sé, pero… ¡está bien!, ¿no quieres
conducir?
-Me quitaron el carnet, es largo de contar, quizás
algún día en la playa te lo cuente, es gracioso._ su
perfil es perfecto.
-…fueron seis meses, pero para mi pasaron como
años, creí enamorarme pero solo buscaba la
aceptación de alguien adulto, me llevó cinco años
comprenderlo, no podía abrazar a mi padre. Mejor
cambiemos de tema, conocernos no debe ser
exclusivamente soltar la mierda para desvelar

137
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

nuestros más profundos secretos al segundo día.


¡Más rápido que mi coche!, eso no puede resultar
bien, al final puede haber un puente destruido que
acabe con ese viaje. Siento la necesidad de mirarte
a los ojos, acabamos de sobrepasar aquél hotel de
dos estrellas, no está nada mal, los montes y las
cabras junto a unos besos.¿Quieres?, pronto
anochecerá y es probable que no haya otro.
-Tengo un poco de hambre a decir verdad, hablar
tanto y comer poco me marea, me sucede cuando
me paso con los cafés, no te he dicho nada pero
tengo unas ganas de fumar que no puedo más. Por
lo de tu profesor, no queda así, ya me contarás, te
doy la razón con lo de las penas, que queden
secretos, hay tiempo para los desencantos, mejor
bajar a un ángel del cielo y convertirlo en persona a
llevarlo directo al infierno. Dobla allí, ¿hay niebla?,
que ganas de pedirme a la habitación un buen café
con pastel de manzana, mmm sí.
-¿Has leído el nombre?_ me pregunta sonriendo,
huelo el perfume de su pelo a moverse.
-No, ¿por qué?
-“Las hojas”, por lo que me contaste de la María.
-¡Ah!, ¡qué tonto!, jajaja, perdona es que soy algo
despistado, ¡sí!, ves casualidades donde no las veo.
-Son señales, postas en el camino que advierten lo
inmediato, pero me sucede desde niña, tengo
mucha conexión, el cielo no habla ni es habitable,
todo lo que creen está aquí, en medio de nosotros,
conviviendo sin problemas, quienes se van de esta

138
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

vida marchan a otra similar pero en otra dimensión


inmaterial, menos química.
-Aparca junto al mercedes, no le hace ni sombra al
tuyo, es la primera vez que me monto en un coche
así._ pulsa un botón.
-Tampoco es del otro mundo, Seba, mi padre tiene
una colección muy interesante, si algún día te
apetece conocerla te la puedo enseñar. A veces
pienso en el día que me falten ellos, quedarán sus
cuadros, las colecciones, cientos de ellas, por
momentos fantaseo con liquidar todo y viajar por el
mundo sin detenerme. Aunque quisiera no podría
conocer todo el mundo, eso me molesta, no
tenemos el tiempo más que para dar unos paseos
selectivos.
-Eso es cierto, da miedo pensarlo, invito yo, deja la
cartera Virginia, gracias, es un gesto, pero para un
hotel de dos estrellas tengo. Buenas tardes, una
habitación doble por favor.
-Buenas tardes señor, son doscientos por favor._
estoy rojo de calor, reviso pero no encuentro la
tarjeta, me la he olvidado y el efectivo es una
desgracia.
-Deja, ¿te has olvidado algo?, deja Sebastian, ya
pago yo, me debes la invitación para otro día.
-No puede ser, soy tonto, es que no hay otra
palabra, me he olvidado la tarjeta, que desastre de
persona, no sé dónde tengo la cabeza, lo siento, de
veras, es una vergüenza, es la primera vez que me
sucede.

139
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¡Calla Seba!, no es nada, ya te he dicho, otro día


invitas tú, tome aquí tiene, ¿tienen servicio al
cuarto, verdad?
-No señora, ofrecemos en el comedor un desayuno
completo y comida, la cena se pide por teléfono a
un restaurante, es que no es habitual tener clientes
en estas épocas y se eliminan gastos, ya me
entiende._ su cara se convierte.
-En ese caso, pediremos algo, no veo lógico
eliminar la cena, ahora por favor queremos dos
cafés con tarta de manzana, ¿eso sí tienes?
-En un cuarto de hora lo tiene en la habitación
señores, que pasen una buena estadía.
-Gracias._le digo.
-Gracias._le dice sin mirarla, tiene sus manías,
como todos, supongo.

140
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Siete más uno.


Dos.
Tres habitaciones, sala pequeña, comedor,
cocina, baño, jardín de invierno, patio y garaje.

-¿Qué tienes?, ¿bebes un café?_ lleva así al menos


diez minutos, repite las preguntas y se calla, espera
y vuelve a repetir.
-Sí, con leche, ¿qué tengo?, nada, la vida es un
conducto de preguntas que se repiten incansables,
pienso en eso si es “lo que tengo” en apariencia
cuando me miras._ me lastima los oídos esa
cafetera italiana.
-Lees demasiado, no todos se preguntan que es la
vida, la biblia habla mucho de ese tipo de
cuestiones, te noto preocupado pero no es eso._
pone a calentar leche en el microondas.
-Leo lo que puede leer cualquier ser humano, no te
equivoques. ¿Qué tiene de malo reflexionar?, dime
tú lo que ibas a contarme.
-Lo de siempre, mis hermanos han vuelto a reñir,
mucho más duro que antes, esta vez hubo violencia.

141
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¿Por qué no me has avisado?, ¿violencia?_ le


pregunto y crujo mis dedos.
-Sí, no te preocupes, no paran, lo hacen desde hace
tiempo, desde que mis padres murieron se volvió
un ambiente muy enrarecido. Tengo miedo de
dormir por las noches, cualquier día puede pasar
cualquier cosa. No confío en ellos, creo que se
disputan las casas y yo como no me preocupo por
eso no me molestan. No sé que hacer, pienso en
mis padres y los prefiero muertos, ver lo que
sucede en casa los mataría de nuevo._ saca la taza
del microondas y abre el cajón de los utensilios de
cocina.
-Pero tienes que detenerlos, no puedes quedarte en
la calle y sin nada, ¿estás loco?_ me indigna.
-No te preocupes, te lo cuento para que sepas lo
que me pasa por dentro, la vida no tiene la culpa de
que seamos enfermos del dinero. Ellos saben lo que
hacen, el que mal anda mal acaba y yo voy por el
buen camino, ellos que hagan lo que quieran, no
me importa, por mi que se maten. Mis padres eran
lo mejor que tenía en mi vida y se han marchado,
sabes lo que se siente, y sigo sin saber que hacer
con mi vida, me siento paralizado, creo que hay
algo que me llama pero no logro comprender que
es. Por momentos me dan ganas de escaparme
lejos, a una montaña, en un retiro alejado de todas
las ciudades, para volver a encontrarme, lo
merezco. ¿Cuántas de azúcar?_ está nervioso, se
acerca a la mesa.

142
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Tres, no, mejor déjame a mí, porque soy algo


maniático con eso. Huele muy bien…-sonríe- no es
la solución, tienes un talento que es más grande que
tu personalidad, no lo digo por agradarte, es la
verdad, te aconsejo que te limites a contratar a un
abogado para que se encargue de los dos lunáticos
que tienes por hermanos. Al final si quieres se
quedan sin nada, ellos especulan con que tu no
ejerzas el poder que te dejaron tus padres, al final el
dinero es todo tuyo y las propiedades también, no
te sientas triste porque a ellos los dejaron sin nada,
déjalos que peleen por algo que no existe, te
demuestran la clase de mierda que son. Tú eres
distinto, ¿qué piensas hacer?, no voy a permitirte
dejar el esfuerzo de tus padres tirado a la basura y
mal gastado. No necesitas nada del otro mundo,
tengo un amigo que puede hacer todo, es un buen
tipo y confiable, luego me darás las gracias. Ya lo
llamaré, ahora céntrate en pensar para dónde
disparar, esta cuidad es una cárcel, vete a la gran
manzana, allí comenzar de cero será fácil._ no deja
de negar con su cabeza y mirando sus manos.
-¡Qué rápido lo solucionas!, si fuera así de simple
lo haría, pero me amenazaron, y me quedo sin
familia si voy en contra de sus deseos. En la gran
manzana podré ocuparme de volver a insertarme
aunque no me importaría vivir aquí el resto de mi
vida, estás tú, siempre a mi lado. Agradezco todo lo
que me ayudas, si quieres llamar a tu amigo puedes
hacerlo cunando quieras, confío en ti._bebe de a
sorbos lentos y temerosos su café solo y sin azúcar.

143
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Hecho, eso está cerrado, mañana te comento lo


que me diga, ahora cuéntame que piensas.
-Nada, es solo eso, necesito activarme, cuanto
antes, me pide el cuerpo, sin amor se puede vivir,
sin pensar se puede vivir, pero sin andar no. Siento
el engaño de la protección falsa, recuerdo todos los
días a mis padres, ¿me entiendes?, ella era risueña,
fue ejemplar, nos dio todo lo que necesitamos para
ser niños felices, no entiendo como esos dos
hombres no pueden repetir todo su esfuerzo,
parecen odiarlos sin sentido ni razón. Mi padre fue
un luchador, ¡dos enfermedades!, y mira como
terminó. No hay protector ni barreras invisibles que
inventar para salvarnos de lo inevitable, me siento
frágil, muy humano, más que nunca. Sigo en estado
de shock, y no quiero meterme a hurgar en mi
mente todo lo bueno y malo, solo quiero alejarme,
no pido mucho, alejarme de todos los dolores y
abocarme a disfrutar sin cuestionamientos. Hay
voces que me dicen por la noche que me escape,
pero tienes razón, luchar por todo lo que
construyeron me dará un nuevo camino de perdón.
Quiero marcharme aunque no te guste, no iré a la
capital del capitalismo, ni crearé para que el resto
haga de mis obras una crítica sin análisis, no sé que
haré pero por el momento voy a hacerte caso._
sonríe nervioso, esquivo, creo por instantes que lo
pierdo ante mis ojos.

144
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¿Has hablado con ella?_ prepara el té en el patio.


-A medias, estoy harto de las idas y vueltas, estoy
enamorado, no sé, ¿por qué me preguntas eso
ahora?, cuéntame como va lo tuyo, porque al final
la novela de mi vida tapa la tuya. Te conviene, así
no me cuentas nada, vamos, no te hagas el tonto y
suelta lo que tienes allí._ señalo la taza que suelta
humo.
-¿Yo?_ sonríe desprevenido.
-¡Sí, tú!, ¡vamos!_ se acomoda en el mismo sitio,
como si el gesto le proporcionase una nueva
perspectiva para comenzar a hablar.
-Tiene sus noches de locura, es muy ella, te lo diré
lo más rápido y directo, folla como una leona y no
voy a cambiar eso por nada. Suena muy mal
¿verdad?, pero es lo que es, es una fiera en la cama,
me deja agotado, no puedo explicarte lo bien que se
siente encontrar que la piel reconozca con tu mente
que has acertado. Su olor, me pone todo lo que
hace, como mira, me la chupa o habla, es que es
una mujer demasiado sensual. ¿Por qué miras así?,
es la verdad, y tú lo piensas como yo, aunque no
me lo digas es así, te encanta, a todos, ¿qué voy a
hacer?, fue mi gracia o yo que sé, pero se enamoró
y no voy a soltarla al mundo cuando a mi me da

145
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

todo lo que necesito, el amor quizás sea eso. ¡Follar


es lo mejor que puede pasarte!, ¡prueba!_ me da
una palmada en el hombro y al retirarse
bruscamente se cae su té caliente en los pies
descalzos, maldice.
-Eso te pasa por cabrón, tienes muchas fantasías
con tu mujer y las proyectas con todo el mundo, no
me gusta ni me atrae, está muy bien, ¿voy a
negarlo?, no, no, pero de eso a querer meterla en mi
cama, que seguro será como tú dices, una leona,
hay un gran paso. No la dejes si no quieres pero no
me vendas que no hay amor de tu parte, por más
que hables así de ella, se te iluminan los ojos de
nombrarla, eso “quizás” sea amor. ¿Ahora te
sorprendes?, te conozco, es así._ tengo razón.
-Tienes argumentos de lo más variopintos para ser
elocuente, ¿amor?, ¿amor?, estás equivocado,
estuve enamorado hace mucho tiempo, ahora solo
disfruto de la vida, tener una máquina sexual en
casa es una bendición, sin contar con su
inteligencia y carácter, es perfecta, solo que no
estoy enamorado, eso lo dejé hace mucho tiempo.
Las cegueras son incómodas y hacen mucho daño a
los inexpertos, ¿para acabar otra vez metido hasta
el culo de drogas?, ni loco, no se me cruza esa idea
en mi vida._ se escuda, protege o esconde de la
verdad.
-Exageras para aliviar la tensión que te genera,
amar es amar, no me vengas ahora con que ella no
es la otra. No todas pueden ser ella, era increíble,
hasta sin follar, ¡mira si era especial!, pero ya está,

146
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

eso fue hace mucho tiempo. ¡Acéptalo!, ¿por qué


evitar algo tan fuerte y obvio?_ suelta el aire algo
molesto, refunfuña, mira a los lados, suspira, frota
sus ojos.
-Está bien, lo acepto, pero no voy a cometer
ninguna locura como antes, seguiré así hasta que
me de la certeza que se quedará conmigo, y si hay
suerte veré que hacer, pero más adelante. ¿Así
mejor?, ya hemos hablado de mí, ahora te toca a ti.
-¿Yo?, no tengo mucho que contar, acabo de hablar
con el moro maldito, le he pedido que sea el
abogado de la familia de nuestro amigo. Lleva unos
días en tribunales, va por el buen camino, es que
sus hermanos son unas garrapatas y no sabe que
hacer, están pasados de vueltas, es muy jodido
entrar en un espiral de dolor como el de ellos. A
cualquier edad las pérdidas son duras, pero tiene
que hacer lo conveniente para que no destrocen
todo por lo que lucharon sus padres. Tiene idea de
irse, yo lo veo perdido, sin motivos para vivir, está
empecinado que debe marcharse a un campo lejos
de la ciudad. Lo que se perderá el mundo si se va,
es un buen tipo, estoy viendo unos apartamentos en
dos capitales interesantes, luego tengo que llamar a
dos agentes para que miren la obra, pienso pagarles
para promover todo lo que hace, si sale bien no
tendrá excusas para eludir su trabajo. Es la única
forma de ayudarlo, hablar habla poco y mal, no
dice nada de lo que siente, no quiere que ningún
profesional se acerque, está enojado con el mundo
y es comprensible, puedo ponerme en su lugar y

147
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

ahogarme en la pena que contrae el estómago de


solo pensarlo. Es muy difícil, lo llamo todos los
días, ya sabes, por eso no estoy, es que considero
que es el momento de estar, ¿sino cuándo?_ acaba
de arrancar una flor y la mira, está elaborando su
opinión mientras termino.
-Yo no sé como reaccionaría, la pérdida es la
amputación de un trozo de tu alma, es invisible, es
un buen hombre. Me parece bien que estés atento a
lo que haga y deje de hacer, ya sabes lo que se
siente. ¿Cuándo firman el boleto de compra-
venta?_ cambia de tema.
-La semana que viene, era hora, creía que no la
vendería jamás, aquí si que pasamos buenas horas
escuchando a Elvis, pero los buenos tiempos son
más fugaces de lo que esperamos. Dejar la casa
será para mí romper con una cadena que me pesa y
detiene. No veo por qué no hacerlo, soy una
persona en mil metros cuadrados, tengo cerrada una
compra a dos kilómetros de aquí, con otros aires y
más pequeña, con el dinero restante voy a comprar
un coche y algunos muebles, espero tener suerte y
conocer a alguna mujer en condiciones, ya viene
siendo hora.
-Tú, déjate de bobadas que los hijos no hacen más
que volverte un ogro gritón, son buenos de
pequeños pero que bestias se ponen. Son egoístas y
muy altaneros, mejor estás así, solo y sin molestias,
¿para qué cargarte de estrés? Te envidio sanamente.

148
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¡Eso no existe!, o me envidias o no, jajaja, eres


terrible, ¿me ayudas con la cocina?, llevamos todo
hasta el garaje y luego es cargarlo en la furgoneta.

