Francisco Morales Daniel Rocha Universidad Central Taller de Crnica en prensa y televisin Gloria Ines Mestre LA EXPEDICIN DEL

CRONISTA El cronista aora con ansias el momento de poder contar una historia. Sabe que es un buen momento para instalarse en la memoria de un lector. Se pone el sombrero, apaga su cigarrillo. Afina su mirada y emprende animoso el tan esperado viaje. Se dirige a la selva, ansioso por encontrar algn animal extico, diferente ante la mirada taciturna del resto. Sin un rifle en su hombro, su arma es una cmara y la curiosidad su mejor aliado; sin predisposicin al fracaso, y con sus cinco sentidos preparados, atraviesa la espesa hmeda ciudad. A la espera de poder atrapar, por lo menos, un sinfn de historias. En este viaje donde la astucia y la experiencia se valen por s mismas, se ha de contar con una mirada imperceptible, incapaz de pasar por alto algn detalle, la huella que conduzca a la bestia o el aullido que retumba la historia. La crnica es como un safari: en donde el cronista camina a travs de la espesura de la rutina, para as descubrir algn animal de esos que abundan en las esferas invisibles de la naturaleza humana; o esos otros que maman dichosos de la teta de esta sociedad, alimentando su ego con avaricia desmesurada y la admiracin de los invisibles. En este safari, el lector va descubriendo a cada paso nuevas situaciones, sin tener contacto con las bestias, pero entretenindose desde afuera. Es aqu donde el cronista debe jugar dos roles: ser el gua, o en algunos casos, el domador.