Está en la página 1de 1

LA FORJA Tardamos tanto cario de mi vida! Nuestros pasos corrieron presurosos, mas no hallbamos nunca nuestra senda.

Miramos en cada par de ojos, probamos mieles de todos los panales, sin encontrar la esencia ni el cobijo.

Hasta que al fin, tras una nube errante... en la puerta de nuestros corazones, estaba nuestro amor omnipresente.

Yo te reconoc con solo verte, tu ardiste con mi fuego al saborearme, y hasta ahora quemndonos estamos, en ese fuego que nos funde para siempre.

También podría gustarte