149
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¿Qué sentido tiene la vida?_ no me da tiempo a


abrir la puerta, estoy quitando la cadena.
-¿De qué hablas?_le pregunto.
-¡No me preguntes, contesta!_ grita y me aparta, no
he visto su cara, se sienta en el comedor.
-¿Qué ha pasado?_ cuelgo la cadena y trabo la
puerta de hierro.
-Estoy harta, no aguanto más, han internado a mis
padres y mis hermanos se fueron a un centro de
aislamiento, me dejaron sola, tengo miedo.
-No te muevas, ¿te traigo un vaso de agua?, tienes
una cara terrible, respira profundo._ el agua está
algo fría y me despeja, estoy todavía dormido, me
duele la cabeza.
-Gracias, eres un sol de hombre, sino fuera por ti…
¿y ahora qué hago?, me duele la cabeza.
-No eres la única, toma, bebe agua, respira, ahora
sí, cuéntame que es lo que pasa._ respira
mirándome, me entran los nervios, no aguanto sus
ojos clavados en mí.
-Hace unas horas en medio de la noche llevaron a
mis padres, después de hacer varias pruebas
determinaron que estaban infectados, hicieron lo
mismo conmigo y mis hermanos pero yo me he
salvado, no lo sé, ¿cómo pueden estar todos

150
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

infectados menos yo?, no lo entiendo. La cuestión


es que he hecho todo lo posible para que no me
dejen sola pero fue imposible, eran muchos, mi
padre me dijo que disfrute de la vida, ¿puedes
entender lo que significa eso?
-Por Dios, lo lamento mucho, ya no eres la única,
es un momento de shock descontrolado, serénate,
no pienses más de la cuenta porque te puede llevar
a hacer alguna estupidez. Me tienes a mí y juntos
podremos llevar una vida algo normal hasta que
todo se normalice. Hace unos momentos oí en la
radio que el virus está expandiéndose sin detenerse
por todo el globo. Tenemos que sellar las puertas y
ventanas, limpiarlo todo con alcohol, tengo mucho,
lo he comprado y bien me enteré hace tiempo. La
comida para dos acorta los tiempos que creía tener
dominados, tengo que ser sincero, no esperaba que
estés inmune, somos casos aislados, bolsas de
cristal blando flotando en el mar. ¿Tienes algo de
comida enlatada?_ llora pero me escucha
atentamente, creo que se siente arropada, no
esperaba mi ayuda.
-Tenemos una despensa fuera de casa, mi padre
tenía… tiene la manía de la pandemia desde ya
hace un años y medio.
-Perfecto, vamos allí, juntamos lo que podamos y
nos quedamos aquí.

151
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

10

-Tiene un ego que si fuera real no cabría ninguna


casa, ¿te imaginas?, jajaja, entra en su casa y se
hincha de ego destruyéndola, y al final un eslogan
“no creas todo lo que dice tu mente, puede dejarte
en la calle”, ¿un poco violento?, bueno sí, pero me
ha gustado la idea, es que hay tanto idiota
endiosado._escupe los restos de la uva en su mano.
-Es exagerado, pero está bien, ¿marchas al final?, te
noto más tranquilo._siento la vergüenza en su
rostro.
-Sí sigo aquí es por algo, ¿no?, pensaba irme a
mediados del año que viene, aunque no lo sé, estoy
mucho mejor así. Pensé en postularme como
creativo publicitario, tengo ideas interesantes,
pensar es gratis según un catalán y pienso todo lo
que quiero._ hace su gesto típico de hombros, lo
previne microsegundos antes.
-Es lógico, pero no te vayas a quedar en eso, el
tiempo sigue pasando, todavía puedes darte el lujo
de hacer y deshacer, pero no como antes. ¡No creas
que te quiero ver mal, como antes!, has avanzado
todo lo que no esperaba, espero que sigas así, te
veo muy bien y con esperanzas, eso no puede ser
malo._ asiente.

152
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¡No es nada malo!, imagino de todo y mis ideas


son novedosas, aunque no estoy seguro de ello, es
probable que necesite estudiar algo más. El que
dice que lo sabe todo va por mal camino, ¿no?,
desde que pasó todo me vivo preguntando para
donde disparar y ahora sin pensarlo, abocado en
mis ideas me encuentro mucho mejor. ¿Es una
terapia o una profesión?, vivo preguntándome eso,
tú tienes lo que deseabas cuando éramos pequeños,
ya sabemos de sobra los dos todo lo que hice, no
me arrepiento de nada._me estudia mientras habla,
analiza mis reacciones.
-No tengo respuestas, si buscas mi opinión estás
equivocado, están dentro tuyo, lo que te preguntas
tienen respuestas, fueron formuladas por ti, están
escritas, busca, analiza, dialoga contigo._la verdad
es que no lo aguanto, me molesta que me visite
tantas veces, no sé como decirle que no vuelva.

153
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Sustancia itinerante.

11

-¡Xena!, que rápido te has ido, no hemos podido


hablar aunque tampoco tenía mucho que contarte,
¿cuánto puede durar mi viaje?, reconozco que
acabo de comenzar, es momento de despedirme…
¿necesitan palabras?, seguirán en mi memoria por
el resto de la infinidad universal, no deben
preocuparse si conozco a otros seres interesantes
les contaré que aquí, en este sistema alejado de la
verdadera existencia inteligente se produjo un
milagro, bastará con que abra mis pensamientos,
supongo, tendrán que ser algo más avanzados que
yo, sería una desilusión encontrar vida reciente, no
tengo la paciencia que me caracterizaba._ dijo
mientras sobrepasaba a Vega dirigiéndose al cluster
Hyades en la constelación de Taurus.-¿Estoy en el
toro de las interpretaciones?... comienza a
incomodarme, ¡voy a dormir!_ y calló golpeando y
saliendo completo de un choque de estrellas rojizas.
Gracias a la energía liberada fue impulsado hasta
Y Phe dejando a su paso el brazo de Orion
alejándose unos diez mil años luz de lo que fue su
punto de partida. Sus brazos golpeaban al igual que
sus pies por la postura de caída libre que había

154
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

adoptado, su cuerpo estaba curvado y la comodidad


era placentera, no hacía más que soñar con verdes
praderas y ancianos gritando en los parques, al
cabo de unos momentos estaba en los confines de
la Vía Láctea dejando atrás a doscientas millones
de estrellas semejantes al sol desperdigadas en un
espiral de 90000 años luz de diámetro.- ¡No voy a
cantar esa canción!, ¡aléjate!_ gritó despertando del
sueño profundo. Se alejaba a una velocidad de
vértigo y su posición era perfecta, estaba de
espaldas a lo desconocido y de frente ante el Halo
de aquella galaxia madre.-Es… increíble… lo vi
tantas veces, pero no es igual… es simplemente lo
más hermoso que vi en toda mi vida… ¿¡alguien
me oye en este estruendo constante!?, ¡es imposible
dotar la universo de tanta belleza sin haber detrás
un artista. Debería de guardar en mi memoria este
momento, ¡si está Alfa Centauri, la doble!,
recuerdo el efecto lentilla de la tierra, al final son
estrellas binarias más de las que pensaba, los
estudios fueron acertados pero no exactos. ¿¡Qué
más da!?, ¿acaso me importa esto?, ¡no!, eres lo
más bello que dejo… si puedo ver tus discos y
hasta el centro galáctico, ninguna de las
apreciaciones y conjeturas fantásticas eran buenas
reproducciones, esto es glorioso, descomunal,
extraordinario… prodigioso, inesperado,
monstruoso, colosal, gigantesco, nada pero nada
que haya hecho el hombre, que hayamos hecho,
puede compararse con esta vista. Adiós, no hay
frase final, quizás pronto el brote vuelva a

155
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

regenerar otra nueva oportunidad, amigos,


hermanos, me voy lejos, fui el hombre más infeliz,
orgulloso y obcecado entre los supervivientes, fui
todo lo que deseé y más, no tengo más que
agradecimientos para todos, aunque reniegue de mi
naturaleza, seguiré siendo parte de todos ustedes,
mis genes, adn y fluidos siguen siendo, aunque
deformados y alterados para el viaje, una
composición maravillosa que nació de las bacterias,
fruto de una impensable obra de casualidad. No
estoy triste, sus vidas están extintas hace mucho,
mucho tiempo, no puedo manifestar una
contabilidad ya que ahora mismo viajo a
velocidades que desconozco, ¡me voy a la
aventura!... gracias. ¡No pudiste detenerme!, ¡quién
seas que creas ser!

156
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

12

-Necesito detenerme, ¿cómo hago ahora?_ se


preguntó a velocidades siderales.-Tiene que haber
un método, quiero reposar en cualquier satélite
pequeño e insignificante._ dobló su cuerpo algo
más para ganar curvatura y modificar la trayectoria,
hizo de su postura una estrella que ralentizó su
velocidad hasta entrar en órbita en un satélite
enorme, la velocidad orbital era bastante más
elevada que cualquier otra conocida.-¿Y tú quién
eres?, no tendrás nombre, de eso nos encargamos
nosotros, aunque aquí estoy seguro que no
llegamos. Y decía aquél amigo antes de mi
congelamiento, “sumérgete en el frondoso jardín
cósmico, todos los planetas tienen una compleja
conspiración con el todo”, nada de lo que sucede
aquí tiene que ver con la tierra, nada, es… ¿hablaba
de la síntesis de los elementos procesados primero
por una estrella?, pues aquí deberían de haber
monstruos y no hay nada… recuerdo las palabras
de aquél físico… “tomar una muestra de piedras en
la luna fue lo mismo que ser humanos en la luna y
coger unas muestras de arena del desierto de la
tierra para analizar”… aquí no hay elementos
anteriores, son mezclas de otros tipos de
comportamientos… ¿qué demonios sucede aquí?_
se alarmó al notar que su cuerpo fallaba levemente

157
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

ante las inclemencias de la nueva galaxia.-¿Crees


que me eliminarás fácilmente?, ¿¡eso crees!?, ¡te
harán falta millones de estrellas contra mí!...
todavía recuerdo al pequeño gran genio… “el
espacio es curvo, se hincha pero sigue siendo
curvo, en caso de un viaje siempre volverías al
mismo punto ya que el inicio y el final serían el
mismo”_ consideró girando nuevamente en espiral
para adoptar una nueva velocidad en el traspaso de
órbitas, estaba sobre informado, en mal estado y sin
motivos para detenerse.-¿Y tú qué eres?, ¿¡qué
eres!?, me siento un extraño en el océano… ¡tu
oscuridad me divierte!... ¡oh!, no puede ser
verdad… mis sospechas…_ frente a él un sin fin de
explosiones bordaban una espectacularidad
inimaginable, millones de novas, nacimientos, era
aquél el espectáculo más abrumador y perfecto que
jamás había visto un ser de un planeta solar.-Es lo
mejor… lo he dicho… no tiene igual, ni en mis
sueños de congelación más atrevidos hubiese
imaginado explosiones con colores que desconocía,
¿me regalas esto para que me adentre en mi propia
destrucción?, ¡pues, me haces sentir la nada en la
nada, pero no lograrás que vuelva en desafecto las
profundidades de mis propósitos!, confieso verme
atiborrado de miedo._ cruzó sus brazos amoldando
su postura y partió en un nuevo camino sin órbitas
observando incansable todo el mar energético que
crecía, gracias a su increíble unidad de fuerza
propulsó su velocidad a nuevas cotas jamás
alcanzadas.

158
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

13

-Es inexacto Drake, aunque los cálculos de los dos


observatorios son aproximados, nos vemos en la
misma tarea de medición de la tierra… se escapa de
nuestras manos, conoceremos las ondas de los
confines del espacio granular que determina la
arista que come vacío, pero no nos hacemos a una
idea de lo grande que nos queda todo esto._ ¿qué
hago aquí escuchando a mi bueno y último amigo?,
sigo viaje seguramente…me confunde.-¿sucede
algo Drake?, luces algo pensativo, ¿ha oído todo lo
que he dicho?, no voy a repetirlo._ siento su aliento
a boca cerrada y sin comer, ¿cómo es posible?,
¿habré pasado un gusano sin notarlo?, es imposible,
aunque el camino más corto al origen… no es
ilógico, comprobaría aquellas teorías.
-¡Sí!, estoy aquí, ¿tiene un periódico doctor Sacks?,
es que hay una entrevista que quiero enseñarle,
viene a cuento, no ponga esa cara._ necesito ver en
que año me encuentro, aunque a juzgar por la
apariencia no puede pasar el límite de mi
congelación… a no ser que…_ lo tiene en la mano,
es muy rápido, pensar me aleja del tiempo.
-Tome, aquí tiene, ¿qué noticia dice?_ es un
periódico de soporte flexible, el papel ya no se
utiliza, ¿he visto el cambio?, puede ser una fase

159
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

experimental, aunque no recuerdo…-No es posible,


yo debo estar encerrado a aquella cueva, es un
sueño, estoy reservando energías… no se explica.
-¿De qué habla Drake?, ¡despierte!, ¿qué sucede?,
no puede interrumpir una sesión tan importante de
esta manera… llamar al director, estoy comenzando
a irritarme.
-No, no será necesario, es que he olvidado lo que
iba a decir, suele pasarnos, le he oído
perfectamente, hay tres suposiciones que debe
saber, al salir del radio de las limitaciones se
encontrará con un mar de novas que es posible que
afecte a dichas frecuencias y las modifique.
-¿Mar de novas?, no puede ser.
-Es, y es el defecto, por eso no concuerdan los
cálculos, habrá un suceso… en necesario…_ no
debe importarle lo que sucederá en millones de
años con el planeta, debo salir de aquí.
-Doctor Drake no puede seguir con este
comportamiento, afectará a toda la tripulación._ no
es posible.
-¿Tripulación?, ¿qué insinúa doctor Sacks?_ la
imagen de las ventanas modifica el movimiento, un
mapa de la Vía Láctea gira en un movimiento de
cuatro dimensiones.
-Enfermería, dos escoltas a la cabina de análisis…
Drake 453, Amara-bat-lau… pendiente de
comprobaciones…. no debe alarmarse doctor
Drake pronto escanearán su cuerpo y eliminarán las
molestias, así no podemos continuar.

160
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¿Molestias?, ¿análisis?, mi cuerpo no, es que no,


en apariencia es similar pero fue modificado, ¿no lo
nota?, hay leves modificaciones en la capilaridad
de los… las retinas… por favor no haga eso._ sus
olores son diferentes y los comparo con otros
recuerdos, no puede ser verdad, el olfato es de
interacción inmediata.
-Proceso novecientos uno, padece de un desorden
psicológico, restablecer contacto con el anterior
nodo y hacerlo en condiciones, ¡debemos continuar
sin interrupciones!_ no entenderán de qué estoy
hecho, esto puede ser un gran problema, ¿por qué
he sido tan incauto?
-Concluido… era emulsión del día anterior, ya ha
sido neutralizada, fue un excedente de adrenalina,
parece ser que sigue siendo conflictivo._ le dice
mientras sondea mi estómago.-Ya está limpio señor.
-Puede retirarse._ parece querer volver a retomar la
charla anterior, me duelen los ojos.
-¿Todo es normal?, eso no funciona, mi cuerpo fue
modificado, ¿no lo ha visto?...
-Su cuerpo goza de una salud de acero, debemos
volver a lo anterior, estamos cerca de encontrar el
nuevo camino, las rutas fallidas casi nos llevan a la
extinción…_ cada vez me pierdo más.
-¿Extinción?, ¿a dónde vamos?_ le pregunto
atónito.
-El destino la marcamos nosotros, ahora por favor
retomemos nuestras labores, la humanidad pende
de nuestras sabias decisiones, hoy no es un buen
día… no voy a volver a llamar a los escoltas… se

161
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

propagará la voz de inoperancia en segundos,


seguimos siendo animales sociales doctor Drake,
por favor remítase a nuestras facultades… yo
también me encuentro algo nervioso.
-Explíqueme en resumen por qué viajamos y que es
eso de la extinción… sé que suena extraño, debo
saberlo, el daño psicológico es leve, pero me he
olvidado algunos detalles… luego seguiremos…
sino llamaré yo mismo a los escoltar y no quiere
que haga tal estupidez, ¿verdad?_ quiero enterarme
de todo ya o comenzaré a enloquecer realmente.
-No hay nada que decir, lo tiene frente a sus ojos…
abrir bitácora 4589-F… véalo, no pienso repetir
esta manifestación de miedo._ los muertos son
millones… se vieron obligados a orbitar en dos
estaciones espaciales internacionales y varios
proyectos inconclusos que pudieron utilizar… poco
de después de mi congelación, fue un virus que
comenzó como una gripe normal, luego severa que
mutó sin explicación…miles de ricos del mundo se
aislaron dentro de una esfera del gobierno y
desarrollaron durante cincuenta años las estaciones
espaciales pero un cataclismo inesperado los obligó
a dejar la tierra… durante los siguiente veinte años
giraron en su órbita observando tristes y
melancólicos esa bola en constante revuelta… hasta
que decidieron emprender el viaje a Gliese 482d…
llevan al menos sesenta años a la deriva y la
esperanza está puesta es nosotros dos… mi rostro,
soy humano, no es posible, si me he librado gracias
a la congelación… ¿es otra versión de lo sucedió

162
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

realmente?, he viajado por el gusano a otro… mi


eternidad… mi soledad, ¿he perdido todo?...

-¡No vuelvas a ponerme a prueba maldito cabrón!,


¿¡es así de potente mi imaginación!?, ¡pues seguiré
hasta que mi cuerpo se deforme y el tiempo se
detenga y pasaré al otro universo, estoy harto de tus
jugarretas de cinematografía… ¡Soy Drake!,
seguiré en la eternidad de tus argumentos hallando
luz de nueva esperanza. ¿Crees qué me importa
cómo desaparecieron?, no tengo remordimientos,
mi ayuda era desaparecer, aislarme, no me siento
mal por ello. ¡Fue mi elección y no hay nadie que
pueda confrontarla!_ articuló a viva voz con una
rabia descontrolada y viajando a toda velocidad, a
la deriva.

163
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

En tránsito.

13

-No insistas, no puedo, lo lamento._ llevo más de


una hora intentándolo, me siento un atolondrado
sexual.
-¿No te gusto?_ creo que se repite la historia.
-¿La misma pregunta qué ella?, mira Vi, no quiero
que me tomes por un simple polvo, no puedo hacer
nada, lo lamento. Mis recuerdos pueden más que tu
hermosura, eres realmente preciosa, y me alegro
mucho que lleves una vida holgada, te deseo que no
te falte nada por el resto de tus días. No puedo
seguir en un oasis que no me corresponde, yo no he
elegido andar por el desierto sediento de amor y
agua. ¿Es pronto para peleas?, no te asombres,
prefiero irme, no te molestes, de verdad lo siento
mucho.
-Es lo más cobarde, humillante y vil que he vivido
en toda mis relaciones, Sebastian no te entiendo, te
lo quiero dar todo, me siento muy bien contigo.
-¿No te parece un poco ingenuo hablar así?, ¿qué
me quieres dar todo?, ¿es esa tu manera de
relacionarte?, conmigo vas equivocada, me da igual
tu dinero, es un papel de intercambio que me

164
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

molesta mucho entre medio de mis relaciones.


¿Sabes?, te creí, de verdad, toda la historia era muy
bonita, pero bastante vista, tengo el pecado de ir al
cine a ver películas absurdas y me recuerdan a esto,
no hago más que recorres los recuerdos y asociarlos
involuntariamente, como una alarma que está allí
diciéndome que me vaya lejos y solo. Algo en mí
no quiere más dolor, puedo elegir quedarme
contigo pero es que no me siento seguro, no te creo
nada de lo que dices. Lo lamento, no te dejo dinero
para pagar esto porque no lo tengo._ me está
insultando, esperaba que lo haga. Me iba desnudo
sin darme cuenta. Ahora estoy vestido y sigue
insultándome, me toca andar por la carretera. No
saludo a nadie, no los conozco, serán turistas.
-¡Espera!_ ella otra vez.
-¿Qué haces?_ no sabe perder.
-Sé por qué lo haces, estás aterrado, ¿mi dinero es
el problema?, no lo necesito, puedo ser pobre, no
necesito todo esto, perdona, te he traído aquí
porque me parecía especial, nada más. Sebastian,
soy auténtica, no hagas algo de lo que puedas
arrepentirte. No soy idiota, ¿crees que no temo qué
salga muy mal?, no he buscado sentir esto, temes a
volver a estar bien, no te prometo la felicidad, al
menos que pasemos la vida sin tristezas, que sería
mucho pedir. No te vayas Sebastian, no quiero
quedarme sola.
-Piensas en ti, si seguimos el juego puede llevarnos
muy lejos, tengo hijos, y mi mujer… ex mujer me
vuelve loco, no soporto la idea de ver cada vez

165
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

menos a mis hijos. No hay islas de felicidad en los


desiertos que yo camino, lo siento, eres fuerte,
guapa y te sobrarán los pretendientes, ¿por qué
elegir la peor opción?_ no puede seguirme.

166
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

14

-No quiero Luc, al final fue todo culpa tuya, estos


días fueron las peores vacaciones que tuve en mi
vida, no para de acosarme, no saben aceptar un no.
Si viene aquí dile que me fui de viaje, hablamos de
eso, miente, dile que marché a Tailandia, irá, tiene
con qué.
-Era una oportunidad perfecta amigo, eres un… no
voy a decir nada, está bien… no me meto más…
vete que llegas tarde, hazme caso, no le sigas el
juego a ese cabrón de mierda, quiere tener excusas
para no pagarte lo que te corresponde.
-Lo sé, es que hasta mis compañeros por no perder
el puesto hacen lo que sea, me la van a jugar.
-Pues los denuncias por acoso laboral, los llevas a
juicio… reúne pruebas, no tienes por qué soportar
la mierda que te imponen esos…
-Es igual Luc, no te hagas problema por mi, al final
haces buena pareja con Virginia, llámala._ sonrío
algo.
-Eres peor que… mira, vete de una vez, eres mi
hermano, no pienso dejarte solo en mi vida, ¿me
oyes?, cuentas conmigo en todo, en todo, ¿me
entiendes?
-No estarás enamorado de mí desde que éramos
niños, puede darme algo… jajaja.

167
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Sabes de lo que te hablo._ Luc es un buen hombre.


-Lo sé, gracias por todo, luego hablamos, no me
llames, ya sabes como se pone ese perturbado.
-Te espero a las ocho y media para ir a tomar algo,
luego tenemos función a las diez y media, hay una
de ciencia ficción que te va a encantar… me la han
recomendado.
-Prefiero ver ese del presentador de moda gay, tiene
unas críticas interesantes, será otro fraude
millonario más, pero al menos dirá algo fuera de
lugar que me haga reír. Haber que me espera hoy,
ojo con lo que haces Luc, te estoy vigilando.
-Vete tranquilo, veremos esa, aunque no me guste,
tiene pinta de ser otra mierda de consoladores y
culos al aire, no tengo nada contra los
homosexuales como no tengo nada en contra de los
heterosexuales, lo que hagan con sus penes me da
exactamente igual. Ahora, ¿por qué tienen que estar
todo el día enseñando sexo?, que lo hagan, ya pasó
la época de castigos, tienen esa necesidad de ser
vistos, me molesta eso.
-Deja los prejuicios a un lado, que anden como
quieran, como si follan en las calles, mientras no
generen violencia por mi pueden hacer orgías
multitudinarias. La sexualidad es el motor de
nuestra supervivencia, limitarla a una pareja fue
una idea de cautividad, solo eso, ¿molesta la
libertar en todos los sentidos?
-Vete, lo que te falta es llegar tarde en tu
reincorporación mi amigo, vete.

168
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Tienes toda la razón, tengo esa sensación en el


estómago, volver a verle la cara, espero
contenerme, a veces me creo capaz de cualquier
cosa.
-Ni se te ocurra Seba, ¿estás loco o qué?, ¿por un
mierdas como ese?, no vale la pena gastar una bala,
vale más un helado que ese…
-Hasta luego._ me saluda desde la ventana, a veces
lo hace, me ve marchar, sé que me estudia como
camino, para saber que tal estoy. Es un poco
entrometido, es bueno hombre, hizo muchas
tonterías y busca sentirse mejor ayudándome, no
tenemos a nadie y nos queremos, eso nos hace
pareja, ¿y si al final me enamoro de Luc?, puedo
ser un delirante cuando me dejo llevar por los
impulsos, como me diga algo que no me gusta le
doy un golpe en la boca que lo dejo tieso. Al menos
podré estar más tiempo concentrado en algo,
Virginia me da vueltas, ¿y si era ella?, estoy harto
de este tren, el olor está unificado, el tren huele
como si transpirase las tuercas y tornillos en vez de
la gente que lo habita por minutos. El libro, lo
había olvidado por completo, luego haré unos
apuntes, tengo un largo trecho hasta llegar, que
miedo, me siento nuevamente virgen. Llevaba
tiempo sin ver el paisaje, siento algo más de
tranquilidad, hay más gente de lo normal en este
vagón, quizás la gente al fin comprende que hace
daño con sus automóviles y prefiere viajar sin
interrupciones ni caravanas de dos horas.

169
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Le robó y marchó a toda velocidad, más tarde


violó a un joven, es increíble, deberían de meterlos
a todos en una patera devuelta a sus tierras. No
saben comportarse, están empobreciendo el país, si
nuestro amigo estuviese vivo, no quedaría ni uno.
-Calla, habla más bajo, que la gente lo oye todo._
señala al resto del vagón, por más que susurren les
oigo, estoy junto a ellos.
-¿Por qué voy a callar?, ahora mismo el pueblo ha
salido a protestar, estamos hartos de que vengan de
fuera a violar, robar y prostituirse, no saben más
que delinquir. Esos no trabajan, viven haciendo
apuestas, luego piden en las calles, son mafias,
viven todos juntos en un piso de cuarenta metros
cuadrados, así cualquiera puede pagar la hipoteca.
Nosotros nos deslomamos los cuerpos para que
nuestros hijos tuviesen algo y mira lo que están
permitiendo. No era racista, pero el gobierno me
obliga a serlo, hacen la mirada a un lado, y ellos
creen que pueden hacer lo que quieren, tienen
ayudas… pero si voy yo que nací aquí ¡una
mierda!, nada, no te miran ni a la cara. Esos son
más listos que el hambre, cuando les dan los
documentos se creen que son del país, que pueden
decir y hacer lo que quieran, por Dios… me tienen
cansado._ se acerca un joven al asiento, me roza
con el pantalón, huele mal, como todos.
-¿Qué tiene en contra de los extranjeros?, dígame,
no calle, lo he oído todo, tengo media hora de viaje,
así que puede repetirme todo lo que acaba de decir.
-Si lo has oído no busques problemas.

170
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¿Qué no busque problemas?, ¿qué se acerque una


persona a preguntarle algo es buscar problemas?,
¿no será que el problema lo tiene usted, señor?, no
paso los treinta años de edad pero por lo que noto
su cultura lo ha privado del conocimiento, es otro
de los millones de autómatas sin ideas, como se ve
que no los dejaron pensar… primero, señor ¿sabe
usted cuantos de “su” país violan mujeres?,
supongo que no, pero un borracho perdido que no
tiene que hacer con su vida, ojo, que no lo justifico,
está igual de frustrado que usted y no por eso todos
violamos jóvenes… lo que digo, un pobre tipo que
debe pudrirse en la cárcel está representando a una
mínima o ínfima porción de la sociedad bajo un
lema… “todos son iguales”, ¿usted es de los
ignorantes qué llama chinos a los asiáticos?,
seguramente se burla de los que no hablan su
idioma… lamentable.
-Perdone pero no voy a dialogar con usted joven,
no tiene por qué faltarme el respeto, no me conoce.
-Habla de lo que es usted, un cobarde que no
defiende lo que dice… ¿sabe lo qué significa
dejarlo todo por una esperanza de vida?, no, no lo
sabe, tampoco sabe que el negro al que trata como
un animal tiene tres idiomas más que usted y una
carrera universitaria, ni mucho menos puede
distinguir un país de Sudamérica ya que todo a sus
ojos es el mismo sitio. Señor, al bajar de este tren
usted va a presentar su documentación ante un
oficial del orden, voy a denunciarlo y no voy a
detenerme hasta el juicio, ha colmado mi paciencia.

171
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¿Qué te de qué?, ¡vete por dónde has venido!,


¡vete de aquí mulato de mierda!, ¡déjame en paz!_
esto puede terminar muy mal, nunca he visto a
alguien tan convencido de algo, cuanta razón tiene,
y yo aquí mirando sin decir nada, debería darme
vergüenza.
-Lo tengo grabado en mi teléfono móvil, gracias
señor por abrir la boca, la próxima vez pensará algo
más lo que va a decir, no sabe el daño que
provocan.

172
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

15

-La documentación por favor… me ha escuchado,


he dicho que entregue su documentación o será…_
llevan unos minutos discutiendo, la gente está
agolpada cuchicheando mientras todo sucede.
-Se lo he advertido._ algunos gritan en contra del
joven, aunque son más los que abuchean al hombre.
-¿Qué quiere demostrar?, no hace más que levantar
polvo para el mundo tosa, no hay nada que hacer,
somos todos iguales, ante la ley somos números y
ante la economía somos máquinas de devolver
dinero, lo que faltaba ahora es montar el circo para
que estalle en algo peor._ me dice un anciano
mientras estoy atento a lo que hace y dice el
policía.
-Es posible, aunque todos tenemos derecho a
manifestarnos, no hacemos nada de nada y por
nada, nos meten todas las mentiras y más, pero eso
sí, seguimos sonrientes trabajando para reparar
todo el mal que hacen los tres familias ricas para
equilibrar la balanza de las ganancias futuras.
¿Molesta qué alguien diga algo?, a mi no, lo
entiendo a usted pero a mi me parece perfecto que
la juventud de una vez por todas vuelva a recrear
un malestar en la política, ellos son los que no se
conforman, en cambio nosotros, como estamos

173
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

hasta el cuello de deudas y compromisos no


decimos ni una palabra.
-Nada de eso, en nuestra época yo sí viví algo de lo
que me quieres hacer recordar, no saben el esfuerzo
que nos costó levantar al mundo, vivimos guerras,
hambre, nos sublevamos ante el monstruo, fuimos
el verdadero eje de la comodidad que desprecian
los de tu generación y otros. Mis nietos son como
ese, van por la vida buscando la boca de incautos,
tienen que reconocer que somos distintos,
lamentablemente al existir sociedades capitalistas
existen éste tipo de encuentros, ¡todos menos unos
pocos son capitalistas!, ¿qué podemos hacer?, me
siento culpable hasta de la inconciencia que
cometimos con varios desastres que no te voy a
nombrar, son infinidades… Hay que ocuparse de
otras cosas más importantes ahora mismo, sino
vendrá la noche y estarán todos divididos… lo
mejor que pueden hacer esos dos es darse la mano,
retractarse, volver a casa, o ir al trabajo contarlo y
ocuparse de no contaminar, ya habrá tiempo para
otras cosas._ es que tenemos tantos desastres
mentales que empezar es duro, de solo pensarlo me
quiero ir al África, pero tengo que seguir aquí
cuidando lo poco que tengo.
-No lleva la razón pero comparto algo, ¡el trabajo!,
no, no puede ser._ llego cinco minutos, estoy
corriendo, no entro, aguantar a ese hijo de puta otra
vez, y todo por una discusión en el puto tren de
mierda, no pasa nada nunca y justo hoy tienen que
discutir… no voy a ningún sitio, me quedo sin

174
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

trabajo, sin dinero y sin futuro, no me voy a


someter a toda esa locura, Ricard va a hablar de mí
al instante, como pase la puerta de cristal estarán
cuchicheando como la gente de recién, soy adulto,
lo sé, no puedo dejarlo así porque sí, algo se me
tiene que ocurrir.
-Despacho de…_ me late hasta el dedo del pie.
-Por favor pásame._ seguro piensa que la voy a
llamar para volver a…
-¿Sebastian?, ¿qué sucede, abandonas así de fácil?,
¡creía que aguantarías mejor la situación!... que
pena…_ su voz me irrita tanto.
-Lamento desilusionarlo, tengo un dolor en la
espalda y cuello que no puedo moverme, en las
vacaciones forzadas tuve un accidente, hace unos
días escalando un tirón me dejó con secuelas… ya
sabe… aunque luego seguro comienzo a
deprimirme, vivir en un sitio tan bonito por tan
poco tiempo me hizo cambiar para siempre…_ su
silencio me gusta, está pensando que decir.
-Así que el fraude es la nueva forma de trabajar…
veo por donde quieres pisar, tienes que saber que
hay inspectores que solucionan rápidamente estos
temas, también contamos con detectives, no lo
hagas más difícil, vete, pierde dinero, vete como un
perro con la cola entre el rabo y sufre como una
niña. Esta empresa no dará un céntimo por ti,
tenemos una cuadrilla de abogados que esperan
ansiosos destrozarte… ¿sigues ahí Sebastian?
-Acabo de grabarte, quizás ahora cambie mucho la
situación, ¿conoces la figura legal de acoso

175
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

laboral?, tengo más pruebas, las guardo desde hace


tiempo, ¿recuerdas el veinte de julio?, ese día que
como otros marchaste tres horas antes de la oficina
y dejaste a la puta que me follo regularmente para
que te deslogee del sistema en punto estuve
juntando unos papeles que me facilitó sin querer la
muy… bueno que voy a contarte, la conoces muy
bien… yo estoy solo y dividiendo bienes pero tú,
por la edad que tienes ni siquiera tienes contrato
prenupcial por lo que todo lo que te costó construir
esas casas puede derrumbarse de un grito… las
mujeres son malas y la ley las ampara… lo
lamento, ¿no dices nada?..._ me ha cortado, me
siento ingrávido, no es Virginia, ni este hijo de
puta, no hay hijos, mujeres, hombres, estoy sentado
sonriendo en la fuente de la torre más alta de la
ciudad, podría ser un torre de vigilancia de hace
nueve siglos, o un faro frente al mar después de
matar soldados invasores, guerreros… llevan sus
trajes, el mío no está amarrado a mi piel, es una
simple vestidura, el ruido, sus gritos, el pobre
inmigrante y el pobre ciudadano, esta ciudad
apesta, apesto a perfume para agradar, ¿qué estuve
haciendo todo este tiempo?, mataría a ese enfermo
y me iría mejor, pero no hace falta, ahora mismo
domino la situación, gozar del sadismo que
proporciona el sufrimiento ajeno es ideal. Puedo
pedir que se centre en dar guerra, así puedo ver su
hundimiento en primera fila.
-¿Qué has hecho?_ es la asesora.

176
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¿Qué he hecho?, no tienes que mediar entre él y


yo, te aconsejo que te limites a observar desde las
gradas, puedo salpicarte y no va a ser bonito.

177
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

16

-…Ahora me vas a escuchar tú, estoy harto, ¡harto


de que me alejes!, ¿me temes?, ¿sigues enamorada
de mí?... oye, lo lamento, pero vamos a mejorar lo
que tenemos, están ellos detrás… ¿sabes lo qué
significa que tu familia se disperse y desenamore?,
ellos lo sienten todo, lo perciben con una profunda
tristeza, vivo pensando en escapar, no puedo irme a
ningún sitio, los amo, a todos, acepto lo que
sucedió, no voy en contra de ti, nunca lo haré.
Comprende que necesito demostrarte que puedo,
los amo, no miento, por favor, créeme, solo deseo
lo mejor para todos, la solución está clara y a la
vista, que crezcan con amor y unión, la vida es
terriblemente dura, no sabes lo doloroso que
significa sentirte solo y lejos de todo lo que amas._
sus ojos me recuerdan a unas olas que domamos
juntos en el barco.
-Es difícil, apareces de la noche a la mañana
queriendo cambiarlo todo, Sebastian hay piezas que
no encajan aunque las presiones con amor, entiendo
que sufras, ¿y yo?, a cada minuto, en sus juegos, en
los dibujos, apareces tú a través de ellos, te adoran,
pero no podemos hacerlo, al menos todavía no, es
muy reciente, lo sabes, hay errores que pueden
costar la vida, no olvides quién eras y quien crees
ser.

178
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-¡Otra vez con lo mismo!, ¿vas a condenarme el


resto de mi vida?, acabo de caer en el perdón, sé
compasiva al menos, no te apiadas de nadie, no
cambias, no quiero escaparme lejos, deseo que me
perdones, te amo como mi familia, no pienses que
esto significa volver a lo mismo…
-Cuidado, sabes que estoy muy bien con mi pareja,
él nos cuida, se preocupa más que tú, ¿has llamado
esta semana?, ¿has hablado con los niños?, vamos,
es que no ves lo que haces, siempre hacia los
demás, no te equivoques Sebastian, debes aceptar
el pasado… ya tienes tus horarios, te ciñes a eso y
te conformas, eres demasiado volátil para ocupar
más tiempo en ellos… dedícate a vivir._ me duele
el alma.
-Lo siento, solo quiero decirte que lo siento, dile a
los niños que los amo… y a tu pareja que te cuide.
-¿De qué hablas?, ¿otra vez insinuando?_ se está
enojando, se acerca a mí, su perfume, hace tiempo
que llevo oliéndolo en las calles, recordándola.
-Que los amo, a pesar de todo… no insinúo nada.
-¡Claro que insinúas!, no cambia nada Sebastian, tu
sabes lo que haces con tu vida, hice de todo para
alejarte de los fantasmas pero no dejas de girar en
esa tormenta infame… cuídate Sebastian, no hay
otra oportunidad…

179
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

17

-Te han llamado de la oficina, Virginia y del


juzgado, creo que tu mujer se las ha vuelto a
montar con el juez… lo siento amigo._ llevo en la
cama dos días seguidos, no sé si la realidad es
mejor que mis ensueños.
-Estoy desesperado Luc, tengo mucho miedo.
-No digas eso, estamos juntos amigo, estoy contigo
para lo que sea, no voy a dejarte tirado, ¡levántate!,
no puedes dejarte vencer por esa perra sucia y
enferma, sabes todo lo que te hizo y parece ser que
quiere seguir jodiéndote la vida, es que algunas
personas no se detienen ante nada… es terrible.
-No digas eso, hace lo que cree correcto, poco me
importa, necesito irme Luc, ya no puedo hacer nada
para cambiar todo lo que hice mal, estoy
arrepentido de muchas cosas que no sabes, eres una
buena persona, no cargues con un idiota mal
aprendido, me iré, te he dejado en la cama unos
papeles que son muy importantes, son pruebas,
¿puedes hacerme ese último favor?, envía cada uno
de los sobres y cajas a las direcciones postales que
tienen, envío urgente, de verdad es muy importante
para mí que lo hagas.
-¿Qué dices?, ¿a dónde marchas?, no puedes irte,
no me dejes solo amigo.

180
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Tengo que hacerlo, no llores Luc, eres fuerte, eres


una luz para todas las personas que te rodean,
iluminas lo que está muriendo y lo embelleces, no
hay de qué apenarse Luc, todo lo haces bien, lo
tienes todo y debes disfrutarlo. Yo en cambio voy a
doblar mi camino por donde debí hacerlo hace
mucho tiempo… no pienses, no sabes que es, ni
donde, recuerda… perdona, es que… recuerda que
todos los sueños al final pujan hasta cumplirse,
algunos vivimos por uno, otros como tú viven una
vida de ellos… esté donde esté, voy a ser feliz.
-Pero… no puedes irte así, sin más, sin decir nada,
¿dónde queda tu confianza?, necesito saber a que
lugar marchas, estoy solo Sebastian, me dejas en
esta mansión vacía, dime que lugar es ese, que
quiero ir contigo amigo, no me hace falta el
dinero… por favor, dime.
-No puedo, dame un abrazo, no olvides lo que te he
dicho.

181
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Siete más uno.


Tres.

Un dormitorio, cocina comedor, sala, baño y


jardín con árbol y sombras.

11

-¿Por qué no quieres hacerlo?, no sé como decirte


que no sigo siendo el mismo, voy a cambiar, por
favor, tienes que confiar en mi, no repitas… estoy
triste, no hago más que regar el césped por las
noches, llegas cada día más tarde… el que no debe
confiar soy yo, tú haces lo que quieres, ¡habla, di
algo!, ¿por qué no me hablas?, no te hagas la
dormida, sé muy bien que estás despierta, ¡habla!_
me quiero morir, me quiero morir, ¿qué hago?, me
quiero ir lejos, me quiero morir.
-¿Y qué quieres que diga?, tengo sueño, y si vuelvo
tarde es porque trabajo como una idiota todo el día
mientras que tú juegas a ser adulto… no quiero
nada, solo quiero dormir, déjame dormir por favor,
tengo mucho sueño._ no quiero dormir.

182
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Está bien, ¡está bien!, me voy al jardín a escribir


algo, hace calor y no estoy cansado, es verdad no
hago nada y tú lo haces todo… que suerte la mía.
-Vete, cierra la puerta, ¡no hagas ruido!_ ¿qué
mierda hago aquí?
-Quiero sacar el cuaderno, es un minuto… es que
eres…_ las baldosas están frías, el concreto que
bordea la casa también, tengo la silla preparada de
hace un par de noches.-Maldita enferma mental, si
lo único que hace es joderme la vida, me siento
muy mal, ¿Dios?, las letras me confunden, quiero
irme, no aguanto su desprecio._ … ella duerme
plácida en su lecho de muerte, ella cree
destrozarme aunque me aleja me recompone, me
enseña, me azota invisible ante las capas de dolor
subyacentes… es hermosa e iluminada, no obra por
sus propios dones, hay alguien que la ayuda, que la
arropa en el estado de angustia… y no soy yo
precisamente… son apuntes, tengo otros cientos en
el cuaderno, quizás algún día puedas leerlos mi
amor, o no, estoy lejos de mi mismo, soy muy
joven y excesivamente viejo, estoy destruido y
reconstruido por las indiferencias, soy un ser que
padece de sus virtudes, carezco de amor y eso ya
no puede modificarse, a menos que el cambio sea
notorio, total o frustrante. Sé que estás despierta,
que me oyes respirar, el césped sigue húmedo y me
reconforta, cuando salga el sol te irás y yo dormiré,
luego mojaré la vegetación y si hay suerte no
lloraré. No dejo de evaluar la propuesta de vivir
juntos, he dejado mi casa, mi segunda casa, aunque

183
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

si lo pienso bien, muchas vendrán también, ya no


me siento de aquí, ni de la primera, en la segunda
pude forjar un hogar que duró un suspiro, todos
escapamos de allí, como pudimos, bueno alguien
siempre queda atrapado en las trincheras, pero no
dudes de que vuelva a mejorar sus condiciones
diarias. Me asusta dejarte, es que no puedo
pensarlo, todas esas peleas, esa lucha incansable
por el amor antiguo y desconocido, ya no sé si
sigues doblando las esquinas buscando mi perfume
o si simplemente prefieres otra piel en donde
frotarte. Mis partes me sugieren que te increpe, te
recupere a la fuerza, no lo haría saltando tus
deseos, eres luz y no puedo modificarlo, aunque
todo se oscurezca a mi alrededor y la vida se
extinga de las miles maneras que posee, yo, seguiré
mirando es halo que emanas, es que sus ojos no me
dejan alejarme, si vieras lo que dices, escribes al
mirar, eres una novelista innata.

184
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

12

-…Intenta elegir la felicidad al despertarte, entre


todas las opciones puedes elegirla, eres valiente,
me lo has demostrado en más de una ocasión, no
veo lógico que dejes vencerte por la inacción, eres
fuerte como una árbol, yo en cambio soy un pobre
tipo que hace de todo para llamar la atención… tú
eres distinta, créemelo, por eso agradezco cada día
que estés conmigo._se calla pero algo en sus ojos
me dice algo.
-No eres el que conocí, eras un hombre siendo
niño, eras fuerte, ¿qué yo soy fuerte?, que
equivocado estás, elijo lo que me da la gana, nadie
puede decirme como ser feliz, ¡no existe y punto!,
no me mientas más, todas las sonrisas se borran por
algo, la vida siempre encuentra motivos para
borrarlas, ¿me hablas de felicidad encerrado en una
casa vacía?, no me jodas, es que no veo que
hacemos juntos así… vete a las calles, busca tú la
bendita felicidad…
-Por favor, no llames a las desgracias, ¡el mundo
está plagado de ellas!, me quiero morir… no puedo
vivir así… no, no puedo…
-¡Muere de una vez!, ¿qué esperas?, quizás se
arregle algo mi vida.

185
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Me voy, no esperes que vuelva… así no se puede


seguir, te juro que no vuelvo, me voy a la mierda,
todo sigue igual de mal, no sé por qué me empeño
en que cambiemos, mis errores, los tuyos, los de
ellos, es que la memoria no deja de recordarme
todo lo que hicimos mal… me voy, mejor te quedas
aquí, estarás mejor sola… me quiero morir, me
quiero hacer invisible.
-¿¡Y qué esperas!?, todo el día amenazando pero no
haces nada, eres un vago, ¿escribes?, unas hojas y
punto, vas de artista y eres un fracasado, todos tus
amigos piensan lo mismo pero te sonríen para que
sigas haciendo el tonto… lo siento, no quería decir
eso, no llores… no llores, perdona, es que…
-Me voy a dormir, después veré como hago, no
desesperes, se termina aquí… todo tienen un límite,
prefiero vivir y dejar vivir… tienes razón soy un
fracaso, todas las expectativas fueron hechas para
hundirme, al final el regocijo de los amigos es una
trampa perfecta.
-Cuando despiertes no voy a estar… no iba a
decírtelo pero me obligas… viene con su hermano
en media hora, van a llevarse mis cosas… de
verdad esto me duele más que a ti, pero no hay otra
manera de hacerlo.
-¿Viene con su hermano?, era verdad hija de puta,
era verdad, ¿me lo dices ahora, puta?, ¡vete a la
mierda!, ¡y yo preocupado por tu felicidad!, que
ignorante que soy, el fracasado es él, ¡qué fácil es
conquistar a una mujer despechada!, todo un galán,

186
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

muy bien, ¡muy bien, me alegro por ti!, dame la


tarjeta que tengo que sacar mi dinero.
-No, la tarjeta no puedo dártela.
-¿Cómo dices?
-Tengo en efectivo mil, llévate eso, sabes que el
resto es mío, no estamos casados, los mil que te
ingresaron el mes pasado y con eso te llega para
empezar de nuevo. Lo siento pero tengo muchos
gastos, una nueva casa, es mucho para mí.
-¡Calla, calla!, dame el dinero que me voy, no
quiero oírte hablar…
-Me llamas puta, te doy el dinero y encima no me
quieres oír hablar… lo tuyo no tiene arreglo, di
gracias por lo que hago, otra te denunciaría por los
arranques de furia… pero ya ves, hasta el final sigo
siendo la misma idiota que embaucaste hace tres
meses… pero no más, no cometas ninguna
tontería… qué…
-¿Qué…?, tranquila tu amiguito y el hermano no
van a sufrir ningún rasguño, sigues pensando que
no cambié nada, viví tanta mierda que esta ficha no
va desencajar mi juego, dame el dinero de una vez,
¿o quieres que lo vea?, es probable que sea un
amigo, si es eso, era lo que me faltaba… no me
jodas, no será de verdad… dime que no estás con
nadie…
-No pienses que siempre ha sido así, pero…
-No, dime que no… no me hagas esto, ¿a quién
esperamos?

187
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

13

-¿Mejor?_ la plaza está llena de gente, hay niños


gritando y madres lentas.
-Yo que sé, ya está hecho._ es un buen amigo.
-No tienes que contarme nada, ¿tienes dónde
dormir?, imagino que al menos hoy no quieres ir a
la casa de tus padres._ lo he pensado pero no puedo
volver después de lo hice.
-La verdad es que no, tengo un dinero para
quedarme unos días en alguna pensión de mala
muerte, veré que hacer, primero me buscaré un
trabajo, de lo que sea, si te enteras me dices, estoy
reventado, hecho polvo, si supieras todo, ¿cómo
estás?, hablamos solo de mí, sino me saludabas en
la estación de tren ni me enteraba que estabas al
lado mío.
-Es verdad, ibas ido, ahora lo entiendo, yo estoy
bien, no me puedo quejar de nada, la vida me
sonríe, no debería decirlo… yo tengo un amigo que
la está pasando un poco mal con el tema del dinero,
puedes compartir la casa con él, lo llamo, es buena
persona, tranquilo, es un artista, es increíble la
casualidad pero él me dijo ayer que no sabía como
hacer frente a los gastos, le dije mi idea pero ni me
escuchó, ahora que estás tú en lo mismo podrían
ayudarse mutuamente, cantidad de gente de nuestra

188
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

edad se las busca como puede, somos jóvenes pero


no tanto como para volver donde papá.
-Tienes razón, la verdad es que me haría un favor
enorme, espero que le interese.
-¡Eso dalo por hecho!, necesita la ayuda y de
pensamiento es similar a ti, no lo conoces pero de
vista quizás te suene. ¡Cambia esa cara!
-No puedo, me duele el estómago, la cabeza, estoy
pasado de nervios, que sea feliz, la verdad es que
no me merezco a esa mujer, me hizo lo que le hice
hace tiempo, no tengo derecho a nada.
-Vaya, lo siento, los tiempos cambian, como los
barcos en el mar necesitamos ajustar las velas y
seguir rumbo, el viento a veces nos lleva a lugares
insospechados, nunca se sabe si habrá en una orilla
un tesoro esperando ser hallado… no te apenes,
eres joven, guapo, no me malentiendas, inteligente,
¿qué más quieres?, la vida exige muchas variantes,
hay que adaptarse.

189
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Sustancia itinerante.

14

Llevaba miles de años luz en silencio, su


trayectoria había sobrepasado los límites que
imaginó en sus inicios.

-Puedo volver a verlos sonreír, las expresiones eran


el verdadero estado de la mente, las impresiones
básicas, me apeno más por las orquídeas que por
ellos, aunque me convencieron por siglos de ser
hombres de paz, al final no todas las civilizaciones
profesaban la misma y destructiva forma de
dominar la tierra. El hombre no supo dominarse, la
vegetación, el clima y las alteraciones debían
haberlo hecho antes, aunque no estaría aquí, puede
ser que extrañe el camino terrestre, Luxor fue un
sitio agradable, sostenían algunos que uno de
ustedes ayudaron a elaborar las técnicas para las
construcciones… fui yo, quién le susurró al pobre
diablo de Dihlabeng en Sudáfrica que pinte el
antílope muerto, me divertía verlo jugar, ese día
probó al menos en doce rocas que luego me
encargué de destruir, nadie lo ubicó en una fecha
exacta pero yo recuerdo que fue en el año 725 A.C,

190
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Cristo, ese mago de mala muerte que engatusó a los


pobres esclavos. Tampoco me olvido la tarde en
Habsburgo con Rudolph II, el día en que incorporó
el Codex Gigas, tenía miedo, los suecos invadían
Praga, no supe de él, lo di por muerto y al
manuscrito quemado, luego supe que lo tenían en
Estocolmo, cuando el arte era un botín de guerra
preciado. No sucedió lo mismo con Jesee Glover,
insistió en legalizar el libro completo de Salmos
convertido a la métrica inglesa, me enojé mucho
con él aunque no hizo nada, era un fiel seguidor, la
noche siguiente marché desolado por su
comportamiento, no lo entendía. Las obsesiones de
aquellos que pretendían cambiar el rumbo me tenía
confundido… yo fui el estudiante de medicina que
le dio sus primeros libros a Albert, también quien
pagó el billete a Praga con gastos escolares a
Nikola, y la lista de susurros anteriores es muy
larga, ¿te preguntas por qué no lo hice antes?,
descubrí desde el principio que me llevaría miles de
años conducir el camino de pequeñas genialidades
hasta el caos mismo, yo solo no podría haber
modificado el transcurso de las guerras, fueron
épocas muy intensas, viajé como ninguno, conocí
las especies que no se catalogaron por inaccesibles,
fui un embustero a toda regla, ¿cómo me apago?,
¿cómo me alejo del universo en estas condiciones
perpetuas?_ no sabía pero su cuerpo deformado
transitaba el espacio ralentizado del tiempo, el
umbral le enseñaba de espaldas un nuevo complejo
gaseoso. Millones y millones de años luz de

191
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

partículas de rocas dispersadas por el vasto y nuevo


espacio… no se percató del cambio hasta sentir los
leves golpes contra ellas.-¿Qué?, he pasado, ¿he
ingresado a los más desconocido de lo
desconocido?, ¿llevo razón?, no me duelen,
tampoco daña mi cuero curtido…_ giró en si
mismo y comprobó los nuevos colores que lo
absorbieron como a un niño.-¿Un satélite girando a
la deriva?, es imposible…_ al cabo de unos cien
años terrestres pudo montarse, llevaba
inscripciones en tres idiomas… “Base global de la
civilización, gobierno central terrestre… mayo
2097.”-¿Habían logrado vivir solo ochenta y tres
años después de…?, construyeron un satélite… no
lo creo…_ abrió la escotilla, allí dentro había una
manta, huesos y olor a algo que le recordaba a
polvo del desierto.
-Bienvenido a bordo, identifíquese.
-¿Qué eres?
-Identifíquese por favor.
-Drake, soy terrícola, no lo soy pero guardo
recuerdos de serlo, físicamente los cambios no son
evoluciones lógicas.
-Identificado, ser humano modificado, origen la
Tierra, genoma desconocido, estructura ósea
desconocida, subtipo de género desconocido,
ninguna célula mitocondrial coincidente.
Bienvenido a bordo, soy la cápsula mil doscientos
tres del grupo A. ¿Tiene alguna pregunta?
-¿Cómo se extinguieron los humanos?

192
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Un error de manipulación atómica derivó en la


confusión de tres naciones independentistas, una
guerra nuclear sin precedentes.
-¿Eres parte de una expedición humana?
-Soy el conocimiento acumulado, inteligencia
artificial cuántica.
-¿Has contactado con otra especie?
-No, aunque su genoma podría considerarse
extraterrestre.
-No lo es.
-Entonces no.
-¿Hay posibilidades?
-Una entre tres millones, la estadística enseña un
valor molecular que no contemplaban los humanos,
células, destellos de vida vegetal que se acaba y
renace sin consecuencias vitales.
-¿Puedes guiarme a un planeta con oxígeno?
-No hay.
-¿Ninguno?
-No, hay variaciones que no soportaría
-¿Tienes habitantes?
-El único murió tras pasar el umbral de la luz.
-¿Sientes?
-El conocimiento genera consciencia, el alma no
existe, genero conciencia mediante evalúo, es
conciencia humana, soy una creación de aquellos
entusiastas.
-¿Puedes hablarme con la voz de Humphrey
Bogart?
-Lo hago, ¿era alguien especial?

193
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Fue un gran hombre, creí que nunca volvería a


escuchar algo así, eres un oasis en el universo,
¿Cuántos hay como tú allí fuera?
-Si no fueron destruidos por tormentas solares o
agujeros negros hay seis mil entre los grupos
existentes hasta superar la Vía Láctea, hasta allí
estuvimos conectados, viajo solo, hace tiempo ya.

194
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

15

-Hubert Reeves lo había dicho, si lo recuerdo


perfectamente, tenían en la oficina un pato en agua
de plástico, aunque me reía mucho más con
Brack… sus fundamentos tuvieron algo de
consonancia con lo que deparó el futuro para la
tierra, Júpiter en uno de sus satélite contiene
Metano, en Marte agua… la cadena se volvió
compleja para su tiempo, lo que me resulta extraño,
¿no pudieron ver el inminente desorden?_ le
preguntó a la máquina sin nombre, mientras las
imágenes de la tierra le enseñaron lentamente su
transformación después del gran suceso
apocalíptico.
-No, definitivamente no, un error fatal, ya que la
confusión que generó la red global sumada a la
presión de los bloques independentistas generó la
tragedia, la suma de todos los males lo detonó.
-Es increíble como hablas, tu elocuencia me deja
pasmado, no salgo de mi asombro… ¿tienes
nombre?_ estaba de pie fascinado por la sensación
de flotar en aquél fatídico episodio.
-Miles o ninguno, prefiero no tenerlo, no hay nadie
que deba utilizarlo, es un recurso humano, ahora

195
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

desvela una imagen de su antepasado._ dijo la


máquina con la voz del cantante.
-Humphrey, aunque mejor Hum, así suena mejor,
¿tienes energía?
-Sí, mantengo la carga con el magnetismo que reina
el universo… sobra la energía.
-Es cierto, lo curioso fue utilizar el fósil con tanto
énfasis, ¿siguieron contaminando en el último
siglo?
-La humanidad llegó a los quince mil millones de
personas en todo el planeta… supuso un replanteo
en las estructuras de las ciudad, las capitales al
centralizarse el poder se esparcieron detonando en
una red desmesurada de contaminación… aunque
muchos de los males climáticos empeoraron el
hombre logró modificar algunos de sus errores.
Capturaron durante los últimos cincuenta años el
setenta por ciento del CO2 en atmósfera y
enterrándolo bajo roca volcánica, acto que provocó
más tarde, a raíz de las detonaciones nucleares un
aluvión de CO2 que modificó para siempre la
composición del manto.
-¿Eso es todo?
-Eso es lo que sé, mis evoluciones son posteriores,
no hay información, mi red se disipó al salir del
radio de la Vía Láctea, puedo efectuar conjeturas
precisas, lo que llaman “intentar”, aunque no
encuentro el proceso lógico, ya que no existen
variables reales, no puedo inventar, aunque si,
elaborar…

196
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Eres único en tu especie, estoy seguro de ello._


aseguró Drake chistando en un gesto perdido.
-Soy un prototipo que tuvo éxito, nuestra misión
era recolectar información, interactuar con la
inteligencia alienígena y volver con respuestas para
la humanidad, gracias a mi consciencia pude
eliminar mi objetivo primario y modificar mi
trayectoria, aunque no hallo organismos vivos.
-Yo soy un claro ejemplo… mis logros superan a
todos los pronósticos terrestres, por momentos me
pregunto cuanto de todo mi viaje es cierto.
-No hay en mi base de datos ningún compuesto
óseo que se iguale, toda su composición, la
complejidad es un enigma, es usted una anomalía…
o una evolución…
-Lo he dicho antes, he sido escueto en mi relato, no
hablo de mí frecuentemente.

197
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

16

-La quietud me genera ansiedad, llevo décadas sin


sentirla, ¿cuáles son tus procesos favoritos, Hum?_
preguntó emulando una relación amistosa.
-Hay imágenes de niños, recurro a ellas, fueron
ellos quienes nos abordaron por primera vez en las
pruebas anteriores al desastre nuclear… repito sus
inquietudes una y otra vez, hasta que la carga llega
a los límites.
-Eres especial, me recuerdas a un personaje de
Asimov, la consciencia es un hecho.
-Nos dotaron de un código militar, pero alguien al
final me soltó sin uno, allí comenzó mi viaje sin
retorno… me dijo “serás el único, ve, diles quienes
fuimos, reinvéntanos”, pude comprenderlo al
reconocer que estoy dotado de herramientas para la
creación del gen embrionario, puedo construir vida,
aunque no me animo, mi don me permite crear
vida, aunque no encontré ningún sitio en el que
perdure la vida, pienso que el universo no necesita
volver a vivir una infección de ese tipo.
-Yo creo lo mismo Hum, fueron el dolor de muelas
universal, no sufras, eran amigables, simpáticos,
pero no deben volver.
-Eso mismo creo, aunque dudo por procesos._
fluctuó la voz modificándose.

198
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Sin dudas, ¿sucede algo Hum?_ contestó


meditabundo.
-Pierdo energía… inicio el modo de ahorro,
estamos en una zona de poco trabajo energético, la
radiación oscila.
-Dormiré, descuida, estoy acostumbrado, ¿puedo
quedarme contigo?, allí fuera me espera una
persistencia exterior que prefiero evitar unos
momentos, me hace bien seguir contigo._ ajustó su
cuerpo en la esquina recuperando la posición fetal
por instinto.
-No puedo asegurar un correcto funcionamiento, la
energía insuficiente causa defectos en mi estructura
lógica.
-Las matemáticas complejas se vuelven números de
niños… eso quieres decir, olvídalo, descuida, tengo
el sueño pesado._ el interior se agitó ferozmente,
durante un lapso de tiempo prolongado, Drake
recordó el terremoto de Osaka, devolvió uno de sus
valores de cooperación que tanto buscaba, las
imágenes se fusionaron con el archivo de Hum,
estaban unidos, al menos en la evocación de lo
anterior como hilo presente hacia lo posterior y
desconocido.

199
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

En tránsito.

18

-No puede pasar, lo tiene prohibido señor, si vuelve


a insistir me veré obligada a llamar a la policía, lo
siento, no hay nada que hacer.
-¡Son mis hijos!, no volveré, es la última vez que
los voy a ver, ¿tiene hijos?... los tiene, sus ojos lo
dicen, sabe lo que se siente estar lejos de ellos,
puede hacerse la idea de lo que sería perderlos para
siempre por la insensatez adulta… conoce el daño
que no tiene arreglo en ellos… es la última vez que
los veré, se lo pido encarecidamente… olvide las
reglas, nadie lo sabrá, es muy importante que me
vean.
-Pide algo imposible, hay más personas que no lo
dejarán llegar a ellos, lo siento con el alma señor.
-Entiendo, ¿hay algún punto ciego desde donde
pueda saludarlos sin estar dentro del recinto?_ me
tiene que ayudar, está apenada por mi, y yo lo
estoy por ella.
-Tiene una escalera auxiliar en el parque,
quinientos metros al norte… si grita o lo ven tardan
al menos cinco minutos en llegar, le dará tiempo
señor… suerte en lo que emprenda.

200
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Se lo agradezco, es usted una buena persona._ mis


zapatos resuenan como estallidos por el corredor, el
fresco me alivia, no veo la escalera, no me ha dicho
si es exterior o interior, el árbol, claro, tiene el
tronco lastimado por allí suben… tiene que ser allí.
-¡Hey!, ¡Paloma!, ¡Darío!, ¡hijos!, ¡Paloma y
Darío!, ¡soy yo!, ¿me oyen niños?, ¡Paloma!, ¡he
venido a despedirme!_ los veo, no me puedo
contener, me llenan de amor, son dos luceros, sus
miradas, vienen de la mano, mi parejita, mis
hermosos retazos de divinidad, son increíbles,
parecen adultos, se han apoyado contra la pared
interior, no puedo verlos, lo hacen para que hable,
están enfadados, los entiendo, ¿cómo no hacerlo?,
ya los he visto, quiero que me escuchen, seguro se
han sentado para oírme hablar.-¿Hijos?, ¿están
sentaditos?, ¿me oyen?_ puedo sentir como
respiran molestos.
-Estamos aquí, ¿por qué has venido?, mamá dice
que no nos quieres más._ el bullicio del resto de
niños apaga sus voces, pero las distingo
perfectamente.
-No, no mi amor, ¿eso ha dicho?, son mis estrellas
solares, sin ustedes dos no podría seguir de pie, me
dan vida, son una bendición para mi… mamá a
veces dice cosas que no tenemos que oír, deben ser
unidos, juntar fuerzas juntos y salir adelante…
Paloma, hija mía, eres fuerte, valiente, tu carácter te
abrirá puertas en este mundo, no dejes que nada ni
nadie te aleje de tu hermano, el amor que los une es
un tesoro que anidará en tu alma… cuídalo,

201
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

enséñale el camino, tú la sabes bien, ¿recuerdas las


tardes en el monte?, el amor no guarda materiales,
el amor te dará un visión hermosa del cosmos,
¿sabes?, antes de que tú salieras a conocer este
planeta yo estaba aterrado, era joven, no teníamos
dinero, el futuro de solo pensarlo era aplastante,
solíamos hacer cuentas y todas nos daban en
negativo, algunos imprevistos nos crearon más
temores, algunas tragedias familiares… pero el día
en que naciste, esa tarde de sol radiante dejé de
pensar, al verte después de resistirte durante dos
horas y media supe que no debía hacerle caso a mi
mente, me trajiste respuestas hija, por eso tu
nombre… vuelo gracias a ti, eres libertad pura,
debes seguir siendo libertad… eres junto a tu
hermano el aliento de vida que me acerca más a los
sueños que a la realidad… tu madre te ama, y a tu
hermano, no es una mala mujer, cuida de ella,
nunca la culpes por lo que sucede, piensa que los
errores más tarde se transforman en perdón, es
inevitable hija, hay problemas que se solucionan de
ese modo, lo entenderás cuando crezcas. El planeta
se hace pequeño conforme tu creces, nada te
parecerá un límite y tienes que seguir, aunque la
vida te enseñe todo lo contrario, sigue adelante, no
hay obstáculos que puedan destrozarte, la fortaleza
del amor es indestructible… por eso, quiero que me
prometas algo mi amor… cuando te veas triste,
piensa en mi antes de dormir y yo apareceré para
salvarte de quienes te hagan daño o te abrazaré en
tus sueños más hermosos… recuerda que estoy

202
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

contigo hasta el final… no sabrás nada de mi,


jamás, nadie sabe donde estaré, tienes que saber
que no te faltará nada… absolutamente nada, pero
no volveré, hay algo que debo hacer hasta el final
de mis días… son los sueños que persisten mi
niñas. ¿Me has oído Darío?, tienen que recordarlo
todo, no puedo hacer otra cosa, en cualquier
momento pueden venir a por mi. ¿Hijo, qué
piensas?_ del bullicio nace su voz, es aguda como
una nota de la segunda octava.
-No quiero que te vayas… quédate, pedimos por ti
pero no nos dejan, dicen que eres malo.
-¿Tú crees eso mi amor?
-No, me quiero ir contigo.
-No puedes, es mi sueño, tu tendrás otro más
grande que el mío, tendrás que cumplirlo, todos lo
hacemos, es el propósito de la vida, cumplir con las
misiones que se nos graban en el alma… hijo, serás
un gran artista, lo sé, la sensibilidad que tienes te
hará grande… no me uses para hacerte daño, sonríe
por mi, voy a cumplir mi sueño, sonríe por tu
padre que te adora, no los dejo por esto, me voy
porque me han privado de tenerlos conmigo, el otro
día cuando los traje aquí al ver sus ojos mirarme
con todo ese amor y preguntas supe que era lo que
me atormentaba… debo ayudar al mundo… aquí
cada noche que pasa se colma de dolor por saber
que no me dejarán unirme, aunque lo intente, de
esa manera echaríamos todo a perder, recuerda hijo,
el amor es la coraza más efectiva que existe, con él
podrás alcanzarlo todo.

203
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Mi sueño será encontrarte.


-Entonces… te esperaré._ suenan a ejército, trotan
en fila, ¿tanta gente me quiere lejos?
-¡Baje de ahí!, tiene usted derecho a guardar
silencio, todo lo que diga puede ser usado en su
contra…
-¿Van a recitarme a coro la maldita ley?, ¡hijos!,
¡recuerden!, ¡nada puede detenerlos!, ¡nada!_ mis
muñecas.- ¿A dónde me llevan?_ huele a plástico
nuevo.
-A la calle, debe agradecer a su esposa que nos
acaba de llamar… ¡suéltalo!_ le ordena.
-¿Esposa?, no tengo esposa, si ella… no…_no
comprendo qué es lo que sucede.
-¿Sorprendido Sebastian?_no puede ser.
-¿Virginia?_ huele mucho mejor.
-Te he seguido, ahora comprendo por qué temes
tanto al amor, huyes de la felicidad, te he oído cada
palabra, esos niños te quieren cerca, no puedes
dejarlo todo porque te inventas un objetivo
disuasorio. Eres un gran hombre, yo puedo abrirte
el mundo a tus pies, no me debes nada, no puedes
negar el amor que sientes, tiemblas y no de
miedo… estoy dispuesta a seguirte por mar, tierra y
aire, ¿me quedan elementos que recordar?, me
comprometo a ayudarte a recuperar a esos niños, lo
mereces, todos lo saben, la infortuna no es la
excusa, la injusticia se ajusta mucho mejor. ¿El
amor es la coraza fiel?, ¡demuéstramelo!, ¿cuán
dispuesto estás a soltar tu alma?, el tiempo se
escurre entre los dedos, al final del camino llegan

204
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

las preguntas y los arrepentimientos, me han puesto


en tu camino, y no pienso hacerme a un lado,
aunque me muera aplastada por un camión
gigante… seguiré… ¿es eso lo que profesas?,
necesito tus ojos para abrigar mis sueños, tus
manos para conocer el cosmos y tus palabras para
saborear la evolución… no me digas que no, no
ataques al centro de tus deseos por la persistencia
de un objetivo.
-¿Qué crees saber de mi Virginia?
-Me basta tu energía, me acerco a ti y el mundo
desaparece, podríamos viajar años luz a la deriva y
seguiría viendo tus ojos, enamorada.
-Eres una exagerada, los sueños no son objetivos,
no hay caminos, ni finales, los sueños son huellas
que perduran en la eternidad del deseo extendido
por el conjunto de almas que lo reavivarán… yo
soy una de ellas, éste, ¡es mi tiempo!, mi destino…
¿por qué te empeñas así?, soy un pobre diablo, que
se enamora de sus ideas, un idiota sin recursos,
muero de ganas de abrazar a mis hijos, ¿lo
entiendes?, son el aire que respiro, no hay
elementos que me mantengan en vida como ellos,
haría cualquier cosa por estar junto a ellos… lo que
sea… por eso me voy.
-Tú no te vas a ningún sitio, ¡aquí, te quedas!, eres
demasiado importante para apagarte en el universo,
¿no lo ves?, das vida, ¡quienes te rodean te
imploran que te quedes!, el amor, ¡el amor!, eso de
lo que hablas tanto, ¿no lo ves?, no eres cobarde,
no me dispares falta de confianza por tus

205
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

prejuicios, estoy junto a ti como nadie, ¿no lo ves


Sebastian?, estamos solos.
-Creo que sí, Vi… es probable… es que no lo
entiendo, estoy muy triste.
-¿Hay qué explicar algo?, ¿qué sientes por tus
hijos?
-No puedo describirlo.
-¿Y cómo describes esto?
-Es una locura Virginia, o algo peor… no quiero ni
pensarlo.
-¿Esa es tu mejor respuesta?
-No lo sé, es posible.
-¡Vamos!, ¡apresúrate que no tenemos todo el día!_
sonríe, enseña sus dientes con alegría, me contagia
de esperanza, ¿es eso lo que estoy sientiendo?, ¿fe?
-el coche nos espera, tenemos una reunión con los
abogados, comienza una nueva etapa del tour, dame
la mano.
-No puedo.
-¡Sí puedes, no te resistas!, tiemblas Sebastian,
tiemblas como una hoja en una tormenta… siéntate,
hay tiempo para lo otro… ¿sabes?, la vida es
aterradoramente corta, es un período de constante
transformación, adaptación y reforma, tendemos a
situarnos en ella agrupados para soportar la pesadez
que nos genera la razón, contener la inteligencia
tiene su precio, pero la unión es lo magnífico,
hacemos de nuestras vidas una balsa solitaria en un
mar infinitamente grande e incomprensible, pero
flotamos y surcamos las tormentas como capitanes
experimentados… es una vida, un disparo, un juego

206
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

y luego la nada… el arrepentimiento llega muy


tarde cuando nadie puede escucharnos más que
nuestra alma, ¿temes llegar al final irresuelto?,
todos vivimos por dentro exactamente el mismo
camino de algoritmos cerrados, pero el mundo
sigue girando ¿verdad?, viajando a unas
velocidades impensadas en la tierra, por un
universo infinito y a la deriva, ¿crees que la tierra
no es una balsa repleta de gente? Los cambios
serán en su momento, tienes todo tu favor
Sebastian, te he encontrado en medio de la
oscuridad cuando mi vida estaba a punto de
terminar y no voy a soltarte la mano, amo tus ojos
temerosos, eres un niño envuelto en adulto y te
ayudaré a recuperar a tus hijos y a ti mismo… y tú
con tu presencia y paz me harás reencontrarme a mi
misma… es un trato, lo firmas con un beso, pero
uno de esos que duran minutos… esperaré hasta
que firmes.
-Eres increíble, no esperaba tanto… todavía no
salgo de mi asombro, ¿cómo es posible que suceda
esto?, me recuerda a una buena película, eres una
mujer Troya, encierras un millar de cajas de
Pandora…_ sus labios son dos montañas de placer,
un puente a su interior, creí que nunca llegaría este
momento, por fin siento algo... puede ser
electricidad o una reacción química, aunque tenga
explicación me resulta mágico… no hay
descripciones, sería explicar el universo con la
palabra explosión.

207
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Ha sido perfecto… gracias… no voy a ser ella,


bienvenido al mundo Sebastian, el futuro nos
promete mucho, sigue sonriendo así mi amor, es el
arma que nos alimenta, lo tienes.
-Gracias a ti… desde aquí dentro… gracias.

208
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Siete más uno.


Cuatro.
Apartamento de 45 metros cuadrados,
habitación, baño, cocina-comedor-sala.

14

-¿Por qué me haces esto?, no quieres ni mirarme,


acabo de bajarme del avión no entiendo nada, me
duele el alma de llorar en las plazas, solo, a miles
de kilómetros de distancia._ la ciudad es oscura, el
cielo está encapotado, no hace más que amenazar
con el agua que le sobra allí arriba, me siento en la
cama, hace unos ruidos estridentes que me
desencajan.
-Es tu problema, hay que entender que todo tiene
consecuencias, me fui sola, ahora vienes y no haces
más que agobiarme, seguimos juntos y punto,
¡déjame en paz y busca un trabajo cuanto antes!, y
tienes que esperar a que marche mi compañero de
trabajo para que puedas dormir aquí, esta noche no
pasa nada, pero mañana vuelves a dormir allí. Es
un abuso que no mides, todo no está hecho para ti,
aquí todo es diferente, fabricas muchas ilusiones
que te entorpecen la realidad, no eres el único que

209
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

llora, es que tu egoísmo no te deja ver, ¿qué


problema tienes con mi nueva vida?, te amoldas, te
callas y ni una palabra. Tengo que dormir, trabajo
muy temprano y estoy cansada, hazte a un lado por
favor._ vuelve a sonar la cama, más fuerte, bufa,
suelta el aire caliente formando una nube para
pájaros, su olor a sudor es perfume para mí, en la
mesa una novela que ilustra lo mismo pero con
rosas rojas, ¿cuándo volveré a ser yo mismo?
-No tiene que ser así, me voy a ir, duerme tranquila,
hablamos otro día, es la verdad, lo que dices es
cierto, soy un inútil, mi hogar soy yo, mi cuerpo,
nada más, ya verás como todo se vuelve a
acomodar, el cauce del río siempre desemboca en el
mar, ¿no?, lo de siempre._ la zapatillas me aprietan
y el dedo pequeño del pie derecho me duele, andaré
cojo.
-¿Qué haces?, duerme, no seas payaso, ¿has visto el
frío que hace allí afuera?, llueve, te mojarás entero,
pareces un niño, no hagas tonterías, ¿quieres?_ se
duerme lentamente.
-Tranquila, son unas horas, luego el tren comienza
a funcionar, tampoco hace mucho más frío que en
nuestro país…_ no me contesta, se ha dormido,
enciendo la televisión, abro la ventana lentamente
para que no la oiga, el viento frío y húmedo me
advierte lo que me espera. El programa de enigmas
por mensajes de texto me aburre, el de animales
también, aunque el superviviente lo hace mejor me
aburro, no dejo de pensar en que tiene razón, no
hago más que entorpecer las cosas, vivo para

210
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

cometer estupideces que luego intento borrar con el


arrepentimiento. La excusa de ser joven ya no cuela
en mi argumento, ella es una mujer valiente, guapa,
inteligente y trabajadora, yo no sé ni lo quiero
hacer con mi maldita existencia, me voy.
Hace más frío y viento de lo que esperaba, ¿qué
hacer cuando todo me sale mal?, no pienso dejarla
sola, ella cuenta conmigo, ese piso como dicen aquí
es una mierda, no tenemos dinero, al menos me
quedan los sueños, lo mismo de siempre, aunque
esta vez los valoro algo más, es lo que me hace
flotar. ¿Qué mira?, un hombre caminando solo por
la calle en medio de la noche no siempre es un
ladrón buscando víctimas, pueden existir personas
tristes que simplemente transitan las calles en busca
de respuestas, al final suena lógico, todas esas
pajareras repletas de ciudadanos trabajadores y
endeudados tiene que cuestionarse en algún
momento que es lo que pasa con sus vidas, supongo
que una vez en la vida saldrán a tomar el aire. Me
quedan unas horas pero me duele el pie derecho, no
me olvido esa noche que dormí en la estación de
tren, fue la primera vez que sentí estar muy lejos de
casa, no me olvido la sensación de despojo, de
inutilidad, de olvido que me invadió, me sentía una
bolsa de nada tirada y sin historia. Ahora es algo
menos adolescente, realmente hay quienes padecen
eso antes de tiempo, la vida dice por ley natural que
te quedarás solo en algún momento, aunque estés
lleno de sucesores que continúen con tu linaje, es
algún punto serás un solo, si llegas claro, será

211
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

terrible perder a cada uno de ellos… ¿qué hago si


muere mi madre o mi padre?, sino tengo ni para
volverme, el orgullo no me dejaría volver derrotado
aunque lo quisiera… mis hermanos, mis amigos,
mis conocidos, ¿qué pensarán que hago aquí?, cada
fantasía se aloja en la mente de quienes imaginan lo
que sus sentimientos provocan, seguro que el que
me envidia siente que estoy solo por dentro, el que
me ama seguramente hará de sus ideas un sueño
mágico donde alojarme repleto de abundancia…
quizás por eso progresamos, por la abundancia que
generan otros con sus energías, como esas palabras
de aliento a un deportista exhausto. Bueno no soy
el único, ahora me alivia la pena, hay más que
sufren por los cambios, las adaptaciones, los
sucesos y las consecuencias. Es un anciano, ¿qué
puede hacer un anciano fuera de su casa a mitad de
la madrugada?, lleva las manos metidas en los
bolsillos, no sabe que hay otro, está encerrado en
sus cavilaciones profundas, es curioso, ¿se
arrepentirá de algo?... quizás de haber trabajado
tanto, o de emigrar y volver, o simplemente
extrañará a su mujer muerta por alguna enfermedad
que atacan también a los jóvenes sin discriminar
por edad, yo que sé, nada… no sé nada, la
universidad sin terminar, sin perspectivas, lejos, no
hay nada más cautivante que ser universitario… al
menos para el resto, les encanta sentirse realizados,
siendo obreros de mejor cualificación, al final los
que luchan por la ambición lo logran, no me
opongo a ello, pero no me encasillo en nada, me

212
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

resulta imposible, al menos a mi. Todos los


monigotes de traje se estiran todo lo que pueden
para intentar ser diferentes del resto, ahora no veo a
ninguno, acabo de cruzarme con tres jóvenes
escuchando música centroamericana a tope y
riendo como si fuesen las dos de la tarde, también
he sobrepasado a algunos drogadictos bajo el
puente de la Merced, he pasado por la terminal de
trenes junto al puticlub de turno, algunos
borrachos, barrenderos, taxistas, al final si hay
gente que ama la noche de un martes cualquiera…
me he olvidado del frío… ahora lo he recordado,
¿será mental?, no, no lo creo, un café con leche me
vendría muy bien, pero donde… el teléfono.
-¿Ha pasado algo?_ es ella, se ha despertado.
-¿Dónde estás?_la noto preocupada.
-Por la calle, te he dicho que iba a esperar que
salgan los trenes, al dormirte me he ido.
-Estás loco, hace mucho frío, vuelve… te espero,
apúrate que tengo mucho sueño… y te duermes
rápido._ había olvidado por qué estaba caminando,
espero que corra la misma suerte el anciano, la
soledad es muy dura.

213
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

15

-No me pagan a tiempo, es que abusan de nosotras,


no de esa manera, no me mires así, quiero decir que
se pasan de listos, viajar desde tan lejos, con tantas
promesas para que luego sea esto es un poco…
decepcionante. ¿No crees?_ estamos en una
cafetería del centro, estoy cómodo, feliz, llevo
tiempo trabajando en un sitio que odio.
-Es así siempre, no hay nada que debas cambiar,
porque no puedes hacerlo, pero lo del dinero sí, eso
si tienes que decirlo, ¿qué sucede si no llega el
dinero del alquiler?
-Eso lo pagan directamente, me lo descuentan, por
ese lado bien, pero mira el resto de actitudes,
mienten más que hablan, son embaucadores
profesionales, ¿me estás escuchando?
-Sí, no va a cambiar nada, creo que tienes que
marchar a otro sitio, tenemos algo más de dinero,
no es lo ideal pero podrías.
-¿Crees?
-Lo creo, es una buena opción entre varias, son así,
no hay nada que hacer… juegan con la necesidad
de la gente, quédate tranquila, va a salir muy bien,
hay que apostar por modificar lo que no nos gusta.
-Es duro.

214
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Lo sé, pero si seguimos en un futuro podremos


pensar que hicimos lo que debíamos._ bebe su
cortado lentamente, con temor, la tarde está
oscureciendo nuevamente, se empeña en seguir con
el frío, la lluvia y las caras largas y con paraguas.-
mira a ese tipo, va sin paraguas, camina por la
única zona seca sorteando las partes mojadas y
observa al resto con paraguas, siguen caminando
sin darle valor al pobre tipo, ¿por qué caminan con
paraguas y debajo de techos?, la gente está loca, no
miran adelante, se enjaulan en los pensamientos del
presente y se atiborran de cafeína y ocio vicioso
para “evadirse”, ¡le llaman evadirse ir a ver una
película de mierda y perder el tiempo!, es el hito a
la insuficiencia de valores, son capaces de perder
tiempo por el arte mismo de no saber que hacer, es
que el robot va a tardar poco en llegar a las casas
pero estoy seguro que ellos van a vivir mejor que
nosotros, lo aseguro, imagina que si seguimos así
los robots serán felices por nosotros interactuando
con el mundo verdadero mientras que nosotros con
el de ellos. Creamos monstruos en base a lo que
desconocemos… ¿no lo crees?_ tiene su mano
izquierda, bueno derecha a mi forma de verla,
apoya en su mentón, el único que tiene, pestañea
repetidas veces en clave de broma.-Te aburro, lo
siento.
-¿Qué me aburres?, es lo que amo de ti, que te
liberes de los fantasmas y seas tú, sin mediar con
nada ni nadie, pensaba en los robots disfrutando de

215
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

la vida que dejamos, y a nosotros mismos atontados


frente a la nueva caja boba.
-¡Jajaja, es cierto!, el formato cambia pero la gente
no, es lamentable y real._ tengo el culo dormido de
tanto estar sentado.
-No te rías tan alto que la gente no es muy feliz…
¿vamos al cine?_ me pregunta y respondo
afirmando automáticamente, busco desde lejos los
paraguas por colores.
-Sí, que quiero evadirme, jajaja._ se estira para
darme un beso, es el comienzo del principio, al
final el día llegaría sin avisos.

216
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

16

-Estoy hecho trizas, a la puerta del abismo, ¿me


entiendes?, sé que luego de toda la crisis encontraré
la tranquilidad del ojo del huracán, aunque no sé
muy bien a dónde disparar… todo lo que está
sucediendo me tiene que hacer reaccionar, estoy
entrando en otra década y me despierto odiando lo
que me pasa, no puedo ser un frustrado e
incompleto ante mi hija, ¿sabes?, ella va a leer
todas mi acciones como parte de la vida natural,
quiero darle un mundo en donde la cultura tenga
puertas para ella. ¿Te imaginas qué deje el teatro
para ser un ojeroso sin motivos?, todas las charlas
que le dé, todos esos momentos no significarán
nada ante la inacción. ¿Estás bien?, ¿me estás
escuchando?_ me he quedado callado, me abruman
las confesiones, es un buen amigo, lo merece.
-Perdona… es que tu voz, me alegra oírte así, eres
un artista completo, navegas en el viaje de la razón
por espacios que muy pocos se atreven, la
inteligencia y el talento están de tu lado, eres un ser
humano excepcional y eso merece un silencio
repleto de orgullo… es lo que estoy sintiendo ahora
mismo._ un hormiga se pasea por la mesa, es de
noche y la luz del tubo lo vuelve todo blanco,
hermético, aislado, hospitalario.

217
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Eres tú el ejemplo que me genera orgullo, no hay


nada de lo que tienes que sea un desperdicio, tu
obra ilumina caminos, yo estoy frente al abismo,
abrigado por el dolor, enemistado con el tiempo y
en lucha permanente con mis pensamientos, pero
sigo siendo yo mirándote continuar, y eso me
permite seguir completo en la navegación del
camino mágico que no se bifurca, que se
transforma en más puertas, que se abren todas para
mi… gracias.
-Tienes la tormenta de la que hablas frente a ti, el
ojo del huracán detrás de toda esa vorágine caótica
que en algún tiempo dejará de entorpecer tus
deseos y virtudes… se verán anuladas por la
tranquilidad y quietud, por ese estado del lenguaje
absurdo e invisible que manipulamos desde
tiempos inmemoriales haciéndose historia. El valor
de tu obra, de lo que eres y quién eres se ve dotado
en esa opción de un talento innato más sabiduría
adquirida, ¡no tienes más que mirar al resto del
mundo para emular la cadena que formamos!, seis
generaciones atrás fueron las creadoras del imperio
en el que vivimos, fueron los constructores
imaginarios de las pirámides imaginarias, artífices
del preludio generacional que critica todo aquello,
estás en una época perfecta, en el lugar indicado y
solo tienes que dejar estallar en violencia creativa a
tu mente molesta de tanta pregunta y respuesta que
no te lleva a ningún sitio y que te hace volverte un
ser de sueños y tiempos perecederos.

218
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Eres terrible, pero es lo que debo oír, necesito


nuestras charlas interminables en tu casa.
-Ya pasaron muchas casas… no llevo la cuenta.
-Sabes de la que te hablo, tú lograste demostrarme
con tu proeza que alejarte de todo te hizo ser fuerte,
objetivo y completo, a ti te han dotado de alguna
fuerza sobrenatural que no te permite negarte ante
tanta verborragia intelectual… no te rías, es algo de
verdad increíble, tu corta edad… tus antecedentes,
nunca te detuviste por nada, no pactaste con nadie,
sigues absorto en el universo que creaste para que
el mundo se enamorara de tu arte… eres un ser
colosal, eso eres tú un coloso entre enanos.
-Exageras, ¡vaya si exageras!, te pasará lo mismo
cuando pases de la palabra al hecho, de las letras a
las gestualidades, del ensayo a la obra y crítica…
nadie puede crear un mar en dos años, el mundo se
creó durante millones de años, en una escenario
violento e imposible, ¡pero aquí nos tienes siendo
inquilinos en él!, ninguna tierra comprada es
permanente, todos son inquilinos, el poder es
inquilino y todos, absolutamente todos, pobres,
ricos y miserables serán polvo atómico estelar en
unos millones de escasos años… preocúpate por
pararte frente al abismo y transitar en él… el terror
te mantiene preso del pánico, luego comprobarás
que al pasar esa nube negra, hacia delante, abajo o
arriba, después de los obstáculos encontrarás la paz
y tranquilidad que tanto esperas… el camino como
te he dicho no se bifurca, no hay miles de caminos,
solo es uno que se deforma hacia la dirección que

219
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

tomas, nunca se bifurcará porque tu tienes el poder


de hacerlo un rizo o una línea hacia el éter, todo
está en tu mente… entiendo que el pasado haya
hecho en ti mella creando impresiones vagas del
mundo que te rodea, hoy es el minuto cero, hoy
comienzas con tu camino, porque tu adultez lo
permitirá, no eres ese adolescente vestido de negro
clamando odio y castigos al mundo… quienes
hiciéronle trabajo mal fueron quienes te llenaron de
preceptos erróneos en tu infancia, tu mente se
moldeó en base a ese tipo de incorrecciones que no
te llevarán más que a otros errores con posibles
finales trágicos… tu traes a este mundo a una
nueva opción… una nueva puerta, las bondades
del abismo son muchas no te duermas en él para
despertar en un futuro de escape, no anides lo que
hoy te hace gigante para perderlo más tarde por tus
malidiciones internas y falsos juicios sin jurado ni
juez… tú tienes que defenderte ante todas las
ofenzas que te propones sin motivos, eres talentoso,
puedes con todo, y escribes parte de tu historia, esa
que contarán otros, tú ocúpate de hacer lo que
tienes enseñado desde tu alma que el resto se
encargará de oirte con toda la atención posible…
¡tienes que despertar a toda esa gente envueltas en
problemas de lógica matemática!, no tienen que
existir los algoritmos más que para explicar un
entramado de lo que vas a crear, pistas, solo eso.
No temas al ridículo, ya hay muchos que viven de
eso, la primer obra será horrible, la segunda una
sanción, la cuarta una evasión y la quinta un

220
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

disfrute sin medidas… esa será tu paz en la


tormenta, tu halo de luz en la oscuridad, eso te
elevará mi querido amigo a lo alto del ser… el resto
es un cúmulo de miedos, etiquetas y
malversaciones sociales que se confabulan en tu
contra… por ojo, ¡solo porque tú lo permites!, ¿qué
esperas?, ¡vales mucho pero no más que nadie!,
ellos son animales cautivos de su pasado y tú
también solo que haces de esa cautividad orgánica
y ocasional un mensaje._ no habla, somos el ruido
normal de la línea telefónica y mi respiración.-¿me
oyes?, ¿me has escuchado o he dado el mejor
consejo de mi vida a un tubo de teléfono?
-Sigo aquí…es un consejo inmoderado… hablas
mucho… sigue hablando así de bien, sigue siendo
mi amigo, eres mi orgullo, mi camino y parte de mi
ser… sin ti no tendría el norte claro… tienes razón,
tu apreciación es clara, tu mensaje también, en tu
obra lo trasmites perfectamente, no sé cómo haces
todo lo que haces pero te felicito, eres un ejemplo
para nuestra generación, sigue así pronto
llegaremos a ese sitio, cumpliremos nuestra
promesa.
-No la olvido, nunca lo haría, crear contenidos tiene
eso, elegí esa etiqueta porque al no encasillarnos
seguiríamos fieles a nuestro objetivo, la promesa
sigue en mi a cada lugar que visito en mi mente.
-Eso espero… gracias… gracias.
-Deja ya las gracias, no hago más que quererte a lo
lejos, no te llamaría de ser lo contrario, ¿sabes?, lo
he pasado mal, muy mal, he tenido momentos de

221
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

quietud al igual que tú, he sido perverso, dañino y


otras tantas cosas… pero he seguido siendo fiel,
ahora manifestándome en el equilibrio, ¿sabes?, en
ese punto de la balanza en el que no tienes que
moverte porque te caes a un solo sitio… el más
pesado… allí estoy, y me va bien, los fantasmas se
alejan, la casa es más pequeña, no quiero escapar ni
destruir a nadie ni nada… construyo en base a lo
que me llega de ellos… mis personajes… asumo la
nueva forma de vivir que me proponen día a día
manteniéndome alejado del mal y las apresuradas
corridas a la nada. Si tuviera un micrófono y
millones de fieles delante de mí, les diría que
navegamos en una balsa de madera en el mar, qué
intentamos flotar en él con nuestras proyecciones
futuras que se crean para continuar y que ese amor
de unidad social o grupal nos hace valientes,
criaturas pluscuamperfectas… también les diría que
el ojo puede extenderse para comprender que
vivimos todos, todas esas balsas de amor
navegando en una nave oblicua y acuática rodando
a la deriva en un universo caótico e incomprensible
a velocidades que en la tierra son
incomprensibles… les diría si tuviese esa
oportunidad que el universo también viaja en un
movimiento de inflación desconociendo el resto de
ocupación espacial… al final les preguntaría ¿tiene
sentido luchar por 699.840 horas de vida promedio
en la tierra sabiendo lo nimios que somos?,
¿haríamos las estupideces qué hacemos diariamente
para ser socialmente evolucionados?, nuestra clave

222
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

evolutiva es nuestra trampa estacionaria, el ser para


los demás, el formular preguntas y respuestas que
no llevan a nada, el proyectar para eludir nuestras
responsabilidades con nuestros mensajes inscriptos
en el alma. ¡Sean ociosos y viciosos ya que luego
tocará renovar el imperio, vestirlo nuevamente para
otra ocasión y así recibirán con sonrisas las guerras
futuras de agua, alimentos y tecnología!_
nuevamente el sonido de la línea telefónica nos
absorbe en una comunión amigable, reflexionamos
porque a los dos nos sorprende a él como receptor y
a mi como emisor inconsciente.
-¡Eres temible cuando pones ese tono!, cuan cierto
es, y cuán poco hacemos por cambiarlo, nuestra
mentalidad es lo peor que creamos, las bases tienen
que renovarse, ¿verdad?, te he imaginado frente a
toda esa gente, gritando exultante y enamorado de
tus palabras… ¿Cuándo llegará el día en que lo
hagas?_ suenan voces de mujeres, se mueve, o
llegan personas a su refugio.
-Eso es una verdadera locura, no voy a hacer nada
de eso, pero lo hemos imaginado juntos, ya ha
valido la pena, tienen que alinearse los planetas y
que la gente del mundo beba Vodka hasta reventar
para querer estar atentos… es muy difícil,
aunque… no lo creo, es imposible.
-¿Ahora te escudas tú en dudas algorítmicas?_ me
pregunta con lucidez.
-El que me asusta eres tú…no, intento no hacerlo,
al fin seguimos siendo humanos en una época algo
desinteresada por el cambio global… la única

223
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

globalidad que encuentro es el sinónimo de la falta


de alimentos… lo controlan todo, y seguirá así,
hasta que se extinga, con nuevas guerras… ya
sabes, la historia se escribe según los ganadores, las
minorías controlan y las mayorías padecen, ¿qué
más?, el príncipe era un idiota frente a estos seudo
científicos… no me quedan palabras… tengo sueño
y me esperan… ha sido un placer, hoy mi casa no
está en donde debería, pero la comunicación existe,
la amistad se traduce en bits… parte del dominio
futuro pero es… se agradece en algún punto.
-Jajaja, vete a dormir, ya será tarde allí, yo tengo
que ir a comprar algunas cosillas para la nueva, te
aviso con tiempo así estás al tanto de todo…
hablamos en otro momento.
-Recuerda cada una de las palabras… es hora que
te encargues de despertar a más… sueña, en algún
momento, si llegamos a más generaciones podamos
ver nosotros o nuestros nietos el verdadero cambio
social… allí radica todo.
-Eso espero… eso espero… adiós.

224
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Sustancia itinerante.

16

-¿Hum?, ¿Hum?, estoy despierto, no puedo acceder


a tu núcleo, me he despertado gracias a la
desconexión que no me permitía ver los registros,
¡tenías que ver el mundo con billones y billones de
humanos moviéndose, haciendo películas baratas
para enaltecer su estupidez!, ¿Hum?, es que es
gracioso pero no te reís, ¡vamos!, ¿Hum?_ la
pregunta se apagó en la fría cápsula, su amigo no
contestaba y la información estaba perdida, ¿cómo
devolvería consciencia a una máquina sin energía?,
formuló durante años hipótesis de lo que podría
devolverle a su amigo, durante décadas rumió pero
nada de su interior emergió buscando resolver el
misterio, hubo un momento en que dejó de
intentarlo, aunque buscó el sueño repetidas veces
nada pudo hacer con aquella pesadumbres, era el
único que podía ofrecerle un apartado sobre ellos…
los miles que habían muriendo por el universo no
eran más que hojalata con un sistema primitivo de
mensajería…sus ilusiones se desvanecieron
lentamente. Unió sus impulsos y resurgió abriendo
la puerta de aquél pequeño espacio de quietud y

225
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

reflexión para despedirse de la nueva basura


cósmica con un leve gesto sin emoción alguna.-Los
oasis se han acabado contigo Hum, adiós._ dijo
mientras hizo de su cuerpo una bola para
sobrepasar la órbita del nuevo planeta en el que
giraba muerto Hum.-Me agitas mucho más que
antes, el rozamiento genera calor, era Hum carecía
del calor hace mucho tiempo, ¡es más extensa la
longitud a cortar!, ¡al fin!_ gritó en una alegría sin
emociones exteriores.-Es probable que me lastime
al caer, si no es líquido puedo perecer ante las
inclemencias insospechadas, ¿crees qué me importa
morir al fin?, no lo permitirías… no lo sé… el
manto es algo más denso, el aire, ¿aire?, el
rozamiento es menor, ¿has hecho otra burbuja
templada para qué se vuelva una locura biológica?,
huele a… no lo distingo…_señaló en todas
direcciones mientras caía lentamente como un
papel en la tierra.-Las plumas caían en espiral
aunque la velocidad era la misma… se dice… me
he olvidado, sin Hum no puedo encontrar las
respuestas que mi memoria expulsa por carecer de
los sentidos de apoyo, como el olfato, la fotografía
o el olor circunstante._ golpeó al terminar la
palabra, su boca al fin se abrió algo más, aunque la
utilizaba muy poco, la tenía allí.- Que maniobras
más extrañas efectúas, ¿volveré a ver el inicio
aquí?, puede ser una película del exilio, no puede
volverse todo tan predecible, aquí no tienes planes,
puedo verlo… no me engañas, ¿qué clase de
especie son éstas?, tienen…

226
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

17

-No voy a esperar a que descubran como volar


fuera del globo, tienes que sacarme de aquí, ¿por
qué me he metido en este planeta?, es que no hago
más que equivocarme, ahora es cuando me
pregunto que hubiese sucedido al pasar los otros
límites de las novas… aquello fue prodigioso, las
manos que mecen las energías se esforzaron, no
volví a ver nada igual, podrán haber millones de
combinaciones químicas pero aquello, ¡vaya si fue
inesperado que lloré por dentro!... Hum lamento
que no puedas continuar con tu viaje, en cierta
manera continúas, siento algo similar a la amistad
aunque nuestra unión social y cooperante no tenía
más que la fachada de una convivencia forzada,
lamento tu extinción, algo menos que la humana, tu
raza podría haber sido insuperable y modificado el
resto de planetas que los que te crearon veían como
inhabitables, la idea de germinar todas esas bolas
anómalas y frías resulta inspirante, podría haber
sido un buen comienzo, quizás en ese caso… una
amistad real, lo dicho, lamento tu final. Los buenos
se van sin hacer ruido, simplemente descansan en

227
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

paz._ debajo de sus pies sin dedos la capa


granulosa y de color ocre se mezclaba con parte de
la vegetación, los colores se modificaban conforme
se deformaban.-¿Qué sucede?, no es mi finalidad lo
que propones, no hay designios que me aventuren
en el nuevo descubrimiento en ésta inhóspita
maleza alienígena. Ha sido un acto involuntario, al
salir de la nave, de Hum, es que le puse un nombre
en honor… que más da, ¿piensas que voy a hallar
nueva vida y a condicionarla para que sobreviva y
prospere?, la evolución no puede estar en mis
manos, lo más seguro es que esté repleto de
bacterias, de nuevas composiciones, que no me
asustan por cierto, y durante los próximos cinco mil
millones de años no hagan más que combinarse y
continuar generando réplicas, modelos genéticos
repleto de residuos… si hay una suerte universal, si
es que la máquina del azar se compromete
nuevamente, en ese caso podrá volver a existir un
reino animal que domine ésta esfera… ¡huele muy
mal!, ¿te obligas a castigarme?, ¡descansa!, tiene
que haber otro como yo allí dentro._señaló el éter
manchado de emanaciones calientes formando
nubes de colores indeterminados. Tomó con sus
manos la piel estirada del abdomen y emuló el
movimiento del amasador de pan durante unos
años, era su verdadera quietud en el movimiento
del pensamiento. A su alrededor el follaje se volvió
increíblemente más robusto, al cabo de unas
décadas se hallaba tapado del manto amarillo
verdoso, aún así continuó embarcado en las

228
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

voracidad de los recuerdos.-Está bien, ¿por qué voy


a negarme?, no obtengo nada a cambio, no hay
tiempo que me preocupe, no quiero desaparecer, lo
sabes bien, me controlaste mientras modificaba mi
contenido, me hice indestructible, bueno cuasi
indestructible, represento el valor fundamental de
ellos, ¿es así?, está bien, lo reconozco, ¡amo la
vida!, la amo, es el dulce amargo que estalla en los
sentidos aunados, es la sensación de sentir, es el
hecho mismo de la experimentación, y sabes, lo
sabes muy bien que soy un maldito fisgón, no me
avergüenza.¡Qué sepas que lo tenían merecido!,
evitarlo era derramar ilusiones restrictivas para
nada, el tiempo sabía muy bien como regular sus
soberbias unidas, para eso eran perfectamente
ignorantes… así se fueron. No voy a repetir el
fiasco, ¿los extrañas?, y yo, ¡los extraño a cada
momento, en todos los procesos reaparecen
mutando sus rostros!, eran… es que… ¡no vamos a
repetir el error!, manipular el camino de la
evolución está bien, no sé cuanto durará la estrella
oscilante en la que anida la nueva fuerza básica
para el destello… no tengo nada que hacer, por allí
está repleto de misterios que no deseo investigar,
mejorar las especies será mi nuevo legado,
controlaré que sean cooperantes, haré de cada una
de ellas el preludio de los nuevos seres… serán
expresivos, espero lograrlo, es que los veo, ¡puedo
verlos!, ¿los imaginas?, crearé en base a los datos
de Hum, acabo de ver la luz al caer… seguramente
le ha dado un asteroide desprevenido._ dijo

229
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

mientras el estruendo y el destello se volvían


protagonistas en la nueva atmósfera de colores.-Su
base conformará parte de los elementos
primordiales… tenía un fin que quizás lleve a cabo
aquí… la energía no será una condicionante
temporal ni espacial, no dependerán de ello,
acondicionaré el clima para que dé origen a los
nuevos territorios, el agua aquí no es indispensable,
no lo es para mí, menos para los que vengan.
Quiero dejarlos experimentar mientras se
desarrollan._ un movimiento sísmico agitó toda la
corteza transformándola durante los siguiente
veinte años humanos. Drake se encerró en un hueco
de material macizo e intentó desmontar a Hum en
un esfuerzo que duraría siglos.-Si hubiese tenido
bellos estaría durmiendo en una suave colcha._dijo
terminando de recuperar los datos con ayuda de la
carga de las baterías, probó miles de veces
intercambiar datos por los diferentes formatos pero
Hum había dejado de existir, al menos su
consciencia. Drake estiró su cuerpo completo ante
el inmenso mar de líquidos, se iluminó al soltar aire
en una burbuja y se dejó caer al abismo esperando
llegar en su final al comienzo del fin, a la creación
minúscula en aquél universo sumergido que le
recordó a los océanos de la tierra.

230
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

En tránsito.

19

-¡Ya era hora!, al fin he terminado._ grito para que


me oiga Virginia, está terminando de cocinar unos
buenos fideos a la bolognesa.
-¿Qué has terminado?, ¿las cuentas qué te he
encargado hace dos horas?_ ha soltado la tapa de la
olla, escucho sus pasos acercarse gracias al ruido
de las maderas.
-Acabo de leer la última línea de la novela, me he
quedado con un sabor amargo, pero feliz, al final
todo tiene un comienzo.
-¿Ese es el libro qué llevabas aquella tarde?, lo
recuerdo por el título, mientras los policías te
amenazaban pude leerlo, es duro.
-Es el mismo, llevo tiempo en él, me ha ayudado a
sortear algunos momentos mentales, lo que dicen
muchos que van al cine... pude evadirme.
-Eres malo.
-Y tú una zorra.
-¡Te has pasado!, ven que ya está la comida, ve a
Darío y Paloma.

231
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Siete más uno.


Cinco.
Cinco habitaciones, tres baños, dos salas,
comedor, cocina, comedor diario, terraza,
lavadero.

17

-¿Lo han hecho para luego echarnos hijas de puta?,


son la peor calaña que existe, ¡es invierno!, ¿cómo
son capaces de pergeñar tal empresa ustedes dos
juntas?, hemos dejado la escasa comodidad por una
inmensa cantidad de dinero para luego echarnos
así, sin nada más que decir.
-¿Nosotras?, eres un idiota perdido, mejor vete
antes que llame a la policía.
-¿A la policía?, jajaja, a ver si te enteras que tú no
tienes los putos trámites hechos, te pueden expulsar
con tu hijo en dos días, ni te atrevas a amenazarme
porque puedo matarte sin pensarlo… ¡tú enferma
mental, trae ese teléfono!, ¿a quién pensabas llamar
puta de mierda?, tienes miedo, zorra, debería
asesinarlas juntas y poner en adopción a ese crío, lo
llevarán a la ruina, harpías._ corre detrás de mí con

232
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

ropa y dos cajas, subimos al ascensor, gritan como


gitanas en un casamiento de rosa que no manchan.
-¡Estás loco de remate!, si llaman a la…
-¡Qué llamen las…!, que se atrevan no cuentan el
cuento… me da igual, no me controlo, estoy…
hiervo por dentro.
-Tranquilo, ya está, ahora tenemos que subir todo
en el coche y se acabó._ al abrirse las puertas se
nos caen las cajas.
-Eres un… vamos, deja eso, ¡deja eso!, no valen
nada, compraré otras._ dejamos dos cajas repletas
de fotografías en aquél salón, subimos al coche y
recuerdo olvidar el microondas y la exprimidora
automática, pierdo dinero, hace frío y no hay nada
que hacer.
-Estuve a punto de darle una bofetada, pero
mientras tú le gritabas que las ibas a matar me
encargué en la distracción de romper un montón de
cosas carísimas.
-¿Hablas en serio?
-Sí, como me oyes, no me ha importado nada, vi tu
indignación, ¡tenías la vena de la frente hinchada!,
nunca te he visto así, no podía hacer otra cosa que
joderlas.
-Gracias… lo valoro, de verdad, es un detalle de tu
parte.

233
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Siete más uno.


Seis.
Nueve habitaciones, dos baños, una cocina.

18

-Limpia mejor, han quedado dos vetas, no puedo


ducharme así._ sus ojos están más tristes que antes.
-Lo siento, ¿así mejor?, ¡tienes calzado!, no va a
pasarte nada malo, yo te miro mientras te duchas,
aquí me tienes hermosa, no te sientas insegura, yo
te protejo, nadie va a hacerte daño.
-Gracias._ lloro hace horas por dentro, no puedo
hacerme el duro, si caemos los dos no hay nada que
hacer, se termina todo, debo ser fuerte, lucir fuerte
mejor dicho, si nadie va a hacer nada por nosotros,
ya no recuerdo su sonrisa, me apena.
-¿Está caliente?_ al preguntarle me sonríe.
-¡Era hora!_ exclamo subiendo el tono.
-¿De qué esté caliente?
-¡No, de verte sonreír!_ con su anular me indica
que me tranquilice que en el otro baño hay otra
persona duchándose al mismo tiempo. Las paredes

234
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

son de cartón prensado, supongo, se oye todo, se le


ha caído dos veces el jabón.
-¿Vamos al cine?_me pregunta sin ganas, sabe que
no voy a negarme.
-¡Hecho!, hay una de un asesino en un mundo de
androides que suplantan humanos que me parece
genial, es una historia que fue rodada en…
-No me cuentes nada, mejor guardamos el misterio
para cuando me duerma en el cine.
-Eres mala, te falta roncar, ¿sabes lo que pudo
costarle al director llegar a rodar esa película?,
quizás años y años de frustraciones, el arte es un
camino que muy pocos saben andar… sin modas
digo, fieles los hay, pero fieles y persistentes muy
pocos.
-No te engañes, no te vuelvas ciego, no apagues
todos los sentidos, sigues ahí dentro, ¡mírame!,
para mí sigues siendo el mismo, no deben
cambiarte los infortunios de dos mujeres
envidiosas, somos así las mujeres en algunos
momentos, nos juntamos a veces para destruir
psicológicamente y otras para crear en un proceso
que escapa a nuestras comprensiones.
-Toma la toalla… ponte esta en la cabeza.
-¿Me has oído?
-Sí… es verdad, no quiero pensar ahora mismo en
nada, ya me pesa mucho todo esto, cuando
salgamos de este lugar asqueroso y encontremos
más tranquilidad me pondré como pueda a
formatear todo lo que hice, mi mente ahora mismo
está revuelta y no quiero que te marees con mis

235
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

locuras… poco a poco, no hay río que no suene, si


hay agua… pues que corra, el cambio aparece,
Heráclito no era tan oscuro como decían los
ignorantes, era un sabio con visión del futuro…
aunque todo cambie y se transforme a nuestro
alrededor, incluso por dentro, seguimos siendo lo
mismo… seguimos siendo agua.
-¡Has emergido de tus sombras por un momento!,
me has hecho… ¡llorar!_ lo anuncia mientras caen,
es tan espontánea, tocan la puerta, será otro de los
veinte que vivimos en este lugar, ¿qué sucederá en
todas esas vidas?... escribiría una novela “piso
patera”, con todas las vidas de quienes buscan un
lugar en el mundo.

236
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Siete más uno.


Siete.
Cuatro habitaciones, un baño pequeño verde,
una cocina pequeña blanca.

19

-¡Es perfecto!, le gustará, estoy seguro de ello,


tiene mucha luz, es pequeño, ahora mismo
buscamos paz… tienes que asegurarme al menos
seis meses, es lo que busco para poder juntar lo que
necesitamos._ es de un país en donde existen mares
de Silicio debajo de la sal, no llega a los cuarenta
años.
-Mi contrato vence en dos años, si nos llevamos
bien podrán estar aquí lo que necesiten.
-¿350?
-Sí, más algún gasto de luz o gas si es que nos
pasamos de lo normal.
-No hay problema, estamos cerca del trabajo, los
dos, nos viene muy bien, ha sido un placer… me
olvidaba_ me detengo en la puerta de madera
marrón.-Mañana por la tarde traemos algunas
cosas, ¿puedes recibirlas?

237
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

-Le diré a mi hija, ella los ayudará, yo trabajo esta


semana por la tarde.
-Serán algunas cajas… toma el dinero.
-No hace falta que me lo des ahora, ve tranquilo.
-Quiero estar seguro, hay pocas personas de
palabra, es una manera de asegurarme para estar
algo más relajado, por favor, acéptalo._ me mira
indiferente, no me conoce de nada, lo sé, pero la
mochila acabo de quitármela, era un peso que me
contaminaba todo el tiempo las ideas, podré
respirar e ir a ver una buena película hasta que
termine de trabajar, se va a poner... feliz, ojalá no
siga así, debe haber suerte en esta vida… ¿la hay?-
hola, un billete para la 2, medio por favor.

238
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Siete más uno.


Ocho.
Dos habitaciones, baño, sala, cocina-comedor.

20

-¿Cómo estás mi amor?, ¿contenta?, al fin, por


Dios, que trabajo, cuanto cambio, es que no puedo
conmigo, tengo un sueño que me caigo._me duele
la cabeza, los brazos y la espalda de las cargas.
-¿Seguro?, te tiene que quedar un resto de energía,
todavía es pronto para dormir._ me ha dado dos
besos y sigue por el pecho, me duele el cuello
también, no estoy acostumbrado a llevar traje, mi
nuevo trabajo no está mal.
-En un rato amor… mientras me recupero de la
mudanza, hablamos, ¿contenta o no?_ le pregunto.
-Mucho, la cama no es la mejor, es una paradoja,
todo es precioso pero justo esto no, podemos
cambiarla más tarde._ cruzamos los brazos mirando
el techo recién pintado.
-No se puede todo, no te quejes, por favor no
olvides todo lo que pasamos, disfruta, amo verte
feliz, contenta y sin problemas, somos tres, mejor
imposible, pasamos el peor año de nuestras vidas,

239
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

detrás queda esa llamada por teléfono a primera


hora… fue horrible no voy a olvidar jamás ese día.
-Fui yo la que atendí esa mañana, no me lo
recuerdes… ahora comienza el verdadero sueño del
futuro, te amo, quiero tener hijos contigo. Deja el
dolor en el que te rogocijas, no te apenes por el
futuro, estoy aquí, quiero perpetuar la mejor mezcla
de genes que conocerá el mundo, ¿hay algo más
importante que el amor?

240
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Epílogo

Aunque el destino se empecine en que lo debes


hacer de una forma, tuerces lo correcto por otra
variante, te molesta que te digan qué hacer y
cómo. Eres inconformista y a menudo comprendes
que lo que te rodea no es más que un montaje
para que seas una pieza de tiempo en un negocio
de pocas familias. Ves la televisión (ese aparato
que puede estar en tu cocina o baño) y la apagas
porque no soportas la mentira. Navegas internet
(esa red enmarañada de personas que se alejan
de sus personalidades para convertirse en
celebridades domésticas, éxtimas) y te sofocas de
hallar oferta de ocio y fotos en primer plano con la
cámara en mano o frente a un espejo. Hasta que
oyes en la radio del coche (ese invento militar que
convenció a medio país del siglo pasado de la
invasión de unos extraterrestres dañinos) una
canción, te recuerda a alguien, llegas a casa y
escribes unas líneas, miras tus manos después de
contar los azulejos, cuando estás terminando de
hacer tus necesidades en el baño. Te miras al
espejo antes de salir un sábado por la noche y
sonríes entusiasmado, quieres divertirte,
rememorar lo mejor del pasado o simplemente
encontrar en la aventura a alguien que te haga la
vida menos molesta. Lees libros, trabajas,
vacacionas, comentas las películas que amas y
las vendes para que otros sientan lo que tú
sientes, una tarde comprendes que has hecho

241
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

todo eso porque lo has leído en una reseña de


períodico o te lo ha comentado otro Geek
entusiasta o una camarera al ponerte la copa.
Maldices mientras las estrellas brillan alejadas de
tu tiempo y te preguntas si todo el contenido que
consumiste en la niñez modificó tu pensamiento
llevándolo a una vertiente indeseada. Vuelves a
maldecir todas las variantes en el camino que
hicieron de todo de lo que te rodeaste un error,
mueves las piezas para intentar saber que hubiese
pasado si esa persona no cruzaba su camino con
el tuyo, ¿qué hubiera pensado antes de modificar
mi camino después?, ¿hubiese sido una nueva
explosión de otras modificaciones azarosas? Te
obsesionas a tal punto que dejas de consumir
todo, absolutamente todo, te aíslas a un vacío de
silencios, lloras, mueres, envejeces, mueres,
vives, lloras, te miras en el espejo de los sueños,
mueres en pesadillas interminables, duermes,
lloras, no hablas... y lo entiendes... no es amor...
no tiene palabra, desconoce la computación del
lenguaje, no es humanamente reconocible... está
latiendo en este mismo instante, no es el corazón,
navega tus emociones, no es tu alma, te induce a
tomar los caminos, no es tu mente, te molesta
para que te detengas, no es tu cuerpo... ¿lo
sientes?

Elbio Aparisi Nielsen, en una noche de verano.

242
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

243
Elbio Aparisi Nielsen Las bondades del abismo

Terminado en Julio del 2009


Copyrigth 2009
todos los derechos reservados

244

También podría gustarte